Ladies and Gentlemen!

Hace una o dos semanas. En el evento que estaban haciendo en Twitter de que compañeros de Shadowverse es mejor, sabia de primera mano que Hiro y Lucia iban a ganar dicha encuesta. A partir de ese momento, se dejaron salir todo tipo de ilustraciones de los mismos como de historias que se pueden leer en este sitio. Y yo no me quise quedar atrás. ¡Mi inspiración es parte gracias al drama audio que pudimos escuchar en ese momento! ¡Fue realmente bello! Espero que lo disfrutan.

It's time to read!

It's showtime!


Aclaración: Shadowverse (TV) no me pertenece. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.

Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.


Había veces en las que Yonazuki Lucia no podía evitar pensar que la vida que tiene ahora, se trata de un simple y hermoso sueño. Muchas veces se ha provocado pequeñas marcas moradas en sus brazos solo para darse cuenta que en realidad se encontraba despierto, aunque al final escondía aquellas mismas marcas entre su largo saco, solo para evitar que él se preocupe.

No podía evitar sentir un poco de vergüenza al verse descubierto y como con toda la atención del mundo, podía sentir aquellas cálidas manos tocar su pálida piel como las palabras de preocupación que le hacían sentir tantas emociones que no sabia a donde mirar.

En el momento que tiene aquellos pensamientos, no puede evitar mirar a sus espaldas y darse cuenta de la oscuridad que todo ese tiempo lo ha perseguido. Desde que tiene uso de razón, siempre se ha visto envuelto en aquella oscuridad, siendo abrazado por aquellas espinas que rodean su cuerpo y que, en cualquier movimiento, es capaz de provocarle daño. Estaba tan acostumbrado al dolor que sentía, que ya no había nada más que le pudiera ocasionar sufrimiento. Aprendió a una edad temprana que las personas solo saben mentir, que los adultos pueden llegar a ser unos descarados y la razón por la que aún seguía con vida, es porque su pequeña hermana Shiori aun lo necesitaba.

Si no fuera por ella, realmente se encontraría perdido.

Aunque le tuviera miedo a la oscuridad, no podía evitar pensar que era un lugar tranquilo. Era el lugar donde podía decir lo que quisiera y provocar el mismo daño que a él le causaron. Quería regresar el doble de lo que a él le hicieron. Si él y su hermana no eran felices, entonces se encargaría de ser la peor pesadilla de todos aquellos que intenten meterse en su camino.

No quería que nadie lo entendiera.

No quería que nadie se acercara a él.

Simplemente, era un ser que nunca debió de existir.

Un ser invisible a los ojos del mundo.

Así es como había deseado pasar el resto de su vida. Al menos hasta que Shiori fuera mayor, sería el momento adecuado para poder darle fin a lo que empezó. Ya no quería estar en un mundo como ese. Se encontraba completamente cansado de todo y de todos. Ese era el principal plan que tenia en mente en aquella noche de luna roja cuando llego en el momento correcto, la persona que le haría cambiar su destino.

Conocer a Ryugasaki Hiro, fue algo que lo dejo completamente confundido. Era un chico tonto que solo sabia sonreír, que sabia como disculparse cuando era necesario y que sabia muy bien como aferrarse a sus sentimientos, a lo que él cree. Un tonto que es capaz de caminar por la oscuridad de su ser y no verse arrastrado por la misma por la gran luz que refleja a sus espaldas. Aquello le molesto demasiado que cada que lo veía, prefería ignorarlo, aunque fuera tan insistente en querer acercarse a él, solo quería tener su vida de regreso, pero tal pareciera, que se había aferrado a él.

¿Por qué hacía eso?

¿Acaso se veía tan lamentable?

No pudo evitar molestarse aún más porque creyó que se trataba de lastima y no de aquellas palabras lindas que en un principio le dijo. Era imposible que quisiera creer en él. Lo sabia muy bien, iba a mentir como todas esas personas que quieren algo de él. Y una vez más se quedaría como un idiota, viendo como su corazón se va rompiendo hasta casi desaparecer. No quería ser visto con aquellos ojos tan radiantes y que se dé cuenta de su verdadera situación. No quería ser abandonado de nuevo, no quería que le volvieran a dar esperanza cuando sabia muy bien que esta se encontraba muerta para él.

-¡…!

Escuchar gritar su nombre mientras con seguridad toma su mano entre las suyas. Se sintió como un pequeño niño al sentir las lagrimas mojar sus mejillas y como todo a su alrededor se pintaba de colores. Fue en ese momento que se percato que su salvador tenía un bonito cabello color rojo y unos ojos, que ya sabia que iban a brillar como el sol mismo. Aquella gran sonrisa que le dedicaba, la mano que por ningún momento quería soltarle, a pesar de que insistía en querer alejarse de él o seria capaz de lamentarlo durante toda su vida. ¿Así es como se sentía aferrarse a alguien que podía ser capaz de llevarlo ante la inexistente esperanza? Dejo que sus sentimientos lo abrumaran por primera vez mientras corrían a donde ahora los necesitaban. Todo aquello, se sintió tan cálido. Por primera vez en su corta vida, volvía a sentir una gran calidez que no sabía qué hacer con la misma.

¿Así es como se sentía caminar por la luz?

No dolía, no tenia porque sufrir. Las ataduras que lo habían mantenido cautivo, sentía que desaparecían poco a poco. Las espinas que todo ese tiempo le habían provocado tanto daño, ahora solo se mantenían quietas, con unos pequeños capullos que no comprendía que eran, ni mucho menos, era capaz de comprender porque aquel corazón que todo ese tiempo se mantuvo oculto dentro de aquella coraza de hielo que se forzó en crear, ahora golpeaba su pecho con tal intensidad que era capaz doler con solo ver a su "salvador".

Ahora que tenia emociones y sensaciones desconocidas en la palma de su mano. Se encargaría de que Ryugasaki Hiro se haga responsable de los cambios que giran en torno a él. Lo haría sentirse culpable de las decisiones que tomo en ese momento.

Porque por ningún momento, debió meterse en el camino de la oscuridad.

-¡Lucia!

Salió de sus pensamientos en el momento que escucho ser llamado.

Sintiendo el aire acariciando con suavidad sus mejillas y meciendo sus cabellos blancos, se quedo boquiabierto en el momento que detrás de Hiro, se encontraba un prado de hermosas flores y un remolino de pétalos que los golpeaba con dulzura.

-¿Hiro?

-¡No me estabas escuchando! -El de cabellos rojos hizo un pequeño puchero. Lucia se disculpo con una pequeña sonrisa que le costo mucho mostrar por la manera en que eran jaladas sus mejillas con fuerza.- Te estaba diciendo que tú eres como todas estas flores

-¿En qué me parezco? -Menciono el de cabellos blancos adolorido mientras acariciaba sus mejillas y con unas pequeñas lagrimas de sus ojos. Realmente había dolido que lo tratara de esa manera.

-A pesar de que en su tallo se pueden encontrar espinas, al final, siempre aparecerán hermosas flores que se encargaran de crecer a pesar de todas las adversidades -Sonrió Hiro, Lucia no pudo evitar abrir los ojos y sonrojarse.- Pienso que así es como se ve Lucia realmente, con un buen cuidado, con una buena persona que tome se encargue de tomar su mano para nunca soltarlo, es como se ha encargado de crecer de la manera más hermosa posible

Aquellas palabras. No pudo evitar sentirse avergonzado, pero también, era imposible calmar su muy alocado corazón. Cubrió su rostro rojo en ese momento, a pesar de que Hiro preguntaba si se sentía bien, con seguridad podía decir que no se sentía bien y todo era por culpa suya.

Claro, ahora podía comprender que era aquello que sentía.

Con el paso de los años y por algún motivo, se mantuvo siempre al lado de Hiro.

En ese momento que se encargo de tomar su mano para nunca soltarlo, fue cuando inicio todo.

Al principio creyó que era para cubrir su deuda con él. Gracias al tonto chico de cabellos rojos, Shiori mejoro, tenía un hogar al cual regresar y una nueva familia a la cual cuidar en el momento que conoció a Shigefumi Ryugasaki, el abuelo de Hiro, quien se encargaría de cuidar a Shiori mientras ellos se encargaban de conocer el mundo fuera de la ciudad Nekome.

¿Por qué nunca se separó de su lado?

Porque Ryugasaki Hiro había cumplido con la promesa de estar siempre a su lado. Era la primera vez que alguien cumplía algo que le prometieron. Se sentía confundido pero una parte de él, también se sentía aliviado. Porque aún no quería separarse de él, sentía que aun no era el momento para emprender un viaje en solitario.

Tenia miedo de la oscuridad que todo ese tiempo lo acecho. Creía, que en el momento que se encuentre solo, esta vendría por él y lo haría sufrir. Ya no quería eso, una vez que probo la libertad y sintió los cálidos rayos de sol, lo único que quería, era no dejarlo ir. Sentirse atraído por aquella luz que el de cabellos rojos desprendía, sentirse atraído por aquella gran sonrisa y esos ojos que se encargaban de mirarlo con atención. Todo aquello que sentía por primera vez, que poco a poco empezaba a olvidar cual era el propósito por el que se había quedado al lado de Hiro todo ese tiempo.

Aun con el paso de los años, aunque tuvieron que esconder su verdadero ser frente a personas que eran desconocidos para ellos. Ver aquella seriedad en el usuario de Deck Dragonico, ver como contenía aquella sonrisa por pedido suyo. No pudo evitar sentirse culpable, ese no era el Hiro que le gustaba ver. Extrañaba ver al chico tonto que suele equivocarse muy a menudo pero que es un gran apasionado del duelo de cartas que quiere con todo su ser.

Su vida se sentía miserable si no era capaz de ver tan siquiera una sonrisa viniendo de él.

No.

No quería que Ryugasaki Hiro fuera atrapado por su oscuridad. No quería eso.

En ese momento, tomo una gran decisión.

Si Ryugasaki Hiro era su luz. Él, Yonazuki Lucia, sería la oscuridad que se encarga de proteger al mismo. Seria el escudo que protege la espada. Seria el Vampiro que protege al Dragón.

Aun si le costara la vida, saber que pudo proteger aquella sonrisa, sería más que suficiente. Pero no era momento de pensar de esa manera, quería creer que aquel catastrófico momento aún se encontraba lejos, quería disfrutar todo el tiempo del mundo a su lado.

-¿Seguro que no quieres regresar? -Una vez más, salió de sus pensamientos cuando sintió la mano cálida de Hiro en su frente mientras lo miraba con pena.- No era mi intención molestarte de esta manera

-No es eso -Murmuro Lucia una vez que pudo tomar un poco de aire y tomar su postura inicial.- Solo me sorprendiste

-Tú no dejabas de menospreciarte -Se quejo el de cabellos rojos.- Yo sé muy bien que Lucia no es así, he visto de primera mano tu potencial, he sido testigo de tu fortaleza como la manera en la que eres capaz de esconder esa sonrisa -Soltó una suave risita.- Te he visto crecer, he presenciado tantas cosas de ti y puedo decir con toda seguridad que me alegro haber tomado tu mano en ese momento -Con suavidad, sus manos enlazaron. Ambos jóvenes, bajaron la mirada para mirar las mismas con atención.- Ver la sonrisa de Lucia, es más que suficiente para mi

Sin poder esperarlo, Lucia lo abrazo con sorpresa. Sentirse envuelto entre aquellos brazos, provoco en Hiro un pequeño sonrojo, pero aquello dejo a un lado cuando de igual manera, envolvió entre sus brazos al de cabellos blancos.

-Gracias Hiro -Murmuro Lucia.- Gracias por no haberte dado por vencido -Un pequeño sollozo se escucho de él. El duelista de cabellos rojos sonrió, consolando con suaves palmadas en la espalda contraria.- Gracias por no haber soltado mi mano cuando más lo necesitaba

-Y lo volvería hacer -Carcajeo Hiro.- Estar a tu lado, ha sido lo mejor de mi vida

Si. En ese momento pudo sentir como aquellos capullos que habían aparecido de manera misteriosa en los tallos de las espinas, florecían con ternura. Si, él sería la Oscuridad que protegería su Luz con aquellas espinas que se encargaría de mostrar a los enemigos que se atrevan a hacerle daño alguno. Aquello se sentía cálido que una gran sonrisa fue capaz de mostrarse en su rostro en el momento que se separaron. Hiro abrió los ojos sorprendido, así que él era capaz de sonreír de esa manera. Una escena digna para guardar en su corazón.

Una vez que el corazón de Lucia se sintió tranquilo. Mirando a su alrededor, recordó con ternura que aquel era el lugar donde se conocieron por primera vez, aquel fue el lugar donde sus destinos se enlazaron para siempre. Volteando a su lado, pudo ver como es que Hiro al fin pudo recordar aquel lugar a pesar de que había dicho desde un principio que no sabía dónde se encontraban.

Cuando la tarde empezaba a refrescar un poco, fue cuando decidieron regresar a casa de Hiro.

Pero no sin antes.

-Hiro -Lucia hablo. El nombrado volteo a sus espaldas al notar aquella sonrisa misteriosa.- Me gustas

En ese momento, el rostro de Hiro se pinto de color rojo totalmente. Carcajeo Lucia al ver que no sabría diferenciar que era el rostro y que era el cabello del mismo.

-¿Por qué me dices eso ahora? -Tartamudeo Hiro, intentando inútilmente de ocultar su rostro de aquella intensa mirada.- ¡Idiota!

-Solo quería decirlo -Lucia alzo los hombros despreocupado. Reanudando su camino a su destino, Hiro corrió para poder alcanzarlo.

-¿No quieres escuchar mi respuesta? -Grito el de cabellos rojos.

-Sera para otra ocasión -Lucia empezó a correr para evitar ser alcanzado.- Invítame a una cita y lo averiguaremos

-¡No seas malo!

-Simplemente te estoy haciendo sufrir lo que a mí me costó averiguarlo

-¡Lucia!

Grandes carcajadas se escucharon en ese momento. Las personas que eran capaces de ver a esos dos jóvenes, no podían evitar sonreír.

Después de muchas adversidades. De aquellas espinas al fin florecían hermosas flores.

¿Quién hubiera imaginado que un tonto como Hiro sería capaz de ello?

Quizá, no era tan tonto como imaginaba.

Como sea. Ahora que se encontraba a su lado, se encargaría de proteger aquellas dulces flores. Tal y como la Oscuridad protege a la Luz.


¡Muchas gracias por leer!

¡Simplemente ellos dos se complementan! No necesitan a nadie más que al otro. Lucia no puede ser él sin Hiro a su lado. Hiro sabe muy bien lo importante que es para él que Lucia se mantenga a su lado. Simplemente son bellos dos cuando se encuentran juntos.

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¡Nos vemos a la próxima!


Atte.: AnZuZu Dragneel

Fecha: Martes 16 de Abril de 2024