Planes

En la mañana, cuando Theo llamó a su puerta, ella estaba lista hacía un tiempo. La noche no fue buena con ella, a causa de las pesadillas.

—Buenos días

—Buenas

—Vamos a desayunar, ya me avisaron de que la casa estará lista para el medio día—Tras un asentimiento, ambos bajaron y pidieron su desayuno—Bueno, parece que tu apuesta ha valido la pena—dijo, entregándole una carta, donde los Black los invitaban a cenar en dos días.

Hermione estaba sorprendida de que se hubieran enterado tan rápido, pero no podía decir que estaba decepcionada, cuando no había ninguna razón por la que no deberían empezar lo antes posible.

—Supongo que esto significa que tenemos que ir de compras—dijo con el ceño fruncido de decepción. Si había algo que no le gustaba, era comprar ropa formal; pero empeoró aún más porque se sentía completamente a oscuras con respecto a cuán formal era la ocasión. Theo, quien asintió, al menos estaba allí para guiarla.

— ¿Cómo sabes todo esto? —Ella frunció el ceño— Hablo de los Black, bueno en general todo. No creo que Dumbledore te lo dijera antes de morir. — Eso hizo que la rabia comenzará a burbujear en su interior nuevamente.

—Sirius fue el padrino de Harry— dijo con una sonrisa agridulce en su rostro—Y he tenido más de una discusión con ese hombre cuando vivía en Grimmauld Place en el verano de mi quinto año. —Theo asintió alentándola a continuar—Lo demás fueron cosas que Harry me contaba de sus reuniones con Dumbledore. Después de todo el hombre siempre fue críptico, no es como si Harry pudiera resolverlo solo. De hecho, después supe que ese era su plan, en realidad.

— ¿Cuál plan? —preguntó con calma, cuando vio que ella no continuaría. Hermione, cerrando los ojos y soltando un suspiro, continúo.

—Yo era el cerebro tras la operación—Theo se rio—Si, sé que todos lo pensaban, pero otra cosa muy distinta es saberlo. Harry era un horrocrux, debía morir al final, pero únicamente cuando todos los demás fueran destruidos. Dumbledore necesitaba a alguien lo suficientemente inteligente para que lo mantuviera con vida o supongo que en caso de que muera, termine el trabajo.

—Tú—Hermione asintió— ¿Pero entonces Weasley?

—Él era la fuerza bruta y también—Ella tragó notablemente— supongo que un tipo diferente de peón, para canjear en caso de ser capturados. Creo que esperaba que la valentía Gryffindor que poseía nos diera el tiempo necesario para huir. —Ella soltó una sonrisa amarga—Cosa en la que no estaba tan equivocado… él se ofreció para que lo torturen en Malfoy Manor en mi lugar, pero supongo que Dumbledore no consideró que, en la lista de los mortífagos, "Sangre Sucia" va primero que "Traidor de Sangre"

La mirada de Hermione era perdida, como si hubiera sido trasladada a sus dolorosos recuerdos, por lo que no vio cuando Theo pidió whisky de fuego y se lo pasó.

—En algún lugar ya es de noche—Bromeó, haciendo que ella sonriera, antes de tomar el contenido del vaso, de un trago—Lamento lo que tuviste que pasar Granger… de verdad lo siento, aunque sé que no cambia las cosas.

—Tú no las hiciste, Nott—Ella se encogió de hombros—pero, en fin, esas cosas las supe por unos recuerdos que el profesor Snape le dio a Harry antes de morir. Eso hizo que él se entregará.

—Eso tiene sentido—Dijo asintiendo— Pocos realmente creían que el profesor Snape estuviera con el Señor Oscuro… aunque tampoco lo veía capaz de matar o de ayudar a preparar a Potter para su muerte, por más que lo odiase.

—Snape no odiaba a Harry—Ella negó con la cabeza— él lo protegió desde que sus padres murieron. Sin embargo, hizo que Dumbledore lo mantuviera en secreto, ya que Ya-Sabes-Quién conocía los sentimientos que él tenía hacía Lily, la madre de Harry. Snape le rogó que le perdonase la vida, de la misma forma que pidió a Dumbledore que la protegiera

—Cosa que no hizo para nada bien. —Hermione asintió con la cabeza.

— Luego lo manipulo diciéndole que, si realmente la había amado, protegiera a su hijo. Él no sabía que Harry debía morir, hasta poco antes de matar al director. Cosa que hizo, dado que tenía una maldición por ponerse el anillo de los Gaunt, supongo que, con intenciones de usar la piedra, para...

—Espera ¿Qué piedra? —Hermione se pasó la mano por la cara, respirando profundamente

— ¿Qué sabes sobre las reliquias de la muerte? —Theo levantó una ceja.

— ¿La de los cuentos para niños? —Cuestionó escéptico. La castaña asintió—Sólo lo que dice la historia, no me digas que son reales… es un cuento

—Los niños muggles también creen que la magia solamente ocurre en los cuentos. —El castaño resopló—Bueno te lo confirmo, son reales y antes de que digas que estoy loca, créeme, las vi. La varita de Dumbledore, por la que Voldemort quería matarlo y mató a Snape, era la varita de Sauco—los ojos Theo comenzaron a abrirse— El anillo Gaunt tiene la piedra de la resurrección y —Metió la mano en su bolsa, sacando un poco de la capa de invisibilidad— la capa, es la que te mostré anoche, la que usábamos con Harry mientras estábamos en Hogwarts.

—Esa capa—Señaló el pedazo de tela, que Hermione volvió a esconder en su bolso—¿Es la capa? —Hermione asintió—Maldición Granger. Recuérdame nunca estar del lado malo de tu varita—Dijo sacando un par de galeones y colocándolo en la mesa—Vamos, esto fue demasiado, creo que deberíamos ir a casa

Tras la confirmación por parte de la castaña, ambos subieron a asegurarse de no dejar ninguna evidencia que alguna vez estuvieron en el lugar, antes de salir al Callejón Diagon, donde optaron por ir a encargar túnicas, tanto de galas como informales. Experiencia que terminó siendo muy instructiva para Hermione, quien intentaba absorber todo lo que podía sobre la cultura sangre pura del curso intensivo dado por Theo, asegurándose así de no volar su tapadera en la próxima cena con los padres de Sirius.

Un par de horas después ambos estaban en su nuevo hogar, el 24 de Grimmauld Place, donde una pequeña elfina los esperaba.

—Maestro, maestra—dijo haciendo una reverencia— Tris quería presentarse para decirles que estará a cargo de servir a la Honorable Casa Nott—Hermione fulminó con la mirada a Theo.

—Granger no me mires así, la mayoría de las casas vendidas a los sangre pura vienen con elfos domésticos. Más las de gran tamaño, lo consideran un buen obsequio por la compra—Ella iba a protestar por lo que Theo levantó la mano— No dije que estoy de acuerdo, solamente te estoy comentando lo que se acostumbra. Puedes hacer lo que quieras con Tris, pero sería extraño que dos magos sangre pura, extranjeros y que recién cumplieron la mayoría de edad, no tuvieran un elfo doméstico.

La castaña encontró lógica tras su argumento y tras un resoplido asintió, haciendo un hechizo de limpieza a la funda de Tris, a quien se le llenó los ojos de lágrimas.

—Lo siento, no buscaba ofenderte—dijo agachándose a su altura— pero me gustaría que usaras otras prendas, que pronto te daré tela para que las hagas, como un uniforme de trabajo. No te estoy liberando— aclaró, para tranquilidad de la pobre criatura— pero me gustaría que las uses cuando estamos solo nosotros aquí. Ya cuando tengamos visitas, lastimosamente, deberás usar la funda, pero esperamos que este limpia ¿sí?

—Tris se encargará de siempre estar presentable maestra—dijo asintiendo enérgicamente

—Bien, ya con eso fuera… Tris podrías llevar nuestras cosas a los cuartos, me gustaría que acondiciones dos suites principales, no espero que mi hermana tenga algo menor que yo—Tras un asentimiento y un "pop", la elfina desapareció. Theo volteó a mirar a la castaña— ¿Te gustaría saber algo antes de ir a prepararnos para comer?

—No—dijo negando con la cabeza— todavía debemos coordinar nuestras historias, pero puede esperar a la comida, aunque creo que con lo que sí deberíamos comenzar, es con llamarnos por los nombres de pila. Generará preguntas, si usamos los apellidos en la cena con los Black

—Tienes razón, sobre todo cuando nos hacemos pasar por hermanos—se rio— Hermione—probó su nombre en sus labios, esta vez no con burla, sino genuinamente y se dio cuenta que para nada le resultaría difícil, al contrario, le resultaba bonito.

—Theodore—El castaño negó con la cabeza.

—Theo, por favor. Theodore era o es, como sea, mi padre

—Está bien, nos vemos en el almuerzo, Theo

—Nos vemos Hermione

Cada uno tomó una de las escaleras que tenían enfrente, después de todo sabían que sería mejor así, cada uno con su propia ala. Hermione aún estaba bastante sorprendida de cómo era muy diferente a la casa ancestral del padrino de su mejor amigo.

Está realmente era una mansión enorme, que, por fuera, no parecía más que una casa de los suburbios muggles. Una vez terminada la escalera, a la izquierda había una enorme sala de estar, con sofás, sillones y una gran chimenea que parecía ideal para las frías noches de invierno. La pared trasera era casi completamente ventanas, dejando entrar el sol de la mañana, desde donde se podía ver un enorme patio trasero y lo que parecía un pequeño campo de Quidditch en la distancia. También había una piscina, lo que la sorprendió, la mayoría de las familias mágicas usaban lagos y ríos, sintiendo que las piscinas eran demasiado muggles, pero suponía que era la debido a influencia de su cultura, dado la comunidad donde estaban ubicados. La consoló recordar los veranos nadando en la piscina de sus padres.

Volvió al pasillo, encontrándose con tres puertas. Dos de ellas daban a modestas habitaciones de invitados y la del medio a un gran baño, que sólo la hacía recordar a los lujosos baños de los hoteles donde se hospedaba cada vez que iba al continente de vacaciones. Al final del pasillo había dos enormes puertas de roble, pero no podía ver ningún picaporte.

—Debe colocar su mano y decir una contraseña—la voz de Tris a su lado la hizo sobresaltarse— Tris lo siente, no quería asustar a la maestra

—No te preocupes—dijo la castaña, aún con la mano en su pecho, sintiendo su corazón queriendo salir— ¿Podrías explicarme mejor lo de la contraseña? —La elfina asintió.

—Las puertas se abrirán con su firma mágica, pero igual tendrá una contraseña en caso de que usted quiera recibir invitados, es similar a…

—A los cuadros que custodian las salas comunes en Hogwarts—Susurró, más como un pensamiento en voz alta.

—Sí, también aparecerá lo que usted guste en la puerta, como su guardián o puede hacer que la puerta desaparezca cuando usted no esté en la habitación. Así solamente los elfos de la casa y usted podrían verla—Comentó la pequeña criatura retorciendo sus manos.

—Gracias…supongo que se necesita sangre ¿no es así?

Tris asintió, por lo que Hermione procedió a hacerse un pequeño corte en la palma, para luego apoyarla en la puerta, cerrando los ojos, concentrándose en lo que quería que apareciera.

Cuando los abrió, allí estaban, un majestuoso ciervo de grandes astas; a su lado un Jack Russell Terrier y por encima, una nutria. Eran ellos, los tres, representados por sus patronus, custodiando la habitación que sería su nuevo lugar seguro, porque ella sabía que allí estaría segura. Una lágrima rebelde rodó por su mejilla.

—Para que la puerta se mantenga oculta ¿Qué debo hacer? —Tris chasqueo los dedos.

—Únicamente cuando salga vuelva a decir la contraseña y una vez que las puertas se cierren, será la única que podrá saber dónde está.

—Gracias—Y tras su asentimiento, Tris se fue en un "pop". Hermione volvió a mirar la puerta—Harry— susurró y esta se abrió.

Su cuarto le recordó mucho a una de las habitaciones que una vez había conjurado en la sala de menesteres. Estaba decorada en toda la paleta de rojos, desde un leve tono casi rosado, hasta el rojo intenso que representaba a su casa, con detalles en blanco y dorados.

Había una pequeña sala con chimenea, algunas sillas y dos repisas con libros, en cada pared. Mirando a su izquierda notó dos puertas y a su derecha una, que fue la que abrió primero, encontrándose con una enorme cama King, con mesitas de noche a los lados y luces en lámparas en las paredes, sobre la cabecera. Nuevamente una repisa ocupaba una de las paredes, sólo que esta vez estaba vacía, como esperando por ella y sus libros; en la otra había un amplio escritorio, con pergaminos y todo lo que podría necesitar. Salió de la habitación, dirigiéndose a la primera puerta que se encontraba a la izquierda cuando ingresó; era un vestidor, donde todas las túnicas y accesorios que habían comprado estaban dispuestos y en el centro, un gran espejo de cuerpo completo.
También noto una puerta, que al abrirla

se dio cuenta que dirigía al baño. Pudo notar que también poseía otra puerta, se dio cuenta que se trataba de la otra habitación que le faltaba revisar. El baño era extremadamente grande, en su criterio, todo era de mármol, no de porcelana como ella estaba acostumbrada y estaba más que segura que los grifos y llaves eran de oro; contaba con dos lavados con amplios espejos a la izquierda, al lado de los otros elementos sanitarios; una ducha a la derecha, rodeada de mamparas; al fondo, cerca de un gran ventanal, que ella estaba segura contaba con el mismo hechizo que el techo del gran comedor, se encontraba una amplia bañera que fácilmente podrían entrar tres personas o dos completamente cómodas. Pero lo que la dejó sin palabras, fue que, a un lado, sector que no pudo ver hasta acercarse a la bañera, dado que desde la puerta la ducha se interponía en su campo visual, fue que se encontraba un jacuzzi, que nuevamente sólo le hacía recordar a los hoteles de prestigio europeos.

Salió casi corriendo hacia la sala de estar de su suite, abrumada, cuando escuchó una risa proveniente de la puerta. Al mirar, encontró a Theo recostado por el marco con los brazos cruzados, bastante divertido. Al parecer acababa de salir de un baño, ya que leves mechones castaños, húmedos, enmarcaban su rostro y vestía una de las camisas blancas y pantalones de vestir negros, que habían comparado esa misma mañana.

—Te veo bastante sorprendida, supongo que no estás acostumbrada a tanto… lujo—Él estaba divertido, pero ella entrecerró los ojos.

—Lo creas o no esto también existe en el mundo muggle—Su sonrisa se borró—pero si te refieres a que viví con ello, no. Mis padres tenían dinero, pero claro tampoco tanto como para derrochar en grifos de oro

—Gra…Hermione, no era mi intención. No te estaba remarcando tu origen, creas o no, no todos los sangre pura tienen casas así. Solamente me causo gracia la expresión de tu rostro

—Lo siento… yo

—No te disculpes, entiendo cómo pudo haber sonado. Puede que a mí no me importe, pero estoy seguro que la mayoría de mis compañeros si hubieran pensado como esperas. —Ella asintió

—No esperaba esto, la casa de Sirius, no se parecía en nada a esto—Theo alzó una ceja

—Es extraño, no imagino a los Black viviendo en algo menor a esto, es más, aunque suene pretencioso, esto no es nada comparado a las mansiones ancestrales de varias familias.

—Tal vez se deterioró por el abandono de la propiedad por años. Hasta que Sirius salió de Azkaban e inclusive allí, no se preocupaba mucho por la casa

—Sí, es probable. Son casas mágicas, su estado y protecciones están vinculados a los propietarios. Generalmente si este no está, los elfos de la familia son los encargados de mantenerlas—Ella asintió—Bien, sólo venía a ver si necesitabas algo— Cuando ella negó, él observó la decoración de la habitación—Veo, que como a mí, al parecer los colores de tu ala te representan

—Ah, no me digas… tu ala es verde y plata—Él asintió con una sonrisa.

—Cómo dije son casas mágicas, se adaptan a los gustos más resaltantes de sus dueños y puede que le haya dado al de bienes raíces un par de consejos. —Eso hizo que Hermione suelte una carcajada.

—Muy astuto—Theo se encogió de hombros— Bien, tomaré una ducha y nos vemos en el comedor.

Tras un asentimiento y salida del castaño, Hermione cerró las puertas, con su varita, de camino al baño. Después de un baño largo y reparador, estaba lista; vestida con unos jeans junto con una de las camisetas de Harry, que había traído en su bolso, que, dado a su hechizo de éxtasis, aunque la lavará, conservaba su aroma y su cabello estaba recogido en un moño alto.

—Deberás acostumbrarte a las túnicas una vez que tengamos visitas—Dijo Theo cuando la vio entrar—Recuerda que ahora eres una sangre pura, sería extraño verte con ropa muggle

—Lo sé, pero no pienso usarlas si estamos solos, después de todo, nadie puede simplemente aparecerse—dijo encogiéndose de hombros— Creo deberíamos armar nuestra historia, así tendremos tiempo de verla al detalle, antes de la cena con nuestros vecinos—Recomendó mientras daba los primeros bocados a su comida.

—Bien, como bien dijiste, no sabes el estado de las relaciones entre América y Reino Unido—Ella negó con la cabeza—Bueno, después de la guerra con Grindelwald las cosas quedaron tensas, sobre todo dado el espectáculo que dio Dumbledore y como había enviado a gente a detenerlo en suelo extranjero, sin conocimiento del Ministerio. Aunque fue un hombre, es jefe brujo y MACUSA culpa a todo el ministerio inglés por sus acciones.

—Así que crees que Dumbledore no podría conseguir registros nuestros, aunque existieran—Theo asintió.

—Dudo que se los brinden, supongo dirán que nosotros los solicitamos. Cosa que técnicamente haremos, pero normalmente tardan y en nuestro caso tardaran más de lo normal. Lo que espero, sea suficiente para que Dumbledore decida que no son importantes. Además, no decía él que Hogwarts proporciona ayuda a quien lo necesite—La mirada y sonrisa en el rostro de Theo, a cualquiera le haría estremecerse, pero a ella le causó risa.

—Usarás sus armas contra él

— ¿Tú no harás lo mismo?

—Absolutamente—Asintió enérgicamente

—Me agrada que mi melliza comparta mi visión

—Así que seremos mellizos

—Tenemos la misma edad, es lo más lógico

—Técnicamente tengo un año más que tú—él la miró interrogante— En tercer año me dieron un giratiempo, así pude tomar todas las optativas y salvar a Sirius. Pero todo tiene un precio, el mío fue crecer dos años en uno.

—Así que estarías por cumplir veinte años—Ella asintió

—El 19 de septiembre—Él soltó un suspiro

—Puede eso complique las cosas o podemos hacer que tú estés en tu último año y yo en sexto

— ¿Por qué tú estarías en sexto? ¿No tienes 18?

—Si, pero cumpliría 19 en septiembre. Por lo que, si vamos a decir que a ambos nos sacaron de la escuela a causa de la guerra, lo normal sería que estuviera un año por debajo de ti, más si vamos a conservar nuestras fechas de cumpleaños.

—Igualmente creo que somos demasiado mayores, así que creo que Dumbledore sugerirá que tomemos directamente los EXTASIS…aunque—Theo la miró expectante— podríamos tomar una poción de rejuvenecimiento, total son solo dos años como máximo.

— ¿Existe tal cosa?

—De hecho, no. Los gemelos usaron una de envejecimiento para intentar entrar al torneo en nuestro cuarto año, pero no creo que sea difícil modificar la receta para que tenga el efecto contrario—Dijo encogiéndose de hombros.

—Podría funcionar, pero recuerdo que no les había funcionado

—Ellos quisieron engañar al ministerio, al cáliz y a Dumbledore. Realmente dudo que ahora, a lo que él le dé más importancia, sea a nuestra edad y no creo que las protecciones de los registros de Hogwarts en este tiempo sean tan sofisticadas, como las protecciones del torneo dentro de 20 años.

—Tienes razón, ya tenemos un plan… ahora tú te someterás a unas lecciones de etiqueta para la cena—ella bufó— no podemos permitir que tú forma de actuar vuele nuestra tapadera, hay estándares y siento que nos estarán mirando con lupa, sobre todo a ti.

— ¿Por qué?

—No ha habido mujeres Nott en un tiempo, además de que a tu edad deberías estar prometida a alguien, por lo que, al morir nuestros padres, la familia de tu futuro esposo debía acogerte hasta la boda—Ella hizo una mueca de asco

— ¿Cómo explicaremos eso?

—Simple, atacaron en una reunión que estaban revisando y ultimando detalles del contrato de compromiso. Es común que tú no estés en ella, pero si tu prometido, y yo al no ser mayor de edad, me quedé en casa contigo—Dijo encogiéndose de hombros

—Veo tienes todo resuelto… así que bien ¿Con que empezamos?

Tras una amplia sonrisa por parte del castaño, que Hermione sabía que significaba que él disfrutaría de sobremanera torturándola con etiquetas, pasaron la tarde y el día siguiente, preparándose para la cena con los Black.