amici aeternum
Hyoga, Isaac
Post-canon
Hasta la eternidad,
rezaré por ti
¿Es ésta la primera vez que me ves vistiendo tu armadura?
Porque, por supuesto, aquella armadura era de Hyoga, siempre lo fue y siempre lo sería. Isaac se negó a luchar por ella y de tal forma perdió su derecho a portarla.
Quizás no sea la última.
Aún así, el Cisne estaba ligado a él; él tenía el poder para utilizarlo. Incluso si éste recién aceptara al ruso como primer portador desde la Era del Mito.
¿Recuerdas cuántas veces me has vencido?
Si decían que tres, quizás sería correcto. Pero, había algo más interesante al respecto. Si fueron tres, entonces, tres veces Hyoga dudó con el corazón lleno de culpas.
Suma una, para las veces en que me has matado.
Porque la primera, ni siquiera lucharon. Isaac murió, una y otra vez, para que Hyoga continuase.
… Tal vez volvamos a vernos, amigo mío.
Hyoga recordaba a su amigo con cariño.
Mas odiaba el hecho de que éste fuera capaz de enfrentarlo con una sonrisa a pesar de sus pecados, a pesar de que lo único que merecía recibir de su parte era justamente éso; odio.
Si hubiera sido un mejor hombre desde el principio, tal vez, sólo tal vez, él podría sonreír de regreso al verlo en lugar de luchar contra un llanto que le oprimía el corazón.
Era ése odio, y no ninguna clase de «amor» que siempre nombraba, lo que le permitía matarlo al tenerlo enfrente… Una y otra vez.
