Capitulo 27
家庭

Algunos meses pasaron en un abrir y cerrar de ojos, poco a poco la aldea se fue acostumbrando a Shun, hasta el grado de convertirse en uno de los niños más consentidos del lugar, junto a sus hermanas. La prosperidad fue algo que no solo se vio en la aldea de los Hunos, sino en las otras aldeas cercanas a esta. No encontraron mejor forma para celebrar aquello que un festival, un evento donde tanto chicos como grandes pudieran divertirse

-Luces muy hermosa- comentó Shan Yu al mirar a su esposa darle los últimos arreglos a su vestido

-Es muy lindo, y bastante cómodo-

-No sé cómo explicarlo, pero en estos días… Te he notado diferente-

-¿Diferente? ¿En qué sentido?-

-No lo sé, emanas una energía… Limpia, y pura-

-Es curioso que dijeras lo mismo cuando esperaba a Akame-. Soltó un ligero bostezo apenas coloco la peineta en su cabello –Me he sentido un poco cansada en estos días-

-¿Estás segura de querer ir al festival? Puedo decirles a tus padres que lleven a los niños mientras descansas-

-Claro que sí, es un buen momento para distraerse del trabajo y para que los niños puedan divertirse. Estaré bien-. Con una sonrisa en su rostro, tomó el brazo de su esposo y salieron de la habitación; encontrándose con sus padres e hijos esperándoles

-Mami, mira, la abuela Li lo hizo para mí- comento su hija mayor mientras se giraba, mostrándole un vestido de color coral

-Te ves muy linda, hija, ¿Ya están listos, niños?-

-Si-. Los integrantes de la familia salieron de la casa, todo el lugar estaba iluminado por faroles de color rojo; en las calles habían varios puestos de comidas, de juegos y otros que vendían artículos como collares, aretes, vajillas y otros objetos que adornaran los hogares –Papá, ¿Podemos ir a los puestos de juego?-

-Pero vayan con cuidado- respondió Shan Yu mientras les entregaba una bolsa con monedas, instantáneamente, Lin y Shun salieron corriendo en dirección a los juegos –Acabaran con todos los premios-

-Esperemos que dejen algo para los demás niños., sus padres habían decidido visitar los demás puestos, llevándose consigo a Akame, permitiéndole a los esposos un poco de tiempo a solas –Definitivamente les deberé una a tus padres-

-Creo que con Akame el pago es más que suficiente, y de no ser así, tal vez el siguiente bebé pueda compensarlo-

-Lo sé, aunque ambos decidimos que eso no pasaría hasta en…-. Una mirada cómplice de parte de su esposa (Además de una leve sonrisa burlona) lo hizo callarse al instante –M-Mulan… No me digas que tú…-

-Solo puedo decir que Akame se convertirá en hermana mayor más pronto de lo que pensábamos-. En un momento, sus pies tocaban el suelo; en otro, estos giraban en el aire junto con el resto de su cuerpo, gracias a los brazos de Shan Yu que la sostenían en un abrazo

-Te amo, mi hermosa flor de loto- susurró mientras la colocaba de nuevo en el suelo, antes de agacharse a la altura de su vientre, depositando en el pequeño beso –Y a ti también, pequeño retoño-

-Mami, mami, mira todo lo que ganamos-. Sus hijos habían regresado con varios juguetes, dulces y otros premios obtenidos en los puestos

-Espero que no se hayan llevado a todos los premios-

-No, ma…-. Shun se calló antes de completar esa palabra, la que tenia días resguardando; pero Mulan sabía perfectamente lo que sucedía, así que se agacho a su altura, acariciando su mejilla

-Está bien si quieres llamarme así, Shun… Yo no busco reemplazar a tu mamá, pero si quiero cuidarte como mi hijo-

-Pero… Yo no naci de usted-

-Lin tampoco lo hizo, pequeño, y eso no me impide amarla como a Akame… Como a ti-. Los enormes ojos azules, heredados por su madre, la miraron fijamente; tal vez buscaban la verdad tras esas palabras, y la encontró, junto con la sonrisa en sus labios. Solo ahí pudo hacer lo que tanto ansiaba, la abrazó, escondiéndose en su cuello –Te amo, Shun, jamás dudes de eso- susurró mientras lo cargaba en sus brazos, acariciando sus cabellos

-Y yo a ti… Mami-

Cargando a Lin, la pareja se dirigió hacia los padres de Mulan, estos se encontraban degustando algunos de los platillos que se vendían ese día; Akame se había quedado dormida en los brazos de su abuela –Ya íbamos a buscarlos-

-Los niños se distrajeron con los juegos, casi arrasan con todos los premios-. Apenas escuchó a su madre, la bebe se despertó, buscándola con la mirada. Cuando la vio, sus manos se estiraron en su dirección; Shan Yu la ayudo cargando a Shun -¿Quién diría que esta bebita pronto será la hermana mayor?-

-¿Q-Qué?-

Con una sonrisa, acarició su vientre –Hace unos días, lo confirmo la curandera, en pocos meses tendré otro bebé, bueno… Ella cree que podría ser más de un bebé-

-Eso no me lo habías dicho, preciosa-

-Ups, era sorpresa, querido-

-Yo se que serán 2 niñas-

-Estás loca, van a ser niños-

Así fue como dio inicio a una nueva discusión entre los niños, pero algo que Mulan notó fue como su pequeña Akame inflaba sus mejillas en un puchero -¿Qué sucede, mi amor?-. En su lugar, y a modo de respuesta, la bebé se abrazó a ella, escondiendo su rostro en su pecho

-Me parece que está celosa, mi flor-

-Oh, bebé- susurró antes de besar su frente, esa pequeña había heredado los celos de su madre, pero por supuesto que no sería la única celosa esa noche

-Shan Yu, querido-. Sip, la misma mujer que varias veces les sacó a Mulan canas verdes gracias a los celos. Y tal pareciera que estar con su esposa y su familia –Que gusto verte por aquí-

-Mami, ya volvemos… Acompáñame, Shun-

-Vine con mi familia a pasear-

-¿Por qué no vamos a un juego? No creo que a Mulan le moleste si me acompañas, ¿O sí?- preguntó Wen mientras se sujetaba de uno de sus brazos

-Oh, no, claro que no-. Aquella respuesta desconcertó por completo al líder de los Hunos, pero al mirarla, supo que algo tramaba

-¿Vamos, Wen?-

-Claro que si, querido-