"Nos prometieron que los sueños podrían volverse realidad. Pero se les olvidó mencionar que las pesadillas también son sueños. "— Oscar Wilde.
Π Ω μ
Existen algunas o varias cosas obvias que te dan señal, que delatan que estás dentro de un fantasioso sueño. Pero por lo general, no te das cuentas hasta despertar. Hay excepciones claro está, cuando tienes sueños lúcidos y tienes el poder de controlar el sueño a tu voluntad es bastante divertido y grandioso, increíble como inusual que te suceda. Pero, ¿Qué pasa con las pesadillas? De ellas no puedes escapar y es imposible controlarlas.
Espera, ¿Los demonios tienen pesadillas? ¿Ellos igual sienten más allá del miedo? ¿Se aterran? ¿A qué le temen si lo han visto todo? Si ellos viven en la parte más oscura y baja de la Tierra. Específicamente hablando de los demonios nacidos allí abajo y no los pecadores que en vida fueron humanos.
Regresando al punto principal; Blitz tiene ocasionalmente pesadillas. Eran más constantes hace algunos pares de años, ya que se trataban de lo mismo: sus hermanas. Su familia de sangre.
Transcurrido un tiempo, los únicos sueños "feos" que tiene que le han provocado miedo dentro de ellos y ansiedad al despertar, son aquellos que ponen como escenario el quedarse solo. Sin amigos, sin familia, sin siquiera su adorada Loona. No obstante, algo inusual y diferente ha cambiado el rumbo de sus sueños.
Cómo se mencionó, que él tenga pesadillas a su edad y experiencia es algo que ocurre con ocasionalidad y siempre de lo mismo que le atemoriza, estar solo. En el fondo, el depende emocionalmente de otros, necesita lazos de hermandad, de sentirse dentro de una familia. Cuidarla, quererla y protegerla. Defenderla y representarla incluso, siendo el 'mayor', el responsable del resto de la camada, la "mamá gallina" de sus polluelos poniéndolo en ese contexto. Es un algo que realmente no le ve mayor problema ya que es su vida, y si aquello trae consecuencias solo será en él, procurará que nadie más salga afectado.
Él tiene esa mentalidad de hacerse cargo de sus propios miedos y ansiedades, porque, ¿A quién más habría de importarle o soportarlos? Él está perfectamente bien así, nadie tiene que saber lo dependiente que es él emocionalmente de su familia, de un hogar. No necesita el amor o cariño de parejas pasajeras, es lo que piensa.
Además, no es el único ni el último demonio que tenga dicha dependencia sobre algo o alguien en particular. En el infierno ya existen varios trastornados. No se siente mal ni miserable por ello, además que sabe ocultarlo lo suficientemente bien para que nadie sospeche, incluso sus ex's parejas lo han tachado de un egoísta y engreído. Pero eso no le importa, ya que ninguna de sus antiguas parejas ha pasado más que de una atracción pasajera de algunos cuántos meses. Algunas duran más y otras menos, así es siempre. Ninguna de ellas realmente ha sido verdaderamente importante en su vida como para que pertenezcan a su hogar, a su familia.
Su corazón está lejos de ser entregado. Y por él está bien.
Es por ello que le perturba y le tiene consternado cuando alguna de ellas toma protagonismo no en un sueño, sino en una pesadilla.
Y no es como si el personaje en cuestión le quite o le haga daño a su familia, a la que tanto le ha costado mantener y trabajar en ella. Sino que más bien, lo que le parece alterar es que sea dicho personaje quien sufre y le cause tanta tristeza, miedo juntos como para salir afectado y muy angustiado, aterrado al despertar.
Por qué.
Es la cuestión. ¿Por qué le dolería o afectaría perder a su actual demonio? La relación que mantiene ahora con él puede ser muy compleja y difícil de explicar, pero en resumen le daría el título de pareja, específicamente "amantes" en la cama, porque se supone que solo tienen sexo, mutuo placer y besos húmedos con una que otra oral. No es como que realmente sienta algo más allá que la atracción física, no está enamorado, eso puede jurarlo sin dudarlo. Pero aún así, no soporta tener sueños que involucre o le haga creer que lo ha o lo va a perder por algún hecho que suceda. Y que todavía le afecte en demasía.
Esa clase amor no es sano para él, es solo muy doloroso y hasta decepcionante. No quiere encariñarse ni apegarse lo suficiente al dueño del libro.
No lo necesita emocionalmente. Solo tiene sexo con él para que le preste el libro que tanto necesita.
Π Ω μ
En el río de los llantos encima de un gran bote no muy modesto que digamos tomando en cuenta quién lo mandó a encargar, el imp y el príncipe se encuentran como "turistas" mientras comen en el recorrido, viendo el lugar. La vegetación, las corrientes y sobre todo un delicioso banquete.
Blitzo ya no recuerda nisiquiera cómo es que fue convencido por Stolas para acompañarlo. Se supone que al final del viaje irían a ver un circo. No entiende porque lo llamó sin tener sexo de por medio.
El pequeño demonio se alejo solo un poco para agarrar unos bocadillos como postre, tampoco es que haya mucha distancia entre un rincón y otro del bote. Al regresar notó la mirada del más alto sobre si, lo cuál le extraño. Incluso ignoró que se coló un gatito en el bote para robarles algo de comida. Ni siquiera le tomó importancia.
—¿Qué tanto me miras?— pregunta el diablillo ansioso, debería estar acostumbrado a las intensas miradas del príncipe, pero la que le dedica es inusual.
¿De qué manera? Quizás porque no es lujuriosa o de puro deseo. Por eso mismo, es diferente lo cuál le inquieta increíblemente.
—Oh, nada pequeñín.— responde con su habitual sonrisa de coqueteo y despreocupación.— Sólo que...
—¿Necesitas el libro?— arquea la ceja curioso. Quizás sea eso, después de todo lo único que puede necesitar de un imp como él es su cuerpo o el mismo libro que le ha prestado durante varios meses.
—No precisamente.— niega divertido.— Sabes, esta es nuestra primera cita que tenemos. Y me pone nervioso. — admite emocionado doblando sus largas piernas, sus garras raspando un poco el mantel de la larga mesa donde está toda la comida, bebida y bocadillos.
Blitzo no duda en pensar que si Stolas quisiera, podría matar a cualquiera fácilmente con sus garras, ya sea las que usa para caminar o las de sus "manos." Sabe que él regularmente se las arregla, pero nunca se las corta por completo.
—¿Cita?— pronuncia al recordar lo que acaba de decir. ¿Es ésto una cita? Realmente no lo había pensando como tal. No sabe si le es cómodo pensar en ello como una cita, romance y cursilerías no es exactamente lo suyo.
—Ya que estamos aquí, hace rato cuando fuiste por algunos bocadillos, no se que tenías en la mente pero, habías sonreído y...— le comienza a contar, notoriamente más extraño que antes.
Blitzo pensó si se ha drogado, pero desde que lo conoce no es la clase de persona que lo haría. Y no por ser de la realeza, sino porque en palabras del búho, no es realmente lo suyo, le es incómodo y un poco desagradable.
Si, ahora que recuerda, hace rato se rió solito, solo porque algo se le vino a la mente justo en ese momento y le pareció algo muy gracioso. Pero no entiende porque al príncipe le parece algo emocionante o interesante. ¿Qué acaso antes nunca lo ha escuchado reír se de manera tan natural?
—Ah, eso, es que me acordé de un acontecimiento muy gracioso. De verdad, algo que nunca olvidare por lo ridículo y gracioso que es.
—Fue una risa muy sincera y adorable. Parecías relajado.— añade el de cuatro ojos, haciendo especial énfasis en su risa lo cuál deja más confundido al imp.
¿Quién ajeno a su familia le importaría como se ríe? No es nada especial ni adorable. Solo es algo momentáneo y tonto, ¿No? No cabe duda que el príncipe es muy raro. Cosa de la cuál no debería sorprenderse si ya conoce como es. Por lo menos no está cachondo. No le importaría follar ahora mismo en un bote, pero tampoco tiene muchas ganas. Además que acaba de comer.
—¿Crees que estoy tenso ahora mismo?
—Apenas y me prestas atención.— ríe forzado, un tanto incómodo.— Bueno, el punto es que, hay algo que quiero decirte. Sobre lo que tú y yo hacemos.
—¿Hablas de coger para que me prestes el libro para mí negocio?
—¿Podrías no mencionar siempre tu trabajo o a tus empleados?— le pide de manera más paciente posible, parecía incluso un poco enojado porque él mencionará algo de su trabajo. Blitzo guarda silencio un tanto cohibido, y el príncipe continúa hablando.—Mira, he pensando mucho y me dí cuenta que es lo que realmente necesito. — hace una breve pausa, Blitz le presta atención curioso por lo que dirá.—Lo que más amo en éste infierno es a mi hija.— aclara, el menor asiente, es algo que ya sabe y lo entiende. Para él igual es muy importante su adorada hija.— Pero también quise darme la oportunidad de estar con alguien, y no solo coger cuando el libido está fuerte. ¿Entiendes?— le mira ansioso, porque realmente le importa saber lo que piensa el diablillo.
—Claro... Bueno, no. — se rasca la nuca nervioso e intenta no forzar una sonrisa.— Cuando dices el no sólo coger, ¿Hablas de tener una relación seria?— cuestiona mientras se re-lame sus labios rápidamente.
—Exacto. Ya vas entendiendo. — le aplaude mientras suspira esperanzado de que el menor haya captado lo que quiere decir.
—Entonces... En lo que buscas a ese alguien, ¿seguiremos cogiendo?¿O ya no quieres?
—Realmente eres muy idiota y lento.— le dice enfadado, ofendiendo al más pequeño. Ahora suspira frustrado.
—¡Oye!
—Blitzy, si no me haces caso de la manera que yo quiero que lo hagas, lo nuestro se acabará. Cada quien irá por su lado. — le aclara tomando seriedad en el asunto y sin permitirle que se quejé. Dejando pasmado a Blitzo quien medita cada una de sus palabras.
—Espera, espera, ¿¡Qué!? No se en que momento me perdí de algo.— exclama realmente aturdido. Ahora piensa que todo ha ido muy rápido y que de un punto paso a otro muy diferente sin darse cuente. Además que ahora con la conversación está perdiendo el apetito.
El cielo se torna gris, algo muy extraño. El ambiente igual cambia a uno tenso entre él y el contrario, quién lo sigue mirando con ese gesto serio y de enfado.
—¿No te hago caso? ¿Acabarse? Suena a qué estás terminando conmigo pero, no entiendo bien el porque, soy muy complaciente en la cama. Te cogo y tú me coges, incluso me he llegado atragantar con tu polla emplumada, así que no entiendo porque terminarías esto. — expresa su gran confusión. Se ha dejado usar por el príncipe en todo este tiempo, ha sido muy complaciente y paciente, entonces, ¿Qué hizo mal? Incluso ha cumplido todo tipo de fetiches un poco extraños.
—No quiero que lo nuestro sea solo follar o coger. — le responde firme.
—... ¿Quieres casarte?— expone con estupefacto Blitzo.
—¿Qué? No, bueno, tal vez sí. — traga grueso y se ruboriza de tan solo imaginarlo. Blitzo no puede creer lo que acaba de oír.— Pero ahora mismo no, lo que quiero decir es que...— suspira cansado, harto de darle vueltas al asunto.— Quiero ir enserio contigo. Tener citas, abrazarnos, por supuesto que follar duro, pero también vivir juntos, en el mismo techo y esas cosas de pareja. — menciona con gran ilusión.
—¿Un compromiso?— balbucea Blitzo nervioso, Stolas lo confirma al asentir repetidas veces.
Es tan extraño y repentino como las cosas llegaron hasta este punto. Le asusta pensar en tener una relación seria con alguien tan diferente a él en todos los sentidos.
Blitz es un diablillo, la más baja categoría de todo el infierno. Y Stolas es alguien de otro nivel, de la realeza. Blitz no tiene compromisos serios o formales. Stolas está o se supone que sigue casado con Stella y tienen una hija. Además de cierta reputación por su gran y temido poder.
—Yo no me siento listo para eso... Lo siento, pero no creo que tú y yo debamos dar ese paso. Lo nuestro ni siquiera se acerca a una pareja como la de mis empleados, ellos son un matrimonio muy cursi. — se abraza así mismo, evitando cualquier contacto visual del mayor. No evita sentirse presionado pero ríe bajo al recordar a la joven pareja casada.
Sin darse cuenta hasta muy tarde, acaba de tocar el tema que al príncipe no le agrada estando ellos solos, sin molestia alguna del exterior.
—Y al final volviste a sacar el tema del trabajo o de tus empleados. — dice afligido y resentido. Suspira entristecido.—Entiendo, supongo que me tengo que ir.
—¿Ya tan pronto? — Blitzo se pone de pie al toque que el búho igual lo hace. Esté parece querer marcharse de ahí lo antes posible sin importar que tenía planes para ese día con él.—Oye, que te haya dicho lo de no ir enserio, no significa que tengamos que dejar de encontrarnos. — le intenta explicar, pero el otro parece no querer pensar igual.
Es ahí cuando Blitzo ya no sabe lo que le inquieta y preocupa, si perder su pase al mundo de los humanos, o perder a Stolas.
—Blitz, era todo, o era nada. — dice cruzando sus brazos para atrás, listo para iniciar su vuelo lo más pronto posible. El diablillo lo mira incrédulo, no puede creer que realmente lo vaya a dejar ahí, solo con el banquete a medio comer y en medio de un largo río y sin ningún demonio alrededor.
"¿Todo o nada?" ¿Realmente lo quiere hacer elegir algo tan riesgoso?¿No puede entender que es imposible que de verdad ellos dos andén juntos de esa forma?
—S-Stolas, no me dejes...— le pide arrastrándose a él, tomándolo de la orilla de su capa. El escenario es peculiar y miserable para él. Se siente insignificante a su costado.
¿Y por qué debería afectarle?
—¿Qué importa? Si al final, sólo me ves como tú pase directo al mundo humano. — dice con suma indiferencia que le duele a Blitzo, intentando sacar selo de encima.
Todo el escenario se deforma.
—Eso no fue lo que dije.— le intenta explicar, pero ya es demasiado tarde.—¿En serio me cambiarás tan rápido?
Un escenario cambia a otro de manera descomunal, ahora ve a Stolas con alguien más. Otro imp que nunca ha visto y tampoco le ve el rostro bien. Parece divertirse con él, reírse y abrazarse. Haciendo cosas más allá de solo tener sexo. No sabe porque pero le duele haber sido reemplazado tan fácilmente.
Sufre cuando lo ve con alguien más, cuando ya no es besado ni acariciado. No puede creer que la oportunidad de estar así con el demonio mayor se esfumó en un instante y a él realmente le duele.
Esta solo. Esta roto. Su corazón no formó parte del acuerdo que tenían. Se siente miserable siendo excluido, siendo alejado del cariño y el amor. Todo se vuelve blanco, negro y gris como esas películas tan antiguas de los humanos.
Se ahoga con sus propias lágrimas, el sabor es amargo y abrumador. ¿Por qué necesita ahora de ese príncipe? No sabe en que punto comenzó a importarle demasiado ese búho. Pero sigue sintiendo esa inferioridad, el no ser el igual de un demonio de la realeza.
Las pesadillas no se controlan. Peor aún, no sabes cuándo o que noche llegarán a ti. Esta quizás, fue en un mal momento. Ya que al despertar, no solo la recuerda de inmediato, sino también, se da cuenta en donde está.
No está en su sofá durmiendo, ni mucho menos sé quedó dormido en el techo espiando a sus empleados. Tampoco está en algún club nocturno de mala muerte.
Debajo de sus ojos siente húmedad, sus mejillas un poco empapadas de lo mismo y mocos, asqueroso. Y aunque al principio tarda solo un poco en darse cuenta de la razón, termina avergonzando se cuándo la mirada de Stolas es lo primero que ve entre almohadas y plumas. Aquella mirada intensa que emite luz roja bajo la poca oscuridad.
—¿Por qué lloras? ¿Acaso tuviste una pesadilla?— pregunta con intriga y en el fondo enternecido por él. Quizás porque nunca lo vio llorar en una mañana tan linda y acogedora. Pero no lo dice para burlarse de él.
Blitzo siente vergüenza, desconcierto y algo de molestia. No le agrada que lo vean llorar. Es como si lo vieran derrotado o sensible y ni siquiera está viendo su película favorita para excusarse en ella.
—¿Qué? Joder, no veas a alguien así mientras está durmiendo, carajo. — maldice mientras se da media vuelta y se limpia con furia lo mojado de sus mejillas y el contorno de sus grandes ojos. Se siente patético, como enojado.
Poco a poco recuerda que hace ahí, y por muy increíble que parezca no es porque se acostó con Stolas en el sentido carnal o sexual. Es más, ni siquiera está desnudo, lleva puesto una pijama que le queda un poco grande pero es muy cómoda y huele increíble considerando que viven en el infierno y no es perfume barato. Pero para alguien como Stolas no debe ser difícil conseguir tela que huela a esencias y flores.
Ayer fue una noche terrible, al menos la primera parte. Humillación y recuerdos amargos, frustraciones amorosas o un intento de ellas. Stolas le ofreció, casi rogó porque que se quedara el resto de la noche y día siguiente a acompañarlo. Al principio se iba a negar por diversos factores, como su mal humor, que mañana debe trabajar y aparte su Loona. Pero está última le mando un mensaje de último momento para avisarle que no la esperara en casa porque estará en una fiesta toda la madrugada. También lo fue considerando porque Stolas se veía desolado, como a veces él se sentía cuando no tenía a sus empleados y su hija cerca. Quizás verlo así y la atmósfera lo guío para aceptar quedarse con él con la condición de no tener sexo, puesto su humor seguía muy malo y está cansado.
Al final, la noche no terminó siendo mala. Ver películas y disfrutar un momento juntos sin obscenidades fue realmente alentador, llevadero y agradable. Es raro y nuevo para él, realmente parecían una pareja que vive juntos y eso le hizo sentir aún más raro, como drogado.
—Lo siento. — se disculpa por haberlo visto llorar, abrazándolo por atrás causando un estremecimiento al más pequeño que se queda sin aliento por algunos segundos.—Te tengo un regalo que llevo preparando con antelación.
Las palabras y forma de hablar de Stolas no pierden su toque de elegancia y modismo, su vocabulario es mucho más amplio que el suyo por obvias razones. Solo le recuerda que son tan distintos.
—¿Regalo?— pronuncia extrañado. Terminando de limpiarse cualquier señal de llanto y mocos para voltear y mirar con duda al búho.—No es mi cumpleaños. — le dejá en claro, pensando que quizás el príncipe se confundió de fecha. Pero de ser así, ¿Por qué tomarse la molestia de obsequiarle algo?
—No, ciertamente no lo es. Pero si es nuestro aniversario. — dice pellizcando su mejilla, rodeándolo para atraerlo más a él.
—¿¡Aniversario!?— exclama sorprendido. ¿Cuántos meses llevan?¿Seis?—¿Y te cuerdas de ello?— cuestiona incrédulo.
—¿Acaso tu no? Si es muy importante, al menos para mí.
—No soy bueno con las fechas.— le responde, mintiendo un poco. Es malo con las fechas a las que no le toma demasiada importancia. Pero si recuerda los cumpleaños de su hija y sus empleados.— Además, no traje nada.
—No te preocupes bebé, tu presencia es suficiente regalo para estar feliz y alegrar mis mañanas. — alega el búho para frotarse un poco con él. Es raro que Stolas se comporte así sin motivo cachondo de por medio.
—¿Cuántos meses llevamos juntos?
—Doce meses.
¿De verdad ha pasado tanto tiempo junto a él? Sabía que llevaban un largo tiempo, pero no pensó que tanto. Debe admitir que le sorprendió bastante. Pero le extraña que a Stolas le emociona por alguna rara razón.
—¿Un año? Por Lucifer, si es mucho más tiempo de lo estimado. Bueno, ¿Feliz aniversario?— felicita dudoso intentando sonreír, nunca ha festejado un aniversario de todo un largo año. No que él recuerde.
Blitzo se pone encima de él, sobre su vientre. No se le ocurre hacer mucho, y tampoco se posiciona así con motivo de lujuria, solo fue por mero instinto. Una acción que excita al búho, pero de momento no se pone intenso. Es como una invitación a ¿Abrazarse cariñosamente? Es tan raro y nuevo.
—Eres tan tierno. — se acerca sin resistir envolverlo en un abrazo y besar su cuello.
Ambos se alistan apenas salen de la gran cama matrimonial para ir afuera. En su recorrido, Blitzo no evita curiosear.
—No quiero sonar interesado pero, la intriga me carcome, ¿Qué es mi regalo?— dice alzando la vista hacia el mayor para examinar sus expresiones, moviendo su cola de diablillo de un lado a otro en señal de curiosidad.
A pesar de que en el pasado sus parejas han sido del mismo tamaño o más altas que él, no cabe duda que Stolas es la más grande de todas.
—Tengo conocimiento de tu gran encanto hacia cierto animal en particular. Y admito que me dio un poco de celos verte tan a gusto con ese otro imp vaquero de la otra vez. — bufa de tan solo recordarlo.
—¿Striker? Créeme, es un repudio.— le aclara para tranquilizarlo.—Lo único fantástico de él era su increíble y fuerte caballo. Realmente amaría que... — el resto de su oración queda en el aire cuando procesa todo lo que Stolas le acaba de decir.
Sus ojos se abren demasiado al igual que su boca formando una "o" con suma intriga y sorpresa. Incluso presume que le dará un paro cardíaco —cosa imposible— donde sea lo que él cree que es.
—Mas vale que vayas pensando en un nombre, porque justo es lo que te regalaré. — añade muy sonriente sin detener sus pasos por los pasillos y luego bajar las escaleras, admirando las plantas que posee.
Blitzo lo seguía muy pegado, casi saltando de la emoción y con varias cosas que decir que las palabras se atascan en su garganta de lo emocionado y nervioso que está, para él, es muy difícil de creer pero también esta consiente de que Stolas nunca le ha mentido. Y de ser una broma, no sabría si se pondría o muy furioso o muy triste y dolido.
—Oh por Lucifer,— traga duro intentando calmarse y tragarse sus propios nervios que dificultan que hable bien, se siente tan tonto ahora pero no puede evitarlo.— Stolas, donde me estés jodiendo, juro que no vuelvo a coger contigo. Hablo enserio pajarraco.— le dice en un tono que presume de ser amenazador, pero ya ha sido advertido. Porque con algo tan sagrado como lo es, los caballos, no se juega.
Sería jugar con sus sentimientos.
—Entonces no tengo de que preocuparme.— dice con total confianza que hace que Blitzo crea más en él y a la vez, la da miedo que cumpla con lo dicho.— Y supongo que enloqueceras tanto hasta el punto de besarme.
—...
Blitzo se queda sin palabras cuando por fin Stolas lo lleva afuera y le indica a unos sirvientes que "lo traigan", fueron segundos de incertidumbre y miedo, pero al final casi se desmaya al ver aquello que antes no terminaba por creer.
Sus ojos brillan como estrellas en el cielo, incluso quiere llorar de la emoción y no puede moverse de dónde está, a cuatro metros del gran "corcel." Esta petrificado, sino fuera por Stolas quién lo sacó de su ensoñación.
—Veo que te dejé sin habla. ¿Qué esperas? — le incita y motiva a acercarse a su regalo.
—¿¡Es mío!? ¿¡De verdad!?— dice mientras corre hacia él totalmente conmocionado, y es que cree ahora que está en un sueño. ¿No será que sigue dormido?
Se le hace difícil creer que alguien le obsequie un animal de tal magnitud. Los caballos o al menos el que Stolas le regaló: fuerte, grande y puede que entrenado, no es algo que sea sencillo ni mucho menos barato de conseguir. No cabe duda que le conmovió su pequeño corazón al pensar que ahora tiene uno, ni siquiera piensa en si le alcanzará para mantenerlo, porque realmente apenas sus ojos cruzaron con el gran animal, lo adoró. Y saber que ahora es suyo, lo deja sin palabras o lo emociona en demasía.
No miente ni exagera que desde niño siempre quiso tener uno. Su mayor deseo.
La última vez que sintió ese cúmulo de emociones fue cuando adoptó a Loona. Y sentirlo nuevamente pero en un entorno y situación diferente, sigue siendo tan gratificante.
—Si, es todo tuyo. Puedes ponerle como más te guste, cariño. — ríe encantando con la reacción del imp, ayudándole a ponerle la silla de caballo y a montarlo.
El animal es imponente, grande y bello. Blitzo cree que le dará una convulsión apenas se subió a él y siente el pulso del animal. Incluso se muerde el labio para no gritar o chillar, sería muy vergonzoso pero es difícil contener tanta emoción. Es como si cualquier mal rato se haya estimado por completo.
—Oh Stolas, eres un hijo de perra...— dice limpiando pequeñas lágrimas de felicidad y todavía cautivado por el caballo.—Es hermoso, ¿O hermosa?— dice para voltear se e intentar ver si tiene algo ahí y saber de inmediato su sexo.
Entonces se da cuenta que más que caballo, es un yegua.
—Como ya viste, si es hembra. — le afirma el búho sonriente.
—Entonces le pondré Reina. — le nombra apenas pensándolo un poco, pero se encariño demasiado rápido con el nombre que se inclina un poco para abrazarla. — Eres encantadora Reina. — me dice a la yegua que solo responde haciendo un sonido natural.
—Un nombre maravilloso. — aplaude igual de encantado Stolas, y es que si Blitzo es feliz, él también lo es.
Stolas decide caminar un poco y la yegua lo sigue. Quizás ahora sea difícil separar a su diablillo de ella, pero se le ve tan contento que no quiere arruinar el momento.
—¿En serio, esto por nuestro aniversario?
—Si, ¿Por qué no? ¿Está mal querer consentirte un poco?
—Nunca antes he recibido un regalo tan increíble. O que esté vivo.— admite tan animado y de buen humor. Se le ve tan diferente a la noche pasada, Stolas se siente feliz de hacerlo sonreír tanto. De qué confíe en él.—¿Qué tanto sonríes?
—Es que me pone alegre verte tan feliz, además tú igual sonreiste como un bobo.
—No me culpes, me encantan los caballos.— se excusa. Imaginando su vida de ahora en adelante con otro intrigante más en su familia, en su hogar.
—Te veías super adorable sonriendo.
—Diablos, acabo de sentir un dejá vu... — murmura más para si mismo, y es que no evita recordar lo de su pesadilla. La ansiedad lo carcome ahora. —Stolas, tú... ¿No tienes algo que preguntarme?— pregunta nervioso de repente.
No quiere que lo que soñó se repita.
—¿Quieres quedarte a desayunar?
—Si, me muero de hambre. — responde mientras suspira más relajado. No es nada de lo que imaginó y está bien por él.
No quiere que las cosas entre Stolas y él se vuelvan incómodas. Teme afrontar el compromiso.
Π Ω μ
—Te notó perdido. ¿Ocurre algo?— pregunta Stolas un poco preocupado, después de todo hace no mucho se le notaba tan contento y sonriente, tan animado que se le hace tan extraño verlo tan silencioso y pensativo ahora.
Están en el comedor, terminando el desayuno. Blitzo dijo querer alimentar a su yegua después de comer. Pero realmente le agarro desprevenido la pregunta del anfitrión del castillo.
—No, solo que el regalo... Reina me encantó demasiado, pero yo de verdad no prepare nada para ti.— insiste apenado, y continúo hablando.—Y aunque digas que con mi "compañía" basta, yo siento que no es suficiente. ¿Entiendes? Quiero darte algo con mi propio esfuerzo, pero ni siquiera sé que te gustaría tener. Tú ya lo tienes todo. — desvía la mirada.
No puede ofrecerle nada a Stolas que él no tenga, algo diferente al sexo.
—No realmente, aunque no lo parezca, no lo tengo absolutamente todo. — confiesa el búho, sonriendo tímido. Quiere sincerarse con Blitz, quiere confesarle acerca de lo que siente pero, el diablillo parece tener mucho de que hablar.
—¿Me jodes? Tienes dinero, poder, un título noble, e incluso aunque las cosas con tu esposa estén muy tensas, aún te queda tu hija. Tienes un hogar. De seguro nunca has sido humillado por otros. No creo que te haga falta algo más. — explica mientras se cruza de brazos y se encoge en su asiento. Cabe destacar que es difícil considerando que se tuvo que montar una pila de libros para poder estar a la altura de la mesa y comer el desayuno.
—¿En serio me ves asi?— dice sintiéndose un poco ofendido. Pero no sé enoja para alivio de Blitz, no quiere pelear con él.— Hay algo que anhelo con todo mi ser, que deseo tanto pero... No forma parte del contrato. — sonríe amargamente, confundiendo más al contrario.
—¿Del contrato?
—Hay algo de lo que me gustaría hablar contigo, aprovechando que estamos solos y no cogiendo, ya sabes.— aclara su garganta mientras piensa las palabras adecuadas para hablar.
—Esto me recuerda a mi pesadilla. — dice en voz alta sin poder evitarlo.
La ansiedad regresa. ¿Acaso las pesadillas se vuelven realidad? Debe ser una broma.
—¿Entonces si tuviste una pesadilla? ¿No quieres hablar de ello? Puedo ayudarte sabes. Solo tienes que confiar en mí y decirme que te trae así.— insiste en saber, incluso dejando de lado por unos momentos la otra cosa que tanto le quería decir a Blitz.
—Ni una mierda importa, no es algo serio. Son pesadillas, ellas no se cumplen. — suelta encogido de hombros, restándole importancia al tema.
—Oh querido, los sueños se pueden cumplir. Y las pesadillas también son sueños. — comenta el príncipe seguro de sus palabras, lo cuál provoca más inseguridad en Blitz.—Puedes decirme lo que ocurrió.— dice mientras estira su brazo hasta enlazar una de sus garras con la mano más pequeña del imp.
Blitz pensó en apartarla, pero desecha la idea porque el contacto no es desagradable ni precisamente incómodo, solo le agarro desprevenido. No quiere que se repita lo de la noche pasada.
—Es algo muy tonto, sabes, no es algo de lo cual me gustaría hablar.
Stolas hace una mueca pensativa al escuchar aquello, pero de inmediato sabe que decir.
—Recuerdas cuando hace nada dijiste que querías darme algo por nuestro aniversario. — más que una pregunta, sonó más a un hecho.— ¿Qué no sabías qué porque lo tengo "todo"?
—Si, ¿Qué tiene?
—Quiero que me digas cuál fue tu pesadilla. Y si me mientes lo sabré.— responde sin titubeos, apretando más el agarre de su mano con la del diablillo para que esté no pueda escapar tan fácil.
—No estarás hablando enserio...— ríe nervioso, esperando que sea una broma. Pero el gesto de Stolas se ve serio.— ¿Realmente quieres saber que soñé?— traga duro, le da vergüenza contarle a Stolas que soñó porque se trata precisamente de él.
—Que te hizo despertar llorando... Si, claro que quiero saber. — reafirma su postura, nada lo hará cambiar de parecer. Sus cuatro ojos lo miran fijamente sin pestañear, Blitz suspira para no sentirse tan tenso.
—Que mierda. Esta bien, te lo diré pero no quiero que me andes molestando más con el tema, ¿Okey?— se queja el diablillo, Stolas asiente lentamente. Dedicándole una mirada de "puedes confiar en mí".— Soñé que tú...
—¿Qué yo...?— curioso por saber bajo que escenario protagonizó la pesadilla de Blitz, se inclina más hacia él a pesar de tenerlo ya bastante cerca.
—No recuerdo mucho sabes — hace una breve pausa, Stolas se nota desesperado por saber más.—, pero lo último que recuerdo es que tú terminabas conmigo. — suspira pesado cuando por fin lo dice.
—¿Terminar?
—Que tú querías algo que yo no podía darte y tú decidiste terminar conmigo por eso, y me dejabas por... Alguien más. Nadie en concreto, ¿Okey? Solo alguien más. — responde, omitiendo la parte de sentirse reemplazado y muy dolido por ello.
Existe un pequeño silencio donde Blitz solo mira a todos lados menos a Stolas, y esté por su parte no deja de mirar al diablillo mientras piensa detenidamente lo que el contrario le acaba de contar. No suelta el agarre de su mano, lo mantiene firme y cálido.
Stolas es misterioso para Blitzo.
Pero sus emociones hacia el imp son muy transparentes.
Le conmueve y sorprende demasiado la pesadilla que tuvo Blitz. Prácticamente, el terror profundo del diablillo que lo hizo llorar apenas despertó y por lo cual se ha sentido avergonzado de contarle, es saber que lo dejará, ya sea por alguien más o simplemente terminarán lo que tienen, Blitz acaba de confesar que la idea de Stolas dejándolo le angustia, le aterra incluso.
—Woah, esto si que me sorprendió.— admite luego del largo silencio que hubo entre los dos.— Puedo saber, ¿Que es lo que yo quería en tu sueño?— pregunta sumamente intrigado.
—¡No me acuerdo!— dice a la defensiva, sospechosamente rápido.— Y ya te dije lo que querías saber, ahora no me molestes mas con éste tema. En todo caso, supongo que ya no debo sentirme mal por no haberte dado algo en este día. Y de cualquier forma, lo nuestro es solo follar, no entiendo porque te hace feliz que ya tengamos un año juntos.— habla mucho para cambiar de tema y no recordar lo de su pesadilla, deshaciendo el agarre de su mano con la del príncipe pues este lo ablando al encontrarse desprevenido.
—¿Tú solo ves lo nuestro como puro sexo? ¿Nada más?— dice con una expresión extraña.
—¿Y no es así? — cuestiona, no es su culpa que Stolas así lo haya dejado claro.—Siempre me lo haz dejado muy en claro en todas las llamadas que me haces. La única vez que estuvimos juntos y no tuvimos sexo aparte de anoche, fue cuando hice de guardaespaldas y tu hija estaba presente. — le recuerda. Lo hace ver cómo el culpable o el malo por pensar así de su "relación".
—El contrato que hicimos fue corto y directo. Te presto mi libro para tus negocios, a cambio de follar. No hay marcha atrás y es sencillo de entender. — suspira pensativo.—Pero, a veces quisiera que fuera más que eso. ¿Sabes? Como algo más...
—¿Quieres ir enserio conmigo?— le interrumpe a completando la oración. Bastante asombrado por las palabras del príncipe.
—¿Tú no lo has pensando?— dice notoriamente y repentinamente nervioso.
—Si te soy sincero, me aterra la idea del compromiso. No soy bueno en eso.— confiesa con sinceridad. Él no sirve para eso, él siempre arruina y caga todo. ¿Por qué estaría a la altura de Stolas?
—Entiendo...— dice con bastante desilusión, ahora es él quién desvía la mirada. Quizás estaba esperanzando en recibir otra respuesta.
Blitz lo piensa, y antes de que pase más tiempo, recuerda el sueño que tuvo. No niega que de tan solo pensar en tener una relación seria y más formal con Stolas le aterra, le pone nervioso, le da escalofríos. Pero en el sentido que sea él mismo quien arruine todo y que lo alejé al conocer lo más. Que vea su lado más egoísta y dependiente emocionalmente.
Blitz sabe lo defectos que tiene. ¿Qué tal si al hacer esto más formal, se vuelve posesivo con Stolas? ¿Qué tal si se vuelve insoportable y el Goetia lo empieza a odiar? Él no tener compromiso y solo puro sexo ocasional le tranquiliza por no tener que preocuparse de estos detalles. Pero si Stolas se vuelve más cercano a él, si se convierte en parte de su familia, nada asegura que igual lo acose y vigile como lo hace con sus empleados. Que sea muy cariñoso y se preocupe como lo es con Loona.
¿Stolas será capaz de soportar todo eso? ¿Todo lo que conlleva su personalidad y carácter?
De lo único que sí está seguro Blitz es de no querer dejarlo ir. Porque a final de cuentas, si algo le aterra mucho más que la palabra "compromiso", es que Stolas lo dejé a estas alturas de estar juntos. De cumplir un año, como bien dijo y le regaló hasta una yegua como regalo. Ser dejado de lado por él le dolería más de lo que le gustaría admitir, es algo que lo dejaría en el fondo, debastado.
—Pero creo que me da más miedo que me abandones, sabes... — habla para llamar la atención de Stolas antes que esté pierda por completo toda ilusión en tener algo más con él.—Me acostumbré a verte casi siempre, a tus raras llamadas y mensajes coquetos. Y yo... Tengo miedo de ser un juego para ti. — confiesa con el corazón latiendo fuerte y un pequeño nudo en la garganta apenas termina de confesarse.
Blitz ya dijo todo lo que tenía que decir. Sus ansiedades, sus sueños e incluso sus pesadillas. O por lo menos una de ellas y de la más reciente. Le dijo a Stolas lo necesario para humillarle, su punto débil. Le confío eso, y realmente estaría muy decepcionado si Stolas le miente y le dice que no hablaba enserio.
Porque el sólo es un juego. Relacionarse con él románticamente nunca ha resultado bueno para ninguna de las partes. ¿Por qué ahora habría de ser diferente?
—No eres ningún juego para mí, Blitzy. — Stolas se pone de pie y acerca hasta él para alzarlo y sin ningún pronóstico, abrazarlo fuertemente, acariciando parte de sus cuernos y su cabecera.—Eres tan lindo cuándo eres sincero conmigo.— dice enternecido, sonrojando al imp que a pesar de todo, no rechazar el abrazo del mayor.— Yo nunca te abandonaré. ¿Cómo podría hacerlo si tú me,— acercando su pico hacia sus labios, Blitz le interrumpe.
—No lo digas. Por favor, solo quiero disfrutar esto juntos. No necesito saber nada más ni confesiones cursis. — me explica bastante nervioso. Si escucha ese tipo de cosas de la boca de Stolas, podría derrumbarse ahí mismo y creerse lo.
Apenas está reconociendo sus miedos, apenas está aceptando estos fuertes sentimientos y que Stolas realmente quiere algo enserio con él. No necesita escuchar la confesión más romántica y sincera de su parte, no por el momento. No hasta calmar su corazón de tantas emociones y sensaciones extremas que le hacen marear.
—La única forma de alejar las pesadillas, es ser sincero con uno mismo. No me alejes, no será fácil deshacerte de mi, cariño. — le sonríe afectuoso para besarle la frente con mucho cariño, justo en aquella marca que trae. Ahora lo mira con apreciación, como si Blitz fuese tan valioso y preciado para él.
El imp nunca recibió tanta atención por parte de nadie y no evita sentirse especial, sentirse amado de una forma que quiere hacerlo llorar, pero el es fuerte, no un marica.
—Mas vale que no mientas hijo de perra. — le amenaza intentando sonar serio y enojado, porque realmente quiere que lo que tienen ahora, sea real y duradero. — Solo para aclarar que soy un hijo de puta egoísta y posesivo, así que no hay marcha atrás una vez me aceptas. — admite un tanto avergonzado, pero el príncipe no parece enfadar le o asustar le lo que acaba de decir. Todo lo contrario.
—Amare cada parte de ti. — le murmura en un tono de voz más grave de lo usual, incluso puede jurar que más sexy. O quizás solo este alucinando.
—Que marica eres. — dice en un tono burlón, envolviendo el cuello delgado de Stolas con sus brazos, enredado sus delgadas y largas piernas alrededor de la cintura del más alto frotándose un poco con esa parte baja del vientre.
Ambos se miran con deseo, pero también con cierto amor que incluso parece el mismo paraíso. Pero es imposible, porque ambos están en el infierno.
Stolas le sonríe ampliamente, sincero y natural, se acerca nuevamente a sus labios con clara intención de besarlo hasta dejarlo sin aliento y que sea él quién domine por completo su cuerpo, alma y mente, porque ahora sí le pertenece y viceversa. Blitz está vez cede, porque es algo que ha estado esperando y anhelando.
Es algo que ni en sus propios sueños ha cumplido.
"Sentir atracción hacia una persona solo dura un máximo de cuatro meses. Si excedes ese tiempo, estás enamorado. Esta etapa puede durar de cuatro meses a un año. Si excedes este último tiempo, podría decirse que lo que sientes es amor verdadero."
Π Ω μ
Curiosidades de la Historia:
1- Es mi historia número 65 oficialmente Terminada. Literalmente empecé a escribir en la noche del 31 octubre y publique su reseña poco después, el 01 de noviembre (ayer), y está única parte la termine en todo un día, ufff.
2-Titulo. Estaba entre ponerle sueños o pesadillas, y quedó como quedó. Y me recordó al juego ese de Nightmare.
3-Inspiración. Si bien es cierto que influyó gran parte en el más recién capitulo que nos dolió a todos por los acontecimientos vistos, la idea del sueño la tenía ya desde hace varios meses.
La razón por la que no había escrito nada de Helluva Boss en literalmente 11 meses, es porque me salí del fandom por diversas razones. Universidad, problemas, etcétera. Pero antes de salirme tuve un sueño que técnicamente me dio la idea y si, todavía me acuerdo. En mi sueño era técnicamente que Stolas quería algo enserio con Blitzo y por alguna razón le gustó mucho verlo sonreír o reír y quería ver ese lado del imp, pero esté no cooperaba o se mostraba indiferente y al final decidió irse con otro imp random XD y a Blitzo le afectó esto y se sintió mal por rechazarlo. Cuando soñé esto si me dio un chingo de tristeza por Blitzo, quería escribirlo pero pues no se pudo, hasta ahora.
4-Este capítulo pueden verlo como desde mi punto de vista, desde mi perspectiva y gusto personal de como hubiera continuado el capítulo (07) si Blitzo hubiera aceptado la oferta de Stolas de quedarse a ver películas. Ah, me rompió el corazón /3
05. Escena eliminada a último momento.
Eliminé una escena a último momento que estaba escribiendo y no me gustó mucho como quedó. En medio del beso del final iba a llegar la esposa e hija de Stolas, antes de lo esperado. Blitzo quería esconderse pero Stolas no lo permitió y aunque sabía del show que armaría la señora, pues quería presentarlo oficialmente a su hija como su pareja.
Me hubiese quedado más largo el capítulo con esa escena escrita a medias y que decidí quitar al final, en fin.
Nota del escritor:
Literalmente, en un solo día logré escribir un capítulo completo de más de 6,000 palabras! Si que andaba muy inspirado y centrado.
La verdad pensé que me tardaría de tres a cuatro días, pero logré terminarlo mucho antes y aquí lo ando publicando de muy noche!
Me disculpo por mis errores de ortografía si es que los hay, no revise bien el capítulo está vez :")
Ahora sí están interesados en saber que será de mi, o sea, si escribiré más de está shipp quédense hasta el final.
La verdad es que si quiero y tengo altas ganas, a pesar de que ahorita ando ocupado por la universidad si me puedo dar mi tiempo para escribir algo pero no sé exactamente que.
Antes de salirme del fandom otra historia que quería traerles era un Stolitzø lésbico 18. El pedo al comienzo fue que nunca he escrito sexo lésbico :"( pero eso no me detuvo a realizar una investigación profunda del tema. El otro pedo fue que me ocupe por la escuela (en aquel entonces) y además me salí del fandom. No sé si en un futuro cercano pueda hacerlo. Ya veré.
También quiero volver a escribir un Omegaverse de ellos, pero nada es seguro. Sigo pensando y pensando.
Si me surge la inspiración para escribir la trama de alguna historia con más capítulos, pues la público y se las traigo :") pero no sé cuánto me tarde, eso sí...
Nos vemos!
