Where I am?


Me siento... mal...

Estoy excesivamente pesado, mi cuerpo no me está respondiendo como es debido... Yo, no puedo enfocar mi vista...

¿Si quiera tengo los ojos abiertos? No puedo diferenciarlo, no siento el movimiento de mis párpados y apenas puedo percibir el aire saliendo de mi boca en cada exhalación. Este estado en el que estoy no es algo normal, nunca me había sentido así en mi vida...

karma... Mhmm...

¿Hay alguien conmigo? Joder, ni siquiera puedo hacer un recuento de que ha pasado para saber en dónde me encuentro, no puedo recordar lo que estaba haciendo hace unos segundos, es como si le hubieran dado un borrón por completo a mi cabeza, por lo menos con todo lo relacionado con este día, eso es lo único difuso en mi mente, el resto de mi vida está totalmente intacto.

Si no se dónde estoy y no puedo entender en que posición me encuentro, es imposible que sea capaz de reconocer esa voz. Si está bien, se trata de un hombre y eso es muy claro por el tono que emiten sus cuerdas vocales, es una voz casi ronca algo ¿Jadeante? Parece que estuviera cansado, puedo escuchar su respiración y se le nota agitado, realmente es difícil describirlo, no puedo analizar lo que estoy viviendo.

ahhh...

¿Qué? Yo no... ¿Por qué acabo de?...

karma...— esa voz ronca volvió a romper el silencio que estoy presenciando, está vez, puedo sentir esa voz más cerca de mi, casi junto a mi oído —Ya no puedo esperar más...

No, ya va, un momento

Lo que acabo de escuchar y lo que estoy comenzando a sentir no me están simpatizando para nada, hay unas manos en mi cuerpo, más específicamente en mi cadera, que estan buscando deshacerse de mi pantalón ¿¡De mi pantalón!? ¿Qué está ocurriendo? Yo no he consentido ningún encuentro de este tipo con nadie.

Esto no está bien, no recuerdo nada, me hallo realmente confundido y alguien me está tocando con demasiada lascivia. Sin duda, todo aquí está yendo en una muy mala dirección ¿¡Cómo llegue aquí!?

Mis ojos, por fin pude abrirlos o al fin me llego la luz, realmente no estoy seguro de eso, solo soy conciente de que ya comienzo a divisar mi alrededor; muy a pesar de que la ambientación del lugar es una penumbra, ya puedo detallar lo que hay frente a mi y soy capaz de percibir un par de colores, el más llamativo y que de inmediato me hizo retomar la atención en lo que estaba pasando, fue un tono naranja, uno que se ve algo opaco por la oscuridad del lugar.

Es la cabeza de alguien, ese es su cabello, ya puedo sentir su textura contra mi mejilla, esas hebras son realmente suaves y portan un olor tan maravilloso, al olfato se nota que es una persona fina con gustos lujosos, esa fragancia no es de uso común.

Ese rostro... está pegado a mi cuello, tengo una nueva sensación sobre mi piel, es una levemente húmeda, brinda un toque singular, como si fuera un masaje extraño. Ese tacto en mi piel, algo que jamás había sentido antes, se percibe cómo algo incómodo y al mismo tiempo me regala cierta satisfacción culposa.

Está persona, me esta besando en el cuello...

No solo es eso, a esta situación se le suma el inquietante hecho de que yo estoy acorralado entre una pared y el cuerpo de esta persona, sus manos están posicionadas sobre mis caderas, por mi parte tengo mis brazos sobre sus hombros sujetando lo a él como si deseara que no se aleje de mi. Lo que ocurre es insólito, mis piernas que no estan totalmente juntas le permiten mantener más cercania a esta persona conmigo, eso es lo que me permite sentir sus movimientos rítmicos que chocan y se rozan contra mi cadera, con parte de mis muslos, también tocando una zona más íntima en mi; se sienten anhelantes, son controlados, como si buscará cautivarme con cada efímero toque que me brinda.

La verdad, si ese es su objetivo lo está consiguiendo, esto no se siente para nada mal, sabe cómo moverse...

Ahg... Maldita sea Karma— Su voz se escucha tan bien cuando está irritado... —permiteme seguir...

Emmm...

Yo esa voz la conozco, pero no, me niego a creerlo, esto debe ser un mal sueño, una pesadilla, no puedo ser tan inmortal. Es imposible que yo esté abrazado de esta manera con el señorito perfección, estando tan cerca que puedo sentir la prominencia en su pantalón, esa misma en dónde cada movimiento que le hace encontrarse conmigo, causa una chispa de deseo en mi, provocando que me estremezca contra él generando más roce entre ambos, mi cuerpo actúa a base de los estímulos, no en base a la cordura.

¡Es insólito! Asano y yo no podemos estar haciendo esto ¡Ni siquiera puedo estar soñando con algo así! ¡No soy un maldito puberto que tiene sueños húmedos con el maldito hijo del director !

A-ah... No aprietes, detente...— apenas puedo controlarme, me costó demasiado darle esa petición y fue todavía peor dejar de abrazar sus hombros para detener sus manos, esas inquietas que intentan seguir apretando mi entrepierna —Asano... Esto... Yo no puedo hacer esto... No así...

Tks— escuché su lengua chasquear de disgusto, al contrario de lo que le pedí, él se junto más a mi anulando cualquier distancia entre su cuerpo y el mío —hoy no estoy para tus bromas Karma... No voy a aplicar roles está vez

¿Está vez? ¡¿Nos estamos volviendo locos o de que me estoy perdiendo?!

Yo jamás, en mis dieciséis años de vida, he tenido un encuentro así, nadie que no sea yo me ha tocado de esa manera en una zona tan privada, tampoco me he sentido así de excitado al estar tan cerca de alguien. Eso que él dijo es una falacia, una completa mentira, yo nunca he estado con Asano de esta forma, ni siquiera nos acercamos uno al otro sin inusltarnos.

No me cabe en la cabeza ¿Esto es un sueño? Si no lo es, no puedo continuar con esto, seré alguien ruin que adora las bromas, pero no soy un promiscuo que se acuesta con cualquiera, menos con un clasista cómo este idiota, no tenemos esa clase de "cercanía" y de ningún otro tipo. Esto no goza de lógica, a mí no me atrae él de esta forma, acepto que es guapo pero ese no es el punto, en este momento al parecer él si siente un atracción excesiva por mi, de todas maneras, eso no significa que podamos intimar así sin más, por pura lujuria ¡Y que yo ni siquiera sepa cómo llegamos a esto!

Asano...— pose mis manos sobre sus hombros buscando empujarlo y tomar distancia —¡Ah! ¡No me muerdas as-...

Ni el permiso de quejarme tuve, se abrió más espacio entre mis piernas al mismo tiempo que bajo sus manos hacia mis muslos, de esa forma me sujeto de un momento a otro eliminando el soporte de mi cuerpo. Sentí que iba a caerme, fue automático que me sujetará de sus hombros con mis brazos y que apretara las piernas para aferrarme más a él; esto es increíblemente vergonzoso, pero es un sentimiento más soportable que el dolor de una caída.

Fui sentado en una especie de repisa de cerámica blanca, por sus detalles quizás sea mármol, debemos estar en una casa de mucho dinero si estoy en lo correcto, eso no me extrañaria si es que realmente estoy con Asano, este perfeccionista no pondría ni un solo pie en una casa de clase media.Fijándome en mi alrededor, nos encontramos en un baño con las luces apagadas, lo poco que puedo percibir es gracias a una pequeña ventana que le da paso a la luz de la calle, además, por debajo de la puerta también entra pequeños rayos de luces de colores, estás son de color neón.

Él se ha vuelto a pegar a mi cuerpo, quedándose entre mis piernas para poder continuar con sus movimientos anteriores, con esos mismos vaivenes y roces que alimentan la excitación que se nota perfectamente que él tiene, la forma en la que arremete contra mi, aunque tengamos ropa, y lo duro que se siente eso me dice lo desesperado que está. Sus manos también lo describen, inquietas se encuentran abriendo mi pantalón mientras su rostro se dedica a perderse entre mis clavículas y cuello, una mordida tras cada beso, un beso tras cada pequeño camino de su lengua que humedece ansiosamente mi piel.

Esto está siendo demasiado para mí, mi cuerpo está empezando a reaccionar ante él, siento como el calor ha subido a mis mejillas cuando un palpitar intensión se produjo en mi entre pierna, no es suyo, es mi propia parte la que está queriendo una atención más directa. Me obligue a morder mis labios, eso buscando no atreverme a suspirar, aunque al hacer eso pude sentir mis labios bastante raros, me duelen y los siento calientes.

Justamente hoy debías tener complejo de príncipe— por primera vez desde que cobre conciencia de la situación, pude ver sus ojos, un par de joyas amatistas encendidas en una llamarada de deseo —¿Qué? ¿Por qué me ves con esa cara? Tú eres el que está dejando el trabajo en mis hombros mientras tú solo disfrutas de mi atención

Así es como se siente "ser comido con la mirada", sus ojos me generaron un escalofrío entre grato e incómodo, ese morado profundo es un golpe directo a todas mis sensaciones, parecerá que estoy exagerando, pero tras este contacto visual he comenzado a escuchar la ambientación del lugar, a lo lejos se escucha una potente música y un bullicio de alguna aglomeración de personas. Esos sonidos y las luces de neon bajo la puerta, sin duda debemos estar en algún tipo de fiesta.

Es interesante, no imaginé que mis besos le robarían el habla de un momento a otro a un Akabane

¡Me estoy derritiendo!

Esa sonrisa engreída pero también pícara que acaba de soltarme, junto a su voz inundada en excitación que me regaló una corta risa, volvieron loco a mi cuerpo, mi corazón retumba como si fuera un tambor, el calor en mi cuerpo aumento casi el doble y siento puntadas en mi miembro. Yo estoy aquí sentado, muriendo por dentro y por fuera, sin embargo él actúa tan natural, como si está intimidad fuera de lo más normal entre su persona y la mía, como si compartíamos una confianza abismal.

Su contacto entre mi entrepierna y la suya se había detenido, ahora nuevamente él retomo ese rítmico estímulo al mismo tiempo que su mano se estira para tomar una botella, que yo no había notado que de encontraba junto a mi. Siendo un poco más torpe en sus movimientos al estar pendiente de la botella en su mano, acercó la boquilla a mis labios claramente invitandome a beber con él, pero yo rechace ese ofrecimiento al negar con mi cabeza, mi voz no es capaz de entonar ninguna palabra en estos momentos.

Se le notó bastante irritado por mi negación, aún así no me dijo nada, se llevó esa botella a la boca subiendo su cabeza para beber ese alcohol sin interrupción, o quizás lo que quería era dejarme su cuello expuesto...

Porque al subir su barbilla para beber, apuntando la botella y su rostro hacia el techo del baño, puedo perfectamente ver como su manzana de Adán se mueve al compás de los sorbos profundos que le da esa botella, ese líquido en cada sorbo se derrama levemente por las comisuras de sus labios...

Maldita sea ¿Desde cuándo eres tan excitante? Se ve malditamente bien haciendo eso

Ahora me está sonriendo otra vez, nunca me había sentido tan bien al recibir una sonrisa así de coqueta, este idiota debe haberme hecho alguna brujería antes de traerme aquí, porque esto que siento no es ni medianamente normal. Estoy tan mal, al punto que quiero que me vuelva a tocar, que retomé ese ritmo contra mi ¿¡Se puede saber de dónde salen esos pensamientos!? Maldita excitación.

. . .

Mi cuerpo no reaccionó, juro que quise moverme para evitar que su rostro se acercará al mío, más mi cuerpo no me obedeció, ni siquiera ahora que siento sus labios moviéndose sobre y con los míos, obligandome a abrir la boca al apretar mis mejillas con una de sus manos sin que sus labios dejen de controlar a los míos, al hacer tomarme así no pude impedir abrir un poco la boca, ese fue el momento qué él tomo para invadirme con su lengua.

Puedo experimentar el amargo sabor del sake inundando mi paladar junto a su correspondiente líquido que es lo que él había estado tomando, junto al movimiento de su lengua que registra toda mi boca, acariciando mi lengua obligandola a ceder a su petición de roce. Cruce mis brazos sobre sus hombros pasando mis manos hacia su nuca, mi cuerpo se dejó llevar por ese beso, chupando y acompañando a su lengua en ese compás húmedo tan hipnótico, siento algo raro en mi lengua, algo duro... Pero eso no es relevante en este momento.

Es algo hilarante, cómo no acepte su ofrecimiento a un trago, me está obligando a beber por medio de un beso...

No me disgusta del todo, besa tan bien este desgraciado. No sería tan mala idea negarle todos los tragos si después va a besarme de esta forma. Total, esto es solo un sueño...

Ahora si nos estamos comunicando otra vez— beso una vez más mis labios, está vez solo fue un toque suave y sutil —¿Por qué estás actuando tan extraño mi Higan?

Sus labios volvieron a mi piel, tocando mis labios, mis mejillas, bajando lentamente hacia mi barbilla, fue automático que yo subiera un poco mi rostro para dejarle más espacio, permitiéndole que sus besos bajen hacia mi cuello.

no debería estar haciendo esto...— Por fin mi voz surgió nuevamente, no hable con la claridad que hubiera deseado pero es lo suficientemente aceptable para que se me entienda —debo... Irme...

¿Ah sí?— su tono de voz fue algo desagradable, parece que no le gusto mi comentario —Despues de que casi me usas de dildo en medio de la fiesta ¿Vas a decir que no debemos hacer esto? No entiendo tu ataque de hipocresía tan repentino

Sus ojos volvieron a conectarse con los míos, esa prepotencia en sus iris y esas cejas que enmarcan su molestia hicieron que mi propia vista vacilara, no suelo bajarle la mirada nunca a Asano, pero en este momento la situación es tan diferente a nuestra convivencia diaria. Esos ojos, no se sienten como los de Asano Gakushū, esto no es algo que yo debería estar viviendo, lo que me comenta tampoco es algo que yo haría.

Recién noto que su camisa está abierta dejando ver su cuerpo, no tenía idea que estuviera tan marcado y que sus pectorales tuvieran tal tamaño, malditas sean las ganas que tengo de tocarlo. Su cabello que siempre se encuentra perfecto, justo ahora se nota solo un poco despelucado, sus labios se ven algo rojos y un poco hincados, incluso tiene una pequeña cortada en su labio inferior. Él está lleno de marcas, chupetones y mordidas, aunque también un par heridas que están sanando. Esto tiene demasiado detalle para ser un sueño...

¿¡Y no me dirás nada!? Tienes los testículos para decirme que no tenemos que hacer esto y ahora me estás comiendo con la maldita mirada ¿Qué carajos te pasa?— sus manos se han colocado en mis mejillas, sujetando con firmeza mi rostro —¿Fue Ryoma? ¡¿Te está vendiendo droga otra vez?!

¿Terasaka venderme droga?...

¿Q-Qué? ¿De que estás hablando Asano?- siente sus muñecas para quitar sus manos de mi rostro— No te estoy entendiendo nada, pareces un desquiciado

Su rostro se vio descompuesto cuando quite sus manos de mis mejillas, su expresión fue como si le hubiera quitado algo muy preciado, me causo algo de lastima ese gesto que tuvo su rostro, pero eso no duró más que unos dos segundos, ahora nuevamente se le ve una molestia muy potente, sus ojos que brillaban con deseo ahora se cristalizan por la ira.

¡Yo soy el que no entiende nada! Ahora me llamas por mi apellido, tienes una cara de que no sabes ni dónde estás y no quieres que tengamos intimidad cuando casi me desvistes frente a todo el mundo ¡¿Qué te ocurre?!

Siento una pintada en el pecho, su voz se siente tan perdida, preocupada y perturbada, como si yo fuera alguien ajeno y no la versión de mi que él conoce, se le ve tan vulnerable en este momento, como si el que estuviera confundido fuera él y no yo. Sus manos tienen un temblor casi imperceptible, sus ojos también presentan la misma ansiedad. Me siento tan mal, jamás había visto a Asano de esta forma.

no me mires así...— mi expresión es de lastima, no puedo disimularla —tu... ¿Te estás acostando con él?

Su voz tembló aunque casi no fue notable, por otra parte, su insinuación género una expresión de sorpresa máxima en mi rostro, sentí asco repentinamente ¿Acostarme yo con quién? ¿Con Terasaka? Ni en mis peores pesadillas haría algo como eso, aún así, ni siquiera entiendo su inseguridad, yo no soy nada de Asano, apenas y estamos comenzando a compartir clase, llevo unas semanas estudiando con él, eso es todo, no somos pareja.

Pero... ¿Por qué parece que le acabo de romper el corazón?...

le perdone la vida porque lo de ustedes se había terminado...— sus manos se volvieron puños, la fuerza con la que aprieta hace que las venas en sus brazos comiencen a brotarse —en ni núcleo no quiero a nadie que me apuñale por la espalda...

Lo poco que pude ver en sus ojos no me agrado para nada, no puedo sentir su sed de sangre pero esa mirada tiene todo el instinto de un asesino, es la misma mirada que tiene bitch-sensei y que esos asesinos profesionales que nos encontramos esa vez en la isla. La mirada de Asano en este momento ni siquiera se parece a la del director, es mil veces más oscura y perturbadora.

No se preocupo en arreglar su vestimenta, se alejo varios pasos de mi dirigiéndose al lavado de este baño, ahí le ví tomar un... arma...

Había un arma prácticamente a mi lado, justo al costado de la botella de sake y yo no lo note...

Escuché como al recargo y confirmo que el cartucho estuviera lleno, colocó su dedo en el gatillo y sin esperar a nada me dió la espalda marcando paso fijo hacia la puerta del baño. Lo más inquietante no es que Asano lleve un arma cargada, lo que me perturba es que sus ojos dictan que va a matar a alguien pero su aura no muestra esas intenciones asesinas, además, sus pasos ni siquiera suenan, es un paso de pluma.

—¡Asano!— no se detuvo, su caminar sigue fijo —¡Gakushū no hagas una locura!

Me baje de esa encimera de mármol, camine hacia él hasta sujetar su muñeca y con la otra mano cubrí su dorso para que no mueva la mano donde trae el arma. Deje de lado cualquier testigo de la vergüenza, fije mis ojos en los suyos dándole una mirada bastante severa aunque implorandole que se calme. No le tengo miedo, he estado frente a asesinos y criaturas mutantes, Asano enojado con un arma no me hará temblar por el pavor, en este momento eso es una ventaja, tengo que actuar serenamente si quiero evitar que salga a repartir balas.

Mira...— al ver que su cuerpo se relajo por mi tacto, suavice mi aura —Los tragos me cayeron mal, no me siento en mis cinco sentidos, estoy mareado y la música me retumba la cabeza— solté un suspiro buscando hacer un poco más creíble mi mentira —calmate, no he tenido sexo con nadie, no hagas ninguna locura

Cole con cautela mis dedos entre los suyos y el arma, él cedió casi al instante permitiendo que yo abra su mano para quitarle el arma, todo lo hice con calma y sin apresurarme. Al ya tener ese objeto en mi mano, le coloque el seguro y la dejé caer al suelo para volver a tomar la mano de Asano y buscar mantener esa calma que mi tacto parece brindarle.

Un silencio entre nosostros se plasmó, él dejo de dirigirme la mirada y se enfoco en el suelo, devolviendo me el tacto de mi mano al entrelazar sus dedos entre los míos. No negare que eso me hizo sentir nervioso, sujetarme de la mano de alguien así no es parte de mi rutina, es un poco incómodo pero no lo demostré, mantuve mi postura firme ante él dejando que acaricié mi mano para su tranquilidad.

En realidad no tengo nada que aportar, si no creyó mis palabras no sé como hacer para salvar el trasero del gorila, pero creo que está noche va a sobrevivir, puedo ver cómo el cuerpo de Asano se ha relajado muchísimo, su pulgar acariciando el dorso de mi mano es extremadamente suave, hasta su respiración dejo de escucharse aunque puedo ver su pecho subir y bajar por la inhalación del oxígeno. Por el rostro serio que le notó, debe estar analizando lo que le dije, ya ha pasado una cantidad de tiempo considerable, ya no tendría sentido que vuelva a ponerse agresivo.

A decir verdad, es la primera vez en mi vida que veo a un Asano en una faceta así, ellos siempre controlan tanto sus expresiones y emociones, esto fue una sorpresa para nada agradable.

¿Te... irás a tu casa o te quedarás en mi habitación?

Sus ojos subieron un poco, al encontrarse con los míos pude ver un toque de arrepentimiento en sus iris, seguramente se siente mal por haberse dejado guiar de esa forma descabellada por los celos, actitud que aún no entiendo. Al parecer, quiso pagar esa culpa al actuar cabizbajo conmigo, acercándose con un aura apagada a mí, depositando poco después un beso muy suave en mis labios, beso que fue corto al yo no haberle dado correspondencia.

lo siento karma...— alejo su rostro del mío para no rozar sus labios al hablar —dile a zafiro que te lleve a tu casa...

Tras decirme eso, que claramente no entendí a quien se refiere, soltó mi mano para disponerse a arreglar su propia ropa, acomodando su camisa y su pantalón que estaba a medio quitar, procurando no dirigir su mirada hacia mi en ningún momento, además sus movimientos fueron rápidos, no me extraña que este apresurado por salir de aquí, la situación es sumamente incomoda, se siente en el aire.

Aproveche de imitar sus acciones, acomodando mi propia ropa, aunque antes de eso, encendí la luz del baño para poder tener más comodidad al momento de arreglarme, tras esa acción, sí empecé a cerrar mi camisa metiendo la en mi pantalón buscando verme lo más decente posible.

De reojo pude ver a Asano agacharse para tomar el arma, estuve atento a cada movimiento que ejecuto por precaución, está situación es muy rara y prefiero evitarme un disparo. Lo ví acomodar el arma en su cinturón que trae un apartado justo para el arma, luego tomo un saco que estaba en el suelo y se lo colocó cubriendo el arma y dándole un semblante realmente elegante a su cuerpo.

No me preocupe por arreglarme más, quiero irme de aquí, el olor a alcohol y a cigarro me tiene la nariz muerta, se que no estoy bien peinado pero no podría importarme menos ahora.

El silencio es tan pesado entre ambos, no es para menos, sin embargo es la primera vez que estoy en un ambiente así de incómodo con Asano, siempre tengo un comentario sarcástico para romper la tensión o simplemente nos alejamos antes de que el ambiente se torne así. Estoy viviendo demasiadas cosas en muy poco tiempo y eso no es agradable en lo más mínimo. Asano fue el primero en abrir la puerta, no me dirigió la mirada, simplemente salió del baño en silencio.

No me quedé atrás, no fui tras él por obvias razones, salí del baño aparentando tranquilidad admirando cómo su figura se pierde por uno de los extremos de este amplio pasillo, hacia donde él se dirigió se puede ver una especie de salón, la música de lo que catálogo como una fiesta viene de allá al igual que las luces de neon que ví por debajo de la puerta. También puedo ver una gran cantidad de gente, algunas incluso estando de pie en la entrada a ese salón.

Mire al otro lado del pasillo, ahí se encuentran unas escaleras así que decidí ir hacia allá buscando plantar la mayor cantidad de espacio entre Asano y yo, quiero salir de este lugar ya.

Baje las escaleras, en ese caminar metí mis manos dentro de mis bolsillos buscando sentirme un poco más cómodo conmigo mismo, eso no está funcionando para nada, aunque el calor de mi cuerpo se haya ido aún siento un malestar en mis labios y un ardor en varias partes de mi piel. Debo tener los labios hinchados y mordidos, si Asano estuvo mordiendo mi cuello tan descaradamente no me extrañaria que mis labios estén igual, mi apariencia debe ser espantosa justo ahora.

No quiero encontrarme con ningún espejo por el momento, quiero llegar a mi casa y tirarme a dormir hasta mañana, resolveré cualquier mal entendido cuando salga el sol.

Ya baje todas las escaleras, estoy en una especie de recibidor, uno muy grande, lleno de ventanales y puertas. Aquí no hay muchas personas y la iluminación es casi nula, siguen habiendo luces de neon pero mucho más sutiles si se comparan con las del piso de arriba, este ambiente es hasta cierto punto más "romántico" al la música aquí no aturdir.

Continue con mi caminata, me siento incómodo por la cantidad de miradas sobre mi, estaba dispuesto a insultarlos para ganarme un poco de paz, sin embargo, al dirigir mi mirada hacia esas personas solo recibo saludos, sonrisas amables, incluso algunas chicas tiran besos en mi dirección y unas cuantas más me giñan un ojo de forma coqueta antes de sonreírme. Yo no respondí a nada, no estoy de humor y tampoco reconozco a nadie, a pesar de que ellos si parecen conocerme a mi.

Eh, Fox— aunque estaba por llegar a la puerta me detuve en seco, esa voz la reconozco —¿A dónde vas? Todavía no termina la fiesta

Sintiendo un rayo de esperanza atravesar mi pecho, me di media vuelta sobre mis talones en busca de encontrar a Nagisa, esa era su voz, aunque esté hablando con un acento extraño, reconocería la voz de mi mejor amigo dónde y como fuera. En este momento su presencia me viene de maravilla, necesito alguien que me diga que no me estoy volviendo loco, que me explique cómo demonios termine en un baño con Asano apunto de...

Ese no es Nagisa

Mi rostro paso a ser uno muy serio, lo que estoy mirando no me agrada. Tengo a unos cuatro pasos al peliceleste, su cabello está largo y recogido en una cola baja como cuando estudiábamos en primero, no habría problemas con eso, que cambie su peinado no tiene nada de extraño, si solo fuera su cabello lo diferente todo estaría excelente, es trágico que ese no sea el caso.

Si no fuera por su apariencia general sería mi mejor amigo solo que con una cara de pocos amigos, no es así, es diferente en todo sentido. Está mala representación de Nagisa tiene un tatuaje en su brazo derecho y otro que sube por su cuello, aunque sigue siendo enano como siempre, su actitud no es la suya, tiene una mirada altanera y una mirada oscura como la de un asesino. Su ropa tampoco es digna de él, es algo reveladora en su torso, está vestido con cuero y es una vestimenta demasiado masculina, ese no es el detalle malo, lo malo es lo tosca y fea que se ve esa ropa.

Lo peor de todo es su rostro, tiene una cortada sobre sus labios que llega hasta su barbilla... ¿Qué diablos le pasó?...

—¿Ey ey?— Agito su mano, que tiene sus uñas pintadas negro, frente a mi rostro —Alejandria tenía razón, estás demasiado raro. Sonríe, deja ver tus comillitos zorrito

Sus manos buscaron ir a mi rostro, al instante me aleje de él un paso empujando sus manos con mi brazo para evitar el tacto, mi cuerpo actuó por si solo poniéndose en alerta, su presencia no me hace sentir cómodo para nada, una parte de mi presiente malas intenciones. Está persona no es Nagisa, puedo estar paranoico, pero no voy a confiarme.

No me toques— mi voz sonó más severa de lo que esperaba —no estoy de humor

Se te nota zorrito

Me dió una sonrisa, esa expresión si es digna de él, una elevación de las comisuras de sus labios sin representaciones ruines o viles, sus ojos cerrados y su cabeza inclinada levemente hacia un costado. Me sentiría en confianza si su aura no fuera tan oscura, alguien normal no lo sentiría al ser muy sutil, en mi caso, no soy alguien normal, vengo de una clase de asesinos, reconocería a alguien que ha arrebatado vidas con una sola mirada.

Esto está totalmente fuera de lógica, para perturbar más a mi mente, vi a este Nagisa, que tiene toda la pinta de un drogadicto, escupir hacia el suelo de este salón como si estuvieramos en la calle, está casa es de alguien de dinero y a él le dió exactamente igual escupirle el suelo, además de que no pasaron ni dos segundos para cuando ya había encendido un cigarro que al instante comenzó a fumar. Siento que voy a volverme loco.

Me ofreció de su caja, extendiendo está hacia mí cuando noto que me quedé viendo fijamente hacia él, eso fue un error mío, no debí mantener contacto visual con este sujeto.

Ignore por completo ese ofrecimiento, me lleve una mano a la frente y me di media vuelta dispuesto a irme de este circo de locos, además, el olor del maldito cigarro me está dando más dolor de cabeza, ya tengo más que suficiente con todo el agetreo que está pasando está noche.

Si el jefe no te la metes actúas como un tarado—le escuché chasquear su lengua, sus aires son divertidos —Vamos Akabane, te llevaré a tu casa

No hice comentarios, ni siquiera tengo ganas de pelear en este momento...


Palabras escritas: 5100

Está historia también la tengo en Wattpad pero por sus nuevas políticas he optado por tenerla en esta plataforma también por la seguridad de mi escrito

Espero que hayan disfrutado de la lectura para aquellos que se toparon con esta historia por estos lares.

[Publicación]

07 de abril, 2024