¡Saludos, queridos lectores!
Me alegra decir que esta semana habrá actualizaciones. Aunque serán pocas, al menos habrá nuevos capítulos n.n
Sin más por el momento, los dejo con la actualización de esta historia, la cual, espero que les guste n.n
Itachi levantó la vista cuando la Duquesa hizo aquella pregunta, pues además de que la intervención de la sirvienta llamó su atención, le sorprendió aún más que, a diferencia de las otras veces en que la joven solía dejar que su empleada hablara por ella, ahora la había ignorado por completo.
—Suelo hacer invitaciones a muchas señoritas casaderas para buscarle esposa a mi hijo, pero además de que él ha rechazado a todas, he detenido las invitaciones al tenerla de huésped —respondió Mikoto— Queríamos enseñarle un poco más de nuestras costumbres antes de presentarle a más personas, ya que esas invitaciones también podrían servir para que usted forje otras amistades —explicó sonriendo con dulzura— Sus malestares tampoco nos han permitido invitar a nadie. No queríamos agobiarla con eventos sociales por su estado de salud, mucho menos después del diagnóstico del doctor.
—No debieron detenerse por mí. No quiero influir negativamente en sus vidas. Además, quizá con esas visitas, también podrían encontrarle esposa al Señor Sasuke, ya que vendrían varias señoritas.
—Mi Señora…
—Aunque recuerdo que habían comentado que a nadie le sorprendería si se anunciara un compromiso entre el Señor Sasuke y la señorita Haruno, así que quizá por eso sólo se estén centrando en el Señor Itachi.
—Vaya, Duquesa, de no ser que sé que en su nación son muy directos, pensaría que nos ha mentido con respecto a sus sentimientos hacia mi hermano e intenta saber si se casará en un futuro cercano —intervino Itachi riendo y Doa aprovechó esa intervención para acercarse a su señora.
—Se le ha caído su pañuelo, mi Señora —Doa usó su magia para aparecer la prenda en su mano cuando fingió agacharse a recogerla y se la entregó a la joven. En esa entrega, también depositó magia para ayudar a Karin a controlar el instinto vampírico que podría desatarse con la respuesta que recibiera.
—No es así. Es sólo que su madre introdujo un tema y estaba tratando de mostrar interés, pero si les incómoda o estoy siendo invasiva, podemos cambiar el tema —respondió la Duquesa tomando el pañuelo y escondiéndolo debajo de la mesa en su regazo.
—No, Duquesa, no se preocupe, es normal sentir curiosidad. Para responder a su pregunta, Itachi es el que nos preocupa, ya que él es el que heredará el Ducado y es imperioso que consiga una buena esposa y dé un heredero —respondió Mikoto desconfiada de la acción de la sirvienta— Por otro lado, si Itachi ha rechazado ya a muchas buenas y virtuosas señoritas, Sasuke es todavía más cerrado a elegir a alguna, pues él está dedicado completamente a sus estudios en este momento.
—¿Y cuál es su motivo para rechazar a las señoritas a su alrededor, señor? —Karin preguntó a Itachi para no dar más razones de tener interés en el hermano menor.
—Hay señoritas muy guapas, virtuosas y talentosas en Konoha, de ello no tengo ninguna duda. Sin embargo, quisiera enamorarme.
—¿Enamorarse? Pensé que en Konoha solían arreglar los matrimonios por conveniencia.
—Les hemos dado un periodo de tiempo a mis hijos para encontrar a alguien a quien amen para casarse. Por supuesto, debe de ser de una buena familia, pero cuando el tiempo se agote, y si no han elegido a nadie, nosotros elegiremos por ellos.
—¿Y cuánto tiempo le queda, Señor?
—Lo que resta del año.
—Vaya, son sólo unos cuantos meses. ¿Y al menos tiene en mente el tipo de joven de la que podría enamorarse? —preguntó Karin aunque estaba más interesada en indagar más sobre el posible compromiso de Sasuke.
—Sí, ya tengo en mente algunas cualidades que me gustaría que tuviese, como…
—Madre, ¿podría hablar con…?
Sasuke había entrado al salón con una carta en la mano, y seguramente había pensado que Mikoto era la única en el lugar, ya que desde la puerta, podía verse el sillón donde ella estaba sentada, pero no la mesa de juegos donde Itachi y Karin se encontraban.
—Hijo, saluda a la Duquesa —pidió Mikoto cuando el menor quedó mudo ante la sorpresa de ver a más personas en la habitación.
Sasuke apenas si se volvió a ellos y sólo hizo un movimiento con la cabeza en una especie de reverencia corta, pues no le veía sentido reiterar un saludo que se había hecho durante el desayuno.
Karin, al escuchar la voz del joven, se obligó a no voltear, pero al ver las flores moradas en la frente de Itachi, recordó que había un hechizo vigente y enseguida posó la vista en Sasuke buscando con esperanza aquellas flores. Empero, al momento de hacerlo, él miraba a su madre, por lo que ella veía más su cabello que la cara.
—Lamento la interrupción, pero me gustaría hablar con usted, madre, a solas si es posible —dijo Sasuke apresurado y no se oía contento.
—¿Está todo bien, hijo? —preguntó preocupada y el joven le entregó la carta a su madre.
—Quise hablarlo con padre, pero no está.
Mikoto leyó la carta y soltó un suspiro pesado mientras se levantaba del sillón.
—Ya que su sirvienta está en el salón, Duquesa, los dejaré por unos minutos —anunció la matriarca de los Uchiha.
—¿Está todo bien? —preguntó Karin mostrando preocupación, pero también intentaba ver la frente del joven.
—Sí, no se preocupe. Con permiso.
Justo en el momento en que Sasuke iba a voltear hacia ella para poder salir del salón, Itachi se atravesó para acercarse a Mikoto para preguntarle por lo bajo sobre lo que ocurría. Sin embargo, la mujer le aseguró que todo estaba bien y el hombre volvió a su asiento frente a la joven Duquesa.
—Mi madre no quiso decirme lo que ocurría, pero ya que se veía tranquila, no debe ser nada serio —comentó Itachi tratando de conseguir la atención de Karin, que no había alcanzado a ver la frente de Sasuke.
—Espero que así sea. Su hermano se veía molesto.
—Quizá padre le ha pedido una tarea que le desagrada y ha venido a buscar a madre para que lo ayude a convencer a padre de que busque a alguien más para hacer el trabajo.
—¿Eso es muy común?
—Cuando se trata de fiestas o visitas sociales, sí —sonrió Itachi e hizo un gesto con la mano para invitar a la joven a hacer el primer movimiento del tablero— A Sasuke le desagradan, especialmente si hay muchas chicas.
—Me pregunto qué tipo de chica le gustará si es más frívolo que usted —se le escapó a Karin en voz alta al hacer su movimiento.
—Hace un momento me preguntó por el tipo de mujer que me gustaría. ¿Aún quiere saber?
—Claro, tengo mucha curiosidad —respondió ella viendo al joven hacer su jugada.
—Si le soy sincero, no tenía algo claro sobre el tipo de mujer que me gustaría, sólo sabía que las chicas que había conocido no eran lo que buscaba —respondió mientras veía a Karin hacer su movimiento— En cambio, cuando la conocí, supe que me agradaba mucho y por ello me ofrecí a ser su compañero, pero ahora sé que me gusta usted.
—Me parece demasiado conveniente que le guste de repente. ¿Cree que soy tan ingenua? —ella rió divertida con la confesión— Parece más un plan para hacerme creer que no tiene otros intereses sobre mi estatus.
—Mi padre no quiere consentir un matrimonio de alguno de sus hijos con usted porque considera que sería humillante para la familia que alguno de nosotros quede relegado del mando de su hogar —respondió Itachi moviendo otro peón— Y aún si considerara aceptar un matrimonio con usted, sería a mi hermano a quien le ofrecería porque como yo soy el primogénito, quiere que yo herede y dirija el Ducado.
—Sin embargo, usted es el que está enamorado de mí y está dispuesto a desobedecer a su padre —aseguró Karin como si estuviese complementando el argumento del hombre y ella hizo su movimiento comiéndose una pieza de su contrincante.
—A decir verdad, sólo me siento más deseoso de ser su compañero de cama. Si me acepta, podríamos saber si somos compatibles y después pensar en matrimonio —confesó Itachi moviendo otro peón— En cuanto a desobedecer a mi padre, es algo que estoy dispuesto a hacer por algo que valga la pena, pero si sólo es por diversión, es mejor mantenerlo en secreto.
—Me es tan difícil creerle…
La Duquesa comió otro peón de su rival y enseguida escuchó el arreglo de voz de su sirvienta, quién seguramente trataba de insinuarle que aceptara la propuesta, al menos por el bien de su situación mitad vampírica.
—¿Qué podría hacer yo para convencerla de que digo la verdad? —preguntó moviendo otro peón.
—Usted es un hombre muy inteligente y astuto, así que necesitaría pensar detenidamente en algo que me convenza —ella se comió ese mismo peón— Pero ¿sabe? Eso tampoco garantizaría que yo lo acepte como mi compañero de diversión.
—¿No le gusto aunque sea un poco? —preguntó sin mover ninguna de las piezas.
—Me reservo la respuesta —dijo Karin notando que él sonrió antes de mover su caballo— ¿Por qué sonríe?
—Porque debo gustarle o simplemente me lo habría dicho para dejarla en paz.
—Hay cosas más complejas que sólo un gustar o no gustar —respondió la joven comiéndose una pieza más.
—¿Es porque el que le gusta es mi hermano?
Karin quedó estupefacta por la afirmación del hombre, pues no esperaba que él volviese a hacerle esa pregunta, y mucho menos en esa situación, pero tan pronto como pudo componerse, siguió a dar su respuesta.
—¿Y si así fuera? —se rió tratando de sonar como si aquello fuese una broma y movió una pieza más— Jaque.
—Me pondría muy celoso —aseguró Itachi moviendo una pieza más con la que se liberó del aprieto en el tablero.
—¿Y aún así seguiría insistiendo en ser mi compañero de cama? —preguntó la Duquesa haciendo un movimiento más.
—Sí. Al menos tendría más ventaja sobre mi hermano de esa forma —respondió Uchiha moviendo a su reina.
—En mi país, se puede tener más de un compañero de cama… no al mismo tiempo, aunque tampoco hay impedimento —comentó ella con una risita mientras se comía una de las piezas fuertes del tablero.
—Lo sé, pero si me da la oportunidad, no necesitará buscar más compañeros, se lo garantizo —sonrió seductoramente antes de hacer su siguiente movimiento.
—¿Y sabía usted que tener dos hombres que son hermanos como compañeros de cama también está permitido en mi nación? —ahora Karin movió a su reina.
—¿Me está diciendo que si quiero ser su compañero de cama debo aceptar que mi hermano también lo sea? —preguntó Itachi comiéndose una torre de su contrincante.
—Más bien estoy probando sus límites —respondió sonriendo— En el supuesto de que mi interés esté en su hermano y usted y yo seamos compañeros, si yo llegase a convencer a su hermano de ser mi compañero, podría dejarlo de lado —planteó la Duquesa. Hizo un nuevo movimiento en el tablero— ¿Estaría de acuerdo con eso?
—Mi querida Duquesa, si usted me da una oportunidad, le aseguro que pondré todo mi empeño para que no sienta la necesidad de buscar más compañía —sonrió Itachi con confianza y moviendo una pieza más— Eso incluye opacar el interés que pueda sentir por mi hermano para que ni siquiera busque darle el ofrecimiento. Jaque.
—Suena bastante confiado de sus habilidades —dijo la pelirroja mirando pensativa el tablero antes de librarse del jaque— Pero podría estarse enfrentando a un capricho.
—¡Oh! Me queda claro que lo que siento por usted no es amor, pero también estoy seguro que no es un capricho —aseguró Itachi moviendo una pieza más— Si usted me da un rechazo definitivo, lo respetaré y no volveré a molestarla. Lo prometo. Por cierto, jaque.
—Estaba hablando de mí, señor —rió Karin divertida— Si yo fuese la que está encaprichada con su hermano, no importaría que usted fuese mejor —se libró del jaque— Mi preferencia seguiría igual de marcada.
—Cumplido el capricho, su deseo cambiará —Itachi miró con detenimiento el tablero.
—¿No cree que su hermano tenga buenas capacidades? —preguntó Karin esperando el movimiento de su contrincante.
—Confío en que mi hermano siempre se esforzará en aquellas tareas que sean de su interés —movió a su reina de nuevo y sonrió— Pero yo también puedo ser igual de tenaz por mis intereses, se lo aseguro. Jaque mate.
—¿Qué? ¡No puede ser! —exclamó Karin mirando detenidamente el tablero notando que en efecto, había perdido— No ví venir esa jugada.
—Es muy buena, pero quizá haber ganado tanto en su tierra la hizo muy confiada —comentó Itachi— Estoy seguro que si me descuido un poco, me ganaría muy fácilmente.
—No intente consolarme. La próxima vez le ganaré tres veces seguidas —comentó Karin arreglando las piezas para iniciar otro juego.
—De acuerdo, pero le tengo una propuesta, si no le molesta —Itachi comenzó a ayudarla con el acomodo de las piezas y ella asintió— Si usted gana tres veces seguidas, no volveré a plantearle mi propuesta y esperaré a que usted decida —ella iba a hablar, pero él se le adelantó— Si yo gano tres veces seguidas, me dará una oportunidad esta noche.
—Creo que eso le encantaría a mi ama —Doa intervino recibiendo una mirada de desaprobación de parte de Itachi.
—¿Es así? —Itachi miró a la Duquesa.
—Me gustan las apuestas que dependan de mis habilidades —respondió Karin con seguridad, aunque también estaba molesta de que Doa aceptara sabiendo que ella estaba buscando opciones.
—¿De verdad? Porque no me gustaría que aceptara mi propuesta porque se sienta presionada por mí u otros —comentó haciendo referencia a la sirvienta.
—Acepto su desafío, pero quiero reiterar que si llega a ganarme de milagro, entonces será una oportunidad que tendrá de convencerme de aceptarlo como compañero, no que lo esté aceptando.
—Por supuesto —dijo Itachi sonriendo.
—Le daré una noche solamente. ¿De acuerdo?
—No necesito más para convencerla —aseguró Itachi.
—Entonces acepto la apuesta.
—¿Una apuesta? —Miko volvió para sentarse dónde había estado anteriormente— ¿Qué apostaron?
—Si la Duquesa gana tres partidas seguidas, yo le daré un obsequio sorpresa —Itachi se apresuró a responder— Si gano yo, bailará conmigo todos los bailes de cualquier otra fiesta a la que nos inviten.
—No es justo, hijo. La Duquesa se vería muy grosera si sólo baila contigo en una sola fiesta —Mikoto protestó— Por eso tu padre quería que tú y Sasuke bailaran con ella para procurar no levantar habladurías.
—Podemos reducirlo a la misma cantidad de bailes que tuve con su hermano la última vez —propuso la pelirroja— No quisiera alejarlo tajantemente de posibles prospectos, Señor Itachi.
—Sería lo más prudente —aceptó la mujer.
—Supongo que tendré que conformarme —comentó Itachi— Adelante, Duquesa, usted mueva primero.
—No, usted ganó la última partida, así que usted mueve primero —dijo Karin volteando el tablero para que él joven tuviese las fichas blancas.
—De acuerdo, no voy a contrariarla —Itachi sonrió haciendo su primer movimiento— Tampoco quisiera ofenderla.
—Por cierto, Duquesa, espero no entrometerme, pero ¿está todo bien? —preguntó Karin esperando información de aquello por lo que él más joven de la familia había ido a buscar a la matriarca— Me pareció oír al Señor Sasuke disgustado cuando vino a buscarla.
Karin hizo su primer movimiento en el tablero y se volvió hacia Mikoto esperando su respuesta.
¿Karin logrará ganarle a Itachi en el ajedrez? ¿Si pierde, Itachi logrará convencerla de olvidarse de Sasuke? ¿Sasuke tendrá las flores moradas en la frente? ¿Cuál será la respuesta de Mikoto? ¿Karin logrará evitar que Fugaku quiera comprometer a Sasuke con Sakura? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer el capítulo?
Me encantará leer sus dudas y teorías en los comentarios n.n
Como mencioné al principio de la historia, serán pocas las actualizaciones de hoy, las cuales son las siguientes:
*Placeres compartidos
*Inexperiencia
Tengo casi listo un capítulo más de otra de las historias que tengo en mi repertorio, entonces estaré haciendo al menos, una nueva actualización la próxima semana n.n
Sin más, por el momento, me despido esperando que la historia haya sido de su agrado.
¡Hasta la próxima actualización!
