La historia de Candy Candy no me pertenece es de la escritora Kyōko Misuki, yo solo se la tomo prestada sin fines de lucro para divertirnos un poco con los personajes.
El siguiente contenido puede tener escenas que dañen la sensibilidad de las personas, si no les gusta este tipo de historias absténganse de leerla.
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Gracias por sus comentarios, vi que a todas les encantó la mención de Terry, es que quiero meterlo en la historia pero no tiene realmente una conexión con ellos hasta que no conoce a Candy en el barco, tengo una idea pero tendremos que esperar un poco más, pues ya saben que ya la van a mandar a México y se viene la adopción de Candy eso ya está súper cerca, y ya vi la indignación de todas por él comportamiento de Anthony, la verdad es que van muy rapidito estos dos, pero tranquilas ahí viene un freno porque los hechos se van a dar como se tienen que dar en el anime y en él manga, ademas Albert ya vio que cometió un error al no prestar atención a lo que George le decía, solo que si se fijaron el cree que Anthony y Elisa si se enamoran, pero eso es intencional, debe ser así porque si no arreglarían todo para que Candy se quede con Anthony y pues no porque este es un Terryfic y para mí será Terry y Candy por siempre. Ya vi especulación sobre quién es hija del señor Legan, eso falta para revelarse un poco y para aclarar Neal no es hijo del cocinero, si es del señor Legan pero supongo que en esa época al no haber pruebas de ADN siempre vives con la duda.
Bueno les traigo otro capituló por el que les debía de hace dos semanas, y ya ando escribiendo el de la otra semana, la verdad ando inspirada y sus mensajes me inspiraron más por sus conjeturas y por lo qué pasa en la mansión Legan, me hacen volar la imaginación y espero les guste este capituló.
Les mando saludos y agradecimientos a Selenityneza, Cristina Palacios, ArmonicadeTerry, Guest y Guest.
CAPITULO XXI
-Anthony! Stear! Candy se fue..-Archie llego muy agitado.
-¿Que dices?- Stear dejó caer su llave inglesa y le dio en el pie. Anthony solo se paró junto al inventor para esperar a que Archie aclarara lo que estaba diciendo.
-Yo iba a casa de Elisa para ver a Candy y saber cómo le había ido con su visita, cuando llegue ella se estaba subiendo al auto, con la hermana que vino a verla y la tía Sarah los despedía.
-Archie alcancémoslas en mi auto- terminó Stear y ambos se subieron, estaban esperando que el rubio hiciera lo mismo.
-¿Qué esperas no vas a ir con nosotros? -Archie estaba desesperado
-No creo que se haya marchado, tal vez la acompaño y al rato volverá.- dijo Anthony fingiendo estar tranquilo.
-Estás muy raro Anthony desde que saliste con tu novia ayer por la tarde, te noto cambiado. Pero más tarde hablaremos de esto.- Los dos hermanos se fueron
Anthony se quedó parado viéndolos partir, en su mente rondaban preguntas como ¿Porqué no fue con ellos? ¿Por qué ahora no aclaró que Elisa no era su novia? Y porque se despertó pensando tanto en ella. ¿Por qué tampoco le aclaraba a ella que no eran novios? Y ¿Por qué la seguía besando? El rubio caminó hasta la casa de Elisa, la acababa de ver ayer pero quería saber también si estaba en lo correcto con Candy.
Pidió a la sirvientes llamara a Elisa, está al saber que Anthony la buscaba corrió a retocarse y se acomodó la ropa, por suerte había escogido un vestido viejo que le quedaba pequeño y la hacía enseñar demás el escote. Elisa salió de la casa agitada y muy feliz.
-Anthony viniste.- La pelirroja le extendió la mano y Anthony la besó.
-¿Cómo estas querida Elisa?¿Te gustaría caminar un rato conmigo?
Elisa no tardo en agarrarse del brazo y se fueron atrás de la casa donde había más hierba y árboles tupidos. En cuanto estuvieron a solas y sin que los viera nadie Anthony no supo porque la beso, más demandantemente, se sentaron en un banco de madera que lo ocultaban unos árboles Anthony la sentó en sus piernas, besarla y abrazarla hacían que Elisa estuviera tranquila y contenta, así que decidió entre besos sacarle la información, le subía y le bajaba la mano por la cintura cuando le pregunto.
-¿No dijiste que saldrías hoy al pueblo?- un beso en el cuello.
-Aaahh si, pero Candy está usando el auto en este momento, llevaron a la Hermana María al hospicio de donde la sacaron. Aahh-Elisa estaba haciendo unos sonidos con la garganta que hacían que Anthony la apretara más contra él.
-¿Se fue de vacaciones?
-No, solo la fue a dejar. Ojalá se la llevara para siempre.
-Mmm- Anthony al escuchar lo que quería no pudo más y sin querer se cayó con Elisa del banco quedando ella bajo él, la falda del vestido se subió un poco dejándole al descubierto las rodillas, Anthony le puso una mano que le subió hasta medio muslo, no pasó de ahí porque sabía que no llegaría a tanto con ella pero su escote lo provocó, ademas había soñado con eso. No aguanto más y le toco la zona del escote, hasta el grado de darle besos en el inicio de los senos.
Las caricias estaban siendo más atrevidas y Elisa estaba muy acalorada, sintió algo nuevo una humedad que le invadía su intimidad, se sonrojó más y soltó más gemidos, en eso se escuchó a Neal buscándola. Anthony la soltó y se pararon de inmediato esta vez Elisa pudo notar los cambios en el cuerpo de Anthony y cuando iba a preguntar el rubio la interrumpió.
-Vamos, discúlpame Elisa me sobre pase esta vez, pero me gusta como te ves hoy. Arréglate un poco y vayámonos o Neal nos verá y nos regañarán.
-No te disculpes, el miércoles que viene podemos continuar con esto si te parece bien.
-S si si, ya veremos.
Cuando la vio arreglada el rubio salieron como si se levantaran del banco, y le hizo señas a Neal.
-¿Qué hacen ahí? -Pregunto Neal receloso
-Nada, había mucho sol y le dije a Anthony que nos sentáramos aquí.
-Pero estás muy ruborizada como si hubieras estado bajo el sol.
-Tiene muy poco que nos acabamos de sentar aquí dábamos un paseo por el lago.- terminó Elisa
-Ya llegó el auto¿ nos vamos o que?¿Quieres venir Anthony?-dijo Neal brusco.
-¿Dónde está Candy?- Pregunto Elisa sin quitarle los ojos de encima a Anthony.
-No se, Stear y Archie la trajeron antes pero como mamá salió con papá, ella se fue con ellos no se a donde.- Neal comenzó a caminar pues ya quería llegar pronto a la ciudad.
-¿Me pueden dejar en mi casa?- Anthony no quería ver ni a Candy ni a Elisa en ese momento.
Se fueron los tres y dejaron a Anthony que iba muy callado, cuando bajo del auto beso la mejilla de Elisa y se fue, después de eso se dirigió al jardín donde cortó una rosa color de rosa con mucho cuidado.
Los chicos y Candy estaban en el pueblo tomando zumos en la única cafetería del lugar, ya que la habían ido a perseguir y cuando llegaron a la mansión Legan solo estaba Neal, decidieron que hacía mucho calor para desperdiciar el día, estaban en abril, aún era primavera y era una buena oportunidad para llevar de paseo a Candy, Anthony no estuvo en casa y ellos pensaron que había ido con Elisa nuevamente pero no dijeron nada.
Al llegar a la cafetería estaban platicando de su aventura en Chicago, pero no llevaron las fotografías por las prisas de salir rápido en busca de Candy.
-Es increíble, un día te llevaremos al teatro con nosotros Candy.- dijo Archie
-Debimos traer una fotografía para Candy hermano, pero como me distraje con una dama con la que choque.- dijo Stear
-El tonto de Stear creyó que la mujer con la que chocó era Eleanor Baker- Archie estaba sonriendo.- El castaño estaba muy alegre, de poder estar con Candy un día como ese.
-Debe ser una gran dama- dijo Candy pensativa.
Después de estar un rato en la cafetería, pagaron la cuenta y justo cuando se fueron al auto, pues comenzaba a oscurecer y debían volver, Archie por fin se decidió a hablar.
-¿Quieres que te diga algo sobre Anthony?
-¿Qué pasa con él y donde estuvo todo el día?- pregunto curiosa.
-desde hace unos días se nota raro, para ser exactos el día que fuimos al teatro al regresar estaba triste.- terminó Archie
-fue por mis manos- dijo Candy muy sorprendida.
-¿Que pasa con tus manos?- Pregunto Stear
-Que no son bonitas como las de Elisa y las demás niñas.- La pecosa se puso triste.
-Eso no es cierto Candy, tus manos y tu son preciosas. Lo qué pasa es que tú haces más actividades y por eso crees que son diferentes, pero no es así.- dijo Archie tratando de animarla.
-Tu haces cosas maravillosas con tus manos y por eso lucen diferentes, como tu misma que eres una chica muy diferente a las demás.-
Después de esa plática subieron al auto y se fueron a la residencia de los Legan. Dejaron a Candy y esta se fue al establo a dormir, Stear y Archie vieron cómo entró y sintieron una punzada de dolor en su corazón, si pudieran harán algo más por Candy y decidieron poner su plan en marcha en cuanto llegara la tía abuela.
Llegaron a la mansión de las rosas y vieron a Anthony. Sentado junto a la chimenea, tenía en un pequeño florero la rosa y la observaba detenidamente.
-Te perdiste de un día magnífico, hubieras ido con nosotros a tomar zumos con Candy- dijo Archie sentándose en la sala.
-¿Dónde estaban Anthony? En la tarde pasamos por la mansión Legan y Neal dijo que habías ido a pasear con Elisa, pero no te vimos por ahí.
-Si estaba paseando con Elisa- dijo Anthony, la verdad es que no quería pensar en lo que hizo, pues él sentía que realmente le importaba Candy y sin embargo después de el fertilizante no la había visto y de eso ya había pasado casi una semana. Tomo la determinación por la mañana vería a Candy y ya no haría tantas tonterías con Elisa, debía comportarse si quería ganarse el amor de la pequeña rubia.- Le pregunté a Elisa por Candy y me dijo que acompañó a la hermana que la vino a ver, me entretuve con ella y después viene a casa, pensé que ya estarían aquí pero veo que llevaron a pasear a Candy.
-Anthony no entendemos algo, ¿si tú gustas de estar con Candy porque no dejas de besarte con Elisa?-pregunto Stear calmado, el suizo formular las preguntas ya que Archie estaba tan molesto que le quería dar un puñetazo en la cara.
-No se como hacer eso, debo pasar tiempo con ella por orden de la tía abuela y lo saben- dijo Anthony y encogió los hombros.
-Pero pasar tiempo con Elisa no es lo mismo que besuquearla y manosearla por todos lados, tú no eres así. La verdad es que te desconocemos.-por fin estallo Archie, Stear trató de calmarlo se dirigió al bar y sirvió una copa para cada uno como ya se había hecho costumbre cuando se confesaban cosas.
-Anthony, mírame a los ojos y dímelo,¿ te gusta Elisa?- Pregunto Stear
-Es bonita y me gusta besarme con ella, hoy me sobre pase un poco con los besos, pero conmigo ella es diferente no es tan mala como ustedes piensa. Pero Candy me gusta más es tan pura y tan dulce, parece un ángel. – Anthony estaba confundido y se dio cuenta al decirlo en voz alta.
-Nosotros sabemos que Candy gusta de ti y por eso solo somos sus amigos pero tú debes decidir porque los dos nos importan. Lo único que decimos es que te cuides de Elisa ella está creciendo rápido.- terminó el moreno
-Pero que salga con Elisa no tiene nada que ver con mis sentimientos hacia Candy, solo trato de hacer feliz a la tía abuela y al resto de la familia.
-Piensa en lo que tú quieres, eso sería lo mejor para todos- terminó el de anteojos.
Después de esa plática los dos hermanos se fueron a dormir, Anthony también se acosto y se propuso algo para el día siguiente.
En cuanto salió el sol, el rubio se dirigió a la mansión Legan, llegó hasta el establo y ahí la vio, había estado limpiándolo y entonces le dijo.
-Hola Candy- Anthony en las manos llevaba la bella rosa que había cortado y la escondió tras su espalda.
-Anthony- Candy estaba sorprendida
-Siento mucho lo del lunes- continuó el rubio.
-¿Por qué?
-Porque estuve mal, no debí pedirte que me ayudaras, siendo que trabajas tanto todo el día, por favor toma esta rosa que plante yo y te prometo una más hermosa para tu próximo cumpleaños.- dijo Anthony con mucho cariño
-Gracias, pero mi verdadero cumpleaños realmente no se…
-Pues ese es el punto en cuanto nazca la rosa ese día será nuestra próxima cita y festejaremos tu cumpleaños.- Anthony le extendió los brazos y le hubiera gustado mucho abrazarla pero Candy solo le dio las manos y él se las tomó- Ese día será tu cumpleaños Candy.
La pequeña rubia estaba muy contenta y sonreía mucho al escuchar algo tan maravilloso, viniendo del muchacho más apuesto que conocía hasta el momento. Anthony se despidió pronto pues solo había ido para decirle eso y no quería encontrarse con Elisa, así que volvió a casa y se ocupó de las rosas con más esmero. A partir de ese día sólo vio a Elisa el día que le correspondía y tomaban el té en el salón de Sarah bajo la supervisión de un adulto, la pelirroja estaba desconcertada y dolida, ademas ella hubiera preferido seguir experimentando pero algo había cambiado a Anthony.
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