La historia de Candy Candy no me pertenece es de la escritora Kyōko Misuki, yo solo se la tomo prestada sin fines de lucro para divertirnos un poco con los personajes.

El siguiente contenido puede tener escenas que dañen la sensibilidad de las personas, si no les gusta este tipo de historias absténganse de leerla.

Hola a todxs los que me leen, les agradesco a quienes me leen en silencio y a los que le dieron Seguir o favorita a la historia, espero que les siga gustando.

Comercial sobre las actualizaciones: estoy tratando de publicar una vez a la semana, solo cuando sean capítulos largos se los pondré en la misma semana para no estar esperando se que es muy feo esperar las actualizaciones, así que intentaré que sea más periódico. Las semanas pasadas no había podido como les dije por trabajo y porque mi papá está delicado de salud, y estaba en el hospital y con todos los trámites. Pero espero seguir ya con ritmo por qué las cosas ya se calmaron.

Selenityneza: si a mi tampoco me gusta este señor Leagan, pero necesitaba tener a alguien más malo que Sarah para que digamos "esa Eliza es un engendro" por los padres que tiene obviamente y como tú disfrute mucho escribir el baile, como quedan en mal, pero de ahí se desatan muchos acontecimientos que obviamente benefician y perjudican a Candy. Si Elisa y Anthony sienten deseo y ganas de experimentar como Neal dijo Elisa se vuelve permisible con Anthony y él pues tiene ganas de curiosear. Te agradesco escribirme en cada uno de los capítulos, me dejas muy contenta cuando te leo pues veo que sigues la historia en cuanto público y eso me dan ganas de comenzar otro capituló para que lo leas pronto. Y espero tengas bonito verano y nos leemos en el siguiente capítulo.

ArmonicadeTerry: Hola, si te entiendo cuando me dices que no repita la historia y por eso siempre trato de hacer un resumen cuando las acciones serán las mismas, pero no la puedo cambiar porque es contar la historia de Candy Candy desde los ojos de Elisa, y aveces es necesario para que no me pierda en tiempo y espacio, trato de ponerles cosas diferentes y poner siempre lo qué pasa con Elisa, los muchachos y Annie, por eso Candy siempre va en segundo plano, pero te cuento un secreto Candy es muy fuerte porque aveces no se deja y tiene que salir en la trama todo el tiempo. Y te cuento Terry ya viene les dejaré una pista de él, obviamente él no va a interactuar con los Andrey aún pues falta yo calculo que unos 5 capítulos para llegar a verlo, pero vamos a ver algo fundamental para él. Te agradesco me sigas leyendo y que me escribas, ten bonito día y nos leemos en el próximo capítulo.

Guest: gracias por siempre darme ánimos, me gusta que te guste la historia, me gusta que sean los dos o tres de la mañana cuando la subo tú eres la primera en leerla y en dejarme palabras bonitas para que siga adelante, y si Elisa es muy libertina y malvada por eso Archie le dice que es una zorra disfrazada de dama.

ManaGarez: muchas gracias que linda y qué bueno que escribiste me gusta leer sus comentarios, cuando veo que llega uno lo leo de inmediato en mi mail y juro que me sacan una sonrisa, ya con eso me aseguran un día muy feliz, no hay nada que me haga más feliz que saber que les gusta lo que escribo, intentaré checar que no haya tantos errores de dedo, porque como ando escribiendo desde mi celular aveces se auto corrige y yo ni en cuenta hasta que ya lo leo en fanfiction, pasando a otra cosa ya viene Terry no tarda mucho y con respecto a lo que me preguntaste si tengo redes sociales, si tengo pero ahí solo aveces comparto cosas de Candy las enfoco a otras cosas, principalmente a mis gatos XD, en todos lados estoy como "risumimiecha" y si quieres que te avise porque veo que no tienes cuenta en FF, déjame tu mail en un mensaje privado y te aviso cuando suba un nuevo capítulo y te paso una página de FB donde colaboro y yo creo que pondré el link de cada capítulo. .

Ahora si comenzamos…

CAPITULO XIX

La fiesta terminó y todos se retiraron, como deseo Annie en un principio su madre al reconocer a Candy fingió una terrible migraña y después de dejar bailar a su hija con el joven Cornwell cuatro piezas se retiraron, justificándose al decir que eran los que vivían más lejos y debían volver a Chicago pues el señor Britter tenía juntas de negocios al otro día, la familia Legan fue de las últimas en marcharse, en primer lugar porque los tres paladines de Candy no dejaban ir a la rubia y en segundo lugar porque Elisa estaba encaprichada con que Anthony le prestara más atención a ella por ser su novia.

El trayecto fue corto pero aún así las emociones de la tarde, el haber golpeado la puerta para escapar y bailar como nunca lo había hecho hizo que la rubia se durmiera en el auto de inmediato, tanto así que al bajar todos del auto la señora Legan ordenó que subieran a Candy al desván pues no quería verla.

Elisa y Neal entraron a casa cansados y serios a pesar de haberse divertido al final de la fiesta, Neal iba más que serio aletargado pues había comido mucho y por primera vez había tomado cinco copas de vino, el señor Legan fue llevado arriba casi a rastras pues nuevamente estaba muy bebido sin embargo ahora no hizo escándalos pero se le había soltado un poco la lengua en el auto y se le había salido para gran enfado de Sarah que Candy se parecía tanto a la madre de Anthony que era difícil no apreciar su belleza. "Candy es una pequeña dama y ahora se porque Anthony se prendo de ella, pues es igual a la hermosa Rosemary". A Elisa este comentario le sentó tan mal que todo el camino en el auto iba aturdida no pudo decir nada.

Cuando Elisa y su madre se quedaron a solas en el vestíbulo, la pelirroja iba a comenzar las escaleras, tan callada como venía en el auto, pero su madre le pregunto.

-¿Pasa algo Elisa?-Sara en verdad estaba preocupada pues su hija primero estaba contenta y ahora triste.

-Mamá- Elisa corrió a abrazarse de su madre.

-Elisa ¿que tienes mi princesa?¿porque lloras así?

-No me gusta Candy, porque es más bonita que yo , hasta mi papá lo dijo a mi nunca me ha dicho dama.

-Eso no es cierto Elisa, tú eres más hermosa que ella y más fina, tus modales son perfectos y ella no es más que una huérfana sin educación.

-No la quiero, no la quiero, porque me quito a Anthony y él es mío.

-Te prometo que mañana lo arreglaremos, pero ya no llores, cálmate.

Elisa no se calmó siguió llorando tanto y que fue perdiendo el aire y se desmayó.

-Stuart pronto, mi hija.- gritó Sarah muerta de miedo.

El mayordomo cargó a Elisa y con ayuda de Mary la subieron a la habitación, Dorothy llevó las sales y entre la mucama y Sarah la reanimaron.

-Elisa ¿ya estás mejor?

-Si mamá, pero no quiero a Candy aquí.

-No te mortifiques más, lo arreglaré ahora mismo.

Sarah salió de la habitación de su hija y fue directo a la suya.

-Te exijo que eches a Candy de aquí, casi le da un ataque a Elisa por como se comportó, no la quiero dentro de la casa me oíste- Le grito a Daniel.

El señor Legan estaba borracho pero no al grado de ser inconsciente, así que tomo a Sarah de lo hombros y la sentó en el pequeño diván que tenían en su recámara.

-Escucha y que te quede claro pues es la última vez que me gritas.- dijo tranquilo pero se notaba determinación en su voz.- No voy a echar a Candy a ningún lado porque ella es la hija de…-Daniel se dio cuenta de su imprudencia y se quedó callado

-¿de quien es hija? Habla.

-Olvídalo nunca lo sabrás, pero te lo advierto Sarah si no quieres que Neal se vaya a un colegio militarizado y Elisa a un convento, no te metas con Candy.

-Es hija de la ramera esa ¿verdad?-Sarah se preguntaba si realmente era la hija de Sophie la que fue nodriza de Eliza pero ¿como saberlo si nadie sabía que la abandono bajo un árbol en la nieve?

-Ya déjame Sarah, me iré a buscar mejor compañía.

-En la casa no te quiero revolcándote con esa otra cualquiera.- Sarah estaba casi fuera de si.

-Nadie dijo que fuera estar en la casa, se coge mejor en el establo, deberíamos de probar un día, a la mejor y se te quita el mal genio, ademas querida no queda decirle a Marie que es una cualquiera pues si quiera a ella si la desvirgue y no como tu que llegaste a mi estrenada.- Daniel Legan se fue de la habitación riéndose y dejo a Sarah muy enojada al borde de las lágrimas.

La señora Legan estuvo sentada frente al balcón observando, vio cuando su marido se metía al establo con la mucama, no los vio salir hasta casi al amanecer, después de observar por casi toda la noche se le ocurrió una idea magnífica, mandaría a Candy a dormir ahí, en cuanto su marido se quedara dormido mandaría a poner la cama de la huérfana que estaba enlodando el nombre de su familia y se vengaría de la nueva aventura que pasaba en sus narices.

Daniel Legan se acosto y se quedó dormido de inmediato, no se dio cuenta del ajetreo que había en la casa, la pequeña rubia había salido a dar un paseo cerca del lago para acompañar a su pequeño coati. A su regreso se llevó la peor de las sorpresas, todas sus cosas estaban siendo sacadas por los empleados de la mansión y la señora Legan, Neal y Elisa estaban parados a la entrada viendo.

-¿A caso no sabes que tú no eres nuestra hija Candy?- Sarah seguía furiosa.

-Lo sé- dijo Candy tranquila

-Bien, pero tal parece que aveces se te olvida, así que no está demás que te lo recuerde.

-No te creo, ayer te comportaste como si fueras la hija de los Legan y si lo supieras no te hubieras comportado así.-Chillo Elisa.

-Actuabas como la hija de los Legan-dijo Neal seguro.

-No, me comporté igual que siempre- dijo la pecosa para defenderse.

-Estás engreída porque unos chicos fueron un tanto amable contigo- La cizaña de Elisa era evidente.

Al ver que por último sacaban su cama se quedó muy asombrada la pequeña pecosa.

-Desde hoy cambias de cuarto.-dijo Sarah

-¿Dónde iré, voy a dormir en el jardín?- dijo Candy un poco asustada.

Sarah sin piedad señaló hacia un costado -Ahí, en el establo.

-Pero señora-dijo Candy con un tono de disculpa.

-Este es el lugar adecuado para ti- de le había acercado Neal y se lo dijo muy cerca de su oreja.

-Podrás meditar en buena compañía sobre tu vanidad.- secundó Elisa – Sabes, si él se entera de que vives en un establo, no te volverá a mirarte jamás.- término con maldad.

-Bien niños ya vamos, Stuart el automóvil de inmediato- dijo Sarah feliz de ver cómo su hija marcaba el límite con Candy.

-Si quieres, puedes jugar con los caballos, quizá ellos te enseñen modales- dijo Neal y se fue riendo.

La pequeña rubia se quedó parada ahí en el jardín y después de intentar no llorar entro al establo.

Mientras tanto en el auto Elisa y Neal iban muy felices.

-Esta sin vergüenza no volverá a fijarse en Anthony ¿verdad mamá?- Elisa no podía dejar de sonreír

-Que bueno, ya no tendremos que soportarla dentro de la casa- siguió Neal.

-Y el establo ya no será un buen lugar para los encuentros de su padre.-Sarah habló sin pensar.

-¿Dijiste algo mamá?- Pregunto Neal extrañado y en ese momento Elisa que ya no dijo nada recordó cómo su padre tenía sexo en el establo y se ruborizó.

-Nada, son tonterías. Iremos con la modista y a saludar a la familia Britter antes de que vuelvan a Chicago.

Unos minutos después de que se habían marchado Anthony llegó caminando a la mansión Legan y le pregunto al jardinero si ya se habían marchado sus primos y su tía.

-Solo se quedó el patrón pero no estará disponible hasta la tarde- todos sabían que el señor Legan tenía una aventura con la mucama y que en ese momento la tenía en su habitación y ahí la tendría hasta que se cansara de ella o hasta que su esposa volviera.

-Bueno al menos no me molestarán, vine por el abono que me prometiste para mis rosas. Y otra cosa¿No viste a Candy?-preguntó el rubio

-Debe estar en el establo, ahora duerme ahí.

-¿Qué?- En ese momento vio a Candy de lejos y la saludo ya sin esperar respuesta del jardinero.

Los dos rubios estaban muy ruborizados, Candy camino hasta el con una gran sonrisa y este le correspondió.

-Hola Candy

-Hola Anthony. Me alegra verte, Elisa y Neal salieron a la ciudad.

-Por eso vine, no me llevo muy bien con ellos, aunque me obligan siempre a acompañar a Elisa. ¿Pero y tu porque no saliste con ellos?

-No me gusta- Candy se notaba triste.

-Te tampoco te llevas bien con ellos ¿verdad?-Candy no contesto pues no quería hablar mal de la gente que a pesar de todo le daba techo y comida.

-Anthony, está listo, son todos los que tengo.-Los interrumpió el jardinero.

-oh! Pero cuantos son, no se si podré llevarlos todos o será mejor que de varios viajes.

-¿Por qué no le pides ayuda a Stear y Archie? -Sugirió Candy

-No están, al ver que la tía abuela salía a unos asuntos, ellos se escaparon porque llegó la gran actriz Eleanor Backer con una obra y dicen que quieren verla, hasta conseguir su autógrafo.

-¿Quién es ella?- pregunto Candy pues no sabía nada del teatro.

-Una muy hermosa actriz de Nueva York, es la más linda un tiempo estuvo retirada pero volvió a las tablas y ahora es muy exitosa.

-Espero un día saber más de ella.- dijo Candy interesada. – bien les ayudaré, tengo bastante fuerza.- Candy cargo los costales con sus brazos pero realmente eran pesados para ella.

-¿Tu?- dijo Anthony sorprendido, el rubio la siguió cargando el también algunos costales-camina despacio, tenemos que llevarlos hasta el portal de las rosas.

-Me parece que no puedo llevarlos a ningún lado- en ese momento la pequeña rubia se tropezó con una piedrita y se cayó, tirando todo, Anthony se preocupó y corrió a ayudarla.

-¿Estás bien Candy?- el rubio le tomo una mano para ayudarla a levantarse y en ese momento se dio cuenta que Candy tenía la piel muy gastada y lastimada, se sintió culpable por hacerla trabajar extra y porque se dio cuenta que la vida con los Legan era muy difícil y triste.

Candy le quito la mano pues se avergonzó de que él la viera como una sirvienta, nunca la había tratado así pero al ver sus manos tan maltratadas seguro pensaría lo peor de ella.

-No debiste ayudar- dijo Anthony muy enojado consigo mismo por no proteger a Candy y haber actuado igual que todos los niños mimados al solo pensar en él.

Candy se quedó ahí en la casa Legan, triste porque pensó que Anthony ya no la vería bonita como le había dicho Elisa. El muchacho rubio se fue a su casa y siguió haciendo sus vueltas para llevar todo el abono para sus rosas. Pensó en Archie y Stear y en lo bien que lo deberían estar pasando y no se equivocaba.

Los dos hermanos habían llegado muy temprano al gran teatro de Chicago para ver si podían ver a la maravillosa y hermosa Actriz, estaban en la acera viendo las fotografías que traía un vendedor y los jóvenes no se contuvieron en comprar una de cada una, para formar una colección, la tía abuela seguro los retaría por estar ahí y por gastar su mesada en tonterías pero no les importo.

-Te imaginas hermano, que ella nos firmara una de estas fotografías, sería invaluable. -dijo Stear soñador.

-Me imagino y para nuestra próxima escapada averigüemos en qué hotel se queda para poder visitarla, enviarle flores y así tal vez nos firme alguna.- Archie estaba viendo muy concentrado cuales llevar.

-Me encanta su hoyuelo- Stear se puso en medio de la acera, en ese momento y chocó con una dama muy bien vestida pero que traía un sombrero con rejilla que no dejaba observar bien su rostro. Ella al no prevenir el movimiento del chico de anteojos chocó con él y le tiró algunas fotos y ella soltó su pañuelo.

-oh usted disculpe Madame, estoy tan distraído que no me di cuenta que me puse en su camino- dijo Stear levantando las fotos y el pañuelo que enseguida se lo dio.

-No, fue tu culpa yo también estaba distraída- dijo la señorita Baker tapándose un poco más el rostro para que no la reconociera.

-Entiendo, es que estar aquí tan cerca de los actores perturba a todos, ojalá tenga una excelente tarde- Stear hizo una reverencia y dejó que la mujer continuara su camino.

La actriz continuó su camino y volteó a ver al moreno un para de veces.

-Que mujer tan bella, hasta pensé que era la señorita Baker, aunque ¿Qué andaría haciendo ella caminando fuera del teatro?- Archie estaba curioso pero volvió a concentrarse en las fotos y su hermano le siguió.

La hermosa rubia entró a una calle lateral al teatro y se metió en una puerta, se quedó parada cerca donde acababa de cerrar. Y pensó "que chico más amable, tenía más o menos la edad de Terry, ojalá mi hijo sea igual de amable que él, yo aún no puedo creer que lo haya visto hace un mes entre el público del teatro en Paris" "Es muy guapo y lo extraño tanto"

-Eli, te estamos esperando para el ensayo general, date prisa.

-Si, ya voy.- Eleanor se secó las lágrimas con su mano enfundado en un guante y se dirigió al escenario donde todos la esperaban. Pues no podía permitirse pensar en Terriuce G. Grandchester.