— ¡Redirigió mi poder! — Sous-chef continuó hablando nervioso por algo. — ¡Mi poder es superior! — Pero a Chef no le importan esas cosas.
'¿Redirección…? Eso se escucha interesante'
Ya con su plan para atrapar al polizón, el experimentado chef giró a sus dos principales, y actualmente únicos, camaradas. — ¡Usaremos el Néctar! Solo para estar seguros. — Esa afirmación dejó a la coneja amarilla helada y con miedo, preocupación también.
— ¡Chef! — Tao, por el contrario, está bastante emocionado. — ¿Qué clase de salsa será? ¿O usaremos eso? — Pero Chef soltó un suspiro corto al no entender lo que el alto orondo está tratando de decir.
— Hem… Creo que se refiere a un sebo… Cómo utilizar el Néctar para atraerlo y tenerlo de nuestro lado… — Sous-chef asintió contento.
— Eres buena traductora… Esa será tu labor ahora… — Chef contestó apuntando a la coneja amarilla antes de enfocarse en su segundo al mando, intimidándolo con la mirada y su angular rostro.
Mami descendió de la isla con suavidad, intentando no hacer ruido y no forzar sus músculos aún más, con el pecho apretado y el estómago revuelto, la molestia que ella siente no es por los brazaletes que reacomodaron y mantienen sus brazos en forma, sus náuseas no son por ser transportada por un tobogán de agua.
— Creo que será Microondas también… — Las palabras de Tao sacaron a la coneja de su pequeño turbio mundo.
— He-. ¿Conveniente? —
— ¿Por qué le daríamos Néctar al polizón? — Chef perdió el interés rápidamente. — Néctar es una droga especial; para la gente normal es más una MDMA… Pero para nosotros… ESPERs, puede ser tan benéfico como dañino… — Sorprendiendo a Tao y Mami, el jefe mostró una expresión de éxtasis muy retorcida, desagradable. — ¡Es lo que hace a Néctar nuestro ingrediente más fino! —
Mami… está rodeada de raros… 'Qué dan miedo'
Tampoco es la única incómoda en la habitación.
— Oh cierto, aperitivo. — Chef regresó a la "normalidad" para dirigirse y acercarse a la coneja amarilla. — Eres parte del plan completo ahora, y creo que haberte dicho que hay que cuidar los excesos… —
— Ex… ¿Ex-cesos? — Mami tragó mucha saliva.
— Tienes una gemela. — Mami perdió el aliento y la presión arterial.
Ella nunca quiso meter a su hermana en esto, luchó con ella porque tenía que hacerlo… Si de algún modo termina involucrada en todo esto… no se lo perdonaría… Y así, Mami caminó siguiendo a los chefs por el barco, hacia una habitación donde guardan los ingredientes especiales. La coneja amarilla caminó y entró en la habitación especial en automático, sin percatarse de lo que la rodeaba hasta que levantó la mirada y se encontró con bolsas transparentes llenas de fluidos anaranjados… y niños.
Una sarta de matrices transparentes con niños no mayores a los 14 años, niños de 10 a 13 años; sentados en un asiento con respaldo, el "útero" está conectado por dos tubos rígidos gruesos que la suspenden un metro sobre el suelo, sobre una piscina naranja que alimenta y circula entre los ingredientes. El grito de Mami se atoró en su garganta, sólo viendo con horror a niños y niñas que conoce… niños que estaban con ella en esa instalación médica… Cada paso tembloroso era un recuerdo para la coneja amarilla.
Todos los niños sentados sobre tubos gruesos, rodeados de tubos delgados que se conectan directamente a sus corazones artificiales… con los ojos pegados y sus pechos abiertos; incluso la sonriente niña primaveral con sus electrodos pegados sobre la cabeza rapada parece alienígena… Y las piernas de Mami se dieron… ella bien podría ser uno de ellos; pero después de lo que ha visto y sufrido, incluso esta escena no puede provocarle lágrimas, pero si agrietar su corazón.
— Realmente no es tan transparente… — Chef comentó un tubo de ensayo lleno de líquido amarillento. — Pero eso es lo que obtienes de un Grado B. —
Si Mami fuera tan fuerte como aparenta ser, seguramente estaría apretando sus puños debilitados en lugar de girar su cabeza para mirar a quien es su jefe. —Mira que tan horrible es, Aperitivo. — Ella intentó mirar el tubo de ensayo, pero su vista captó algo más.
Sous-chef apareció cargando a uno de los niños dentro de su bolsa transparente como si fuera un costal de papas… lanzando a la niña por una exclusa como la basura en la que se convirtió al morir. 'Ella apenas y tenía 10 años…' El rostro de Mami seguramente se congeló en una sola expresión, porque realmente no siente su rostro a pesar de todo.
— Aperitivo. Presta atención. — Chef parece haberse percatado de la distracción de la coneja amarilla, pero no de su motivo. — Ten, tú tendrás la primera gota. — Chef parece muy alegre con todo esto.
Pero rodeada de pequeños que vió cómo amiguitos, ella no tiene el valor, o la convicción para probar esa solitaria gota. — ¿Qué sucede? —
— Oh ¿El Grado B no es suficiente para tí? — Tao parece molesto por algo.
— ¡No! Estoy bien… — Mami se tragó todo. — serán los nervios… — Y su sonrisa la delata.
— Es entendible. — Chef pareció comprenderla, a su manera torcida. — Pero no lo estés, estoy contigo en esto. ¡No te preocupes! — "¡Chef, estoy con ella también!" Fue el reproche ignorado de Tao.
Con todas las dudas, y esa sensación incómoda que le dice NO, la coneja amarilla apretó sus nalgas y abdomen para juntar valor y fuerza para lamer esa gota viscosa que bien puede confundirse con una píldora que en algunos lugares llaman "grageas". La reacción fue instantánea en cuanto el Néctar entró en su organismo; su sistema nervioso estalló, su cuerpo se sintió más fuerte, y sus debilitados brazos recuperaron parte de su fuerza… por un segundo, su Volcan Ball se sintió más preciso… y su estómago regresó su contenido al segundo siguiente.
— Normalmente te diría que no desperdicies comida… — Chef aclaró esquivando el vómito de la chica manteniendo una expresión calmada, casi como la de un familiar que educa al más joven en algo que rompe con muchos estándares. — Pero siempre es así la primera vez. — El delgado hombre lamió una gota bastante más gruesa a la que recibió Mami, dejando que la sensación de la droga funcionara.
'En verdad, amo esta sensación…' La sensación de la sangre oxigenando mejor, cruzando por venas expandidas por todo tu cuerpo, mejorando no solo el procesamiento cerebral, también los nervios y su accionar. 'Este Néctar realmente es La bebida de los dioses, y solo tomó un hombre robótico para descubrirla'
Eso pensará el hombre, pero incluso él entiende, tal vez mejor que muchos científicos, lo peligroso de dejar el poder de un ESPER desbordarse. 'Pero sí un Grado B genera esa reacción… ¿Qué hará el Néctar de la escapista en ella?' Chef dejó su mente divagar, haciendo planes en preparar un poco del Néctar de Matsuri Himegi para hacer una prueba.
— Ehm… ¿Chef? — Sous-chef parece nervioso.
— ¿Qué es? —
— Sigo en entrenamiento. ¿Pero no sería esa razón para experimentar un sabor tan magnífico? Con tan asombroso aroma… — Sous-chef argumentó de una forma muy extraña a su usual manera de hablar. — Estoy seguro que seré llevado a un paraíso de deleite de otro plano. Así que me gustaría probar el Néctar también. —
'Solo cuando te conviene hablas como es debido ¿Verdad?'
— Bueno… Tengo un poco-. —
Tao se emocionó a tal grado que se abalanzó sobre su jefe para expresar su entusiasmo, gritando su amor por ser tan dadivoso… Por otro lado, Mami sigue recuperándose de la experiencia, impresionante, pero no placentera. A pesar de su cuerpo delgado y menor altura al Sous-chef, Chef detuvo al orondo chico con una sola mano, tampoco es que Tao quiera ser regañado por su jefe, esa es una experiencia fea; pero antes de que pudieran seguir hablando de cómo son los clientes los que deben probar los mejores Néctares, y no ellos, al ser los cocineros; una llamada sonó en un teléfono convenientemente instalado en esa habitación de Ingredientes Especiales.
— ¿Diga? — Chef contestó la llamada mientras Tao ayuda a la coneja amarilla a levantarse. — No se preocupe señor Nakimoto, tuvimos un pequeño contratiempo, pero Full Course eliminará al insecto. —
— Te escuchas confiado, Chef. — El director contestó mientras su limusina lo lleva a una entrada especial para ingresar a su tren sin paradas.
— Oh, por supuesto. Esto hará el espectáculo definitivo. — Chef confirmó orgulloso, incluso contento. — Haré los preparativos para que lo pueda disfrutar usted también… ahora, si nos disculpa… — El larguirucho jefe colgó para girar a sus compañeros y aplaudir un par de veces llamando su atención.
— ¡Bien! Prepárense ambos. — La sonrisa de Chef es casi como la de un niño con juguete nuevo que contiene su emoción, pero lejos de parecer inocente o infantil; el gorro de cocina ajustado, con un mechón de entre los ojos que desciende hasta su labio superior, lo hacen ver más como alguien inestable… Y no es que el segundo sea mejor.
— ¡Tenemos clientes que entretener! — Chef parece muy emocionado, al igual que Sous-chef… La única que no parece lista para matar es Mami, y no solo por las nauseas que aún carga.
Los tres cocineros salieron del cuarto de Ingredientes Especiales, apagando y cerrando la luz detrás de ellos, como adultos responsables que son. Ninguno de ellos sabe realmente a quién se enfrentan; lo que es extraño al tratarse a los Niveles 5 como Ídolos, pero siempre hay gente que le resta importancia a aquello que no le afecta directamente. De cualquier manera, El director que sólo tiene barba en la barbilla y arregla su cabello en cola de caballo llega finalmente a la seguridad aparente de su tren, hablando con su secretaria para estar al tanto de las labores de sus institutos y empresas; pero sin poderse quitar esa sensación de peligro que lo lleva incomodando desde que comenzó el día.
