¡Que comience el juego!

Unos momentos después, ambos estaban en el banco mágico, en la oficina de Gornuk, esperando al duende que llegó bastante malhumorado.

— ¿Qué puedo hacer por ustedes? Me dicen que son Notts, pero no recuerdo haber tratado con ustedes antes. —La desconfianza era palpable en su voz.

—Estas en lo correcto, pero creo que esto explicará mejor las cosas, que algo que pueda decir—Theo le extendió el contrato, haciendo que el duende lo mire con desconfianza y luego abriera los ojos desmesuradamente.

— ¿Acaso buscan engañarme? —Espetó molesto, tirando el pergamino en el escritorio— ¿Saben lo que les pasa a los que buscan engañar a los Goblins? —Hermione tragó notablemente, pero el castaño parecía inmutable.

—Sabes tan bien como yo que firmaste eso, sabes que es auténtico, aunque no recuerdes haberlo hecho—El duende hizo una mueca e iba a protestar, pero Theo no se lo permitió—. Así que harás honor al contrato Goblins y lo que esté dicta, no me hagas obligarte—Sentenció con voz fría, Nott.

—Obviamente honraré el contrato, cualquier Goblin que se respete lo haría—Se bajó de su silla y fue a buscar otros pergaminos en un archivero—. Pero como bien saben debo verificar que son realmente quienes dicen ser

—No llevamos nada con nosotros—Eso causó que la castaña se gane una mirada de burla por parte del duende y una asesina de su compañero

—Al parecer no sabe demasiado sobre las bóvedas familiares y su funcionamiento

—Mi padre la mantuvo alejada de las finanzas y demás negocios familiares, como toda respetada dama debería estar, al menos hasta que se hablará de un compromiso—Hermione iba a protestar, pero la mirada helada de Theo la hizo considerarlo.

—Entiendo—se burló el duende—ahora si me permiten necesito la sangre, aquí en el pergamino, de aquellos con autorización de acceder a la bóveda.

—Seremos únicamente mi hermana y yo, espero también confidencialidad por parte de ustedes, con respecto a los demás miembros de la Casa de Nott

—Por supuesto, bien sabe que este contrato nos vincula solamente con los firmantes.

Tras un asentimiento, el duende le facilitó una daga de plata al castaño, con la que cortó su palma, dejando caer algunas gotas en el pergamino, movimiento que fue replicado por la castaña.

Una vez que los detalles de la bóveda estaban listos y le facilitaron unas bolsas mágicas que estarían vinculadas a esta, a pedido de Theodore, ya que no quería que la gente supiera que estaba en la ciudad o que dado a una confusión hicieran una extracción de la bóveda principal, se fueron.

Esto era verdad hasta cierto punto, dado que en realidad manejar las bolsas mágicas, le había explicado a Hermione al salir, era una hábil manera de no dejar registros de en qué se gastaba el dinero y de pasar desapercibido, lo que ella encontró ingenioso, comparándolo al uso únicamente de efectivo en el mundo muggle.

— ¿Ahora a dónde? —Cuestionó Hermione al salir del banco.

—Supongo que, dado que la vestimenta está arreglada de momento, podríamos ir a ver casas.

Tras una confirmación de que pensaban lo mismo, Theo abrió el camino fuera de una pequeña calle lateral, hasta que estuvieron de pie frente a un edificio de aspecto majestuoso, que ella nunca había notado antes en el Callejón, anunciando "Propiedades Smith, tenemos tú futuro hogar".

El castaño entró primero, manteniendo la puerta abierta para que ella pasara, para luego dirigirse al mostrador de recepción, donde habló, en voz baja, con una bruja que Hermione suponía era la recepcionista del lugar. Antes de que ella se diera cuenta, estaba sentada con Theo en la oficina de un agente inmobiliario, mirando páginas y páginas de casas mientras su compañero contaba una historia sobre cómo se mudaron de regreso a Inglaterra, desde Estados Unidos, debido a que la guerra los había alcanzado, matando a sus padres. Que era una suerte de que ambos ya eran mayores de edad y que estaban haciendo todo lo posible para transferir los fondos de sus herencias al Gringotts Ingles.

—Por supuesto sabrás que mi familia es una de las más Nobles y Antiguas, no sólo aquí en Inglaterra, sino que varias ramas están dispersas por el mundo y el dinero no es un problema. Pero también sabrá que el gobierno estadounidense no está en las mejores circunstancias con el inglés— mintió suavemente —. Por lo que el dinero puede tardar unos días en llegar, pero dado que venimos viajando demasiado y viviendo situaciones bastante traumáticas, quiero que mi hermana tenga lo mejor de lo mejor para un nuevo comienzo ¿Puedes ayudarnos con eso?

El agente de bienes raíces parecía nervioso e inseguro, pero se encontró de acuerdo con Theo, sabiendo que los Nott eran sin duda una de las familias de mejor reputación con la que hacer negocios.

—Por supuesto, Sr. Nott— tartamudeó —. Le mostraremos lo mejor que tenemos.

—Bien hermana, es hora de elegir nuestro nuevo hogar. Quiero que obtengas exactamente lo que quieres, para que no extrañes las comodidades de América. No te preocupes por el precio.

Hermione realmente no estaba segura de la idea de gastar demasiado dinero en una casa, que, si todo salía bien, la ocuparían sólo por dos años como mucho, pero sabía que dado quienes eran, debían cumplir con ciertos estándares. Así que asintió, lista para revisar todas las ofertas que habían sido preseleccionadas, sin prestar demasiada atención cuando el agente de bienes raíces comenzó a parlotear sobre todas las áreas de moda en las que podían encontrar una mansión, sobre todo Wiltshire.

Hermione optó por hojear el libro, con los ojos llorosos por los precios exorbitantes para lo que estaban buscando, pero su corazón casi se detuvo cuando vio una dirección. Sus dedos recorrieron las imágenes en movimiento incluidas en la lista.

—Este me gusta, hermano— dijo con confianza, aunque extraña por cómo se sintió llamar así a Nott—. Ni siquiera necesitamos verlo. Estoy segura de que este es el indicado.

— ¿Está segura de que no quiere verlo, señorita Nott? — preguntó el agente de bienes raíces— o usted Señor Nott, no me gustaría que estuvieras descontento con la decisión.

Theo sólo miró a Hermione, quien estaba hirviendo de furia por como el agente había considerado su criterio, dudoso. Para su suerte el castaño se limitó a mirar sobre su hombro y asentir.

—Si mi hermana está segura que es lo que quiere, lo tomaremos. —dijo con desdén, sabiendo que no había manera de que él fuera capaz de disuadirla, de que el número 24 de Grimmauld Place, no era el correcto. Es más, desconfiaba de que había algo que Hermione no le estaba diciendo, no creía que simplemente le hubiera gustado la propiedad.

Y estaba en lo correcto, porque la vecindad de Mansión Black era demasiado intrigante, y Hermione esperaba que fuera una manera fácil de cultivar conexiones con la esfera de sangre pura en la que necesitaban infiltrarse, así como una mayor excusa para estar cerca de Regulus, que ella sabía que todavía vivía con sus padres.

Poco tiempo después, se dispusieron a ir a la casa, que no se parecía en nada al 12 de Grimmauld Place que ella conocía. En cambio, era amplio y luminoso, pero necesitaba una buena limpieza. Había más dormitorios de los que ella y Theo podrían albergar, con varios baños también; el comedor estaba bellamente decorado y el agente inmobiliario incluso se jactaba de tener un amplio espacio para albergar a un ejército de elfos domésticos, por lo que Hermione tuvo que morderse la lengua para no gritarle de que no necesitarían a ningún elfo doméstico, cuando se dio cuenta de que ese tipo de pensamientos probablemente no encajarían, en su nueva sociedad.

También estaba algo preocupada de que parecía más una pequeña mansión, para una familia y no para dos hermanos huérfanos, pero Theo descarto la idea diciéndole que recuerde que en algún momento él se casaría y necesitaría un lugar para llevar a su esposa, de la misma forma que ella se iría con su esposo, llegado el momento. Situaciones que ambos sabían no ocurriría, pero le daban la coartada perfecta y credibilidad a su historia, además de que el lugar era perfectamente aceptable y con los muebles adecuados, estaba seguro de que no podrían darse cuenta de que no había estado en la familia durante mucho tiempo.

Cuando volvieron a la oficina ni siquiera miraron el papeleo antes de hacer los arreglos para que el pago se hiciera desde su bóveda, recién inaugurada en el banco Gringotts, en un par de días. Luego de que Theo los sacara de la habitación, ella se atrevió a preguntar.

— ¿Por qué dejaste que descontaran, en unos días, el monto directamente de la bóveda? Teníamos el dinero.

— ¿Sabes lo sospechoso que sería que paguemos esa cantidad desde las bolsas? —Levantó una ceja— Son pocas las familias sangre pura que llevan bolsas o sus galeones consigo. Generalmente son las que no cuentan con riqueza y deben dictaminar en gastos—Ella recordó a los Weasley—. Además, recuerda que técnicamente acabamos de mudarnos de América, sería extraño que estuviera todo resuelto tan rápido.

—Esa es la otra duda. Entendí lo de los hermanos, pero ¿Por qué elegiste América?

—Pensé que sabrías algo de historia, Granger. A veces olvido que realmente no le dicen mucho cuando entran al mundo mágico—Ella se sintió ofendida y se frenó, por lo que él volteó a mirarla, al notarlo, rodando los ojos—. No te ofendas, la verdad es que no tienes la culpa, Historia de la Magia siempre fue la asignatura más inútil. Realmente está demasiado desactualizado y Dumbledore nunca se importó por cambiarla—En eso Hermione tenía que darle la razón, siempre todos se quedaban dormidos y los temas eran repetitivos—. Así que vamos, nuestro nuevo hogar necesitará muchos muebles, por lo que no podremos quedarnos allí esta noche, tenemos que buscar un lugar y allí podremos hablar

—Tal vez deberíamos pasar la noche en Las Tres Escobas y luego idear un plan más concreto mañana por la mañana—Sugirió Hermione y se rio al ver la cara horrorizada de Theo.

— ¿Las tres escobas? No puedo imaginarme a mi padre permitiéndome quedarme allí.

—Lo sé, pero la verdad no se me ocurre otro lugar... somos nuevos en el país, y bueno... deberíamos ahorrar un poco de dinero si podemos.

—Granger, creo que no viste el tamaño de la transferencia, pero supongo que Las Tres Escobas estaría bien. Después de todo tenemos que pasar desapercibido, es mejor si creen que planeamos mudarnos a Londres, en vez de que huimos y que la casa siempre estuvo en la familia, en vez de una nueva adquisición.

—Está bien, pero primero, creo que deberíamos ir a Ollivander's, necesito una nueva varita.

— ¿Qué tiene de malo tu varita?

—No es mía, es de Bellatrix— Él se estremeció ante la mención de la bruja—. No me responde del todo bien y creo causaría demasiadas preguntas si alguien la nota, más dado que estaremos fraternizando mucho con los Black.

—Definitivamente, vamos. Aunque no creas que olvidé que no respondiste a ninguna de mis preguntas, espero que cuando nos instalemos me expliques el porqué de las cosas y agrega a la lista el motivo de tu insistencia por nuestra nueva propiedad.

Hermione sabía que ambos se debían muchas respuestas y se lo hizo saber a Theo, a medida que se dirigían a comprarle una nueva varita. Donde se dio cuenta que Garrick Ollivander no había cambiado ni un poco con los años, cuando le dio una rápida sonrisa y sus ojos se posaron en ella.

—Hola, mi hermana necesita una nueva varita—dijo Theo con confianza, sin tartamudear sobre el nuevo título de Hermione. Ella esperaba que en algún momento dejará de resultarle tan extraño.

—Por supuesto, por supuesto ¿Supongo que anteriormente tenías una con núcleo de fibra de corazón de dragón? — preguntó Ollivander, mirando a Hermione desde todos los ángulos mientras las cintas mágicas trataban de medirla.

—Sí— respondió, sabiendo que era mejor no preguntar cómo él sabía eso, ya que Ollivander siempre parecía tener un sexto sentido,acerca de qué varita encajaría con qué mago. Incluso la varita de Bellatrix era de fibra de corazón de dragón, incluso si el tipo de madera era de nogal en lugar de su fiel madera de vid.

Hermione estaba ansiosa por probar cualquier varita que él le trajera, simplemente contenta cada vez que una varita, que no era la varita que recibió cuando tenía once años, la rechazaba. Ya que ni siquiera quería pensar en lo que sucedería si no era su varita la correcta para ella.

—No deberías esperar la tuya—Le susurró Theo—. De ser así, cuando tu yo más joven vaya por ella, no la estaría esperando.

Justo en ese momento, como si Ollivander escuchará, llegó con su varita, pero ésta la rechazó también, por lo que miró a su compañero bastante sorprendida, aunque algo más aliviada, tras recordar sus palabras.

Probó varias antes de que finalmente el mago llegará con una que reconoció de inmediato, pero era imposible.

—En mis años como maestro de varitas, nunca me he equivocado con respecto a cuál sería la indicada para una bruja o mago, pero déjeme decirle Señorita...

—Nott

—Mmm, nunca tuve la suerte de atender a una Señorita Nott, han sido únicamente varones en las últimas décadas—Comenzó a divagar, por lo que ambos "hermanos" se aclararon la garganta—. Si, si lo siento. Cómo le decía, señorita Nott, no suelo equivocarme cuando se trata de una varita, pero creo que existe la posibilidad que la juzgué precipitadamente con respecto al núcleo. Aunque pudo tener anteriormente una de corazón de dragón, puede que algún evento haya hecho que algo en usted cambie notablemente—le extendió la varita—. Pruebe está mejor

Ella lo hizo y fue como cuando encontró por primera vez su varita. Un súbito calor en los dedos; la corriente de chispas rojas y doradas que estallaron en la punta como fuegos artificiales, arrojando manchas de luz que bailaban en las paredes…pero Era imposible, esta varita no podía ser de ella, esta pertenecía a.…

—Una varita muy capaz para una bruja muy capaz—interrumpió sus pensamientos Ollivander con un toque de asombro en sus ojos—. Recuerdo cada varita que he vendido, Señorita Nott. Cada una de las varitas —Hermione sabía exactamente lo que él iba a decir—. Y resulta que la cola de fénix de donde salió la pluma que está en tu varita, dio otra pluma, sólo una más. Realmente curioso cómo suceden estas cosas, como sabe la varita escoge a la bruja, recuérdalo... Y realmente es muy curioso que estuvieras destinada a esa varita, cuando su hermana es hoy la causante de tantas desgracias en el mundo mágico. Pero de lo que sí estoy seguro es que debemos esperar grandes cosas de ti, tal vez seas lo que todos estábamos esperando.

El hombre de verdad estaba entusiasmado, ambos podían notar la esperanza en sus ojos, pero la castaña no podía emitir palabra alguna, por lo que agradeció que su compañero se diera cuenta y pagará por ella.

Después de todo prácticamente debió sacarla a rastras de la tienda, debido que todavía permanecía en shock mirando su varita, por eso no se dio cuenta cuando la metió en una calle lateral y le estaba hablando, hasta que la tomó del mentón e hizo que conectaran sus miradas.

— Hermione, háblame por favor— la preocupación estaba filtrándose en su voz.

— No puedo tener esta varita Nott. Esta es la varita de...

— Potter— terminó por ella

— No estará aquí cuando venga a buscarla ¿Qué pasará entonces? Ollivander se equivocó, estoy segura. Nunca escuche de una bruja que cambiará el núcleo de su varita, mi magia no debería responder a la pluma de fénix — ella explicaba rápidamente mientras caminaba de un lado al otro del callejón.

— De hecho, Granger, tiene sentido — Se detuvo y lo miró con los ojos bien abiertos—. Como dijo Ollivander, viviste un evento que te cambió notablemente, además del viaje en el tiempo, ocurrió otra cosa que afectó directamente a tu magia— Dejó la frase flotando por unos momentos, pero al ver que no le llegaba la respuesta prefirió terminar—. El ritual de adopción— ella abrió desmesuradamente los ojos cuando la realización la golpeó.

— Dijiste que ahora era una Nott en sangre y magia— Theo asintió—. Debo admitir que no pensaba que eso cambiaría demasiado las cosas— El castaño se rio sin gracia.

— Entiendo que dado quienes eran tus padres y la forma en la que los sangre pura lo hacen ver, podías creer que todos los prejuicios eran malintencionados, pero todos realmente tienen un fundamento detrás y creo que acabas de tener una prueba infalible de ello.

— Pero ¿Qué haremos? Dumbledore siempre dijo que Voldemort— Theo se estremeció al escuchar el nombre— no podía ganar a Harry en un duelo mágico porque sus varitas tenían una conexión

— Si eso es cierto, agradece que tienes su varita ahora. Recuerda Granger, estamos aquí para que en el futuro no exista un Señor Oscuro al que enfrentar, si todo sale bien, eres tú la que necesitará esa varita, no Potter.

Hermione sabía que Theo tenía razón, pero no podía dejar de sentir que estaba robando algo a su mejor amigo, ya tenía en su bolso la capa y el mapa. Ahora además tenía su varita. Simplemente era demasiado.

El castaño al ver lo abrumada que estaba su compañera, colocó lentamente un brazo sobre su hombro, mientras tomaba el otro en su mano y abrió el camino hacia las Tres Escobas. Eran algunos de los únicos clientes en el interior y su entrada no causó muchos problemas, afortunadamente, por lo que después de unas breves palabras con el camarero, la estaba llevando arriba.

— He arreglado que nos lleven la cena a nuestras habitaciones— Ella asintió—. Si quieres podemos comer en la mía y así me cuentas exactamente qué es lo que te abruma tanto.

Ella únicamente volvió a asentir, mientras Theo la guiaba a una de las habitaciones. No había nada espectacular en la cama que estaba en el medio de la habitación, pero Hermione sintió que el peso del día abandonaba sus hombros, por lo que lo primero que hizo fue dejarse caer en ella. Volviendo la cabeza, vio que Theo se dejaba caer en la silla y sus ojos se posaban en su regazo. Era extraño recordar, una vez más, que él era la única persona en todo este tiempo en la que podía confiar.

— No te arrepentirás, ¿verdad? — preguntó suavemente, haciendo que él se girara para mirarla, el cansancio presente en sus ojos.

— Todavía no, pero tengo mis dudas acerca de ti

— No— Dijo negando con la cabeza—. De hecho, me alegro de haber tenido tu ayuda ahí afuera. No sé cómo me habría ido si no fuera por ti, de verdad creí que lo tenía bajo control, pero el pasado creo me abrumará por un tiempo.

— Supongo que a ambos ¿Quieres hablar de ello? — Hermione negó con la cabeza— Está bien, que tal si me hablas de la casa. Fuiste tan insistente, pero nunca había oído hablar de ella antes.

— Walburga y Orión Black viven en el Número Doce de Grimmauld Place, con su hijo Regulus, ya que Sirius, sino me equivoco, desde el año pasado vive con los Potter— Los ojos de Theo se abrieron con sorpresa—. Pensé que era una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar. Podría ser nuestro boleto para entrar al círculo de influencia de Ya-Sabes-Quién, además del hecho que tendríamos una excusa para conocer a Regulus antes de Hogwarts— explicó con calma.

— Ahora sé que Regulus es hermano de Sirius, pero sigo sin entender ¿Por qué es tan indispensable?

— Regulus fue el primero que descubrió los horrocruxes— comenzó mientras buscaba la nota y el relicario falso en su bolso—, llegado un momento, Vol.…Ya-Sabes-Quien

Ella no estaba segura en qué momento él había vuelto su nombre tabú en la primera guerra, además de que notaba como le molestaba a Theo, así que prefirió dejar de usar su seudónimo.

— Le pedirá a Regulus que le preste su elfo doméstico, pensando que, como todo sangre pura, no le importaría su elfo, pero se equivocó—Theo asintió al comprender—. Él le ordena a Kreacher que ayude en lo que "Su Señor" necesite, pero que se asegure de volver con él, una vez que termine.

—Supongo que eso no salió bien—Hermione negó con la cabeza.

—Lo que no sé, es si "Ya Sabes Quien" fue a guardar por primera vez el guardapelo en la cueva o simplemente a probar sus defensas, pero en ella hay una poción, que Harry la describió como "la poción de la desesperación", dice que cuando Dumbledore la tomó, pedía que el dolor se detuviera y que no lo obligara a tomar más—Se levantó y caminó hasta donde estaba Theo, extendiéndole el guardapelo falso—. También la poción causa sed, obligándote a tocar el agua, que está infestada de inferís. Eso fue lo que Kreacher le contó a Regulus, dice que una vez que tocó el agua, "ya sabes quién" lo abandonó a su suerte, pero como su magia lo obligaba a cumplir las órdenes de su amo, pudo aparecerse donde estaba Regulus, quien lo vio mal herido.

—Y tras enterarse de todo decidió ir tras el horrocrux solo—Dijo dejando la pequeña nota sobre la mesa a su lado. Ella asintió— ¿Qué ocurrió con el real?

—Kreacher no logró destruirlo, por lo que lo escondió en Grimmauld Place, pero tras la muerte de Sirius, Mundungus Fletcher lo robó y se lo dio a Umbridge, por lo que tuvimos que entrar al ministerio para robárselo. Después...

—Espera—Dijo levantando una mano— ¿Fueron ustedes los causantes del robó en el Ministerio? —La castaña sonrió y se encogió de hombros— pero ¿Cómo?

—Poción multijugos—Dijo encogiéndose de hombros.

—Clarooo, es tan normal que se use poción multijugos para interrumpir en el ministerio—Dijo con sarcasmo— y como no les bastó, tuvieron que robar Gringotts montados en un dragón—Ella abrió mucho los ojos —. Antes que preguntes cómo lo sé, te diré que estuvieron en la primera plana del Profeta por días

—Bueno, eso lo explica

—Aún no me dijiste que pasó con el horrocrux, supongo lo destruyeron, al igual que creo que lo que robaron del banco fue otro ¿verdad? —Ella asintió en confirmación— Entonces ¿Cómo pueden ser destruidos? Espera... ¿Cuántos tiene ese bastardo?

—Tenía siete—Theo casi se desmaya—, pero en este tiempo tiene solo cinco

—Bueno creo que son buenas noticias—En ese momento tocaron la puerta, haciendo saber que llegó la cena, por lo que Theo se levantó y comenzó a disponer todo en la mesa. Cuando se acomodaron, Hermione decidió continuar, sacando la espada de Gryffindor de su bolso— ¿Esa es la espada de Gryffindor?

—Sí, supongo sabes la leyenda—Theo asintió mientras tomaba la espada y la miraba—. Ella tiene el poder de absorber toda magia que la haga más fuerte, por lo que cuando Harry mató al basilisco con ella, su veneno la impregnó, eso es lo que realmente destruye los horrocruxes

—Así que, si perdemos la espada, estamos jodidos

—Básicamente, siempre se puede usar fiendfyre, pero es difícil de controlar y peligroso.

—Concuerdo, pero creo deberíamos dejar la espada en la bóveda, no hay forma que en este tiempo alguien sea tan loco como ustedes para robar a los duendes, además nadie sabría que está allí.

—Sí, igualmente es mejor, al hecho de que haya dos espadas en la escuela, todavía debemos ver bien cómo funcionaría eso

—Hasta donde sé, el problema no son los objetos inanimados, sería como usar la maldición gemino.

—Está bien, confió en ti, porque cuento con unas cosas que nos serán muy útiles, pero que existen en este tiempo y están en posesión de ciertas personas con las cuales estaremos en estrecho contacto

—Hablas de Potter padre y sus amigos—No era una pregunta— ¿Se puede saber que son estas cosas?

Hermione algo insegura al principio, hasta que Theo rodó los ojos y señaló la hebra roja en su brazo, sacó la capa y el mapa de su bolso de cuentas, mostrándole cómo funcionaban.

—Así que, con esto, era como ustedes siempre se salían de todos los problemas— Soltó, por primera vez desde que llegaron, una risa genuina—. Estoy muy de acuerdo de que serán más que útiles, encima si ellos tienen los mismos y son desconfiados, dudo que no los usen para seguirnos—La castaña estuvo de acuerdo—. Bien, pero todavía no entiendo cómo haremos para acercarnos a Regulus antes del colegio o el por qué lo haremos.

—Sé de buena fuente que Orión Black es increíblemente paranoico. Tan pronto como se entere de que una nueva familia mágica se ha mudado a su bloque, estoy segura de que no podrá resistirse a comunicarse. Y creo que así podremos ver cómo es la vida de Regulus después que Sirius lo dejará. Cuanto antes consigamos que confíe en nosotros, antes lo tendremos a bordo y podremos salvarlo, sin contar el hecho de que espero que, si somos amigos antes de Hogwarts, no me dé la espalda cuando no esté en su misma casa.

— ¿Piensas hacer que te clasifiquen en Gryffindor?

—No es como si no fuera mi casa

—Fuiste un Hatstall, creí que el sombrero considero otras casas

—Lo hizo, pero si te preguntas por Slytherin, dijo que era una pena por mi estado de sangre

—Lo ves—Soltó emocionado—, ahora ese no es un problema

—Nott, no puedo, ni quiero estar en Slytherin

—Es que no lo entiendes—Mencionó lleno de frustración, pasándose las manos por el cabello

—Ilumíname entonces

—Los Nott, como debes saber, son tan antiguos como los Malfoy o los Black y también son considerados familias oscuras, por lo que han estado en Slytherin desde siempre. Si vas a Gryffindor...

—Sería como Sirius—El castaño asintió—. Pero necesitamos a los merodeadores, Nott y ellos no confiaran en un Slytherin

—Serás paria, Granger

—Lo fui siendo una hija de muggles—Dijo encogiéndose de hombros—. No creo que sea peor o acaso tú —Hizo una pausa y lo analizó— ¿Dejarías de hablarme o querrías que no nos vean juntos, en público, por estar en diferentes casas?

— ¿Qué? ¡No! Te dije que estamos juntos en esto y pienso mantener mi palabra, solamente decía que tal vez complique las cosas con las serpientes y los demás sangre pura

—Lo resolveremos—Prometió la castaña, dándole un apretón en la mano, justo cuando una idea la golpeó—¡Exacto!—el castaño aún algo aturdido seguía mirando sus manos juntas, por lo que al notarlo ella la quitó rápidamente

— ¿Qué se te ocurrió ahora?

—Que podríamos demostrar a los demás que no debería haber rivalidad entre casas

—Granger, está bien que queramos cambiar el futuro, pero no puedes pretender que dos extranjeros, recién llegados, logren cambiar una rivalidad que ha estado desde los fundadores—Ella hizo una mueca de disconformidad.

—Bien tal vez pensar en la rivalidad general fue muy ambicioso

—Y después dices que no encajarías en Slytherin—Se burló, pero Hermione decidió ignorarlo.

—Pero...—Theo puso los ojos en blanco—Si logramos demostrarle a Sirius y Regulus que ser hermanos es más importante que la casa en la que están, tal vez podríamos arreglar sus diferencias y hacer que trabajen juntos

—Eso podría funcionar, pero ¿Por qué es importante? —Ahora fue el turno de Hermione de poner los ojos en blanco.

—Siempre preguntando el motivo, como si todo debe tener un porqué crucial

—Lo es, te guste o no. No tenemos demasiado tiempo y lo sabes, no podemos detenernos en pequeñas cosas. Entiendo porque debemos salvar Regulus, pero ¿ayudarlo con su hermano? Ilumíname

—En algún momento, aunque no nos guste, vamos a tener que trabajar con la Orden. Si todo sale bien ganarán y tanto Regulus como Snape, necesitarán a alguien que responda por sus actos frente a Dumbledore, quien te recuerdo es Jefe Brujo. Nosotros que digamos no seriamos de mucha ayuda, ya que no nos conocen y tampoco estaremos aquí por mucho tiempo como te gusta recordar.

—Así que piensas hacerlos trabajar juntos—La castaña asintió—. Puede que sea más fácil decirlo que hacerlo, pero veo la lógica. Sin embargo, solo para confirmar ¿Tampoco vas a querer que los Slytherin se informen a Dumbledore?

—No, al menos hasta que consigamos todos los horrocruxes y puede que la batalla final, en sí, se la dejemos a la Orden

—Me parece bien, aunque creo deberías considerar la idea de contarle a uno de cada lado quiénes somos realmente, sobre todo al grupo de Potter, ya que no creo entiendan, sin pruebas, el por qué no decirle a Dumbledore o a la Orden lo que estamos haciendo.

—Supongo será inevitable, es por eso que quiero probar con Regulus, creo que sería una buena práctica

—Bien, creo que por hoy podemos ir a descansar, tenemos unos largos días con la mudanza, los Black y también no olvidemos que tenemos que ir a Hogwarts a inscribirnos

— ¿Sabes cómo funciona? De verdad yo sólo esperaba mi carta todos los años—Theo se pegó la frente

—Hay veces que me sorprendes... y si, te lo contaré en la mañana, junto a lo que pasa entre nuestro país y Estados Unidos, para que no metas la pata cuando te pregunten

Tras poner los ojos en blanco y un asentimiento, Hermione junto todo lo que ocuparon para la cena, y lo dejó en la puerta para que alguien lo retirara. Luego tras un breve saludo, se dirigió a su cuarto, se dio una ducha; al salir colocó un hechizo de silencio a causa de las pesadillas y se dejó tomar por los brazos de Morfeo, una vez que apoyó su cabeza en la almohada.


Aclaración: Los merodeadores se graduaron en junio de 1978 todos con 18 años y Regulus, aunque dos años más pequeño que Sirius, entró en 1972 a Hogwarts, por lo que está un año por debajo de su hermano.