Oscuridad… No importaba hacia donde mirara, a su alrededor no había más que la densa e infinita oscuridad a su alrededor.

Ella no sabía que había pasado o como termino en ese lugar. Lo único que recordaba era que se fue a dormir como de costumbre para estar lista para el día siguiente, la típica rutina cotidiana… No esperaba estar en medio de este espacio negro y oscuro al apenas abrir los ojos, y…

-Esto es… Curioso…

Una fuerte, gruesa e inquietante voz se escuchó por el lugar y luego todo se prendió en llamas.

La oscuridad antes la asustaba, pero… con esa voz y las repentinas llamas, estaba aterrada.

Las llamas se intensificaron a unos metros frente a ella y comenzaron a tomar altura.

-No estaba en esta situación desde hace mucho tiempo…

Las llamas crecieron hasta los 50 metros, luego comenzaron a ensancharse y comenzaron a tomar forma…

-Y pensar que mi actual usuaria es una hibrida. Tu potencial debe ser increíble para que pueda hacer esto y a tu edad actual… Digno de la hija del más fuerte de esos cuervos, a pesar de que no tienes entrenamiento.

La voz sonó una vez más y ella contuvo el aliento.

Frente a ella, rodeado de llamas, se mostró un ser… Enorme, con alas, cola, escamas, cuernos, garras, ojos verdes y de color rojo.

-D-Dragón…*Susurro la niña aterrada y asombrada.

Los ojos esmeraldas del ahora dragón rojo la miraron fijamente.

-Felicidades por decir lo obvio…

Comento el Dragón acercando su cabeza hacia la niña que quiso retroceder, pero sus piernas no le respondieron.

Los ojos de ella se ensancharon a más no poder al ver los largos y afilados dientes del Dragón, los cuales eran más largos y anchos que ella.

-Hmph… Nos volveremos a ver.

Oyendo esas últimas palabras del Dragón, los ojos de la niña comenzaron a cerrarse y pronto volvió a ser todo pura oscuridad.

-¡Es mi turno para ser la heroína!*Exclamo una niña pelinegra de ojos rojos mientras balanceaba una varita y tenía un talismán en su otra mano.

-Ju. Está bien…*Acepto con un suspiro una niña pelinegra de ojos violetas.

Lo más curioso es que ambas niñas se parecían demasiado, parecían hermanas gemelas, y lo único que las diferenciaba eran sus ojos.

-¡Saca tus alas, Akeno-nee!*Pidió la niña ojiroja.

Himejima Akeno, de 8 años, suspiro mientras asentía lentamente. Al instante, de su espalda se desplegaron un par de alas parecidas a las de un Ángel por sus plumas, pero estas eran de color negro como la noche misma… Cualquiera que la viera diría que es un Ángel maligno o una aberración por lo anormal de su apariencia.

Pero para la prima de Akeno, Himejima Akemi, también de 8 años, siendo mayor por unos meses de diferencia; su querida prima no le daba esa vibra. Le encantaban sus alas y a veces le daba envidia, pero en fin…

-¡Prepárate para recibir tu castigo divino, ángel oscuro salido del abismo!

-¡Lo que digas, pequeña sacerdotisa!

Ambas correrían por el lugar donde jugaban mientras simulaban una pelea entre una sacerdotisa y un ser maligno.

La noche ya estaba por caer sobre Japón.

Akeno y Akemi ya habían vuelto a sus respectivas casas luego de una larga pero divertida batalla y persecución.

En un templo japonés rodeado de un bosque en la cima de una colina, estaba una mujer pelinegra muy hermosa que aparentaba estar cerca de sus treinta. Esta se agacho y abrió los brazos, como para recibir a alguien… Entonces, llego la pequeña Akeno, terminando en los brazos de la mujer que parecía una versión adulta de ella.

-Okaa-san ¿Cuándo vendrá, Otou-san?

-Ara, Akeno ¿Qué harán tú y tu padre si viene temprano?*La mujer, Himejima Shuri, sonreía al hablar con su hija.

-¡Iremos a comprar las cosas para la cena por Bus!*Akeno sonreía al decir eso. Se mostraba que quería a su madre y que deseaba estar con su padre.

-Ufufufufu. Está bien…*Dijo Shuri.

Entonces, la mujer, con su hija en brazos, caminaría hacia la entrada del templo que era su hogar y se sentó en las escaleras de la entrada principal, con su hija sentándose en sus piernas, para así empezar a cepillar su cabello.

-Hey, Okaa-san ¿Otou-san quiere a Akeno?*Pregunto la niña.

-Fufu, por supuesto que sí…*Dijo Shuri.

Akeno sonrió a las palabras de su madre, quien seguía en lo suyo con una sonrisa.

Aquella pregunta que ella hizo es debido a que solo podía ver a su padre de vez en cuando, y más porque cuando él afirmaba el venir cierto día, o llegaba tarde o no podía venir por un imprevisto. Akeno solo sabía que eso era por un trabajo de su padre que era mantenerlas, según su madre.

-Hey, Okaa-san ¿Akeno también tendrá amigas?

-Eso no lo dudo Akeno, pero… ¿No te basta con Akemi-chan?*Pregunto Shuri.

-Es que…*La niña puso una cara algo complicada*. He visto como Akemi-nee tiene muchos amigos y estos se alejan cuando yo estoy cerca ¿Akeno hizo algo malo para que la eviten?

-Para nada…*Negó Shuri con la cabeza, con una expresión solemne*. Es solo que… tal vez… no sean los indicados para ti… Pero, dime, Akeno ¿Qué harás cuando consigas una amiga más propia?

-Ummm…*La niña Himejima se puso un poco pensativa, hasta que respondió*. Akeno quiere ir a ver diferentes lugares, ir a la misma escuela y unirme al mismo club que ella.

-¿Quieres ir a la escuela, Akeno?*Pregunto Shuri.

-Hai…*Asintió ella*. Akeno va a estar bien, siempre y cuando Akeno tenga a Otou-san y a Okaa-san.

-Espero que consigas una buena amiga…*Dijo Shuri con una sonrisa.

-¡Hai! ¡Y Akeno quiere un esposo que sea fuerte y amable como Otou-san!

-Ufufu, si tu padre se entera de eso, se molestara…*Shuri se rio, imaginándose el que su hija consiga un novio y su esposo se ponga sobreprotector.

-¿Eh? ¿Por qué?*Pregunto Akeno.

-Eso es porque, tu padre…

-[Vaya ironía de que un ser prohibido como tu tenga esta vida tan hermosa]

-¿¡!?*Akeno abrió los ojos a más no poder al oír esa voz, que no presto atención a lo que le decía su madre sobre su pregunta anterior.

Akeno empezó a mirar a sus alrededores algo expectante, cosa que fue notado por su madre…

-¿Sucede algo?*Pregunto Shuri.

-¿¡Lo oíste!?*Akeno, con preocupación en su rostro, miro a su madre alarmada.

-¿Oír qué?*Pregunto Shuri dudosa.

Akeno pareció frustrarse al recibir una pregunta como respuesta. Ella lo escucho claramente, era la misma voz del Dragón ese…

-¡La voz! La del…

-[Sera mejor que cierres la boca si no quieres que tu madre piense que estas alucinando o que te pasa algo grave]*Rápidamente ella cerro su boca al entender las palabras del Dragón, pero… era su madre, ella nunca creería que miente o que le pasa algo grave*[Confía en mí, es lo mejor para ti. Ya habrá momento para decirle. Hablamos en la noche]

Tras decir eso, el Dragón rojo cortaría la comunicación con ella.

Akeno casi no entendió nada de lo que le dijo, pero… tenia lógica lo que le dijo el Dragón, pero su parte sentimental no quería mentirle a su madre, una de las pocas personas en las que confiaba ciegamente. Pero el Dragón le aseguro que ya llegara el momento para ello. Técnicamente, no estaría mintiendo, solo aplazando la verdad.

Muy bien, decidido…

-¿Akeno…?*Shuri miro con duda a su hija.

-Ah, no…*Akeno negaría con la cabeza con una sonrisa falsa*. Olvídalo. Creí haber oído algo, pero no es así.

-Si tú lo dices…*Shuri acepto sin problemas lo que dijo. Total, no es la primera vez que su hija parece ida de la nada.

Ya más tarde en la noche…

Akeno estaba tomando un baño en una bañera con su padre, Barakiel; un hombre moreno y musculoso de pelo negro con barba… Akeno tenía sus alas negras desplegadas de su espalda, y Barakiel tenía unas similares a las de su hija afuera, solo que estas eran 10 alas en total, pero estas estaban tan bien unidas y alineadas que parecían un par de alas tan grandes como el cuerpo de Barakiel.

-¿No te molestan mis alas, Akeno?*Pregunto Barakiel.

-Claro que no…*Ella negó con la cabeza*. Adoro las alas de Otou-san, son suaves y negras como las de Akeno…*La niña respondió con una gran sonrisa.

-Ya veo…*Barakiel sonrió*. Gracias, Akeno.

Akeno asintió, y…

-[Je. Y pensar que eres hija del Ángel Caído más fuerte de todo Grigori. Tu existencia es un Tabú o un capricho del mundo]

-¡Hiii!*Akeno se sobresaltó por el repentino susto que le dio esa molesta voz.

-¿E-Estas bien…Akeno?*Pregunto Barakiel volteándose a verla, algo preocupado.

-¿Eh? S-Si, solo…*Akeno pondría una cara complicada*. C-Creí haber visto algo por ahí, pero no es nada.

-Uuumm… Si tú lo dices…*Barakiel decidió conformarse con esa respuesta y seguir con su baño tranquilamente.

-[Jejejeje. Veo que me toco un contenedor muy interesante]*Esa voz… la del Dragón… otra vez… y parecía contento por algo*[Ya hablaremos después]*Eso fue lo último que dijo y escucho de él.

Akeno prefirió no preguntarle ni en voz baja o en susurro. Por ahora le hará caso en lo que le dijo anteriormente, para confirmar sino está oyendo cosas.

Ya más tarde…

La cena ya había acabado en aquel templo japonés hogar de la familia de tres. La miembro más joven de la familia se encontraba en su cuarto.

Ella cerró la puerta corrediza para luego caminar hacia su cama y se subió a esta, para recostarse sobre la misma, mirando al techo…

Con eso, Akeno se puso pensativa ¿Debería intentar llamar a esa voz? La verdad, tiene sus dudas y aun le pesa sentimental el no haberles dicho a sus padres lo que escucho y lo que soñó.

Su mirada entonces caería en su mesa de noche, en la cual había dos fotos; una de ella con sus padres y otra de ella con sus padres, su prima y su tía; curiosamente, las dos mujeres de cabello negro también se parecían demasiado como el par de primas, como gemelas. Según su madre, es parte de la genética al ser ambas hermanas.

El solo ver esta última foto hizo que le llegara una pregunta que a veces se hacía…

-¿Por qué el resto de nuestra familia no quiere pasar tiempo conmigo…?*Se preguntó Akeno en voz baja.

Siempre que lograba ver a sus otros primos gracias a Akemi, estos la evitaban y no le daban ni siquiera un hola, solo…

-''Deberías alejarte de esa… cosa. Akemi-nee''.

-''Que alas tan horribles''.

-''Y yo que creía que los Tengus tenían alas horribles, pero las de ella son peor''.

-''La vastaga del ángel malvado''.

Eso era lo que escuchaba que decían sobre ella a sus espaldas. Nunca entendió el porqué, pero su madre, tía y prima le dijeron que no les haga caso, que no saben lo que dicen. Y que algunos otros miembros de su Clan le dijeran lo mismo a sus espaldas no ayudaba.

Todo eso era suficiente para que no tuviera tanta confianza en conseguir amigos fuera de su círculo social/familiar.

Claro, ha ido a veces al parque público con sus padres, pero estos le dejaban bien en claro que no sacara sus alas por nada del mundo. Y aun con la duda, estos le aseguraban que se lo explicarían después ¿Por qué ocultar algo que solo sus padres, prima y tía si alagaban?

-[¿Terminaste tu momento emotivo?]

-¡Wah…!*Akeno se cayó de la cama por el repentino susto que le volvió a dar esa molesta voz.

-¡Akeno ¿Estas bien?!

Rápidamente, Akeno se levantó ante el grito de su madre y se sentó nuevamente en su cama.

-¡H-Hai! ¡S-Solo creí ver…eeeeh…Un bicho! ¡Solo eso!*Akeno grito para que su madre no venga. Ya tenía mucho con esa voz y sus pensamientos.

-¡Esta bien! ¡No te acuestes tarde!

-¡No lo haré!

Luego de eso, Akeno se recostó en su cama y clavo su mirada en el techo. Suspiro nuevamente para aclarar su cabeza… Algo le decía que algo le haría doler mucho la cabeza.

-Emm… ¿Hola? ¿Dragón-sama? ¿Me escuchas?

Pregunto al aire, estando levemente avergonzada. Espera que nadie la esté oyendo, porque se vería realmente tonta hablando sola, al aire y a un supuesto Dragón.

No recibió respuesta y nuevamente suspiro ¿Cuántas veces ya había suspirado?

-[Unas dos o tres veces, no llevo la cuenta exacta]

Akeno suprimió el impulso de gritar ante la sorpresa que le provoco nuevamente la voz. Suspiro nuevamente, tomo asiento recostándose contra la pared y se aclaró la garganta.

-¿E-Eres real?*Pregunto realmente curiosa.

Debía confirmar si no estaba loca o en verdad podía comunicarse con un gran dragón de 50 metros con dientes más grandes que todo su cuerpo.

-[Muy real niña]*Ella volvió a suprimir el grito de júbilo al saber que era real y no estaba loca ¡Ahora podría mostrarle a sus padres lo que le pasaba!*[En tu lugar pensaría mejor antes de emocionarme. Las personas normales no reaccionan bien a la verdad del mundo. Aunque en tu caso, ellos si lo saben, pero lo que tú sabes es una verdad a medias. No se cómo reaccionaras cuando sepas la verdad y la carga que llevas en tus hombros…]

Inmediatamente, ella detuvo sus pensamientos ante las palabras del Dragón. Tomo asiento nuevamente en su lugar y clavo su mirada en la pequeña Tv apagada en un rincón de su habitación.

-¿A qué te refieres con la verdad del mundo y a la carga que llevo?*Cuestiono Akeno lo más seria que pudo. Una pequeña parte de ella estaba empezando a temer por las próximas palabras del Dragón.

-[Primero sería presentarnos antes de que cambie toda tu percepción del mundo y la vida que crees vivir. Aunque ya se tu nombre, es mejor ser formales]

-Ah…*Ella entendió que en verdad era lo justo*. Mi nombre es Himejima Akeno.

-[Un gusto hablar por primera vez contigo, Akeno. Bien, es mi turno. Soy uno de los dos Dragones Celestiales, el Welsh Dragón, el Emperador Dragón Rojo, Ddraig]*Se presentó con algo de arrogancia en su tono.

-Ddraig… Welsh Dragón… Sekiryuutei…*Susurro Akeno asombrada ante el título del Dragón rojo ahora de nombre Ddraig.

-[Si… Sekiryuutei sería mi título en tu dialecto]*Por alguna razón, ella se imaginó a Ddraig asintiendo lentamente*[Ahora… Sera mejor que te guardes tus preguntas hasta que termine. Prepárate para que tu forma de pensar y tu perspectiva cambien por completo ¿Estas lista, Himejima Akeno?]

Ella trago saliva ante las palabras del Dragón. Aquella pequeña parte que tenía miedo aumento en gran medida, pero aun así…

-H-Hai. Estoy lista…

En ese momento no lo sabía, pero esa respuesta fue la primera decisión importante de su vida y la que marcaría un antes y un después en su casi inmortal vida.

-[Primero respóndeme esto ¿Qué tanto sabes de que lo sobrenatural existe?]*Pregunto Ddraig.

-¿Eh? Bueno…*Akeno se puso pensativa por un momento*. Sé que están los Youkais de los que me hablo mi madre y que tenemos buenos lazos con estos, aunque se suele lidiar con Youkais malvados y otras criaturas del Panteón Japonés. También están los Dioses a los que servimos nosotros, como la familia de mi madre. Somos los representantes de Izanagi-sama y sus congéneres en la Tierra, según Okaa-san.

-[Uuum. Bien, supongo que así está bien…]*Ddraig sonaba algo complacido con esa respuesta*[Pues déjame decirte que no solo eso es cierto. Hay más en este mundo, más de lo que crees ¿Has oído hablar de esas mitologías que tus congéneres consideran paganas, al igual que esa Religión tan conocida en el mundo? De ser así, pues déjame decirte que todas estas son reales. Sus Dioses, sus representantes, sus seres sobrenaturales y demás. Incluida la Religión Bíblica. Todo eso es real. Este mundo no le pertenece a un solo panteón mitológico ni a una sola Religión. Y yo pertenezco a otro panteón mitológico de nacimiento, los Celta. O Inglaterra en la actualidad]

-¿¡L-Lo dices en serio!?*Pregunto Akeno alzando un poco la voz, pero al instante se la tapo. No quiere que la descubran.

-[Si. Al igual que también sus peligros. En este mundo niña, el poder lo es todo. Aun si existen normas y leyes en la actualidad, pueden pasarse por alto si eres lo suficientemente fuerte. Y si no lo eres, simplemente te pisotearan y te destruirán si no eres lo suficientemente cuidadosa. Ese es el mundo en el que vives, pero aún hay más]*Advirtió Ddraig.

-¿Qué más ahí?*Pregunto Akeno, ahora sintiendo que en verdad está en un mundo muy peligroso.

-[Como ya te debes imaginar o saber desde hace tiempo, eres parte humana. La otra mitad de tu ascendencia, es de un ser sobrenatural, un Ángel Caído. Eso de seguro no lo sabias ¿No?]*Dijo Ddraig.

-¿Ángel Caído? ¿Datenshi?*Pregunto Akeno.

-[Así se llamarían en tu dialecto, pero en fin…]*Ddraig daría una tos, para así continuar*[Los Ángeles Caídos son seres sobrenaturales pertenecientes a la Facción Bíblica. Son Ángeles que antiguamente sirvieron al Dios Bíblico, pero que cayeron del Cielo al dejarse llevar por sus más codiciosos deseos. En consecuencia, sus alas blancas se tornaron negras. Son seres malignos, al igual que los Demonios de la Biblia como Lucifer. Los enemigos del Dios Bíblico. Eso es tu padre]

-¡M-Mientes…! N-No pued…*Akeno no quería creer que ella… y su padre… sean eso… No había manera de que.

-[Tranquila, esto no es para denigrar a tu padre. Te puedo asegurar que el amor entre él hacía ti y tu madre es mutuo. No hay manipulación de por medio. No deberías de creer todo lo que te han dicho sobre los seres malignos del Inframundo. Los tiempos cambian, al igual que la actitud de los seres milenarios. Pero los humanos son fáciles de manipular a través de las creencias, ya que las nuevas generaciones nunca viven lo que las del pasado. Las historias nunca cuentan los hechos del pasado como son realmente, estas pueden variar dependiendo de a quien le preguntes o estas pueden ser manipuladas para el beneficio de una creencias de milenios pasada de generación en generación]

Esas palabras de parte de Ddraig parecieron calmar a Akeno, que aún le costaba creer que su Padre era un ser sobrenatural maligno, y de esa religión de la que poco ha oído… ¿Era por eso que la llamaban Ángel malvado, aberración, ect? ¿Su prima y tía lo saben? ¿Y su madre?

-[No dudo que ellas si lo sepan]*Ddraig interrumpió los pensamientos de Akeno*[No se puede confundir a un Ángel Caído con un Tengu, ya que la aura que emanan es diferente. Estoy seguro que tu madre sabía muy bien de quien se enamoró y aun así no se arrepiente de eso. Que tu prima y ti incluso acepten eso demuestra que creen en la bondad de los seres malignos, aunque tus otros familiares no lo vean de la misma forma]

-¿Por qué no lo ven de esa forma?*Pregunto Akeno, aun en su inocencia.

-[Aun eres muy joven para entenderlo. No sabes nada de la maldad de este mundo, ya que has vivido llena de pura felicidad durante toda tu vida. Una felicidad que podría ser destruida sino haces tú parte y maduras de una vez]*Dijo Ddraig.

-¿Q-Que quieres decir con eso…?*Pregunto Akeno, ahora muy temerosa con solo saber que su felicidad puede ser destruida.

-[Eres mitad Ángel Caído, un ser maligno. Incluso si no tienes malas intenciones a futuro ni le deseas el mal a nadie, para el resto de la familia de tu madre no es lo mismo. Para ellos, sus creencias de milenios valen más que su amor familiar. Cuando tengan la oportunidad, no dudo que te mataran. Si no lo han hecho antes, es porque tú y tus padres viven en este templo, aislados del resto de la sociedad y de su Clan. Sumado a que tu padre hace lo posible para regresar temprano, ya que solo él puede mantenerlas a salvo. Pero no dudo que esa suerte se les podría acabar pronto y que una de ustedes sufra las consecuencias por el amor prohibido entre tus padres]*Dijo Ddraig.

-P-Pero…*Akeno no pudo evitar soltar lagrimas ante lo escuchado ¿Por qué tiene que perder su felicidad por su sola existencia?

-[No te culpes niña. Para ellos, en especial tu madre, tú eres su mundo. Ella decidió creer en la bondad de un ser maligno cuando nadie más lo hizo. Son aquellos de tus familiares que te han despreciado los que están manchados por sus creencias de estar en lo correcto. No intentes creer que puedes hacerlos cambiar de parecer a lo que creen, el mundo no funciona así. Lo mejor que puedes hacer es dar tu parte para proteger y mantener esta felicidad que tienes, antes de que te la arrebaten sin que puedas hacer nada. No vale la pena que llores por los que no te ven más allá de tus alas. Ellos solo ven a lo que eres, y no a la persona que eres. Esos son dos conceptos diferentes]*Le aseguro Ddraig.

-Sniff...*Akeno soltó un sollozo, para después limpiarse las lágrimas que le salieron. Era verdad lo que le dijo ¿Por qué sentirse mal por gente que no la ve por quien es realmente? No vale la pena*¿C-Como puedo proteger mi felicidad?

-[Para eso, tienes que ser fuerte. Tener el poder para que nadie te haga daño y a los que te importan. Por herencia, heredaste los poderes de tu Padre, el Ángel Caído más poderoso de todos y uno de los originales hijos de Dios. El Holy Lightning of God. Por lo que al igual que él, tienes el poder sobre los rayos, al igual que la luz que te permitirá acabar fácilmente con seres malignos. Pero no solo eso…]

-¿Hay más?*Pregunto Akeno, asombrada de tener esas habilidades. De hecho, ahora que recuerda, su Padre a veces le daba algunas prácticas donde podía creer pequeñas descargas eléctricas de sus manos.

-[Así es. Y ahí entro yo. Déjame iluminarte. Tú posees un Sacred Gear, o más bien, naciste con uno…]

-¿Sacred Gear? ¿Engranaje Sagrado? ¿Qué es eso?*Pregunto Akeno, interrumpiéndolo sin saberlo.

-[A eso voy…]*Ddraig gruño un poco por ser interrumpido*[Los Sacred Gears son una bendición, o maldición para otros, dados por el Dios Bíblico a los Humanos para que puedan defenderse de lo sobrenatural. Quien llegue a tener uno o no es aleatorio y no tiene un motivo en especial para que el portador lo porte. En otras palabras niña, no tienen una misión o meta a realizar, a pesar de ser supuestos elegidos por Dios, ya que es al azar]

-¿Eh? Entonces ¿Por qué tengo uno sino soy ninguna elegida por el todopoderoso?*Pregunto Akeno en duda.

-[Primero, eso último es algo ofensivo. Pero te lo paso porque aun tienes mucho que aprender. Segundo, no lo pienses mucho niña, es como ganar la lotería, simplemente tienes uno y ya. No estas destinada a convertirte en una heroína o villana, simplemente eres una persona mitad humana que tiene un Sacred Gear. Muchos lo usan para el bien y otros se ahogan en su poder. En que te convertirás, solo depende de ti misma]*Dijo Ddraig.

Akeno no pudo sentirse más que aliviada. Es bueno no tener la obligación de actuar en contra de su voluntad o que controlen sus acciones, es reconfortante al solo pensarlo. Es más, de ser así, puede usar ese objeto para proteger su felicidad.

-[Je. Aunque… Eres la primera usuario de Sacred Gear en toda la historia que es mitad humana con otra mitad de un ser sobrenatural. La primera hibrido con uno, al menos hasta donde se]*Ddraig no podía evitar pensar que se sacó la lotería con esta niña.

-¿Eh? ¿Nunca ha habido híbridos con un Sacred Gear?*Pregunto Akeno.

-[No que yo sepa. Si bien los híbridos humanos con otras razas no son raros, nunca se ha registrado que alguno de estos naciera con un Sacred Gear. Tal vez porque al ser humanos en un 50%, sus posibilidades de nacer con un Sacred Gear son aún más bajas que las de un humano ordinario. En tu caso, Himejima Akeno, tu existencia es un Tabú o un capricho del destino]*Dijo Ddraig riendo un poco.

-¿Qué quieres decir con eso?*Pregunto Akeno.

-[Como ya sabes, soy un Dragón. Y la razón por la que puedo hablar contigo es debido a que estoy sellado en el Sacred Gear que tienes dentro de tu ser. Nací contigo y estaré contigo hasta que mueras]

-¿¡Que!?*Pregunto Akeno, alzando la voz, para al instante taparse la boca. Oh por favor, que sus padres no la hayan oído.

Viendo que no pasó nada después de un minuto de espera, suspiro aliviada, mientras intenta digerir el hecho de que todo este tiempo tuvo un Dragón sellado dentro de ella desde que nació y no lo sabía hasta ahora, al igual que su verdadero origen y la verdad del mundo en el que vive ¿Por qué le están pasando muchas cosas inexplicables hoy?

-[Hay algo más que debes saber niña]*Ella le prestaría atención a lo que le decía Ddraig*[Tu Sacred Gear es uno especial. Dentro de todos los Sacred Gears, hay 13 que son únicos en su tipo y solo existe uno de cada uno de estos. Estos 13 Sacred Gears se les llaman Longinus, armas que si se llegan a dominar por completo, le darían a su usuario la posibilidad de pelear en igualdad contra los Dioses e incluso llegar a matarlos]

-¿Puedo pelear contra Dioses y matarlos?*Akeno no lo podía creer. Pelear contra un Dios, incluso para un ser sobrenatural no Humano ¿No sería eso imposible? Mortal contra Deidad, algo que solo le parece sacado de un Anime.

-[Como ya te dije, te da la posibilidad de pelear con los Dioses, aunque esta sea muy cercana a cero, pero aun esta… Si quieres pelear contra un Dios, tienes que entrenar por años para lograrlo. En fin, nos estamos alejando del tema, volvamos a lo importante]

Akeno soltó un suspiro de alivio ante lo dicho por Ddraig. Tener el poder que iguala a los Dioses y no saber controlarlo es aterrador, sobre todo si puedes lastimar a tus seres queridos.

-[Tu Sacred Gear se llama Boosted Gear, te permite aumentar tu poder cada diez segundos sin límites, ya sea tus capacidades físicas como mágicas o cualquier otra fuente de poder. El único límite real es lo que tu cuerpo pueda resistir]

-Eso está algo roto a mi parecer…*Aunque dijo eso, Akeno no pudo evitar comparar esa capacidad con una similar que vio en uno de sus Animes favoritos; Dragón Ball. Viéndolo más lógicamente, esta algo rota esa capacidad, pero con desventajas aceptables, lógicamente. Pero lo más importante es que ese poder le puede servir para proteger a su madre cuando su padre no este.

-[En mi opinión, tu pareces la usuaria más indicada para el Boosted Gear. Podrías desbloquear su poder sin tantas limitaciones, a diferencia de tus antecesores que sufrieron para alcanzar el 100% de sus capacidades, aun teniendo talento]*Dijo Ddraig seguro de sus palabras.

-¿Eh? ¿Por qué lo dices, y…Antecesores?*Pregunto Akeno.

-[Primero, tú no eres la primera usuaria que tengo desde que fui sellado en este Sacred Gear. Llevo más de 2.000 años aquí sellado y he estado en diferentes portadores a lo largo de los siglos. Casi la mayoría eran talentosos, otros tenían lo necesario y otros simplemente murieron antes de poder despertar mi poder. De todos tus antecesores, solo dos llegaron a ser considerados los más poderosos usuarios del Boosted Gear, logrando hazañas casi imposibles, a pesar de que ellos y el resto jamás han enfrentado ni matado a ningún Dios]*Dijo Ddraig.

-¿Tanto así?*Akeno estaba asombrada al ver que no es la primera con el objeto que tiene, y posiblemente no sea la última. Cuando muera, Ddraig simplemente ira a alguien más.

-[Y a lo segundo, en cuanto a porque creo que eres la usuaria más indicada para el Boosted Gear, es porque este es considerado el Sacred Gear más difícil de usar y dominar debido a la gran carga que genera sobre el cuerpo del usuario. Los otros Longinus no tienen estos defectos, estos tienen habilidades un poco más pasivas o armas capaces de herir a los Dioses, donde sus debilidades varían. Están aquellos Sacred Gears, incluso entre los Longinus, que cuya única debilidad son los cuerpos de sus usuarios, ya que… Bueno, son humanos. Tú en cambio…]

-Soy una hibrida, por lo que soy más fuerte que un Humano con entrenamiento por cuestión de genética…*Akeno no necesitaba ser una genio para entender eso. Pensándolo bien, el ser Humano es prácticamente nada por si solo sin poderes sobrenaturales, solo seres capaces de pensar.

-[Así es…]*Afirmo Ddraig*[Tus antecesores, aun con talento y poderes sobrenaturales, sufrieron el castigo de aumentar sus poderes de manera casi ilimitada. Solo pudieron compensar esto esforzándose, haciendo que sus cuerpos fueran más allá de lo humanamente posible. Aunque también podía hacer un trato con ellos de entregarme su humanidad y darles el cuerpo de un Dragón para que fuera más fácil soportar el poder, pero igual sufrieron a su manera]

-¿Entregar su humanidad? ¿Darles el cuerpo de un Dragón? ¿Puedes hacer eso?*Pregunto Akeno, incrédula.

-[Así es. Aunque más específicamente, ellos me daban una parte de sus cuerpos y estas partes se convertían en las de un Dragón. Un brazo, una pierna, un ojo. Otros hicieron algo más lógico como entregarme su órgano vital, el corazón, para que así ganaran la sangre de un Dragón y que el cambio fuera más interno que externo. En otras palabras, Dragones con apariencia de Humanos. Incluso cuando yo tenía cuerpo podía hacer eso. Pero no creo que tú necesites eso]

-Entiendo…*Akeno cada vez podía ver más que le toco un arma muy difícil de usar. Una a la que incluso se le puso un seguro que demostraba que ese Sacred Gear Longinus, Boosted Gear, es más para seres sobrenaturales que Humanos. La ironía.

-[Otra cosa. Como eres usuaria de un Longinus, llamaras la atención de los altos mandos en el mundo sobrenatural, y es precisamente por esto que estas en riesgo, al igual que tu madre, solo si se enteran de tu existencia. Una Ángel Caído y un Dragón Celestial, la peor combinación posible tanto para los Ángeles y los extremistas de la familia de tu madre y otros]

Akeno se quedó en shock ante lo escuchado conforme se le hacía un nudo en el estómago.

-[No sabemos cómo actuaran estos líderes sobrenaturales. Algunos harán lo que sea para que estés bajo su servicio, ya sea esclavizándote de algún modo o amenazándote con matar a tu madre, tía y prima. Por eso debes estar en guardia para que no te detecten por ahora mientras poco a poco formas tu poder para oponerte a ellos y ser la dueña de tu propio destino. Esto mismo se aplica a tus Dioses. No puedes confiar en nadie que no conozcas, hasta que tengas el poder necesario]

-Mantenerse oculta y hacerme más fuerte para contribuir en proteger a mi madre…*Akeno apretó los puños con cierta frustración*¿Ese es el único método?

-[Sé que eres una niña, pero es mejor dejar las cosas claras antes de que sea demasiado tarde. Si quieres proteger a los que te importan, ese es el único método. Por lo menos hasta que encontremos aliados confiables, aparte de tu Padre. De hecho…]*Ddraig se detuvo en lo que iba a decir.

-¿De hecho que…?*Pregunto Akeno.

-[Es solo una posibilidad. Pero gracias a varios de mis usuarios anteriores, me entere que Grigori, o los Ángeles Caídos, han estado reclutando Humanos poseedores de Sacred Gears. Aparentemente para investigaciones o tenerlos como fuerza militar extra, ya que son la facción más pequeña de las Tres Facciones Bíblicas. Tu Padre pertenece a estos, siendo uno de sus líderes. El y los suyos podrían brindarles protección a ti y a tu madre, al igual que mantenerte oculta y darte los medios para fortalecerte. Pero…]

-¿Pero…?*Akeno detestaba que hubiera un pero, ya que… es su padre de quien están hablando. Él las ama tanto a ella y a su madre, no hay manera de que las esté engañando, y más cuando su propio compañero Dragón se lo confirmo al principio.

-[No sabemos si tu padre tiene esta relación y familia a espaldas del resto de sus congéneres y su facción. De ser así, está la posibilidad de que el resto de Ángeles Caídos sigan siendo malos y solo tu Padre sea una excepción, ya que de lo contrario, las hubiera llevado a ustedes hace mucho a Grigori para que estén a salvo del resto del mundo]

Akeno no podía contradecir lo dicho por Ddraig. Tenía sentido y lógica lo que dijo. Tal vez no todos los seres malignos hayan cambiado para bien y solo unos pocos si lo hayan hecho, entre ellos su padre. Maldición, la falta de información no ayuda… No tienen un apoyo fuerte, ella sufre discriminación por su familia y solo empeoraría las cosas si se revela como usuaria de Ddraig cuando aún es demasiado débil.

-Entonces, solo tengo que volverme fuerte. Lo suficientemente fuerte para que nada malo pase, y para ello necesito esfuerzo y determinación...*Aun con todo en contra, Akeno sabía que no todo estaba perdido, aún hay una posibilidad de salir bien parados*. No voy a rendirme tan fácilmente, Ddraig-san. Aun quiero vivir mucho junto con mi familia, los que de verdad me quieren…*Le dijo muy en serio.

-[Eso es bueno. Necesitaras esa resolución si quieres derrotar a tus enemigos y al poseedor de Albion]*Dijo Ddraig.

-¿Albion? ¿Quién es ese?*Pregunto Akeno confundida.

-[Albion, el Vanishing Dragón, el Emperador Dragón Blanco. El otro Dragón Celestial. Mi rival eterno. Él también fue sellado en un Sacred Gear y nuestros usuarios están destinados a enfrentarse cuando se encuentren. En otras palabras, tienes un rival predestinado por ahí afuera que todavía no conoces, al igual que ni este a ti]

-¿C-Como…? ¿Rival predestinado? ¿No se suponía que no tenía ningún destino o propósito?*Cuestiono Akeno.

-[Eso es así para la mayoría de usuarios de Sacred Gears, salvo para el tuyo y el de tu rival]

-Sigo sin entender Ddraig-san…*Dijo Akeno.

-[Primero algo de historia. Había una vez dos Dragones temidos por sus peculiaridades habilidades, uno que producía unas llamas infernales eternas que podían quemar todo, hasta el alma de los Dioses, y otro que tenía un veneno letal que era capaz de reducir la existencia de todo ser viviente, incluidos los Dioses. Estos Dragones creían que no había nadie más fuerte que ellos, salvo dos existencias superiores dentro de su misma raza. Un día, estos Dragones se encontraron y chocaron en una batalla para demostrar quién de ellos era superior. Grande fue la sorpresa de ambos al darse cuenta que sus habilidades características y más temidas por todas las facciones, eran inútiles en su actual adversario. Habiéndose dado cuenta de esto y que la batalla no parecía terminar ni llegar a algún final, ambos se detuvieron y se prometieron que la próxima vez que se encuentren, demostraran quien de ellos es superior. Como sus habilidades características no funcionaban en sus rivales, estos las dejaron de lado y a su vez crearon otras. Estas habilidades eran opuestas entre sí, uno podía duplicar su poder mientras que el otro podía dividir a la mitad el poder de su enemigo y absorberlo. Estos Dragón chocaron en numerosos campos de batalla, dejando una enorme pila de destrucción a su paso en distintas partes del mundo y sin dejar un claro vencedor. Su rivalidad era conocida por todo el mundo sobrenatural, que los llamaron los dos Dragones Celestiales, el Emperador Dragón Rojo y el Emperador Dragón Blanco… En una de sus batallas, estos no se dieron cuenta que se estaban metiendo en otro campo de batalla, la Guerra entre las Tres Facciones Bíblicas. Aunque estos les pidieron que se detuvieran, a ellos no les importaba, nada era más importante para ellos que saldar su rivalidad y demostrar quién era superior. Grave error. Las facciones bíblicas detuvieron el que fue su último enfrentamiento y se unieron para detener a la nueva amenaza. Los dos Dragones furiosos con los que se habían atrevido a interrumpir su pelea, arremetieron contra ellos. Los dos Dragones estaban cansados después de enfrentarse entre sí y luego enfrentar a un ejército combinado de tres facciones, los resultados no eran más que obvios. Ambos Dragones fueron asesinados y sus almas selladas en dos Sacred Gears, el Boosted Gear y el Divine Dividing. Sin embargo, dejaron un gran daño a las Tres Facciones Bíblicas ante de eso. Estos Sacred Gears Longinus les fueron dados a los Humanos y estos, especialmente los dueños que poseen las almas de los dos Dragones Celestiales, continúan con la rivalidad de ellos en una batalla a muerte para demostrar quién es superior. Es por esto que si alguien posee alguno de estos dos Sacred Gears, es seguro que deberá enfrentarse a su rival predestinado]

Akeno quedo absolutamente fascinada por la historia de Ddraig, pero a la vez preocupada de esta supuesta batalla a muerte.

-¿Por qué debería enfrentarme a muerte contra alguien que ni siquiera conozco? No tiene sentido. Además de que no le guardo rencor ni algo parecido.

-[Tienes razón al decir que tú no tienes ningún motivo para pelear con él o ella, pero que tu no quieras pelear no significa que este no querrá pelear contigo]

-¿No hay alguna manera de evitarlo donde no tengamos que pelear a muerte?*A Akeno le aterraba el hecho de que tenga que matar y que su vida este en juego.

-[Desafortunadamente, siempre que mi usuario se encontraba con el de Albion, siempre terminaba en una batalla a muerte. Algunos ganaron, otros murieron o ambos terminaron muertos en la batalla]

Akeno se deprimió ante lo escuchado. Tener que pelear si o si en una batalla contra su supuesto rival que ni siquiera conocía, y no poder evitarla, es frustrante ¿No pueden llegar a un acuerdo? ¿Era necesario matarse? Y un sin número de preguntas rondaban su cabeza.

-[Sé que no te gusta esto, pero no sabemos cómo actuara tu rival. Puede que lleguen a algún acuerdo o puede que te fuerce de alguna manera para pelear con extorción o amenazas, pero si quieres tener la última palabra en todo esto, solo tienes que hacerte lo suficientemente fuerte para no tener que ceder en nada de lo que te importe]

Es cierto. Akeno sabía que Ddraig tenía razón, sino quiere perder nada importante para ella, solo debe volverse lo suficientemente fuerte, así podrá proteger a su madre, nadie la obligara a hacer cosas que no quiere y será la dueña de su propio destino.

-¿Cómo me hago fuerte, Ddraig-san? Incluso si tengo talento y un gran potencial, no tengo entrenamiento previo en ninguna de mis habilidades naturales ¿Cómo puedo empezar?

-[Primero partamos conociendo un poco tu Sacred Gear, ya que este será el núcleo más importante de tu fuerza desde ahora. Tus otras habilidades pueden esperar…]*Ella asintió de acuerdo ante lo dicho por Ddraig, quien proseguiría*[El Boosted Gear tiene como habilidades copias de las que una vez use en vida. Sin embargo, no todas están disponibles, solo dos de mis habilidades han sido usadas por todos mis portadores. Ya conoces la primera que es duplicar tu poder cada 10 segundos hasta lo que tu cuerpo aguante. La segunda te permite transferir el poder duplicado acumulado a cualquier cosa, ya sea a otro ser vivo, armas, ataques mágicos, ect, para hacerlos más fuertes o mejorar sus características]

-¿Solo poseo esas dos habilidades? ¿Qué pasa con el resto?*Pregunto Akeno.

-[Lo que pasa es que el maldito del Dios Bíblico las sello y nadie ha podido liberarlas hasta ahora]

-Entonces ¿Cómo entreno?

-[Bueno, tienes grandes reservas mágicas que aún deben desarrollarse y tu talento para ello parece ser grande. En mi opinión, deberíamos empezar enfocándonos en tus capacidades físicas y después las mágicas, para que así con todo eso junto y bien equilibrado seas una combatiente mágica de larga, media y corta distancia. Opciones de un estilo o forma de pelear no te faltan, y es mejor que las efectúes todas]

-Entiendo, pero… ¿Por qué me lo recomiendas de esa manera?*Pregunto Akeno.

-[En una pelea entre un Mago y un Caballero ¿Cuál de los dos crees que ganaría?]*Pregunto Ddraig.

-¿Eh? B-Bueno…*Akeno se puso algo pensativa*¿E-El Caballero?

-[Respondiste con una duda, por lo que no estas segura y es entendible. Mira, no estás del todo equivocada en tu respuesta. Los Magos son muy débiles físicamente y su mayor fortaleza son sus ataques mágicos a distancia, y los Guerreros que combaten de frente son muy fuertes físicamente, a veces no teniendo un ataque a distancia. Solo ganara el que sea más hábil, pero tú puedes ser estos dos combinados]

-Entonces ¿Me enseñaras a pelear, Ddraig-san?

-[Lamentablemente no. No es que no quiera enseñarte, es que siempre pelee como un Dragón y no como Humano, por lo que sería difícil enseñarte algo apropiadamente. Y estando sellado solo puedo aconsejarte]

-Si no puedes enseñarme, entonces… ¿Debería pedírselo a Otou-san?*Akeno veía eso como la opción más viable.

-[Sugiero que por ahora seas autodidacta, que aprendas por tu cuenta. Si es cierto la posibilidad de que él no tenga aliados en Grigori, no sería mala idea de que él te entrene, pero… Como sabes, él pasa mucho tiempo fuera de casa. De seguro regresa a Grigori para seguir con su deber como uno de sus líderes para que no sospechen. Por lo que pedirle ayuda sabiendo que apenas consigue tiempo para estar con ustedes en familia, lo haría enfocarse mucho en ti, descuidar sus obligaciones y podría llamar la atención de sus congéneres. Lo cual podría ser malo en el peor caso]

-E-Entiendo…*Akeno debía reconocer que era verdad. No tienen un apoyo fuerte y eso es malo para sus objetivos.

-[Bueno, volviendo a lo de como entrenarte físicamente. Como todavía eres una niña, poner demasiada tensión en tu cuerpo sería perjudicial, por lo que iremos con lo siguiente… Quiero que todos los días salgas a correr con todo lo que tengas y cada vez vayas más lejos, quiero que te pongas alguna meta, una distancia a recorrer y las realices en el menor tiempo que puedas. Luego de que te acostumbres a esa distancia, puedes ir aumentando el recorrido o centrarte en disminuir el tiempo de ejecución. Además, puedes agregar parkour a tu recorrido para hacerlo más interesante, sumando también saltos, sentadillas, flexiones, abdominales, barras. Todo tipo de ejercicios utilizando tu peso para realizarlas. Estaremos así hasta que tu cuerpo pueda resistir entrenamientos más intensos conforme creces]

-Se oye bastante normal…*Dijo Akeno.

-[¿Esperas que te de un entrenamiento que te deje al borde de la muerte? Niña, no esperaba que fueras masoquista]

-¿Qué es masoquista?*Akeno inclino la cabeza en duda.

-[Olvidaba que hablaba con una niña. No es nada importante, solo estoy divagando. Ahora pasemos a la última parte de tu entrenamiento. Deberás invocar y aprender a usar el Boosted Gear]

-¿Cómo invoco mi Sacred Gear?*Pregunto Akeno.

-[Solo tienes que desearlo con fuerza imaginándote a lo que tu consideres lo más fuerte para ti o con emociones fuertes. Por ejemplo, imagínate a ti misma como uno de esos personajes ficticios que te gustan y deséalo con fuerza, así podrás invocar el Boosted Gear]

-¿Así de simple? ¿A quién se le ocurre crear un artefacto que se despierta cuando piensas en algo de gran poder o vivir una emoción fuerte…?*Cuestiono Akeno.

-[Aunque el proceso de despertar sea simple, también se necesitan ciertos requisitos para que el despertar se efectué perfectamente a la primera. En otras palabras, que el individuo tenga talento o poder natural de nacimiento como tú. Es gracias a eso que puedo comunicarme contigo a pesar de tu corta edad y nulo entrenamiento, ya que tu genética te lo permite. Si fuera en caso de un Humano ordinario sin talento como el tuyo, este no podría escucharme aunque le hablara, ya que no tiene lo necesario para ello y necesitaría que el usuario este en una edad adulta como mínimo para poder contactarlo al ya tener un cuerpo bien desarrollado. Y si este mismo tipo de usuario sin talento lograra invocar el Sacred Gear a una edad similar a la tuya, tendría que ser alguien con mucha suerte y con emociones muy fuertes. Puede que los niños sean muy enérgicos, pero eso no significa que todos tengan la misma gran cantidad de emociones fuertes para despertar un Sacred Gear de manera inconsciente. Eso sería como un 0,1% de probabilidades]

-De ser así, es ridículo que el Dios Bíblico les de esas cosas a personas que ni siquiera tienen actitudes para pelear. Es como enviarlos al matadero. Sería más fácil que caigan en manos talentosas.

-[Es cierta tu lógica, pero no lo pienses mucho. Nadie sabe cómo piensa ese Dios y el porqué de su esparcimiento al azar de esos objetos. Solo enfócate en lo que debes hacer]

-Está bien…*Akeno suspiro y se golpeó las mejillas con sus palmas*¿Debería empezar invocando el Boosted Gear?

-[Si, pero sugiero que no lo hagas ahora. Tu padre está en casa y él podría sentir la energía que liberarías al invocarlo. Espérate a mañana a que él se vaya y después ve a un lugar algo aislado para empezar tu entrenamiento]

-Está bien…*Asintió Akeno, para después bostezar*. Ya es muy tarde y es demasiado que procesar… Buenas noches, Ddraig-san.

-[Igualmente, compañera… y no dudo una cosa, serás la usuaria más poderosa del Boosted Gear que existirá jamás]

Eso fue lo último que ella escucho de Ddraig, para así quedarse dormida.

Un nuevo universo había nacido producto del azar del destino, uno que cambiara la historia antes preescrita.