Luego de varios días donde prácticamente no tuvieron nada de acción debido a las evaluaciones, por fin lograron liberarse de todo y salir limpios en las pruebas las cuales pasaron con éxito.
Fueron a casa tomados de la mano con una sonrisa de satisfacción. Se ducharon y cambiaron. Al tocar la cama quedaron prácticamente dormidos.
El omega despertó estirando sus brazos. Observó a su alfa dormir y sonrió para luego darle un beso en los labios.
Se levantó y fue directamente a la cocina para preparar el desayuno. Con calma realizó todo ya que sabía que a Taiga le gustaba dormir más tiempo cuando tenían días libres. Terminó de hacer y fue a limpiar un poco el departamento.
Varios minutos después sonrió satisfecho y guardó los productos de limpieza. Fue a la habitación de invitados y cerró la puerta tras de si.
Revisó uno de los cajones sacando una revista para adultos junto a un juguete sexual con forma de perrito donde podría meter su miembro. Acomodo su falo en el orificio que tenía forma de vagina y comenzó a moverlo mientras observaba la revista.
Conforme iba pasando las páginas, aumentaba el movimiento del juguete el cual vibraba provocando gemidos en el peliazul. Dejó la revista a un lado y se concentró en darse placer.
Luego de un tiempo terminó por liberar su semen dentro del juguete quedando completamente satisfecho.
Rió bajito viendo el desastre que hizo como si hubiera hecho una travesura. Limpió el desorden y salió de la habitación como si nada hubiera pasado.
Taiga comenzó a despertar sintiendo un peso encima suyo. Estaba algo confundido por ello hasta que logró despejarse correctamente y ver a su lindo omega brincar emocionado su polla dándole una maravillosa vista de su cuerpo y sus expresiones faciales.
-Me encanta esta manera de despertar-dijo con voz ronca y una sonrisa tomando la pequeña cintura de su chico para controlar las embestidas
-Taiga-kun no despertaba para el desayuno, así que vine a ello
-¿Sabes que eso es un atentado contra mi integridad física?-continuó la faena aumentando la velocidad-debería llamar a la policía por agresión sexual
-Estás siendo asaltado sexualmente. Dame todo tu semen por voluntad o te lo quitaré a la fuerza-se puso unos guantes de cuero negro y un antifaz
Sacó un cuchillo falso colocándolo en su cuello.
-No me haga daño señor ladrón-le siguió el juego fingiendo estar vulnerable
-Coopera conmigo cariño o te rebano el cuello-aceleró el movimiento de sus caderas provocando gemidos de placer en ambos
Continuaron con el mismo juego hasta quedar completamente satisfechos y respirando agitadamente.
-¿El señor ladrón va a liberarme?
-Lo siento guapo, serás mi rehén por siempre
Se besaron apasionadamente disfrutando de aquel pequeño juego sexual un tiempo más.
Desayunaron cómodamente y se pusieron a ver televisión por un tiempo. Al ver que era mediodía decidieron salir en una pequeña cita a una cafetería que estaba cerca del departamento.
Hablaron animadamente dándose muestras de afecto tan lindas que los transeúntes al verlos tan felices y enamorados, sintieron felicidad y envidia a la vez de la pareja.
Se notaba a leguas que eran muy tranquilos y cero viciosos. Ya casi esas parejas no eran vistas a menudo.
Luego de tiempo de charlar, volvieron a casa no sin antes llevar algunas cosas que necesitaban para la casa.
Continuará...
