CAPITULO XI
Los días siguieron pasando, Pero para mala suerte de Elisa el siguiente día que le tocaban lecciones con los chicos Andrey, despertó con una gran mancha de sangre en su camisón. Al ver esto llamo pronto a la mucama para que limpiara y le preparara el baño, era la tercera vez que le llegaba su menstruación y sabía la rutina que venía.
Su madre la mantendría cautiva y no podría pasar tiempo con sus primos sin una chaperona, y lo que menos quería era que esa horrible niña fuera con ella a todos lados. En seguida llegó Dorothy y comenzó a limpiar.
-No quiero que nadie sepa que tengo la enfermedad de cada mes. Me escuchaste Dorothy.
-Si señorita.
-Trae las compresas a escondidas, mi mamá no debe saber porque se pone furiosa si hago algo de lo que no debo en estos días, ademas ya estoy en edad de cuidarme sola con respecto a esta enfermedad y prefiero que nadie sepa.
Elisa se arregló y aparento que no tenía molestias, las veces pasadas su menstruación la hacía sentirse indispuesta y todo la molestaba, esta vez intentaría que nadie lo notara y menos este día que por fin vería a Anthony.
Elisa escogió su vestido amarillo, no era el color apropiado para estos días pero si su madre notaba el cambio de color en su ropa, enseguida se daría cuenta y tendría que esperar otra semana más para ver al rubio.
Elisa bajo a desayunar como si nada, su madre la veía extraña pero trato de no darle importancia, Neal y ella al terminar se despidieron y se fueron caminando a la mansión de las rosas. Candy había desayunado con ellos pero la mandaron a su habitación porque estaba castigada, ademas Sara no quería que estudiara con sus hijos y que mucho menos se relacionara con los muchachos Andrey. Tenía que aceptarlo aunque no le gustara nada, esa muchachita era linda con su cabello rubio casi rojo y sus ojos verdes. Pero nadie podía ser más linda que su hija y menos una harapienta que había llegado a su casa por un capricho de su esposo.
-Querida voy a salir a la ciudad ¿se te ofrece algo?
-No por ahora, pero quizá vaya de visita más tarde con Elisa al pueblo. Me parece que le hacen falta algunas cosas.
-Bien, ya sabes cárgalo a la cuenta de los Legan para que me pidan el dinero más tarde.
La madre de Elisa se quedó en casa haciendo el inventario de la despensa y viendo que todo estuviera en orden con la servidumbre.
Mientras tanto Elisa y Neal llegaban a la mansión. En cuanto bajaron Elisa corrió a la biblioteca, pero ahí aún no había nadie. Neal entró tras ella.
-Hermanita creo que llegamos temprano
-No importa así podré verlo llegar y Neal siéntate enfrente, quiero a Anthony a mi lado.
-Elisa.- dijo un sorprendido Neal.
En ese momento Anthony y los otros entraron, venían platicando animadamente, así que no prestaron mucha atención a los hermanos.
-Eso quiere decir que vendrá a verte ¿no es así?.- Stear no aguanto la risa y se carcajeo
-Si madre quiere saludar a la tía abuela y obviamente vendrá acompañada de su hija.-Dijo Archie muy serio.
-Lo que no tamos es que a ti te agrada la idea de verla.- dijo el rubio
-Es bonita y no lo voy a negar, solo que es muy tímida.- Archie encogió los hombros y por fin vio hacia la mesa.
-Archie creo que ya tienes novia- Anthony comenzó a reír junto a Alister.
-No soy el único, mira la tuya te espera.- Archie le dio un golpecito en el hombro a Anthony y a este de inmediato se le borró la sonrisa.
Elisa tenía cara de pocos amigos, no le había sentado nada bien que estuvieran hablando de otra señorita y menos que dijeran que era bonita.
-Buenos días Anthony… Stear y Archie.
-Buenos días Elisa.
-Stear no quiero ser grosera pero antes de que te sientes, reserve ese lugar para Anthony.
Stear entendió y se puso en la cabecera de la mesa. Archie se sentó junto a Neal a lado de su hermano y a Anthony no le quedó de otra que sentarse junto a Elisa. Toda la clase la pelirroja no presto atención, solo miraba al rubio y el maestro terminó por retarla, aunque ella se hizo la victima argumentando que la lección era muy difícil y que si Anthony podría ser su asesor hasta la siguiente clase para poder dar seguimiento. El maestro dijo que sí y el rubio solo asintió con molestia.
Había llegado la hora de dar por terminada la lección, Elisa se sentía incómoda antes de que la reprendieran había sufrido de un cólico muy fuerte y sintió cómo salía demasiada sangre de ella. Pero trato de no darle importancia. Todos se levantaron y ella fue la ultima. Anthony de regreso a ayudarla por ser todo un caballero, en ese momento Elisa volvió a sentir un cólico más fuerte y se desmayó. Las sirvientas pronto llegaron en su auxilio y fue llevada a una de las habitaciones de huéspedes. Sara fue informada de inmediato y corrió a ver qué había pasado con su hija.
La tía abuela estaba tan preocupada por lo qué pasó que no dudo en llamar a un médico, el doctor examinó a Elisa y en ese momento se percató de que su falda estaba toda manchada, así no podría ir a su casa y que vergüenza que le pasara todo eso en casa de Anthony. El doctor habló con la tía abuela y le dijo que era probable que el esfuerzo del estudio le haya caído pesado a la joven y que era tan joven y delicada que debía permanecer en cama esa tarde. Así que decidieron no moverla.
Sara después de escuchar el informe del médico volvió a casa a buscar ropa para Elisa, estaba tan molesta que no quiso ni verla, Elisa se había quedado acostada esperando que nadie quisiera saludarla por el momento pues estaba realmente indispuesta, el plan no había salido del todo bien para ella. Y comenzaba a pensar que su madre se había enojado pues la sirvienta que le asignaron le dijo que llegó y se retiró.
Una hora más tarde Sara entró a la habitación de Elisa, Sara no dijo nada se acercó a la cama donde su hija estaba sentada esperándola y le dio una bofetada.
-Que te he dicho Elisa de cuidar tu virtud, parece que no te he enseñado nada en estos meses.
-Mamita- Elisa estaba llorando mientras se tocaba la mejilla que le ardía mucho.
-No me quieras engañar, seguramente esto no es un accidente. Quieres echar todo a perder. ¿Qué crees que pasaría si supieran que una señorita estuvo entre tantos caballeros en tu estado? Debiste traer a Candy contigo o simplemente no asistir. No quiero que se repita.
Elisa solo bajo la mirada y seguía llorando en silencio pero con mucho sentimiento. Su madre le dejó la ropa en la cama para que se arreglara, era un vestido color azul marino, no tan ajustado como los que venía usando y muchas otras prendas para que no se notara su estado. Lo último que escucho decir a su madre antes de salir fue "huy que vergüenza con la tía abuela"
Elisa se cambió y se arregló, no quería salir hasta que le dieran el alta y al parecer su madre ya se había ido o eso pensaba. Pero no bajaría a ver ya que no quería que la volvieran a retar.
Mientras tanto en el solario se servía un almuerzo, ya que la tía abuela había recibido la visita de Jean a Ritter y su hermosa hija Annie. Sara por estar en ese momento ahí fue invitada y como se iba a tratar de una conversación de damas Annie fue enviada en compañía de una sirvienta con los muchachos.
Neal no dejaba de verla mal y decidió que molestaría a su primo Anthony, Stear estaba muy animado enseñándole su último experimento a Annie y Archie, una pluma de tinta invisible pero que al momento de intentar leerla no aparecía.
-¿Annie y a qué se debe la visita de tu madre?- Pregunto Stear
-Quiere pedir consejo sobre alguna escuela de modales para señoritas. Piensan que estoy en edad de instruirme para ser una dama.-Annie contesto muy bajito y al momento se ruborizó mucho.
-¡oh! ¿Pero no tienes algún profesor privado?-pregunto Archie
-Si pero creo que piensan que necesito un poco más de ambiente para socializar.
-¡oh ya veo! Deberías visitarnos más, nosotros podríamos ser tus amigos no es cierto hermano.- dijo un Stear muy animado pues pensó que habían intimidado a Annie ya que era evidente su timidez y que por eso buscaban consejo.
-Si, nosotros seremos tus amigos. ¿No quieres que practiquemos un poco con el piano?- Archie se había puesto nervioso por lo que su hermano dijo, así que su salida fue ir a tocar el piano.
Neal aburrido de ver qué Anthony no le prestaba nada de atención y que se quedaba pensativo todo el tiempo, se acercó con los otros tres a molestar a la tímida amiga de los Cornwell.
-Así que eres hija de los Britter.
-Si
-Pensé que sólo habían tenido una hija Kasy o no se como se llamaba porque si se que murió.
-Cállate Neal, esa no es manera de referirse a los muertos. Que falta de respeto Para con nuestra invitada.- Archie se molesto y veía a Annie nervioso. Ya que la ojiazul se había quedado muda y había dejado de tocar.
-Solo quería hacer tema de conversación.
-Eso no es modo de tratar a una dama. ¿te sientes bien Annie?
-Si se ha puesto mal que suba a acompañar a mi hermana, sería más interesante charlar con ella que con la tinta dama de compañía que nos trajeron a casa.- Neal salió de la habitación. Estaba muy aburrido y salió a pasear al jardín.
-Discúlpalo Annie.-Dijo Stear.
-Si me disculpan les pido un permiso.- Annie salió de la habitación pues no sabía que decir.
Anthony que estaba absorto en su encuentro con cierta niña rubia, solo puso atención a la frase final, sobre qué Elisa tenía una dama de compañía.
-¿Qué dijo Neal acerca de una dama de compañía que está en su casa?
-No lo sabemos,¿a quien le interesa? No viste acaso que fue muy grosero con Annie Britter.- dijo Archie aun molesto.
-Disculpa, no le preste mucha atención a tu novia. – dijo Anthony a modo de broma.
-No empiecen con eso, ella me cae bien y me conmueve que sea tan tímida.- dijo Archie un poco preocupado.
-¿y a ti que te pasa que estás por las nubes?- pregunto Stear
-a mi nada, luego nos vemos.- Y Anthony salió de la habitación.
En el camino que la llevaba al solario Annie se encontró con su madre y le preguntó que pasaba. Annie contó lo de Kasy y le dijo que puso tan nerviosa que prefirió retirarse
-Querida Annie ¿Por qué no vas a visitar a Elisa? Está en el segundo piso en la tercera puerta. Recuerda que ella fue amable contigo al invitarte a su presentación. Podrías intentar hacerte su amiga.- dijo Jean dándole una caricia en la mejilla a su hija.
-Si mamá.
Annie subió hasta donde estaba Elisa. Llamo a la puerta y Elisa la hizo pasar.
-Hola Elisa soy Annie Britter, quizá ya no te acuerdas de mi.
-Hola Annie, si te recuerdo estabas en mi fiesta de presentación. Me llevaste unos guantes de obsequio. ¿Cierto?
-Si, así es.
-mmm eran simplones pero es de esperarse siendo como eres.
Annie se quedó callada mientras veía como Elisa trataba de humillarla. No entendí como su madre quería que fueran amigas si la pelirroja era grosera.
-Veo que eres tímida, ven siéntate.
-Gracias.
-Dime Elisa, y cuéntame ¿ a qué han venido de visita?
-La señora Elroy es muy amable con mi familia y mi madre quería hacerle una cortesía.
-Aahh pensé que querían que te hagas amiga de Archie.
-Bueno… el es un caballero y me agrada platicar con él.
-y muy buen partido, si mi Anthony no me hubiera preferido sin duda me hubiera encantado que Archie fuera mi novio, es el segundo más guapo después de mi novio Anthony claro.
Annie solo se ruborizó, no le estaba gustando como era Elisa y que fuera tan descocada.
-Y dime Annie ¿ ya te beso?
-ohhh no, apenas cruzamos algunas palabras y solo somos amigos. Tengo que cultivar esa amistad o eso dice mi madre.
-Si eso sería lo mejor, yo pase mucho tiempo con Anthony antes de que nos hiciéramos novios y ya ves hasta nos casaremos cuando seamos mayores. Te confesaré algo querida Annie ya que veo que se puede confiar en ti. Anthony y yo ya nos besamos.
-ohhh pero eso no es un pecado.
-Según Daisy y Megan, espero que las conozcas son mis amigas de Chicago. Bueno ellas dicen que no es malo que si ya eres una mujer es correcto y también es correcto ya sabes, dejarlos tocar.
-Daisy y Megan son muy mayores para ser amigas de las cuales uno deba fiarse.
-Te equivocas Annie, mi madre me deja escribirles seguido y siempre me invitan a todo. A mi me gusta su compañía. Aunque por el momento solo mantendremos la amistad por cartas. Y Megan me dijo que ya está comprometida.
-Mi madre no me deja hablar con ellas son muy mayores y no se saben muy buenas cosas de ellas.
-Se entiende de ti Annie, ya que eres una niña.
-¿Cómo dices?
-Si no dudo que tu aún no sangras como yo. No creas que estoy aquí por un resfriado, me dio la enfermedad de cada mes y me sentí mal, pero ya debes saber todo eso, si es que eres una mujer. O como yo una Dama.
Annie no supo que responder, ella aún no tenía la menarquia y tampoco estaba segura de que le gustara ser amiga de Elisa, presumía mucho y la trataba mal. Pero no pudo contestar pues en ese momento entraron Sara y Jeane a ver a sus hijas.
-Hola señoritas, ¿encontraron de que hablar?- pregunto Sara
-Si mamá, espero que Annie y yo seamos amigas.
-Si será un gusto para Annie, poder tener a alguien de su edad para hablar. -dijo Jeane- pero por ahora debemos irnos, le prometo señora Legan que la visitaré pronto y traeré conmigo a Annie
-Así lo espero señora Britter.
-Vamos Annie despidámoslos de la familia Legan y la familia Andrey.
Annie y su madre se despidieron de Elisa y su madre y bajaron a despedirse de la señora Elroy y los muchachos. Annie tímidamente le pregunto a los hermanos Cornwell si podía escribirles, ellos le dijeron que con gusto. Eso alegro mucho a Annie ya que podría cartearse con Archie y así volverse más unidos como dijo Elisa.
