Cenizas de Héroes
Secuestro y Escape
Han pasado varios días y la calma reina en Tierra C, una calma que incomoda a una payasa llamada "Canciller Poppycock" que se impacientaba por hacer algo, mandarles un mensaje a los seguidores del "Falso Mesías" que llamaban El Sufridor, solamente tenía que encontrar la manera.
Esa misma noche se presentó ante Persephone que se encontraba en otra tertulia con su amigo Kurloz Makara, ella tenía planes.
- Su graciosa señoría. – dijo Poppycock con alevosía. – Si me permite…
- ¿Entrar en acción? – preguntaba Persephone.
- ¿Cómo lo supo?
- Se te nota, sé que tienes ganas de meter tus manos al fuego, pero lo más prudente es tener paciencia y esperar el momento justo.
- Pero ¿Qué pasara si los Martillos caen sobre nosotros no se… en este momento?
- Incluso esos psicópatas con armadura saben lo que es la prudencia amiga mía, solo te pido no cometas una locura.
- No se preocupe… no lo hare.
Se dio media vuelta y se alejó de la carpa, crujió los dientes y frunció los dientes mientras decía "ya lo veremos bruja".
Al día siguiente la familia de Astrid Thulle, Yuseia Kyofza y el hijo de ellas Mathkay Thulle salían de paseo a un centro comercial luego de una larga semana de trabajo en la Orden del Martillo, la familia se topó con un Amaury Thulle sentado y descansando bebiendo limonada.
- Hey Amaury, no esperábamos encontrarte aquí ¿Qué haces? – preguntaba Astrid.
- Tenia calor y decidí salir de casa.
- ¿Con espada incluida? – dijo Yuseia preocupada.
- Nunca se sabe.
- Bueno este…
Astrid vio que en una tienda de ropa había rebaja de conjuntos y no quería desaprovechar, se llevó a Yuseia con ella no sin antes dejarle al niño con Amaury que quedó sorprendido y medio asustado.
- Te dejamos encargado a Math, cuídalo. – le dijo Yuseia a Amaury.
Amaury se quedó pasmado y el niño un poco tímido no sabía qué hacer, el troll Thulle miro para todos lados para ver que podía hacer con el chico y vio una máquina de peluches.
- Eh… oye Math ¿quieres ir por peluches? – pregunto Amaury.
- Eh… si… claro.
Tomando de la mano de Mathkay se dirigieron a la máquina de peluches, Amaury sacó unas cuantas monedas de su bolsillo y luego miró a Mathkay.
- Dime… eh ¿Cuál peluche quieres?
El pequeño señaló al peluche en forma de salamandra rechoncha y babosa en la parte trasera de la máquina, Amaury puso una moneda en la maquina y empezó a jugar con la garra que atrapaba los peluches, al primer intento no logro nada, al segundo estuvo cerca y al tercero la garra no sujeto bien el peluche y este cayó junto a los demás, Amaury se sentía frustrado hasta que escuchó una voz familiar muy parecida a la de… Nidia.
- Mala suerte ¿eh Thully? – hablaba Nidia.
- ¿Vienes a consolarme o a burlarte?
Nidia vio que había un pequeño niño junto a Amaury, el niño se escondió detrás al desconocer a la chica.
- ¿Quién es tu amiguito? – preguntaba Nidia mientras señalaba a Mathkay.
- Ah, él es Mathkay, es hijo de mis senséis.
- Mucho gusto Mathkay, soy Nidia. – le daba la mano a Mathkay, pero el niño retrocedió.
- No te preocupes Math, es una amiga, no te hará daño, la vacunaron.
- Tonto.
El pequeño se acercó lentamente y le dio la mano a Nidia que le sonrió, él le contestó con el mismo gesto, luego ella se dirigió a Amaury.
- ¿Me dejas intentarlo? – preguntó Nidia.
- Claro, suerte con ello.
Amaury se quitó para que Nidia intentara vencer a la garra de la máquina de peluches, ella puso la moneda y comenzó a jugar, simplemente dio un suspiro y logro que la garra tomara el peluche de salamandra el cual cayó por el compartimento de salida, luego ella tomó el peluche y se lo dio a Mathkay.
- Gra… gracias… Nidia. – agradecía Mathkay mientras abrazaba el peluche.
- Ah… de nada…
Ella no sabía que responder, no esperaba una respuesta tan dulce de un pequeño niño, luego Amaury se le acercó a ella.
- Parece que le caíste bien. – le dijo gentilmente Amaury. – Eh oye Nidia ¿no quieres acompañarnos?
- Me encantaría, pero tengo cosas que hacer, nos vemos Amaury y fue un gusto conocerte Math.
- Adiós Nidia. – le despidió Mathkay.
Ella se alejaba mientras Amaury solo la veía, el pequeño Mathkay lo miraba confundido.
- Eh señor Amaury ¿ella es su novia? – preguntaba inocentemente el niño.
- ¡¿Qué?! ¡No! ¡Solo somos amigos! ¡No digas esas cosas muchacho!
- Mis mamis tardaron mucho.
- Es cierto, deberíamos ir a buscarlas… ¿te pasa algo?
- Quiero ir al baño.
- Bueno, te llevaré allá.
Los dos fueron al baño antes de volver con Astrid y Yuseia, sin que ellos lo supieran eran vigilados a la distancia por Poppycock y por otro payaso a su servicio, ella tenía su mirada enfocada en el niño.
- Con que ese es el hijo de Astrid Thulle. – dijo Poppycock en voz baja.
- ¿Qué quiere con ese niño? – le decía su secuaz.
- Hacer que esa bruja de Astrid pague por lo que me hizo hace tiempo…
Y aquí hacemos una pausa donde Poppycock recuerda el pasado… ella junto a un enorme contingente de payasos atacaban un monasterio para consagrarlo a sus impíos señores, pero un destacamento de la Orden del Martillo dirigido por Astrid acompañada de Yuseia y Boris Lavrov respondían contra ellos, en esa batalla Poppycock, aunque lograba escapar había sido herida gravemente con una cicatriz profunda… misma que todavía en la cara ocultada por su maquillaje.
- Con que por eso la odias. – le dijo su secuaz.
- Ella me hizo caer en desgracia ante los míos, todavía me ven como una incapaz, Persephone incluso duda de mis capacidades a pesar de contar de sus confianzas.
- ¿Y ese niño?
- Reclamare algo de ella como venganza, no está por aquí… así que… dile a los demás que vayan por el niño.
En el baño Amaury se lavaba la cara mientras esperaba que el pequeño Mathkay hiciera sus necesidades, en eso una persona encapuchada entra en el lugar y suelta una pequeña bomba de humo que explota y oscurece todo, otros encapuchados entran al baño y toman al niño que termina de hacer sus asuntos y se lo llevan corriendo, el niño comienza a gritar y llorar haciendo que Amaury empiece a buscarlo y perseguirlo en lo que se despeja el humo, el grupo de encapuchados se revela y dejan al descubierto que son juggalos, el niño pide ayuda mientras Amaury corre tras los captores sacando su espada. Mientras tanto Astrid y Yuseia salían con bolsas llenas de ropa, pero inadvertidamente ven que un grupo de payasos se llevan a su hijo y sueltan sus compras para ir tras ellos, pero uno de ellos suelta varias bombas cegadoras haciendo que ambas pierdan su rastro, las dos ven que los perpetradores han huido y les han perdido su rastro, Yuseia preocupada se pone a llorar y se abraza a Astrid enfurecida por lo que paso, en eso se pregunta que habrá pasado con Amaury.
El grupo de payasos salen del centro comercial hacia una nave que estaba afuera lista para sacarlos lo más lejos de ahí, la nave despega y ellos se alejan, Mathkay patalea y llora mientras la líder de los juggalo se acerca a él, Poppycock miraba al pequeño llorón.
- Que lindo les salió el hijo a esas brujas odiosas ¿no es así pequeño mocoso? – dijo victoriosa Poppycock.
Antes de que dijera otra cosa el niño muerde a la payasa en el dedo, ella se molesta y toma del cuello a Mathkay.
- Maldito escuincle, te pareces bastante a tu mami en lo odioso, hare que ellas paguen por todo lo que me hicieron y que mejor que tu como chivo expiatorio.
- Mis mamis vendrán a salvarme y te van a pegar fea payasa. – dijo Mathkay entre sollozos.
- Veremos si logran hacerlo.
En eso se siente una turbulencia en la nave y todos caen, Poppycock pregunta que pasó, pero nadie logra responderle, en eso una ráfaga laser atraviesa el metal de la nave y por un agujero entra Amaury con su espada "Lanzador de Venganza".
- Suelta al niño en paz, payasa. – ordenaba Amaury.
- ¡Amaury, viniste a salvarme! – agradecía feliz Mathkay.
- Que tierno. – dijo Poppycock de manera sarcástica. – Tenemos un héroe entre nosotros.
- Mas te vale que no le hagas nada a Math o si no…
- ¿O si no qué? Hazme algo y el niño sufrirá.
- Cobarde putarraca.
- Vamos héroe, mueve el culo si tienes los suficientes huevos.
El apunta su espada hacia la cara de Poppcock que se cubre con Mathkay a modo de escudo.
- ¿Vas a atacarme con eso?
Ella se sorprende al ver que se despliega un pequeño cañón de la espada, pero el mueve la espada a la derecha y dispara una ráfaga laser justo al lado de la payasa y el niño.
- Fallaste pendejo. – se burlaba Poppycock.
- Nunca te apunte.
- ¿Qué?
La ráfaga impacta en la cabeza del piloto de la nave haciendo esta cayera en picado, el brusco movimiento hace que Poppycock suelte a Mathkay que salta a los brazos de Amaury sujetándose fuertemente de él, la payasa se levanta molesta y saca una pistola la cual dispara y da en el costado de Amaury ya que la nave se estrella en medio del bosque desviando el tiro y haciendo que ella cayera noqueada contra la pared, los dos salen por la ventana rota de la cabina del piloto.
- ¿Estas bien Math? – preguntaba Amaury.
- Si, estoy bien, quiero ver a mi mami.
- Ya la veremos, te prometo que volveremos con Astrid… AAAAGHHHH.
Cuando intentaba levantarse siente un enorme dolor en el costado, el disparo de la payasa impacto en su costado provocándole una profunda herida, aunque no letal si bastante dolorosa.
- Eh… ¿estas bien? – preguntaba el niño.
- Mira… solo quítale la playera a ese payaso y dámela.
- Pero ¿y si me hace algo?
- No te hará nada, solo hazlo.
En lo que Mathkay algo asustado y preocupado le quitaba la playera al piloto caído, Amaury hizo algo que no esperaba hacer: sacarse la bala de entre las costillas, luego el chico trae la playera, la troza en partes y se hace unos improvisados vendajes, se logra levantar, pero el dolor le hace difícil el moverse.
- ¿Estas herido? – preguntaba preocupado Mathkay.
- Si, un poco, pero estaré bien, tu no te preocupes, lo importante es que estes bien.
- No por mucho. – hablo Poppycock que salía herida de la nave.
La payasa saco su pistola apuntando a ambos mientras salía de la nave, el impacto solo la aturdió.
- ¿Creen que pueden salirse con la suya?
- Solo eres tú ¿Qué podrías hacer? – dijo Amaury mientras cargaba al niño.
- ¿Eso crees?
En eso se escuchaban los sonidos de varias personas acercándose al lugar del estrellamiento, eran juggalos que venían en auxilio de Poppycock.
- Despídete de este mundo niño tonto.
Lleno de miedo Mathkay aun sujetándose de Amaury empezó a brillar como una luciérnaga, Poppycock quedo cegada por la luz mientras Amaury aprovecho para escapar y corre como pudiese a pesar de la herida, ya lejos de ahí, pero siendo perseguidos por los payasos se esconden tras un árbol en tanto Mathkay vuelve a la normalidad, Amaury no sabe qué demonios pasó.
- ¿Cómo hiciste eso? – preguntaba Amaury.
- No lo se.
Se escuchan los payasos acercándose, él no tiene opción.
- Escucha muy bien lo que te diré Math, quiero que te escondas en el hueco de este árbol y no salgas bajo ninguna circunstancia ¿entendido? – le dijo Amaury.
- Tengo miedo.
- No te preocupes, yo cuidare de ti, se lo prometí a Astrid y a Yuseia, solo quédate aquí y no salgas.
- Bueno, pero regresa pronto.
- Lo hare.
Amaury se preparaba ante la oleada de payasos que se aproximaba, se arrodilló a pesar del inmenso dolor en el costado que lo aquejaba y citó sus oraciones.
"Oh Sufridor todopoderoso, te pido me des tu bendición para enfrentar a estos demonios y si no sobrevivo encomiendo mi alma a tu diestra y, sobre todo, quiero que el niño que tengo a mi cuidado sobreviva…"
Los payasos aparecieron y no encontraron a Amaury que cayó sobre uno de ellos clavándole su espada, levanto al payaso y disparando una ráfaga de energía mato a otro que apuntaba hacia él, los demás sacaban sus rifles descargando sus armas para abatirlo pero entre la nube de polvo el daba precisos disparos con su espada hacia varios de ellos, quedo solamente uno que rápidamente fue decapitado por Amaury, aun así el dolor no le permitió disfrutar el momento, regresó al hueco donde estaba Mathkay y lo sacó de ahí.
- Math ya volví.
- Amaury. – dijo alegre el niño.
- Ya me encargué de varios payasos, pero no estaremos a salvo aquí y menos cuando ya está cayendo la noche.
- ¿Entonces que haremos?
- Buscaremos un lugar donde podamos escondernos y refugiarnos, ahí pasaremos la noche y si tenemos suerte y tiempo podremos pedir ayuda.
- Pero ¿y mis mamás?
- Te prometo que volveremos con ellas, te lo juro ¿confías en mí?
- Confió en ti.
- Entonces vámonos.
Los dos empezaron a moverse a pesar del dolor de Amaury, en tanto otro grupo de payasos va con Poppycock que se encuentra totalmente molesta.
- Señora mía ¿se encuentra bien? – pregunto uno de los juggalo.
- ¡La reputisima madre, se escaparon esos cabrones!
- ¿Y que hacemos?
- ¡¿Qué haremos?! ¡Búsquenlos! ¡Revisen todo el puto bosque y encuéntrenlos, no nos iremos hasta encontrarlos!
Bastante lejos de ahí, los dos chicos llegan a lo que parece es una estación de guarda forestal abandonada pero intacta, ambos entran ahí y tapan las ventanas y puertas para evitar ser descubiertos, Amaury encuentra una máquina de código morse que podría servir para enviar un mensaje, pero no sabe usarla.
- ¿Qué pasara si nos encuentran? – preguntaba Mathkay.
- Espero que no, les logramos perder la pista, ahora solo falta pedir ayuda con esta cosa en cuanto sepa cómo usarla.
En el monasterio de la Orden del Martillo… unas preocupadas Astrid y Yuseia se reunían con Boris consternadas por lo de su hijo y Amaury.
- Astrid cariño, sabes que no puedo estar tranquila mientras nuestro hijo fue secuestrado por los juggalo. – decía alterada Yuseia.
- Relájate Yuu, lo encontraremos a el y a Amaury, lo mas probable es que el lo este cuidando.
- Vamos chicas, todo estará bien, solo esperemos a que los Norton encuentren la ubicación de Math. – les decía Boris.
En eso aparecía una salamandra que llevaba un mensaje para Boris, el se levanta animado y se dirige a la pareja.
- Los han encontrado.
