Encuentro 3: Brutalidad vs Elegancia.

Nueva york la ciudad que nunca duerme, donde la luz nunca se apaga y el gentío es un caudal imparable, sin embargo entre toda esta fachada vibrante, la pobreza, decadencia y el delito reptan en sus barrios más pobres. Brownsville era de esos barrios que afeaban la fama neoyorquina; pobre, descuidada, escenario de tantas historias tristes y delictivas.

Un niño afroamericano era uno de los tantos autores de estas historias, a su corta edad conoció el abandono y la amargura de la miseria. La calle se convirtió en su escuela y el robo el único método efectivo para conseguir algo para saciar el hambre y la sed. Huía, siempre huía, de aquellos que no estaban dispuestos a ceder el dinero o la comida, que tanto les había costado ganar, a veces se salía con la suya, a veces no. Las veces que no, o regresaba golpeado o era arrojado a una que otra correccional.

Sin embargo, este niño soñaba con salir de esa pocilga y llegar a esos lugares de luz y abundancia, donde según él solo los pudientes podían estar.

Con el paso del tiempo el niño se convirtió en hombre y su sueño se volvió realidad, a pulso de entrenamiento y sacrificio, sin embargo, esa luz que tanto anhelaba lo cegó, el orgullo, la violencia y la abundancia lo enloquecieron; como bien dice el dicho: el que nunca ha tenido y llega a tener, loco se quiere hacer.


El pugilismo se vestiría de gala un 8 de marzo. El Madison Square Garden sería el escenario de una feroz batalla. Dos hombres se disputarían el título de la WBC uno de los galardones más importantes que podía ostentar un campeón. Los debutantes serian el Estadounidense Mike Balrog y el Ingles Duddley Livigstone jr.

"The figth", como los medios habían bautizado este encuentro, no había sido fácil de organizar, debido a la polémica y los líos legales que estaba envuelto el "Crazy bull" como era normalmente llamado Balrog.

Después de saborear las mieles del éxito, Balrog había perdido el rumbo, convirtiéndose en un hombre frívolo, tramposo, avaricioso y violento, siendo los últimos dos sus más deplorables defectos y los que más problemas le habían causado. Tanto que acarreaba una deuda con la ley por homicidio involuntario, deuda que había evadido mediante sobornos; sin embargo, su poca cabeza, sus excesos, estaban minándole su carrera boxística y por ende sus finanzas, pronto no tendría como pagar tales privilegios; para él era imperioso ganar este encuentro.

Su contendiente Dudley, estaba libre de tales pecados, pero no de problemas, sus motivaciones eran más loables, deseaba regresar a su familia al lado de la aristocracia y devolverle a su amado padre un auto que los bancos y prestamistas le arrebataron para saldar sus deudas; era estrictamente necesario desbancar a ese bruto.

Dos hombres tan diferentes como el agua y el aceite…

Finalmente el momento llego. El cuadrilátero estaba listo, los comentaristas daban sus impresiones del encuentro, a un público impaciente y eufórico. Las luces y cámaras recorrieron de forma random la arena hasta que el presentador llego al cuadrilátero y anuncio a las estrellas de la noche, peso y su récord de forma breve. Las luces y cámaras enfocaron primero al campeón Balrog, caminando a paso lento, encorvado como esos animales, listos para brincarle a su presa, desahogando su deseo asesino con cada golpe que lanzaba al aire. Luego la atención se fue a su rival, caminando erguido y con la frente en alto, mostrando una galantería y llamativa tranquilidad.

Ambos entraron al cuadrilátero, allí se encontraron con los réferis, sus asistentes colocados en sus respectivas esquinas, unos cuantos periodistas y una pila de guardias que dividían el cuadrilátero por si a Balrog se le ocurría empezar el encuentro antes de tiempo. El réferi principal se colocó en medio de los contendientes y la pila de guardias, luego explico detalladamente las reglas; tecnicismos redundantes para dos hombres que deseaban agarrarse a golpes lo más pronto posible. El réferi envió a los combatientes a sus esquinas, despejo el área; el bullicio decayó, los minutos se alargaron, hasta que la campana sonó.

Balrog tomo la iniciativa, se arrojó como un toro enloquecido, impulsividad que no impresiono a Dudley. En seguida Balrog lanzo frenéticos golpes rectos, pesados como un ariete, pero de escasa velocidad para Dudley quien esquivaba los golpes y las embestidas tal cual un torero se hace de lado para evitar la mortal estocada de estos animales. El "endeble" (apodo que Balrog le puso en las conferencias de prensa previas al encuentro) era más ágil de lo que parecía, pero esto apenas comenzaba y no podía dejarse impresionar, así que volvió arremeter contra su oponente, pero Dudley continuo con su juego torero/toro. Dudley boteaba con las puntas de los pies de tal modo que parecía "flotar", alternaba sus pies rápidamente como si aquello fuera un paso de "baile". Este juego de pies era algo más que un boxeo bonito, su función era descolocar a su oponente, estrategia que estaba dando resultado; el "Crazy bull" estaba perdiendo los estribos.

Desde la esquina de Balrog, su entrenador y su equipo miraban asombrados e impotentes como los golpes de su "muchacho" o pasaban de largo, o apenas rozaba la mejía o el hombro del inglés como un fosforo roza la cajetilla; cada golpe fallido eran premoniciones de una derrota.

Balrog hizo una pausa. Respiraba agitadamente, sorprendido y hastiado de lanzar tantos golpes infructuosos. Una vez más Balrog se aferró a su estilo tosco, una, dos, tres, pero antes de terminar el cuarto intento, un gancho izquierdo en el estómago lo paro en seco, inmediatamente un gancho derecho a la cabeza lo mando directo a la lona.

Esta caída enardeció al público y a los comentaristas, quienes jamás habían visto caer al "toro". Balrog se quedó en cuatro puntos, resintiendo la fuga de aire y el zarandeo de su cabeza. El referí se colocó delante de Balrog con la intención de iniciar el conteo, Balrog reacciono cuando la cuenta llego a tres, se puso de pie e hizo de lado al referí de un empujón; a punto estaba de levantar la guardia cuando un upercut lo detuvo, el golpe fue tan fuerte, que la cabeza de Balrog se fue para atrás y sus brazos se abrieron como un abanico, esta garrafal abertura fue aprovechada por el Ingles que conecto prácticamente a libertad una serie de golpes, ganchos a la cara, ganchos al cuerpo. De un momento para otro, Balrog se convirtió en una pera cielo tierra que se zarandeaba de un lado a otro, los golpes se estrellaban de forma estridente contra el cuerpo del toro y poco a poco lo llevaban contra las cuerdas, Balrog apenas alcanzo a reaccionar a la paliza, vio en cámara lenta como el puño derecho del inglés retrocedió más de lo normal; esto lo asusto, significaba que ese golpe sería el más fuerte del combo y un posible noqueador, pero su mala posición lo hacía incapaz de evitarlo. Dudley lanzo el "bombazo" pero este se detuvo a unos cuantos milímetros de la nariz de Balrog; la campana anuncio el término del primer asalto. Contrario a otras veces, la campana fungía como una odiosa interrupción para Balrog cuando se divertía masacrando a sus contrincantes; por primera vez se alegró de escucharla.

Dudle cerró los ojos, suspiro y tranquilamente volvió a su esquina; Balrog intento irse con la misma pasividad, pero las "patitas" le temblaban por el daño recibido. Al sentarse, Balrog fue asistido por su equipo; el escenario no era muy prometedor, en apenas un round ya tenía leves hinchazones en la cara, de sus orificios nasales salían hilitos de sangre y tenía una leve cortada en el labio, el entrenador acerco una botella de agua con una cubeta para que Balrog pudiera beber un trago y enjuagarse. Mientras le ayudaba a recuperarse el entrenador le instaba a cambiar de estrategia, Dudley era un estilista, por lo tanto, la fuerza bruta y ciega era ineficaz, debía encontrar una manera para lograr una pelea en corto; Balrog apenas lo escuchaba, miraba a la esquina contraria, odiaba ese aire elitista y ricachón que expedía su oponente; debía acabarlo así tuviera que recetarse otro delito.

La campana sonó, los entrenadores y segundos salieron del ring.

Para alegría y alivio del equipo de Balrog, su muchacho no se lanzó de cabeza como la vez anterior, mediante el uso de jabs consecutivos, buscaba medir distancias, encontrar la apertura correcta y conocer el cabeceo de su rival.

– ¡Muy bien muchacho! – Dijo el entrenador al ver que había aprendido la lección al abandonar su arremetida loca. No obstante, la lección fue aprendida demasiado tarde; Dudley había descifrado en tan poco tiempo la mecánica de su boxeo. Dudley esquivo uno de sus jabs inclinando su tronco hacia adelante en diagonal, este fallido jab dejo el costado de Balrog expuesto por unos segundos, descuido que aprovecho Dudley para tomar impulso desde abajo y conectar un golpe al cuerpo tan fuerte que Balrog casi escupe el protector bucal por la salida de aire, Balrog retrocedió dos pasos agarrando su costado de manera inconsciente por el dolor.

– ¡Maldito! – Murmuraba adolorido y con las piernas temblorosas.

Dudley se acercó para reiniciar la secuencia de golpes. Asustado, Balrog levanto la guardia y dio un salto hacia atrás para estar fuera del alcance de Dudley; fue insuficiente, el inglés estaba frente a él, Balrog al sentirse burlado, se desesperó y empezó a lanzar golpes, los rectos pasaban de largo cuando Dudley ladeaba la cabeza, la potencia de los ganchos se desperdiciaban cuando Dudley se agachaba, y los ganchos descendentes apenitas le rosaban la barbilla; un golpe recto directo a la cara le freno la locura. Una vez más Balrog se vio atrapado ante el poderío de su oponente, no importaba cuanto se alejara o el Angulo a escoger para salirse del rango de ataque, el boteo de los pies y la habilidad para impulsarse hacia ver a Dudley tan liviano como si flotara una "mariposa", pronto Balrog fue enviado hacia las cuerdas, se aferro a ellas para no caer fuera del ring, el castigo de parte de Dudle continuaba, preciso y doloroso como picadura de "abeja". La cara de Balrog se hinchaba a cada golpe, de su nariz brotaba sangre que se deslizaba por toda la cara hasta llegarle al cuello; en un acto desesperado Balrog "abrazo" a su oponente, esta maniobra fue otra sorpresa para los presentes; él nunca había recurrido al "clinch". El árbitro los separo, pero a los pocos segundos Balrog volvió a recurrir a este truco, un truco poco elegante, pero necesario para recuperarse un poquito del daño.

Para Dudley el objetivo era clarísimo, así que lejos intentar liberarse y recuperar su rango medio de ataque, se le ocurrió encogerse y acoplarse al abrazo de su oponente, en ese momento la paliza se detuvo y aquello se convirtió en una mezcla de forcejeo, enredo y desenredo de brazos; Dudley quería darle la falsa sensación a Balrog que su cobardón "clinch" estaba funcionando. En una de esas Balrog se equivocó al querer enganchar su brazo con el de Dudley, equivocación que aprovecho para sacar su brazo derecho y desde esa posición tan corta empezó a dar poderosos golpes a sus costillas. Todo lo que Balrog había recuperado en esos valiosos segundos de "abrazos" se estaba yendo al demonio. Balrog se ladeaba de dolor con cada golpe, aquella paliza en corto duro hasta que un puñetazo logro penetrar en su estómago, el bucal salió disparado, y Balrog se derrumbó como un costal de papas.

El público ovaciono al ver la segunda caída del "Crazy bull" el réferi se acercó y empezó la cuenta. Aunque la furia y la voluntad de Balrog estaban en una peligrosa sintonía, no se podía decir lo mismo de su consciencia que amenazaba con apagarse. Estaba tirado boca arriba, ladeando la cabeza como un borracho y su vista se había perdido en la cegadora luz de los reflectores.

Este encuentro resulto increíble para los medios; por un lado, ver al brutal Balrog siendo maltratado como un trapo cualquiera; por el otro, la inusual frialdad del inglés, dada la fama de caballero que le precedía. Lo cierto es que Dudley tenía razones de peso para tratar a Balrog como lo estaba haciendo, adicionalmente a su objetivo de recuperar su fortuna, no podía olvidar la conferencia de prensa, donde Balrog no escatimo en soltar improperios y señales obscenas contra su persona; un comportamiento que fácilmente podía pasar por alto, no iba a rebajarse al nivel de un vulgar cavernícola, sin embargo, los insultos llegaron demasiado lejos cuando arrastro a su padre y toda su familia; una deshonra que debía ser castigada.

Desde su penosa y doliente posición Balrog también pensaba, no se arrepentía de haber insultado a su oponente, más bien su mente le trajo flashbacks de su vida en las calles, un muchachito problemático, un saco de boxeo para los matones de los reformatorios que había estado; definitivamente no estaba dispuesto a volver a la vida de don nadie, pero… ¿cómo? Si la superioridad técnica era evidente, entonces encontró la solución, una solución sórdida, pero qué más da, total no era la primera vez que lo hacía.

Pese estar mareado, alcanzo a ver el bucal que había quedado en la lona, lo agarro, se lo coloco y se levantó cuando la cuenta llego a nueve. El árbitro le pregunto a Balrog si quería continuar como parte del protocolo, Balrog asintió, incluso alcanzo a sonreír, sonrisa que perturbo a Dudley quien lo detestaba, pero debía reconocer que tenía agallas.

Antes de que el réferi diera su aval para reiniciar la pelea, la campana anuncio el término del segundo asalto; la campana le salvo el pellejo a Balrog por segunda vez.

Al llegar a su esquina Balrog fue inmediatamente asistido, esta vez se debía trabajar el doble de rápido, aparte del procedimiento habitual, se debía limpiar, secar el rostro y detener el sangrado. El entrenador se acercó a su muchacho y por primera vez, le insto a abandonar la pelea.

– Si te atreves a tirar la toalla, al salir de aquí te mato – Amenazo Balrog.

El entrenador negó con la cabeza, y no tuvo más remedio que aceptar su voluntad, no solo por su seguridad y la del equipo, sino porque, quizá ya era hora que Balrog tuviera otro tipo de "lección".

La campana sonó, los asistentes salieron, y el espectáculo se reinicio. Esta vez, fue Dudley quien tomo las riendas, confiado de que era cuestión de tiempo para derrumbar a Balrog. Por su parte el "toro" dejo de serlo y se convirtió en una tortuga, se refugió en una guardia cerrada que consistía en poner sus antebrazos de tal modo que sus guantes cubrieran su mentón y sus codos cubrieran lo más posible el estómago, mientras movía su cadera como un péndulo para esquivar algún golpe recto.

Desde su esquina, el entrenador vio la adopción de este estilo, como una vuelta a los orígenes de Balrog, cuando era un recién egresado del gimnasio y un prospecto a campeón, sin embargo, este "reinicio" tenía un malévolo propósito. A parte de evadir los golpes, Balrog buscaba a toda costa quedar de espalda con el referí, para que su ancha espalda sirviera para tapar la sucia maniobra que pensaba hacer; el recién adquirido exceso de confianza de Dudley le impidió darse cuenta de esto. Después de tanto evadir y moverse alrededor de ring, Balrog logro la posición deseada, en el momento que Dudle utilizo su pie derecho para dar un paso hacia adelante (que prácticamente era un impulso) Balrog se lanzó al mismo tiempo que él, se adentró en su zona y le piso el pie al momento de dar el impulso, haciendo que Dudley perdiera el ritmo, está perdida fue aprovechada por Balrog para conectar el primer uppercut limpio al mentón de su oponente; el público ovaciono, sin embargo ni el público ni el árbitro se dieron cuenta de esta sucia jugada.

Los papeles se invirtieron inmediatamente, ahora era Dudley el que era masacrado por Balrog, finalmente, después de dos asaltos de sufrimiento, la felicidad volvió, se regocijaba al escuchar esos golpes secos, sentir los nudillos estrellarse aparatosamente por el cuerpo y la cabeza desnuda de Dudley, los golpes del inglés eran duros, pero los de Balrog lo eran aún más, cada impacto era comparado con una pedrada, Dudley quiso alejarse de un brinco, pero la sucia jugarreta de Balrog provoco un esguince en el tobillo que impedía desplazamientos prolongados; Dudley fue llevado a las cuerdas hasta que un uppercut desconecto su consciencia, Balrog continuo golpeándolo en la cabeza y detrás de esta con la intención de dañarlo severamente, lo hubiera logrado de no ser por la intervención del referí.

Dudley cayo pesadamente boca abajo. Balrog levanto los brazos al ver a su oponente en el suelo, alegría alimentada por el clamor del público; el árbitro se apresuró a iniciar la cuenta. Dudley se empezó a mover al llegar al número cuatro, se colocó en cuatro puntos, unas gotas de sangre y sudor ensuciaron la lona cuando Dudley sacudió la cabeza para quitarse el mareo, luego se apoyó de las cuerdas y con mucho esfuerzo logro ponerse en pie al llegar al número ocho.

– ¿Puedes continuar? – Pregunto el árbitro.

El arbitro no necesito palabras para confirmarlo, un asentimiento fue suficiente. A partir de ese momento todo cambio, la expresión relajada de Dudley se había ido, sus ojos parecían brillar de pura furia, dándole un aspecto feroz, acentuado por su despeinada cabellera, el sudor y la sangre que le bajaba del rostro.

– ¡Box!

La prodigiosa ligereza de "mariposa" de Dudley se había ido para alegría de Balrog, quien estaba seguro de haberlo incapacitado, pensamiento que fue rápidamente refutado cuando se lanzo al ataque y recibió un puñetazo recto directo a la cara; Balrog rechino los dientes de cólera, pero antes de regresar el golpe, la campana sonó; el tercer asalto había terminado.

Los ánimos se caldearon tanto de parte del publico como de los peleadores que aguardaban impacientemente el inicio del cuarto asalto. La pelea estaba pactada para doce rounds, pero dada la situación, todos aseguraban que este sería el más agresivo y definitorio.

El tiempo de descanso termino, los asistentes salieron, y con la palabra "box" el árbitro dio el aval.

El público no se equivocó, este round se volvió más agresivo desde el primer instante. Aquello se convirtió en un coliseo romano, los espectadores vitoreaban al ver que la diferencia entre elitista/fajador ya no existía. Debido a la sucia jugarreta de Balrog, Dudley ya no disponía de ese juego de piernas, ocasionalmente apoyaba todo su peso en su pie izquierdo, ya que cada vez que se veía obligado a impulsarse con su pie lastimado, era un desgaste doloroso de los tendones, por tal razón era incapaz de evadir algunos golpes. Balrog tampoco estaba en las mejores condiciones, los daños de los rounds anteriores estaban pasándole factura, sumando el hecho que Dudley aún tenía suficiente velocidad en sus puños para hacerlo tambalear.

El round se fue de golpe en golpe hasta llegar a los 20 segundos, ambos púgiles se detuvieron; estaban dañados, exhaustos, tratando de recuperar el aliento, Dudley estaba casi cojo y Balrog casi ciego de un ojo.

Faltaban 15 segundos, el deseo por terminar se intensifico de una manera sobrehumana, ambos retomaron el intercambio de puños, cada impacto en la cara hacia volar gotas de sudor y sangre.

10 segundos, Dudley retrocedió, las piernas le temblaron y casi cae de rodillas, Balrog quiso aprovechar esta falencia para terminarlo, pero Dudley reacciono y le dio un uppercut al mentón. Balrog intento recuperarse y aunque aturdido lanzo un gancho derecho, que fallo cuando Dudley hizo un último esfuerzo por agacharse, aunque el esguince le estuviera matando.

9 segundos, el gancho fallido dejo al descubierto la costilla de Balrog del lado izquierdo, error que aprovecho Dudley para conectar un gancho al cuerpo...

8 segundos, el impacto fue tan fuerte que Dudley aprovecho el resentimiento de su oponente para conectar un segundo gancho al cuerpo, pero del lado derecho…

Segundos 7 y 6, otros dos golpes al cuerpo…

Segundos 5, 4, 3 Dudley conecto tres ganchos a la cabeza tan fuertes que pareció que la iba arrancar.

2 segundos con toda la fuerza voluntad dijo: "Rolling Thunder" al mismo tiempo que termino el combo con un poderoso uppecut al mentón.

En el ultimo segundo la gente se levantó del asiento al ver como el bucal de Balrog salió disparado, el bucal giro en el aire por unos minutos, hasta que cayo y dio un rebote. Seguidamente cayo Balrog pesadamente fuera del ring. Después todo quedo en silencio, hasta que el árbitro salió de su estupor, no había nada que contar, la victoria del inglés era irrefutable, luego alzo el brazo del nuevo campeón.

Tirado y derrotado Balrog miro un cumulo de gente que se acercaba a socorrerlo, antes que la gente se aglomerara en circulo, alcanzo a ver como se alzaba el nuevo campeón antes de perder la conciencia.


Balrog abrió los ojos de golpe y del mismo modo se levantó, esta impulsiva acción hizo que todos los umbrales del dolor se activaran a la vez, instintivamente Balrog llevo sus manos a su cabeza para detener infructuosamente el mareo y el dolor, en su lugar sintió los esparadrapos pegados en su cara. El sonido metálico del cierre de un casillero hizo que levantara la vista; vio a su entrenador sacando la última de sus pertenencias.

– Me alegra ver que estas despierto, temía tener que llamar a la ambulancia.

– ¿Que paso? – Pregunto Balrog aun confundido.

Su entrenador no le respondió, en su lugar le miro lastimeramente. Aquella expresión fue suficiente para que recordara todo lo sucedido; había perdido irremediablemente.

– ¿Dónde están los demás miembros del equipo?

– Todos se han ido ya – Contesto el entrenador amargamente.

– Me abandonaron.

El entrenador negó con la cabeza, la verdad era cuestión de tiempo que pasara, desde hace tiempo su equipo venia soportando arranques de ira, insultos e indisciplina por parte de Balrog; trabajar con él se había vuelto un calvario. Además, estaban enterados de lo dependiente que era Balrog de esa pelea para generar ingresos suficientes para pagarles, ahora que estaba arruinado, no habría más motivos para aguantarle.

Entonces la tristeza, la preocupación, pero sobre todo la ira, empezaron a invadirlo, así que se levantó tambaleando, quería encontrar a Dudley y acabar con él, ya que lo consideraba el responsable de su caída, se le ocurrió que tal vez aún seguirá en su camerino o en su defecto en el estacionamiento. Su entrenador se interpuso en la puerta, instándole calmar su ira y enfrentar su situación con dignidad.

– Quítate anciano si no te matare a ti también.

Entrenador y pupilo se miraron un par de minutos. El entrenador con mucho le desconoció totalmente, ya nada quedaba de aquel muchachito soñador y llorón, así que cerró los ojos y se apartó de su camino; pese a su convalecencia Balrog salió como un perro rabioso.

– Adiós Balrog – Dijo su entrenador, derrotado y entristecido – Buena suerte, espero puedas hacerte responsable de tus actos algún día…

Balrog busco a Dudley como loco por todo el lugar, hasta que bajo al estacionamiento y le encontró junto a su mayordomo a punto de marcharse.

– ¡Hey Tu! ¿¡A donde crees que vas?!

Dudley se volteo al escucharlo, antes que estuvieran cara a cara, le susurro a su mayordomo que le pasara una botella de vidrio con agua y se alejara. Cuando ambos estuvieron frente a frente, Dudley pregunto con suave tono que era lo que deseaba. Esta actitud estirada prendió la cólera de Balrog, que, sin mediar palabra, levanto los puños y empezó atacar a Dudley. Aunque Dudley todavía resentía la lesión del tobillo y los golpes de la pelea, el lapso entre el termino de la pelea, platica con la prensa, y el descanso del camerino, le ayudaron a recuperarse un poco, además tenia un pequeño "As" bajo la manga. Lo utilizo cuando Balrog lanzo un golpe recto directo al pecho con la intención de golpear su corazón, Dudley se apartó de la recta trayectoria, girando el tronco, entonces estrello la botella en la cabeza de Balrog, Balrog no espero esta cucharada de su propia medicina, tan inesperada fue, que no vio venir el puñetazo recto que le dio en la cara, el impacto lo mando a chocar contra uno de los pilares de concreto del estacionamiento, desde esa posición Dudley agarro a Balrog a gancho limpio, sin la protección acolchonada de los guantes hicieron que se reabrieran sus heridas y escupiera sangre. Dudley se detuvo después de un minuto de castigo; Balrog se deslizo por la columna, hasta caer sentado y mal herido.

– El hecho que no me rebaje a usar trucos sucios como usted, no quiere decir que no sepa hacerlo cuando sea necesario. Si quiere enfrentarme, le sugiero que siga el reglamento establecido. – Dicho esto Dudley se alejó cojeando, pero tratando de no perder su porte.

Balrog no quiso seguirlo.

Derrotado y herido, se fue a su auto, su chofer al verlo en tan mal estado se sobresaltó, se debatió entre ofrecerle ayuda o quedarse callado, por temor al violento carácter de su patrón. Balrog no le prestó atención, se metió al auto y le ordeno que lo llevara a un lugar.

El viaje fue corto, silencioso e inusualmente reflexivo.

El lugar en cuestión era un pequeño bar, ubicado en una zona refundida en varias avenidas, el chofer se sorprendió que no era el típico lugar que circundaba su señor, donde la etiqueta era obligatoria, de mujeres de reputación flexible vistiendo lujosamente y los licores costaban el salario mínimo de un obrero; antes de atreverse a preguntar si estaban en el lugar correcto, Balrog le tiro unos cuantos billetes, se bajó del auto y le dijo: lárgate.

Balrog se metió al bar a paso de zombie, su ojo derecho empequeñecido por los golpes y las manchas de sangre seca de la camisa y rosto acentuaban ese aspecto. Soborno al portero para que no lo juzgase por su lamentable estado y arrastrando los pasos se dirigió a la barra a pedir el mejor licor de la casa. No paso mucho tiempo desde que Balrog llego a hundirse en el alcohol y resentir su vuelta a la ruina cuando un hombre entro. Este hombre vestido de manera elegante se dirigió a Balrog y le saludo cortésmente con una reverencia.

– ¿Tan pronto? – Dijo Balrog arrastrando las palabras y sin voltear a verlo – Dile al maldito de tu jefe que mañana tendrá su dinero.

Al ver la hostilidad de Balrog, decidió ir al grano:

– Señor, represento a una institución que está interesada en sus habilidades, tenemos ordenes de contactar con usted y discutir…

– Mira… Interrumpió Balrog – Me duele la cabeza, he tenido un día de mierda, así que, si vuelvo a escucharte, te juro que me daré la vuelta y te volare la cabeza de un solo golpe.

El sujeto apenas frunció el ceño, entendió que la diplomacia era ineficaz, entonces saco de su traje un sobre manila y lo coloco a la par del vaso de licor. Aunque los efectos del alcohol empezaban hacer mella en el carácter de Balrog, sintió curiosidad por el contenido del sobre, lo abrió y para su sorpresa encontró un gran fajo de billetes y una carta, saco la carta y la desdoblo, esta tenía membretada una calavera con un rayo en su frente y dos alas a los costados.

– Señor – Finalizó el misterioso hombre – Tiene 24 horas para decidir.

Balrog sonrió, al parecer la suerte seguía de su lado.


Notas de la autora:

¡Uf! Tercer encuentro al fin después de varios meses, pero finalmente hemos dado otro paso en esta sección.

Déjenme decirles que este capítulo está lleno de datos curiosos; es más, creería que este será el que más tendrá en toda esta sección.

Primeramente, el barrio que mencione es un barrio real y es donde Mike Tyson vivió sus primeros años. Leyendo un poco, encontré que este barrio es de los más pobres de Nueva York donde Mike Tyson tuvo una adolescencia muy difícil. Creí buena idea hacer esta introducción porque muchos asociamos a Balrog con Mike Tyson, incluso la wiki da detalles de su vida temprana muy similares a los de Tyson de la pobreza y demás, aunque en realidad la Wiki menciona que está más basado en Clubbler Lang, antagonista de la película Rocky 3.

La fecha, el lugar y el nombre como mediáticamente se nombra la pelea (The figth), los agarre directamente de uno de los encuentros de Muhammad ali vs su más grande "enemigo" Joe Frazier.

Dudley esta supuestamente en un boxeador llamado Christopher Livingstone Eubank, yo solo tome el primer apellido, ya que en esos encuentros se anuncia al peleador con un nombre y apellido o en su defecto con su sobrenombre, como el caso del mismo Ali o el Principe Nassem.

Siguiendo con el asunto de Tyson. Las pequeñas menciones que hice de la conferencia de prensa y la pila de guardias son referencias a lo sucedido con Mike Tyson vs Lenox Lewis. En el primer caso, la conferencia se salió de control cuando Mike se puso agresivo no solo contra su rival si no también con la prensa. En el segundo caso es cuando llegado el momento del encuentro, por cuestiones de seguridad, se decidió poner una fila de hombres con camisas amarillas dividiendo el cuadrilátero, no tanto por Lewis si no por Tyson que en esa época ya estaba descontrolado y en el ocaso de su carrera; cualquier cosa se podía esperar de el en ese momento.

Y no. No quise incluir lo de la mordida de la oreja jajajajajajajajajajaja…xDDDD preferí incluir un pisotón ya que eso esta más acorde al personaje xDDD

Respecto a los estilos de cada uno, pues de nuevo… en los momentos previos al pisotón, Balrog adopta el Peek a boo, estilo característico de Floyd Patterson y el mismo Mike Tyson. En el caso de Dudley lo hice parecer más a Muhammad Ali, pero en el juego parece una combinación del Peek a Boo y el shuffle (juego de piernas) de Ali, es más mencioné que flota como mariposa y pica como abeja xDDDD

Buen…

Hablando del capítulo. Para sorpresa de nadie xDDD la base de este capítulo fue gracias a UDON Comics. En esta ocasión se dedica unas ¿Qué? Tres paginitas a esta pelea entre Dudley vs Balrog. Al igual que el encuentro anterior, solo acentué los eventos y le di más fuerza.

Aunque Dudley casi no habla, quise acentuar una personalidad arrogante y caballeroso… quizá un poquito como Foreman en su etapa joven, donde era arrogante con ganas xDDD

Aquí cometí un grave error de continuidad a propósito, ya que la primera aparición de Dudley fue en Street figter 3 new generatión, es decir, años después de los eventos de Street figther 2. Recordemos que para ese entonces Balrog ya estaba en Shadaloo y su carrera boxística estaba arruinada, por el asuntito ese que mato a un oponente accidentalmente y fue sacado del deporte definitivamente. Creí conveniente hacer una tipo "precuela" tomando eventos que ya todos conocemos, para agregarle más dramatismo xDDDD creo que a estas alturas ya saben que me gusta incluir otras cosas, para que no sea puramente patadas y golpes xDDD

Por último quiero disculparme por ser tan demorada para actualizar, sobre todo por el significado de la lucha que ya lleva cerca de DOS AÑOS de no actualizar. No les voy a mentir, si bien es por cuestiones típicas, ocupaciones, oficios y demás, les diré que he perdido un poco el rumbo, si bien tengo todo en mi cabeza es difícil ordenar mis ideas, créanme que me he tomado el tiempo de escribir, borrar y reescribir, a veces no me sale ni una sola palabra pese a tener un poquito de tiempo disponible. Pero de todo corazón les digo que no quiero que el significado de la lucha ni este quede en hiatus permanente como el de Zelda, espero poder encontrar el rumbo así tarde unañito más, de verdad les tengo cariño a estos fics…

Bien eso es todo, espero hayan disfrutado este nuevo capítulo e instarles a no perder la esperanza, tengo que terminar si o sí.

Hasta luego…

Actualizado 15/ 04/ 2022.