La historia de Candy Candy no me pertenece es de la escritora Kyōko Misuki, yo solo se la tomo prestada sin fines de lucro para divertirnos un poco con los personajes.

El siguiente contenido puede tener escenas que dañen la sensibilidad de las personas, si no les gusta este tipo de historias absténganse de leerla.

Hola a todas perdón la demora, pero tengo mucho trabajo y en home office no da tiempo, ademas reescribe este capitulo varias veces hasta que me quedo, que lo disfruten. Y espero que todas estén bien y cuídense mucho.

Hola a todas y todos! Bueno no había podido escribir porque el trabajo en línea es más demandante, así que este capítulo lo estuvo escribiendo dos semanas en los mini ratos que tenía. Les agradesco sus comentarios y espero les guste. Ahora si en el próximo capituló les contesto personalizado como me gusta. Deseo que estén bien de salud y cuídense mucho queridas lectoras.

CAPITULO 39

Elisa se levantó de buen humor, era domingo y aunque tenían que ir a misa les habían dado permiso a él y a su hermano de ir a la mansión de los Andrey en Londres, tendría una fiesta de té y ella había invitado a varios de los compañeros del colegio para conocerse. Extrañamente Stear y Archie habían declinado su invitación. Un día antes les habían dado permiso de salir y seguramente por eso no les apetecía una fiesta de té, para Elisa eso no era problema ya tendría otra oportunidad de presentar a Luisa con Stear y a Lydia con Archie, estas dos chicas se habían vuelto sus secuaces e iban con ella a todas partes, le cubrían la espalda cuando ella tenía cita con Dennis y trataban de seguir los pasos de Elisa aunque no eran tan atrevidas como la pelirroja. Ese día se esmeró mucho en su arreglo se puso un vestido azul escotado y se ajustó muy bien el corset para que se viera más femenina. Lo que quería era deslumbrar a Jonathan que estaba invitado a la fiesta, Elisa seguía obsesionada con el joven Green a pesar de haber escuchado el rumor de que Daisy había tenido un hijo con él a pesar de que era su primo.

En ese momento en lo que acababa de terminar de darle los últimos detalles a su maquillaje llamaron a la puerta.

-Adelante- dijo Elisa.

-Hola Elisa, venimos a ver si estabas lista- dijo Luisa con su voz chillona.

-Si ya estoy, díganme ¿que les parece?- pregunto la jovencita Legan mientras daba una vuelta y mostraba su vestido nuevo

-Te ves hermosa querida Elisa como toda una mujer, seguramente Jonathan Green estará muy impresionado- término Lydia.

-Ustedes también se ven muy bien, aunque Luisa deberías llevar un mejor escote. Con esa ropa no llamaras la atención de los jóvenes.- Elisa intento abrirle un botón a su amiga.

-Cuando estemos en tu casa me ayudas a verme más coqueta, recuerda que hoy pasa mi padre por nosotras y no quiero que me sermonee por verme no adecuada, ya saben que anticuados pueden ser los padres.- dijo Luisa.

-Si siempre quieren que nos veamos como niñas, aunque ya seamos señoritas- puntualizó Lydia- y hablando de señoritas vieron que la suite especial ya está ocupada, me parece que la nueva alumna llegó ayer por la tarde, debe ser muy rica si le dieron una de las recámaras especiales.

-¿no la han visto?- dijo Elisa molesta, pues no soportaba pensar en que llegaría alguien que pudiera ser su competencia.

-No, al parecer llego agotada y no salió ni a desayunar esta mañana. Tu tampoco fuiste Elisa ¿te sentías indispuesta?- pregunto Luisa

-esta todo bien, fui a ver si mi hermano había entregado todas las invitaciones y bueno ya que andaba por allá encontré a Dennis y ya saben, no se como decirle que no- Elisa se estiró la ropa incómoda.- mejor vámonos.

En esas dos ultimas semanas Neal había perdido dinero jugando a los naipes con otro amigo americano un chico delgado alto y desgarbado. Como ya era costumbre Neal pedía dinero a su hermana y cuando no tenían el la extorsionaba diciéndole que le contaría todo a su madre sobre las andanzas de Elisa en America y en el colegio, así que había estado manteniendo amoríos con los dos amigos más feos que Neal podía tener o eso pensaba ella. Su urgencia por regresar a estar con Jonathan era para que los otros chicos la dejaran tranquila y aunque no le molestaba del todo sentía que estaba manchando su reputación con esos dos individuos. Ese mismo día había tenido que hacer el amor con Peter Peaks y se sintió muy asqueada después de eso, ademas estaba cansada de estrenar a mi ja hitos tontos que no le dejaban ninguna experiencia novedosa, por eso no quería pensar ni diría nada de lo que pasaba. Le había advertido a Neal que esa era la ultima vez que pagaba sus deudas que estaba harta de que la usaran y que pensara en que si demasiados sabían que ella ya era una mujer arruinaría su compromiso con Anthony.

Salieron de la escuela con rumbo al auto de Luisa y al subirse el papa de la chica no dejo de observar a Elisa todo el trayecto, la veía de una forma lasciva y no perdía detalle de lo hermosa que era. Al bajar del carruaje cuando llegaron a la mansión Elisa fue la última en bajar y al darse cuanta como la miraba el padre de su amiga no dudo en fingir que se caía, el señor Chadburn la sostuvo de la cintura para evitar se hiciera daño, después de eso ella le sonrió y el le besó la mano muy coquetamente. Algo acababa de pasar Elisa estaba segura de que había conseguido lo que quería llamar la atención de personas más importantes.

En la fiesta todo fue alegría y risas, Elisa había obtenido lo que deseaba después de haber estado platicando con Jonathan Green un par de horas se habían desaparecido y hábilmente Elisa lo había llevado a una de las recámaras más alejadas donde lo había seducido, hasta el punto de terminar acostándose con él. Lo más curioso de todo fue que Neal que estaba bastante tomado se había llevado a Luisa a su habitación con él y estuvieron platicando largamente, hasta que en algún momento Neal la beso y comenzó a acariciarla pero Luisa no lo permitió, ella en cambio siguió hablando mientras le servía más vino en su copa. Y en el caso de Lydia había quedado en el salón de té en compañía de Sebastián con quien estaba muy cariñosa y permisible, pero sin llegar a ser tan descocada como Elisa.

La fiesta de té llegó a su fin a las ocho de la noche cuando un carruaje de la familia Andrey los llevó de vuelta a todos al colegio, Neal iba dormido todo el tiempo mientras que Luisa lo veía con culpa, pero no quería decirle a sus amigas que no había pasado nada. Elisa Y Jonathan al parecer se habían entendido y ahora se veían muy enamorados mientras él la llevó en sus piernas todo el camino, Lydia y Sebastián los veían pero en algún punto decidieron imitarlos y comenzaron a besarse. Al llegar a la escuela se bajaron lo más adecuado que podían para pasar desapercibidos, Neal con la ayuda de los otros dos jóvenes fue llevado a escondidas y casi arrastras, las chicas se fueron muy felices caminando hacia la biblioteca para contarse sus experiencias, estaban tratando de animar a Luisa que se sentía muy culpable.

-Tranquila Luisa, la primera vez es la única que duele, con el tiempo te acostumbras y verás que te terminará gustando, además eres privilegiada al estar con un Legan.- dijo Elisa muy orgullosa

-Podrás ser cuñada de Elisa, solo mantenlo muy complacido para que no te deje, verdad Elisa- continuo Lydia y volteo a ver a Elisa que se había quedado atrás.

Justo cuando iban entrando al salón de descanso contándose sus intimidades, Elisa vio a Candy con una de sus compañeras más aburridas Patricia O'Brien. No podía creerlo, no quería creerlo, había pensado tranquilamente que Candy se quedaría en America y que no ira al colegio pues una niña del Hogar de Pony no merecía codearse con las mejores personas de la alta sociedad. A pesar de haberse paralizado un momento en seguida logró recuperarse y avanzó adelantándose a sus amigas.

-Hola Candy, no pensé que vendrías al colegio.-dijo Elisa un tanto amable.

-Hola Elisa- dijo Candy

-¿Ustedes se conocen?- dijo Paty un poco avergonzada.

-Si Paty, ¿pero tú cómo la conoces?- pregunto Elisa que no dejaba pasar ninguna.

-Ví cuando la hermana Margaret la llevaba al cuarto especial y ya que es domingo y no hay tantas personas decidí presentarme para mostrarle el colegio.- explicó Paty

-Agradesco tu hospitalidad, Paty- dijo Candy sonriéndole

En ese momento todas las amigas de Elisa se acercaron a Candy curiosas, ya que la había ración especial no la habían utilizado desde hacía mucho tiempo. Elisa la hizo ponerse verde de la envidia pues sus padres la habían inscrito al nuevo colegio sin gozar de ningún privilegio y no soportaba la idea de ver a Candy mejor instalada que ella, además todas al tener esa habitación querían hablarle pues sabía que gozar de privilegios solo daba a notar que la persona era muy importante.

-bien chicas ya que veo que todas están muy impacientes por conocer a Candy, se las presentaré- Elisa estaba alzando la voz y casi todos los que se encontraban en el salón de receso voltearon a verla.

-Gracias Elisa- dijo Candy en voz baja, no muy convencida de la actitud de Elisa.

-Les presento a Candy Andrey de Norte America, una dama de establo.- La pelirroja de regodeaba como la atención de todos en el lugar.

-¿Dijiste establo?- preguntó una de las chicas que se había acercado.

-Así es Carolin, hasta hace poco limpiaba caballos en el establo de una residencia cercana a Chicago, pero se valió de no se sabe qué artimañas para convencer al patriarca de la Familia Andrey y volverla un miembro oficial.- Elisa volteó a ver a Candy con superioridad.

-Elisa- dijo Candy muy sorprendida.

-pero no se puede esperar nada bueno viniendo de una chica que fue abandonada por sus padres desde su nacimiento, sin olvidar que es una ladrona porque robo mis vestidos y las joyas de una verdadera dama. Y casi es la causante de la muerte de un caballero, no vas a negar que por tu culpa Anthony Brown se debate entre la vida y la muerte, mi querido primo con el que tengo una promesa de matrimonio, no podemos saber si podrá cumplirla debido a que tú casi lo matas.- Elisa lo había conseguido todos veían a Candy con sospecha y molestia, como si fuera un animal con salvaje.

Paty instintivamente se alejó de Candy, no creía en todo lo que había dicho Elisa, pues esa chica nueva le había parecido tan amable y Yam agradable, pero tenía prejuicios que no sabía como romper debido a su timidez y a su estricta educación. Elisa al ver a Paty en un segundo de vacilación le dijo- Vámonos Paty, será mejor que no te juntes con semejante "señorita".

Candy se había quedado solá con la mirada viendo al suelo, todos la miraban y decidió salir antes de ponerse a llorar. Elisa que se había ido con su grupo de amigas iba en el corredor. Aparte de Luisa y Lydia ahora la seguían otras chicas que querían tener más información Carolin y Roxane iban detrás de Elisa haciendo preguntas.

-¿y como fue el accidente que dices Elisa?- Dijo Caroline

-¿quiere decir que acabando el colegio te vas a casar?- pregunto Roxane.

-Si chicas, yo estoy muy comprometida con este caballero su nombre es Anthony pero en la presentación de esa chica mi novio sufrió un accidente, ella no deja de tratar de llamar su atención, todo el tiempo quiere estar con él y aunque el la aleje lo hace estar en situaciones comprometedoras, también intenta seducir a mis otros primos Alistair y Archibald, ellos ya han caído en sus redes. Tengan cuidado con ella, será mejor que no se hagan sus amigas. ¿Escuchaste Paty? A menos que quieran ser catalogadas como ella lo es.

Paty que estaba muy lejos solo asintió con la cabeza y decidió irse a su recámara, prefería estar ahí antes de que pasara algún incidente que pudiera meterla en problemas.

Candy también estaba en su recámara ya estaba oscureciendo, no había vuelto a ver a Stear y Archie, se sentía realmente sola en ese lugar y no podía dejar de preguntarse cómo alguien como Elisa podía ser una dama.

Después de la cena Elisa vio que Candy recibía las instrucciones para el día siguiente que era de misa y cuando la pecosa se fue a su recámara a descansar, Elisa y Luisa salieron corriendo a la recámara de Paty.

-¡Hola Paty! No te vimos en la cena ¿te sientes mal?- pregunto Elisa con un tono de burla.

-Pobre Paty pensó que podría tener una amiga al fin- Luisa estalló en carcajadas después de burlarse de Paty.

-¿Qué es lo que quieres Elisa?- pregunto Paty, cansada de que la molestaran.

-Quiero que le digas a esa huérfana que el uniforme blanco es para la misa, me oíste.- el tono de Elisa era de mando

- ¿Yo? ¿Por qué quieres que haga eso? La van a retar por mi culpa y si ella me acusa me castigarán.

-Haz lo que digo Paty.- Elisa estaba enojándose

- No será que eres igual a ella, una corriente y ordinaria por eso es que nadie te habla, ni mucho menos se fijan en ti.- Luisa había aprendido rápidamente de la actitud de Elisa, cuando ella antes de su llegada nadie le hablaba bien pues la consideraban una chica aburrida.

-Te estaremos observando hasta que lo hagas, entiendes.

Después de eso Luisa y Elisa se fueron a parar al cubo de la escalera para ver lo que pasaba, no podían con la risa aunque tuvieron que aguantársela para que no las descubrieran, en ese momento Jonathan apareció por detrás de Elisa y la tomó de la cintura, comenzó a besarle el cuello y a pasarle las manos por la cadera.

-Espera Jonathan aquí nos van a ver y ¿que va a pensar Luisa?- dijo Elisa que aunque se mostraba renuente lo dejaba manosearla.

-¿Por qué no te vas a tu cuarto quería Luisa? o mejor porque no buscas a Sebastian, el con gusto te desflora y no se queda dormido como Neal- acto seguido comenzó a reírse tanto que Luisa decidió irse muy asustada.

-Basta Jonathan, no digas eso de mi hermano lo qué pasa es que él es un caballero o quizá Luisa no le despertó la pasión adecuadamente.- dijo Elisa separándose por fin.

-Si claro no todas son unas rameras como tú- se volvió a reír estrepitosamente.

-Ya basta, si me vas a insultar olvídate de mi- dijo Elisa muy digna.

-Si claro Elisa, si tú te mueres porque te haga el favor, además no dije nada que no sea cierto crees que no veía que te revolcabas con Dennis, por cierto Elisa que bajo caíste con ese tipo tan feo y tonto- Elisa iba a rebatir pero Jonathan la callo con poniendo su dedo en sus labios- no es reclamo, ni me importa, puedes revolcarte con los que quieras el problema es de tu prometido no mío, y hablando de eso tengo ganas de ti así que después de la ronda te espero en el establo pequeño que está atrás del dormitorio de los varones y prepárate para no dormir, hacia tanto que no te tenia que no me había dado cuenta que estás más desarrollada y mucho más exquisita.

-Pero la ronda es en diez minutos- protestó Elisa tomándolo del cuello y apuntó de besarlo.

-te veo ahí anda- acto seguido no la dejo besarlo en cambio cuando Elisa se dio la vuelta le dio una fuerte nalgada, pero la chica solo sonrió y se fue directo a su cuarto.

Después de la ronda salió a hurtadillas y siguió las indicaciones que le dijo Jonathan, al llegar al establo lo vio y enseguida se fue sobre él, lo que había dicho el joven Green era cierto pasaron toda la noche teniendo relaciones, tan intensa fue la noche de Elisa que regresaron a sus dormitorios a las seis de la mañana, apenas si logro ducharse y arreglarse para la misa que comenzaba a las siete de la mañana, sería un largo día para la pelirroja ya que estaba cansada y adolorida de haber tenido una actividad tan agitada. Bajo con pesadez y soñolencia, Luisa la veía bastante distraída, hasta que le hizo una seña para ver cómo reprendían a Candy por llevar el uniforme blanco, después de eso entraron a la iglesia muy contentas y risueñas.

Todas tomaron sus lugares,, Candy quedó por en medio del salón en un extremo pues nadie quería hablarle. Elisa estaba muy cerca del atrio a la par que Stear y Archie, llevaban cerca de media hora en misa cuando la puerta se abrió y dejó ver a Terry que llevaba mal puesto el uniforme, paso caminando junto a Candy y no le quito la mirada de encima, el solo quería comprobar que Candy estuviera ahí en misa y en el colegio como esperaba. Y al no soportar la curiosidad decidió montar un espectáculo para que ella también lo viera, después de burlarse de las religiosas y de todo mundo salió del recinto y volteó a ver un segundo más a Candy, seguramente la vería en el día. La rectora lo reprendió pero el salió como si no le importara. La pecosa no podía quitarle la vista de encima hasta que la rectora volvió a llamar al orden y ella volteó de inmediato pues no quería ser tan evidente.

Elisa que se había quedado muda de la impresión y de la belleza que había visto tenía Terry, no aguanto y le susurro a Luisa.

-¿Ese chico es nuestro huésped?

-Si es el hijo del Duque de Grandchester.

La misa continuó como si nada, después se dirigieron al comedor, para tomar el desayuno. Al estar la hermana Classe en el comedor Elisa no pudo hacer ningún comentario, pero en el descanso no dudó en expresar todas sus preguntas.

-Lydia, Luisa cuentenme más sobre nuestro guapo noble que hospedamos.- dijo la pelirroja con los ojos brillantes

-Terry ha estado en el internado por años, su familia lo tiene aquí porque es un chico muy rebelde.- dijo Roxane que se había quedado a escuchar la conversación.

-Todo mundo sabe que fuma y bebe, aveces no se le ve por el colegio y también dicen los chicos que casi no asiste a clases aunque tiene muy buenas notas- siguió Carolin

-Esta aquí por las donaciones que hace su padre al colegio, además si es un problema algo le hará nuestras fuertes reglas, no me imagino como va a ser cuando llegue a ser el futuro Duque- terminó Luisa.

-No lo puedo creer, es un chico muy interesante y lo mejor es que es noble- dijo Elisa con una mirada soñadora.

-Óyeme Elisa ¿no es pecado lo qué haces?le faltas a tu prometido que además esta enfermo.- puntualizó Carolin

-No pienso igual que tu, porque es muy probable que mi prometido no mejore en absoluto, solo que hasta que mi familia lo acepte no podrán cancelar esa promesa y no veo porque no puedo buscar otro partido que este a la altura de mi apellido.- termino Elisa

En ese momento vieron a Candy caminando hacia el bosque, Elisa se quedó callada para que la rubia no escuchara, después de eso siguieron cotilleando de cosas de la escuela.

Candy había encontrado una sombra para sentarse lo bastante alejada de Elisa, estaba recostada en el pasto viendo al cielo, se veía bastante tranquila, Terry se la quedaba viendo escondido detrás de un gran árbol donde él había estado descansando. Después de observarla un rato y sorprenderse de que una señorita de sociedad descansara como un muchachito, decidió que iba a hablarle pero para su mala suerte en ese momento llegó uno de sus compañeros a buscarlo porque la rectora lo llamaba. Candy se levanto viéndolo pues le sorprendió darse cuenta que estaba ahí cerca de ella, él miró como lo veía asombrada y decidió pasar de largo. No era el momento pues si no iba las hermanas lo buscarían y no sería bueno que lo vieran con la chica nueva.

Cruzaron miradas y él se fue combinando y murmurando un insulto a la rectora por haberlo interrumpido cuando estaba dispuesto a conocer a la señorita pecosa. Iba meditando en lo que escucho por la mañana, ese tal Neal Legan hablaba muy mal de aquella muchacha, estaba diciendo que era huérfana y Terry al verla tan sola pensó que seguramente era la razón por la que no tenía amigas, como a él mismo le pasaba, después le sorprendió como otro de los chicos nuevos de esa gran familia de America defendía a Candy con gran pasión y por último no entendía porque los Legan y los Andrey no se llevaban bien si todos pertenecían a la misma familia. Al final la pecosa no era una snob como había pensado y eso le dio más curiosidad aun, curiosidad que tendría que dejar para luego pues seguramente la rectora le daría un par de días de confinamiento.

Mientras la vida se iba desarrollando en colegio Anthony, su padre y la tía abuela habían por fin tocado el puerto de Amberes, bajando del barco se dirigieron al Ferri que los llevaría directamente a Alemania donde ya lo estaban esperando en una clínica donde le harían estudios y donde quizá estaba el médico que podía operarlo para volver a ver.