Resultado doceava rifa: Kitty, Zee, Dawn, Chase, Jackes, Courtney

C. Cartas anónimas (Kitty x Dawn)

Era una mala idea enamorarse de la chica que leía auras. Si las personas se negaban a volverse aunque sea sus amigas por el miedo a la humillación pública, aunque Dawn nunca había terminado de entender porque consideraban la verdad como algo humillante, menos querrían algo más. Así que cuando se dio cuenta de que Kitty y ella eran almas gemelas, decidió que lo más sensato era no acercarsele jamás.

Dawn no era precisamente creyente de las almas gemelas. Creía en las almas afines, había auras que se combinaban de manera natural con otras; pero había una infinidad de factores que podían hacer que esas personas no sólo no se enamoraran, sino que terminaran por detestarse incluso, mientras que conseguían una relación bonita y estable con gente con la que su aura parecía no encajar a simple vista. Pero con Kitty era diferente, no era sólo que sus auras combinaran, era que el campo magnético de ambas se atraía de una forma que hacía que sus almas casi salieran de su cuerpo para unirse a la de la otra.

Dawn no creía en el amor a primera vista. Pero… se descubrió amando a Kitty de una forma que la hacía aborrecer la sola idea de hacer algo que le pudiera causar un mal. Y Kitty era un rayito de sol, había nacido para estar rodeada de personas. Ella no iba a quitarle eso. Pero no tener ningún tipo de contacto con ella era literalmente doloroso, así que empezó a escribirle cartas.

Primero consideró conformarse con pequeñas notas, diciéndole lo bonita que se veía ese día o lo gracioso que había sido su comentario ese día en clase. Pero sintió que eso no era suficiente… aparte de un poco aterrador. Así que optó por el camino de las largas cartas discutiendo temas filosóficos y dando datos aleatorios de la conexión entre los seres humanos y los elementos naturales, selladas con un sello de cera y acompañadas por flores secas por supuesto.

Y aunque al inicio temió que quizás había ido muy lejos, la forma en la que Kitty literalmente iluminó toda la habitación cuando encontró la carta y empezó a leer le confirmó que había tomado la decisión correcta. Aunque no iba a mentir, fue un poco intimidante ver como le enseñaba la carta a todos sus amigos. Aún así la siguiente semana hubo una nueva carta en el casillero de Kitty… y la siguiente… y la siguiente de la siguiente.

A la quinta semana el rayito de sol hizo un anuncio en las bocinas de toda la escuela.

—Para la chica que ha estado dejando cartas en mi casillero… porque sí, sé que eres una chica: si no te revelas dentro de las próximas cuarentaiocho horas no quiero que me vuelvas a dejar una carta nunca más. ¿Entendido? Tienes que revelarte.

Dawn no podía creerlo. No había nada en el aura de Kitty que indicara que no estaba disfrutando recibir esas cartas. Es más, toda ella brillaba de una forma mucho más hermosa desde entonces. Entonces no tenía sentido que ahora actuara de ese modo.

Así que Dawn hizo lo único que pudo hacer, y no le volvió a escribir.

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Los primeros días después de que le había dejado de escribir Kitty parecía una nube gris. Pero en las últimas dos semanas, era como si un fuego la hubiera empezado a consumir desde adentro y estuviera dispuesta a incendiar todo lo que bloqueara su paso. Era fascinante.

—¡Tú! —la señaló un día en medio del pasillo, Down se sintió como una cervatilla perdida— Sabes cosas, ¿no?

—Creo que todos aquí sabemos cosas —contestó Dawn un poco confundida—, no sé si las que yo sé te serán de utilidad.

Kitty la tomó de los hombros y ella creyó que iba a morir.

—Tu puedes ver dentro del alma de las personas, ¿no es así? ¿Crees que me puedas ayudar a encontrar a una persona? —la interrogó Kitty mientras el calor de sus manos recorría a Dawn por completo.

—Puedo ver auras, no almas. Son partes distintas de nosotros.

—¿Pero sí puedes ayudarme a encontrarla?

Dawn miró la sonrisa suplicante de la chica frente a ella y algo se retorció dentro de ella.

—Claro.

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Kitty y Dawn ahora eran amigas, y justo como la segunda lo había sospechado desde un inicio eso había alejado a personas de la vida de Kitty. Dawm sabía que eso la ponía triste, pero al mismo tiempo no se había cansado de insistirle que no importaba, que si la dejaban por juntarse con ella en realidad nunca habían valido la pena, y le creía. Así que estaba muy confundida cuando se acercó a ella un día y su aura era una gran nube de tormenta eléctrica.

—¿Cómo pudiste hacerme esto?

—Yo lo siento mucho —Dawn no sabía porque se estaba disculpando, pero sí sentía el mismo dolor y enojo que su alma gemela estaba sintiendo.

—¿Por qué jugaste con mis sentimientos de ese modo? ¿Fue porque notaste mi pequeño crush por ti? ¿Decidiste que me mandarías cartas para distraerme de lo que estaba sintiendo y luego dejaste de hacerlo cuando te diste cuenta de que me había enamorado de la persona de las cartas… que me había enamorada de ti? —las palabras que salían de la boca de Kitty sonaban como preguntas, pero más bien parecían afirmaciones— ¿Y después aceptaste ayudarme… para qué? ¿Qué ganas con esto? ¿Acaso no soy más que un experimento para ti?

—¿Te enamoraste de mí? —contestó Dawn con otra pregunta.

Kitty parecía descolocada ante eso.

—Eso ya no importa.

—A mí me importa.

Kitty dio un paso hacia atrás. Todo el calor había salido huyendo de la habitación.

—Pero yo no te importa.

Dawn dio un paso hacia ella.

—Tú eres lo que más me importa en este mundo.

Un paso hacia atrás.

—¿Entonces por qué me estuviste mintiendo todo este tiempo?

Dawn quería explicarle que no le había mentido, que la estaba cuidando. Pero no encontró las palabras para explicárselo.

Después de eso el cielo estuvo nublado por casi un mes.


Creo que este es el que menos me ha gustado… la pareja tiene potencial, pero siento que no supe desarrollarlas. Aún así espero que haya valido la pena leerlas.

Los quiere: yo.

P.d. Yo también creo que Norbert merece algo mejor, pero al mismo tiempo siento que él prefi