A pesar de que no se fue peleado con los dos adultos seguía sintiendo un dejo de culpa por su actual relación con ellos, al margen que estaba preocupado por Kaoru ya que no la había visto bien en el Akebeko y encima que termine tan rápido la clase y se haya ido a dormir sin siquiera comer algo no era normal.

Al principio el chico pensó que la clase había terminado temprano para que él pueda llegar a tiempo a sus horas extras con Tae y Tsubame, pero luego cuando Kenshin le dijo que se fue a acostar porque se sentía mal la preocupación que tuvo antes volvió.

- "Encima esa idiota se puso a prepararme esta mochila. ¿Será imbécil?" –se dijo mientras caminaba decaídamente-

En ese momento un chico de más o menos su edad lo empujó mientras intentaba agarrar un avioncito de papel que había sido tirado por su padre. Ambos se agarraron la cabeza por el golpe que se dieron e inmediatamente se miraron.

- "Discúlpame…"

- "¿Hijo estás bien?" – y al ver a Yahiko- "¿Y tú niño, te lastimaste?"

Ambos miraron al espadachín y este estupefacto solamente pudo ver que el hombre sobaba la cabeza adolorida de su hijo. En ese momento sintió unas tremendas ganas de llorar, pero se contuvo y en cambió les sonrió a las dos personas que lo seguían mirando.

- "Estoy bien no se preocupen, yo tampoco estaba viendo por donde iba" –y salió corriendo rápidamente-

Llegó al Akebeko cabizbajo preocupando a las dos chicas que trabajan con él. Tsubame quiso acercarse a él, pero al verlo tan mal simplemente dejó que se le pase, no quería presionarlo, de hecho al otro día iban a salir nuevamente ahí podrían hablar tranquilamente.

La mañana había llegado y Yahiko se despertaba por los molestos rayos de sol que entraban en su ventana, se fue al baño y descubrió a su chica en la cocina, preparan dando algún platillo para su salida. Yahiko se sintió mal ante esta imagen, puesto que iba a pedirle que pospongan esa salida porque no se sentía bien para hablar de su actitud de ayer, aparte estaba preocupado por Kaoru, pero aun así entró y abrazó a la chica por detrás sorprendiéndola.

- "Yahiko-kun, ¿te desperté?"-dijo avergonzada-

- "No, me desperté solo. ¿Es para mí eso que estás preparando?" –estaba triste, y estaba necesitando un poquito de ella, por ende la abrazó más fuerte-

- "S-sí, para nuestra salida de hoy" –y ante esto reinó un silencio que preocupó a la chica- "¿Yahiko-kun, estás bien?" –el chico suspiró-

- "¿Podríamos postergar la salida?" –dijo sin más- "Kaoru se sentía un poco mal anoche y estoy preocupado"

Tsubame se decepcionó un poco, pero al escuchar los motivos del chico sonrío con compasión.

- "Igualmente me llevo esa comida y la como sin falta" –haciéndola reír -

- "Claro Yahiko-kun, otro día salimos. Pero me gustaría que me cuentes lo que sucedió con Kauro-san y Kenshin-san" –Si, no lo había olvidado-

- "Les dije algo de lo cual estoy un poco arrepentido, pero es verdad" –intentaba explicarse, pero claramente no lo estaba logrando- "Les dije que ellos no son mis padres para meterse en mis decisiones"

- "¿Y en qué decisión tuya se estaban metiendo?" –estaba cada vez más desconcertada-

- "Prometí que no te lo diría" –contestó rápidamente-

- "¿Disculpa?" –se soltó de su agarre para mirarlo a la cara-

- "No te preocupes porque podré decírtelo cuando cumpla quince años, y no falta mucho para eso" –dijo con orgullo y la chica lo miró con tristeza-

- "¿Sigues con eso? ¿por qué tanta prisa para cumplir los quince años? Si todavía falta mucho"

Yahiko la miró molesta ante el comentario, pero para desviar un poco el tema simplemente dijo:

- "En unos días es mi cumpleaños, me ofende que lo hayas olvidado" –y se dio la vuelta haciéndose el ofendido. Tsubame ahora lo miró con molestia-

- "Yahiko-kun tu no…."

- "NO LO DIGAS" –sabía lo que estaba por decir y no quería escucharlo y menos de su voz-

- "Yahiko-kun tienes que entender… tú…" –y se vio alzada por el chico como una recién casada para llevarla a su futon y ponerla debajo de él- "¿Yahiko-kun?"

- "No lo digas" – y comenzó a llorar- "No tú…"

- "Yahiko-kun, tú no vas a cumplir quince años ahora, vas a cumplir once como yo, ¿Por qué tanto apu…" – y fue callada por los labios del espadachín, ella intentó zafarse pero él no la soltaba-

Fue en ese momento que sintió las lágrimas de la chica que algo en él se rompió.

Flashback:

- "¿Le dijiste a Tsubame lo de la propuesta de matrimonio?"

- "Lo sé, pero igualmente… me alegro que hayas tomado mi consejo" –sonrió como solo él hacía-

- "¿Y cómo sabes…?"

- "Porque sé cuánto la amas y que quieres hacer las cosas bien"

Fin de Flashback:

La soltó rápidamente, no podía creer lo que estaba haciendo vio la imagen de su amada con lágrimas en los ojos y simplemente salió del lugar corriendo susurrando un "lo siento".

Tsubame lo vio partir, estaba agitada, nerviosa y algo asustada pero en parte se sentía bien en abrirle los ojos la chico, lo iría buscar si no aparecía por el Akebeko, lo que rogaba es que no le sea muy difícil hallarlo.

La mañana pasó y como la pequeña supuso el chico no había ido a su turno, haciendo que ella invente una excusa a Tae para que no trate de indagar mucho. Aunque lo que le dijo su superior si la sorprendió.

- "Entonces estaba preocupado por Kaoru ¿no?" –dijo con un poco de aburrimiento-

- "Si" –estaba preocupada, más que por Kaoru por la actitud de Yahiko-

- "Yo sé porque está así Kaoru-chan" –Tsubame la miró desconcertada-

Por otro lado Yahiko estaba caminando sin rumbo por las calles de Tokyo, había salido corriendo luego de ver el estado en el que había dejado a su chica, pero es que no quería que le digan la verdad, no quería escuchar que estaba equivocado, no quería esperar para casarse con la chica… simplemente no quería.

Quería ser adulto, quería poder defender a Tsubame, no quería que Kaoru desaparezca de nuevo… no quería que muera, como lo "hizo" cuando Enishi apareció. Debía ser grande, debía ser como Kenshin o como, aunque odiaba admitirlo, como Sanosuke.

Con estos pensamientos llegó al Dojo, descubriendo que nadie estaba allí, ahí recordó que Kaoru estaba mal, y fue así que volvió al pueblo suponía que ambos adultos estaban en lo de Genzai.

Llegó al consultorio cuando fue interceptado por una chica, la cual parecía enfermera en ese lugar.

- "¿Qué se te ofrece niño?" –preguntó con amabilidad-

- "¿Quiero saber si acá se encuentra Kaoru Himura?" –claramente era la nueva asistente y enfermera de Genzai, es por ello que no lo conocía-

- "Si, la señora Himura está aquí, ¿se puede saber quién la visita?" –volvió a preguntar-

- "Soy Yahiko, ella me conoce"

- "¿Tiene algún tipo de relación familiar con la paciente?" –ante esto el niño simplemente la miró con desconcierto-

- "Emm ¿desde cuándo se le hacen tantas preguntas a los visitantes?" –no estaba de humor para que lo estén cuestionando por todo-

- "Disculpa niño, pero son órdenes del doctor Genzai, y más para la paciente Kaoru-san que está delicada" –trató re tenerlo calmada-

- "El doctor Genzai me conoce así que déjame pasar de una vez" –dijo ya fastidiado- "¿Y qué quieres decir con que Kaoru está delicada?" –este comentario lo alteró más de lo que ya estaba-

Y cuando estaba forcejeando con la señorita para poder entrar, se escuchó un grito proveniente de las habitaciones. Era Kaoru.

Fue en ese momento que Yahiko pudo zafarse y entró hasta la habitación, donde fue nuevamente sujetado por la enfermera.

- "No puedo… no quiero dejarla sola, NO…" –gritaba mientras intentaba solarse nuevamente-

- "Por favor, cálmate niño, si solo me dijeras qué relación tienes con la señora Himura…"

- "ELLA ES MI MADRE, AHORA SUELTAME" –y se soltó para chocarse con Kenshin el cual lo miraba con un dejo de sombro, el cual cambió rápidamente por una sonrisa para que Yahiko no se arrepienta de lo que había dicho-

- "Ya lo escuchó Yue-dono, por favor déjelo pasar" –la susodicha solamente asintió con confusión, no podía ser ese chico hijo de una chica tan joven como Kaoru-

Tomó del hombro al pequeño y lo hizo entrar para que vea que Kaoru estaba mejor. Ambos hombres miraron a la somnolienta chica la cual le sonrió a ambos especialmente al chico y salieron con la excusa que pueda descansar mejor.

Se fueron a un pequeño bar frente al consultorio del doctor, encontrándose previamente con este para que el peli-rojo le explique lo que pasó con su esposa.

- "Entiendo, voy a revisarla" –dijo amablemente- "¡Oh Yahiko-kun! Me han comentado cuando volvía que un pequeño y mal educado niño estaba causando disturbios en mi consultorio, quiero suponer que no eras tú"

Yahiko se sonrojó ante esto permitiéndole al hombre que haga una sonrisa triunfal.

- "Lo siento…" –fue lo único que pudo decir- "pero es que su nueva ayudante no me dejaba entrar" –el doctor rió-

- "Es verdad yo le di indicaciones claras que no interrumpan todo tipos de personas en la habitación de Kaoru-chan, pero si tú hubieras sido más claro con ella te aseguro que te dejaba pasar" –volvió a sonrojarse, ahora fue Kenshin el que rio por lo bajo, no quería que sepa explícitamente que había llamado a Kaoru "madre", aunque seguramente ya lo sabía-

- "Yahiko, charlemos un momento. ¿Nos disculpa doctor Genzai? –dijo tomando al chico del hombro y llevándolo a ese bar-

Continuará...