La historia de Candy Candy no me pertenece es de la escritora Kyōko Misuki, yo solo se la tomo prestada sin fines de lucro para divertirnos un poco con los personajes.
El siguiente contenido puede tener escenas que dañen la sensibilidad de las personas, si no les gusta este tipo de historias absténganse de leerla.
Bueno quería subirles un último capítulo este año y lo conseguí, aquí está la continuación. Les deseo salud y felicidad para la siguiente década que viene y espero sea de su agrado el continuar leyendo esta historia. Felices fiestas y gracias por sus comentarios.
(En el siguiente ahora si contesto con detalle)
CAPÍTULO 33
Cuando los chicos Andrey llegaron a casa Candy y Archie debían estudiar unas reglas gramaticales, Stear los acompaño a la biblioteca pero Anthony dijo que quería descansar y se fue al jardín, camino hasta la reja del portal de las rosas sin que lo vieran y de ahí camino en dirección a casa de Elisa. Ya estaba bastante oscuro y la merienda se llevaba acabo en la terraza, los vio ahí platicando alegremente a los dos hermanos Legan y a su invitado, no quiso molestarlos así que regreso sobre sus paso y se fue a su habitación molesto de haber ido a buscar a la pelirroja sin motivo, se sintió ridículo pues él como podía sentir celos, si se supone no sentía nada por Elisa.
Elisa lo alcanzó a ver a la distancia al igual que sus acompañantes, ella tenía una sonrisa triunfante en la cara que no disimulaba.
-¿Ese chico no era su primo? ¿Cómo me dijiste que se llama? ¿Anthony?- dijo Jonathan
-Si era él, pero no sólo es nuestro primo, es el prometido de Elisa- Neal lo dijo para molestar a su hermana pues la había visto muy coqueta con su amigo.
-Si es mi prometido, pero estoy muy molesta con él. Seguramente quería arreglar las cosas pero nos escucho divertidos y lo mejor que hizo fue irse.- dijo Elisa sería.
Al ver que no arruino para nada los coqueteos de Elisa para con Jonathan, Neal pidió permiso y se retiró a la mansión de las rosas ya que quería ver a Dorothy aunque esta no le abrió y no lo quiso volver a ver desde que supo que por su culpa enviaron a Candy a México.
-Bien Elisa nos hemos quedado solos, ¿Qué te gustaría hacer?- pregunto Jonathan a Elisa mientras le acariciaba la pierna bajo la mesa.
-También quiero lo mismo que tú, pero primero vayamos al saloncito de té a dar las buenas noches a mis padres, a nadie le sorprenderá que quiera dormir temprano y tú tienes la excusa de estar cansado por el viaje- después de esto se levantaron de sus lugares, pero antes de salir el joven le dio un beso muy ardiente a la pelirroja.
Al llegar al salón de té no estaban sus padres, solo estaba Marie que les informo que la señora no se encontraba bien y había ido a recostarse, su padre estaba en las caballerizas viendo que los caballos hubieran vuelto bien, después de eso la mucama salió corriendo apresurada y Elisa se fue a asomar a la ventana, espero unos minutos y efectivamente la vio entrar para estar con su padre. Jonathan se le acercó por la espalda y le comenzó a acariciar la cintura, le besó el cuello y sin más la llevo hasta el sillón para sentarla en su regazo y besarla mientras le acariciaba las piernas y el trasero por debajo de la falda del vestido. SU mano estaba viajando por la cara interna de uno de sus muslos, y con la punta de sus manos roso su intimidad. Elisa dio un respingo.
-Es mejor que nos vayamos a tu habitación, aquí nos pueden ver- jadeo Elisa.
Los dos muchachos salieron corriendo a sus recámaras Elisa se fue a poner su camisón e hizo ruido en su habitación como si ya estuviera instalada ahí, después de unos minutos y cuando no vio nadie, subió de puntillas al tercer piso y se metió en la habitación de huéspedes que le asignaron al joven Green, en cuanto entro el joven le saco su única prenda de encima y la acaricio y beso con demasiada prisa, en cuestión de segundos ya estaban teniendo relaciones y de esta forma pasarían casi toda la noche. Hasta que Elisa agotada se quedó dormida, Jonathan hábilmente y acostumbrado a estos encuentros furtivos con muchas jovencitas despertó a las cuatro de la mañana y la despertó, le volvió a hacer el amor y la mando a su recámara para que nadie sospechara. Elisa llegó a su cuarto a las 5 am y se recostó a dormir un poco más pues tanta actividad nocturna la tenía agotada. Sin preverlo su madre entró a su recámara a las 6:30 a despertarla, pues debía desayunar y comenzar los últimos preparativos para la fiesta.
-Elisa ya es hora de levantarse, te pediré preparen el baño así que date prisa.- dijo Sarah y salió rápidamente de la habitación.
La pelirroja desayuno poco y en la tina de baño se quedó dormida hasta que se dio cuenta que el agua estaba fría, estaba exhausta y no estaba segura de poder aguantar su madre la regañó varias veces en el transcurso de la mañana por estar tan lenta y soñolienta.
A las 12 del día cuando iba a almorzar algo, su hermano y Jonathan por fin aparecieron.
-¿Dónde estuvieron toda la mañana?- pregunto curiosa.
-Yo me acabo de levantar para ser honesto, pase la noche fuera con una amiga- dijo Neal
-Yo también me levante apenas- acepto Jonathan.
-¿Tu también pasaste la noche fuera? Podíamos habernos ido juntos- término Neal
-No, la verdad es que yo encontré diversión internamente- sin que Neal viera Jonathan le pellizcó el trasero a Elisa.
La joven dio un brinco y casi se ahoga, esto hizo que Neal no preguntara a que tipo de diversión se refería. Elisa después de eso se levantó y se fue a cambiar de ropa en dos hora comenzarían a llegar los invitados.
El salón grande estaba decorado con lámparas de papel color doradas y azul cielo, las mesas tenían una fina mantelería y los alimentos ya estaban listos para cuando quisieran servirlos, en el fondo junto a una mesa para dos estaba un pastel grande de color dorado con flores azules. Elisa se paró junto a su madre a las 2:30 para recibir a los invitados, que fueron desfilando frente a ella y la agasajaban con obsequios. La tía abuela llegó acompañada de Anthony, Stear, Archie y Candy a pesar de que Elisa no quería que estuviera la rubia ahí.
-Buenas Tardes, Sarah quería ofrecerte una disculpa como verás traje a Candy conmigo porque no es bueno que desairen al tío Abuelo William de ese modo, ya sabes no invitándola, te prometo que no estará cerca de Anthony.
-Entiendo tía, nosotras comprendemos su posición.- dijo Sarah nerviosa.
- Te traje un presente Elisa- Anthony abrió su contenido y le mostró una hermosa gargantilla.
-Es muy linda Anthony, gracias.- la pelirroja le sonrió amable.
-Porque no se la pones Anthony, hace juego con su vestido- sugirió Sarah.
Anthony volteo a ver nervioso a Candy que solo le sonrió, la rubia iba vestida muy bonita con un vestido rosa pastel vaporoso, con una cinta color lavanda en la cintura y moños lavanda en sus coletas que decidió conservar para ese día. Stear, Archie y Candy le dieron sus obsequios a Sarah y esta los hizo pasar de inmediato a sus lugares. Anthony trago saliva nervioso pues Elisa se veía muy hermosa en su vestido color azul pastel con encajes dorados, un escote cuadrado que le dejaba ver el inicio de su busto y un talle muy ceñido que la hacía verse de 15 años en vez de los 13 que festejaba, su peinado era casi el de siempre, solo que le habían dejado el cabello suelto y se lo habían decorado con pequeños cristales que destellaban cuando se movía, mientras que lo mantenían lejos del rostro con unas horquillas doradas. Su maquillaje era discreto pero lograron hacerle resaltar su belleza, Sin duda Elisa Legan era una joven mujer hermosa. Anthony nervioso le rodeó el cuello con la gargantilla dorada con brillantes y se la colocó, desde atrás pudo ver los senos de Elisa y se percato de que comenzaba a estar exitado.
-Te ves hermosa Elisa- dijo el rubio sincero y algo abochornado.
-escóltala hasta su mesa Anthony, ahí hay un lugar para los dos- ordeno Sarah
Anthony no contaba con eso y se tuvo que sentar lejos de la familia para estar siempre con Elisa. La fiesta comenzó se escuchó un vals ligero y aunque los invitados seguían llegando se comenzó a distribuir los licores y las bebidas para los adolescentes que acompañaban ese día a Elisa, Jonathan y Neal fueron sentados en la mesa de la tía Elroy junto con Candy, Stear y Archie.
-Tu hermana es un bombón muy dulce Neal- dijo Jonathan.
-Si, por eso la comprometieron tan pronto. Supongo que todos los pretendientes que están tras ella podían aprovecharse de su belleza- dijo Neal que observaba discretamente a Candy que estaba frente a ella y tomaba de su jugo mientras escuchaba la platica de Stear y Archie.
-es un delicioso bombón apetecible- Jonathan ansiaba sacarla un rato de la fiesta para divertirse con ella, ya que el estar apunto de ser sorprendidos lo exitaba. Sorpresivamente se dirigió a Candy.- señorita Andrey cuando abran la pista me concede un baile por favor.
Candy volteo a ver a la tía abuela quien le dio su permiso y acepto sin decir alguna palabra. Stear y Archie vieron a Jonathan ceñudos pues no querían que les arrebataran la compañía de su reciente prima.
La pista de baile se abrió con Anthony y Elisa, Archie bailo primero con Candy y disfruto mucho de la melodía, el rubio y la pelirroja continuaban bailando, casi no hablaban y en dos ocasiones durante el discurso que dio el señor Legan, Anthony tuvo que mover a Elisa pues cuando estaban sentado escuchando esta se estaba quedando dormida.
-Perdona Anthony estoy cansada, después de esta pieza podríamos descansar, si quieres para no aburrirte baila con Candy.- Elisa no sabía cómo deshacerse de Anthony un rato.
Ambos estaban sentados viendo bailar a Candy con Stear y a Archie con otra chica que estaba en la fiesta. Jonatan se paró junto a ella y la invitó a bailar Elisa acepto desconcertando al rubio, Archie dejo a su pareja y se fue a sentar con su primo.
-Que te ha parecido la fiesta Anthony?
-Bien pero noto extraña a Elisa como si se aburriera y lo peor de todo es que no he podido bailar con Candy para explicarle esta situación.- dijo el rubio
-¿Candy no sabe que Elisa Es tu prometida? Nosotros no hemos dicho nada pero supongo que ya se dio cuenta si no como explicarle que estén sentados juntos, está fiesta hasta parece que fuera de compromiso más que de cumpleaños.
-Cuando baile con ella, le diré que nuestras familias hicieron un compromiso pero que lo que yo siento por ella es real. ¿Oye ese tal Jonathan Green acapara a todas las chicas no?- término el rubio ojiazul
-Me parece un tanto presumido, que decepción saber que irá con nosotros al San Pablo.- dijo Archie
-Sabes quien me dijo Elisa que también quiere ir al San Pablo, Annie Britter- Archie por poco se ahoga con su copa de vino.
-¿Qué? ¿Para que?- Archie tosia mientras preguntaba
-Le pregunto a la señora Legan que donde podría educar a la perfección a su hija para que sea una dama y ella le dijo que en Londres en el mismo colegio al que iremos nosotros, están haciendo ardua labor su madre y ella. Por eso no vinieron a la fiesta de Elisa, se fueron con el señor Britter a un viaje de negocios a Nueva York para convencerlo y supongo que a comprarle un guardarropa nuevo a Annie.- término su relato Anthony
-No me gusta, no quiero tener que aguantarla en Londres también- Archie estaba molesto.
Acabado el baile y viendo que Elisa no estaba por ningún lado, Anthony le pidió a Candy bailaron juntos.
-¿No tienes que acompañar a Elisa?- pregunto la rubia mientras giraban con un vals
-No todo el tiempo, solo le doy gusto a las familias. Mi tía y la señora Legan quieren que en el futuro ella y yo nos casemos, pero mi padre no se los permitirá el me dijo que yo puedo elegir mi esposa si estoy enamorado de alguien.- Candy se ruborizo y le sonrió. Mientras seguían bailando.
Elisa subió a su recámara a refrescares un poco, pero sabía que se encontraría con Jonathan al salir del salón, el la esperaba en su recámara de ella y en cuanto la vio la comenzó a besar.
-Ese vestido te hace ver bellísima, que lástima que no tenemos mucho tiempo y tengas que volver a tu fiesta.- Jonathan la estaba acariciando por todo el cuerpo, la subió al escritorio de la habitación de la pelirroja y comenzó a subirle la falda para lograr su cometido.
-No Jonathan, alguien puede subir a buscarme y me meterás en problemas si nos encuentran así.- Elisa decía entre gemidos de exitación, el joven Green logro lo que quería estaba teniendo relaciones con la pelirroja de una forma muy riesgosa.
Acto seguido Neal toco la puerta y abrió sin esperar a que le dijeran que pasara, los dos no lo escucharon y Neal al ver a su hermana con su amigo decidió no decir nada y espiarlos por una rendija, esa información la usaría en su beneficio en el futuro.
Cuando Elisa salió minutos después de su recámara, iba ligeramente despeinada pero contenta, sus mejillas tenían un bonito color y cuando dio vuelta a la escalera se encontró a Neal.
-Vaya, vaya hermanita tardaste mucho en tu habitación ¿no?- dijo Neal con una sonrisa socarrona.
-El adecuado de una señorita- dijo ella con petulancia.
-Hay Elisa ya no te finjas señorita, ¿Qué harías por mi si te dijera que acabo de verte con Jonathan?- Neal sonrió y bajo las escaleras triunfante.
Elisa se quedó en shock y bajo tras él pero decidió no decir más para que su fiesta no terminara en un escándalo.
Neal ya estaba planeando que le pediría dinero a su hermana, pues entre prostitutas y su nueva afición a jugar cartas se había quedado sin nada de dinero y lo peor es que unos muchachos del pueblo lo habían amenazado con golpearlo si no saldaba su deuda en los próximos días.
La fiesta siguió como iba Jonathan bailaba con las invitadas y con Elisa a ratos, la familia Andrey se despidió cerca de las 12 de la noche, el único que siguió en el lugar fue Anthony pues tenía la orden de permanecer a lado de Elisa hasta que terminara la fiesta. Ya que esa noche termino la fiesta, el ir y venir de la servidumbre no permitieron que Elisa Fuera a la habitación de su invitado especial, así que Jonathan y Neal cuando ya no fueron indispensables en la fiesta se fueron al pueblo a buscar algunas prostitutas para pasar la noche.
Anthony volvió a su casa a las 2 am, con la promesa de que él y Elisa tomarían el té al día siguiente para complacer a Sarah Legan y a la tía abuela Elroy.
