Resultados de la tercera rifa: Rodney, Ripper, Lorenzo, Emma (CA), Alejandro, Sierra.


D. La sonrisa más brillante (Rodney x Lorenzo)

No podía pensar en algo peor que tener que pasar las siguientes cuatro horas al lado de ese idiota. Bueno, si era completamente honesto consigo mismo, sí podía pensar en varias cosas peores. De hecho eso es lo que había estado haciendo desde que los habían metido ahí, una lista de todas las cosas peores que le podrían estar pasando. Por ejemplo, podrían no haberlos encontrado y el ácido podría haberlos derretido lentamente hasta morir o, aún peor, podrían haberlos encontrado justo antes de morir y habrían quedado deformados por el resto de su vida. No es que fuera fatalista, solamente necesitaba distraerse un poco.

Rodney suspiró mientras se reacomodaba en el suelo acolchonado de la cápsula médica comunitaria. Se suponía que estaba diseñada para que cupieran hasta cinco personas de una tanda, así que debería haber espacio más que suficiente para los dos. Pero el chico no sólo era absurdamente alto, también tenía las espaldas absurdamente anchas, así que Lorenzo tenía que moverse lo menos posible si quería asegurarse que ninguna parte de su cuerpo rosara por accidente una del de el otro adolescente. Por suerte Rodney también estaba poniendo de su parte para evitar cualquier contacto… probablemente porque Lorenzo le había gritado en la cara que era una vergüenza para la humanidad y que le daba asco tan sólo mirarlo… entre otras cosas.

—Rodney —habían sobrevivido, quizás esa era una señal de que debía empezar a ser más honesto con el chico, y de paso consigo mismo—, la verdad es que no me da asco sólo mirarte.

—¿No?

El rostro de Rodney se metamorfoseó en el sol, literalmente… Bueno, no literalmente, pero bien podría haberlo hecho, porque Lorenzo no lo soportó y tuvo que mirar a otro lado.

—No, es tu olor lo que me da asco —el sol se apagó—. Es broma, es broma, lo siento.

Rodney inclinó la cabeza a un lado.

—Nunca te había escuchado disculparte por nada antes.

Ahora fue el turno de Lorenzo para suspirar.

—Pues lo voy a volver a hacer… Lamento habernos metido en esta mierda, no debí abrir una puerta que claramente decía "material altamente peligroso" en enormes letras rojas.

Por un segundo Lorenzo creyó que Rodney lo iba a tocar, pero pareció arrepentirse en el último segundo.

—No, fue mi culpa. Tenías razón, no le gusto a Amy. Ni siquiera es amable conmigo. No debí hacerte que me acompañaras a ir a buscarla, y todo lo que dijiste de mí es cierto. Soy un tonto.

—¡No!

Rodney saltó en su lugar, sorprendido por la efusividad de Lorenzo que se deslizó por el suelo para acercarse a él y tomarlo de la mano.

—¿Tú crees que si le gusto a Amy? —preguntó Rodney esperanzado, lo que causo que el estómago de Lorenzo se removiera.

—No, a Amy definitivamente no le gustas, pero debería —se apresuró a agregar—. Eres el chico más amable que conozco, eres entregado, apasionado y dolorosamente guapo. Cualquier persona debería sentirse alagado porque le gustes y… bueno, quizás te gustan demasiadas personas, pero eso es porque tu corazón es demasiado grande. No eres tonto, todas esas chicas son tontas por no apreciarte.

Lorenzo supo que había cometido un error cuando vio la expresión en el rostro de Rodney: entendimiento. Quizás sería lo suficientemente amable con él para hacerse el loco y fingir que no sabía nada.

—Yo te gusto —no tuvo tanta suerte.

Lorenzo forzó una carcajada.

—Tu crees que le gustas a todo mundo.

—¡No! Bueno… sí, pero esta vez tengo razón, ¿no? Yo en serio te gusto.

No podía permitir que su rostro lo delatara. Condescendencia y burla en cada uno de sus músculos faciales, las uñas bien clavadas en la palma de la mano para evitar cualquier titubeo. La seguridad de Rodney se desvaneció.

—No te gusto.

El alivió que Lorenzo pensó que iba a sentir nunca apareció, no estaba preparado para la decepción en los ojos de su amigo. No estaba listo para la lagrima que escurrió desde la comisura de su ojo. En cambio, el sentimiento de desear desesperadamente hacer feliz a Rodney ya lo conocía, era la que lo había hecho aceptar acompañarlo a cada uno de sus intentos fallides de ganar el corazón de una mujer.

Y fue el mismo sentimiento que le hizo lanzarse al frente, en contra de toda sensatez, y besarlo. Y cuando se separó ahí estaba otra vez, el sol, pero esta vez no apartó la mirada.


Honestamente este es mi favorito hasta ahora, espero no haberlos hecho muy Ooc, sobre todo a Rodney. Desde que vi carrera alucinante Lorenzo me dio fuertes vibras de gay closetero, pero no había encontrado a nadie con quién shipearlo ¡hasta ahora! Creo que se sienten perfectos juntos. Espero que les haya gustado.

Los quiere: yo.