Capituló 2

Al llegar a América los chicos Andrey y los chicos Legan tomaron caminos separados, los primeros se quedarían por tres semanas en Nueva York, ya que el padre de Anthony pronto llegaría a ese puerto y quería pasar unos días con el rubio.

Los Legan en cuanto bajaron del barco, tuvieron que retirarse ya que tomarían un tren a Florida donde su papá estaba reunido con unos socios para comenzar un nuevo proyecto. La despedida fue un poco incómoda y extraña, las dos damas mayores se despidieron encantadas con un pequeño abrazo y un beso en la mejilla.

—Nos veremos muy pronto querida Sara, en un mes para ser exactos. Espero que tengas todo dispuesto para la presentación. Confío en ti y dejo todo en tus manos. — dijo una Señora Elroy muy pomposa.

—No se preocupe tía, verá que todo estará a la altura de nuestro apellido y Elisa estará más que lista.

Ambas se separaron, Elisa quería preguntar algo, pero su madre la miró de forma reprobatoria y guardó silencio.

—Muy bien, Stear, Archie y Anthony despídanse por favor.

Los tres paladines se dieron la mano con Neal, los Cornwell después se despidieron con una reverencia para su tía Sara y Elisa, justo cuando Anthony iba a hacer lo mismo que sus dos primos, la tía abuela lo interrumpió y le dijo.

—toma la mano de Elisa y deposita un beso en ella— Anthony la miro extraño, pero obedeció sin chistar. Elisa se ruborizó mucho.

Cada familia se dirigió a sus respectivos carruajes, los Legan a la estación y los Andrey a los Hamptons donde poseían otra residencia.

En el carruaje de los Legan, Elisa iba muy callada y ruborizada aún. Neal la veía con curiosidad y le movió un pie con el suyo. La niña lo volteó a ver y le intentó sonreír. Sara los observaba con calma esperando el momento en que alguno comenzara a molestar al otro. Al ver que no pasaba nada comenzó a hablar.

—Niños debemos comportarnos mejor que nunca, pronto tendremos una fiesta muy importante. — Los dos chicos la vieron emocionados.

—¿Dónde será la fiesta mamá y de quien va a ser? — pregunto Neal curioso.

—se llevará acabo en la mansión de los Andrey en Chicago.

—Ah ya, así que va a ser de nuestros primos, mamá, pero ellos no nos quieren mucho, Stear y Archie cuchichean a mis espaldas todo el tiempo y aveces Anthony se les une.

—Anthony no es así, se bien que tu comienzas todas las peleas— Elisa se había indignado mucho.

La madre de los dos paros la discusión

—Basta, Neal tendrás que comportarte con Anthony, ya que es muy posible que en el futuro y cuando Elisa esté lista, se casara con ella.

Elisa abrió los ojos de sorpresa, se ruborizó mucho y sonrió encantada, casi se podía ver que la niña estaba soñando con ese día. Neal en cambio la miro con cara de asco y cómo pensando en que era una tontería que un muchacho se quisiera casar con una niña.

—Elisa tienes que esmerarte mucho estas semanas para ser una dama, porque la fiesta a la que iremos será en tu honor, vamos a aprovechar tu onceavo cumpleaños para que la sociedad te conozca como la dama más pequeña de la familia Andrey y la futura prometida de Anthony Brown. - Elisa se levantó del asiento se llevó las manos juntas al pecho como si rezara, estaba tan feliz que obedecería todo lo que dijeran o le pidieran que hiciera. Sara continuó, sentó a Elisa en el carruaje y le dijo más seria que antes. — pero escúchame bien, tienes que decirle a tu padre que estas completamente de acuerdo y no importa las objeciones que te ponga tú debes decirle que estás muy encariñada con Anthony.

—Lo haré mamá.

—tu no dirás nada de lo que aquí dije Neal, de lo contrario no te daré tu mesada, además de que me ayudaras en todo momento con lo que necesite tu hermana. —Neal acepto con una mueca.

Acabaron la plática justo a tiempo, y llegaron al tren con media hora de anticipo así que Sara se dispuso a comprarle golosinas a sus hijos, Neal se rezagó un poco, después corrió y preguntó. —Mamá, a mí todavía no me van a conseguir una esposa ¿verdad?

Sara se llevó una mano a la boca para sofocar una risa —No mi pequeño, tú aún no estás listo. En un largo tiempo veremos qué una jovencita linda se fije en ti.

Mientras tanto tres jóvenes se ponían cómodos en la residencia de los Hamptons, que era muy lujosa y hermosa, con su propio bosque privado. Un poco más pequeña que la residencia de Chicago, pero con todo el esplendor que merecen los Andrey.

Anthony y Alister estaban jugando ajedrez en uno de los salones, Archie los veía tranquilamente y pensaba, en lo que había acontecido los últimos días, en Escocia tuvieron que jugar mucho con Neal y Elisa, además que la tía abuela se esmeraba mucho en que Anthony compartiera todo con la niña. Después en el barco le dijo que él era su escolta y su acompañante y por último en el puerto, lo hizo darle un beso en la mano. Así que Archie siguiendo sus conjeturas y después de haber leído tantos libros de novelas románticas llegó a una conclusión que lo alarmó mucho. Archie dio un salto de su asiento y viendo Anthony gritó

—Elisa es tu novia

Los otros dos muchachos, hasta tiraron el tablero del susto y miraron al muchacho elegante sorprendidos. Stear Fu el primero en hablar.

—Archie eso no puede ser posible Elisa es una niña y no creo que quieran que tenga novio aún.

—Stear, Archie tiene razón, antes de que ustedes llegaran a Escocia ella siempre quería estar conmigo y dos veces hasta me abrazo, un día enfermo y se puso como loca de ahí comencé a alejarme de ella nuevamente.

Los dos hermanos quedaron muy sorprendidos y asustados.

—¿Hermano, crees que a nosotros nos busquen novias ya? —pregunto Stear muy alarmado

—A la mejor a ti si porque eres el hermano mayor.

—bendita la hora en que me toco ser el mayor.

La reacción de Stear hizo reír a los otros dos, aligerando el momento que se había vuelto tenso.

Los días siguieron pasando rápidamente en Florida, Sara daba lecciones de modales y etiqueta a Elisa de forma muy estricta y continua. La niña estaba cansada no se le permitía jugar mas que una hora al día, su hermano se la pasaba pescando, caminando junto a la playa o nadando en la piscina como en ese momento. Elisa lo miraba con envidia desde la ventana. Ella estaba en su recamara repasando un libro solo los modales de una dama para con los caballeros. Al ver a su hermano por la ventana se distrajo y recordó el día en que su padre le pregunto si estaba de acuerdo con tener una relación más cercana con Anthony.

Ella estaba en su recamara jugando a cambiarle el peinado a algunas muñecas, cuando su padre le dijo que si podía pasar.

-Si papá

-Elisa querida, tu madre me ha comentado que durante tus vacaciones en Escocia la pasaste muy bien con Anthony y que ambos se han tomado mucho cariño.

-Así es papá el me enseño a cabalgar y estuvimos paseando por el pueblo. He pasado unas vacaciones maravillosas, o bueno casi maravillosas porque me paso lo que a las señoritas les pasa cada mes.

-Lo entiendo Elisa, tu madre ya me lo explico. No tienes que comentármelo, esos temas solo se hablan entre damas.

-Entiendo. - dijo una Elisa cabizbaja

-Bien. Lo que quería preguntarte es que si tú estás contenta con la decisión que tomo tu madre sobre que tu y Anthony sean novios.

-Si, yo quiero casarme con Anthony papito. Ya quisiera ser mas grande para que podamos casarnos. Contesto la pelirroja con mucha ilusión.

-Pero eso implica que tendrás que estudiar mas duro y ya no podrás comportarte como antes, mamá será mas estricta contigo y claro tendrás que pasar mas tiempo con Anthony y menos con tus muñecas.

-No importa papá, se que puedo y estoy lista.

El padre vio tanta determinación en su mirada que acepto la decisión de su esposa y abrazo a su pequeña con mucha fuerza, ya que sabia que de ahora en adelante comenzaría a ser una mujer.

Elisa regreso a la realidad por los golpes en su puerta, era su madre, así que rápido se enderezo en la silla y volvió a su libro con mayor interés. Su madre entro con una sirvienta y ordeno sacra las muñecas y los muñecos de felpa de la recamara.

- ¿Porque te los llevas mamá?

-No te angusties querida, es por corto tiempo en lo que estudias. Para que no te distraigas y puedas ser una dama rápidamente. Cuando lleguemos a Lakewood te los devolveré. Además, no creo que quieras que Anthony se entere que aun juegas con muñecas o ¿sí?

-Entiendo mamá.

-Vamos sigue estudiando.

Elisa se quedo sentada leyendo su libro mientras le resbalaban unas lagrimas que caían por sus mejillas e iban a parar hasta las páginas.

El padre de Anthony había llegado hacia unas horas a la mansión de campo de los Andrey en NY, había llevado regalos para los tres chicos, un juego de corbatas y pañuelos para Archie, una caja de herramientas para Stear y unos libros de jardinería para Anthony, así como un traje de equitación nuevo. Los chicos estaban admirando sus regalos nuevos muy entretenidos, pues después de todo aun eran jóvenes para interesarse en las platicas de adultos. Mientras tanto en el despacho se llevaba una acalorada discusión entre la tía Abuela Elroy, Vincent Brown y George Johnson quien al igual que el padre del rubio, tenia pocas horas de haberse enterado del plan para el futuro del joven rubio.

-Insisto en que se me debió notificar antes de que se llegara a un acuerdo favorable para los Legan. - Decía un capitán muy molesto

-Pero no hay forma de hacer que se notifique de inmediato, querido Vincent. Además, sigo pensando que es lo mejor para Anthony, no quiero recodarte que Rose Mary dejo a mi cargo al niño.

- Lo entiendo, pero eso no quita que Anthony sea mi hijo, además todos saben que mi trabajo me hace viajar tanto que no me permite brindarle la estabilidad necesaria un joven enérgico como lo es él.

-Claro que por eso te estamos informando de lo que queremos para el futuro del niño, y no es que se vayan a casar a los 15 años, mi querido Anthony primero ira a instruirse como debe ser al Real Colegio San Pablo junto con sus primos. Y para que eso pase aun faltan un poco mas de dos años, Elisa, Neal y Archie no están listos.

- ¿Eso quiere decir que, si pretende seguir con esta idea, dejara que Anthony se gradué del colegio y después hacer oficial el compromiso?

-Te prometo que no se casaran hasta que Anthony este listo para llevar los negocios de las familias, así les daremos tiempo de crecer madurar y posiblemente hasta que se enamoren el uno del otro. - dijo la tía abuela de forma tranquilizadora.

Se quedaron callados un momento, hasta que George intervino.

-Yo informare a William de todo esto y te aseguro que velare por Anthony y su bienestar también.

-Acepto, pero con una condición.

La tía abuela no esperaba eso, así que se puso un poco nerviosa y dejo que continuara el señor Brown.

-En caso de que Anthony conozca a alguna chica y se enamore, espero que se respeten sus sentimientos y se le permita anular el compromiso con Elisa Leagan.

-Yo también apoyo la petición de Vincent, tía abuela.

- Esta bien acepto su condición, todo sea por el bienestar de las familias. - Elroy no estaba muy de acuerdo con esta propuesta, pero ya se le ocurriría algo para hacer que Anthony se enamorara de Elisa.

Después de esa charla, todos se fueron al comedor a disfrutar de una cena familiar. Mientras que los tres primos disfrutaban de una plática divertida en compañía de Vincent Brown, la tia abuela observaba con detenimiento e ideaba un plan para llevar acabo su cometido de hacer que la nueva pareja se enamorar realmente, sin contar que los hechos venideros podían cambiar sus planes.

En ese mismo momento George se retiraba para ir en busca de William Albert e informarle todo lo sucedido en su ausencia. Albert estaba en la casa de Lakewood tomando un descanso, lo que no sabían es que él había conocido a una niña pecosa y llorona, en sus largos paseos por los alrededores de la mansión y que le había robado el corazón debido al parecido con su hermana.