Harry Potter pertenece a J. K. Rowling.
Este fic participa en el Reto multifandom 2024 del Foro Hogwarts a través de los años.
Semana del 8 al 14 de enero: Escribe un fic protagonizado por un personaje femenino.
Victoire
Para Victoire Weasley, escuchar palabras de halago cuando camina por los pasillos, las calles, se ha vuelto una completa costumbre. A unos les devolvía el gesto con un "Gracias" pues simplemente estaban siendo amables con ella; a otros los ignoraba, estos tipos no valían la pena y Victoire los conocía. De seguro están buscando otra para amanecer, pues ¿qué creen? se equivocaron de chica. Aparte, su corazón ya le pertenecía a alguien que es incluso mejor que todos ellos. Lástima que él no lo vea así.
De lejos lo veía, amaba ver como su cabello color azul eléctrico se movía con el viento y ni hablar del color de sus ojos, los cuales, eran diferentes según sus estado de ánimo. Ahora los tenía también azules, si tan solo supiera cuál era el sentimiento para ese color en sus pupilas.
Sintió como era observada y ¿era su imaginación o le sonrió? Mentalmente sacudió la cabeza y se agacho para fingir que pasaba la página de un libro y seguía con su lectura, pero lo cierto era que seguía metida en sus pensamientos. Parecía real esa sonrisa.
«Vamos, lo tienes frente a ti y no has dado el paso para hablarle».
La voz de la conciencia de Vic como siempre reprochándole de hablar con él, pero la chica como siempre la ignoraba. Era demasiado tímida como para ir y hablarle, no quería hacer el ridículo pues ya lo ha vivido. Cuando habla, tartamudea y las náuseas se hacen presentes aunque sea algo involuntario. Es por eso que nunca le ha gustado ser oradora y sus únicos amigos han sido sus primos y sus dos hermanos.
«Si no lo haces, nunca vas a saber lo que siente él por ti».
Aun seguía ahí, y no había nadie que los interrumpa. Perfecto, se dijo a sí misma mientras se acercaba. No sabia ni como iba a empezar la conversación, sus manos le sudaban y sentía tics involuntarios en sus mejillas. Se limpió el sudor y ya solo quedaban unos centímetros para quedar al lado del chico que le movía el piso.
—Ho... Hola —murmuro en voz baja.
No la escuchó y se giró, pues una vez más la timidez le había ganado.
«¡Me decepcionas!»
Sin embargo, él noto su presencia.
—¿Tú debes ser Victoire, no? —le preguntó y su corazón iba a más de mil por hora.
Victoire asintió.
El chico se presentó como Edward Lupin, pero para sus verdaderos amigos era Teddy. Eso Victoire lo sabía, el chico era popular solo por ser hijo de un hombre licántropo, pero no le importaba. Sintió alivio, al menos él había iniciado con la conversación, donde él era quien preguntaba y ella le respondía asintiendo, negando, con monosílabos o frases muy cortas.
—¿Hay algo que quieras saber de mí?
Por Merlín ¿que debía preguntarle? Podía jurar que sabía muchas cosas de él cada vez que lo veía, pero si había algo que le inquietaba. Era ahora o nunca.
«Venga cobarde»
—Me estaba preguntando si...
—¡Osito Teddy!
«¿Qué?»
Otra chica lo abrazó, para después darle un beso en los labios dejando a la pobre Victoire con el corazón destrozado. No evito verla, su cabello era pelinegro como la misma noche, ojos verdes grandes y brillantes, piel blanca y perfecta.
—¿Dónde estabas? —le hizo un puchero—. Prometiste que saldríamos después de mediodía, ¡y ya casi son las dos!
—Lo siento, no me di cuenta de la hora —se disculpó y vio a Vic—. Fue un gusto —y se marchó, más bien fue jalado del brazo por esa tipa.
Estaba claro, no era hermosa y perfecta ante los ojos de Teddy y su voz mental había acertado, Victoire suspiro antes de irse a casa por su propio camino.
