Hola chicas!
Les traigo otro capítulo recién salido del horno, aquí van a entender porque la obsesión de Elisa con Terry, la verdad es que yo nunca creo que se enamorara de él, acepto que se enamoro de Anthony pero de Terry solo le gustaba el título, que era rico y tan guapo como para decir me lleve el premio mayor. Van a amar este capítulo por algo de Terry y Candy pero ya no les digo más espero que lo disfruten.
Gracias por los comentarios Mía8111, Mcvarela y las dos Guest que no dejaron nombre pero que les esta gustando la historia.
Las leo en el siguiente capítulo y que disfruten su lectura.
La historia de Candy Candy no me pertenece es de la escritora Kyōko Misuki, yo solo se la tomo prestada sin fines de lucro para divertirnos un poco con los personajes.
El siguiente contenido puede tener escenas que dañen la sensibilidad de las personas, si no les gusta este tipo de historias absténganse de leerla
CAPÍTULO 60
Anthony camino junto a Candy sin dirigirle la palabra y al llegar a la mesa de sus primos él no se detuvo jalo a Cathy de la mano y se dirigieron a la mesa de las viandas y bebidas. Se sirvió un ponche en una taza y lo tomo de un solo trago, después volvió a llenar su copa. Cathy no pudo contenerse y le pregunto.
-¿Tony que te ocurre? El ponche no está tan fuerte pero no creo que sea saludable que lo bebas como si se tratara de agua.- dijo preocupada
-Solo estoy tenso, no fue tan buena idea venir.- dijo el rubio.
-Bueno aunque estoy cansada no voy a negar que la he pasado bastante bien en compañía de tus primos y sus novias, hasta encontré algunos conocidos de mi familia que hacía tiempo no los veíamos, no puedo estar descuerdo contigo.- siguió hablando Cathy.
-No solo hablo del baile, fue mala idea venir a Londres.- dijo amargamente.
-Tony, relájate no creo que lo que te pase con Candy sea motivo para ponerse tan pesimista.- le dijo la rubia platinada y le sonrió con cariño.
-Me equivoque, ella no me espero. Yo pase todos estos meses anhelando verla y ella solo continuó dejándome de lado.- siguió hablando el ojiazul.
-No creo que sea culpa de ella, los sentimientos no se fuerzan y tienes que ser comprensivo, ella vivió meses pensando que estabas comprometido con tu prima Elisa, hasta hace un par de semanas estabas atado a ella y si piensas las cosas objetivamente es obvio que Candy no guardo ninguna esperanza hacia ti porque siempre te creyó ajeno, hasta yo que pase meses contigo he guardado mi distancia y no ha sido fácil sintiendo todo lo que siento por ti.- Cathy se cayó de golpe y dio un sorbo a su copa sin poder ver a Anthony a la cara.
-Cathy, no te sientas mal. Yo estaré a tu lado siempre, te lo prometo.- dijo Anthony triste y culpable.
-Tony no prometas cosas que no puedes cumplir, me conformo con tu amistad.- termino la rubia.
-Cathy discúlpame por ser tan mal anfitrión estando en Londres, tienes razón has tenido razón todo este tiempo será mejor descansar y seguir reponiéndonos en Bibury, le diré a la tía abuela que mañana mismo nos iremos a la casa de campo, no comprometeré más tu salud.- dijo el rubio determinado
-¿Y tus primos? ¿Y Candy?.- pregunto ella sorprendida.
- mi lealtad debe estar contigo, ademas Candy seguirá en el internado con el tal Granchester, el día que me toque estar aquí estudiando me preocuparé por mi familia, por ahora quiero ser tu apoyo incondicional. Y cambiemos de tema, estamos aquí para divertirnos, así que vamos a bailar.- los dos rubios se unieron a las parejas de la pista de baile, sin percatarse en los problemas que estaban sucediendo con Candy.
Elisa había corrido hablar con la madre superiora, junto a Luisa le imploraron que las dejara llevarle algunas frutas a Candy porque tenían mucha pena.
-Esta bien, les doy permiso en nombre de la amistad y la fraternidad familiar, pero no hablen con ella.- dijo la Rectora
-Gracias Hermana.- dijo Elisa con su actitud sumisa.
La rubia que aun estaba un poco irritada de la charla que tuvo con Anthony vio en compañía de sus primos y sus amigas toda la escena que montó Elisa, el miedo la invadió y la pelirroja volteó cínicamente a enseñarle las llaves, su sonrisa de triunfo casi no le cabía en el rostro, Luisa que se había ausentado por unos minutos para ir por la canasta de frutas la alcanzó y también sonrió con burla, ambas malévolas amigas se dieron vuelta y se dirigieron con paso firme a la celda de meditación.
-Candy date prisa, tienes que llegar.- dijo Stear.
-Nosotras intentaremos hablar con ellas para ganar tiempo.- Annie y Patty salieron tras ellas.
Archie corrió junto con Candy para ayudarla a subir al techo de la cocina y así alcanzar a correr por los tejados hasta la habitación que tenía asignada, por suerte alguien había dejado la escalera del jardinero puesta y la tarea de subir no fue tan difícil como pensó.
Stear estaba parado junto a la mesa preocupado, desde donde estaba no alcanzaba a ver ni a su hermano y Candy, ni a Patty y Annie. En ese momento Anthony regresó.
-¿Qué pasa Stear? ¿Dónde se fueron todos?
-Elisa quizo ir s visitar a Candy a la celda de meditación y es obvio que estamos en serios problemas, solo espero que Candy logre llegar antes de que Elisa llegue y la descubra.- explicó rápido Stear.
-El corazón bondadoso de Elisa le dio un problema a Candy, que mal. Aveces pasa eso cuando quieres actuar correctamente, es que Candy jamás debió salirse del castigo, es una chica muy traviesa.- dijo Cathy
-Te equívocas Cathy, sin duda la maldad de Elisa quiere hacer que la castiguen de una forma terrible.- dijo Stear.
-Yo apoyo a Cathy, me parece que Candy no sabe comportarse como una señorita de su edad y de su categoría y culpó a Granchester que la mala influencia y le enseña a ir por mal camino, el tío abuela debería poner mano firme en Candy antes de que se meta en algún problema que lamentemos todos.- termino el rubio.
-¿te poseyó la tía abuela acaso? Tu admirabas a Candy por su vivacidad y valentía, creo que tu desilusión se debe más a que ella se enamoró de alguien más.- termino Stear
Anthony no dijo nada, tomo a Cathy de la mano y se fueron de ahí sin despedirse de nadie, no soportaba que le dijeran que había perdido a Candy.
Las chicas intentaron inútilmente detener a Elisa y Luisa, Annie estaba muy asustada así que no quiso regresar a su mesa hasta ver qué pasaba, Patty iba con ella pero esta no se había cansado de implorar que se detuvieran.
-Vamos Elisa regresemos al baile, no molestemos a Candy y si ¿esta dormida?- dijo Patty desesperada.
Las voces alertaron a Terry, algo había pasado pero no tenía tiempo de averiguar, se tapó la cara con la sábana y encogió las piernas para parecer un verdadero ovillo durmiente. Escucho ruido en la ventana, seguramente esa era Candy y un segundo después la puerta se abrió y el ruido en la ventana dejó de percibirse.
-Ves seguramente Candy esta dormida.-dijo Patty ya dentro de la habitación.
-Es un montaje, Luisa quita la sabana. Ahí no hay nadie.- aseguró Elisa
Los pasos de Elisa se escucharon fuertes en el cuarto, Annie sentía que se iba a desmayar y Patty se cubrió la boca para no gritar, en ese momento Terry saco las manos y acomodo la sábana de nuevo.
-Te equivocaste Elisa, Candy está aquí.- dijo Luisa regresando junto a la pelirroja muy asustada.
-Té odio Candy.- Elisa aventó la canasta de frutas al suelo y salió junto con Luisa rápidamente de ahí, no podía ser que la hubiera humillado frente a las simplonas de Annie y Patty. Estaba tan furiosa que casi corrió en las escaleras.
Annie se asomó para asegurarse de que realmente se fueran, regresó pronto a la habitación y vio como Una mano de Terry tomaba la manzana por debajo de la sábana. En ese momento un ruido en la ventana las hizo sorprenderse, era Candy quitándola con cuidado y sentándose en el alféizar.
-¿pero Candy? ¿Cómo es que? ¿Quién es entonces?- pregunto Patty sin terminar ninguna pregunta en realidad.
Las carcajadas de Terry no se hicieron esperar y se sentó en la cama de Candy sin saco, un poco arrugado y con las mangas de la camisa remangadas.
-Me imagine que eras tú.- dijo Candy sonriéndole y uniéndose a sus risas.
-Ten más cuidado para tu siguiente escapada, Tarzan Pecoso.- dijo Terry y le dio una mordida a su manzana.
-Terry.- dijeron las dos amigas de Candy muy sorprendidas.
-Pensé desde que tuvimos nuestro pequeño baile que esto iba a pasar y cuando te vi en el Hall despreocupada bailando y Elisa me boto pensé en que ya no podría ayudarte y me vine para acá a esperar a que ocurriera esto.- dijo Terry un poco creído.
-Gracias Terry siempre estás para salvarme.- dijo Candy y se bajo de la ventana a la cama para sentarse a lado de él.
-Bueno nosotras vamos a regresar a decirle a los chicos que todo está bien, nos vemos.- dijo Patty.
-Nos alegra que estes bien Candy.- dijo Annie y se fue cerrando la puerta con llave.
-Vaya te han dejado encerrado con una mona pecosa.- dijo Candy riendo.
-No me molesta, disfruto mucho de estar junto a ella. Además está tan agradecida que hoy no va a atacarme.- dijo Terry de nuevo de bien humor.
Candy sin pensarlo lo abrazo por la cintura y recargo su cabeza en su hombro, Terry la rodeo con sus brazos y la acunó.
-Candy lamento haberte golpeado en la pequeña colina, no fue nada caballeroso y se que me merecía la bofetada por haberte besado, aunque de eso no me arrepiento.- dijo Terry avergonzado.
-Te disculpó si tú también me disculpas por haberte pegado dos veces, me asuste mucho con el beso porque era la primera vez que alguien me besaba y pensé que te estabas aprovechando de mi porque me habías visto cuando me cambiaba.- dijo Candy muy apenada.
-Yo siempre te respetaré Candy, jamás haría algo que te lastimara o que pusiera en duda tu integridad. Y ya que estamos hablando honestamente quería…- Terry se aclaró la garganta y se separó de ella para verla a los ojos.- Candy yo estoy enamorado de ti y me gustaría poder decir que eres mas que mi amiga. ¿Tarzan Pecoso quieres ser mi novia?- dijo Terry sin separar su mirada de la de ella.
-Si quiero ser tu novia Terry y me gusta mucho saber que tu eres mi novio.- Candy estaba sonriendo como nunca, sentía que este era el día más feliz de su vida.
Terry respiro aliviado y también sonrió la levantó de la cama y la estaba contemplando cuando dijo en un susurro.
-¿Te puedo besar? No importa que me pegues de nuevo.- dijo riendo el inglés.
-No te volveré a pegar nunca, así seas el hombre más malcriado del mundo.- Candy se puso de puntillas y cerró los ojos dejándose llevar por el momento.
Terry se agacho le tomo el rostro y la beso tiernamente, después bajo sus manos hasta su cintura y con una de sus manos le indicó que lo abrazara por el cuello, el beso de tierno paso a ser más apasionado pero jamás pensó en aprovecharse de ella porque realmente la amaba.
Annie y Patty habían regresado con Stear y Archie que estaban en la mesa comiendo algunos bocadillos mientras platicaban.
-¿La descubrió?.- pregunto Archie
-No hables tan alto, aquí todos son chismosos.- le regaño Patty.
-No la descubrió, pero no alcanzó a llegar. Por suerte Terry si llego y se hizo pasar por ella para que Elisa no la descubriera, nos llevamos un susto terrible.- dijo Annie sentándose.
-¿Quieren algo de beber o de comer? Ya casi va a ser hora de la fogata.- dijo Stear
-Gracias Stear una bebida nos caería bien.- dijo Patty alegre
-¿y donde está Cathy y Anthony?- pregunto la rubia ojiazul.
-Explícales Archie mientras voy por sus bebidas.- dijo Stear.
Archie se quedó contando la actitud de su primo a su novia y a su nueva amiga Patricia. Las dos muchachas estaban asombradas y dedujeron lo mismo.
-Lo rechazó, de eso no hay duda. Ella no está interesada en él.- afirmó Annie
-Tal vez ya tiene novio, no nos ha contado nada pero Terry dijo que estuvieron bailando en el bosque y la forma en que la salvó, la familiaridad con la que se hablan, yo no dudaría que ellos son muy amigos, quizá algo más, posiblemente está esperando conocer al tío abuelo para formalizar su relación.- dijo Patty alegre.
-Cambiemos de tema no soporto la idea de que vamos a emparentar algún día con ese Granchester y no me mal interpretes Annie querida, pero es un tipo insufrible.- termino Archie.
Justo en ese momento se comenzó a anunciar que a las 7:00 en punto se prendería la gran fogata para dar fin a las celebraciones.
-¿Terry te puedo pedir un favor?.- pregunto la rubia mientras Terry la miraba con confusión.- No quiero que las hermanas encuentren mi vestido de Julieta aquí, así que quiero cambiarme ¿puedes girarte? No quiero que vuelvas a verme pero no mirarme según tu.
Terry estallo en carcajadas y se giró, además de que cerró los ojos y se los tapó con las manos para no tentarse.
-Si vieran esto las hermanas pensarían que me aproveche de ti, yo estoy todo desaliñado y tú semi desnuda, nunca diremos esto o pensarán lo peor de nosotros.- dijo Terry divertido.
-Bien dicen que las apariencias engañan, mira a Elisa ella siempre se ve impecable y se dicen cosas muy raras de ella en el dormitorio, ya puedes abrir los ojos y girar.- dijo Candy ya vestida.
- No creo que sólo sean de dicho, yo mismo la he visto salir de la habitación de un caballero nada respetable y ahora ese mismo caballero tiene aquí a su prometida en cinta, todo mundo lo niega pero es cierto y la rectora se queda callada por sus grandes donativos, este colegio solo forma hipócritas y corruptos, se lo he dicho a mi padre y no entiendo porque insiste en tenerme aquí.- Terry estaba muy acalorado.
-No puedes generalizar, tu y yo por ejemplo somos personas honestas y decentes. Además si no estuvieras aquí ¿como podríamos ser novios?.- Candy mientras hablaba, le acomodaba la camisa y le ayudo a ponerse el saco para que se viera de nuevo más o menos impecable.
-Pero ahí tienes a la rata de Neal y sus amigos, hay más gente mala que buena en el colegio y en el mundo.- siguió Terry, aunque ya estaba más tranquilo.
-Pero aún así, Annie y Patty son buenas personas, mi primos Stear y Archie también.- siguió ella.
-De Archivald no te lo creo tanto.- dijo Terry.
-Bueno ya olvida ese tema, ¿me haces otro favor? Puedes llevarte el vestido y la peluca e ir a buscar la caja con el traje de Romeo y Julieta para que nadie los encuentre y dárselos a alguna de mis amigas para que me los guarden. Supongo que te veré mañana y es mejor que te vayas antes de que venga la ronda.- Candy se paro de puntitas y le dio un suave beso en los labios, Terry sonrío y de inmediato le regresó el beso con más emoción.
-Hasta mañana novia Tarzan pecoso.- Terry salto por la ventana riéndose antes de que Candy pudiera hacer o decir algo pero se quedó viéndolo por la ventana mientras desaparecía.
Annie y Archie se habían ido a caminar un poco lejos del barullo.
-Ha sido un baile muy lindo y tu has sido todo un caballero.- dijo Annie sonriéndole.
-No puedo ser diferente teniendo una princesa como tú de pareja.- contestó él y aprovechando la sombra que daban los árboles por el ocaso la acercó a él y comenzó a besarla.
Annie solo se dejaba hacer y se dejaba llevar, Archie cada vez era más demandante y no pudo controlarse más, bajo su mano hasta la cadera de Annie, después siguió hacia abajo y le tocó el trasero.
-Archie, para esto es demasiado.- dijo Annie muy roja pero no molesta.
-¿Porque Annie? ¿ya no me quieres?.- El castaño le volvió a besar y aunque ella le separó continuó besándole el cuello.
-No es eso, es que es demasiado para mi, llevamos muy poco de novios y me da pena, no creo ser tan bonita.- dijo la rubia tratando de empujarlo.
-Annie para mi eres hermosa y me encanta todo de ti, no es solo eso yo siento como el cariño que te tengo va creciendo, pero si no te sientes cómoda permitiéndome acariciarte te respeto y podemos seguir solo besándonos.- dijo Archie muy frustrado porque últimamente sentía que tenía nuevas necesidades y se sentía lo suficientemente cómodo para compartir con Annie su curiosidad.
Se siguieron besando de una forma más lenta y menos apasionada, las hermanas pronto comenzaron a llamarlos a todos para estar alrededor de la fogata, Elisa vio llegar a Terry y no le quitaba la mirada de encima pero él Ingles no la volteó ni a ver y aunque se acercó permaneció lejos de la multitud. Patty y Stear que habían estado sentados en la mesa conversando de ideas locas de Stear y de lugares que a Patty le gustaría visitar se habían unido a su hermano y Annie para apreciar cómo encendían el fuego.
-Ha sido una noche maravillosa para todos.- dijo Stear
-Si, jamás me había divertido tanto en un baile del San Pablo.- Contestó Patty y le sonrió.
Stear le tomo la mano y los cuatro observaban en primera fila el fuego que acababan de prender.
Candy estaba viendo por la ventana distraída, cuando escucho ruido en la puerta.
-Hermana Margaret pensé que se había olvidado de mi y con el hambre que tengo.- dijo Candy volteando rápido y viendo que la hermana no traía nada en las manos.
-Vamos Candy la rectora dijo que puedes bajar a la fogata y quizá en la mesa de postres todavía encuentres algunos pasteles.- dijo la hermana alegre.
-¿de verdad? Que alegría que se haya terminado mi castigo.- Candy iba encantada detrás de la monja.
Bajaron sin prisa y cuando llego ahí, la madre superiora comenzó un discurso de agradecimiento, puntualizó que todos los alumnos estaban ahí, incluyendo Terry y Candy que había decidido reducir su castigo para que pudiera asistir a la fogata. Elisa hizo el ridículo tratando de avergonzarla pero todo salió mal al escuchar la explicación de la Rectora y el hecho de tratarla de avergonzar hizo que el resto del colegio le aplaudiera a Candy, restándole a ella popularidad.
Candy corrió con Annie, Patty y sus primos en un principio platicaron un poco y como todo mundo comenzó a dispersarse para platicar, ella se alejó un poco para acercarse a Terry que estaba sentado solo contemplando el fuego recargado en un árbol, no hablaron solo se acompañaron y disfrutaron de su presencia.
Elisa se había ido después del discurso de la rectora, estaba echando chispas. Iba caminando furiosa hacia el dormitorio cuando Jonathan la interceptó.
-Vaya, Vaya! La furia te favorece querida Elisa, te ves muy hermosa y sexi.- le dijo rodeándola como si fuera una presa.
-¿De Nuevo te dignas a hablarme?¿pensé que eras muy solidario con Caroline o que ella te prohibió hablarme?.- le contesto burlona la pelirroja.
-La mujer está loca o el embarazo la volvió loca, hizo berrinche y se fue a su casa porque no la dejaron participar en el festival.- Jonathan se le había acercado y le estaba acariciando la mejilla, mientras Elisa se dejaba llevar. Se acercó tanto a ella que sus labios recorrían su oreja.- volverá mañana al medio día, hoy tengo la noche libre para ti mi preciosa Elisa.
-¿ha si? ¿Y que me estás sugiriendo?¿Como sabes que no hay otro caballero esperándome?- dijo desafiante Elisa pero aún así lo tengo para besarse.
-¿Quién Sebastian? Porque solo te vi bailar con él y con Granchester pero se bien que Terruce esta loco por la señorita Andrey, todos aquí saben que la hermosa criatura americana le robo el corazón, así que nadie te espera mi querida Elisa, deja de hacerte del rogar y disfruta conmigo.- Jonathan por fin la beso haciendo que Elisa perdiera el control y aceptara ir hasta su habitación.
Todos los alumnos del Real Colegio San Pablo ya estaban en sus habitaciones, ese día no había ronda porque la fiesta había acabado cerca de las diez de la noche, al día siguiente se daría la misa pero estaba permitido faltar debido al desvelo siempre y cuando acudieran a la misa especial del medio día.
Candy se había despedido de Terry entre sonrisas, Stear había acompañado a Patty y caballerosamente se despidió, Archie fue el que tardo más porque no quería dejar a medias su sesión de besos con Annie sabiendo que tenía tanta libertad, esta vez no intento nada nuevo, ya habría tiempo de que Annie se convenciera de su amor y le permitiera conocer experiencias nuevas.
Elisa no había desaprovechado el tiempo y aprovechando que no estaba nadie en el dormitorio de los varones, se despidió rápidamente y dio rienda suelta a su fogosidad, Jonathan le desgarró el vestido sin importarle hacerlo pedazos y se fue sobre ella como si nunca la hubiera poseído, la pelirroja estaba encantada no tenía duda que esa sería una gran noche que no interrumpiría hasta el medio día del domingo; después de su primer encuentro estaba acurrucada en brazos de Jonathan mientras el besaba sus hombros desnudos y olfateaba su cabello suelto.
-¿Por qué quisiste casarte con Caroline y no conmigo?- pregunto la americana.
-No fue mi decisión Lissy, mis padres pensaron que la dote de Caroline junto con su titulo nobiliario son muy suculentos, nuestro primer hijo será un conde o algo así, creo que hasta ellos querían que se adelantara la boda por eso ella se me entregó sin problemas y mis padres me exigen tratarla bien porque me prometieron no hacerme cargo de ningún negocio hasta mis 21 años, yo no voy a cambiar, aunque sea casado seguiré de parranda y divirtiéndome, espero que tu quieras acompañarme en mi diversión.- dijo él rubio y comenzó a besarla para provocarla de nuevo.
-Mis padres pudieron darte una dote más abundante que la de ella y el nieto también venía en camino, solo que mi madre me obligó a deshacerme de él.- Elisa se volteó no quería que la viera llorar.
-Te habías acostado con varios no teníamos la certeza de que fuera un Green, por eso no dije nada. Vamos no llores si quieres un hijo mío seguimos intentando hacerlo hoy mañana o el resto de la vida.-
-No es lo mismo, yo no sería tu esposa y el bebe solo sería tu bastardo.- dijo un poco molesta pero ya lista para entregarse a él de nuevo.
-Te estoy pidiendo que seas mi amante formal, me encantas y aunque no me creas te amo de verdad. Conmigo nada te faltara y además viviré en Chicago, hasta podría hacer negocios con Neal para que los Leagan y los Green sean socios comerciales.- el la volvió a besar.
Elisa correspondió muy animada, su corazón se había emocionado al escucharlo decir que la amaba, pero a la vez se sentía preocupada, sabía de sobra que su familia la obligaría a casarse con alguien y a ella tampoco le complacía ser solo una amante, y de esa forma nunca conseguiría el poder que le daba ser esposa de alguien importante como Terruce Granchester.
Tristemente esa noche de entrega comprendió que su relación con Jonathan se estaba volviendo un imposible.
