La historia de Candy Candy no me pertenece es de la escritora Kyōko Misuki, yo solo se la tomo prestada sin fines de lucro para divertirnos un poco con los personajes.
El siguiente contenido puede tener escenas que dañen la sensibilidad de las personas, si no les gusta este tipo de historias absténganse de leerla.
Hola a todas, me da gusto que me sigan leyendo a pesar de haber estado ausente, les agradesco mucho su paciencia y su interés por la historia, la verdad me ha estado costando escribir pero no voy a dejarlas, les prometí que regresaba en diciembre y esto ya está muy interesante como para dejarlas en suspenso. Los comentarios que me dejaron han sido muy agradables, desde mi fan que tengo en un rinconcito de America hasta quien devoró los capítulos en un ratito, yo las extrañé mucho a todas la verdad y seguiré con esto porque soy fan de lo que me escriben. En el próximo capítulo dejo comentarios personalizados en este vamos a comentar un poco la historia.
Bueno como dijo ArmónicadeTerry si tiene toda la razón, a Elisa le urgía hacerse mujer si era o no con Anthony era lo de menos pero ya sabemos que tan mañosa está la muchachita y veremos qué pasa, ya se que mueren por leer de Terry pero apenas va a pasar el accidente, créanme que yo también muero por escribir de Terry ya tengo muchas ideas para él, se que no les encanta a alguna nuestro amado inglés pero prometo que el papel de Anthony seguirá siendo interesante. Y ahora si comenzamos.
Capítulo 32
-Elisa, me dijeron que no quisiste bajar a recibir a Anthony. ¿Te encuentras bien?- dijo Sarah preocupada
- si estoy bien mamá, solo me agoto el viaje y quería descansar- contesto la pelirroja.
-Elisa ¿Cuándo te toca tu mes? No quisiera que se estropee la fiesta por esa situación.- pregunto Sarah y Elisa se puso muy nerviosa.
- La próxima semana, pero no creo que estropee nada de la fiesta- contesto Elisa tratando de sonar tranquila.
-Bueno en ese caso te dejo ya para que descanses- Sarah se disponía a salir de la habitación.
-Mamá ¿podríamos enviarle una invitación a Jonathan Green? Fue muy agradable conmigo y me gustaría que asistiera a mi fiesta, ya se que me debo a Anthony pero no estaría mal ampliar mis amistades.- dijo una Elisa ansiosa.
-Pero el vive muy retirado, tendríamos que invitarlo a quedarse unos días con los Legan- Razono Sarah
-Pero no olvidemos que fue muy amable conmigo y que me invitó a tomar el té a su mansión, podría solo venir el fin de semana.- Elisa estaba casi suplicando, pues sabía que tenerlo en su casa implicaría más experiencias con el joven.
-Esta bien mandaré un mensaje de inmediato para que alcance a llegar el viernes- término la señora Legan.
El jueves fue un día de ir y venir en la mansión Elisa siguió con su negativa de recibir a Anthony diciendo que estaba muy ocupada, así llegó el día siguiente, se estuvo preparando el salón más grande de la mansión, Anthony fue a ver a Elisa esa mañana por petición de la tía abuela, la pelirroja no quería salir por si llegaba su invitado más anciano pero su madre la obligó a ponerse el traje de montar y salir con Anthony, pues ya lo había rechazado dos veces y ya no tenía excusas para la suerte de Elisa Cleopatra y Cesar habían sido llevados a cambiar herraduras, así que le tocó subir a Simona para dar el paseo al que se vieron obligados a dar, el caballo iba lento hasta que Anthony aburrido de que Elisa no hablaba nada decidió trotar, pero no fue la mejor idea del joven pues la chica se quejó.
-Anthony, ¿puedes ir más despacio? La verdad es que prefiero bajar, el ir trotando no me sienta muy bien.- protestó la jovencita.
-¿Qué tienes Elisa te noto rara? Parece que te incomoda mi presencia.- pregunto Anthony hastiado
-a mi no me gusta ser una segundona, dime ¿estás aquí solamente porque te obligo la tía? Y para no incomodarte prefiero no salir contigo, es más preferiría que no vinieras a mi fiesta.- dicho esto Elisa se dio la vuelta y se fue caminando por el sentido contrario al que venían, Anthony se quedó viéndola sorprendido por la actitud de la joven y decidió ir a buscar a Candy y a sus primos.
Elisa había dado esa excusa porque en realidad montar a caballo aún la incomodaba, después de todo solo tenía días de haberse vuelto mujer y quería volver a casa por si Jonathan mandaba alguna respuesta. En el camino que siguió un auto iba por ahí mismo y la pelirroja se puso realmente feliz al ver que el ocupante del vehículo era el joven que estaba esperando, Jonathan al verla la hizo subir y de inmediato la comenzó a besar, estaban en eso cuando el auto pasó junto a Anthony y este se sorprendió muchísimo al ver a Elisa con otro muchacho, besándose apasionadamente en el interior de ese automóvil, no podía creerlo y no sabía que hacer pues el pensó que Elisa con el único que se comportaba de ese modo era con él. Ahora entendía su alejamiento, sintió una punzada de celos pues el saberse único en la vida de la pelirroja le inflaba el ego y el verla tan apasionada como otro lo molesto.
-Bueno no me importa si ella consigue un nuevo prometido es mejor para mi, así él me la quita de encima y yo podré seguir mis planes a futuro con Candy- el joven pensó para si mismo y decidió no volver a pensar en ella, justo cuando a la distancia vio a sus primos y a Candy pescando muy divertidos en el lago.
-Basta Jonathan ¿que dirá tu conductor?- Dijo Elisa separándose un poco del joven.
-Nada, no tiene porque decir nada. Alfred has me un favor sigue condiciendo hasta algún área alejada y te bajas del auto, como otras veces lo has hecho.- el conductor asintió con la cabeza y siguió la instrucción.
-No que estás haciendo, me retarán si no llegamos pronto a casa- dijo Elisa preocupada.
-Olvídate de eso, si tú me invitaste es porque quieres más de mi y de lo que hemos comenzado a tener.- Jonathan no tardo en sentar a Elisa en su regazo para manosearla a su antojo, al joven no le importaba que su chofer supiera todo lo que pasaba, pues ya había hecho lo mismo con muchas señoritas.
Adentrados en el bosque Alfred se bajó del carro y camino hasta estar lejos del auto para no mirar, Jhonatan hizo que Elisa se quitara los pantalones de equitación y de inmediato la penetro, la muchacha seguía sentada en el regazo del joven, Elisa no había pensado que terminaría en tal situación así que no había empleado el medicamento que le había dicho su madre que usara siempre que saliera con Anthony, después del extasís que tuvieron, donde el joven Green terminó eyaculando dentro de Elisa ella se dio cuenta de lo que había pasado.
-Oh Jonatan fue hermoso, pero sabes que esto puede tener consecuencias ya que no tome las medidas necesarias.- dijo Elisa nerviosa.
- No me quieras chantajear con esas cosas, acéptalo Elisa yo no soy un títere y será mejor que no salgas embarazada pues no me haré cargo, vine a tu cumpleaños y a disfrutar de ti los pocos días que me quedan en America, dentro de 10 días me envían al real colegio San Pablo, y estos cuatro días que pase en tu casa solo serán de diversión, seguramente cuando esté allá me conseguirán una prometida, así que no hagas tonterías y tu solo déjate llevar- término el joven.
-Yo iré a ese colegio también pero hasta el próximo año.- dijo Elisa sorprendida y triste.
-Bueno quizá cuando estes por allá nos podamos divertir como lo estamos haciendo ahora, ahora arréglate un poco debes llegar como si nada a tu casa- Jonathan la veía con una mira intensa pues sabía que la pobre Elisa sería su juguete unos cuantos días más y el disfrutaba mucho a ese tipo de señoritas tontas.
Anthony solo los veía pescar ya estaba con ellos pero su mente solo pensaba en Elisa y en lo que vio, después de analizar la imagen muchas veces en su cabeza estaba seguro que ese mal nacido la estaba manoseando.
-¿Qué tienes Tony? En el auto hay otra caña de pescar.- pregunto Stear
-Si quieres yo voy por ella Anthony- dijo Candy alegre.
-Seria genial así organizaríamos un concurso de pesca- dijo Archie animado- Aunque no cuenta lo que ya ha pescado Candy. El joven volteo a ver el cubo de la rubia donde ya habían dos truchas de buen tamaño.
-Déjenlo yo solo observo, además ya es tarde para pescar, pronto debemos ir a casa- dijo Anthony y siguió viendo sin ver.
Elisa entró corriendo a su casa, buscaba a su madre y a Neal.
-Mamá, ha llegado un invitado especial.- dijo la pelirroja.
-Buenas tardes Jonathan, no sabíamos que llegabas tan temprano.- dijo Sarah contrariada pero mostró su sonrisa más falsa que tenía.
- ¿Cómo está usted señora Legan? Mia Padres decidieron enviarme aquí a descansar en el campo antes de mi viaje a Londres, Como sabrá comienzo la escuela este septiembre y ya que solo faltan 10 días me pareció una idea buena, será como despedir el verano.- término el ojiazul.
-Estoy pensando mandar a Neal y a Elisa en enero pero si las cosas van bien quizá Mi hijo y tú sean compañeros de curso y la pequeña Elisa los alcance el siguiente año. Y dime ¿te quedarás hasta la tradicional cacería de la familia Andrey, tengo entendido que será en dos domingos?- pregunto Sarah
- No creo poder, mis padres se van el martes a Nueva York y pasarán por mi ese mismo día en la mañana, así que declinaron la invitación, aunque nos moríamos de ganas de conocer a la nueva miembro del clan.- dijo el joven invitado
-No te pierdes de nada- dijo Elisa- Mamá ¿puedo mostrarle su habitación a nuestro invitado?
-Si Elisa pero bajas de inmediato al salón de té, quiero hablar contigo y además no agobies a nuestro invitado, mandaré a Neal a tu habitación cuando el almuerzo esté servido.- dijo la señora Legan.
Elisa subió las escaleras platicando amenamente con el joven, Sarah los vio un tanto sospechosa pero no quiso darle importancia. A Jonathan le habían asignado el cuarto de huéspedes del tercer piso ya que abajo estarían otros invitados y si no llegaba la familia Britter el piso sería solo para él.
Cuando Elisa supo que ya no estaban a la vista de nadie lo llevo corriendo a su recámara, entraron y se besaron. Elisa puso el cerrojo y volvieron a repetir lo hecho en el auto del joven. La pelirroja bajó a escondidas a su recámara pues estaba demasiado despeinada para arreglarlo, sin pedir ayuda se dio una ducha rápida y se arregló de nuevo, llegó una hora tarde a la cita con su madre.
-¿Por qué tardaste tanto Elisa?- dijo Sarah enojada.
-Es que me quería quitar la ropa de equitación y verme más presentable, por eso me tarde.- dijo la joven ligeramente nerviosa.
- tengo más dudas Elisa ¿Cómo es que regresaste con Jonathan si tu habías salido con Anthony?
-Si estábamos en el sendero cuando vi el auto del joven Green me sorprendí mucho porque no habíamos recibid respuesta de que llegaría visitarnos y a mi fiesta, se detuvo y me pidió que lo acompañara hasta casa así que vine con él en su auto siempre en compañía de su chofer, Anthony me dijo que el iría a buscar a sus primos y luego nos veíamos pues aún les hacía falta comprar mi obsequio.
-¿Pero todo está bien con Anthony?
- si mamá.
La tarde siguió de la misma manera, Elisa se veía encandilada por el joven y aunque Neal para que le mostraran los alrededores, ella no dejaba de hablar de él con su madre y de lo caballeroso que se había portado con ella.
Los dos jóvenes siguieron paseando y se encontraron con los Andrey que venían de regreso de su día de pesca.
-Hola Stear, miren les quiero presentar a un amigo de Chicago, aunque yo lo conocí en Florida hace un par de años cuando mi padre me llevo a sus negocios que tuvo en verano. El es Jonathan Green.- dijo Neal bastante animado
El joven igual de alto que Stear, estrechó la mano de los Cornwell en primer lugar y después la de Anthony, cuando Candy fue presentada le dio un beso en el dorso de su mano y no pudo no admirar su hermosos ojos verdes, la rubia le sonrió amable y Anthony sintió más celos si eso era posible.
-¿Cuánto tiempo estarás como huésped de los Legan?- pregunto Anthony.
-Hasta el martes, mis padres pasarán por mi y me iré a Nueva York como siguiente parada.
-¿no es tu destino final la gran manzana?- dijo Archie curioso.
-Jonathan estudiará con nosotros en el real colegio San Pablo, si yo parto en un mes como quiere mi padre seremos compañeros de curso.- término Neal
-¿te vas a ir ya a La cárcel? ¿No es pronto? ¿Y dime Elisa ira contigo o ella esperará?- pregunto Anthony muy intrigado, los hermanos Cornwell lo vieron sorprendidos y el al notar sus miradas se explicó- Pensé que todos iríamos en enero.
-Yo iré antes que Elisa si eso te preocupa, aún tendrás la dicha de estar con mi hermana.- dijo Neal sin notar que ambos rubios hacían mala cara.
-¿Qué es el real colegio San Pablo?- pregunto Candy que no entendía de que se hablaba.
-Una cárcel horrible Candy que está en Londres y que tenemos como destino en nuestro futuro próximo por ser la nueva generación Andrey.-Le explicó Archie
-Me entristeceré mucho cuando se vayan- dijo la rubia pecosa.
-No tienes porque, seguramente te enviarán ahí también, pero al internado de señoritas. Nos veremos de todos modos ya lo verás- dijo Stear tranquilizados.
-Bueno los tenemos que dejar, la tía abuela debe estarnos esperando.- dijo Anthony y se despidieron.
Legan y su acompañante siguieron paseando por la propiedad. Mientras en el auto un serio Anthony no ponía atención a la plática que se desarrollaba ahí.
-¿Todos los Andrey van en esa escuela?- seguía la rubia
-Si Candy, la mayoría. La madre de Anthony no fue ahí porque siempre fue una joven delicada, pero mis padres se conocieron ahí y se enamoraron, no hubo problema al casarse pues ambos tenían el mismo estrato social. Ambos eran herederos de familias importantes de America- término Stear
-lo más probable es que a todos nos mandan ahí para buscarnos esposa- dijo un amargado Archie.
-No creo a ti ya te están buscando una desde aquí- Stear estaba riendo de su hermano.
-¿Qué tipo de gente va a ese lugar?- siguió Candy
-La crema innata de America y la nobleza y burguesía de Europa o más bien la gente que tiene el origen y el dinero para tener una estancia en ese lugar- dijo Stear y siguió la burla - y escuche que cierta señorita quiere asistir al mismo colegio que el guapo Archie.
- Basta Stear, de todos modos es un internado que mantiene separados a los muchachos de las chicas hasta que son perfectos caballeros y perfectas damas, no tendré que verla.- dijo Archie viendo a Candy que seguía intentando imaginar cómo era un noble inglés.
