La historia no es mía pertenece a Kyōko Mizuki. Yo solo quiero divertirme un rato con el personaje de Elisa y los demás. También es para entretener a quien me lea sin fines de lucro.

CAPÍTULO VII

(Acá una introducción: es posible que el lenguaje sea fuerte y las acciones también, si son sensibles a estas cosas es preferible que no lo lean. Y bueno anunciando quiero que recuerden que Archie bebe después de la partida de Candy a México y ahí el solo tiene 13 años porque sólo le lleva un año a Candy, así que no se vayan a escandalizar por lo que lean abajito)

La tía abuela tuvo que salir de improvisto, ni si quiera se enteró del problema de Elisa. Cuando los esposos Leagan preguntaron por ella en la hora de la comida, solo se les dijo que había recibido un telegrama de carácter urgente y por tal razón no regresaría hasta pasado mañana. Después de eso la mucama comenzó a servir la comida. Debido a que la matriarca no estaba, el señor Legan se sentó en la cabecera de la mesa, Sarah a su lado derecho y Elisa al izquierdo, Neal estaba junto a Elisa aunque jerárquicamente ese lugar no le correspondía y Anthony junto a Sarah, Archie y Stear estaban el primero junto a Neal y el segundo junto a Anthony. Todos comenzaron a comer, Elisa mientras comía lloraba quedito, trato de quedarse en su habitación alegando que estaba indispuesta pero su padre la sacó a gritos de ella y tubo que bajar.

-Querido- dijo Sarah con tono un tanto sarcástico.

-Si, querida- el también empleo ese tono. Sara torció los ojos al escucharlo.

-Me parece que sería una grosería irnos de Chicago sin despedirnos de la señora Elroy.

-¿Qué? ¿Por qué nos vamos de la mansión tan pronto?- dijo Neal sorprendido.

-Tu hermana necesita instruirse de manera más estricta y severa, y en esta casa no se pueden dar estas condiciones, hay demasiada distracción.

Anthony se puso rojo como un tomate, así que decidió bajar la cabeza y concentrarse en su sopa y esto hizo que Archie y Stear lo vieran extrañados, Archie le patio un pie bajo la mesa para hacerlo verlo pero Anthony giró su rostro para no ver a nadie. Stear le pregunto en voz baja.

-¿Te sientes bien?-Anthony solo negó con la cabeza.

Sara vio que Elisa comenzaba a llorar más fuerte así que intervino.

-No me has dado una respuesta Daniel.

-Porque sigue siendo la misma Sara.- sus tonos eran tan sarcásticos que Neal mejor se puso a comer, se veía que pronto comenzaría una discusión.

- pero es de mala educación de despedirnos de nuestra anfitriona, lo tomará a mal mi tía y eso no es bueno para Elisa y los negocios.

-¿Así es como ves a Elisa como un negocio?

-No me hables así frente a los niños y yo no dije eso.

-Nos vamos y es mi última palabra, no quiero a ese muchacho cerca de Elisa. ¿Queda claro? En una hora los quiero a todos listos para irnos.

Todos voltearon a ver a Anthony que estaba casi por esconderse bajo la mesa, la única que no volteó fue Elisa pero comenzó a llorar muy fuerte como una niña de cinco años. La comida se volvió un caos, Sara solo se levantó de la mesa y salió del comedor furiosa.

Elisa quería salir corriendo de ahí pero no podía pararse sola y mucho menos correr, le dolía mucho su trasero ya que era la primera vez que la golpeaban. Neal al ver a su hermana tan mal trato de consolarla.

-Calma Elisa ¿quieres que te acompañe a tu habitación?- Elisa solo movió la cabeza afirmativamente.

Neal esperaba que se pusiera de pie y entonces se dio cuenta, Elisa se movía extraño y le extendió la mano para que se tomara de él.

-¿Qué tienes? ¿Por qué te mueves así?

-Papá me pego, por culpa de Anthony- y comenzó a berrear una vez más.

Neal, Archie y Stear vieron a Anthony con cara de no entender y Anthony estaba cada ves más mudo pero tenía unos ojos de sorpresa al haber escuchado que Elisa lo culpaba, cuando ella había sido la que quería obligarlo a besarla. Neal no pudo más con su tambaleante hermana y se la llevó, intentaría descubrir qué pasó de boca de Elisa cuando llegaran a su recámara.

Cuando se habían marchado los dos hermanos Legan del comedor Archie por fin le pregunto a Anthony.

-¿Por qué dice que por tu culpa le pegaron?

-No fui yo. Ella lo provocó todo y no sabe asumir su culpa.

-Anthony ¿Nos quieres contar lo qué pasó? Te noto muy perturbado- dijo Stear más sereno siempre que los otros dos.

-De acuerdo les contaré pero vámonos de aquí.

Los muchachos se fueron al salón donde estudiaban y donde por las noches jugaban ajedrez. Se sentaron en la sala y entonces Anthony se decidió a hablar.

-Elisa me beso

-¿Quéeee?- los dos hermanos dijeron a la par.

Archie se levantó al bar, tomó una copa y se sirvió de una botella de coñac un poquito, después tomó otra copa, hizo lo mismo y se la llevó a su primo. Este la tomó para asombro de Stear.

-¡¿Qué están haciendo?!, la tía abuela solo nos permite beber en reuniones y fiestas.

-¡Vamos Stear! En árabes papá nos dejo tomar lo que quisiéramos del bar y además necesitamos estos tragos. No escuchaste ¡Elisa lo beso!- dijo un Archie muy resultó tomando su lugar y dándole un trago a su copa.

-Está bien, solo porque no está la tía Elroy pero dejen me sirvo una copa.

Mientras Stear se servía en el bar su copa, Anthony que no había bebido más que una copa de vino en fiestas probó su coñac y no le molestó.

-¿Así que en Arabia se portaron mal?

-Un poco, pero se trata de ti no de nosotros.- dijo Archie

-Bien les cuento, antes de que fueran por mi al lago Elisa se me acercó y después me pego los labios a la boca, yo me sorprendí y cuando traté de decirle que no abrí la boca y ella la abrió también, así que nos besamos más intensamente supongo porque hasta sentí su lengua. Y me dejo todo babeado.

Los otros dos comenzaron a reír bajito, Anthony para no volverse a poner rojo bebió de su copa un poco ceñudo.

-Vaya así que hoy te dieron tu primer beso, pero no fue un beso común si no un beso francés.

-¿Qué es eso de beso francés? Y tu ¿Cómo sabes tanto Archie?¿Que acaso Annie Britter te dio uno?.- Comenzó Stear burlándose de su hermano.

-Claro que no y menos Annie Britter si hasta aveces pienso como no pierde la voz si no habla.

-Pero bien que escribe no hermano y tu también. Todas las noches que recibes carta de ella, te inspiras y le devuelves una más grande.

-Cállate Stear, deja de burlarte de mi.-

Anthony no sabía si el coñac o las burlas de sus primos le habían quitado el nerviosismo, de nuevo estaba alegre y reía de sus ocurrencias.

-Ya deja que nos explique sus experiencias de seductor- el rubio se tapo la boca con la copa para disimular una sonrisa.

-¡Que no son mías! Bueno se acuerdan del profesor François- los demás asintieron con la cabeza- bien pues él si que le daba besos franceses a Klara en lo que llegábamos al salón de música, la recargaba en el piano y la tomaba de la cintura y la besaba hasta sacarle el aire. Klara se ahogaba supongo porque respiraba entrecortadamente y decía el nombre del profesor con dificultad. Después las manos del profesor viajaban por debajo de la falda, pero deje de espiarlos porque la tía abuela me descubrió y después lo corrió. Klara fue enviada a México porque dijeron que estaba en cinta del profesor o eso escuché en las cocinas.

Los dos muchachos estaban más sorprendidos por las cosas que sabía Archie siendo el más joven de los tres, que por lo que contó de Klara.

-Ok, pero lo qué pasó con Elisa no fue así, además no les he acabado de contar. Después de que estuvimos en el lago pasamos por las caballerizas se acuerdan para acortar camino.

-Así fue- corroboró Stear- y si recuerdo bien yo iba charlando contigo y fuiste muy descortés al dejarme hablando solo.

-Discúlpame, pero no fue mi intención. Elisa me llamo y no se..sentí que debía ir porque… pues… me beso y ahora hay una amistad más cerca… supongo, le debo respeto… y un lugar… o algo así…no se como decirlo…, digamos que la deshonre un poco y ahora tengo que cuidarla.¿ Si me entienden?

-No en realidad, porque desvariaste mucho; pero continúa con la historia.- dijo Archie apremiándolo.

-Bueno me hizo entrar en el establo de los caballos y ahí me pregunto qué si ya no la quería, porque me había besado y después me quería obligar a besarla en eso llego el tío Daniel y nos regañó. Se quedo castigando a Elisa, vi que se iba a quitar el cinturón pero nunca pensé que se atrevería a golpearla. Por lo visto si lo hizo.- Anthony terminó su relato y de los nervios que comenzaban a invadirlo una vez más. Prefirió tomar de un trago su coñac aunque eso no fue mejor ya que le dio una punzada en la cabeza por la bebida tan fuerte.

Stear y Archie se quedaron callados pensando, Archie se acabó su copa y como no sabía aún qué decir se levantó a servirse otra para él y una más para su primo.

-Archie, deja de beber tanto. Te vas a enfermar, aún estamos jóvenes.- dijo Stear con autoridad, Archie hizo caso omiso y le pregunto a Anthony mientras le daba la copa.

-Pero dinos Tony ¿Qué se siente que te besen?

-Realmente no lo se estaba muy asustado para pensar si me gusta o no, ademas hablamos de Elisa y ella ni siquiera me gusta.

-¿Sabía igual a como se ve?

-¿Cómo? De que hablas Stear ni que estuviera comiendo un postre.

-Pues es que ella es presumida y amargada, pensé que sus besos serían amargos.

Los tres muchachos comenzaron a reír de las ocurrencias de Stear y justo en ese momento entre Sara. Que los vio molesta.

-¿Qué hacen aquí?

-Nada especial- dijo Anthony

-Le pueden entregar esta carta a la tía abuela, si fueran tan amables.- Stear dejó su copa en la meza de centro y la tomó.

-por supuesto

-¿Y que hacen bebiendo?

-Eso no es de tu incumbencia, además ¿no ya te ibas?

-Archivald, eres un grosero con tus mayores. Deberías hablarme de usted y no atreverte a hacer esos comentarios.

Después de eso Sara salió furiosa de la sala y los muchachos volvieron a reír.

-¿Y díganme, que tanto hicieron en Arabia?

Sara siguió su camino dejándolos charlar, al parecer no habían puesto atención a la discusión que tuvo con su esposo en el comedor. Después de eso se dirigió a la salida donde sus hijos ya estaban en el auto y su esposo esperaba a que ella subiera.

El trayecto a Lakewood era largo, cerca de cuatro horas en auto hasta la casa de los Legan, Neal iba leyendo un libro, Elisa ya no lloraba pero veía con tristeza por la ventana, mientras se movía incómoda en un cojín de plumón que le había puesto su madre en el asiento del auto para no padecer tanto dolor en el camino, Sara dormitaba del otro lado de la ventana y el señor Legan iba en el asiento de enfrente junto a Stuart el mayor domo.

Llegaron ya entrada la noche a la mansión, todos fueron a sus recámaras Elisa ayudada por su madre hasta la puerta, ahí pidió a una de las mucamas ayudará a su hija a subir a su habitación y después mandara a poner agua caliente pues debían curarle las heridas del trasero, que no eran más que unos cuantos moretones.

Después de instalarse y ver qué Elisa estuviera descansando de tan penoso día que había pasado, todos cenaron en sus habitaciones y se fueron a dormir.

Al día siguiente el señor Leagan salió muy temprano a una reunión que tenía con sus socios y Sara fue a ver cómo estaban sus hijos, Neal desayuno y se fue a montar a caballo. Elisa que ya estaba como si nada, estuvo merodeando la casa mientras su madre salía a hacer las compras.

En ese momento Elisa llegó hasta donde estaban las habitaciones de los empleados. Mary platicaba con Katy sobre su nueva vida de casada. La joven Katy de escasos 17 años se había casado con él caballerango de la mansión que tenía 21 años. Ambos se habían enamorado y decidieron casarse para poder estar juntos y felices.

-¿Y como te va con tu nueva vida Katy?

-Bien solo que aveces Joe no me deja descansar lo suficiente y aquí hay mijo trabajo.

- Debes establecerle reglas, no diario hay que cumplir con el deber de esposa. Además si sigues así pronto te hará una panza y creo que aún es pronto.

- lo se, pero debo cumplir con mis obligaciones. Y si llega un bebé será una bendición.

-pero deben cuidar su trabajo, no creo que a los señores les guste tener pequeños por aquí. Al menos cuídense hasta que tengan algo para ustedes.

-La verdad Mary no sé cuidarme Mary y dudo que él quiera hacerlo porque es muy impetuoso.

-En ese caso cómprate un ungüento de esos que son para no embarazarse, uno se lo embarra ahí y puede hacer todo con el marido.

¿Hacer que? Se preguntaba Elisa, subió a su recámara a estar ahí y pensar lo que había escuchado antes de que su madre volviera y comenzara a cuestionarla.

Los días siguieron pasando así, Elisa cada que podía iba hasta las habitaciones de los sirvientes y escuchaba pláticas de mujeres casadas para conocer que pasaba si uno besaba mucho a un muchacho y si era muy mal visto.

Una de las tardes en que su madre volvió a salir y su padre estaba en la biblioteca revisando algunos casos Elisa fue hasta donde estaba la habitación de Katy, había estado observando días antes como su esposo la besaba y ese día se escuchaban gemidos saliendo de la habitación de la pareja, Elisa se asomó por el picaporte de la puerta y vio un poco más de lo que hacen más mujeres casadas. No fue gran cosa pues Katy solo estaba sentada en las piernas de su esposo y este le tocaba la entre pierna por encima de la ropa. Justo en ese momento iba pasando Mary que vio a la niña muy entretenida y la llamo para quitarla de ahí, Elisa se asustó y salió corriendo. Mary llamó a la habitación de Katy y los regañó por no estar trabajando y haciendo perversidades a plena luz del día.

Mary fue a buscar a la señora Legan pero al no encontrarla penosamente fue a hablar con el padre de la niña, al que le dijo que Elisa llevaba días espiando a las sirvientas casadas de la casa. Su padre salió hecho una furia al cuarto de la niña y entró sin llamar. Elisa estaba sentada en su escritorio sin hacer nada esperando el momento en que la regañaran, pero su padre entró la jaló del brazo se sentó en la silla la puso sobre sus piernas y le comenzó a dar fuertes nalgadas.

La niña comenzó a gritar y llorar como desesperada, llevaba más de 10 nalgadas cuando Sara Legan entró corriendo a ver qué pasaba.

-No, ¿porque la golpeas?- Trató de detener su mano para que parara pero este se sacó y continuó.

-Porque tu hija se está convirtiendo en una mala muchacha y al paso que va se volverá una cualquiera.

Sara se quedo en shock y ya no hizo nada por detener el castigo, después de unas treinta nalgadas, Daniel Legan salió de la recámara de Elisa.

-Entra a verla y ayúdala a levantarse y a curarse. Después bajas y hablaremos.

Sara entró a la habitación donde encontró a Elisa que aún lloraba y temblaba, la levantó y la acomodó en la cama boca abajo, mando a pedir agua caliente para curarla, le levantó el vestido y bajo su ropa interior. Esta vez si tenía marcas rojas en sus nalgas y estaban comenzando a ponerse moradas, además de que estaba muy inflamada. La curo con el agua tibia para bajar la inflamación, pero la niña volvió a llorar de dolor, hasta que aplicó un ungüento y se quedó dormida.

Sara esa noche hablo con su marido acordaron que Katy y su esposo irían a vivir fuera de la casa o quizá hasta serían enviados a México para que Elisa dejara de interesarse en cosas de adultos. También se acordó que llevarían a una amiga para Elisa, una niña de su edad con la que pudiera hablar y estudiar. Así ella ya no prestaría atención a cosas para las que era demasiado joven.

A la semana siguiente Stuart fue a buscar a una niña de diez años al orfelinato que estaba cerca de la mansión Legan, George le había hablado de ella y él platicó con su jefe de la niña, la que le pareció perfecta para ser compañera de Elisa pues se había criado sin maldad y de forma humilde. Algo que le hacía falta a sus hijos sin duda.

Elisa había sanado después de una semana terrible donde no se pudo sentar, ni caminar por varios días, justo a tiempo para recibir a su futura dama de compañía.

Y de esta forma fue como Candy llegó a sus vidas una mañana, donde la recibieron con un balde de agua helada.