Hola a todas y todos, los comentarios se los contesto en el siguiente capituló, vengo de rápido porque les subí el de la semana pasada y hoy el de esta, ando inspirada así que intentaré escribir dos capítulos más y me urge tener un stock porque ya se me van a acabar las vacaciones y yo los quería a todos ya en el San Pablo antes de regresar al trabajo. Bueno les mando saludos y que disfruten su lectura

La historia de Candy Candy no me pertenece es de la escritora Kyōko Misuki, yo solo se la tomo prestada sin fines de lucro para divertirnos un poco con los personajes.

El siguiente contenido puede tener escenas que dañen la sensibilidad de las personas, si no les gusta este tipo de historias absténganse de leerla

CAPITULO XXV

Anthony volvió casa de Elisa al medio día, quería hablar con la pelirroja sobre Candy y quería llevarle la rosa a la rubia. Llego al lugar y de inmediato se dirigió al establo, pero no notó que Elisa lo estaba viendo desde la terraza, vio cómo llevaba la única rosa en la mano y estuvo poco tiempo con la rubia pero salió sin la flor. Elisa se fue a la sala donde estaba su hermano y se sentó en una butaca desencajada, tenía pequeños temblores por el enojo, justo cuando Neal le iba a preguntar que le pasaba entro Dorothy.

-Señoritos, el señorito Anthony está aquí, quiere hablar con la señorita Elisa.

Los dos hermanos estaban sorprendidos.

-¿Quiere verme?- Pregunto la pelirroja incrédula.

-Hazlo pasar Dorothy- dijo Neal resultó.

-No, espera. Hazlo pasar a mi habitación y ni una palabra a mi madre.- dijo Elisa dominándose.

-Pero Elisa- protestó Neal

-Cállate, no tardaré veamos qué quiere.

Elisa subió a su recámara y se arregló un poco en eso llamaron a la puerta y Anthony entró un poco desconcertado al ser recibido en la habitación.

-Hola Elisa

-Anthony ven acércate siéntate a mi lado- Elisa estaba sentada en el diván que estaba a los pies de su cama con dosel.

-quería hablar contigo, es importante.

- Te escuchó- Anthony tomó asiento donde le indicaba y Elisa se le acercó tanto que pensó que se le subiría encima.

-Quiero pedirte que dejen de inculpar a Candy por lo de las rosas, yo se las regale y puedes constatarlo porque le acabo de traer otra, la que salió de la nueva estirpe.

-¿Qué? ¿Viniste a humillarme, a decirme que le regalas flores a otra chica cuando yo soy tu prometida?- Elisa se quito del diván y se paró junto a una mesa estaba a punto de llorar.

-entiende Elisa somos muy jóvenes y no creo que sea el momento para tener algo de lo que hemos tenido, te pido disculpas porque me he sobre pasado contigo y no está para nada bien, sabes que siempre estoy para ti pero por ahora no quiero que pienses que somos novios, deja que seamos mayores y maduremos más, así ambos sabremos qué hacemos lo correcto y que sentimos lo mismo.

-Pero que más quieres que sienta Anthony si yo estoy enamorada de ti, no te das cuenta por eso te permito que hagas esto- Elisa corrió y le tomo las manos a Anthony se las puso en sus ceños para que él olvidara lo que decía- qué quieres que haga más por ti. Acaso quieres que te de mi virtud ya para estar juntos, es que soy muy joven para eso pero si lo quieres estoy dispuesta a hacer lo que me pidas.

Anthony quito las manos, no soportaba ver a Elisa tan mal, su llanto la estaba ahogando así que no tuvo otra salida.

-Mira no estoy rompiendo el compromiso, solo estoy diciendo que me dejes crecer un poco más, te quiero Elisa pero aún no estoy listo para lo que tú quieres y esperas de mi. Por ahora porque no intentamos sólo ser amigos, prometo seguir visitándote y así nos conoceremos más.- Anthony la sentó en el diván, realmente le asustó lo que le dijo la pelirroja. También estaba dudando porque no sabía si uso las palabras adecuadas.

Elisa lloraba desconsolada, estaba en shock no había pensado que pasaría nada de esto.

-Solo te pido que dejen de culpar a Candy de cosas que no ha hecho.- siguió hablando él al ver que la pelirroja no contestaba.

-Lo único que te importa es esa huérfana, no solo fue por tus rosas, que no ves que también robó la cinta de Annie y que te está robando a ti.- Elisa grito por fin.

-Calma Elisa te estoy pidiendo un favor, podrás cumplirlo- Anthony no vio otra salida, levantó a Elisa del diván y la abrazó contra él la muchacha se resistió pero él siguió abrazándola. Elisa lo volteo a ver y Anthony le dio un beso, uno muy largo pensó que debía darle un beso de despedida para que la joven no sufriera tanto.

Después de eso, Anthony le dijo -espero que entiendas lo que te pido y que puedas cumplir el favor que te pido sobre Candy

Elisa se puso fúrica -me estás usando, me besas para sólo obtener lo que quieres y ayudar a esa maldita huérfana- se le acercó a Antony y le dio una bofetada- vete vete de mi casa ahora mismo.

Anthony no dijo más salió rápido de la casa tocándose la cara, después de que el rubio se fue, Elisa fue a donde estaba su hermano.

-¿Qué te paso? Le diste lo que quería.

-¡Esa maldita huérfana!- Elisa fuera de su aventó el florero que estaba sobre una mesa- Anthony le regaló la única flor a Candy a una chica que vive en un establo, debe estar loco y encima me pide que deje de acusar a Candy sobre el robo de las rosas y la cinta, ahora dice que fue él el que se las regaló.

-Y no es el único, Stear y Archie corren a ver a Candy cuando llegan a venir, no tienen ojos para nadie más.- dijo Neal pensativo.

-Es demasiado no puedo soportarlo mas- grito Elisa

-Quizá piensan que es la heredera de la familia- Neal encogió los hombros.

-Anthony me beso tan solo para llegar al trato y dijo que por ahora solo quiere verme como amiga- has algo Neal- las cosas fueron peor desde el baile cuando se interesó por la huérfana.

-Le daré una dosis- dijo Neal

-¿Ha Candy?- Pregunto Elisa

-No seas tonta hermanita, a un caballo. Mamá está apunto de estallar y correrla no la soporta, aprovechemos que papá tuvo que salir de emergencia para correrla.

Elisa y Neal al día siguiente pusieron en marcha su plan, vigilaron cada movimiento de la rubia, para cuando estuviera ocupada darle a beber algo a uno de los caballos que lo hiciera enfermar, cuando corrieron al establo, no alcanzaron a ver qué alguien se escondía detrás del poso. Albert quería ver con sus propios ojos cómo vivía Candy pero no alcanzó a ver algo realmente importante, porque en ese momento vio como Neal echaba un brebaje al agua de Cesar y corrió a impedirlo, Elisa estaba parada dando la espalda a la puerta y la aventó contra el corral del caballo, mientras le daba un puñetazo a Neal en la cara tan fuerte que de inmediato lo noqueó, derramó el agua y salió corriendo, alcanzó a ver a Candy y deseó no meterla en tantos problemas.

Elisa estaba aterrada y al ver a Candy salió corriendo, a pesar del miedo vio la oportunidad de culpar a Candy de todo, dijo que quiso envenenar al caballo y que Neal había salido herido al tratar de detenerla. Como la rubia dio a entender que Elisa mentía se le regaló por faltarle a sus patrones y cuando llegara la señora Sarah la reprenderían.

Las cosas no mejoraron para Candy pues Neal no recobraba el conocimiento y tuvieron que llamar al doctor para que lo examinara, cuando la señora Legan llegó estaba muy enojada y preocupada así que no reprendió de inmediato a Candy, todos estuvieron esperando dentro de la casa pero en los pasillos. A Neal se le pidió que tratara de recordar que había pasado, pero el moreno solo se quejaba del dolor que sentía. Cerca de las 9 de la noche Candy fue llamada para por fin decir que había pasado. El careo se llevó acabo, a pesar de lo que Candy dijo y del honor de la familia Legan, Neal la culpó pero Candy dijo que ella reconocía al que lo había golpeado y que podía traerlo.

Candy no volvió esa noche, Elisa le pregunto a su madre que haría si no volvía La rubia y su madre dijo que era decisión de la muchacha, si era de ese modo notificaría al hogar de Pony para que no volvieran a enviar ningún Niño de esa clase.

Elisa estaba radiante a pesar de la pelea con Anthony pero hablaría con la tía abuela al día siguiente.

Los tres jóvenes Andrey estaban concentrados en su plan, tan así que no supieron qué Candy nuevamente había desaparecido. Anthony iría por la mañana a buscar a Candy para llevarla con la tía abuela y que está fuera la nueva tutora de la niña, tal vez no la adoptaría pero si la protegería y la haría una dama digna de la familia Andrey y así en él futuro podría cortejarla como era debido.

Estaba tan ansioso por pensar que Candy viviría con ellos, que se levantó temprano y salió a montar, iba entre el bosque cuando se encontró con el guardabosques y la vio.

-Candy

-Anthony

Él guardabosques después de hacer las preguntas necesarias dejó ir a la rubia con el señorito Andrey.

-¿Y porque no nos buscaste Candy?- Pregunto Anthony

-Porque al que buscaba era al señor Albert, él fue quien golpeó a Neal- Candy bebía agua del arrollo

-No entiendo qué pasó.

-Yo tampoco, cuando llegue Elisa estaba muy asustada, Neal estaba desmayado y junto a ellos estaba el aceite de castor, supongo que querían dárselo a Cesar y Cleopatra para culparme de que estuvieran enfermos, como yo estaba en la cocina haciendo un pastel con el cocinero no me enteré de nada, solo alcancé a ver una silueta y era la de Albert.

-¿Entonces pasaste la noche fuera de casa otra vez?-¿dijo Anthony serio y un poco celoso al escuchar que estuvo con Albert

-En realidad no, cuando busque al señor Albert me quede con él y sus animales en la villa de tu familia. Qué lástima que no puede ayudarme. Regresare con los Legan y me disculpare para ver qué reto me ponen.- dijo Candy resignada

-Si no quieres no tienes porque regresar- término Anthony

-¿Cómo?- la rubia estaba sorprendida

-Se nos ocurrió un plan a nosotros tres, ven vamos.- Anthony la subió a su caballo y juntos se fueron a la mansión.

Albert estaba sentado en una colina desde ahí podía ver el arrollo donde platicaron Anthony y Candy.

Estaba muy intranquilo no se le ocurrió que Elisa pudiera usar en su contra lo que le había hecho a Neal, pero no podía aparecerse y decir que había sido él porque Sarah lo reconocería y la tía abuela se enojaría mucho al ver que no podía mantener en secreto su identidad como aseguró en la última reunión. Tampoco podía hacer nada por Candy hasta que George averiguara lo necesario sobre la niña. Estaba atado de manos y sentía un desasosiego muy grande al pensar en que Candy estaba muy sola. Si tan solo pudiera ganar tiempo. De algo que si estaba seguro era de que Anthony no amaba a Elisa como él pensó, parecía que sentía un gran cariño hacia Candy pero no le agradaba el comportamiento que tuvo con la pelirroja. Todo era muy complicado y se le estaba saliendo de control.

Elisa estaba en el jardín esperando a ver si volvía Candy y justo en ese momento escucho cascos de caballos, cuando volteo a ver quien era casi se desmaya del coraje, pues Candy iba entre los brazos de Anthony sobre el caballo, iban tan embelesados que ni si quiera la vieron.

Ellos siguieron su camino y llegaron más rápido como era de esperarse a la mansión, Elisa corrió como nunca para alcanzarlos y se metió a la casa para buscarlos al no encontrarlos en el jardín. Cuando iba a entrar al salón de té para acusar a Anthony con la tía abuela, escuchó todo, los tres primos estaban pidiéndole que educara a Candy y la dejaran vivir ahí con ellos. Elisa no pudo soportar el momento en que la señora Elroy dijo que haría de ella una dama y la educaría con severidad así que interrumpió.

-Te están engañando tía abuela, tú no puedes educarla a semejante chica, el guardabosque vino esta mañana a avisar a mamá que Candy estaba con un vagabundo, el mismo que se mete a las propiedades.

-Elisa como te atreves- dijo Archie aireado

-Si Elisa, Albert es amigo no es ningún vagabundo- término Anthony.

-A ¿no? Y entonces ¿donde vive?

-No puedo educar a semejante niña, lo siento es mejor que dejen esa idea y retírense de aquí.

Los cuatro chicos se fueron de la casa Elisa salió porque Anthony la llamo.

-¿Hiciste todo esto por lo qué pasó anoche?-Anthony estaba furioso

-Tu me usaste Anthony, te burlas de mi y después vas y te paseas con Candy, todo lo que hicimos y tú me desechas como un objeto roto- Elisa lloraba- No si quiera está roto el compromiso y tu ya estás con esa huérfana, dijiste que seríamos solo amigos pero sólo me mentiste para poder correr detrás de ella.

-Deja de gritar, yo no te mentí- Anthony estaba desesperado no sabía que esto pasaría.

-¿Qué está pasando aquí?- la tía abuela salió del salón de té para ver qué ocurría, por siete Stear y Archie habían acompañado a Candy a la cocina para que comiera algo y no se enteró de nada.

-Tia abuela, Anthony ya no quiera nada más conmigo, no quiere más este compromiso- Elisa corrió adentro del salón de té llorando, la tía abuela vio severamente a Anthony que se quedó atónito sin saber qué hacer.

-Hablaremos más tarde de esto Anthony y espíe que Elisa esté confundida, entenderás el problema en qué pones a la familia si tu compromiso con ella se llevará a cancelar- la tía abuela entró al salón a hablar con Elisa.

Anthony solo bajo la cabeza y después de unos minutos se fue a buscar a Candy y sus primos los encontró en el jardín, Stear y Archie lo veían extrañado pero no comentaron nada, Anthony se dispuso a dar un paseo con la rubia para aclarar el comportamiento de Elisa. Pero Candy como siempre era demasiado buena y comprensiva.

-Elisa es más mala que el diablo- dijo Anthony y pensó, aunque si yo no hubiera dejado que pasara todo esto ella no habría hecho semejante jugarreta, yo tengo la culpa por jugar con ella.

-No te preocupes, era demasiado lindo vivir aquí con ustedes- Candy le sonrió.

Siguieron conversando y después de eso decidieron irse a cabalgar, Anthony se sentía extraño jamás había sentido eso por alguien, cuando estaba con Candy nada importaba, el tiempo era Perfecto a su lado, no importaba lo que pensara la tía y mucho menos Elisa. En esa cabalgata y siéntense a Candy tan cerca de él se dio cuenta que le gustaba y que estaba perdidamente enamorado de ella. Sin pensarlo y mientras seguían con el paseo Anthony le dijo que le gustaba y se lo repitió un sinfín de veces más. No necesitaba besarla, ni hacer todo lo que hacía con Elisa porque a Candy la quería de una forma más natural y pura, no como algo impuesto, esperaría hasta que la niña estuviera lista y ese día estaba seguro que Candy sería una dama digna de la familia.

Después de que Candy volvió con los Legan y estos la hacían trabajar más para no tener tiempo libre, comenzaron a pasar los días, el fin de esa semana llegó el señor Legan para estar una temporada estable en casa sin viajar tanto como había estado pasando. La señora Legan y sus hijos le dieron la bienvenida, pero Candy ocupó un lugar de sirvienta, esto no le agrado al señor Legan que hablo con Sarah, las quejas fueron y vinieron de parte de los tres y Sarah le dijo que necesitaba descansar de esa niña. Después de que Neal y Elisa fueron al jardín por orden de su madre Sarah aclaró las cosas.

-Necesito a Candy lejos de aquí, Anthony está muy interesado en ella y Elisa ya no es de su interés quiere que se cancele el compromiso y amenazo con escribirle a su padre sobre el asunto.- Sarah estaba muy irritada

-Si Anthony quiere a Candy no hay mucho que se pueda hacer, apoco obligarías a tu hija a casarse con quien no la quiere, ¿así como te obligaron a ti?- Pregunto Daniel

-Pero Anthony si estaba interesado en Elisa, hasta que llegó esa niña y fue idea tuya traerla, así que la quiero fuera de la casa al menos hasta que se arregle esa relación.- sentenció la señora Legan

-¿Y que harás para que eso pase?¿y cuánto tiempo quieres lejos a Candy?

-Tan sólo dos semanas y yo veré que esa relación avancé más aprisa

-No quiero que Elisa sea una ramera igual a ti, ademas es más joven que tu, cuando ya te involucrabas con el cocinero si mal no recuerdo tu saliste embarazada de Neal a los 15 años y Elisa apenas va a cumplir 13-

-No te metas en lo que no te importa ya veré yo como hacer que esa relación quede afianzada.

-Pero te tengo una condición mi querida Sarah- dijo Daniel con un tono libidinoso, mientras le acaricia la cara con el dorso de la mano.

-¿Qué quieres?

-Véte desvistiendo, querida.

-Pero estamos en la sala, eso no se puede hacer a plena luz del día y en la sala, soy una dama.

-Pues echa el cerrojo y puedo hacerlo que quiera porque tú solo eres una dama de nombre.-

La señora Legan muy enojada echo el cerrojo y se desabrochó el saco y comenzó a desabotonar la blusa, su marido le comenzó a subir la falda del vestido, se sentó en el sofá y la hizo sentarse sobre de él después de bajarle su ropa interior, la tenía subiendo y bajando sobre su regazo mientras la manoseaba, y le hablaba entrecortadamente.

-Sarah eres exquisita y por supuesto que mandaré a Candy por dos semanas de vacaciones al hogar de Pony, pero la condición es que me des otro hijo un verdadero heredero.- el señor Legan la comenzó a mover más rápido.

-Pensé que sólo cumplir con mis deberes de esposa era la condición- Sarah a pesar de no querer estaba muy exitada.

-No, quiero un varón y espero que en este mes salgas embarazada.- después de esto el hombre eyaculo dentro de la mujer.

-aahhh, tienes a Neal.

-No estoy seguro de que sea mío, así que quiero otro y haré que Elisa se case más pronto con Anthony como un plus.

-Esta bien, acepto. Pero ten en cuenta que deberemos mantener esta actividad más seguido y constante mente.- Sarah se levantó del regazo de su marido.

-Por mi no hay problema, sabemos que soy muy fuerte y sano.- mientras su esposa se acomodaba, Daniel le dio una fuerte nalgada que la hizo sonarse el trasero.- que no acaso hiciste que Marie abortara para que no hubiera otro bastardo como Neal.

-Te lo he dicho Neal es hijo tuyo, así que no le digas así y yo no hice que nadie abortara, no sabía que la habías preñado.-Sarah se acomodó la ropa.

-Entonces Marie es muy lista y prefirió evitarte disgustos.- el señor Legan río de su comentario.

-Eres un cínico, y espero que dejes de meterte con esa sirvienta si pretendes que yo comparta mi lecho contigo

-Tu ocúpate de lo que ya pedí y de tu hija, solo eso.- Daniel salió de la habitación y se fue a su despacho- Sarah estaba preocupada por lo que le pidió, pues a sus casi 30 años pensaba que ya no podía concebir.

Finalmente Candy fue enviada al hogar de Pony para unas merecidas vacaciones, Anthony que iba a verla ese día y como había hecho las últimas semanas para saber cómo se encontraba, tuvo la suerte de verla partir y se sintió muy aliviado de que descansara lejos de la terrible familia.

Le contó a Stear y Archie quienes se preocuparon por lo que pasaba y aunque los tres estaban tristes de no poder ver a su amiga por unos días continuaron con sus rutinas. Los dos chicos Cornwell fueron a Chicago por unos días, pues su madre Janis y su padre Alister iban a pasar por ahí de camino a NY, así que la rutina de Archie por una semana sería visitar a Annie Britter con quien de por si mantenía un fluido correo. Stear tenía que decidir si quería ir ya en el próximo otoño al real colegio San Pablo o prefería esperar a que su hermano y primo entraran que sería en la primavera siguiente.

La vida estaba siendo muy divertida para algunos, mientras que para Anthony desde el día uno le espero un sermón interminable sobre las responsabilidades de la familia y sobre todo sobre las responsabilidades que adquirimos al tener ciertas acciones, Elisa había dicho a la tía abuela que Anthony la había besado antes de terminar con ella, había omitido que todo eso de los besos sin mencionar lo demás había sido cosa de ella desde el principio y para que no se manchara más su reputación Anthony debía seguir con sus visitas, aunque por el momento solo fueran amigos. Elisa había recibido una reprimenda igual de fuerte por su comportamiento pero dado que el tiempo apremiaba y Candy volvería antes de que quisieran iban a dejarlo pasar a ambos jóvenes con solo un regaño severo y de ahora en adelante en la mansión Andrey siempre estaría la tía abuela como chaperona. Aunque las visitas a conveniencia de Sarah se están llevando acabo en la mansión Legan con toda la libertad permitida para su hija. Ya solo era cuestión de que Anthony se dejara engatusar por los encantos de Elisa.