El tiempo parecía moverse como arena entre sus dedos, no lo entendía, pero estaba ahí, observando de forma impotente la situación, sabía que no podía meterse a ayudar a Scott, no por el hecho de que fuese un simple humano, pero entendía que Liam estaba descontrolado por el efecto de la super luna.
—¡Liam detente! — gritó Stiles con desesperación — ¡¿Liam qué demonios haces?!
El muchacho parecía perdido, no era para menos, con el inmenso poder que la luna tenía sobre él, era una tarea titánica hacerlo reaccionar, pero el miedo de Stiles era mayor de lo que podía manejar, con todos los problemas por los que habían estado atravesando, olvidó por completo que debía ayudar a Liam como cada luna llena del mes.
—¡Liam vas a matar a Scott! — gritó Stiles casi al borde del llanto, sin pensarlo una vez más se lanzó sobre el rubio sujetándolo del torso.
El muchacho pareció reaccionar, observó confundido a Stiles aferrándose a él, posteriormente observó sus garras ensangrentadas, así como a un Scott moribundo, el miedo de la situación le hizo reaccionar logrando recuperar la consciencia en su totalidad, ya no tenía ese fuerte deseo de matar.
—¿Scott? — preguntó el rubio con voz temblorosa.
A pesar de los múltiples golpes y las heridas profundas Scott estaba vivo, no lo suficiente pero seguía ahí, el rubio entró en pánico al observar al Alfa con el estomago rasgado, había demasiada sangre en todas partes y sus manos también estaban cubiertas, no entendía como pasó aquello, no recordaba mucho de lo sucedido y lo más importante, sabía que pedir perdón no arreglaría las cosas.
—¿Scott? — se apresuró Stiles a socorrer al muchacho — ¡hey no te duermas! — le dio algunos golpecitos en el rostro — ¡te llevaremos con Deaton!
Stiles con dificultad logró ponerlos a ambos de pie, la noche resultó en un enorme desastre, se lamentaba porque en parte había sido su culpa, sabia lo importante que sería estar ahí para vigilar a Liam como cada luna llena pero esa noche no pudo reunirse con él a tiempo, confiaba en que el rubio podría mantenerse lucido por un tiempo en lo que Stiles llegaba al rescate, pero había sido demasiado tarde.
—¡Liam ayúdame con Scott! — gritó Stiles ante la difícil tarea de transportarlo hasta el jeep —¡Liam!
El rubio reaccionó a los gritos desgarradores de Stiles, estaba perdido observando el charco de sangre, recordando algunas imágenes de su pelea con el alfa moribundo, tenía miedo de lo que había hecho.
Con dificultad ambos muchachos lograron colocar a Scott en la parte trasera del jeep, Liam parecía renuente a ir con ellos en busca del druida, pero Stiles le impidió que se marchase, la superluna seguía ahí y solo porque había recobrado un poco de lucidez no significaba que permanecería así toda la noche.
—Maté a Scott — susurró el rubio observando sus manos atadas — lo maté…
—No está muerto — se apresuró a contestar Stiles tratando de tranquilizarse — solo está muy herido.
—¿Dónde estabas? — se quejó Liam con dolor — ¿Dónde estabas?
—Ya hablamos de esto antes, relaja esa cabeza tuya — le respondió Stiles al ver el brillante amarillo de los ojos del muchacho — ¡Liam!
El muchacho apretó los dientes y reprimió un gruñido, estaba pasando de nuevo, podía sentir como su mente se volvía una nube confusa de emociones, el sonido parecía distorsionarse de una manera incomoda y el aroma de la sangre de Scott le estaba provocando una inquietud espeluznante.
—¡Liam! — volvió a gritar Stiles observando como el rubio luchaba por controlarse — ¡hey, no puedes dejarte llevar!
Stiles conducía de forma desesperada mientras evitaba que el rubio rompiese las ataduras de las manos, posiblemente si su padre pudiese verlo no dudaría en ponerle una multa y revocar su licencia ante su imprudencia al volante, afortunadamente su padre no estaba cerca, en menos de lo esperado la cuerda no pudo soportar más y se rompió dejando a Liam en libertad.
—¡No, no, no, Liam tienes que reaccionar! — gritó Stiles al ver como el rubio se abalanzó contra él con la intención de matarlo.
No era la primera vez que intentaba matarlo un hombre lobo y eso lo sabía muy bien, lo pasó muy mal cuando Scott fue mordido y este intentó matarlo en el vestidor de hombres de la preparatoria, la siguiente vez fue Isaac quién intentó acabar con su vida, realmente había mucha gente que tenía razones para querer sacarle las entrañas, pero estaba seguro que Liam no era uno de ellos.
—¡perdóname por esto! — dijo Stiles con un grito atorado en su garganta al sentir los colmillos de Liam introduciéndose en la suave carne de su cuello.
El jeep comenzó a moverse de forma errática ante la dificultad de Stiles para quitarse de encima a Liam, el dolor era demasiado y el rubio parecía no tener la intención de soltarlo, con dificultad logró abrir la guantera, no dudó en enterrar la jeringa con aquel liquido purpura en la espalda del rubio, este se apartó soltando un gruñido espeluznante, comenzaba a sentirse extraño.
—¿Stiles? — respondió Liam con un extraño dolor recorriendo su cuerpo — ¿qué?
El castaño no podía hacer todo al mismo tiempo, se concentraba en mantener el jeep en curso al mismo tiempo que sostenía su cuello para disminuir el sangrado, sabía que lo que hizo era algo imperdonable pero lo primordial era llegar con Deaton para poder hacer algo al respecto.
—Estás sangrando mucho — respondió Liam con dificultad, estaba mareado.
—Ya casi llegamos — respondió con dificultad ante el inmenso dolor que experimentaba.
En la distancia pudo ver la veterinaria, estacionó el vehículo como pudo y se apresuró a salir en busca del veterinario, afortunadamente la clínica seguía abierta.
—¡Deaton! — gritó Stiles entrando al lugar, comenzaba a sentirse mareado y con dificultad para mantenerse en pie.
—¡Salgo en un momento! — gritó el hombre desde lo profundo del lugar.
—¡Deaton es urgente! — volvió a gritar el muchacho — ¡Liam y Scott!
El veterinario salió con rapidez, sintió una enorme descarga de miedo al ver a Stiles apoyado contra el mostrador tratando de mantener el equilibrio, había mucha sangre en el suelo y el rastro lo llevó hasta el cuello del muchacho.
—¿Qué rayos? — preguntó asustado.
—Larga historia — respondió con dificultad el muchacho — Liam y Scott necesitan tu ayuda — respondió con dificultad — están en el jeep.
—¿Qué pasó? — preguntó con un nudo en la garganta — ¿Stiles?
—La superluna — respondió Stiles entre jadeos — ¡date prisa!
El veterinario reaccionó saliendo del trance producto de un Stiles desangrándose en la entrada de la veterinaria, corrió al interior del lugar en busca de unas vendas y gasas para ayudar al muchacho, con dificultad logró auxiliar a Stiles, posteriormente se apresuró a ir al vehículo en busca de ambos lobos.
Se encontró con la imagen de Liam caminando con dificultad con Scott en su espalda, ninguno parecía estar bien, se apresuró a tomar a Scott y Liam no dudó en desplomarse en el suelo.
—Muchacho, ponte de pie — respondió con rapidez Deaton — vamos.
Había tenido situaciones difíciles en el pasado, donde tuvo que atender a más de un paciente especial a la vez, pero en aquel entonces tenía mínimo a una persona para asistirlo con tal tarea, esta vez era diferente al tener a Stiles en la misma situación que los lobos.
Se encargó de llevar a Scott al interior y dejarlo en la camilla de observación, posteriormente salió en búsqueda del rubio quien seguía en el suelo.
—¿Stiles qué sucedió? — volvió a preguntar al muchacho.
—Liam intentó matar a Scott — respondió entre quejidos — perdió el control, llegué muy tarde para hacer algo — la perdida de sangre lo hizo tambalearse, se sentía en una alucinación — Scott está muy grave, debes ayudarlo.
—¿Qué pasa con él? — preguntó al ver que Liam luchaba por respirar.
—Liam me mordió — respondió Stiles sintiendo un enorme ardor proveniente de su cuello —¡ugh!, volvió a perder el control en el camino — el ardor era insoportable — no se me ocurrió otra forma de quitármelo de encima, solo esto — le entregó la jeringa al veterinario.
—Acónito — respondió el hombre al ver los restos purpuras en el interior del objeto.
Sin pensarlo dos veces se apresuró a llevar al rubio al interior de la veterinaria, ninguno de los dos estaba en buena condición y Stiles tampoco estaba muy bien, se apresuró a colocar una mezcla de plantas y líquidos raros en las heridas más profundas de Scott provocando que este reaccionara con un bestial rugido.
—Va a doler bastante — respondió el hombre comenzando a atar las extremidades del muchacho con las correas al lado de la cama — y posiblemente vas a perder el control — los ojos rojos de Scott comenzaron a brillar — pero esto ayudará a iniciar el proceso de curación.
Afortunadamente el hombre logró sujetar a Scott de las extremidades con la rapidez suficiente para mantenerlo inmovilizado, la medicina que había utilizado era de la más fuerte y por ello debía asegurarse de mantener a Scott bajo control.
—¡¿Stiles?! — se apresuró a llamarlo —¡¿cómo lo llevas?!
El muchacho llegó hasta el veterinario con dificultad, se sentía muy mareado y el dolor en su cuello no parecía disminuir, observó a Scott, la situación era un desastre total, el alfa forcejeaba con las ataduras y Liam estaba inconsciente en la otra cama.
—Tan pronto termine con Liam te ayudaré a ti — respondió el hombre buscando entre sus cosas.
Afortunadamente tenía algunos frascos con el antídoto de aquel veneno, se apresuró a extraerlo y posteriormente suministrárselo al rubio a través de un pinchazo en el cuello, al menos Liam tardaría menos en recuperar la consciencia, Stiles no pudo soportar el dolor y se desplomó en el suelo con un grito doloroso escapando de su boca, un extraño brillo comenzó a emanar de la piel de su cuello, Deaton se apresuró a socorrer a Stiles, las marcas de la mordida de Liam comenzaron a disminuir poco a poco y la herida estaba cerrándose, pero había algo más, una extraña cicatriz comenzaba a tomar forma, hecho que desconcertó al veterinario.
Stiles terminó desmayándose ante el dolor, estaba inconsciente pero afortunadamente vivo.
…
Stiles fue el primero en despertar, el aroma a sangre le estaba provocando unas enormes ganas de vomitar, se sentía desorientado y débil, no recordaba haberse quedado dormido, con dificultad se levantó de la improvisada camilla, la luz le incomoda lo suficiente para dificultarle la vista, después de unos momentos comprendió que estaba en la veterinaria de Alan Deaton.
De manera instintiva llevó sus dedos a su cuello acariciando la zona con delicadeza, no sentía dolor, sin embargo el roce de la piel le permitió sentir una extraña protuberancia, no podía ver que era pero la sentía, se apresuró a buscar una superficie reflectante, a pesar de que la ventana no reflejaba lo suficiente, le permitió observar la piel de su cuello, donde Liam lo había mordido no había ningún rastro de la herida, en su lugar había una pequeña cicatriz con la forma de un símbolo extraño.
—¿Qué mierda? — susurró acariciando la piel, al menos se sentía más tranquilo de que no era otra cosa.
Se sentía ofendido, era como si de alguna forma lo hubiesen marcado como marcan a las vacas, acarició la piel esperando sentir dolor, pero no podía sentir nada que no fuese el contacto de sus dedos, era muy raro todo eso y ya tendría tiempo para averiguarlo, se apresuró a salir de la habitación tambaleándose.
—¿Deaton? — pronunció — ¿sigues aquí?
—Pensé que despertarías más rápido — respondió el hombre asomándose — acércate.
—¿Cómo está Scott? — preguntó Stiles tomando asiento en la silla que le ofreció el hombre — me siento como si estuviera ebrio.
—Es por la perdida de sangre, bebe esto, te ayudará un poco — respondió el hombre entregándole un frasco con un liquido viscoso de aroma desagradable.
—Huele horrible — respondió Stiles — y sabe peor — arrugó la nariz, hacía un esfuerzo para contener el vómito.
—Nunca dije que supiera a jugo de naranja — se burló el veterinario — Scott está bien, sus heridas están sanando, solo que están tardando un poco más de usual.
—¿Despertó? — preguntó Stiles.
—Sigue dormido, es mejor así, su cuerpo necesita concentrarse en el proceso de curación.
—¿Qué hay de Liam? — preguntó Stiles con dificultad, se sentía algo temeroso al recordar los sucesos de la noche.
—Se encuentra mejor — Deaton parecía un tanto incomodo — envenenarlo con acónito fue una buena respuesta, pero también algo muy imprudente — señaló el hombre — afortunadamente usaste una especie muy común o de lo contrario Liam ya estaría muerto, ¿por qué llevabas acónito en primer lugar?
—Allison me lo entregó — respondió Stiles en voz baja — como una protección extra, por si las dudas.
—Actos desesperados nos hacen tomar decisiones peligrosas — dijo Deaton — lo importante es que los tres se encuentran bien.
—No me siento del todo bien — respondió Stiles intentando sonar gracioso — anoche me degustaron como a un jodido filete.
—Entiendo el sentimiento — respondió el hombre enseñando las cicatrices de arañazos en su brazo — hay algo que debo contarte.
—¿No voy a transformarme en lobo o algo así como un reptil monstruoso?
—No, nada de eso, recuerda que solo un alfa puede transformar — comentó el veterinario.
—Qué suerte que Scott sobrevivió, de otro modo Liam habría obtenido el poder y yo ya sería su beta — respondió Stiles cubriendo sus ojos de la luz — si es que la mordida no me terminaba matando.
—Lo que te quiero contar tiene que ver con Liam — se apresuró a decir Deaton — solo tómalo con calma.
—Estoy calmado — respondió Stiles con sorna — apresuradamente puedo mantenerme en pie, vaya noche, mi mejor amigo casi muere a manos de mi otro amigo y para colmo me probaron como a una chuleta.
—Esa cicatriz que llevas en el cuello — dijo el hombre acercándose a Stiles — me pasé la noche entera buscando su significado, afortunadamente encontré algo de información entre mis libros.
—¿No es algo así como lo de las vacas? — se burló Stiles.
—No entiendo a que te refieres — respondió Deaton.
—Olvídalo, continua, por favor.
El hombre se apresuró a buscar el libro que contenía la información con respecto a esa marca, estaba viejo y maltratado, sus hojas amenazaban con desprenderse en cualquier momento, se apresuró a buscar la pagina y cuando finalmente lo hizo se apresuró a leer el contenido.
—La marca de los dos trisqueles, cuyas puntas simbolizan los elementos de la mente, el cuerpo y el alma — Stiles parecía confundido de escuchar eso — cada lado representa la esencia de un individuo, dos entidades unidas para toda la eternidad.
—¿Qué se supone que significa eso? — respondió Stiles confundido.
—Ese es el significado de la marca — respondió el hombre apresurándose a cambiar de pagina — lo importante es lo que sigue.
—Durante la superluna, los hombres lobo, tanto convertidos como nacidos, reciben un aumento exponencial de poder — dijo Deaton continuando con su lectura — sin embargo, la influencia que reciben de la luna también aumenta por ello les resulta complicado mantener el control incluso a los más experimentados, haciendo que su parte animal predomine sobre la humana en la mayoría de los casos.
—El hombre volvió a cambiar la página — aquí está, el alfa verdadero se caracteriza por ser un alfa que obtuvo el poder por méritos propios, que no tuvo que asesinar o robar, se le considera un hombre lobo de corazón puro y justo con una gran fuerza de voluntad, su poder no puede ser robado por otros, solo puede ser entregado o en su defecto arrebatado por el primer beta que haya creado — el hombre nuevamente cambió la página — el primer beta de un alfa verdadero es completamente diferente de otros, no solo posee habilidades superiores a las de un beta regular, a diferencia de los lobos nacidos, que nacen con una pareja predestinada y que pueden encontrar o no, el primer beta de un alfa verdadero tiene el privilegio de decidir a quien tomar como pareja, siempre y cuando exista un vínculo afectivo entre ambos y se haya realizado la mordida vinculatoria durante la superluna.
El veterinario dejó el libro en el mueble más cercano, observar el rostro de Stiles le provocaba una sensación de incomodidad, el chico estaba en silencio intentando procesar lo que le contó el veterinario, hacía gestos extraños que desconcertaron al hombre.
—Ahora dímelo en español — respondió Stiles con dificultad.
—Liam es el primer beta de un alfa verdadero… Que es Scott — dijo Deaton con suavidad — y un beta de esa clase puede elegir a su pareja para toda la eternidad — continuó el hombre — es algo especial de los lobos nacidos, Liam te mordió en el cuello, durante la superluna, eso significa que ahora están unidos para toda la vida.
—¿Espera qué? — respondió Stiles con un pequeño grito — ¿qué?
—Parece que Liam y tu han atado sus almas… para toda la vida — respondió el hombre con lentitud — esa marca representa a dos seres que han decidido unir su mente, cuerpo y alma… En amor eterno.
Stiles no sabia que responder, se dejó caer en la silla, era demasiada información para procesar, acarició la piel de su cuello sintiendo la rigidez de aquella cicatriz, de forma repentina un ataque de risa histérica se hizo presente en el muchacho, ¿era una especie de broma?, sin pensarlo dos veces dejó que su cuerpo perdiera el control desplomándose en el duro suelo de la clínica.
—¿Stiles? — respondió el hombre moviéndolo ligeramente.
Con dificultad volvió a llevarlo hasta la cama donde previamente dormía, lo arropó y entró a la otra habitación donde estaban Liam y Scott, afortunadamente la mayor parte de las heridas de Scott ya tenían un tamaño menor y buen aspecto, se acercó a revisar a Liam pero se percató de que este estaba despierto.
—¿Cómo te sientes?
—¿Es cierto? — preguntó Liam con suavidad — lo que le dijo a Stiles.
—Escuchaste la conversación — susurró Deaton — parece que sí.
—¿Qué pasará?
—Eso es algo que yo no puedo responder — dijo el hombre dando unos golpecitos de consuelo en la espalda del muchacho — solo ustedes dos sabrán que sigue.
