La mujer se sobresaltó bastante, movida por el miedo y lo que implica que el ESPER más poderoso de la ciudad se detenga para hablar con alguien, seguro ese chico de cabello erizado es alguien igual al albino; o por lo menos igual de peligroso.

Ikumi Hokaze, Fue realmente complicado encontrarte, mujer… — La joven mujer no mayor de 30 años, de haber podido habría saltado hacia atrás y chillado por la repentina aparición del desconocido frente a ella, apenas con centímetros de espacio entre ambos.

Con su mano izquierda Kamijou agarró la muñeca derecha de la secretaría, jalándola hacia el frente quitándose del camino. La fuerza y rapidez del muchacho la tomó por sorpresa de nuevo, cayendo sin mucha resistencia, perdiendo un tacón en el proceso. Lo siguiente que supo la mujer, fue que estaba en brazos del chico.

— Tengo que reunir a esta mujer con su hermana. Lo demás es tuyo. — Lo último que escuchó la mujer de cabello lavanda fue la risotada del albino.

La mujer sintió que algo dentro de ella se apretaba al escuchar "hermana", pero se encontró viajando a gran velocidad sobre los brazos de un chico varios años menor a ella por el túnel del tren hasta una salida, ahora viaja sobre los techos de la ciudad; pasando del borrón oscuro con luces verdes y rojas de las diferentes señales del túnel, a un cielo nocturno, los borrones de luces blancas, azules y amarillentas contrastaron con el azul y negro del cielo nocturno. Sin embargo, a pesar de que todo se movía bastante rápido desde su percepción, las estrellas del firmamento no parecían ser afectadas por la velocidad a la que se mueve el muchacho que la secuestró.

Entonces, ella se encontró con un edificio enorme, un hospital. — ¿Por… qué? — La secretaria intentó preguntar, pero su respuesta fueron las puertas del hospital abriéndose para que ella, aún sentada en los brazos del muchacho, entra hasta la recepción.

La verdad es que no llegaron tan lejos, tres enfermeras y un doctor sorprendentemente parecido al chico de cabello puntiagudo, aparecieron con un una camilla y se llevaron a la secretaría a urgencias; y no fue hasta que una doctora delgada apreció, que ella fue dormida e ingresada boca abajo a urgencias. La secretaria no sabía muy bien por qué tanta acción, ella estaba confundida del cómo pasó de tener los minutos contados a manos de Accelerator, a ingresar a un quirófano para remover, aparentemente, su collarín…

¿Qué tiene de malo su collar? Ella siempre lo ha tenido y no entiende porque necesita una cirugía para removerlo.

— Es muy similar a un Strobila, solo que con el programa dentro del collar. Debió ser creado para alterar la percepción y voluntad exclusivamente. — Seigo comentó superficialmente con su experiencia como científico y médico.

— Independiente de para lo que fue creado está variante de Strobila, todo en el cerebro está conectado, afectar un área neuronal nunca genera un efecto local, solo da esa imprecisión. — La experta en neurología, Harumi, contestó en un tono serio que solo está presente cuando ella debe participar en una cirugía o procedimiento dentro de un quirófano.


Dentro del Distrito 19, Umidori navega por la computadora del desaparecido Souji Kihara, sentada sobre un sillón Puff, la niña lee los artículos que encuentra sobre las investigaciones y creaciones del científico; literalmente en la única instalación del Kihara que no ha sido tocada por las fuerzas especiales del Superintendente. Souji comenzó como investigador de órganos artificiales, de allí pasó a las prótesis Cyborg, e incluso, versiones funcionales miniatura de estas prótesis.

— ¿Pero qué es esto? — Umidori se levantó de la computadora luego de entrar en un controlador de la habitación, el cual abrió una pared que da al lugar de trabajo del Kihara.

— Esto… Es excelente… — Umidori sonrió ampliamente observando las manos miniatura en una charola, listas para implementar o, siendo precisos, implantar. — Con esto me burlaré de todos esos debiluchos en el lado oscuro. —

En una recamara con cama para dos personas, la mayor de las hermanas Seivelun observa con angustia y felicidad a su hermana menor, al igual que la gran mayoría de Niveles 0 y jóvenes que viven por su cuenta, son Errores: Child Error; huérfanos por que los padres, a menos que se muden a la ciudad, hay restricciones para entrar en Ciudad Academia, lo que obliga a los padres a dejar a sus hijos al cuidado de la ciudad… Sin embargo, eso también permite a algunas personas a abandonar a sus hijos dentro de la ciudad debido a un par de leyes que le permiten a la ciudad reclamar toda jurisdicción sobre los infantes. Así es como muchos niños comenzaron su vida en la ciudad, así es como llegó Kakine y Accelerator a Ciudad Academia… Así es como llegaron las hermanas Seivelun a su instalación de Child Error.

— ¡Hmm! ¿Quién? —

— Hola Frenda, es Kamijou. ¿Todo bien por allá? — Una voz demasiado reconocible para ella se escuchó al otro lado de la llamada.

— ¿Hermana, Quien es? — Una voz infantil y adormilada preguntó cerca del teléfono.

— Ha- … S-Solo un conocido. Básicamente, un conocido, Fremea-chan. Vuelve a dormir, ahorita vuelvo. — Frenda salió de la habitación que ambas pequeñas rubias comparten, haciendo todo lo posible por no hacer ruido, ya es bastante malo que su hermanita se despertara por el timbre de llamada. — ¿Qué pasa? Básicamente ¿Por qué llamaste? —

— ¿Te desperté? Disculpa… Solo quería saber como estaban. —

— Básicamente, no. ¿Por qué te importa? Bueno. Soy mercenaria. No necesito que se preocupen por mí… — Frenda intentó cambiar el tema lejos de ella; decir que ella sabe por qué se comporta como una niña impresionable cuando se trata de un chico que conoce más por papeles que por conversaciones, es subestimar a Frenda en grande.

— Pues yo lo hago, y no me rezongues. — Touma prácticamente saltó a su papel de "hermano mayor", un papel que ha tomado ya con Index. — Solo quería advertirles que los directores empezarán a hacer muchas tonterías molestas, Accelerator eliminó a uno de ellos esta noche, ya le avisé a Shizuri… y que si necesitan ayuda, pueden contar conmigo. ¿Frenda…? Solo llámame, ¿Bien? —

— B-B-Básicamente, l-lo pensaré… — Frensa contestó sintiendo su rostro rojo.

— Descansa Frenda. — Kamijou colgó con lo que se escuchó cómo la voz de un hermano mayor. Un efecto secundario de recordar su experiencia antes de ingresar a la ciudad de la ciencia.

Toda acción tiene su consecuencia, todo poder tiene un precio y toda libertad viene con su responsabilidad; y en este momento la Reina Abeja está sufriendo el dolor de cabeza que significa llevar su Mental Out a otro grado. Espiar cierto lugar, investigar a través de una marioneta, dar aviso al hospital, y finalmente, llamar a su mano derecha para tener una petición cuyas intenciones ocultas son, una vez más, en beneficio de otra persona; ah, y todo eso sin utilizar su control remoto, es realmente exigente para su concentración y fortaleza mental… Que Mental Out, en toda su grandeza, es bastante rígido y utilizarlo fuera de los parámetros no es tan sencillo como lo sería para otra habilidad.

Suspirando su dolor de cabeza, Misaki se levanta de su escritorio para estirar las piernas, con su mensaje enviado a su compañera de cabello largo platinado que raya en lo lavanda, la joven puede descansar su mente un poco en lo que espera la llegada de Junko. La casi segura muerte del director Nakimoto bien se puede considerar un problema para el manejo y control de las granjas de alimentos y las importaciones es estos, pero independiente de lo que Accelerator haga con el director, Misaki ya tiene un reemplazo para el director, incluso una secretaria que también puede ser su espía de ser necesario.

— Esto va a ser molesto si esas chicas Anti-camarillas continúan con su plan… — Misaki suspiro ahora con molestia, nada de lo que no pueda encargarse, y ahora con Ayu y su equipo de asalto las cosas resultarán más fáciles de tratar cuando el momento llegue.

Un golpeteo suave en la puerta sacó a la chica de cabello dorado de su mente. — ¿Reina Shokuhou? ¿Me quería ver? —

De inmediato una sonrisa apareció en los labios de Misaki al escuchar la voz de su segunda al mando. — ¡Junko~! ¡Entra, cariño! — Exclamó la belleza con su característica voz juguetona.

La lindura de cabello platinado abrió con suavidad la puerta de la habitación para entrar con gran respeto al espacio personal sacro y majestuoso de su reina. — ¿En qué puedo servirle? — Junko preguntó cerrando la puerta como una secretaria profesional.

— Necesito que me acompañes al hospital mañana para encontrarnos con alguien importante… Así que necesito que prepares una canasta para llevar frutas y comida. Saldremos mañana después de clases. — Misaki habló con suavidad.

— Sí, Shokuhou-sama. — Junko se inclinó hacia su líder con energía y respeto.

— Hablaré mañana con Kobayashi-chan para tomar el mando de la camarilla si algo ocurre, así que también quiero que utilices la ropa interior lavanda que te regalé el mes pasado, Hokaze-chan~, ¿Sí? — Junko no contestó, realmente estaba nerviosa de no poder utilizar su ropa interior de Gekota. — Y si no utilizas la lencería lavanda que te regalé, lo sabré~. — Misaki le guiñó un ojo a la avergonzada Junko, sabiendo perfectamente que Misaki puede manosearla en medio de la escuela frente a toda la escuela para corroborar que está utilizando esa ropa interior.

Pero no puedes decirle a la inocente Junko el motivo para esa ropa interior si quieres mantener la sorpresa, ¿Verdad? Además, el enterarse qué los senos redondos de Junko en realidad son puntiagudos fue un mero accidente, y algo que no quiere repetir, principalmente por decencia; y eso incluye a toda su camarilla… lamentablemente eso no incluye a Ayu, es sólo cuestión de tiempo.

— ¿Tienes todo contigo, Hokaze-chan~? — Misaki preguntó sabiendo la respuesta de antemano.

— Así es, Shokuhou-sama. Tengo todo lo que solicitó para nuestra visita al hospital. — Junko contestó con alegría.

— Kobayashi~chan, estarás a cargo por hoy~ — Misaki anunció brillante, a lo que la joven de cabello castaño hasta sus hombros sonrió con amabilidad.

— No la decepcionaré, Shokuhou-sama. — La joven de ojos cafés brillantes con fobia a las arañas contestó con la misma calma y amabilidad que, aunque son naturales para Satori, no significan que ella no tenga sentido de competencia y orgullo, como toda chica en la Camarilla de la Abeja, y la gran mayoría de chicas en Tokiwadai… o de Ciudad Academia.