Saludos!

Ha pasado tiempo desde que nos vemos, como mencione en el pasado capitulo faltaba el epilogo de esta historia así que se los dejo a continuación.


EPILOGO

— La brisa es reconfortante, ¿no te parece?

El chico cerró sus ojos.

— Algo — respondió.

La persona a lado suyo sonrió.

— Siempre quise saber como era el cambio de estaciones en esta parte del mundo. Recuerdo que una vez le pedí a tu padre que viniéramos a pasar un verano en este lugar, pero nunca quiso — le contaba.

Ambos se encontraban contemplando la vista desde una terraza, frente a ellos se mostraba un paisaje extenso cubierto por arboles y algunas colinas. Una maravilla de la naturaleza.

— Supongo que no lo hizo porqué no quería que tuvieras problema con el abuelo — dijo el chico.

Vistas como aquella comenzó a presenciar el chico desde que llego a aquel país hace dos semanas. Era un ambiente diferente a la ciudad y a la costa.

— Espero te hayas despedido de tu abuela y tus tíos, se han portado muy bien con nosotros— le dijo la mujer que estaba a lado suyo. Esta se encontraba viendo aquel paisaje junto a él en una silla de ruedas.

Suspiro.

— Si mamá, me despedí de ellos...

— Y no olvides de llevarte algo de la cena que hizo tu abuela ayer — agrego la mujer.

— No creo que en el avión me dejen llevar eso.

Vio a la mujer mirarlo molesta.

— De acuerdo, voy a ver si puedo hacer algo. Pero no te prometo nada — le respondió sin mucha emoción.

Ese era su ultimo día en aquel país.

Desde que llego hace dos semanas, fue recibido con los brazos abiertos por aquella familia de la cuál alguna vez tuvieron sus diferencias. Su abuela, tíos y primos se emocionaron al verlo. Fue algo que no se esperaba.

Junto a ellos, utilizando una silla de ruedas debido a la operación, se encontraba su madre. A la cuál no dudo en ir a abrazar.

Por alguna razón, una parte de él había extrañado aquel gesto entre ambos.

Durante esos días el chico convivio con su familia y sobre todo con su madre. A esta ultima, le platico que había sido de su vida, sus actuales actividades y hasta le conto sobre su mascota.

"Oh una rata mascota"

"No es una rata mamá"

Así como él le conto su vida, su madre hizo lo mismo. Le platico como se sentía en aquel lugar e incluso respondió aquella pregunta que tenia respecto a su familia.

"Mantuve contacto con tu abuela cuando andaba embarazada, sin embargo dejamos de escribirnos debido a que tu abuelo se entero de ello. Él y tu padre estaban molestos uno con otro. Y tu abuelo le prohibió a tu abuela estar con nosotros."

Dos años atrás su abuelo falleció después de sufrir de una enfermedad en el corazón, por lo cual ahora su abuela era el pilar de la familia.

No hacía falta decir que esta ultima, desde que llego, trataba de consentirlo cada vez que estaba cerca. Muestra de afecto que si bien, el chico no estaba acostumbrado a recibir, dejo que la mujer lo hiciera.

¿Por qué?. Supuso que quería experimentar como se sentía ser tratado de tal forma. Además era el nieto más joven de la familia, debía de aprovechar.

— Te deseo lo mejor en tu viaje Lean, espero verte pronto — dijo la mujer a lado suyo.

— Lo haré.

..

..

..

Esperaba que la próxima vez ella estuviera en mejores condiciones para ir juntos a caminar por aquellos verdes prados.

Dos meses después

— ¿Y cuando podremos verlo? — pregunto uno de los chicos.

— Paciencia, hay que esperar a que lleguen esos dos.

En ese momento las puertas del club se abrieron. Por ellas ingresaban un par de chicos respirando de forma agitada y algo cansados.

— Llegamos...

— Ya era hora de que llegaran, los estamos esperando desde hace una hora — les llamo la atención el entrenador de ambos chicos.

— Lo sentimos — dijeron ambos al mismo tiempo.

Las demás personas que estaban presentes suspiraron. No cabía duda que aquel par no cambiaban en nada.

Una vez que todos los miembros del club estuvieron presentes. La única chica presente camino hasta colocarse a lado de una cortina que estaba puesta sobre una pared del club.

— Antes de mostrarles lo que hay detrás de la cortina, debo agradecerles a ustedes chicos. Sino hubieran creído en mi idea creo que esta pared seguiría igual de destruida — dijo la chica contenta.

Los demás chicos sonrieron. Les parecía genial que aquel plan que tuvo la chica funcionara.

Sin esperar más la chica retiro aquella cortina de la pared y revelo lo que había tras esta. El resto de los presentes se sorprendieron ante lo que vieron.

Aquella pared que meses atrás había sido destrozada por un par de hermanos descuidados, fue arreglada. Pero además se le agrego algo más.

Sobre esta estaban colocadas varias fotografías de todos ellos, sin ningún orden. Y arriba de todas las fotografías decía la frase: Club Bomber.

Sin duda aquella pared había quedado mucho mejor que antes.

— ¡Guao! ¡Quedo increíble la pared! — expresaba contento un chico pelirrojo.

— ¿Enserio nos has tomado todas esas fotos?

— En realidad son solo algunas, tengo otras, pero esas las tengo guardadas en un álbum personal — respondió la chica.

—¡Mira Lean! ¡Incluso hay una foto tuya aquí! — señalaba Hyuga una de las fotografías del mural.

Él mencionado algo confundido se acerco a la pared y confirmo que el menor le decía la verdad. Entre todas esas fotos se encontraba una de él, en esa foto estaba sentado con los ojos cerrados mientras Harry se asomaba por un lado de su abrigo.

— ¿Cuándo tomaste esa foto? — cuestiono Lean a la chica.

Noto que esta sonrió.

— Fue el año pasado que viniste al club — le respondió. — Te estabas quedado dormido en la banca por el calor que estaba haciendo ese día y aproveche la oportunidad. También esta la foto que nos tomamos todos en la fiesta de Halloween.

— Aguarden un momento — los interrumpió un chico rubio — Hicieron una fiesta en el club ¿Sin mi permiso?.

El resto de los chicos presentes voltearon despreocupados a ver a otro lado.

Sin hacer ruido, Lean aprovecho que aquel chico estaba regañando a sus alumnos por la fiesta, y salió por la puerta de atrás del club.

El chico no había tenido nada que ver con aquella fiesta, así que podía respirar tranquilo. Además Kiyama no era su maestro, así que no había razón para que lo regañaran a él también.

Camino hasta recargarse en uno de los barandales que dividía la costa y se dedico a contemplar un rato el atardecer.

Era interesante como había cambiado todo para él hace un año.

Personas que jamás creyó volver a ver estaban de nuevo a su lado.

Sus amigos estaban más cerca a él

Todo parecía ir bien.

— Debes enseñarme algún día escapar de la misma forma que tu lo haces. Apuesto a que así me libraría de los regaños de Honcho.

El chico dejo de ver hacia el frente y volteo hacia atrás. Parada frente a él, se encontraba Raika. Esta camino hasta detenerse a un lado de aquel barandal.

Lean la observo por un momento y después regreso de nuevo a ver hacia el frente.

— No es tan difícil — le respondió — Solo es cuestión de ser lo bastante rápido.

Los dos chicos se pusieron a ver el atardecer. Durante un lapso, el chico vio de reojo a la chica, esta seguía viendo hacia el frente sin darse cuenta de que la observaba.

— Escuche que a unas cuantas cuadras de aquí abrieron una cafetería en donde sirven malteadas y otras cosas — le dijo con su mirada al frente. — ¿Te interesa venir?

— ¿Acaso esa es una invitación Lean? — le pregunto.

El chico sonrió levemente.

— Puede ser.

FIN


Ahora si esta historia a concluido.

No llegue a pensar que lograría escribir una historia sobre Lean, pero mi idea se hizo realidad y estoy contenta con ello.

Lean es uno de mis personajes favoritos de beyblade burst y siempre sentí que se podía explorar un poco más de él. Además me gusto la conclusión que tuvo en el manga (sobre todo la platica que tuvo con Shu en su departamento).

Próximamente tendrán aquí otra de mis historias, por ahora esto es todo de mi parte.

Nos leemos.