Sonohana Legacy

Sí, la pareja que había escogido Yukio y que a la vez esta la había escogido a él era realmente agradable, lista, sabía que lo que quería (y a quiénes quería), era cortés, hermosa y voluptuosa (este último aspecto no se le escapó a Eris… aunque tampoco a Shizuku pero ella era menos propensa a decirlo en voz alta). El hijo del matrimonio Shitogi-Kirishima parecía que tuvo más que buen criterio además de mucha buena suerte escogiendo a la que hasta ahora había sido su única novia. Ya tanto Yukio como Tomoe Uehara tenían 18 años y habían recientemente terminado la secundaria alta en tiempo y forma. Yukio ya había empezado a estudiar para ser programador en simuladores virtuales y Tomoe desde los 13 que era una buena novelista y dibujante. Ambos parecía que estaban casi literalmente hechos el uno por el otro tanto a nivel personal como profesional. Claro que les faltaba aún un poco para ser esto último pero todos sabían que debían dejarlo fluir además de seguir esforzándose.

– Y bien, Tomoe, ¿acaso es tu deseo casarte con Yukio?

Le preguntaba la matriarca rubia de las Shitogi, dejando la taza sobre la mesita ratona (donde los cuatro estaban en cada extremo de la misma, sentados a la forma tradicional japonesa; que estaba ubicada a mitad del living de la mansión Kirishima).

– Shitogi-San, creo que todavía es un poco pronto para que pensemos en el matrimonio.

Tomoe se sonrojó levemente pero viendo de reojo el bien formado y bello rostros de su novio.

– ¿Oh? Pues será mejor que te decidas un poco más rápido o alguien más podría tomar su mano.

– ¡Mamá! – Le replicó Yukio a su rubia madre. – Por favor no la provoques.

En parte era cierto pues Yukio había tenido que rechazar a más de uno y una ante las bastantes cartas de amor digitales y confesiones directas que había recibido desde sus 15 hasta que se emparejó con Tomoe a mediados de sus 17.

– Yukio, no seas amargado. Que sólo quería distender el ambiente con una broma.

Le seguía diciendo en tono bromista la madre más alta.

– Lo sé, mamá, pero en parte lo dijiste como si yo pudiera dejar de amarla tan rápido.

Entonces los dos jóvenes enamorados se miraron a los ojos con amor y se tomaron cariñosamente la mano por debajo de la mesa ratona.

– Ay, me recuerdan tanto a Shizuku y a mí misma cuando teníamos su edad. Ah…

Les respondió Eris ante su acto amoroso de forma soñadora. Aquella era la primera vez que Tomoe pisaba la casa Kirishima ya que Yukio les avisó con una semana de antelación que iba a presentarles formalmente al amor de su vida. Así la describió "el amor de su vida" por lo que ambas madres sabían que su algo tímido hijo por fin había hallado a su persona especial (por decirlo de alguna manera) así que no podían estar más alegres por él en este otro sentido.

– Muy bien, Tomoe, sé que harás feliz a Yukio. Con eso sólo nos basta y tienen nuestra bendición para que su relación sea tal para toda la vida, ¿verdad, Eris?

Habló Shizuku, la otra matriarca de la casona Kirishima.

– ¡Claro que sí, Shizuku! Ay Yukio, Tomoe, ojalá que lo suyo en efecto dure para toda la vida.

Seguía diciendo muy contenta además de soñadora la matriarca de origen norteño.

– Muchas gracias por sus amables palabras, señoras Shitogi-Kirishima.

Tomoe hizo una leve reverencia junto a sus palabras de agradecimiento. Acto seguido Shizuku dio por terminaba la reunión, Eris sugirió que ella misma y su esposa se retiraran al otro ala de la mansión "para dejarle espacio a que la generación más joven se conociera físicamente mejor" y Shizuku, reprimenda mediante, estuvo de acuerdo. Yukio le agarró la mano a Tomoe yéndose a la habitación del primero en el segundo piso (no sin estar ambos sonrojados ante los atrevidos comentarios de la madre y señora Eris).

En el ala este de la casona, en habitación matrimonial

– … Pero igual, Eris, quizás exageraste un poco con tus dichos y más sabiendo cómo es Yukio… ¿Eh…?

Shizuku había ido al baño anexado al dormitorio y cuando volvió para su sorpresa vio que su esposa estaba completamente desnuda, arrodillada a mitad de la cama, que la miraba directo a los ojos ya desde esa distancia y mientras se sostenía por la parte de abajo con ambas manos las enormes tetas. La rubia no necesitaba decir nada para invitar a hacer el amor a Shizuku y esta tras tantos años de relación reconocía enseguida las distintas señales que le daba su amada. Por pudor la pelinegra se contuvo un poco pero al final cedió ante la deseante petición de su esposa que no era más que una parte más de sus propios deseos.

En el ala oeste de la casona, habitación de Yukio

– Disculpa a mi madre Eris, ella es demasiado… especial… por decirlo de alguna forma…

Decía Yukio cuando él y su novia estaban sentados al borde de la cama.

– Pero es divertida y simpática, me alegro de tenerla como suegra. Y ya sé de dónde proviene tu gran belleza física, Yukio…

Tomoe acercó bastante el rostro al de su novio y Yukio se sonrojó a más no poder pero claro que no se apartó dejando fluir con normalidad lo que llegara a pasar entre ambos.

– Yukio…

El hijo único de las Shitogi-Kirishima fue besado por su novia y cuando ambos rompieron el beso Tomoe volvió a susurrarle algo:

– Quizás tu madre tenía razón, pues tengo gana de conocerte mejor… físicamente hablando…

Esta vez Yukio no sólo se volvió a sonrojar sino que tuvo una erección que se le notaba bastante. Entonces Tomoe sin decir más llevó su suave y sonrosada mano a la entrepierna parada de su novio empezando a acariciar la zona altamente erógena. Tomoe esta vez se puso aún más cómoda haciendo en el proceso que sus muy grandes tetas se presionaran contra el pecho de Yukio al momento de darle un beso y seguir acariciándole la ingle. Hasta ahora los novios no habían pasado de darse algunos besos, abrazos y caricias pero ahora ambos estaban dejando fluir el tener una relación sexual con su ser amado. Tal parecía que las palabras provocadoras de Eris habían hecho su efecto en Tomoe que apartándose de nuevo de los labios para respirar un poco mejor lo miraba con corazoncitos en sus ojos marrones a los azulados de su novio.

– Quítate todo, Yukio…

El pibe (chavo) no se hizo rogar quedándose en cuero lo antes posible aunque cubriéndose el pito y las bolas con ambas manos. Por su parte Tomoe estaba ya sólo vestida con la bombacha (braga).

– Quita las manos.

Yukio volvió a obedecer la sensual orden de su bella novia. En los ojos marrones de su novia Yukio alcanzó a notar la misma mirada soñadora que hace un rato tenía en el semblante su madre… pero no tuvo mucho tiempo para pensar en ello porque Tomoe se había puesto de pie, volvió a besarlo en los labios mientras lo masturbaba. Luego Tomoe pasó a besarle y a lamerle las tetillas a su novio y finalmente bajó por la barriga chata de Yukio para llegar a tener frente a la cara la pija de su hombre.

– Déjame probártela.

Yukio no respondió pero notó que Tomoe ya empezaba a lamérsela para acto seguido metérsela algo lentamente en la boca. Con una mano la piba le agarraba la base del pito y con la otra le acariciaba las bolas a su novio. Yukio, en sus anteriores y breves frotes con Tomoe sabía que su novia podía llegar a ser muy fogosa si se lo proponía… pero ahora se preguntaba si ella no se habría estado conteniendo durante todo este tiempo… Pero de nuevo no pudo pensar mucho en eso porque además del gran gozo que notaba le acabó de pronto dentro de la boca a la castaña de corta cabellera.

– Ugh, lo tienes amargo…

– Perdón…

– No importa, recuéstate en la cama.

Yukio le hizo caso a su novia acostándose boca arriba para unos instantes después notar que Tomoe le estaba colocando un forro (profiláctico), se ponía a cuatro patas sobre su cuerpo y se hacía penetrar por el pito del heredero de la casa Kirishima. Ambos ya gemían muy fuerte y sobre todo Tomoe largaba grititos de placer mencionando palabras sensuales de que el otro siguiera con el acto amoroso y con alguna que otra palabra obscena. Definitivamente Yukio no se esperaba semejante nivel de zarpadez (de extremo) en cuanto al placer para con su novia pero a él le encantaba que su Tomoe disfrutara tanto del tener sexo con su persona. Aquello sólo excitaba más al joven que empezó a mover mucho más fuerte la cadera hasta hacer llegar a su novia al tan anhelado orgasmo cuando el pelinigro de corta cabellera se atrevió a agarrarle las grandes tetas rebotantes a su novia… Aquella nueva sensación de presión, frote y caricia que se le sumó al coito vaginal hizo llegar a los dos al orgasmo bastante más rápido… Tomoe se dejó caer sobre el cuerpo algo corpulento de Yukio… Yukio seguía gimiendo ante los retazos del orgasmo con los párpados cerrados… aunque Tomoe, que aparentemente tenía más resistencia, sin avisar le sacó el forro lleno de semen a su novio; lo ató para luego tirarlo al tachito de la basura en una esquina de la habitación (no hizo falta que saliera de la cama pues dicho objeto estaba sin tapa y justo al lado del suave colchón). Tomoe entonces empezó acariciar el pecho y la plana panza de Yukio y este se notaba en la gloria de la que había sido la primera vez de ambos. Tomoe, que estaba como sentada sobre los muslos de Yukio cambió de posición para abrazarlo de costado con una gran sonrisa de ternura y de enamoramiento.

– Tomoe, eso fue algo muy extraño aunque maravilloso…

– Sí, vos lo dijiste, Yukio. Auque esperaba a que vos tomaras la iniciativa pero en vista de que eras bastante tímido pues yo…

– ¿Eh? ¿Acaso querías tener sexo desde hace mucho?

– Sí, muy poco después de empezar a conocernos. Por algo fui yo la que se te declaró y quería que me retribuyeras pidiéndome formalmente que tuviéramos nuestra primera vez hace meses.

– Ay mierda, ¿qué clase de hombre soy que ni me di cuenta de eso?

Yukio apartó un poco la vista pero Tomoe hizo que la volviera a ver directamente a los ojos.

– Sos mi hombre, con eso me basta.

Tomoe agarró con ambas manos los lados de la cabeza de Yukio para volver a besarlo en los labios. Ambos querían creer que lo suyo duraría toda una extensa vida juntos.

FIN

Notas del Autor: Creo que ya saben cómo se me ocurrió el título del presente fanfiction xd. Bien, también debo decirles que en un fic clase omegaverse de Saori al final del mismo las Eris X Shizuku tenían un vástago o hijo varón así que me pregunté: ¿Y qué pasaría si ese hijito ya a finales de su adolescencia se emparejaba? Y aquí está el resultado… Sé que no es la gran cosa (como casi todos mis fics) pero eh, además de ser lo mejor que me salió pues peor es nada ¿? También tengo que decir que si algún otro autor quiere redactar alguna historia textual similar a esta a mí me recontra encantaría leerla y comentarla jajaja (se vale soñar).