La historia de Candy Candy no me pertenece es de la escritora Kyōko Misuki, yo solo se la tomo prestada sin fines de lucro para divertirnos un poco con los personajes.
Este capítulo puede contener escenas que dañen la sensibilidad de las personas que lo lean.
La tarde caí y mientras a lo lejos se escuchaban unos cascos de caballo galopar más rápido de lo que deberían, Daniel Legan había escogido la habitación de enfrente que daba a la entrada principal como su alcoba un lugar impregnado de esplendor y acabados muy elegantes, Daniel se detuvo por un momento de su ardua tarea al escuchar que se acercaba un carruaje, comenzó a arremeter intensamente para por fin llegar al tal esperado climax, justo cuando estaba por estallar, le tapó la boca a Marie la sirvienta que recién se había casado con su novio y a la que Elisa espiaba, que gemía sin parar, pero fue demasiado tarde pues Dorothy los escucho claramente teniendo relaciones sexuales. Los golpes no se hicieron esperar.
-Señor, disculpe que lo moleste mientras descansa pero la señora y los niños ya están por llegar.
Daniel no disimuló sus jadeos, con la mano cubriéndole la boca a Marie siguió con su faena y contestó.
-Gracias, … Dorothy… ya terminó.- en ese momento estalló en el interior de Marie que abrió los ojos más grandes y sacudió negativamente la cabeza.
El señor Legan se desplomó sobre ella, pero enseguida se recuperó y se quito de encima de ella, la tomo del brazo y así sin vestir la llevó hasta el vestidor y la dejó ahí, en seguida regreso con la ropa de ella y se la aventó al suelo. Marie quería comenzar a vestirse pero él le dijo.
-¿Que haces? Luego te vistes, sácame el batín de terciopelo caoba, voy a fingir que estaba durmiendo. Mientras salgo a entretener a mi esposa e hijos, arregla la cama de mi mujer y mía que no quiero levantar sospechas.- Después de eso le dio una nalgada excesivamente fuerte
Marie sobándose el trasero y casi a punto de llorar, por fin hablo.
-Señor Daniel, otra vez se vertió en mi y tengo mucho miedo de que me enferme de niño. Que le voy a decir a mi esposo el por ahora no quiere y su esposa me va a echar.
- No te va a echar, no la dejaría, crees que quiero perder a alguien con la que copulo tan rico, cúmplele a tu marido hoy y mañana y toda la semana, de la misma forma que me cumples a mi y todo arreglado. Y ya apúrate que bien que te gusta tener dos hombres.
Marie se puso rápido la ropa mientras el señor salía al balcón a saludar a su mujer y a sus hijos, la sirviente lloraba en silencio mientras acomodaba la cama impecablemente, ella sabía que al patrón no le importaba y prácticamente su novio se casó con ella porque supo que él la forzó por primera vez y después de ya no saberla pura solo la quería para gozar de sus derechos conyugales. Pero nunca le dijo que el señor Legan llevaba meses teniéndola de cortesana en su propia casa. Además la sirvienta no se atrevió a decir pero tenia ya dos meses sin que le llegara la regla y eso fue antes de su boda, así que lastimosamente la verdad saldría a la luz.
-¿Disfrutaron del paseo, chicos?
-Si papá muchísimo- dijo Elisa melosa.
-¿Dónde está Candy?
-Aahhhgg te diré- dijo Sara muy molesta- No se que hacer con ella.
Sarah subió de inmediato a su alcoba con su marido, en el camino se encontró con Marie que iba en el mismo pasillo de su habitación y cargaba unas sábanas. La vio con sospecha pero siguió su camino.
-Ya estoy aquí, querido. Bien, no me andaré con rodeos, Candy robó pan de la cocina.
-¿Dices que robó pan?
-Si y estoy convencida de que una niña del hogar de Ponny no es buena para Elisa, lo mejor sería una niña de buena familia.
-Y yo estoy convencido de que nuestros hijos deben relacionarse con una niña como Candy.
-No puedo responsabilizarme de semejante criatura.
-Bien yo hablaré con ella, hazla ir a la biblioteca por favor.
-Como tú digas, y una cosa más Marie no tiene porque encargarse de nuestra alcoba yo encomendé a Dorothy y que recuerde las sábanas que llevaba Marie esteraban limpias, ¿Por qué las ha cambiado?
-Derrame té sobre ellas, querida en el desayuno pero no te quise molestar con eso.
Sara solo lo miro incrédula, pero no discutió y fue a su salón de costura para hacer llamar a Candy.
Elisa y Neal mientras tanto descansaban en la terraza.
-seguro la echarán en cuanto papá sepa que roba pan y lo come a escondidas- dijo Elisa muy contenta
-Eso espero hermanita.
-Señoritos, sus padres los esperan en la sala, tienen que comunicarles algo.
-Excelente, haya vamos- dijo Neal frotándose las manos de triunfo.
Los dos Hermanis se dirigieron a la sala, pero la única que estaba ahí era su madre leyendo un libro.
-Madre, ya estamos aquí.
-Siéntense su padre no tardará.
Los hermanos sonrieron alegres e intercambiaron miradas de complicidad, en ese momento llegó el señor Leagan.
-Ya hable con Candy y hubo un mal entendido el pan lo tomo para darle de comer a su coati y le permito quedarse con él. .
-¿Cómo Klint está aquí? Pero si le pedí que lo echara.- ¿y desde cuando está ese animal aquí?
-Desde que lo echaste de la casa- dijo Neal
-Candy mintió mamá, nunca echó a Klint y lo escondió en el establo.- siguió Elisa sisañoza
-¿Se puede saber porque ustedes no me lo dijeron antes?
-De acuerdo que se quede pero tiene prohibido entrar a la casa.
-Ya se lo he dicho querida.
La señora Legan en ese momento salió a ver cómo jugaba Candy con el coati,
-Tengo otro anuncio que decirles, saldré de viaje por mis negocios unas semanas. Ya sabían que sería pronto así que les comunico que me iré mañana.
-Haré que se prepare todo lo que dispongas- dijo Sarah diligente.
-Muy bien, en mi ausencia quiero que se lleven bien con Candy.
-Si papá, dijeron los hermanos- estaban desilusionados porque no consiguieron nada.
Esta tarde Sarah estuvo entretenida organizando todo lo del viaje de su marido, este aprovechando su distracción se llevó de nuevo a Marie a los establos.
-Señor, es muy arriesgado nos descubrirán.
El señor Legan manoseaba sin recato a la sirvienta y comenzó a despojarla de sus enaguas y a desabrocharle la blusa.
-Entiende Marie no te veré en unas semanas, necesito irme completamente satisfecho.
Desnudó a La mujer con parsimonia y se bajo los pantalones la tumbó boca abajo en la paja y le dio varios azotes antes de penetrarla con violencia, estuvo así largo tiempo, entre los azotes que hicieron gritar a Marie y los gemidos del hombre perturbaron los caballos y la señora Legan que iba a ver que el coche estuviera listo para mañana fue a ver que pasaba.
Se asomó por una rendija del establo al ver que había luz y su ira no la permitió hacer ningún ruido, vio a su marido copulando con la mucama y lo dejo hasta que terminara. Espero un rato más considerable y no apareció hasta que vio salir corriendo a la muchacha, en ese momento entro tomo un fuete y golpeo a su esposo en la espalda.
-Quiero que me expliques inmediatamente qué está pasando con esa ramera.
El señor Legan le tomo el fuete con una de sus manos y lo mantuvo colgando de su mano mientras se terminaba de arreglar la camisa dentro de los pantalones.
-Nada querida, simplemente que ella me da lo que tú me niegas por derecho y obligación.
- ¿Estas diciendo que es culpa mía?
-Si, tu no cumples con todos tus deberes de esposa, así que yo hago uso de mi título de patrón y empleo a mis empleadas en lo que me plazca.
- Quieres decir que seguirás con esto.
-Por supuesto.
-¿Y si sale preñada? Como paso con la otra.
-Tu eres la que siempre se encarga de desaparecer a mis bastardos.
- Eres un miserable, manchando así el honor de nuestra familia. Y en la casa donde tienes a nuestros hijos, aah ahora lo entiendo, cambiaste las sábanas porque eres tan cerdo que llevaste a tu ramera a nuestra alcoba y a nuestro lecho.
-Nuestra alcoba nada más, pues hace mucho no es nuestro lecho.
-Quiero que la despidas, no quiero a tu hetaira en nuestra casa. O se va ella o se va Candy.
- No se ira ninguna de las dos y te pido que te controles, yo seguiré con lo mío y cuidarás de Candy, la gente ya sabe que la trajimos aquí y no se verá bien que la gran Señora Legan eche a una niña huérfana de casa por un capricho.- Sarah abrió mucho los ojos, pues el señor Legan la había jalado del brazo y la amenazaba con el fuete. Cuando la soltó por fin pudo decir lo que quería.
-Y no será que el encaprichado es otro y Candy es tu bastarda o la quieres tener aquí en lo que crece y convertirla en tu nueva meretriz, para cuando te aburras de Marie.
-No digas disparates querida- el Señor Legan le dio un beso en los labios a Sarah y con una sonrisa burlona se fue.
Sarah se quedó sola en el establo y se derrumbó llorando sobre la misma paja que había sido el lugar de una nueva infidelidad de parte de su esposo.
BUENO ESTO ES TODO POR AHORA, ESPERO QUE EL GIRO QUE SIO LA HISTORIA LES VAYA DISIPANDO ALGUNAS DUDAS DE PEQUEÑOS GUIÑOS QUE DEJE POR AHÍ, Y ESTOY DISPUESTA A CONTESTAR ALGUNAS PREGUNTAS SOBRE EL RUMBO QUE TOMA LA HISTORIA. PERO NO DEJEN QUE SUS IDEAS DIVAGUEN DEMASIADO, CANDY Y TERRY ESTARÁN JUNTOS Y A ANTHONY NO LO VOY A DEJAR CON ELISA.
GRACIAS POR LEERME SELENYTY, GUEST, CONNY Y ARMÓNICA. ESPERO QUE LES GUSTE ESTE NUEVO CAP.
A TODAS LES DESEO UNA LINDA LECTURA.
