La historia de Candy Candy no me pertenece es de la escritora Kyōko Misuki, yo solo se la tomo prestada sin fines de lucro para divertirnos un poco con los personajes.
Hola Chicas, lamento haberme tardado tanto con este capítulo pero esto de trabajar en pandemia es un caos, primero me mandaron capacitaciones interminables y ahora con el trabajo no me doy abasto, por eso tuve que suspender escribirles, intentaré volver a subir capítulos más regularmente pero no puedo prometerles que sean una vez a la semana.
Les mando saludos a todas las que me han estado preguntando cuando iba a volver y estoy intentando volver a tener un ritmo, me alegro que sigan buscando la historia. Espero les guste este capítulo. Les aseguro que me va a volver gustar leerlas en los comentarios y si no puedo contestarles por aquí, les prometo que les contestaré en los comentarios así que busquen ahí. Espero que todas tengan buena salud y que la vida les esté yendo bien. Les mando abrazos desde este rincón del mundo.
CAPÍTULO más 44
Todas las alumnas habían tenido que madrugar, una semana antes habían sido avisadas que tendrían una clase de protocolo más temprano ya que les faltaban pulir ciertas características de lo que era ser una dama, además como habían ingresado algunas nuevas alumnas como Elisa y Candy, debían nivelarlas para que todas entendieran más fácilmente la disciplina del colegio y llegaran hacer unas damas respetables.
Candy había sido levantada por Paty, no se le daba bien levantarse temprano pero con la ayuda de su amiga estuvo presente sin ser reprendida. Elisa por extraño que parecía había llegado justa de tiempo, se veía demacrada y cansada, tenía unas marcadas ojeras que trato de cubrir con un poco de maquillaje aunque se arriesgara a que la sancionaran.
-Elisa ya te enteraste, Caroline se casará el próximo invierno. La fiesta de compromiso será en quince días- le comentó Luisa muy emocionada.
-¡Quince días! ¿porque tan pronto?- Elisa estaba muy sorprendida.
-Mis padres adquirieron unos negocios en el oriente y quieren que nos vayamos a vivir con ellos algunos meses, en lo que nos acostumbramos a nuestra nueva vida y en lo que terminan de construir nuestra residencia que estará en Chicago.- contestó Caroline muy feliz.
Elisa sintió nuevamente el miedo en la garganta, encima tendría que encontrárselos en los eventos de Chicago, su tristeza la convirtió rápidamente y le dijo.
-¿Y porqué te tienen que cuidar los primeros meses tus padres? ¿A caso estás en cinta? ¿Por eso tienen tanta prisa tus padres para que no se te note?- Elisa lo dijo muy alto para que todas escucharan y comenzaran a murmurar.
Caroline no tuvo tiempo de contradecirla, porque la hermana Klase ya estaba haciéndolas callar, pero Elisa había cumplido su cometido, había sembrado la duda sobre el honor de Caroline, hasta Paty y Candy que están en primera fila las vieron sorprendidas.
Lydia le murmuro a Luisa -¿Crees que lo que dice Elisa es verdad?
-Claro que lo es Lydia, si no porque la prisa, Caroline es igual de vulgar que esa Candice.- hablo de nuevo Elisa aunque esta vez lo hizo más bajo pero audible. Pero esta vez la hermana no había tenido tiempo de reprenderlas, pues la hermana Margaret había entrado para presentar a una nueva alumna.
-Quiero presentarles a una alumna nueva, su nombre es Annie Britter de Norte America, desde hoy va a estudiar con ustedes, espero que le den la bienvenida y la ayuden a acostumbrarse al colegio. En esta clase tenemos dos alumnas que también vienen de Estados Unidos, Elisa Legan y Candice White Andrey pónganse de pie por favor- la hermana seguía hablando para presentarlas
Annie quedó en shock, nadie le había dicho que Candy había sido adoptada por los Andrey y que mucho menos se encontraría ahí en el colegio, en su misma clase, tenía tanto miedo de hablarle y también sentía tanta culpa que por un momento pensó en pedir retirarse a su recámara pero no podía hacer eso, sus padres habían hablado del enorme esfuerzo que harían por mandarla a un colegio tan prestigioso, pero querían lo mejor para ella ya que era su gran orgullo. Sintió como sus piernas le temblaban y casi no se da cuenta a tiempo de que la hermana Klase quería sentarla junto a Candy.
-¿Herman? No podría sentarme junto a Elisa…, yo la conozco y podría ayudarme a adaptarme más rápido.- Annie dijo esto en voz tan baja y tan atropellada que suspiro de alivio cuando terminó.
-¿El lugar junto a Elisa? Pero esta ocupado…- cuando la hermana iba a seguir con sus excusas Patty la interrumpió.
-Hermana Klase, yo podría sentarme junto a Candy y Seder con gusto mi lugar para nuestra compañera nueva.
-Muy bien Patricia, eres muy puedes dirigirte a tu lugar.
Annie camino titubeante, se tuvo que parar junto a Candy que no dejaba de observarla con asombro, en lo que Patricia cambiaba sus cosas de lugar, en cuanto Patty estuvo instalada en el pupitre a la izquierda de Candy, la ojiazul casi corrió a sentarse, por suerte Patty estaba tan emocionada de cambiar cerca de su amiga que no noto las acciones tan raras que mostraron estas dos rubias, aunque si le pregunto a Candy si se encontraba bien.
Luisa estaba cuchicheando es Annie los orígenes de Candy y aunque la rubia trató de ignorarla no pudo, ambas jovencitas provenientes del hogar de Ponny, no entendieron nada sobre cómo poner presentar una mesa muy bien puesta para invitados, Elisa y Caroline estaban igual de distraídas, Caroline echaba lumbre por los ojos a causa de los comentarios insidiosos de Elisa, y la pelirroja no dejaba de sentirse celosa y triste, no podía dejar de pensar en Jonathan y su traición.
El día continuo lleno de tensión para todas las chicas, y no acabo de mejorar cuando Stear busco a Candy para llevarla a la sala de visitas donde habían acordado un encuentro con Annie para presentársela formalmente como miembro de los Andrey. Elisa también había ido a regañadientes a esa visita, después de soltar su ponzoña decidió estar encerrada en su cuarto para que Jonathan ni Caroline la confrontarán.
El rumor del supuesto desliz de los nuevos prometidos había estado en los pasillos de todo el colegio, Terry que no era fan de escuchar había alcanzado a oír a Neal Legan decir que al parecer todas las chicas del San Pablo eran unas ligeras de cascos comenzando por esa Candice, el joven inglés sin saber porque le había molestado tanto el comentario de ese niño mimado de Legan solo dijo socarronamente y lo más audible posible para que todos escucharan.
-Vaya, vaya Legan ¿acaso tú le puedes probar algo a esa chica? Porque yo si puedo decir por cuántas camas ha pasado tu hermanita.- acto seguido se fue riéndose.
Neal se quedó con la cara roja de la ira que sentía y no ayudó cuando Dennis comento casi a gritos que al menos la de el si la había calentado. Después de eso se fue sin decir palabra a ver la dichosa reunión en la cual estuvo escasos veinte minutos. Cuando llegó Elisa y Annie hablaban trivialidades y la pelirroja le decía lo bien que le haría estar en el colegio, ya que ella era la chica más popular del lugar. Cuando Candy llegó, el ambiente se volvió tan incomodo que solo entre Stear, Candy y Archie conversaban, las presentaciones fueron hechas adecuadamente pero Elisa al no soportar a Candy decidió irse pretextando que querían abrir los obsequios que le había enviado la tía abuela.
Annie se quedó unos minutos más tratando de llamar la atención de Archie pero este ni cuenta se dio ya que aprovecharía ese permiso para hablar más con Candy, ellos le contaron las noticias que habían sobre Anthony y la rubia se alegró de saberlo fuera de peligro. Annie al sentirse muy incómoda se excusó diciendo que estaba agotada por el viaje y decidió ir a su recámara, Candy y Stear presionaron a Archie para que la acompañara y así el castaño acompañó a la joven tímida, mientras Stear acompañaba a Candy hasta el salón de recreo donde se había quedado de ver con Patty, Candy pensaba que si había suerte presentaría a su amiga con su primo para que se hicieran buenos amigos.
Aunque Archie acompaño a Annie las cosas no resultaron cómo a la rubia le hubieran gustado, el joven solo hablaba de Candy y le pedía constantemente que no se dejara llevar por lo que dijera Elisa y que si no era un favor muy grande se volvieran amigas, Annie notó tanta pasión en su forma de hablar de Candy que no tardo en darse cuenta que a Archie le gustaba la pecosa y que Elisa no se había equivocado al decir que él estaba loco por ella. La esperanza de la rubia se vio disminuida y ella sorpresivamente cortó al muchacho dejándolo perplejo, al llegar a su cuarto se sintió protegida y no hizo más que llorar, comenzaba a creer que todo era un gran error.
Los días siguieron pasando sin mayor cambio, Candy ignoraba a Annie y aunque le dolía prefiero a no meterla en problemas, la vida en el San Pablo seguía tomando un nuevo ritmo, Annie más tímida que nunca se dedicaba los ratos libres a tejer con mucho esmero una frazada, todas la notaban muy ansiosa aunque no compartía nada con nadie a pesar de siempre ir con el grupo de Elisa. Caroline había dejado de hablarle a la pelirroja por sus comentarios mal intencionados, pero la gente seguía deslumbrada con la americana que no les importó la opinión de la inglesa. Jonathan intento reclamarle a Elisa pero todo fue en vano ya que la pelirroja lo persuadió para seguir acostándose con ella y el joven al no recibir las atenciones que quería de su prometida no le importó seguir divirtiéndose con la muchacha.
Dos semanas después de que Annie entrara a la escuela, volvían a tener su clase de protocolo, se levantaron temprano como era costumbre cuando recibían ese tipo de curso, Elisa había estado más cansada de lo normal, estaba decidiendo reportarse enferma cuando de repente sintió unas náuseas muy fuertes que la hicieron correr a su baño, vomito tanto que pensó que su estómago se le saldría por la garganta y en el momento que se sintió más repuesta corrió a su escritorio a ver los seguimientos que hacía de su menstruación, su peor pesadilla se hizo realidad estaba embarazada con tan solo 14 años recién cumplidos, su madre llegaría en una semana para hacerle una gran fiesta ya que su cumpleaños había sido una semana antes del quinto domingo. Al pensar eso comenzó a llorar desconsolada, pero se vio obligada a parar pues Luisa había tocado a su puerta y la pelirroja tuvo que fingir que se estaba despertando; Se arregló lo más rápido que pudo y salió como si nada de su habitación.
-Tardaste mucho Elisa, tendremos que correr o nos retarán- observo Luisa.
-Lo se, me quede dormida y no iba a salir como chica campesina, no soy como Candy- dijo Elisa.
-Mejor corre.
Las chicas se fueron corriendo por las escaleras y atravesaron parte del jardín hasta el edificio, Elisa se detuvo las náuseas volvieron a ella y tuvo que controlarlas, correr había sido muy mala idea, si seguía teniendo malestares de este tipo sus compañeras y las monjas no tardarían en darse cuenta y la expulsarían, debía pensar una solución y pronto porque por mínimo ya tenía un mes de embarazo. Toda la clase Elisa estuvo ausente, no dejaba de pensar en que podía hacer.
Mientras tanto Sarah estaba en alta mar con una Dorothy extremadamente embarazada, faltaban dos días para que llegaran y su plan no acababa de dar resultado, a pesar de que puso a Dorothy a fregar los pisos y subir el equipaje, no entraba en trabajo de parto y debía darse prisa. Esa mañana se le había ocurrido dar un paseo en la cubierta de tercera clase, obligando a Dorothy a ir con ella y bajar y subir varias de esas angostas escaleras, en la última escalera Sarah le dijo a Dorothy que bajara delante de ella, la mi cama con todo el esfuerzo que le costaba bajar la obedeció, iba cuidadosamente poniendo los pies para no resbalar, pero Sara que la iba apresurando fingió resbalar con la falda de su vestido empujando a Dorothy y haciéndola caer cinco escalones antes de llegar al suelo, Dorothy cayó golpeándose el vientre y enseguida le aquejó un fuerte dolor, Sarah bajo cuidadosamente mientras la veía sufrir y espero un rato vigilando que nadie las viera, en ese tiempo logró ver lo que esperaba, Dorothy había roto fuente, lo malo es que la caída debió haber sido más que fuerte pues también comenzó a sangrar y en el piso se estaba formando un gran charco, Dorothy seguía inconsciente y Sarah corrió a buscar alguien que la ayudara, unos hombres que estaban del otro lado de la cubierta fueron a auxiliarla y al ver que no la podían mover mucho la llevaron al camerino de uno de ellos en tercera clase, el hombre viajaba con su esposa y la señora al ver la fingida desesperación de Sarah, se dispuso a atenderla.
Aunque abordó iban varios médicos en primera clase Sarah fingió no saber y pidió no moverse del lado de su mucama, sabía que a nadie de tercera clase le dejarían subir a buscar ayuda y ella no dijo su apellido ni nada para que bajaran a buscarlas, después de un tiempo muy largo Dorothy recobró el sentido bastante aturdida, el dolor de contracciones la estaba matando y aunque sabía lo que pasaría en cuanto naciera su hijo, no podía evitar que pasara.
-Señora el Bebe está por llegar, quiere salir y le informo.- dijo la humilde señora.
-No, me quedaré con ella pero quiero proponerle algo- le dieron la espalda a Dorothy y comenzaron a susurrar.
-Si no le dice nada a nadie, yo le daré mucho dinero, pero necesito que haga varias cosas por mi. La primera es que esta niña termine el viaje con ustedes, la segunda es que le diga que su bebé nació muerto por el golpe que recibió y la tercera es que cuando desembarquemos le compre un boleto de regreso a America.- Sarah era directa
-¿Pero señora como quiere que yo haga todo eso?- dijo la mujer
Sara sacó un saco de monedas de su bolso y le dijo- aquí hay quinientas libras, le daré quinientas más cuando hayamos desembarcado, más el pasaje de la muchacha, pero no nos pueden seguir, usted no puede saber mi nombre y todo lo que ella le diga finja no saber confúndanla- Sarah puso el dinero en sus manos en el momento en que Dorothy se quejó muy fuerte.
Desde la caída, hasta el momento en que Dorothy sintió que era el momento, ya habían pasado muchas horas, Sarah solo quería que esto terminara para poder regresar a su camarote y esperar un poco más para olvidarse de todo este asunto de una vez. Dorothy cada vez gritaba mas fuerte y aunque intentaba no podía sentía que moriría, las fuerzas estaban abandonándola, por más que la mujer le animaba, en algún momento una contracción muy fuerte llegó y por fin pudo nacer, aunque la mala suerte de Sarah no acababa y Dorothy había alumbrado a una niña. La pequeña lloro fuerte, rápidamente la envolvieron en frazadas para podérsela enseñar a Sarah y aunque no quisiera aceptarlo, la bebe se parecía mucho a su hijo Neal, tenía el cabello castaño casi rojizo y se notaba que sería blanca como Elisa, sin duda esa bebe era una Legan. Dorothy había perdido el conocimiento nuevamente y estaba presentando una hemorragia, Sarah vió a la mujer envolvió en más frazadas a su nieta y salió del cuarto dejando a Dorothy a su suerte. La mujer trató de ayudar a Dorothy lo mejor que puso y solo sabía de remedios, aunque también tenían escasos recursos porque iban en un barco. La mujer como pudo consiguió especias de la cocina y con eso intento salvarle la vida a Dorothy. Las horas siguieron pasando y aunque la hemorragia paro la chica seguía muy débil.
Sarah había llevado a la bebe al camarote, la limpio y la vistió cómodamente con ropa de la más fina, no encontró una nodriza así que no tuvo más remedio que intentar darle leche ella misma, pues había llegado hasta su quinto mes de embarazo y seguramente su cuerpo se había logrado preparar para maternar, no quería aceptarlo pero esa bebé pronto se ganaría su corazón, además era hija de su Neal y aunque nunca sabrían la verdad la consideraba una buena heredera, a pesar de ser obligada a concebir un nuevo hijo para su marido cuando perdió al bebé se sintió muy desdichada y al tener a esta bebé en sus brazos la hacía sentirse tranquila y aliviada después de tanto sufrimiento, no lo negaría ella adoraba a Neal, pero adoraba a Elisa y siempre había preferido a las niñas y a esta pequeña no le faltaría nada sería tan mimada como su Elisa y siempre estaría con ella. Sarah a sus 34 años de edad se sentía nuevamente dichosa por tener la oportunidad de criar a una nueva bebé, en un día llegarían a puerto y podría presentarla como Felicity Rose Legan.
La tía abuela Elroy estaba en el puerto esperando a Sarah, quien bajaba la escalera con mucho cuidado cargando a un pequeño bebé, Sarah se veía radiante y feliz, la señora Elroy no pudo contener la emoción y se acercó a verla.
-Sarah querida, ¡ya nació tu criatura!debiste avisarnos y no debiste viajar sola, ¿cuánto tiempo tiene de haber nacido?
-Un par de semanas Tía, llevábamos un día en alta mar y entré en labor, gracias a Dios soy una mujer experimentada y pudo reaccionar de la mejor manera. Mi madurez y experiencia con Neal y Elisa hicieron que este acontecimiento fuera muy fácil.- Sarah ya había pensado en lo que le diría a su tía.
-vamos al carro para que pueda conocer a esta criatura, debiste venir acompañada Sarah eso ha sido imprudente.
-Permiteme tía debo pagar a la mujer que me ayudo estas dos semanas, será mejor que me ayudes a sostener a Felicity Rose para no exponerla más.- dijo Sarah en lo que veía a la distancia a la mujer que la esperaba junto a las amarras.
-Es una niña, que emoción será igual de hermosa que Elisa, ya imagino la cantidad de pretendientes que tendrá, Daniel estar decepcionado pero no negaremos que en la familia Andrey nos hacen falta mujeres para poder hacer mucho mejores relaciones con las otras familias y esta niña seguramente traerá buena suerte- la tía abuela se fue encaminando al carro con la bebe en brazos
Sarah se acercó a la señora sigilosa.
-¿Cómo está ella?- pregunto Sarah
-Le costo mucho recuperarse pero lo hará, esta muy triste porque su bebé murió por la caída y le conté que fue un barón. La mandaremos en el mismo barco a America en cuatro días que salga de nuevo del puerto.- terminó las mujer.
-Muy bien y aquí tiene otras quinientas libras, no quiero que diga que me conoció, nunca nos vio en su vida- dijo Sarah estricta.
-¿La bebe esta bien?
-Ese ya no es asunto suyo.- después de eso Sarah se dio la vuelta y se alejó rápidamente hasta llegar donde estaba el carruaje que ya solo esperaba que subiera para marcharse.
Dorothy alcanos a ver a la señora Sarah Legan subiendo al carruaje sin nada en los brazos, ella se veía muy débil y triste, pensaba que podría volver a ver Neal y enseñarle a su hijo pero las cosas habían salido muy mal, la gente con la que la dejo Sarah había prometido que la mandarían a America y ella volvería con sus padres a curar su corazón herido. No entendía porque no dejaron que viera a su bebé y eso le causaba mucho dolor y malestar pero no tenía los recursos para hacer algo y estaba en un lugar desconocido, ademas que se sentía muy mal de salud . Esperaría los días adecuados y regresaría a America.
