A Fateful Experiment por ShinigamiXtreme
Traducción por Linkinm1a1
Capitulo 1
¡Que comience el experimento!
Era un día normal en la Sociedad de Almas y, como siempre, todos estaban cumpliendo pacíficamente con sus deberes diarios con una sonrisa radiante decorando sus rostros.
La única persona que no estaba tan contenta como el resto de la comunidad de la Sociedad de Almas era el capitán de la 12.ª División del Seireitei, Mayuri Kurotsuchi, que actualmente se encontraba meditando dentro de su laboratorio, acompañado por su leal teniente y su hija artificial.
La razón de ese estado suyo era que había construido un nuevo invento, que tenía la capacidad de abrir portales a otros mundos, pero nadie estaba dispuesto a ser voluntario, y según sus leyes, tampoco podía obligar a nadie.
—¡Hmph! ¡Cobardes incompetentes! ¿Qué tan pequeños pueden ser sus insignificantes cerebros para no darse cuenta de la grandeza de mi plan? —resopló, sentándose en una silla, sus dedos derechos tocando su frente con irritación. Intentó convencer a muchos soldados de que entraran en su máquina y viajaran a otra dimensión para recopilar información, pero fracasó estrepitosamente.
Sin embargo, pronto descubriría que su suerte aún no lo había abandonado.
—¡Hola! ¿HAY ALGUIEN AQUÍ? —La voz del conocido Shinigami Sustituto se escuchó haciendo eco de repente en el pasillo principal del laboratorio. Al parecer ingresó al lugar y buscaba a sus trabajadores.
Al escucharlo, el científico loco reaccionó con indiferencia al principio, ya que no estaba de humor para recibir visitas... pero un segundo después, un pensamiento interesante cruzó por su aguda mente y sonrió con picardía.
—Jejeje... Tal vez todavía haya una solución a nuestro problema, —se rió, frotándose las manos y llamando a su teniente para susurrarle algo al oído derecho.
Después de deambular un poco, Ichigo finalmente notó a Mayuri dentro de una puerta entreabierta y, sin más preámbulos, caminó hacia el interior.
—¡Cuánto tiempo sin verte, Kurotsuchi-san! —lo saludó alegremente mientras se acercaba a él con una caja de tamaño mediano en su brazo derecho.
Alertado por su voz de que había llegado, el científico loco se volvió hacia él con expresión molesta. —¿Cuál es tu razón para molestarme durante mi apretada agenda?, —respondió después de posar sus ojos en el adolescente de cabello naranja.
El era un hombre famoso no sólo por sus ideas lunáticas, sino también por su carácter generalmente excéntrico, por lo que un comportamiento como ese no era una sorpresa. Afortunadamente para él, Ichigo era muy consciente de eso para no verse afectado por sus palabras. En cambio, levantó la caja a la altura de su pecho y se la presentó a Mayuri.
—¿Qué es esto? —Preguntó Mayuri con una mirada dudosa.
Para responderle, Ichigo lo abrió con la otra mano, sonriendo y explicándole que Urahara le había pedido que le entregara algunas muestras de algunas nuevas píldoras para mejorar el reiatsu que había desarrollado, y que necesitaba que Mayuri las probara.
—¡Tch! ¡Ese hombre seguramente tiene mucho valor al tratarme como a su asistente! —Mayuri frunció el ceño, pero finalmente tuvo que aceptar la caja debido a su curiosidad como científico. Urahara Kisuke era un dolor de cabeza para él, pero sus hallazgos científicos eran de primera categoría y nadie podía negarlo—. Déjalo en esa mesa, —le indicó secamente a Ichigo, señalando una gran mesa al otro lado de la habitación.
—¡Entendido! —Respondió Ichigo y lo colocó allí con cuidado, preparándose después para irse... ¡O eso pensaba!
Sin previo aviso, Mayuri agarró su hombro derecho, deteniéndolo en seco.
—¿Qué pasa?, —le preguntó a Mayuri, preguntándose sobre el propósito de esa acción.
—Ya que me interrumpiste en medio de mi trabajo, creo que podrías tener la amabilidad de ayudarme con algo, —le dijo Mayuri en un tono que revelaba que en realidad no lo estaba pidiendo, sino más bien. exigiéndolo.
—Ehh... tengo prisa, así que... —Ichigo trató de evitarlo, temiendo lo que Mayuri tenía en su absurda mente. Desafortunadamente, no tendría tanta suerte. Adivinando lo que estaba a punto de decir, Mayuri apretó con más fuerza su hombro y entrecerró los ojos peligrosamente, dando a entender que no aceptaría un "no" por respuesta. Ichigo siempre podía librarse de él por la fuerza, ya que lo estaba molestando, pero eso lo pondría en problemas, por lo que su única opción era la menos agradable—. Haa… Bien… si es por un ratito…
Esa respuesta provocó una sonrisa en el rostro de Mayuri y lo llevó a sacar de su bolsillo derecho un pequeño dispositivo y entregárselo a Ichigo, ordenándole que lo ajustara dentro de una de sus orejas.
—¿Qué diablos es esto?, —Le preguntó el adolescente, examinando el dispositivo. Había accedido a aceptar la petición del señor Loco, pero usar uno de sus aparatos sospechosos y, además, insertarlo dentro de su cuerpo, estaba muy fuera de su zona de confort.
—¡Shh! ¡Sin charlas innecesarias! Haz lo que te dije y párate en ese lugar, —le ordenó Mayuri por segunda vez, señalando un lugar cerca de la pared detrás de Ichigo. No era el mejor método para convencer a alguien de que siga tus palabras, pero así era Mayuri de todos modos, así que no había forma de evitarlo.
Si Ichigo deseaba terminar el juego de una vez, tenía que obedecer hasta que el científico loco estuviera lo suficientemente satisfecho como para dejarlo ir sin causar una escena. ¡Y eso fue exactamente lo que hizo! Conectó el dispositivo que Mayuri le había dado profundamente en su oído derecho, sintiendo un pequeño pinchazo por alguna razón, y se paró justo donde Mayuri le mostró. Su molestia por toda la situación se podía distinguir fácilmente de sus expresiones faciales, pero por el bien de la paz, tenía que tener paciencia.
—¿Estoy bien aquí? —Ichigo le preguntó a Mayuri para confirmar si estaba parado en el lugar correcto.
Como respuesta, el científico le hizo un gesto de "ok", haciendo un círculo con el pulgar y el índice izquierdos y se acercó a una computadora grande, escribiendo algo en su teclado. Eso provocó que una máquina que se parecía ligeramente a una cabina telefónica dentro de la pared detrás de Ichigo saliera y abriera ampliamente sus puertas de vidrio.
—¿Eh? ¿De dónde vino esto?, —Preguntó el Shinigami sustituto, actualmente perdido. No podía adivinar lo que estaba pasando, pero al parecer, había más en la petición de Mayuri de lo que parecía. El problema era que no tendría la oportunidad de resolverlo a tiempo.
—¡NEMU! —Mayuri gritó de repente, dándole luz verde a su teniente oculta para saltar desde un escondite secreto dentro de otra pared directamente al pecho de Ichigo, pateándolo hacia el interior de la máquina.
Un segundo después, sus puertas se cerraron rápidamente, atrapando a Ichigo como un ratón.
—¡QUE CARAJOS! ¡DÉJAME SALIR! ¿ME ESCUCHAS, KUROTSUCHI-SAN? ¡DÉJAME SALIR, MALDITA SEA! —Ichigo comenzó a gritar con frustración, pero Mayuri no le prestó atención, sonrió y presionó un botón grande en el teclado. Con eso, el interior de la máquina comenzó a emitir una luz blanca brillante, tragándose la figura de Ichigo por completo—. ¡WAAAH! —Un fuerte grito se escuchó dentro de la luz, implicando que el invento de Mayuri había llegado a buen puerto con respecto al desafortunado adolescente.
Un tipo de negocio del que Ichigo seguramente se enteraría pronto, y no en las mejores circunstancias posibles.
Sobre un bosque cerca de un océano carmesí, un portal redondo y blanco se abrió en el cielo, arrojando a Ichigo en una trayectoria de choque con el suelo. Al darse cuenta y sin desear ningún golpe molesto en su cabeza, rápidamente usó su shunpo, corriendo por el aire y aterrizando suavemente. Recuperándose de eso, inspeccionó el área a su alrededor con la esperanza de tener una idea de su ubicación.
¡Esperanzas que no tardaron en ser aplastadas!
—¿Dónde diablos estoy?, —se preguntó confundido, varias gotas de sudor aparecieron en su rostro. Ichigo estaba familiarizado con muchos lugares dentro y fuera de su ciudad, pero el paisaje a su alrededor era completamente desconocido.
Naturalmente, esto le provocó inseguridad… ¡Inseguridad y gran enfado! Se sentía medio ansioso por la situación en la que se encontraba y medio enfurecido por el engañoso truco de Mayuri para obligarlo a participar en cualquier cosa que tuviera en mente.
—¡Maldito sea! ¡Cuando regrese, ese lunático recibirá la peor paliza de su vida! '' proclamó, con un profundo ceño formándose en su rostro y sus puños apretados furiosamente—. Solo espera hasta que regre- —intentó agregar antes de que el pequeño dispositivo en su oído enviara una leve descarga eléctrica a su cerebro, obligándolo a detener su discurso a mitad de camino.
¡Y eso no era todo!
Después del ligero shock, por una extraña razón la voz de Mayuri resonó dentro de la cabeza de Ichigo en un tono de mal humor. —¿Por qué no te haces útil haciendo algo más productivo que amenazar tontamente mi vida, Kurosaki Ichigo?
Por lo que parece, lo que Mayuri le había dado para enchufarlo en su oído era un tipo avanzado de transmisor interdimensional.
—¡BASTARDO! ¿COMO PUDISTE? ¡CONFÍE EN TI!' —Gritó Ichigo enojado, tocándose la oreja.
Una acción que carecía de sentido como se demostró un minuto después.
—¡Hn! Tu confianza no tiene ningún valor para mí en comparación con los descubrimientos científicos que estoy obligado a hacer al enviarte a otra dimensión. —Mayuri le respondió con indiferencia desde su extremo de la línea. Era un hombre dedicado a la ciencia, por lo que todo lo que no estuviera relacionado con eso quedaba al último como prioridad para él.
—Otra… ¡¿QUÉ?! —Preguntó Ichigo, estupefacto y con los ojos muy abiertos. Ya se sentía bastante incómodo acerca de su paradero, pero lo que acababa de escuchar multiplicó por diez la gravedad de la situación.
En cuanto a Mayuri, no presto atención a la perturbación de su víctima, con indiferencia comenzó a explicarle su brillante, (como él lo llamó), plan para hacer nuevos descubrimientos en dimensiones extranjeras... de cómo había decidido darle a Ichigo el privilegio de convertirse en un héroe del mundo científico al probar su invento en él... el propósito del transmisor, que era enviar audio e imágenes a su laboratorio conectándolo al cerebro del pobre adolescente... el hecho de que pudiera eliminarse únicamente mediante cirugía... y la función de la descarga eléctrica eso se agregó para garantizar que su voluntario no arruinara la misión. Además, como resultado de la ausencia de Ichigo, Mayuri enviaría de vuelta a su cuerpo una Mod Soul especial, infundido con todos los datos que había recopilado sobre su personaje, para que nadie pudiera enterarse del experimento. Bueno, Urahara Kisuke era una excepción, pero mientras la copia no se acercará a él, todo estaría bien.
—Creo que esto es suficiente. Incluso alguien tan ingenuo como tú no podría tener dificultades para comprender tu papel, Kurosaki Ichigo... Ahora nuestra pequeña discusión ha terminado. Tengo otras cosas que atender y tú debes hacer tu trabajo como un sujeto de prueba adecuado, —afirmó Mayuri casualmente y al segundo siguiente cortó la comunicación entre ellos con un simple "clic".
Al darse cuenta de eso, Ichigo se estremeció, dejando atrás su momentánea confusión.
—¡NO! ¡ESPERA! ¡NO PUEDES HABLAR EN SERIO, CARAJO!, —gritó Ichigo, pero sin respuesta del otro lado de la línea. Mayuri lo había arrojado a la situación más absurda que pudo, y abandonó a Ichigo allí solo sin ningún escrúpulo. Cuando regresara, el científico loco estaba casi muerto—. AARRGG! ¡ESE MANÍACO! ¡Si le pongo las manos encima, estará jodido! ¡JURO QUE ESTA ACABADO…! —gruñó con total frustración.
Y sin duda habría continuado con su perorata si no fuera por una serie de voces femeninas que venían inesperadamente desde su derecha, cortando su delirio y llamando su atención.
—¡Guau! ¿Viste a ese tipo con ropa rara? Habla solo.
—Debe estar mal de la cabeza.
Se escuchó a dos chicas de un grupo de tres discutiendo entre ellas mientras miraban a Ichigo con expresión perturbada. Llevaban un uniforme escolar que consistía en una chaqueta verde, una camisa blanca debajo, una cinta roja un poco debajo del cuello, una falda a cuadros de color marrón claro, calcetines largos blancos y zapatos negros. Además, cada una llevaba un maletín de color marrón oscuro.
—¡A quién le importa eso! ¡Está armado! Será mejor que huyamos antes de que nos mate. —Sugirió la tercera chica presa del pánico.
Al escuchar esa sugerencia, sus dos amigas se dieron cuenta al instante de que en realidad ella tenía razón y sin más, las tres corrieron apresuradamente hacia un destino desconocido. Detrás de ellos, Ichigo se quedó pensando de qué se trataba todo eso.
—Hey, ¿esas tres realmente pudieron verme? ¿Podría ser que tengan una alta conciencia espiritual? —Se preguntó Ichigo, mirando con escepticismo la dirección a la que huyeron las chicas. Normalmente, los que podían verlo en su forma Shinigami eran generalmente otros seres espirituales y algunas excepciones... ¿Eran algunas de esas excepciones? La única manera de responder a esa pregunta era seguirlas e investigar un poco, concluyó.
En cualquier caso, no sabía qué esperar de la gente de esa dimensión y si por algúna casualidad eran hostiles y todos podían verlo, tenía que idear una estrategia para moverse sin alertar a nadie de su presencia.
Luego de seguir el camino que tomaron las chicas saltando de árbol en árbol para no ser tan visible como en el suelo, al mismo tiempo obteniendo una idea cruda de la estructura de ese mundo, Ichigo llegó a la salida del bosque, encontrándose frente a un edificio de estilo de arquitectura ligeramente medieval. Un edificio que, por lo que parecia, era una escuela, según todos los jóvenes reunidos cerca de él, vistiendo uniformes escolares como los que vio antes a las chicas y una versión masculina reemplazando la cinta con una corbata y la falda con pantalones. Además, todos llevaban el mismo tipo de maletín.
—¡Bueno, mira eso! Donde quiera que vaya, la escuela me persigue, —bromeó Ichigo con una sonrisa nostálgica, sentado en la gran rama de un árbol alto. Independientemente de los cambios que haya experimentado su vida en los últimos dos años, todavía estaba en tercer año de secundaria—. Entonces, aquí estoy, pero todavía no estoy seguro de cómo acercarme a esos muchachos. Parece que nunca antes habían conocido a un Shinigami… —Murmuró para sí mismo, frotándose la barbilla.
Luego, su oído izquierdo captó una serie de ruidos fuertes que venían debajo de él y con su curiosidad aumentando, bajó la mirada. Al hacerlo, vio a un grupo de estudiantes dirigirse hacia el edificio de la escuela. El grupo estaba formado por dos chicos, uno de su edad y otro menor, y seis chicas, cuatro de su edad y dos menores.
Además del chico mayor y una chica con cabello largo plateado y ojos carmesí, los estudiantes se veían muy diferentes del resto del alumnado, cada uno de los cuales lucía un número significativo de alteraciones personales. Uno de ellos parecía una pequeña bruja y otro vestía un traje gótico completamente diferente al uniforme estándar. Todos tenían diferentes colores de cabello (la mitad de ellos eran bastante llamativos) y diferentes estilos de cabello, incluido uno que parecía chino.
Eran los respectivos héroes de esa dimensión, Aono Tsukune y sus amigos más cercanos, quienes estaban en su rutina diaria habitual; las chicas, (excluida Kokoa), lo adulaban, Fong Fong lo admiraba con entusiasmo mientras él mismo se esforzaba por calmarlas.
—¡Tsukuneee~, tómame de la mano hoy! —le suplicó juguetonamente la voluptuosa súcubo, Kurumu Kurono, tirando de la manga derecha de su chaqueta.
—¡No! Tsukune me tomará de la mano. Soy su futura esposa, —la persistente yuki-onna, Mizore Shirayuki, corrigió a su amiga sin rodeos, imitando la acción en su otra manga.
—¡No es justo! ¡Quiero tomar de la mano a Tsukune-san too-desu!, —se quejó infantilmente la joven y bruja genio, Yukari Sendo, saltando frente a los tres en protesta.
—Aaahh~... Tomados de la mano~... También me gustaría probar esto con Tsukune-san. ¡Sin embargo, esa sensación de ser excluida es bastante agradable a su manera especial! —La otra bruja del grupo, así como la consejera y gran masoquista, Ruby Toujou, afirmó felizmente con una cara nerviosa debido al incomprensible placer que estaba experimentando. en este momento.
—Por favor, todos, ¿por qué no seguimos caminando a la escuela como estamos, eh? Caminar solo se siente más cómodo, ¿no creen?, —preguntó Tsukune a las cuatro chicas en un intento desesperado por equilibrar la situación entre ellas.
—¡Sí! Tsukune tiene razón. Pegarse el uno al otro puede ser bastante inconveniente, —señaló la hermosa y orgullosa vampira Moka Akashiya, en un tono de sermón. Inmediatamente después de eso, empujó ligeramente a Kurumu hacia un lado, agarrando la mano derecha de Tsukune en un movimiento rápido—. ...y si Tsukune va a tomar de la mano a alguien, debería ser yo, —tarareó, sonriendo, lo que hizo que Tsukune se sonrojara.
Naturalmente, eso empeoró la situación, lo que llevó a Kurumu y Mizore a comenzar a gritarle, Moka a responder con una mirada furiosa y Yukari a aumentar sus quejas. Ruby simplemente continuaba con su extraño placer dentro de su propio mundo.
—Haa... Esto cada mañana... ¿Por qué Onee-sama no puede poner fin a este lío convenciendo a ese tipo de que se case con ella? —La hermana malcriada menor de Moka, Kokoa Shuzen, resopló exasperada.
Como ella era parte de su pandilla, tenía que unirse a ellos todas las mañanas durante su camino a la escuela y, en consecuencia, seguir soportando su insoportable comedia de amor centrada en los intentos de las otras chicas de ganarse el corazón de Tsukune. En realidad, todos eran conscientes de la persona que realmente amaba y de lo inútiles que eran sus luchas, pero prefirieron hacer la vista gorda ante eso con la esperanza de que cambiara de opinión. Eso era algo con lo que Kokoa no podía simpatizar ni tolerar que arruinara el resto de sus días escolares. Tsukune Aono tenía que tomar una decisión en algún momento sobre su elección de amante y más le valía hacerlo pronto, porque su temperamento no podía soportar más de estas mañanas.
—¡Oh, no seas así, Kokoa-chan! ¡Tsukune-san es un hombre de alto calibre y, como este tipo de hombre, merece el amor de todas las mujeres que lo rodean!, —le dijo Fong Fong con una sonrisa. Era el admirador masculino número uno de Tsukune y si él no felicitaba a su ídolo, ¿quién lo haría?
—¡Él no va a tener el mío! —Le declaró Kokoa obstinadamente, cruzando los brazos frente a su pecho mientras continuaba su camino detrás de la fuente de su molestia y las chicas ruidosas que lo rodeaban.
Unos metros por encima de ellos, Ichigo los miró con expresión de asombro.
¡Vaya! Hablando de una situación molesta... Apuesto a que Keigo estaría celoso de ese tipo por ser popular como lo es de Mizuiro, ¡pero seguramente, yo no! Si esto es lo que tienes que afrontar por ser un mujeriego, ¡no cuenten conmigo! Comentó Ichigo en su cabeza con la mirada fija en aquel ruidoso grupo. No había tenido la oportunidad de formar una relación amorosa hasta ahora, y al observar los obstáculos de Tsukune, esa idea se alejó aún más de sus pensamientos. Como Shinigami y guardián directo de su ciudad, tenía muchas responsabilidades importantes sobre sus hombros y no tenía tiempo que perder con varias chicas.
Además, esa imagen no le sentaba muy bien en la mente. Para él, arrastrar a tantas chicas parecía poco masculino. Si fueras un hombre decente, deberías dejar las cosas claras entre tus fanáticas y decir cuál es tu verdadero interés amoroso.
En serio... no puedo entender cómo alguien puede elegir vivir una vida como esa- estaba a punto de agregar, pero sus sentidos espirituales detectaron múltiples auras hostiles esparcidas en medio del bosque frente a su ubicación actual, lo que lo llevó a fruncir el ceño. A quienquiera que pertenecieran esas auras, indicaban problemas.
Problema que no tardó en manifestarse...
Antes de que tuviera la oportunidad de analizar completamente los orígenes de las auras, un par de finas agujas metálicas fueron disparadas sin previo aviso desde el interior de las sombras, dirigiéndose a la velocidad del rayo hacia Moka, que caminaba junto a Tsukune. Para su suerte, Ichigo usó su shunpo para moverse a su lado instantáneamente y bloquearlos con su Zangetsu antes de que hicieran contacto.
—¡¿Eh?! ¿Qué pasó? —Exclamó Moka, sorprendida por la repentina aparición de Ichigo.
—¿Quién eres? —Exigió Tsukune, sintiéndose confundido, un estado que todos en su grupo compartieron con él durante ese momento.
—¡No hay tiempo para explicar! ¡Aún no hemos terminado! —Respondió Ichigo apresuradamente.
Su afirmación resultó ser bastante correcta; Después del fracaso de la primera ola de agujas, algunas otras siguieron detrás, llenando el aire como lluvia horizontal. Por supuesto, Ichigo podría manejarlo con mucha facilidad si estuviera solo, pero tenía que proteger a esas personas, por lo que sus movimientos estaban restringidos a una línea corta y horizontal entre las agujas y sus objetivos.
—¡Mierda! ¡No tienen fin! —Maldijo Ichigo, usando shunpo consecutivamente para bloquear con su espada cada ola de agujas que venía hacia ellos. Sabía dónde estaban los enemigos, pero como estaba ocupado bloqueando las agujas, atacarlos estaba fuera de discusión. Eso lo irritó mucho.
Afortunadamente para él, esa posición incómoda estaba destinada a cambiar en los próximos minutos...
Al presenciar a ese joven desconocido actuando como su escudo, Tsukune hizo un gesto a los demás para que lo ayudaran. Todos asintieron con la cabeza e inmediatamente liberaron sus verdaderas formas, o armas en el caso de Ruby, Yukari y Kokoa. Luego, las dos brujas unieron sus varitas, convocando una barrera mágica índigo alrededor del grupo.
—¿Eh? ¿Qué es esto? —Ichigo parpadeó asombrado ante la pared de energía frente a él.
—Es la magia de nuestros dos amigos... —le explicó Tsukune, llamando la atención de Ichigo y acercándose a él en su forma Shinso sin armadura—. No sé quién eres, pero debo agradecerte por proteger la vida de Moka-san. Fui descuidado y no pude sentir el asalto antes.
De acuerdo con las palabras de Tsukune, Moka, que también estaba en su forma Shinso sin armadura, realizó una leve reverencia como su propio acto de agradecimiento.
—No… No lo menciones. Proteger a la gente es mi trabajo. —Ichigo le respondió de manera reservada y se giró hacia la dirección en la que se dispararon las agujas—. De todos modos, resolvimos el problema de la protección, pero todavía tenemos que sacar esas ratas que siguen disparándoles.
Al escucharlo, Tsukune sonrió con confianza. —¡Está bien! Nos protegiste, pero no podemos dejar que hagas todo por tu cuenta. Ahora es nuestro turno de actuar, —afirmó y se volvió hacia Moka, Kurumu, Mizore y Kokoa con una mirada que implicaba que era hora de contraatacar.
Las chicas siguieron su ejemplo y desataron una serie de técnicas diferentes que atravesaron la barrera hasta llegar a la fuente de disparo de las agujas. La de Tsukune fue una gran explosión de energía carmesí lanzada con un puñetazo, la de Moka fue un gran corte de energía violeta oscuro a través de una patada, los diez rasguños de energía rosados, largos y delgados de Kurumu con sus uñas, el de Mizore un pequeño aluvión de dagas de hielo con sus garras de hielo, y algunas flechas de energía violeta claro de Kokoa a través de su murciélago transformador, Kou, que se transformó en un arco.
A continuación, la serie de ataques resultó en la explosión de varias partes del bosque, revelando la existencia de muchas criaturas pequeñas y verdes con narices largas y orejas puntiagudas que sostenían largas cerbatanas y corrían presas del pánico cuando algunos de sus cómplices yacían muertos en el suelo. suelo.
—Goblins... —Yukari señaló en el instante en que puso sus ojos en las criaturas verdes.
—Gob- ¿Qué? —Preguntó Ichigo, perdido. Su conocimiento sobre seres mágicos no era tan grande, por lo que no estaba familiarizado con la identidad del goblin.
—Goblins... Monstruos terrestres con una estructura corporal pequeña, que viven en grandes comunidades y atacan en manadas igualmente grandes. Su arma preferida suele ser una cerbatana con agujas venenosas, —informó Ruby al desconcertado Shinigami para informarle sobre el estado de sus enemigos.
—Ah... ya veo... —murmuró Ichigo, pensando que saltó dentro de un mundo de cuentos de hadas debido a todas las criaturas míticas que estaba viendo a su alrededor.
—Deben ser otro equipo de asesinos... Maldición, no pudimos publicar ni un solo periódico con todos esos ataques recientemente, —comentó Tsukune, apretando los puños. Al tener que repeler a los asesinos repetidamente desde el día en que alguien puso precio a su cabeza, él y sus amigos no tuvieron ni una sola oportunidad de disfrutar de un tranquilo día escolar ni de realizar ninguna actividad del club.
—¡Bueno, no hay necesidad de lamentarse, Tsukune! Nos encargamos de los asesinos anteriores, así que nos encargaremos de estos también, —le aseguró Moka con una sonrisa, acercándose a él y colocando suavemente su palma derecha sobre su hombro izquierdo. El gesto calmó su ira y lo devolvió a su serenidad habitual.
—¡Gracias, Moka-san! —Tsukune le agradeció con una sonrisa de alivio y, para decepción de sus fanáticas, le devolvió el gesto colocando su propia palma derecha sobre su mano.
Volvió su atención a los goblins. —Pero honestamente... Hay tantos que, si no encontramos un método para matarlos a todos rápidamente, no llegaremos a tiempo a la mitad de nuestras clases, —se quejó abatido.
Al escucharlo, Ichigo dio un paso adelante, colocándose frente a ellos con su mirada dirigida hacia los goblins.
—Si ese es el caso, creo que puedo tener algo que pueda acabar con todos a la vez, —anunció Ichigo a todos, apretando con más fuerza la empuñadura de su espada—. Sólo quiero saber qué tan fuerte es esta barrera y si puede resistir ataques de energía avanzados.
—Esta es nuestra mejor barrera de defensa. Yukari-chan y yo entrenamos mucho para poder invocarla. Cualquier cosa que desees hacer, no hay duda de que aguantará, —le informó Ruby en tono serio para darle luz verde a lo que estaba planeando hacer.
—¡Es bueno escucharlo! —Ichigo sonrió con confianza en ese instante, moviendo su vista hacia adelante y levantando su espada—. Entonces vayamos al grano... —declaró, comenzando a concentrar una enorme cantidad de reiatsu en su espada.
Dos metros detrás de él, Tsukune y el resto lo observaban, asombrados por la intensa energía que se acumulaba tan cerca de ellos.
—Está bien, eso será suficiente, —consideró Ichigo, deteniendo el suministro de combustible a su espada con su reiatsu—. ¡GETSUGA TENSHOOO! —rugió, sacando su espada bruscamente hacia el frente y desatando una enorme onda de energía azul que se deslizó a través de la barrera y destrozó a duendes, árboles, rocas y cualquier otra cosa a su paso. En consecuencia, sacudió todo el suelo alrededor de esa área, formó algunos vendavales fuertes y llenó la barrera con muchas grietas grandes. Después de viajar un par de metros, se disolvió gradualmente en el aire, dejando al descubierto un camino de tierra donde antes existió una considerable zona verde.
La escena dejó a toda la pandilla de Tsukune con la boca abierta de asombro. Todos preguntaron simultáneamente: ¿Quién es ese tipo vestido de negro y de dónde viene?
En cuanto a Ichigo, inconsciente del estado de las personas detrás de él, estaba mirando su trabajo con expresión perpleja. —Hmm... Tal vez debería haberme contenido un poco... —murmuró, frotándose la parte superior de la cabeza mientras pensaba.
Por algún extraño capricho, acabó yendo a otra dimensión, marcando sin saberlo el inicio de una serie de acontecimientos que estaban destinados a afectarle a él, así como al resto de ese mundo ajeno que le rodeaba.
