Pasaron los días después del incidente en la mansión de las rosas, Elisa solo se le permitía estar en su habitación pero se negaba a estar con Candy, así que la rubia se había puesto a hacer varias tareas en la casa para entretenerse, porque aunque no le decían que limpiara o ayudara ella pensaba que tenía que trabajar, porque le gustaba sentirse útil.. Aunque cada que le pasaba algo era regañada y confinada a su recámara. Una de las tardes en que Candy fue castigada Elisa escuchó lo que su madre le decía.
-…. Parece que no te interesa. Me estás escuchando niña. Si te preocuparas podrías ser un miembro de los Legan.
Después de eso cerró la puerta y bajo las escaleras, pues estaba vestida para salir. No aviso a su hija que saldría, pero a Elisa no le gusto que su madre le dijera a esa rubia odiosa que podía ser miembro de la familia. Así que aprovechando que no estaba su madre, Elisa salió a ver a su hermano.
-Neal
-¿Qué quieres hermanita? ¿Ya te quitaron el enclaustramiento?
-No digas tonterías, mamá salió así que decidí asomarme un rato al menos en casa. Pero ¿Qué crees que escuche?
Elisa le contó lo que alcanzó a escuchar, Neal solo veía a su hermana.
-Le estás dando demasiada importancia a un comentario que le hizo mamá, dudo que ella quiera que sea parte de nuestra familia.
-Aún así Neal lo mejor será que le digamos lo de Klint para que la eche de una vez. Además Candy no quiere estar conmigo.
-Pero si eres tu la que no ha querido estar con ella en tu habitación. Hasta la han puesto a estudiar dos horas en la biblioteca.
-¿Qué dices? ¿No querrán mandarla a estudiar con nosotros a casa de Anthony o si?
-No lo creo, si no me hubiera acompañado a estudiar hoy que fui y la única novedad es que Annie Britter estudiará música con nosotros una vez a la semana, pero no se ha establecido que día.
-¿Qué? No quiero estudiar con nadie que me aleje de Anthony.
-Cálmate Elisa, Annie solo tiene ojos para Archivald y ya te dije no se sabe aún qué día de la semana estudiaremos música.
Elisa regreso a la casa para que su madre no la fuera encontrar caminando por ahí, había recibido una semana de confinamiento absoluto y aunque se le permitía que Candy fuera a su recámara ella no la llamaba para nada. La maldita huérfana no debía saber las desgracias que le pasaban. Además seguramente se asustaría tanto como Annie Britter cuando le dijo que Anthony y ella se besaban. Si definitivamente no había señoritas con las que hablar porque todas aún eran muy niñas y como decía su madre "Elisa ya era toda una mujer" por fin entendía porque tenía que cuidar su virtud y sus modales.
Al regresar de hacer algunas compras la señora Legan dejó salir a Elisa por fin, le reviso la temperatura y le pregunto como iba con su enfermedad, que si ya casi no sangraba podía salir, pero solo en la casa y sus alrededores.
Elisa fue a la terraza con su hermano que estaba descansando ahí después de una mañana de estudios y de equitación.
-Así que aquí estás.
-¿Ya te dejaron salir?
-Ya madre vino a verme y dijo que puedo pasear por casa, hasta me compro unas botas nuevas.
-A mi también hermanita.
Se sentaron a tomar un zumo, justo en ese momento vieron salir corriendo a la rubia con dirección al establo.
-Mira ahí está Candy.
-Va al establo a encontrarse con Klint
-Se me ocurre una idea ya que te han dado el alta.
Los dos hermanos se fueron al salón de descanso donde estaban sus padres.
-Mamita- Elisa abrazo a su madre.
-Mamita se nos ocurre que podríamos dar un paseo en el carruaje pequeño.- el mayor de los hermanos hablo
-Si mamita vamos juntos.- dijo Elisa muy emocionada.
-Esto no es usual.
-Hace un día estupendo, sería muy divertido salir los tres juntos. Elisa insiste en ir contigo.-presiono Neal
-Me parece una estupenda idea, vayan diviértanse y lleven a Candy con ustedes.-dijo el señor Leagan que repentinamente estaba muy alegre.
-¿Candy también?- pregunto Elisa con tono ingenuo.
-Si, ella es tu compañera ¿no?
-Ajá, pero no está en la casa Padre.- dijo Elisa
-¿Dónde está?- Daniel Legan voltea a ver a Sarah.
-Me preocupa su carácter fuerte-Sarah se levantó y salió tras sus hijos para ir por el carruaje.
Elisa, Neal y su madre llegaron al establo y Sara se llevó una gran sorpresa al notar que Candy estaba escondida ahí y que junto a ella había un pedazo de pan.
-¿Has robado el pan de la cocina?
-este… no.
Neal tomó el pan con el trinchó para apelmazar paja y dijo con una sonrisa malvada.- Alguien del hogar de pony es muy glotón, tomaste el pan de la cocina y viniste a comerlo a escondidas al establo.
-No fui yo- se trato de defender la rubia pero guardo silencio, si no delataría a Klint.
-¿entonces quien si no entonces?- interfirió Elisa viéndola con maldad.
Neal comenzó a buscar en el establo algo que la delatara, e intentó buscar a Klint dentro de la paja pero este se escondió más.
-Pensaba llevarte de paseo con nosotros, pero después de ver esto no lo haré, Candy irás a tu ático y te quedarás ahí, hasta que te avise. Vamos niños, vayamos a disfrutar de nuestro paseo.
Los tres Leagan salieron a pasear en el carruaje, mientras Candy regresó a su recámara a pensar en lo que le dijeron.
-Mamá déjame llevar las riendas de Cleopatra. Vamos Neal hasta a un lado.
-No puedes todavía Elisa- dijo su madre en el asiento de atrás.
-Si que puedo, mira.
-Elisa ten cuidado- advirtió Neal ya que la pelirroja había tirado muy fuerte de la tienda y los hizo dar un jalón, pero demostró que podía hacer avanzar el carruaje y se fueron a disfrutar de la tarde.
En el camino mientras Elisa dirigía el paseo se encontraron con los tres primos Andrey que estaban a caballo paseando.
-Buenos días- dijo Sara e hizo que Neal tomara las riendas para ir más despacio
-¿Cómo está usted tía Sara?-dijo Stear
-Muy bien niños, vinimos a disfrutar del día como ustedes. ¿Anthony no vas a saludar a la hermosa Elisa?- Presiono
-Hola Elisa, te ves muy linda hoy.- dijo Anthony toma sol la mano y depositándole un beso casi a la fuerza mientras Sarah los observaba complacida.
-Bueno tía Sarah será mejor que nos retiremos, no queremos preocupar a la tía abuela prolongando nuestro paseo.- Intervino Archie siendo el más educado y galante de los tres.
- Comprendo, mándenle mis recuerdos y díganle que estamos deseoso por que llegue su invitación, y Anthony no te olvides de visitar a Elisa.
- Lo haré.- dijo El rubio, sin mirar a Elisa.
- Adiós Anthony, te esperare pronto.- Elisa le guiño un ojo y su madre la sentó bien en su lugar los chicos se fueron.
Neal continuó con el paseo, y cuando ya no se veían los muchachos Andrey. Sara no perdió oportunidad para regañar a Elisa.
-Elisa no te quiero volver a ver ese comportamiento, puedes hacer pensar a Anthony que no eres una dama. Neal vamos a casa ya me dio una fuerte jaqueca.
Ambos hermanos solo asintieron y Neal dio la vuelta a Los caballo
