Angela estaba llenándose un baso de agua en la máquina cuando oyó a alguien más entrando y colocándose frente a la maquina expendedora, detrás de ella.

No necesitó darse la vuelta para saber de quien se trataba.

"Siento lo que ha ocurrido antes" Susurró Dwight, apenas lo bastante fuerte para que ella la oyese. Se trataba de algo habitual, entre ellos, cuando tenían estas conversaciones, siempre evitando el contacto visual entre ellos y hablando en susurros, para evitar sospechas.

"Está bien, no estoy enfadada" Le aseguró Angela "No ha sido sólo culpa tuya, yo también me he dejado llevar por el momento. Debemos ser un poco más cuidadosos, eso es todo"

El incidente al que ambos se referían había sucedido media hora antes, en la sala de conferencias. Michael les había llamado a todos para discutir una nueva estrategia para "aumentar la motivación y el rendimiento laboral"... Angela ni siquiera podía recordar en que consistía exactamente, pero sí que se trataba de una absoluta estupidez, y así se lo había hecho saber a su jefe. La sorpresa había llegado cuando Dwight se mostró de acuerdo con ella y le dijo a Michael que su idea no le parecía muy buena. Sabiendo lo extraño que era que Dwight se mostrase abiertamente en desacuerdo con Michael, Angela no había podido evitar sonreír, y ambos habían compartida una intensa mirada, hasta el punto que algunos de sus compañeros les miraron extrañados, preguntándose que estaba pasando con ellos.

Por suerte parecía que nadie le había dado más importancia al asunto, pero si se repetían más incidentes como ese, era muy posible que su relación acabase quedando al descubierto, y eso era algo que especialmente Angela quería evitar, ya que no le gustaba que nadie se metiese en sus asuntos.

"Me alegro que no estés molesta, porque tengo una proposición que hacerte" Angela escuchó con interés "Hay un sitió al que me gustaría llevarte hoy, cuando salgamos del trabajo... En realidad he querido llevarte allí casi desde el primer día en que empezamos nuestra relación, pero me preocupaba que fuese demasiado pronto"

Angela no pudo evitar sonreír ante la emoción enmascarada en el tono de Dwight. Ella no era del tipo de persona que se entusiasmaba fácilmente, pero no podía evitar contagiarse de Dwight cuando él estaba claramente emocionado por algo.

"Bueno, ciertamente has despertado mi curiosidad. ¿A donde quieres llevarme?"

"Lo siento, monita, se trata de una sorpresa"

Angela frunció ligeramente el ceño, pese a saber que él no podía verlo "Dwight, ya sabes lo que opino de las sorpresas"

Bueno, siendo justos, eso no era completamente cierto. No le gustaban las sorpresas en general, sin embargo, amaba cuando Dwight la sorprendía.

"Lo sé, monita, pero te prometo que esto merecerá la pena. ¿Te parece bien si dejas tu coche aparcado a unas manzanas de aquí y te vienes conmigo? Luego yo ya te traeré de vuelta"

Angela se mordió el labio, pero finalmente acabó asintiendo "Está bien, pero no puedo estar hasta muy tarde, tengo que darles de comer a mis gatos, antes de que se vayan a dormir"

"Descuida, te prometo que estarás en tu casa a tiempo para cumplir con tus obligaciones" Aseguró Dwight, antes de abandonar la sala.

Angela no pudo evitar sonreír y se llevó el vaso de agua a sus labios, preguntándose que era lo que su novio tenía planeado para ella.

La jornada laboral transcurrió sin más incidentes o sorpresas, y pronto fue la hora de irse. Cómo de costumbre Angela se despidió de Dwight con un "Hasta mañana" frío y formal, igual que hacía con el resto de sus compañeros, y se dirigió hacia su coche. Sin embargo, tal y cómo había quedado con Dwight, solo se alejó unas pocas manzanas, y aparcó en el primer sitio libre que encontró.

Apenas tuvo que esperar cinco minutos, antes de ver aparecer el coche de Dwight al final de la calle. Dwight aparcó justo frente a ella el tiempo suficiente para que pudiese subirse, y volvió a arrancar.

"¿Y bien? ¿Puedo saber ya a donde me estás llevando?" Preguntó Angela, tras unos segundos de silencio.

Dwight se limitó a sonreír confiado. Angela rodó los ojos, pero no pudo evitar devolverle la sonrisa, y pronto se vieron sumidos en un cómodo silencio. Esa era una de las cosas que Angela amaba más de su relación, el hecho de que podían estar largos ratos sin hablarse y aún así sabían perfectamente lo que el otro estaba pensando. Ya había estado en relaciones serías, anteriormente, pero nunca con alguien que la comprendiese tan bien como Dwight. Cuando pensaba en ello, no podía creer que hubiese tarado tanto tiempo en darse cuenta de que el hombre ideal para ella se encontraba en su misma oficina, sentado a apenas unos metros de distancia.

Pasados unos minutos Angela se dio cuenta de que estaban saliendo de la ciudad y dirigiéndose a pleno campo. Miró a Dwight de reojo, cuando abandonaron la carretera asfaltada para meterse en un camino de tierra, pero él se mantuvo con la vista al frente, sin dejar de sonreír.

En algún lugar, en el fondo de la mente de Angela, su cerebro empezó a hacer conexiones. Antes de empezar a salir con Dwight no le prestaba, ni de lejos, tanta atención cómo hacía ahora, pero de vez en cuando le llegaban conversaciones sueltas, en especial cuando Michael era incapaz de mantener un tono de voz razonable y civilizado. Recordaba a Dwight mencionando en más de una ocasión que era propietario de una granja de más de 60 hectáreas... Casi todo el mundo en la oficina se lo tomaba a broma, y ella misma nunca le había dado muchas vueltas al asunto, pero ahora...

Sus sospechas se confirmaron cuando pasaron junto a un letrero que anunciaba "GRANJA SCHRUTE"

Miró a Dwight sin disimular su sorpresa. Honestamente aún no se le había pasado por la cabeza preguntarse donde vivía Dwight exactamente. Su relación era aún muy reciente, y sus citas habían consistido básicamente en ir a restaurantes, museos, o paseos matutinos por algún parque. Angela era muy celosa de su privacidad y por eso aún no había invitado a Dwight a su casa, a conocer a sus gatos, y él respetaba eso. Sin embargo ahora le estaba llevando a su granja, un sitió del cual ella apenas era consciente siquiera que existía. Era al mismo tiempo un gesto y una declaración de que quería que su relación se volviese más sería.

Dwight aparcó frente a una casa de aspecto antiguo, aunque aparentemente en buen estado, y ambos bajaron del vehículo.

"Bienvenida al a granja Schrute" Anunció Dwight, orgulloso "¿Que te parece?"

Angela miró a su alrededor. Aparte de la casa había también un cobertizo, lo que parecía ser un granero, un establo, y mucho terreno con cultivos (estaba casi al 100% segura de que se trataban de remolachas, teniendo en cuenta la mucho que Dwight hablaba de ellas)

"¿Todo esto es tuyo?" Preguntó finalmente, asombrada "Pero... ¿De donde sacas el tiempo para mantener todo esto en buen estado?"

Angela no sabía casi nada de trabajar en el campo y cuidar de una granja, pero incluso ella era consciente de que se trataba de una tarea que requería de mucho tiempo y energía. Teniendo en cuenta que Dwight ya pasaba 8 horas al día trabajando en la oficina, no veía cómo podía tener tiempo para hacerlo todo.

"No estoy solo, mi primo Moose vive conmigo. Creo que ya te he hablado de él, un par de veces ¿no?"

Angela asintió vagamente. Recordaba que Dwight había mencionado a su primo, aunque no estaba segura de si le había dicho que vivían juntos.

"Moose se ocupa de todo, cuando yo no estoy" Siguió explicando Dwight "Aunque no siempre sigue mis instrucciones al pie de la letra, le pone mucho empeño. Además, yo siempre dedico una o dos horas a ocuparme de las tareas más importantes, antes de ir a trabajar, y cuando vuelvo me aseguro de repasarlo todo. Entre los dos nos las apañamos bastante bien. ¿Quieres que te lo enseñe todo?"

Angela sonrió, ante el entusiasmo de su novio, y asintió, cogiéndole de la mano.

El lugar era hermoso, tal vez el cobertizo y el granero necesitan alguna que otra reparación, pero tenía un encanto rural difícil de ignorar.

Moose, el primo de Dwight resultó ser un personaje incluso más complicado de lo que Angela había llegado a esperar, por no decir inquietante. Cuando Dwight finalmente se lo

presentó, Moose la miró intensamente durante unos largos segundos (provocando que Angela se sintiese realmente incomoda) antes de salir corriendo de forma extraña y esconderse detrás de unos setos.

El episodio dejó a Angela bastante inquieta, pero Dwight la tranquilizó, asegurándole que Moose era completamente inofensivo, y simplemente le gustaba hacer cosas cómo esa, de vez en cuando.

Tras enseñarle todos los animales (Angela realmente amó los caballos) Dwight le dijo que iba a cambiarse de ropa, y dejó a Angela sentada en la mecedora del porche, tomándose un vaso de té helado que le había preparado.

Angela fue tomando sorbos de su té mientras contemplaba el paisaje. Dentro de muy poco el sol empezaría a ponerse y seguramente sería un espectáculo hermoso de contemplar, estando tan alejados del principal núcleo urbano. Recordaba que el granero tenía varios agujeros en el techo, en un primer momento le pareció algo muy peligroso y descuidado, y así se lo había hecho saber a Dwight, pero ahora no podía evitar preguntarse cómo se sentiría al tumbarse sobre el heno y contemplar el cielo estrellado con Dwight a su lado...

Un movimiento en el rabillo de su ojo captó su atención y dio un respigo, levantándose de golpe de la silla, al ver a Moose parado justo a su lado. Ni siquiera lo había visto u oído acercare.

"¡Maldita sea Moose, me has asustado!" Le reprochó, llevándose una mano al pecho.

Moose siguió contemplándola en silencio, cómo había hecho antes. Con algo de inquietud, Angela se dio cuenta de que aún no le había oído pronunciar ni una sola palabra. Miró a la puerta, esperando que Dwight apareciese pronto. No estaba asustada, pero tampoco se sentía cómoda estando a solas con su primo.

"¿Eres tú el motivo por el cual ahora Dwight siempre está sonriendo?" Preguntó de repente Moose.

Angela se quedó con la boca entreabierta, sin saber que decir, no había esperado que Moose hablase en absoluto, y además esa pregunta en concreto la había dejado descolocada.

"Uhhh... Yo..."

No tuvo tiempo de pensar en que responder, antes de que Moose la abrazase y le dijese "Hacía tiempo que no lo veía tan feliz. Gracias"

Dicho eso, se fue corriendo, sin que Angela tuviese tiempo siquiera para procesar lo que acababa de ocurrir.

Angela lo siguió con la mirada, hasta perderlo de vista. Eso había sido... Raro. E incomodo. No le gustaba nada que la tocasen desconocidos, y ese hombre acababa de abrazarla cómo si nada. Eso normalmente habría bastado para ponerla furiosa, sin embargo...

'¿Eres tú el motivo por el cual ahora Dwight siempre está sonriendo?'

'Hacía tiempo que no lo veía tan feliz'

Su corazón se calentó ante esas palabras y sus labios se curvaron en una sonrisa de oreja a oreja.

Dwight llegó poco después y se sorprendió al verla sonreír tan ampliamente. Angela no era el tipo de persona que sonriese con facilidad, aunque, cuando lo hacía, se veía realmente hermosa.

"Me alegra ver que te ha gustado este sitio" Comentó, asumiendo que ese era el motivo por el cual sonreía.

Angela se encogió de hombros "Bueno, tiene sus encantos. Y la compañía es especialmente buena" Lo agarró del brazo y ambos empezaron a andar hasta los campos, donde Dwight tenía que revisar cómo estaban creciendo los cultivos "Estaba pensando que, ya que hoy me has traído a tu casa ¿Que te parece si mañana vamos a la mía? Yo también tengo varios animales que me gustaría presentarte"