No soy dueño de la franquicia Fate, Highschool of the Dead o Triage X, cada uno de ellos pertenece a sus respectivos propietarios.

Ah, era una noche fría, tan agradable hasta ahora. Solo iba por algunos bocadillos para poder trabajar de manera más relajada, pero la vida ciertamente te da sorpresas.

Allí estaba yo, boca arriba en el suelo, con la mano en una herida a mi costado y tosiendo Sangre en momentos aleatorios, sin poder hacer otra cosa que distraerme con mis pensamientos.

Supongo que no importa el lugar en el mundo en que estés, ser apuñalado por un bandido es algo que puede sucederle a cualquiera. Especialmente a alguien poco entrenado para la defensa personal como yo.

La primera herida fue a traición, por la espalda, no sé el punto exacto, pero puedo adivinar, ya que ni siquiera puedo moverme.
Podía escuchar los gritos de terror de alguien cerca, pero mientras intento respirar, no es algo a lo que puse especial atención. Digamos que mis pulmones no eran los mejores antes, y me había acostumbrado a cierto nivel de respiración cuando estos actuaban, lo que me hacía parecer relajado, y, sin embargo, no podría estar más asustado en este momento, aunque mostrara lo contrario exteriormente.

Ah, morir de esta forma, sin cumplir mis metas, sin conocer el amor, y entristeciendo a mi familia de esta manera. Las lágrimas que derramé no fueron solo por el dolor en ese momento, sino por el arrepentimiento de no haber cumplido con mis sueños y de las cosas que nunca podre experimentar.

Yo nunca había pensado en la muerte, solo viviendo el día a día. Pero era algo tan cercano en este momento, tan palpable, que ya sabía que la conocería pronto, y derramé aún más lágrimas, acompañadas de un sollozo similar al de un niño.

. . .
De tener otra oportunidad, no me importaría ser nuevamente de clase humilde, pero me gustaría ser lo suficientemente fuerte como para defenderme de cualquier atacante, o defender a mis seres queridos.

De tener otra oportunidad, me gustaría que el amor no fuera tan difícil de encontrar, para alguien tan torpe como yo.

De tener otra oportunidad...
Todo oscureció de manera tan suave y fluida, que ni siquiera me di cuenta.

. . .

¿Qué era esta calidez?

Ah, me sentía como flotando...

Más importante, el dolor había desaparecido.

Supongo que fui salvado.

Cuando mi consciencia volvió de manera más estable, escuché gritos, no de terror, sino de alguien genuinamente furioso. No entendía la situación, pero por extraño que puede parecer, lo que me llamó la atención, no fue tanto la furia en la voz, sino el lenguaje utilizado. Fue breve, pero pude reconocer que se trataba del idioma Japonés.

¿Dónde estaba? ¿Me llevaron a un hospital extranjero o algo así?

El cansancio me abrumaba, pero eso era normal, acababa de ser apuñalado y seguro había perdido mucha sangre.

Intenté abrir mis parpados. Concedido, no podía ver nada de manera clara y, sin embargo, sabía que no estaba en un cuarto de hospital, ya que no solo podía ver la luna borrosa en lo que supuse, era un agujero en el techo, sino que estaba entre las ruinas de lo que parecía una casa.

La inquietud que sentí hizo que algunos quejidos escaparan de mí.
Al instante el rostro de una mujer, la cual noté que, ¿me cargaba? Giró de manera bastante ágil y con un rostro consternado, salió corriendo conmigo en brazos, mientras los furiosos gritos se quedaban atrás.

Me estaba volviendo loco, ¿Qué estaba pasando aquí?

La mujer me dirigió algunas palabras mientras corría, no entendí todo lo que decía, pero mi conocimiento del idioma no era cero, gracias a las series Japonesas a la que era tan fanático. Ella dijo: —Yo te protegeré, mi bebe.—

Los engranajes en mi mente comenzaron a girar, y mi cuerpo actuó, levantando una pequeña mano frente a mí, la cual me quedé viendo por un largo rato.
Luego de un momento de pensamiento y entender parcialmente mi situación, únicamente una palabra salió de mi boca.

—¿Wah?—

5 años después.

Los primeros años de nuestra vida no se registran realmente en nuestros recuerdos, se especula que antes de los 4 años no tenemos la capacidad cognitiva y de lenguaje para formar la memoria. Todo eso en realidad es una ayuda para que no tengas en tu mente quemada a fuego, la imagen de tu madre amamantándote.

Se podría decir que me esfuerzo por olvidarlo, el problema con querer olvidar algo con fuerza, es recordarlo con esa misma intensidad.

Suspiré.

Me siento tan inútil. Quiero decir, si, solo tengo físicamente 5 años, pero mi mente adulta me ruega que trabaje para ayudar a mi madre y reducir su carga.

En estos momentos estaba solo en casa mientras mi madre trabajaba. Por supuesto, mientras ella estaba fuera, no iba a quedarme sin hacer nada, así que tomé nuestra escoba, la cual era un palo conectado a unas ramas, y barrí la casa lo mejor que pude. La puerta de la casa estaba cerrada, así que solo pude colocar todo en una esquina hasta que ella volviera.

Me detuve y contemplé mi trabajo. Ok, seré honesto, no había mucho que limpiar. Nuestra casa no era realmente espaciosa, pero era nuestro hogar. Un futón se encontraba al fondo en el suelo, tomando así, una cuarta parte del tamaño de la casa. Paredes de madera formaban parte de los costados y los restos cocidos de una carpa funcionaban como techo. Era solo una formalidad, ya que nuestro 'techo' real se encontraba sobre la casa.

Una brisa agitó ligeramente la carpa sobre mi cabeza, dejándome ver un segmento del puente sobre mí. Entonces, sí, somos vagabundos.

Recuerdo mis palabras antes de morir, por lo que supongo que la parte de —una vida humilde—, está cubierta con creces, jaja. Aunque, por fortuna, no fue lo único escuchado en mi fallecimiento. Miré a mi costado en un pequeño espejo cercano y...

Joder. Nunca fui una persona narcisista, pero, maldición, yo era un niño hermoso, más que eso incluso. Quiero decir, escuché a mi madre decirlo cientos de veces, pero ¿no es lo que siempre hacen las madres? Siempre sonreí cuando lo decía, ya que realmente podía sentir el amor de mamá en cada ocasión, pero, wow.

Nunca vi a mi padre, por lo que no puedo decir, pero yo era muy diferente a mi madre. Ella tenía el pelo negro como la tinta, y el mío Blanco ligeramente plateado. Cuando su piel estaba bronceada por todo el tiempo que pasa en las calles, yo era como una figura de porcelana. Cuando sus ojos eran tan negros como su pelo, mis Ojos eran un azul similar al mismo cielo. Pero lo que más sobresalieron fueron los rasgos faciales. Quiero decir, mi madre no era fea en ninguna manera, de hecho era bella, pero mi rostro... Solo una oración viene a mí cuando lo veo.

—Mi cara fue tallada por los mismos ángeles.—

Sin embargo, puede que no me parezca a mi padre, y esa fue la razón por la que ella escapó conmigo. No, mi madre no lo engañó. La razón de mi forma actual se basa en uno de mis deseos finales, en mi lecho de muerte, y no lo noté hasta que mi madre me hizo utilizar una bolsa en la cabeza, que me hacía ocultar mi rostro para salir a pasear con ella. Hay una razón tras la máscara o bolsa en la cabeza en este caso, aunque llegar a eso como la solución no es tan común. Cuando tuve la edad para caminar, Salí con ella a pasear y, REALMENTE, llamé la atención, pero de una manera equivocada. Varias personas intentaron alejarme de mi madre, y llamaron a la policía por un supuesto secuestro, ya que yo no me parecía para nada a ella.

Ella, por supuesto, corrió con todas sus fuerzas, y cuando perdió a los persecutores, hizo esta máscara para evitar que esto volviera a ocurrir.

Por extraño que parezca, fue allí donde hice la primera conexión, y algunos sucesos pasados cobraron sentido, pero para salir de toda duda lo comprobé en un momento similar a este, es decir, cuando ella no estaba en casa. Lo primero que se me ocurrió, al no haber ningún objeto pesado con el cual probar si mi fuerza era sobre humana, fue saltar. No intenté hacerlo con todas mis fuerzas, en caso de tener razón, y agradezco a mí yo de ese momento por la precaución, ya que aun reteniéndome, di un salto que casi me hace salir de la casa por el techo. Teniendo en cuenta que la altura de la casa eran 2.50 metros, y mi altura era unos 103 cm, bueno, fue algo que no dejas pasar tan fácilmente.

Te preguntarás, ¿Cómo no supiste antes que tenías habilidades sobre humanas? Simple, ni siquiera lo intenté. Quiero decir, si vuelves a ser un niño, pero con tu mente actual, sabrás de muchas cosas que no debes intentar para mantener tu salud física. Entonces, antes de saber sobre esto, pensé en mí como un niño normal y así actué. Quiero decir, si eres un niño de menos de 5 años, no creo que lo primero que intentes sea saltar de un tercer piso para comprobar que tan inhumano eres. Por otro lado, agradezco haberlo descubierto a tiempo, ya que si yo hubiera crecido sin el conocimiento de mis estadísticas actuales, es muy posible que terminara matando a alguien accidentalmente o en una mesa de disección, dependiendo del mundo donde termine.

Pero ahora que lo descubrí…

Un escalofrío simplemente pasó por mi espina dorsal, seguido de una sonrisa de emoción. ¡Era genial, fantástico, simplemente increíble! Yo quería saltar más, gritar de alegría. Quiero decir, yo era un fanático de la franquicia de Fate, y ahora, incluso si no tenía todas las pruebas, dada mi apariencia, la cual era similar a un personaje de esa franquicia y mis habilidades probadas hasta ahora, yo era un Demi-Servant, y no de cualquier héroe, ¡yo era el jodido Lanling Wang!

Un sujeto tan hermoso que usaba una máscara durante la batalla, para que su ejército no se embelesará con su belleza. Hijo de la familia imperial y un comandante militar tan capaz y poderoso que en batalla logró atravesar a los enemigos circundantes de diez mil hombres con solo quinientas caballerías, además de apoderarse con éxito de la ciudad enemiga. Por su fuerza y destreza en la batalla fue alabado como el dios de la guerra de Qi.

Mi deseo de poder defenderme de cualquier enemigo, así como a mis seres queridos, estaba cubierto sin duda, y por la apariencia, el amor podría ser un poco más fácil de encontrar. . . ¿Correcto?

Un momento de silencio.

Se dice que todo lo que sube tiene que bajar, y eso fue lo que pasó exactamente en este instante. Dejé de celebrar cuando un pensamiento pasó por mi mente, y el color dejó mi rostro. Para recibir un regalo como este, ¿qué significaba? ¿Yo estaba en un universo diferente al mío? ¿Era esto como uno de esos fanfic que había leído? Y el pensamiento más terrorífico. De ser un mundo de fantasía, ¿en cuál estaba?

Sé que estaba actualmente en Japón, en la era moderna, así que, la lista donde podría estar es muy larga. Podría estar en el Nasuverso, highschool DXD, Campione, entre otros. A pesar de las lindas chicas que se podrían encontrar en cada uno de esos mundos, no son lugares donde alguien que ama la paz y tranquilidad quiere estar.

Cerré los ojos y traté de tranquilizarme, mientras hacía algunos ejercicios de respiración.

Espera, tranquilo, esos no son los únicos animes que cumplen con ser realizados en Japón en la era moderna. De hecho, si cuento los de romance, comedia o recuentos de la vida, la lista puede extenderse bastante.

Está bien, no sé cuál sea la respuesta, pero no estaría de más prepararme. Lo primero sería conocerme a mí mismo. Quiero decir, el cuerpo que poseo en este momento. Según recuerdo, el Noble Phantasm de Lanling, era literalmente su rostro. Así que mantener una máscara podría ser de ayuda, al menos hasta que sepa en qué universo me encuentro.

Sus estadísticas son realmente buenas, quiero decir, tengo fuerza y resistencia de rango B, lo que me iguala en esos aspectos con el rey de los caballeros. Agilidad A+, la cual para alguien que era tan lento para reaccionar, era una verdadera bendición. Es como colocarle un motor de fórmula 1 a una tortuga.

Mi suerte era apenas un rango por encima de Emiya, pero seguía siendo mucho mejor que el humano promedio. Mi maná era de igual manera de rango D, pero no importaba mucho, ya que yo no era un Caster, pero dependiendo del mundo donde estoy, podría ser útil.

Buscar algún lugar que me entrene con la espada sería útil también, puesto que Lanling es un Saber, así que es muy posible que tenga talento con las espadas. Por ahora esto sería lo básico, solo fui un chico normal en mi vida pasada, y no me he vuelto un genio estratega.

Escuché sonidos en la entrada, y viendo hacia arriba, noté los colores cálidos del atardecer colándose por el "techo", mostrándome lo avanzado del día. De inmediato me dirigí hacia la puerta, y como era costumbre, sonreí para hacer, lo único que puedo hacer en esta etapa de mi vida.

Cuando la puerta se abrió y la figura de una mujer cansada se mostró, con la mejor sonrisa que pude colocar, dije:

—Bienvenida a casa, mamá.—

—Estoy de vuelta Aki.— Respondió, el color y una pequeña sonrisa regresando a su rostro, y tan pronto como dejó en el suelo la pequeña bolsa que traía, me dio un gran abrazo, el cual devolví gustoso.

Aki era la forma cariñosa en que mi madre me llamaba, pero mi nombre completo era Akihiko, que significa príncipe resplandeciente. Me gusta mi nuevo nombre, pero el significado me da un poco de vergüenza, realmente no pude evitar sonrojarme al escucharlo por primera vez. Y, sin embargo, es apropiado, no tanto por mi persona misma, sino por Lanling, ya que era un príncipe. Las madres tienen unos instintos aterradores. En el momento no tenía apellido, dado que mi madre decidió deshacerse del apellido de mi padre luego de dejarlo, pero se avergonzó demasiado como para usar el apellido del lado de su familia.

Ella dio un vistazo a la casa, dándose cuenta de inmediato de mi labor.

—Mi principito es tan bueno.— Dijo alegremente.

Entonces ella termina el abrazo y da un aplauso con sus palmas.

—¡Tengo una sorpresa para ti!— Ella mantenía una sonrisa al decirlo, pero yo la conocía bien, y sentí cierta inquietud detrás de sus palabras.

Solo por esto, yo ya tenía una idea de lo que diría, y en realidad me animé.

—Esta noche es el festival de verano, y pensé que podría reparar tu Kimono.— Saco aguja eh hilo de la pequeña bolsa que trajo consigo.

Yo poseía un viejo Kimono que ella había encontrado en la basura. Tenía un poco de daño, el cual ella podía reparar fácilmente, ella es una mujer de muchos talentos.

—¡Yeeeeiiih, Un festival!— Volví a abrazarla.

Mi madre solo suspiró y una sonrisa algo cansada llegó a sus labios. Ella sabía lo que yo sentía, o al menos un poco.

Sí, sé que no debería estar tan emocionado por salir, pero tengo mis razones. Luego del incidente donde casi somos separados, ella se ha vuelto a un más sobre protectora que antes. Quiero decir, entiendo que su hijo pequeño casi fue llevado lejos de ella, pero soy básicamente un prisionero. Salgo solo en contadas ocasiones y dada mi edad, siempre acompañado y por poco periodo de tiempo, eso puede ser un problema más adelante. Me refiero a que, la edad en la que, por ley, debo ir a la escuela es a los 6 años, y mi relación con otros seres humanos hasta el momento es cerca de 0. No es nulo porque hablo con ella, claro. Aunque la entiendo en cierta manera, de no ser por la conciencia de mi vida pasada, sería un niño sin habilidades sociales o con algún tipo de problema psicológico.

Este era el primer paso, no solo para que yo pueda salir al mundo, sino para que ella pueda curarse, por así decirlo.

Mi emoción parece haberse contagiado un poco a ella porque su sonrisa ya no parecía tan tensa.

En poco tiempo ya estaba vestido para la ocasión y en camino al festival, de la mano de mi madre y con mi bolsa en la cabeza, que tenía 2 agujeros para así poder ver.

Ya había oscurecido, pero las luces de la ciudad mantenían todo bien iluminado. Miraba con infantil emoción todo a mi alrededor, y no fue algo que tuve que fingir demasiado. Me sentía como un reo que veía el exterior luego de ser acusado falsamente.

Estábamos muy cerca a la entrada del festival, y antes de llegar a dicha actividad, había una especie de templo, o al menos esa fue la sensación que me transmitió.

En cada salida aproveché para hacerle notar que no era saludable el estilo de vida que me estaba imponiendo, pero no quería ser demasiado obvio. En esta ocasión simplemente me detuve. Ella solo me vio girar la cabeza lentamente y por mi lenguaje corporal ella sabía que yo estaba admirando el lugar.

—Wow, es tan bonito—Fue añadido, solo para acentuar que realmente había plasmado el lugar en mi mente.

Ella sonrió suavemente, y pude sentir en esa sonrisa una punzada de culpa. Quiero decir, este era un lugar sin brillo y totalmente normal, pero esta era mi reacción, este punto de mi plan, parece estar funcionando adecuadamente hasta el momento.

Entonces comencé a caminar nuevamente y señalé a delante.

—¡Vamos mamá, estamos a punto de llegar!— traté de inyectar toda la alegría que pude en mi voz. Ella me dio una de esas sonrisas con ojos cerrados, y así comenzamos a avanzar nuevamente al lugar.

Fue justo como lo veía en los documentales y series animadas, no, era aún mejor verlo en persona.

Las luces, los puestos, es como si todo resplandeciera. Paseamos por varios puestos, aunque no nos detuvimos demasiado tiempo en ninguno dada la falta de dinero. En cierto punto, ella rompió mis expectativas al dirigirnos a un puesto de Takoyaki. Giré para verla y ella me devolvió la mirada y sonrió, ella seguro notó mi sorpresa.

Yo sabía que no teníamos dinero para desperdiciar, y aun así, que ella sacrificara algunos de esos pocos Yenes para hacerme ese regalo, me hizo sonreír. Nos detuvimos detrás de una pareja, la cual esperaba su orden.

—Apresúrate anciana, no tenemos toda la noche.— Decía el hombre alzando su voz. Parecía el típico bravucón que podrías ver en las series. Pelo rubio teñido y uniforme escolar negro, con la chaqueta desabotonada. Noté por el movimiento de su ropa, que tenía una navaja oculta, eso me hizo tensar un poco. Mi madre apretó mi mano, intentando calmarme, malinterpretando la razón de mi inquietud. Posiblemente, ella piensa que es a causa de los gritos, y no de esa arma blanca.

Luego que la señora encargada del puesto entregara el envase de cartón con el delicioso alimento, simplemente lo tomaron y le tiraron las monedas, impactando en su pecho y cayendo al suelo en consecuencia.

—lo tienes merecido vieja bruja.— Decía la chica al lado del bravucón. Que podía decir de ella, era linda, no podía negarlo, pero su apariencia se veía empañada por sus expresiones faciales. Llevaba un uniforme escolar blanco con la falda verde con un moño negro sobre su, bastante pronunciado pecho, y una larga melena naranja. No parecía teñida igual que el chico a su lado, así que, era real.

Me tomé un minuto para observar alrededor a las personas circundantes. Hay cosas que si no piensas en buscarlas, ni siquiera las notas. Quiero decir, ahora noto una variedad de colores en el pelo de las personas, aunque raramente aparecía uno que sobresaliera demasiado. Este definitivamente no era el Japón que yo sabía de documentales, pero sí de series animadas.

Sentí que avanzábamos y mi concentración volvió al asunto en cuestión. La señora del puesto se levantó viéndose miserable, pero manteniendo la compostura. Es un trabajo más difícil de lo que había pensado.

—Un servicio de Takoyaki, por favor.— Al escuchar la voz, la vendedora trató de recomponerse, pero al mirar al frente se quedó momentáneamente sin palabras.

Una cosa para aclarar seria que, incluso si nosotros no vestíamos como pordioseros, aún se podía notar el bajo estatus social, por lo que era difícil conseguir un trato similar a los demás ciudadanos. Supuse por la mirada de la señora del puesto de Takoyaki, que ella no pensó que podríamos pagar por lo que pedíamos, y que mi madre me usaba para conseguir comida gratis. Mi madre debe haberlo adivinado también, ya que inmediatamente presentó algunos Yenes, a lo que la señora suspiró algo aliviada.

Tras esto, entregó el envase con el Takoyaki con su sonrisa aún tensa, para que posteriormente mi madre me lo entregara a mí.

—¡Gracias Mamá!— Giré hacia la señora, yo sabía por experiencia, qué momentos como el de hace un rato podían arruinar el día de alguien. Era bastante fácil arruinarlo, pero también podía ser arreglado, ya que no solo el mal humor era contagioso.

—¡Muchas gracias, hermana mayor!—

La señora del puesto parecía sorprendida, y luego parecía alegrarse un poco por mis palabras. Quiero decir, indirectamente halago su apariencia haciendo referencia a un rostro más joven, incluso si estoy exagerando un poco, es más creíble viniendo de un niño inocente, ¿no?

—Ma, ma~, qué niño tan educado— dijo colocando una mano en su mejilla y nos despide con una sonrisa.

Mientras nos alejamos, mi madre coloca una mano sobre mi cabeza acariciándola. Lo tomo como ella aprobando mis acciones, así que solo río infantilmente. Este resultó ser un día divertido, pero parece que había terminado. Mi madre me sujetó de la mano y nos dirigimos a la salida, pero de repente nos desviamos a unos arbustos detrás de uno de los puestos.

La vi con extrañeza, ella simplemente se agachó, colocándose a espaldas del festival, cubriéndome de la vista.

—Aki, ¿recuerdas el lugar bonito que vimos antes de llegar?— Yo asentí. —Si caminas en esa dirección puedes llegar allí.— Me señaló un camino entre matorrales detrás de los puestos del festival. —¿crees que podrías ir y esperar a mami allí, por favor?—

No estaba seguro de lo que pasaba, pero dada su inquietud, era mejor no complicar las cosas. Volví a asentir.

—Buen chico.— Ella me palmeó la cabeza de manera apresurada y me empujó suavemente a los arbustos.

Yo pensaba hacer lo que me pidió, pero mi curiosidad me llamaba a descubrir lo que sucedía. En el momento que ella me perdió de vista, comenzó a ir en dirección contraria y yo salté a la rama de un árbol cercano. Allí vi a personas con traje formal siguiéndola. No parecían matones, más bien por lo que pude deducir por sus gritos, eran los agentes de protección infantil.

Ah, esto era problemático. Había tanto significado detrás de esto. Era algo para pensar a fondo, lo cual haría más tarde, pero por el momento para no preocuparla,
decidí obedecer y dirigirme a la entrada anteriormente señalada.

Llámame cobarde, pero no me atreví a ir de rama en rama, podría resbalar y llamar atención no deseada, así que decidí, ya que aún era inexperto sobre los límites de mi cuerpo, ir a lo seguro. Salté del árbol y estando en tierra firme, use los arbustos para evitar ser visto, y en poco tiempo llegué al objetivo, aunque me topé con una escena inesperada.

Allí estaban dos niños, uno posiblemente de mi edad, con el pelo castaño oscuro, y otra niña, posiblemente 1 o dos años más joven, con el pelo rosa. No me sorprendió en este punto, he observado que la mayor variedad de color de pelos está en las chicas, mientras que los varones se mantienen en tonos oscuros de marrón o negro en la mayoría de los casos.

El niño tenía un palo sujetado como un bate, y la niña lloraba detrás de este, mientras frente a ellos, un perro bastante flaco les gruñía.

Noté que el perro, a pesar de que gruñía amenazadoramente, tenía su cola escondida entre sus patas, una clara señal de miedo, así que, es posible que esté tras de algo, algo por lo que se prepararía a atacar, incluso si no le gusta la idea. Su objetivo, por supuesto. . . Miro la mano de la niña, la cual sujetaba algo similar a una brocheta, que para ser honesto, tenía muy buena pinta.

Oh, hombre, no quería pegarle al pobre animal que solo buscaba comida, esperaba que esto saliera bien, o podría lamentarlo más tarde.

Entonces, sople tratando de hacer sonidos tranquilizadores, para llamar la atención del perro. Esperaba que esto no fuera contraproducente, o tendría que mostrar de lo que soy capaz, con tal de no permitir daño a esos niños.

Veo que las orejas del perro se levantan y mira rápidamente en mi dirección. Entonces, se congela para poco después lanzar unos quejidos lamentables mientras retrocede de los niños, los cuales ven todo con sorpresa.

No esperaba esa reacción, pero entonces, los perros tienen mejor instinto que los humanos, por lo que puede saber, por lo menos instintivamente, que soy peligroso.

Para terminar con esto, tomo un par de los Takoyakis haciéndolos saltar en mis manos. Lo veo fijarse inmediatamente en la comida y entonces, los lanzo ligeramente a unos arbustos alejados. De esta manera, el perro sale de ese lugar, no antes sin haber echado un vistazo fugaz hacia mi dirección.

Cuando miro en dirección a los niños, el chico había caído hacia atrás, y comenzaba a sollozar sin soltar el palo mientras la niña detrás lloraba con bastante más fuerza. Supuse que era una reacción natural de los niños ahora que el peligro se había ido.

Caminé hacia ellos, hice una pequeña escala para darle unas palmaditas al chico en la cabeza. Las palmaditas estoy seguro de que no le molestara, los niños no tienen ese orgullo que los adultos poseen y en momentos como este, solo quieren sentir que lo peor pasó.

—Lo hiciste bien.— Simplemente, dije, mientras este niño me recordaba a mi sobrino en una vida pasada. No pude evitar sonreír.

Entonces me dirigí a la niña, pero ella ciertamente gritaba con bastante fuerza.

—Todo está bien, tranquila.—

—AAAAaaahhhhhhh Aaaaahhhhh— los gritos se intensificaron, y estaba seguro pronto seria doloroso para ella. También estaba el punto de llamar la atención de terceros, y en este momento se supone que debo pasar desapercibido.

Bueno, yo tenía el medio para que ella dejara de gritar, y honestamente, quería ponerlo a prueba en esta situación relativamente controlada. Entonces, sujeté la bolsa que estaba en mi cabeza por ambos lados y la levanté para que solo la niña frente a mí me viera.

—Todo está bien ahora, princesa.— Dije tratando de transmitir seguridad. ¿El título de princesa? Bueno, ella parecía una pequeña princesita con su lindo kimono y pelo rosa peinado en dos pompones a los lados.

Se sintió cierto cambio en el ambiente cuando mi voz salió sin el obstáculo de la bolsa frente a mí. Según la leyenda, incluso usando una máscara, su voz transmitía un carisma que no podía ocultarse con su máscara. Uh, supongo que podría disminuirse el efecto si algo obstaculiza mi voz.

Entonces la niña de saludables pulmones me dirigió la mirada, una que sin duda podría estar empañada por las lágrimas, y se detuvo en seco. Quiero decir, ella se detuvo por completo, y temí por un momento que no estuviera respirando, pero luego pude ver como tomó una larga inhalación de aire, aunque parecía más por la sorpresa que por la necesidad misma. Cuando comenzaba a pensar que quizás no fue mi idea más brillante mostrar a una niña lo que literalmente era la cristalización de una leyenda, ella dijo con una linda voz infantil. —Príncipe.— Y me di cuenta de que quien había detenido su respiración Fui yo, pero por miedo a haberle causado algún daño.

Al ver que ella estaba bien, pude relajarme. Puse mi índice en frente de mis labios y cerré mi ojo derecho.

—Shhh, ese es un secreto.— Dije lo suficientemente bajo como para hacerlo creíble para la niña. Pude ver sus ojos iluminarse y colocar sus manos cerca de su pecho cómo si hiciera una oración.

Eh, funcionó bastante bien para tranquilizarla. Ya que ninguno resultó herido, este sería simplemente un recuerdo que se perdería en sus memorias sin ninguna repercusión real en el futuro. Quiero decir, solo mostré mi cara, ¿qué es lo peor que podría pasar?

Pude escuchar arbustos cercanos, moverse y volví a colocar mi bolsa en la cabeza.

Al girar en esa dirección pude ver a mi madre, la cual se asomaba con paso rápido, pero sin nadie siguiéndola.

Entonces, ella tomó mi mano apresuradamente y tiró de mí en dirección contraria al festival. —Aki, nos vamos.—

No la cuestioné, ya tenía una idea de lo que pasaba, así que simplemente la seguí y giré ligeramente hacia atrás, solo para sacudir mi mano en despedida a los niños.

Noté una mujer de pelo color vino que se acercaba a los niños y se agachó al lado de la niña de pelo rosa. Tenían cierto parecido, así que supuse era su madre. Entonces, giré hacia delante y seguí a mi madre y su ritmo apresurado.

En aquel lugar:

—Niños, ¿están bien?— preguntó luego de notar los ojos rojos del niño y que este aún sollozaba ligeramente.

—Fue un perro, que nos quería morder.— Logró decir entre sollozos.

La mujer se horrorizó por un momento, pero luego de un chequeo apresurado a los niños, no vio ningún daño, así que se tranquilizó.

Ella solo había bajado la guardia por un momento para jugar en uno de esos puestos donde se ganan premios disparando con un rifle de juguete, cuando los niños ya habían desaparecido de su lado. Al final los encontró siguiendo la dirección general del grito que Saya había lanzado.

Aunque estaba un poco sorprendida. Saya estaba relajada mientras Takashi aún sollozaba por el momento sin duda aterrador para unos niños. Entonces, ella decidió ver en que se enfocaba su hija, y vio una mujer apresurada de la mano con un niño el cual tenía, ¿una bolsa de papel en la cabeza?

—Príncipe.— Escuchó a su hija susurrar. En ese momento, ella miró en dirección a esa mujer y el niño, y no tardó en entrecerrar los ojos con cierta luz de reconocimiento.

Ella estuvo allí el día en que nació el rumor, una vagabunda que secuestró a un niño rico. Quizás no pueda verle la cara al niño, pero no olvidaría el rostro de la mujer.

Escuchó pasos apresurados detrás de ella, y vio a un hombre y una mujer en ropa formal no relacionada con el festival, a los cuales les faltaba el aliento. Pudo notar la identificación colgando en el pecho del hombre y reconoció el logo de los agentes de protección infantil.

'Justo a tiempo.' Fue lo que ella pensó, y se acercó a esta pareja sin dudarlo.

Algunas horas más tarde:

Bien, aparentemente no tiene mucha importancia el tipo de existencia que soy, ya que al ser un niño, el sueño es algo que aún no puedo combatir tan fácilmente. Tampoco tengo necesidad de luchar contra este, puesto que no quiero afectar mi crecimiento de ninguna manera. Ahora bien, comencé a escuchar sonidos extraños que me sacaron del sueño, pero esto no fue suficiente como para quitar la somnolencia de mí, hasta que fui girado boca arriba en el futón. Lo que vi, me despertó por completo, más rápido de lo que creí posible.

Sobre mí, había un hombre desconocido de unos 40 años, jadeando tan pesadamente que podía ver su aliento salir de su boca, mientras bajaba el cierre de su pantalón y no quitaba su mirada de mi cara.

—¡Sí!— Dijo entre jadeos excitados —eres tú, he esperado esto por tanto tiempo.— Un fuerte sonrojo en su cara, mientras se bajaba los pantalones.

'¡A LA MIERDA, NO!' fue lo que pasó por mi mente. Nunca pensé que haría esto, ya que era el golpe más bajo que podría imaginar, pero honestamente, tampoco pensé que este escenario pudiera ocurrir.

Entonces él bajó su ropa interior. Ese fue un punto de no retorno, así que, sin mediar palabras, lancé una patada en las joyas de la familia. Lo siento, pero no me contuve, a mi edad no tengo toda mi fuerza como un Servant, apenas una fracción que me haría sin duda más fuerte que el hombre adulto promedio, pero no quería arriesgarme a fallar, no en esto. Luego del impacto escuché un crujido que me hizo estremecer. Creo que acabo de crear polvo de diamante. El sujeto ni siquiera gritó, el dolor no lo dejó, así que solo cayó al suelo con una cascada de baba saliendo de su boca.

Luego de ese susto, realmente inesperado, de inmediato vino a mi mente otra cosa que estaba mal. ¿Dónde estaba mi madre?

Hice un escaneo rápido de la pequeña casa y no estaba aquí. Así que, Salí apresuradamente en su búsqueda. Estoy seguro de que ella no permitiría algo como esto, así que algo debe haberle pasado mientras dormía.

Justo en la entrada había otra persona tirada allí. Mujer de unos 30 años con un uniforme similar al pervertido dentro de la casa. Espera. . . Fue cuando los reconocí como los agentes de protección infantil que perseguían a mi madre en el festival. La vi respirar ligeramente, así que no estaba muerta, y tampoco pude ver ninguna herida en ella, así que es posible que haya sido noqueada o sedada de alguna manera. Viendo que lleva el mismo uniforme que el tipo que acabo de patear, supongo que vinieron juntos.

Aún no podía entender lo que pasaba, o porque pasaba, pero en cuestión de un minuto eso ya no importaba. Mi mente se puso en blanco cuando a unos 200 metros podía ver a mi madre boca abajo en el suelo. Mi paso fue suave al inicio, pero segundos después me apresuré tan rápido como pude a su lado.

—¿Mamá?— Susurré suavemente mientras colocaba mis manos en su espalda.

—¿¡Mamá!?— Mi voz comienza a romperse al no ver que ella reaccionaba.

—Mam...— fue en este punto que sentí la humedad en mis manos. Tenía miedo de ver mis palmas porque sabía lo que encontraría allí. Fue entonces cuando mis lágrimas comenzaron a caer por su cuenta.

—¡Es allí oficial!.— Escuché una voz gritar a la distancia, pero poco a poco todo comenzaba a parecer tan lejano, y así, todo se volvió brumoso para mí, o mejor dicho, es como si hubiera entrado en piloto automático. Sé qué pasaban cosas a mi alrededor, y personas me hablaban o sacudían con fuerza, pero no reaccioné. Luego sabría que estaba en shock.

Yo me consideraba alguien que podía mantener su mente fría en situaciones desagradables, aparentemente no lo soy tanto. Supongo que en algún momento perdí el conocimiento, porque acababa de despertar en una cama sin duda más cómoda que en la que he estado durmiendo en todos estos años. Estando aun un poco aturdido me puse a estudiar mi entorno, era un pequeño cuarto y al reconocer varios equipos, supe que sin duda estaba en un hospital.

Me tomó unos segundos recordar lo que había sucedido y despabilé de inmediato. Si esto era un hospital, ella debería estar aquí. Es muy posible que ella esté bien, ya que recuerdo voces antes de perder el conocimiento. No había nada conectado a mi brazo, por lo que es posible que no vieran nada malo en mí, simplemente me dejaron descansar, pero tampoco tenía mi bolsa para la cabeza cerca, lo que supongo es normal.

Pensé simplemente salir y buscar a mi madre, pero, a pesar de mi apariencia, no soy un niño, por lo que no causaría problemas cuando mi madre quizás esté en la sala de operaciones, entonces, yo esperaría. Sin embargo, luego de lo sucedido, realmente no quería mostrar mi rostro, ¿Por qué? Recuerdo las palabras de ese pervertido, el cual, realmente espero que haya sobrevivido, no quiero tener la muerte de nadie en mi conciencia.

Él dijo: —eres tú.— Lo que significa que ya me había visto con anterioridad, y la última vez que mostré mi rostro antes del festival, fue ese evento donde la turba furiosa nos perseguía. Por lo que ese pervertido nos buscó por 2 años. Dos jodidos años, eso al menos demostraba que era persistente.

No vi nada que podría usar de manera rápida, pero podría crear algo. Por lo que, le quité la funda a la almohada, y usando una pluma sobre una carpeta sobre la pequeña mesita a mi lado, hice dos agujeros que luego agrandé tirando ligeramente con los dedos, y lo puse en mi cabeza. No me había dado cuenta, pero parecía tener un efecto calmante en mí. Sea por la familiaridad del Servant con las máscaras o por la costumbre, no importa.

Y allí estuve, sentado en esa cama, solo yo y mis pensamientos. Fácilmente, pasaron unos 20 minutos antes de que algo sucediera.
Pude escuchar la manija de la puerta girar ligeramente.

—Oficial Tatara.— Escuché una voz profunda que se acercaba.

—Oh, señor Takagi, ¿en qué le puedo ayudar?— Takagi, ese apellido me sonaba familiar, pero no recordaba de donde.

—Primero que nada me gustaría saber el resultado de la prueba relacionada a la maternidad de la fallecida con el niño. Como ya sabrá, mi esposa está relacionada con este caso, al haber señalado a esos agentes de protección infantil hacia la mujer y el niño, y está severamente consternada con la escena que encontró al llegar con los refuerzos policiales.

Escuché un suspiro del que supuse era el oficial Tatara, pero al escuchar la palabra fallecida,no pude evitar ser sobrecogido por la tristeza.

Solo pasaron 5 años, pero me sentía en una profunda deuda con mi madre en este mundo. No solo no me abandonó dado su bajo estatus social y económico, sino que me cuidó y me dio su amor incondicional. Cierto, ella tenía algunos problemas, pero mi trabajo era ayudarle con ellos cuando cumpliera cierta edad. No solo no pude ayudarla y devolver algo de todo lo que hizo por mí, sino que soy parcialmente culpable de su muerte. Algunas lágrimas escaparon de mí y mis puños se apretaron, pero me mantuve en silencio, ya que quería saber más a profundidad lo que hoy había sucedido.

Hubo un momento de silencio, donde quizás un choque de miradas ocurrió.

—Las pruebas resultaron positivas, ella era la madre del niño.— Hubo otro momento sin ninguna palabra dicha.

—Veo, qué desafortunado.— Expresó la voz, que seguía igual de plana, sin regalar nada de lo que pensaba.

—¿se contactó a algún otro familiar para que se encargue del?— otro silencio, este más largo que el anterior.

—Su único familiar vivo es la hermana mayor de la fallecida, y ella no está dispuesta a cuidar del niño.— Se escuchó un gruñido ligero de la otra persona.

—Por su reacción, supongo que no adoptara al niño, ¿o sí?—

—Hmm, daré apoyo económico a la persona que se encargue de él hasta la mayoría de edad, pero no puedo exponer a mi esposa a más dolor luego de encontrar esa escena y sentirse culpable por ello. Así que oficial Tatara, no le pido que mienta, pero por favor no le revele a mi esposa la información que me ha dado, eso la destrozaría.— Solo escuché un suspiro prolongado en respuesta.

—Supongo que la ayuda monetaria para el niño es más de lo que puedo esperar en un caso como este. Muy bien, lo mantendré oculto para su esposa. Por cierto, su esposa fue quien señaló a esos agentes de protección infantil, ¿correcto?— No hubo una respuesta, así que supongo que él tal Takagi asentiría.

—¿no mencionaría ella a un tercer agente o algún sospechoso tras ellos?—

—Por lo que ella me contó, solo había dos. ¿Por qué?, ¿Creen que aún hay uno tras el niño?—

—No precisamente.—

—¿Hmm?—

—Verá, uno de los agentes, fue encontrado dentro de donde vivía el niño y su madre. Dado que lo encontramos sin pantalones cerca del único futón de la casa, nos da a entender sus intenciones.—

—¿qué tiene que ver eso con un tercero?—

—Simple señor Takagi, encontramos a esa persona, no solo con los pantalones abajo, sino con sus testículos hechos pedazos, como si lo hubieran golpeado con un objeto contundente con bastante fuerza. Un niño no podría causar semejante daño, así que especulamos que hubo una tercera persona allí.—

—¿Oh? ¿Ha muerto?— me tensé en espera de la respuesta.

—No, pero digamos que no será el mismo, aunque eso no importará cuando vaya a prisión. Las huellas del arma blanca usadas para homicidio tienen sus huellas por todas partes.—

Al inicio de esa sentencia me sentí culpable hasta saber que él era el asesino. Si lo hubiese sabido en aquel momento, lo habría pateado más, sin duda.

—Veo. Entonces me retiraré Oficial Tatara, agradezco su comprensión.—

—No hay problema, señor Takagi.— Escuché pasos alejarse.

—De una manera u otra, los poderosos siempre se lavan las manos de situaciones como estas.— Otro suspiro audible se escuchó. Fue entonces cuando la puerta finalmente se abre y revela al oficial Tatara, el cual me ve sentado en la cama mirándome con una funda de almohada y dos agujeros como ojos en la cabeza.

Él simplemente colocó su mano sobre su rostro, mostrándose muy exasperado.

No se quedó mucho tiempo, de todos modos no es que yo fuera muy cooperativo, no estaba de humor. Y así fue como volví a estar solo en ese cuarto.

Bien, que se supone que tenía que hacer ahora. Bueno, además de ir a un Orfanato por lo que parece... Había algo. No importa si tenía que ir a un orfanato, yo debía despedirme apropiadamente de mi madre y pedirle perdón. Sí, era tarde, pero ese sería mi cierre de esta situación. Siento que no podría estar tranquilo si no lo hago.

No mucho después alguien más ingresó a la habitación de una manera un poco peculiar por decirlo así. Solo podría describir sus movimientos para entrar en la habitación como escabullirse. Luego de cerrar la puerta, ella suspiró con un alivio palpable en su expresión. Era una adolescente, posiblemente en sus 16 o 17 años, pelo azul y un rostro lindo, y otra cosa que destacó desde el inicio fue su uniforme de enfermera.

En ese momento ella coloca el seguro en la puerta, lo cual indudable ella no debería hacer, levanta su mirada y la apunta a mí y me pongo en guardia, aunque no lo demuestro físicamente y permanecí sentado. Ella entrecerró los ojos, mirándome fijamente y luego mirando hacia la almohada desnuda a mi lado, y cuando me vio nuevamente ella fruncía el ceño con enojo.

—¿¡Que crees que haces, mocoso!? ¡No puedes solo destruir la propiedad del hospital!— Ella gruñó, y luego de algunos resoplidos simplemente sacudió la cabeza.

—No tengo tiempo para estas tonterías, debo colocar el suero o pensarán que estuve perdiendo el tiempo. Eso quedaría muy mal en mi expediente, principalmente porque solo soy una enfermera en prácticas.— Susurró para ella misma, pero pude escucharla.

Es curioso, hace un momento tomé la pluma sobre la mesita a mi lado, pero no había notado la aguja doblada que ella solo tomó, y lanzó al pequeño zafacón de la esquina.

—Ahora, no me equivocaré en el número.— Dijo mostrando una aguja que estoy seguro, era para un hombre adulto, que me hizo estremecer.

—E-esa aguja es muy grande.— Expresé mi preocupación a lo que ella simplemente resopló.

—Yo soy la enfermera aquí, sé lo que hago.— Dijo mientras conectaba la aguja al suero, para luego comprobar que el líquido pasaba sin problemas.

Tenía mis dudas, al menos hasta cierto punto, de que ella sabía lo que hacía. Y tragué en seco cuando se dirigió a mí con ese rompe venas en manos.

Yo tenía una idea de porque la aguja infantil no atravesó mi piel tan fácilmente. Después de todo, incluso cuando soy físicamente un niño, mi resistencia era de rango B. Entonces, actualmente mi piel es tan fuerte como sería la piel de 40 niños concentrada en uno.

No había más tiempo para pensar y me puse de pie sobre la cama al verla acercarse a mí. Yo tenía experiencia al estar interno en clínicas por mi vida pasada, y ese tamaño de agujas no solo dolería, pero podría irritar mis venas a una velocidad loca, tomando en cuenta mi tamaño en comparación a esa aguja.

Ella volvió a resoplar y solo atrapó mis dos brazos con solo uno de los suyos y me tiró sobre la cama.

—No te muevas o esto te dolerá más.— Oh, sé que me iba a doler, por eso me resistía. Aunque me sorprendió que ella tuviera la fuerza para someterme. En ese momento, mientras ella me tenía presionado en la cama, la aguja se acercaba, fue cuando no pude razonar correctamente, y aumenté mi fuerza para liberarme.

Aunque ella no me soltaba, pude levantarme con relativa facilidad para sorpresa de la joven enfermera, la cual soltó la aguja y me sujetó con ambas manos, y ahora fue mi turno para sorprenderme, ya que su fuerza se equiparaba a la mía en mi estado actual. Ahora bien, ella parecía sorprendida también, y si no estuviera ocupado evitando que mi escuálido brazo sea empalado por esa cosa, tomaría esto como una pista para saber en qué universo había terminado.

El forcejeo tardó unos segundos que parecieron eternos para mí, mientras sus ojos parecían agrandarse más y más. No tuve opción y en mi desesperación, usé una técnica especial que es potencialmente más efectiva cuando eres un niño.

—¡AYUDA! AAAAAHHHH!—

Eso la paralizo por un momento, sea porque pensó que me lastimó, o porque muy posiblemente alguien vendría y la vería forcejear con un niño de 5 años. No tardé en aprovechar ese momento y soltarme de su agarre y retroceder al lado opuesto de la cama.

Si alguien llegara en este momento, vería a la joven enfermera viendo sus manos, estupefacta, mientras yo estaría en el rincón más alejado de la cama gruñendo como un perro. ¿Te preguntarás por qué estaba gruñendo? Bueno, para ser honesto fue mi falta de una respuesta a la situación, con un poco de pánico. Pero dado que solo soy un niño, se me perdonaría este pequeño acto, ¿no?

Ella dirigió su mirada a mí en el momento que le gruñí, y sus ojos por alguna razón parecía mostrar cierto brillo de reconocimiento.

Entonces, para mi consternación, las lágrimas comenzaron a derramarse de sus ojos. Ella parecía sorprendida y lentamente llevó su mano a su rostro, y al alejarse nuevamente pudo ver la humedad allí. Fue como si entrara en un momento de pánico, ya que ella parecía que no sabía a dónde ir, a punto de salir corriendo, a pesar de que no seguí gritando por ayuda.

Fue entonces, cuando la manija indicó que alguien intentaba abrir, pero, por supuesto, estaba cerrada.

—Uh, qué raro, no recuerdo haber cerrado.— Escuché una voz femenina del otro lado de la puerta. Encontrándose acorralada, pensé que la atraparían, pero me sorprendió que ella simplemente saltara por la ventana.

Caí sentado en la cama, aliviado al ver que a pesar de la forma peculiar en que sucedió, estoy a salvo de ser apuñalado en el brazo, y no creo que otra palabra sea más apropiada que esa, tomando en cuenta la longitud y grosor de la aguja con mi pequeño y delgado brazo. Pocos segundos después, la puerta es abierta, y veo a otra enfermera entrar a la habitación, la cual se ve confundida, pero por sobre mucho, se veía cansada. Yo podía ver desde algunos metros de distancia, las bolsas debajo de los ojos.

Ella me observo sentado en la cama y susurro lo que estoy seguro fue

—ah, una pesadilla— y volvió a salir del cuarto, como si nada. Ok, eso fue, no solo raro, pero irresponsable. Solo me quedó suspirar, y esperar para ver lo que sucedería conmigo.

Pasó alrededor de una hora y supe que anteriormente yo había estado fuera más de lo esperado, ya que podía ver por la ventana que los primeros rayos del sol bañaban el horizonte. Apenas escuché la puerta abrirse, por el hecho de que estaba sumergido en mis pensamientos sobre mi futuro incierto, y el hecho que aún no había tenido la oportunidad de despedirme de mi madre. Voltee a ver a mi visitante y era... Un par de tetas con piernas. No, en serio, no trato de ser gracioso, para ser honesto no pude comprender de inmediato lo que mis ojos me mostraban. De hecho, las tetas andantes habían tomado mi brazo y colocado una pequeña curita allí, más específicamente en las venas entre el brazo y antebrazo. Fue cuando me di cuenta de que tenía brazos y que no había visto su cabeza dado el ángulo. Esta persona también tomó la libreta sobre la mesa a mi lado y la remplazó con otra.

Acarició mi cabeza sin quitarme la máscara improvisada y se fue tan rápido como vino, dejándome con la boca abierta.

¡Santa mierda! Cualquiera pensaría que yo sabría en qué universo estoy al reconocer a un personaje famoso o que me los encontraría en la escuela, donde todo parece suceder en la época moderna. Pero no, lo acabo de reconocer por el tamaño de sus pechos combinado con su profesión. Algunos dirían que es imposible reconocer a un personaje por ese rasgo, pero, esta doctora, como su bata blanca me indicó, tenía unos pechos que honestamente desafiaban la lógica. Quiero decir, escuché a algunos describir los pechos de Rias Gremory y Akeno Himejima como unos que desafiaban la gravedad a pesar de su tamaño, pero como artista, consideré el tamaño de sus pechos, grandes, pero posibles, pero estos, estos podían hacer que esas dos chicas se sintieran inadecuadas con respecto al tamaño. Su tamaño. Eran casi 2 cabezas de grande cada uno.

Yo solo conocía unos pechos tan grandes que perdían el atractivo y se convertían en un dolor de espaldas visual, y eran de un solo personaje que también era doctora y como la visitante, tenía el pelo castaño. Yuuko… sa, sa, Yuuko algo. No fue una serie realmente popular, pero me explicaba mucho de donde estaba.

Yo estaba en un mundo violento, un mundo donde las drogas, y la violencia en una enorme cantidad de formas existían, eso y que las mujeres eran todas tan hermosas que podrías haberte confundido con una serie porno. Entonces, era básicamente como estar de vuelta en Latinoamérica, pero poblado por Japoneses y mujeres muy dotadas.

Ahora, la enfermera de pelo azul de la otra noche encajaba perfectamente con ese mundo que tenía en mente. Ella era Sa, Sayo, ¡si, Sayo!, uh. . . Sayo algo. La serie se llamaba Triage X,aquella enfermera en su niñez había sido usada como un conejillo de indias por su propio padre si recuerdo correctamente, lo que la volvió mucho más fuerte de lo que cualquier ser humano tenía derecho a ser por su cuenta, aunque nada como un Servant, su fuerza sería equivalente a la de 4, quizás 5 personas, lo cual en este universo es más que impresionante.

Sin embargo, ella se volvió bastante salvaje e incontrolable en ese tiempo. Parece que llegué al pasado de esa serie, donde la mayoría de cosas no habían pasado. Y yo... Yo no quería nada que ver con ellos. Quiero decir, técnicamente, no son malos, ya que ellos eliminan a asesinos, violadores, y demás, pero el punto de matar, tomar otra vida, no es algo en lo que puedo estar de acuerdo.

De una cosa puedo estar seguro, al menos, ellos no mataban a nadie que no hubiera manchado sus manos, así que, incluso si me ven como una amenaza, ellos no actuarán hasta que yo demuestre mis verdaderos colores, por decirlo así.

Excepto uno de ellos, no recuerdo el nombre, pero en ese equipo había una pelirroja francotiradora que casi mata a Sayo cuando estaba en su etapa inestable, pero la

Doctora Yuuko lo evitó. Así que, en cualquier caso, me convendría estar en su lado bueno.

Ese mismo día, varias horas más tarde, fui escoltado por el Oficial Tatara al orfanato de la ciudad, sin quitarme la bolsa de la cabeza. Aparentemente, la doctora Yuuko había señalado un trauma que debía ser tratado por un psicólogo, con respecto a mi obsesión de ocultar mi rostro, y que no debía ser molestado hasta que pueda trabajarse este problema. Ella recomendaba fervientemente la clínica central donde ella trabajaba, ya que era la más completa en ese tema, y Oh sorpresa, ella era aparentemente una Psicóloga certificada, así que, parece que volvería a verla, y seguramente a Sayo también.

No fue mucho después cuando me vi en la parte trasera de una patrulla policial, donde el Oficial Tatara me llevaba al orfanato. No podía negar que estaba bastante decaído, ya que no pude despedirme de mi madre en este mundo, era difícil, pero yo ya sabía que las cosas pocas veces van como uno las quisiera. En otro punto, ahora es cuando puedo ver el parecido de Tatara con el policía de la serie, aunque es mucho más joven. No había reconocido su nombre, porque honestamente nunca me lo aprendí, pero recordé la cicatriz en el lado izquierdo de su frente.

Cuando llegamos al orfanato, el Oficial se presentó y luego a mí a los cuidadores del lugar, a lo que saludé tímidamente con la mano, para luego entregar el informe médico, así como pidió entrar para hablar un poco con las cuidadoras. Yo fui llevado a un cuarto con algunos juguetes y libros para colorear, entonces, sí, nada que me llame la atención.

Me gustaría ahondar en las complejidades del proceso de adopción, pero lo que sucedió en mi caso fue, más parecido a una partida Speed Runnerque otra cosa. Como si tuvieran miedo de que me quedara mucho tiempo allí, apresuraron las todo el procedimiento, y ya al siguiente día había una cantidad de personas listas para adoptar, que no creerías. Me pregunto si hicieron eso con todos los niños, porque, este lugar estaba totalmente vacío, aparte de mí, y las dos cuidadoras, lo cual hizo que la curiosidad me atacara. Yo quería saber lo que sucedía, pero no sería pronto, ya que al siguiente día de la selección de padres, yo ya estaba en camino a mi nuevo hogar con mis nuevos padres aparentemente infértiles.

Este escalo muy rápido, y yo aún no podía digerirlo. ¿Qué rayos pasó allí? Esa sería una pregunta a la que encontraría respuesta más tarde.

Varios años más adelante.

Eran las 5:30 de la mañana, y el sol aún no se asomaba, pero no tardaría demasiado en mostrarse. La puerta de una casa de tamaño promedio se abre, y de allí, salgo con una ropa deportiva, una mochila a mi espalda y una máscara de Zorro blanca, que cubría la parte superior de mi rostro. Podría haber optado por usar una máscara similar a la del héroe Lan Ling Wang, pero estando en Japón, este tipo de máscara llama menos la atención, ya que se podría pensar que voy a un festival o actividad de la escuela.

Luego de cerrar la puerta detrás de mí con llave, inicié unos pocos estiramientos antes de empezar a trotar suavemente. Esta era una costumbre de mi vida pasada que quise recuperar. Quiero decir, puede que yo sea un Demi-Servant, pero estaba en un cuerpo vivo, y no me arriesgaría a terminar como Julio Cesar.

Habían pasado 11 años desde que fui adoptado, y ahora tenía 16 años. Muchas cosas habían pasado, tantas que no terminaría de narrarlas en el corto plazo, pero supongo que podría resumirlo.

Comenzando con mi llegada a mi nuevo hogar, ya que luego de escuchar a mi madre adoptiva decirme que esta era mi nueva casa, le pedí confirmación y luego que ella asintiera, me quité la máscara. Ellos se sorprendieron, pues pensaron que no lo haría y necesitaba el psicólogo por ello, pero luego le expliqué fácilmente que mi madre me había dicho que en casa estaba bien quitarme la máscara, pero en ningún lugar fuera de allí. Una de las razones, es que quería que ellos se acostumbraran a mi cara, o probaría si eso era posible. Lo cual no tuvo una respuesta rápida, ya que mi madre adoptiva no dejaba de mimarme con abrazos y halagos.

Sobre mi madre Biológica, pude despedirme algunos años después, gracias a mis padres actuales, estuve lo suficientemente agradecido, no solo por eso sino por el cariño mostrado, que los comencé a considerar mi familia, pero me estoy adelantando.

También pude averiguar lo que había pasado en el orfanato. Mi padre había entrado al baño a ducharse y dejó su computador encendido, así que rápidamente localicé un buscador, y con el nombre del orfanato la respuesta llegó rápidamente. Aparentemente, una pareja que fue rechazada inició un tiroteo allí, matando a todos los niños y la mayoría de cuidadoras, sobreviviendo solo 2. Solo me mostró lo mal que pueden ir las cosas en este universo sin dar aviso. Luego, por supuesto, borré el historial, solo por si acaso.

Para este momento yo había cumplido mis 6 años, esa es otra razón por la que creo que el Orfanato aceleró todo, en Japón solo se admite la adopción de niños menores de 6 años, porque prioriza la consolidación de la relación entre padres e hijos, así que era una carrera contra el tiempo.

Poco después de la adopción, fue turno de ir al hospital donde la doctora Yuuko me esperaba, y yo ya tenía un plan para ello. Tomando en cuenta que ellos se volverían una especie de vigilantes que asesinaban a los criminales, luego que ella me preguntó mi sueño, mi mejor idea fue ir en modo Shirou Emiya, y hablarle de cómo quería ser un héroe que salvaría a la gente.

Por supuesto, ellos tomaron una pequeña muestra de sangre, no con una jeringa, sino con esa pequeña aguja que usan para pinchar el dedo, lo suficientemente pequeña para no doblarse, pero fuerte como para atravesar mi piel con la suficiente presión, seguramente en busca del Virus D99 usado en Sayo, para darle sus habilidades sobre humanas.

Creo que todo fue bastante bien, pero desde ese día por varias semanas me sentí vigilado, y como no vía nadie alrededor, estaba seguro de que era la francotiradora del grupo. Esa fue solo la señal para estar en mi mejor comportamiento.

Ese sentimiento de ser vigilado se sintió como una eternidad, mientras yo trabajaba extra por parecer un niño bueno, pero finalmente se detuvo un día que salvé a un niño un año menor que yo, de unos matones, pero no como muchos pensarían. Si les intentaba pegar, estoy seguro de que ella dispararía, antes que yo hiciera algo, para evitar que yo matara a alguien con mi fuerza sobre humana, así que, dada mi resistencia, decidí recibir una paliza de niños 6 años mayores que yo, sin quejarme. De todos modos, no les pegaría a unos niños, a pesar de mi apariencia, yo era un adulto. Ese fue el día en que dejé de sentirme vigilado, e incluso hice un nuevo amigo llamado Kohta Hirano de 5 años. Tuve que reírme, el nombre era similar a ese fanático de armas de Highschool Of the Dead, pero yo ya había comprobado la serie donde estaba, así que este era seguramente un personaje de fondo con un nombre similar. Ah, como me hubiera asustado si lo hubiera conocido antes de conocer el elenco de Triage X.

Cuando cumplí los 8 años, sucedió una tragedia que yo esperaba, pero no sabía donde sucedería, y ese fue el atentado terrorista a una conferencia médica internacional donde solo un niño sobrevivió, según las noticias. Yo ya sabía quién era el chico, incluso sin haberlo visto en persona, Arashi Mikami el protagonista de la serie. Sayo se encargaría de ayudarle en la rehabilitación, y más tarde sería una de las piezas clave de su grupo de justicieros, pero intenté no inmiscuirme en eso, estaba bien en una vida sin derramamiento de sangre, muchas gracias.

Dos años después, hubo al menos un suceso feliz, y totalmente inesperado para mis padres adoptivos, y eso fue, el milagroso embarazo de Yuri Maresato, mi madre adoptiva. Los médicos habían dicho lo poco probable que sería dada una condición que ella poseía y desconozco, pero aquí estamos. Si, luego de tanto trabajo, mis padres adoptivos finalmente lograron cumplir su sueño de ser padres biológicos. No estaba seguro de si me echarían a un lado, pero no los culparía tampoco.

Ambos, mi madre y padre, estaban llenos de alegría y listos para su nuevo hijo, que resultó ser una niña preciosa a la que llamaron Alice, quizás porque se sentían en el país de las maravillas. Pude notar que no esperaban tanto trabajo con el cuidado de Alice, y se veían cada vez más agotados. Yo tenía 10 años, por lo que finalmente podría ayudar sin parecer anormal para mi edad, y no solo quedarme como un espectador, y eso hice.

Limpieza de la casa, ayudar con la alimentación del bebé, cambiarla de vez en cuando, cocinar. Hacía lo que podía mientras estaba en casa, cosa que mi padre no había notado de inmediato gracias al cansancio, Yuri, por otro lado, lo hizo, y me apretó en el mayor abrazo hasta ahora.

—Yo también estoy aquí, déjame ayudar Mamá.— Ella lloró de alegría, y su abrazo parecía intensificarse, ya que fue la primera vez que la llamé así.

Luego transcurrieron 3 años más, 3 años de cuidar a mi nueva hermanita, ir a la escuela, hablar con la doctora Yuuko y el resto del elenco para mantenerme en su lado bueno, lo cual fue útil para poder mantener mi máscara más tiempo. Está bien, sé que posiblemente no necesitaría de mi Noble Phantasm en este mundo, pero honestamente, mostrar mi cara podría venir con sus propios problemas, simplemente por ser este universo precisamente, y la Doctora Yuuko estuvo de acuerdo. Uno de esos puntos era el acoso en sus diferentes sabores, ¿el otro? Atraer a personas no deseadas, como secuestradores, violadores, o cualquier psicópata. Personalmente, no les temía, pero yo tenía una familia que proteger ahora, así que obtuve una carta de la Doctora para la dirección de la escuela, la cual señalaba que mi uso de la máscara era una forma de terapia de forma indefinida dado mi trauma y que la escuela no debe intentar quitármela porque atentaría contra mi salud mental. Dado que la Doctora Yuuko era en realidad famosa en la ciudad, no recibí mucha pelea por ello.

También fortalecí mi amistad con Kohta, el cual, siguiendo mi ejemplo en los ejercicios, tenía un cuerpo definido con poca grasa, cuando tuvo que comenzar a usar anteojos, me pidió que lo acompañara junto a sus padres, y claro, le señalé uno con una montura fina en lugar del grueso que él elegiría, algo similar a los lentes que usa Kunimitsu Tezuka del príncipe del tenis. Eh, mi amigo sin darse cuenta se había vuelto un rompe corazones, y ya no recibía bullying dado su físico atlético.

Kohta y yo íbamos un día al mes a un lugar que él descubrió para poder tener duelos en paint ball. Inicialmente, no me interesaba demasiado, pero parecía decaído al no ver mi rápida respuesta, así que, bueno, podría tomar esto como un entrenamiento antes de poner en marcha mi plan para cuando cumpla los 13 años. Acepté, pero le dije que yo no usaría pistola, solo una especie de cuchillo de goma bañado en pintura, yo era un sable después de todo.

Yo me ocultaría y evadiría los disparos, lo cual al inicio pude hacer con dificultad, pero mejorando cada vez, hasta llegar hasta Kohta y poner una línea roja en su pecho, para su sorpresa. Fue emocionante para ambos, y una forma muy eficiente para sudar. Quiero decir, evadir balas disparadas con precisión por Kohta no fue nada fácil, y él se hacía cada vez mejor con su puntería. Parece que los Kohta en el multiverso estaban destinados a saber cómo disparar.

También, aparte del paint ball, el cual mayormente pagaba Kohta, ahorré tanto como pude. A los 3 años, mi hermanita podría ir a una guardería, y yo pondría en funcionamiento mi granito de arena para hacer de la ciudad un lugar más seguro para mi familia, pero también por otro punto que me atraía. Quiero decir, yo tenía todas estas habilidades, y quería hacer algo que todo niño sueña al menos una vez. Sí, yo me convertiría, en un héroe por diversión.

Este mundo parecía aprobar el uso de cascos para ocultar la identidad de sus Héroes, así que era algo a lo que debería apuntar. Yo no era el mejor diseñando trajes, así que buscaría uno en mis recuerdos que se acoplara a este mundo, y debo decir que mi búsqueda fue rápida, ya que vi que cierto personaje que me gustaba en mi infancia no existía en este mundo. Un personaje cuya imagen intimidante se adaptaba perfectamente a este universo. En este lugar no existía un juego llamado Rival schools y era allí que se encontraba dicho personaje. El traje es originalmente usado por un personaje femenino que trató de ocultar su género para infiltrarse en una escuela exclusivamente masculina solo de delincuentes, y el traje es tan jodidamente rudo que lo logró sin problemas, el nombre del personaje era Akira Kazama, pero cuando usaba el traje su nombre cambiaba. Y sería el mismo que usaré como mi nombre de héroe, como homenaje a ese personaje, me llamaría Powered Akira.

Su traje constaba de pantalones y una chaqueta cerrada de cuero negro, protectores de rodillas y codos rojos, unas hombreras circulares con púas saliendo a los lados y un cráneo en la cima. Guantes con segmentos de metal rojo, lo suficientemente grueso como para detener balas. Un cinturón marrón y una cadena bajando por el lado izquierdo de este, hasta la parte trasera.

Las piezas de metal estaban en todos lados, calzado, muslos y antebrazo, lo cual estoy seguro sería útil en situaciones peligrosas, donde no pueda evadir por una razón u otra. Al costado derecho donde irían los botones para abrir la chaqueta, en cambio, había unas pequeñas pirámides metálicas, y correas al lado izquierdo, y para completar la apariencia, un casco negro de motociclista, el cual tenía un cráneo blanco en el frente. El cráneo mostraba una pupila en la cuenca del lado izquierdo, mientras la otra cuenca estaba vacía, pero sobre esa cuenca vacía, en la frente había una pequeña x. pero hubo una diferencia en mi traje actual, en lugar de un cráneo en la espalda, coloqué los Kanjis para su nombre, después de todo, yo pensaba ser un héroe silencioso, pero si lo dejaba a la imaginación de la gente, podría terminar con un nombre ridículo.

No conseguí las piezas idénticas para el traje, pero eran bastante similares, aunque también muy comunes para motoristas en esta área. Entonces, supuse que sería mejor así, de esa manera no me podrían rastrear por esa compra.

Fue así como llego mi cumpleaños número 13. Mi cuerpo había hecho el estirón entre los 11 y 13, por lo que pienso que, aunque no estaba cerca de mi máximo potencial, era tan físicamente superior al resto de la humanidad que realmente no sería un problema.

Entonces, tome mi traje y lo puse en una mochila mientras corría en mi rutina matutina. Al principio Kohta se unía a mí en las carreras, pero en algunos momentos su cara se ponía roja, por lo que supuse fue falta de aire, y se inclinaba o sentaba, negándose a levantarse, por lo que me tocaba hacer ejercicios allí mismos hasta que él dejara de ser tan infantil. Curiosamente, cuando hacía los ejercicios, él tardaba más en ponerse de pie. Le recomendé hacer ejercicios en casa si no podía seguir el ritmo, a lo que a regañadientes, estuvo de acuerdo, mientras desviaba la mirada.

En este día, que estaba solo, fue el momento perfecto para debutar, por lo que luego de alejarme suficiente de la casa y llegar al área comercial de la ciudad, encontré un callejón solitario y allí me cambié. Tenía una ligera sensación de vergüenza, al usar un disfraz y hacer de héroe, pero sacudí fácilmente el sentimiento.

Anduve un rato entre los techos, saltando fácilmente buscando los problemas que esta ciudad sin dudas tenía, y para mi sorpresa, no encontré nada. Bueno, supongo que las cosas no están tan mal como lo pensé en un inicio, a menos que. . .

Ese día seguí con mi rutina normal, y en la noche, cuando cerré mi cuarto para ir a dormir a eso de las 10:00, fue cuando me puse en acción. Me puse mi traje, abrí suavemente la ventana para no hacer ruido y Salí a la ciudad. La noche parecía el momento para que cierto tipo de personas mostrara la cara. No tardé más de 15 minutos cuando vi un asalto en progreso, el asaltante con un arma blanca contra un par de chicas. Viendo la posición del delincuente, noté que estaba al lado de un callejón, seguramente para usarlo como ruta de escape, así que me dirigí allí y no tardé mucho tiempo en estar a su lado sin que lo notara. Lo suficientemente cerca para escuchar lo que decían.

—P-por favor, déjanos ir, ya le dimos todo lo que teníamos.— Dijo una de las chicas, probablemente de unos 17 años, con un cuerpo voluptuoso como parece que este mundo favorecía. La otra chica a su lado no dijo nada, y es posible que no pudiera, ya que pude verla temblar por el miedo.

El bandido solo las miró, y se quedó observando el pecho de la chica que habló, y se lamió los labios.

—Aún no, aún hay algo que tienes que yo quiero.— Luego miró a la otra chica. —Pero alguien sobra, no queremos que vayas a la policía y arruines la diversión, ¿verdad?— mencionó dirigiéndose a la otra chica, de la cual sus temblores habían aumentado al punto que hicieron que caiga sentada en el suelo, con un miedo indescriptible en el rostro.

El bandido simplemente comienza a reír, y mientras da un paso más cerca de ellas, levanta el cuchillo y. . . Es justo el momento donde sujeté su muñeca.

—Eh?— es lo único que sale de su boca, hasta que es jalado de un tirón al interior del callejón con un grito, y con solo un golpe sonoro, todo queda en silencio.

La chica voluptuosa trata de ayudar a su amiga a ponerse de pie, pero cuando lo logra, ve a alguien aún más intimidante salir del callejón, vestido como una especie de motociclista callejero y antes que puedan decir nada, simplemente extiendo la mano, y les muestro sus objetos robados.

Me miran con incredulidad, y cuando hago señas para que se apresure y tome sus cosas, ella lo hace con cautela. Cuando ve que no hice nada en su contra se queda mirándome, y es cuando decido volver a entrar en el callejón, ya que no quería seguir asustándolas de esa manera.

Luego de unos segundos donde parece haber entrado en razón, con cautela mira en el callejón al bandido en el suelo inconsciente, y nada más.

Allí ella sujeta a su amiga del brazo y salen corriendo. Esa noche hice al menos dos actos heroicos más, aunque de menos impacto. Los días siguientes pasaron normalmente, mientras añadía esta nueva rutina de salir en las noches, hasta que las noticias comenzaron a presentar lo que parece ser un nuevo rumor, casi como una leyenda urbana sobre 'el motociclista fantasma de los callejones'. A pesar de mi buen humor inicial, terminé enviando La palma de mi mano a encontrarse con mi rostro cuando escuché la noticia, supuse que todo se aclararía con el tiempo, o eso esperaba.

En los siguientes 3 años, seguí con mi labor auto impuesta, y no lo negaré, fue divertido hacer de héroe. Las personas comenzaban a perder miedo a mi apariencia y lo veían de manera esperanzadora cuando aparecía. Bueno, no tanto así los criminales, en cuyos círculos yo me había hecho un nombre.

En mis citas ocasionales con la doctora Yuuko, ella parecía solo insinuar que lo sabía, pero yo fingía ser tan denso como un diamante. Para mí, ambos estábamos haciendo nuestro trabajo, pero en diferentes departamentos. Yo me encargaba de los criminales callejeros, que en realidad eran peces pequeños en comparación a los que ellos tenían en la mira. Ah, cierto, hace 2 años, cuando cumplí mis 14, ellos habían comenzado a cazar a criminales tan podridos que eran imposibles de enderezar, o tumores malignos como su líder, el doctor Masamune Mochizuki los llamaba.

Hay pocos casos que fueran de importancia para mí mencionar en esa época, ya que después de un tiempo, comenzaba a ver a los bandidos como el estereotipo del matón mal hablado con agallas, hasta que demuestras ser más fuerte, es como si hubiera una escuela de entrenamiento para esos bichos.

Un caso que considero importante fue a los 15 años, cuando fui a salvar a una chica de lo que parecía un grupo armado con armas blancas a eso de las 9:30 de la mañana. Si, ese es uno de los puntos, el crimen en general había disminuido, pero muchos criminales se pasaron a la tanda matutina pensando que yo solo haría mi rutina de noche, y al inicio fue así, hasta que vi que comenzó a suceder a pleno día, aunque en estos casos en más de la mitad de las veces, la policía en realidad hacia un buen trabajo, sea porque trabajan mejor de día, o porque quieren demostrar que no se necesita a ningún vigilante vestido de motociclista, no lo sé.

La chica que estaba en problemas era en realidad más bella que la media y eso decía mucho, pelo rubio y un pecho enorme, casi tan grande como el de la doctora Yuuko. Yo estaba en el segundo piso de un establecimiento cercano. Ella estaba rodeada por dos matones que la habían arrastrado hasta ese callejón a punta de cuchillo, mientras el tercer miembro se quedaba en la entrada del callejón, cubriendo la vista de peatones comunes, que desviaban la mirada al pasar, dada la agresividad de dicho matón.

Este se saboreaba porque luego que sus compañeros terminaran, sería su turno para disfrutar, así que se sorprendió cuando escuchó a la chica tras él decir de manera animada

—¡Gracias!—

Él volteó extrañado y allí me vio al lado de la chica, excitada como viendo a una estrella del cine, mientras sus dos compañeros yacían inconscientes en el suelo. Estoy seguro de que no entendía de donde acababa de aparecer, ya que este era un callejón sin salida y él estaba vigilando la única forma de entrar. Él simplemente sacudió su cabeza y sacó un arma de fuego, aunque pude notar que su mano temblaba. Me desvié ligeramente para que, al momento de dispararme, no golpee a la chica detrás de mí.

No fue algo en lo que tardó, y sin un segundo pensamiento él simplemente disparó, la bala iba a mi cabeza, lo cual honestamente dudo sea por habilidad, y más por suerte, ya que su mano no había dejado de temblar desde que me apuntó con su arma. Evadí lo que supuse era un golpe a la frente aunque Fallé ligeramente en mi cálculo de evasión, no fui golpeado directamente, pero la bala atravesó la esquina izquierda del visor del casco, y saliendo por el otro lado.

La chica detrás de mí gritó de pánico pensando que fui herido, y el matón de enfrente solo reía y proclamaba lo famoso que sería al haber matado al motociclista fantasma de los callejones.

¡Ese maldito! Lo hacía a propósito, todos sabían en este punto que mi nombre es Powered Akira. Mi posición era arrodillada, con una rodilla en el suelo y la otra al frente en ese momento, ya que fue la mejor pose que encontré para evitar que la bala golpeara a la chica tras de mí. Molesto, dirigí la mirada al frente, listo para moverme un poco más rápido, y noquear al tipo, cuando alguien detrás de él se me adelantó.

Allí, colocando una llave en los brazos del desprevenido matón, había una chica que de hecho ya lo estaba esposando en este punto.

—¿Estás bien?— dijo la chica detrás de mí, a la cual voltee a ver. De cerca pude apreciar su apariencia con más detalle, y me di cuenta de que esta era una de las amigas de mi madre adoptiva, aunque para mi vergüenza, no recordaba su nombre.

Me di cuenta de que los colores eran bastante claros, lo que me hizo notar que una parte del visor se había ido, por lo que ella podía ver un poco de mi rostro, como el pelo y uno de mis ojos. Inmediatamente, me cubrí esa parte con la palma de la mano.

—¡Tú, al suelo, ahora!— Decía la chica que sometió al matón. Ella era otra chica voluptuosa, aunque no tanto como la chica rubia detrás de mí, era de piel morena y un cabello de color morado, y me apuntaba con el arma del matón. Lo peor es que ella de hecho se veía competente con esa cosa, y yo prefería no mostrar al mundo mis verdaderas habilidades.

—¡Detente!— exclamó la chica rubia interponiéndose entre la furiosa mujer y yo. Ella corrió de manera torpe y pensé por un momento que caería al suelo pero logro mantenerse firme.

—¡Qué rayos estás haciendo idiota!—

—¡No dejaré que dispares a la persona que me salvó!— Eso dio una pausa a la chica de pelo morado.

—Espera, ¿en serio?— en este punto ya pude suponer que se conocían, así que decidí irme. Lamentablemente, no solo podía saltar al techo del establecimiento a mi lado, ya que sería una muestra sin duda de mis habilidades sobre humanas. Así que decidí tomar la ruta parkour, y corrí hacia el final del callejón y aprovechando los zafacones y agujeros en la pared, Salí de allí.

El segundo evento remarcable de esa época, estuvo relacionado con el primero, sucedió solo unas horas después cuando llegué a casa. El teléfono sonaba desde antes de entrar a mi hogar, y cuando lo tomé, era la doctora Yuuko. Aparentemente, la noticia de que Powered Akira recibió un disparo y podría estar herido se expandió como un tsunami. Lo primero que ella hizo al escuchar mi voz fue preguntar cómo me encontraba, y luego me pidió que vaya inmediatamente para la clínica o vendría ella misma a casa a arrastrarme para allá. Con tan amable invitación no me quedó de otra que ir de inmediato.

Cuando llegué al hospital, fui de inmediato a su oficina y allí me esperaba ella y Sayo. No tardaron en revisarme en busca de heridas. Les pregunté con extrañeza que sucedía, aunque yo sabía de qué se trataba. Luego de una charla donde ellas admitían que sabían que yo era Powered Akira, y que estaban preocupadas. ¿Qué hice yo?, bueno, por supuesto, fingí sorpresa.

Yo esperaba honestamente que me invitaran a su equipo de, bueno, asesinos, y ya estaba preparado para rechazar, hasta que ella me dijo que quería ser mi patrocinadora. Me quedé en blanco. Yo sabía lo forrada que estaba su organización en dinero, y todo su equipo tenían vestimentas a prueba de balas, incluyendo su casco. Ella seguía hablando intentando convencerme mientras yo tenía la boca abierta, pero yo ya estaba convencido. Ellos me dejarían como hasta ahora, ¿pero con un traje realmente a prueba de balas? ¡Eso fue genial!

Quiero decir, yo estaba bastante seguro de que mi resistencia física era lo suficientemente buena para detener balas de bajo calibre, pero no así los más poderosos. Este potencial traje sonaba genial, así que acepté, y les di a ambas un abrazo para mostrar lo conmovido que estaba… No realmente, era para que ninguna de ellas vieran mi sonrisa malvada similar a la de Yagami Light cuando un plan sale bien.

Una ventaja extra fue poderle dar el diseño del personaje original a ellos, y estando seguro de que ellos podrían arreglar algo para tenerlo tal y como es el original. Lo cual, fue así. Casi lanzo un chillido de fan cuando veo el traje listo, ah, ahora sería incluso más divertido hacer de héroe.

Y el tercer y último evento importante a mencionar, no fue muy lejos de esa fecha. Black label era la organización a la que pertenecían los protagonistas, era una organización secreta. Por lo que, cuando yo, la figura pública salía de escena, estando probablemente muerto o herido, por supuesto, los ratones harían fiesta. Esa fiesta se realizó en la azotea de un centro comercial famoso. En dicho centro comercial se realizaba un espectáculo estilo Power Rangers con actores representando varios papeles.

Entonces, sí, era un espectáculo para niños, y los criminales en turno creyeron buena idea secuestrar a todos en ese evento y pedir un alto rescate. Ya que uno de ellos tenía una pistola, y disparó en la pierna a uno de los actores, todos estaban realmente asustados por lo que pasaría, y los adultos allí, tan valientes como los trajes que representaban, se colocaron entre los niños y los maleantes.

La policía no tardó mucho en llegar y rodear el lugar, pero sin entrar, ya que estos tipos parecían bastante fuera de sí. Los bandidos enviaron un mensaje a la policía con uno de los cuidadores, el cual tuvo que volver, pues se amenazó con matar a dos niños si él no regresaba, Y así comenzaron las negociaciones con la policía.

Algunos de los criminales parecían estar en los efectos de algún tipo de droga. No se podía intentar razonar con ellos sin que ellos gritaran y amenazaran. Entonces, en el interior se hablaba de enviar un ejemplo a la policía para que sepan que hablan en serio. Así que uno de ellos, bajo las órdenes de su líder, se acercó al grupo que estaba aglomerado en una de las esquinas de ese lugar.

—Bien, entonces, la policía se hace la difícil.— Mencionó casualmente mientras balanceaba su cuchillo, tan grande que parecía más un sable corto. Los rehenes se encogieron y los niños lloraron más fuerte mientras otros simplemente temblaban sin que la voz escapara de ellos.

—Así que uno de ustedes tiene que despedirse, jaja.—

Decía mientras veía a los niños. Uno de los 'Rangers' de ese espectáculo, el amarillo para ser más preciso, notó la mirada y a donde la dirigía, y aunque el miedo la embargaba, y dentro de su casco ella sollozaba, con sus rodillas temblorosas ella se puso de pie delante de los niños. Alguno de sus compañeros gritó su nombre en confusión y miedo, mientras el maleante sonreía de manera repugnante.

—Ah, un voluntario, qué chica valiente, ¿eh? Jajajaja— estaba a unos 7 pasos de ella, y se acercaba más, mientras jugaba con el cuchillo.

—No te preocupes, te daré buen uso antes de enviar tu cuerpo a la policía, sería un desperdicio de otra manera, jajajaja-—

El vidrio que cubría el techo en esa azotea se rompe y de repente un objeto borroso se estrelló entre el grupo de maleantes y los rehenes. Una ligera cortina de polvo y escombros se levanta y todos se ponen en guardia, pensando que es la policía, así que el líder simplemente dispara al humo antes que se muestre nada, sin importarle su compañero en medio del camino. Este liberó el cartucho completo mientras reía.

—Ah, mala suerte, por querer tomarnos por sorpresa, ahora tenemos un policía muerto.— El polvo se comenzaba a disipar lentamente, pero el único que resultó herido fue su compañero, al cual le dio poca importancia.

Luego de unos segundos, fue una pequeña ráfaga de viento proveniente del agujero en el techo de cristal, que disipo el polvo por completo, revelando que el borrón era, bueno, yo. Tenía mi puño extendido hacia ellos mientras los maleantes parecían aturdidos, y escuché algunos gritar

—p-pero estás muerto.— Cualquier idea sobre mi aparente muerte fueron olvidados segundos después. Sus ojos se ampliaron en horror absoluto cuando abrí la palma de mi mano, y algunos cascos de bala cayeron de allí. ¡Joder si!, este traje lo hizo mucho más fácil, eh indoloro.

—¡ES POWERED AKIRA!—

—¡WOW!—

—ESTAMOS SALVADOS—

Fueron alguna de las palabras que escuché de detrás de mí, entre alientos de sorpresa y gritos de alegría. Fue así como procedí de inmediato a atacarles, para no darles tiempo a pensar en ninguna idea 'brillante'.

—¡SI, VE POR ELLOS!—

—¡DALES UNA PALIZA!—

—¡Tú PUEDES, POWERED AKIRA!—

Todas y cada una de las voces que escuché a mi espalda, fueron de niños animándome. Ok, este fue un caso en que, más que nunca, tuve que estar consciente de la cantidad de fuerza que usé. Ya que con los niños animándome de esa manera, honestamente me sentía demasiado enérgico, y lo mejor es no dejarme llevar, a pesar de la gran sonrisa debajo de mi casco. Sin embargo, decidí dar un pequeño espectáculo a los niños, así que usé saltos y golpes elaborados para derrotar a cada uno de los delincuentes. Al final, la pelea fue corta, pero la explosión de gritos y porras de los niños valió totalmente la pena. Cuando giré a verlos, vi a la Ranger amarilla de rodillas en el suelo. Ahora, esta era alguien valiente. Yo tenía habilidades y resistencia mucho más allá de los humanos, por lo que no requería mucho valor entrometerse en esta situación, pero ella era diferente... caminé en su dirección.

Al llegar frente a ella, me arrodillé, curiosamente no parecía haberse dado cuenta de mí, me pregunté si estaba herida, así que di una revisión rápida, y no vi nada. Aun así, decidí poner mi mano en su hombro, para sacarla del trance en que se encontraba.

Al notar que la situación había terminado, ella simplemente estalló en llanto. Tras mi máscara yo estaba entrando en pánico ligeramente, no me gustaba ver a las chicas llorar. Entonces, sin mediar demasiado, la envolví en mis brazos y froté suavemente su espalda. Los niños nos rodearon, algunos aun animando, otros lloraban al oír llorar a la Ranger amarilla.

Luego de algunos minutos ella parecía haberse calmado y me devolvió el abrazo con fuerza mientras agradecía. Yo negué con la cabeza. Tome un marcador permanente que ella parecía tener en el cinturón, posiblemente para autógrafos al final del espectáculo, y sostuve su mano. Allí, en la palma de la mano, escribir los kanjis para héroe. Ella simplemente dirigió su mirada a mí, y solo pude adivinar que fue con sorpresa, ya que su casco me impedía ver su rostro, a lo que le di un pulgar arriba.

No hubo tiempo para más, cuando los pasos de los agentes policiales se escuchaban dirigirse en masa a este lugar, y aunque puedo haber hecho algo bueno, la policía, o la ley, no acepta precisamente a los vigilantes. Así que me levanté, buscando una salida, cuando alguien Silva en mi dirección. Allí veo al Ranger rojo y negro tomándose las manos en una pose que yo había visto unas pocas veces en equipos de porristas. Sonreí, y respondí con un asentimiento.

Me alejé de la heroína, y corrí hacia estos dos. Vi como ellos se tensaron en la espera, pero yo estaba seguro de que saldría bien, ellos mostraban un físico entrenado bajo esos trajes de spandex. Salté ligeramente frente a ellos y coloqué un pie entre sus manos, ellos bajaron un poco, pero luego usaron todas sus fuerzas para lanzarme al techo. Ahora, creo que ellos estaban bien entrenados, pero no creía que podrían lanzarme tan lejos, así que, por supuesto, les daría una mano, saltando hasta allí, usándolos como plataforma. Giré unas cuantas veces en el aire, pero caí de pie en el techo. Voltee viendo a los Rangers de buen humor, y antes que llegara la policía, saludé con dos dedos en mi frente, y Salí de allí.

Ese fue el día, donde Powered Akira desmintió los rumores sobre su muerte, y volvió con un mejor traje. Sin mencionar que mi club de fans solo se disparó a los cielos.

Y así llegamos al presente. Inicialmente, salía con mi traje en una bolsa, pero el crimen de los peces pequeños se ha reducido tanto, que mis apariciones como Powered Akira se hicieron casi nulas, pero eso no quiere decir que fui olvidado. Hace poco una película basada en testimonios de personas rescatadas fue realizada, y el consenso general, era que yo era una especie de luchador bastante hábil, con gusto por el color negro, algo así como Batman. Nunca se mencionó nada de habilidades sobre humanas, lo que solo fue una prueba de lo bien que cubrí ese punto.

Y esa son solo algunos de las cosas que sucedieron en estos años.
Mi paso comienza a ralentizarse al llegar a la entrada de mi casa luego del ligero ejercicio de hoy. Llegué y eran las 7:00 en punto, por lo que pronto mis padres y mi hermana pequeña despertarían, así que subí para tomar una ducha antes que eso sucediera. Al llegar a mi cuarto y quitar la sudadera que tenía puesta, comencé a desabrochar las pesas corporales que tenía. Fue genial descubrirlas, ya que podría entrenar a un nivel que realmente funcione para mí sin llamar la atención. Dado que yo conocía las estadísticas de mi fuerza y resistencia como rango B, fue fácil calcular que peso necesitaría para un entrenamiento, no exagerado, pero que tenga resultados. Por ejemplo, si quieres salir a correr con 5 libras en cada extremidad, sería algo suave, pero que potencialmente ayudaría más que solo correr. Yo por mi lado debía multiplicar ese peso x40 de ese modo sería un equivalente para mí. Al inicio yo salía a correr con ese equivalente, pero apenas se sentía así que lo subí un poco más. Actualmente, salgo a correr con el equivalente de 10 libras en cada extremidad, algo que se sentiría, pero que no sería un peso exagerado para alguien que entrena diariamente. Sí, tenía 400 libras en cada extremidad y en el pecho. Por lo que el total serían unas 2000 libras, prácticamente una tonelada. La fuerza de un Servant es una locura, y más en un universo como este.

El patrocinio de la doctora Yuuko venía con un pago mensual que me ayudó a pagar las pesas y poder mantenerme sin un empleo a medio tiempo de momento, pero con el crimen reducido, no tenía la cara para presentarme a cobrar dicho cheque. Al inicio mi padre se preguntaba de dónde sacaba el dinero, y le dije que trabajaba ayudando en la clínica, mayormente con la limpieza. A él no le molestó, pero a mí si, por el punto de mentir. Desde ese momento fui de vez en cuando a la clínica para hacer precisamente eso. No quería mentirle, así que lo hice realidad, Sayo se río de mi por un largo tiempo por esto.

Luego del baño, me vestí, pero sin la chaqueta escolar y comencé a preparar el desayuno. Admito que aún no me acostumbro al arroz como desayuno, pero me adapté. Coloqué todo en la mesa y arreglé el bento para todos, el más decorado, el de mi pequeña hermana, por supuesto.

Fue entonces cuando los dormilones entraron al comedor.

Luego de los saludos, y un desayuno decente, cada uno se dirigía a su destino. Yo tomaba de la mano de la pequeña Alice, hasta llevarla a la entrada de su escuela, mientras, yo seguí caminando para llegar a la ceremonia de apertura de la mía. En la entrada, me encontré con Kohta, y luego de un choque de puños, donde dejé que Kohta sea quien dé el golpe por obvias razones, seguimos a la ceremonia mientras charlábamos casualmente.

—Entonces, ¿seguirás en el club de atletismo este año?— Sacudí la cabeza en negación.

—No, creo que este año probaré con el club de Kendo.— Por alguna razón, Kohta me miró fijamente por mi respuesta.

—¿Alguna razón en particular?— Lo miré con extrañeza. A pesar de la máscara estoy seguro de que captó la mirada, ya que desvió la suya de manera avergonzada.

—Bueno, dos razones.— Respondí y él volvió a verme. —Primero, no quiero que todo el esfuerzo de Takuzo-kun sea en vano, se esforzó mucho para ello.— Kohta sonrió.

—Ah, ya veo.— En el primer año, para intentar conseguir una beca deportiva para la Universidad, decidí comenzar en el atletismo, y me mantuve por delante de todos, solo un poco, siempre un segundo más rápido que el más rápido. Me había hecho un poco popular entre el equipo, y supongo que allí conseguí a un rival. Prometió que me vencería, y sería el más rápido. Aparentemente, era alguien que no había sido derrotado hasta ahora, y un novato solo vino y lo hizo comer polvo, o eso dijo su mejor amigo. Me sentí mal, ya que a lo largo del año, él se esforzó, realmente lo hizo. Físicamente, no lo noté, pero el tiempo se reducía en cada ocasión hasta que la mánager, Naomi, cayó enamorada ante alguien tan apasionada. Así fue como en la carrera final, por unas milésimas de segundo, le dejé ganar. Él literalmente lloró de felicidad, viendo que todo su esfuerzo no fue en vano. Solo Kohta sospechaba que lo dejé ganar, pero no dijo nada.

—El segundo, es que me interesa mejorar mi técnica con la espada, así de simple. Y ¿Tú, qué tal, irás a algún club?— Kohta negó con la cabeza. La charla continuó, y nos dirigimos a nuestros respectivos salones sin problemas.

El primer día siempre estuvo la presentación de cada uno a los demás compañeros mientras te levantas de tu asiento. La mitad de los compañeros en el salón me parecían reconocibles, pero honestamente solo me sabía unos pocos nombres, y ni siquiera era porque eran mis amigos.

Eso quiere decir que la mayoría, o al menos la mitad, estaban acostumbrados ah verme enmascarado, la otra mitad seguramente escucharía el rumor sobre mí de los demás, aunque las miradas me aseguraban que, como siempre, resaltaba como un pulgar dolorido, por lo que sería cuestión de tiempo para ser etiquetado como el raro bicho nuevamente. Es gracioso, porque en el primer año, intentaron ese tipo de bullying típico en las series, es decir, rayar y marcar el mi pupitre. Cuando lo vi, honestamente me recordó a mi infancia en mi vida pasada, donde esto no era bullying, sino la apariencia común de los pupitres en mi escuela. Ah, fue nostálgico y solo acaricié mi pupitre con ese pensamiento en mente, lo que hizo que mi estatus de raro aumentara, entonces, no, no tenía amigos en el salón, pero no me importaba.

Aunque no se equivoquen, los únicos que me hacían bullying eran los chicos, y yo sabía por qué.

Incluso con una máscara, la belleza del príncipe de Lan Ling Wang no podía ocultarse por completo, y menos el carisma ya atractivo de su voz. Por lo que, sí, eran los demás chicos, y hasta cierto punto, yo los entendía. La única razón por lo que las chicas no se acercaron a mí, fue por el rumor que los chicos iniciaron, y ya que fue impulsado por casi todos los varones de la escuela, se hizo bastante creíble. Se decía que yo era una de las víctimas que sobrevivió al atentado de varios años atrás, y mi cara bajo la máscara estaba deformada. Yo no hice nada para decir lo contrario porque nadie realmente se tomó el tiempo para preguntarme, eso fue gracioso.

Como siempre, puse poca importancia a la presentación de los demás, principalmente para evitar los mini infartos que tengo en esas ocasiones. Quiero decir, muchos nombres similares a personajes de otras series abundan, y terminaría loco si seguía así, este día, incluso sin querer hacer caso, otra apareció. En su presentación, en la que solo escuché su voz, se presentó como Rei, y antes de terminar su apellido giré tan rápido como pude, cerciorándome que no fuera una chica apática de pelo corto de color azul claro. Luego, simplemente ignoré lo demás, estaba cansado y apenas comenzaba el día.

Vi a mi lado a un chico que parecía el típico protagonista Shonen clavarme la mirada luego que observé a la chica, la tal Rei. Quizás era su novia, no lo sé, así que simplemente fingí no verlo.

Al final de la clase recogí mis cosas, y noté que el tipo con cara de protagonista shonen no apartaba la mirada de mí. Incliné ligeramente la cabeza en forma de saludo, pero él no reaccionó. Me encogí de hombros y Salí del aula. Este tipo sería un dolor de cabeza en el futuro, ¿no es así?

La mayor parte de la semana fue tranquila, aunque esa mirada ocasional de ese tipo que etiquete como protagonista shonen era algo que no podía sacudirme, y así de rápido llego el miércoles.

Pensaba pasar por el club de Kendo masculino para inscribirme, pero antes decidí pasar por el aula de Kohta, en caso de que le tocara limpieza del salón, y resultó que sí, vaya suerte.

Como siempre, él estaba solo para la limpieza del salón. Es cierto que ya no le hacían bullying, pero también hay personas que se sentían intimidadas por él, o simplemente lo odiaban por su popularidad entre las chicas. Y debo admitir, que él hizo un gran cambio desde la primera vez que lo conocí. Del pequeño y un poco regordete niño, al mini Jotaro frente a mí. Digo eso porque Kohta era un poco bajo. Su estatura era de 1`60 en lugar del edificio caminante que era el Jotaro original con sus 1'95.

Toqué ligeramente la entrada para llamar su atención.

—¿Quieres ayuda?— él simplemente resopla.

—Claro Aki, gracias.— Evité reírme, ya que antes él se negaba y yo entraba de igual manera, así que ya sabe que en este punto no recibiré una respuesta negativa.

Tardamos unos 3 minutos antes de que alguien más entrara.

—Oh, Takagi-san, ¿olvidaste algo?— preguntó Kohta a la persona a mi espalda, a la cual ignoré a favor de continuar mi labor autoimpuesta. La persona en cuestión solo resopló y simplemente escuché su caminar.

Hubo un momento de silencio. Y vi a Kohta entrecerrar los ojos.

—Si tienes algo que decir Takagi-san, hazlo.— Su tono duro solo me hizo recordar las veces donde alguien me dirigía miradas extrañas. Así que supongo que la tal Takagi me miró por mucho tiempo. Si, Kohta puede ser demasiado sobre protector, a pesar de que soy mayor que él. La persona detrás de mí gruñó ligeramente, y por momentos se hacía más difícil continuar con la limpieza.

—Sabes Hirano-kun, solo hace unos minutos algunos compañeros de clase que habían estudiado contigo anteriormente, hicieron llegar a mí el rumor de que eres un matón que obliga a otros a hacer su trabajo. Al ver que te dejaron limpiar solo y no te quejaste, supuse que podría ser mentira.— Vi a Kohta simplemente asentir varias veces con una pequeña sonrisa de ojos cerrados.

—Pero entonces veo esta escena, con alguien que no es de este salón. ¿Te importaría elaborar?— a esa respuesta, Kohta solo pestañó un par de veces, antes de empezar a reír.

—¿¡Que es tan gracioso, Idiota!?— mencionó la persona indignada. Ok, era suficiente, es mejor detener esto antes de que se haga más grande.

—Ah, eso se debe a que es un malentendido.— Dije aun sin girarme. —Kohta no me obligó a ayudarle, más bien, yo le obligué a que me dejara ayudarle.— Kohta había dejado de reír, y luego había lanzado un bufido a mi declaración.

Coloque la escoba en la esquina, y le doy una sonrisa de ojos cerrados a la persona allí, pasándola por alto efectivamente.

—Dicho esto, adiós, tengo otro lugar a donde ir.— Sacudí mi mano en despedida a Kohta y me retiré.

Al bajar los escalones escuché pasos apresurados venir detrás de mí.

—¡Espera!— ah, lo siento, hoy no. Simplemente Suspiré. Mire rápidamente a los alrededores y simplemente aceleré para salir de ese lugar. En solo unos segundos estaba en la salida, y esa chica posiblemente estaba confundida al ver el lugar donde debería haber estado.

Normalmente, me hubiera quedado y tener una pequeña charla o discusión, pero luego de que ese tipo, alias protagonista shonen estereotipado, me estuviera clavando la mirada fruncida, no estaba del mejor humor, fue realmente molesto, y no estoy seguro de lo que hice.

Iría al club de Kendo otro día, es posible que si voy allí ahora, sea perseguido, así que, fui directo a casa. El viaje fue tranquilo y me alegró ver tanta paz. No voy a decir que soy pura humildad, ya que al ver los afiches de la película de Powered Akira una sonrisa algo presumida se escapó de mí. Envié un mensaje a Kohta para verla, y aproveché para decirle que, si hace algún amigo en el salón y esté interesado, lo traiga. Kohta era un solitario y yo era su único amigo, así que intenté que expandiera su círculo, sí, yo era un hipócrita. Pero al menos tenía más, uh, amigos, supongo, en el grupo de Black label. ¡Oh, Eso me daba una idea! Decidí escribir un mensaje a Arashi Mikami. Él estaba en nuestra escuela, aunque no estaba seguro en qué salón. Él había perdido un nivel debido al incidente en la Conferencia médica internacional, así que estaba en primer año. Le envié un mensaje invitándolo y que si aceptaba, llevara a cualquier amigo suyo interesado, no tardé mucho en recibir un mensaje afirmativo.

Lo programé todo para el fin de semana, para que nos sea solo una reunión apresurada.

Suspiré, intentando expulsar de mí el estrés del día. Yo, no sabía que me había molestado tanto, pero había algo en ese chico que no me gustó, es como si me acusara de algo horrible, pero es la primera vez que lo veo, o eso creo.

El siguiente día llegó en un abrir y cerrar de ojos. Estaba preparado para encontrar a la chica del día anterior, ya que mi estado de ánimo era mucho mejor, así que no me importaba charlar con ella.

Llegué temprano como de costumbre y más de la mitad de los estudiantes ya estaba aquí. En mi vida anterior, fui el primero casi siempre en llegar, pero bueno, la disciplina de Japón es otra cosa. Solté una ligera risa y fui a mi asiento que estaba cerca de las ventanas, casi al final, y disfruté de la vista. Solo unos pocos segundos después, el chico que etiqueté como el protagonista estereotipado entró por la puerta de detrás del salón. Me vio, y sonrió, aunque dicha sonrisa no llegó a sus ojos. Se acercó a mí y simplemente dijo:

—Conozco tu secreto.— Me quedé mirándolo. Yo, dudaba eso seriamente, pero la seguridad con la que lo dijo me hizo dudar un segundo.

Entonces, con un rostro lleno de determinación, por un objetivo que desconozco, se alejó y fue a su asiento, a un par de asientos a mi costado. ¿Qué rayos pasaba por su mente? Quién sabe.

Intenté mirar furtivamente en su dirección un par de veces, no dirigiendo mi rostro fijamente a él, sino al estudiante que estaba dos pupitres frente a él, mientras mis pupilas estaban dirigidas a él. Esta era una ventaja de la máscara que no funcionaria si tuviera mi rostro descubierto.

Por alguna razón parecía aún más molesto conmigo. Entonces fue cuando noté que su posible novia estaba en la dirección en que mi rostro apuntaba. Genial, simplemente genial. Normalmente, yo disiparía la duda con una pequeña plática, pero luego de su acercamiento anterior y su comportamiento, no solo me siento un poco reacio, sino también me gustaría saber cuál es el secreto que él cree saber.

Unas cuantas horas después, y el timbre para el almuerzo reverbera por los pasillos, y él simplemente se detuvo en la salida y me hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera. Suspiré, genial, el día se vuelve más irritante por momentos.

Yo en cierta forma lo tomaba de manera relajada, ya que, de manera realista, no había nada que este tipo me pudiera hacer para dañarme. Caminamos por un rato, básicamente en sentido contrario a todos, los cuales iban a la cafetería. Terminamos en un lugar bastante alejado detrás de uno de los clubes, allí, él decidió acercarse a mí a una distancia incómodamente cercana y con una mirada afilada y voz molesta, habló.

—Bien, al ver que continúas, parece que no me crees cuando hablo de tu secreto, ¿eh?—

Se cruza de brazos, —Hace más de 10 años, te vi, con tu madre.— Lo miré fijamente. —Sí, usabas una bolsa de papel sucia para cubrir tu cara, ¿no es así?— tarareé mientras mi mirada se afilaba ligeramente. —¿Tu madre y tú eran vagabundos, verdad?— mencionó con una cara seria. —

Lo era, ¿Y?— le confirmé, sin importarme como lo supo. —¿se supone que es ese el secreto que me hará retroceder? Un intento bastante patético.— No me interesaba esta chica llamada Rei, pero no me importaba decirle en este punto.

Le di la espalda y comencé a retirarme.

—No me avergüenzo de mis raíces. Diles a todos, por lo que me importa.— Lo escuché gruñir ligeramente.

—Oh, ¿en serio?— me detuve al escucharlo y di una mirada indiferente sobre mis hombros.

—No sé si llegaste con Beca, pero este instituto no es precisamente para los de tu clase. Entonces dime, ¿cómo pudo tu madre vagabunda pagarlo?—

Gruñí ligeramente mientras apretaba mis puños.

—Cuida tu boca, mocoso.— No estoy seguro si él entendió donde se estaba metiendo, pero solo bufó.

—Veo que ahora entiendes cuál secreto tuyo pude descubrir.—

—Solo entiendo que eres un idiota que inventa teorías estúpidas para intentar desesperadamente que se alejen de una chica que crees que te pertenece.— Vi su ojo temblar visiblemente.

—¡Cállate! ¿¡Qué mierda crees que sabes!? ¡Ella me ama, nos prometimos matrimonio incluso!— ok, eso era más información de la que me importaba.

—Oh, bueno, para ser alguien comprometido, no pareces muy seguro de ti mismo.— No pude evitarlo, el tipo me parecía un idiota. Pero ya me había cansado, así que continúe con mi retirada.

—¡Y qué va a saber de amor el hijo de una prostituta y vagabunda!— me detuve por completo, mis ojos muy abiertos por solo escuchar esa declaración, y sentí el calor subir a mi cabeza. Todos tienen un botón que los hace explotar realmente rápido. Algo que muchos considerarían estúpido, pero valoras tanto, que no puedes permitir que otros escupan. Para mí, era mi familia, mi madre, y este idiota solo lo presionó como la mierda.

Giré todo mi cuerpo en su dirección, y me quedé parado allí, temblando por la indignación y la furia, una furia que no había tenido en todo mi tiempo de vida en este mundo.

Luego comencé a caminar a paso lento, mi caminar desmintiendo la furia que había en mí, y me detuve a pocas pulgadas de él, nuestras estaturas similares.

Lo único que me detenía de darle un puñetazo en la cara era el conocimiento, de que ese puñetazo borraría su cabeza.

—Retráctate.— Le siseé y él simplemente resopló.

—Si es cierto, ¿por qué lo haría?— lancé un puñetazo a mi izquierda, y solo se escuchó un ruido sordo, Fue cuando él reaccionó muy lentamente. Su mirada se veía sorprendida mientras me ve extendiendo mi brazo izquierdo a un costado y golpear un árbol robusto, con la suficiente fuerza para hacer un pequeño cráter con la forma de mi puño en el centro. La incredulidad en sus ojos, me dicen que no esperaba esto en lo absoluto.

—Retráctate.— Repetí. Ahora me miraba con cautela. —No permitiré que ensucies la memoria de mi madre con tus estupideces.— Sus ojos se ampliaron ligeramente ante lo implícito en esa oración.

Frunció sus labios, y luego de unos segundos se inclinó.

—Lo siento, retiro lo dicho.— Dejé escapar un largo suspiro, con parte de mi irritación. Al menos sonaba sincero.

Me giré, no le dirigí ni una sola palabra más, y me alejé. En lugar de volver al aula, fui a mi casillero, y tomé mis cosas, no estaba de humor para seguir aquí por hoy.

Me tomé el camino a casa para relajarme en una buena caminata. Al llegar, por supuesto, no había nadie, y bueno, decidí dar una pequeña vuelta por la ciudad, esta vez como Powered akira.

Para mi decepción, todo el día fue tranquilo, hasta llegado el atardecer, cuando había decidido ir a casa, ya que el horario escolar había terminado. Vi a un grupo de tipos que solo pude describir como secuaces, subir a la fuerza a un hombre de unos 60 años y a una joven mujer en un auto negro, y acelerar tan pronto fue posible.

Por supuesto, decidí seguirlos, eran raros los secuestros, y si tenía que adivinar, por su forma de vestir, esas dos personas no eran precisamente adineradas.

La noche calló mientras les daba persecución desde los techos, cuando llegaron a una especie de edificio de oficinas abandonado. Los vi salir y llevar a las personas a punta de pistola, así que me tocaba hacer esto de manera sutil pero veloz.

Estudié el edificio y los lugares por donde podría entrar. No pensé que hubiera prisa, ya que, me parecía un secuestro, y nadie se desase de sus rehenes tan fácilmente, pero tampoco quería perder mucho tiempo. Justo cuando iba a entrar por la ventana del tercer piso vi un vehículo blanco detenerse y de allí salió, nada más y nada menos que el oficial Tatara. Hombre, había pasado un tiempo. Y junto a él, Wow, yo sabía quién era por la serie, pero debo decir, que era aún más hermosa de lo que habría esperado. La detective Konomi Suzue aparece en escena. Ok, debo decir que no le hicieron justicia en la serie, ella era seriamente hermosa. Bueno, debo admitir que no recuerdo todo lo que pasa en el show, ya que la vi hace demasiado tiempo, pero esto es como ver una película que viste anteriormente, refrescando tus recuerdos.

Cuando los detectives se alejaron del lugar, vi patinando por el estacionamiento a una chica con máscara, y supe que no me equivoqué. La noche era silenciosa, y si una ventaja tenía el silencio, es que cualquier cosa se hacía audible. Iba a evitar un error no tan pequeño en contra de la detective Suzue. Así que chasquee mis dedos con fuerza, el sonido viajó al menos lo suficiente para que la chica, Oriha Nashida, un miembro de Black label especializada en explosivos, girara en mi dirección. Ella me vio por un momento y parecía que no sabía si saludarme o salir corriendo. Entonces, señalé el vehículo blanco a donde se dirigía, y negué con el dedo.

Ella vio al vehículo, y volvió a mí, y asintió. Entonces, decidí buscar el piso donde la acción sucedía y no fue muy difícil de encontrar dado que era el único con la luz de un reflector encendido, uno bastante potente. En mi visión periférica vi a otros dos miembros de Black label, Arashi Mikami y Mikoto Kiba, los cuales también parecen haberme visto y se ocultaron un poco. Bueno, la verdad es que, incluso si yo sé quiénes son ellos, no es porque ellos me hayan dicho, sino por el anime. Ellos han hecho todo lo posible para mantener esta faceta oculta de mí, y me parecía bien.

Me incliné y vi entrar al oficial Tatara a la habitación donde estaba, el hijo de un presidente corrupto de una constructora, su abogado, y dos matones, los cuales tenían atada en una silla a una chica a la cual golpeaban con un látigo, y a su padre atado y amordazado siendo obligado a verlo todo.

Sé que el oficial Tatara, a pesar de su buena voluntad de querer ayudar a esas personas, no sería capaz de hacer nada, entonces, cuando vi que la chica iba a ser golpeada nuevamente para el deleite de su jefe, decidí que no esperaría más e irrumpí por la ventana de cristal, llegando de una manera bastante llamativa.

El factor sorpresa era algo maravilloso, en muchas ocasiones, como en esta, las personas no reaccionan ante lo que no esperaban, algo como un tipo saltando a su ventana en un tercer piso. Vi sus ojos ampliarse en reconocimiento, y su boca abierta, pero yo no les daría tiempo a reaccionar. Todo parecía ir en cámara lenta para mí, lo suficiente para saber quien fue el primero en salir del aturdimiento y buscar su arma, era el maleante cerca de la rehén. Mientras aún estaba en el aire, tomé una silla a mi lado y la lancé a este rompiendo la silla mandándolo a volar unos metros estrellándose contra la pared. Tan pronto como mi pie tocó el suelo, me dirigí al otro maleante con una patada aérea que me impulsó hasta el abogado, el cual yo sabía que también tenía un arma de fuego oculta, y lo golpee en el rostro, dejándolo inconsciente de inmediato. Luego de ese golpe giré varias veces en el aire, y caí frente al jefe, el cual aún estaba aturdido en su sofá.

El acto no me tomó más de 3 segundos, así que, no se puede culpar que este tipo aun estuviera en una especie de Shock.

—¿¡Qué mierda te pasa!? ¡Esto no se quedará así! ¡No sabes con quién te estás metiendo imbécil! ¿¡Tienes idea de lo poderoso que soy!?—

Entonces, si, bla bla bla. Lo noqueé con un puñetazo en la cara y me dirigí al rehén ignorando a quien me dirigía una mirada plana luego de recuperarse de la sorpresa.

El suspiro del Oficial Tatara fue profundo y cansado.

—Siempre haces que esto sea más difícil de lo que debería muchacho. Sabes que como oficial, mi deber es detenerte, pero entonces es en situaciones como está donde nos vemos.— Luego de desatar a la chica, dirigí mi vista al oficial Tatara y señale al padre del rehén. El desganado fue hacia el padre de la chica y lo desató. Entonces, los quejidos de dolor comenzaron a escucharse, anunciándonos que no nos quedaba mucho tiempo, así que, cada uno tomó a uno de los rehenes y salimos de allí por la puerta del cuarto, y bajamos las escaleras apresuradamente.

Yo sabía que no nos volveríamos a ver, ya que Black label los tenía fichados para ser eliminados. Ok, puede que modificara un poco el canon con la muerte del abogado y que

el padre logró sobrevivir al evento, pero realmente no me importaba, no es que recordara mucho de la serie de todos modos, asi que no importa como cambie el canon.

Salimos del edificio, y solo se escuchó un Jadeo. Al mirar al frente vi a la detective Suzue con los ojos muy abiertos y una mano cubriendo su boca.

—¿¡Es real!?— Dijo con una parte de incredulidad, una parte de emoción.

No pude evitar reír un poco.

El oficial Tatara y yo nos miramos el uno al otro, y decidimos llevar a los rehenes al auto de la oficial Suzue. Fue una buena decisión, ya que luego de poco tiempo, una explosión destruyo varios pisos del edificio.

Eso nos hiso detenernos y girar hacia ese lugar. Yo ya sabía lo que había pasado, Black label mató a todos allí, pero hombre, haber esperado que yo me hubiera ido por completo, pues noté que el detective Tatara me estaba clavando la mirada.

Solo había una cosa que yo podría hacer en este caso. Así que solo lo ignoré y coloqué al rehén en el asiento del auto de su compañera, fue cuando me levante para ver a la detective Suzue apuntándome con su arma.

—¡levanta las manos, quedas bajo arresto por el cargo de vigilantismo!—

El detective Tatara, por otro lado, solo colocó su mano en su cabeza y masculló un poco.

—No tenemos tiempo para eso, tenemos a personas heridas aquí.— Dijo para la incredulidad de Suzue.

Él sube simplemente al asiento del pasajero esperando a su compañera. La detective titubea, pero baja el arma y sube al vehículo. Solo los saludo mientras se retiran, aunque el detective Tatara no parecía estar de buen humor.

Era tiempo de volver a casa. Era jueves, pero honestamente no pensaba ir mañana a la escuela, y solo tomarme el día para descansar. No sería un problema para mí, ya que en realidad iba algo adelantado.

El sábado en la mañana fue un día sin nubes, con los pájaros cantando. Un día que prometía ser agradable y relajante. Por cuestiones de trabajo, solo mi hermana pequeña Alice y yo nos encontrábamos en casa. Yo estaba en la cocina con mi rostro descubierto, preparando algo para nosotros, cuando el timbre de la puerta suena.

Alice, ¿puedes ver quién es, por favor? Ella asintió.

—Okay, Onii-chan.—

—Recuerda mirar por la perilla, si no lo conoces no abras la puerta, solo ven a buscarme.—

—¡Siiiiii~!—, dice ella mientras se aleja.

Espero algunos segundos mientras doy los últimos toques al desayuno, cuando Alice grita.

—¡Es Kohta nii-chan!— Oh, hoy vino particularmente temprano, pensé que lo vería más tarde hoy cuando nos reunimos todos para ir al Cine.

Escucho los pasos acercándose a la cocina. La primera en llegar es Alice, quien se sienta rápidamente en su asiento en la mesa, y le sigue Kohta.

—Buenos días, Aki.—

—Buenos días Kohta.— Le respondo dando un vistazo y volviendo mi vista a lo que estoy preparando.

—Es raro verte tan temprano un fin de semana, ¿a qué se debe el milagro?— le pregunté, aunque la respuesta no fue inmediata.

—¿Recuerdas el malentendido con mi compañera de salón?— tarareé en respuesta. Fue entonces cuando escuché otros pasos saliendo del pasillo.

—Lamento interrumpir.— Alguien parece haberse invitado junto a Kohta a mi casa, y por el sonido de la voz, y lo que Kohta había dicho, ya sabía quién era. Chica insistente, jaja.

No es molestia, por favor toma asiento, estoy terminando. Escuché algunos ligeros balbuceos, —N-No, Vine a hablar sobre cierto idiota.— ¿Oh? Detuve lo que estaba haciendo. Ahora eso es nuevo, pero por lo que dijo, bueno, solo un idiota venía a mi mente, uno relacionado con el único lugar donde ella y yo coincidíamos, la escuela.

—No creo que haya mucho de qué hablar. Pero dime, ¿por qué te sientes lo suficientemente responsable, como para venir en su nombre?—

Voltee en su dirección. Las palabras se quedaron atrapadas en mi boca, al verla por todas las razones equivocadas. Sentí que el mundo se derrumbaba sobre mí, porque allí estaba uno de mis Tsunderes favoritos de pie, y al mismo tiempo, uno que predecía un futuro horrible.

Ella estaba sin aliento y fue lo que me dio tiempo para verla con detalle, lo que reafirma mis miedos. En este mundo, aquellos personajes de ficción tenían la apariencia de sus cosplayers ideales. Quiero decir, al ver un cosplay increíble alguna vez pensaste, ese cosplayer nació para interpretar ese personaje, bueno esa era básicamente la forma en que se veían en este mundo, y frente a mí, Saya, Saya Hirano estaba en todo su esplendor.

Su mirada se llenaba de brillo, como habiendo encontrado algo que buscaba hace mucho tiempo, mientras mi mundo se derrumbaba. Ella comenzó a acercarse paso a paso hasta estar frente a mí. Pelo rosa, uno de los colores más raros de encontrar incluso en este mundo. Puedo contar con una mano los encuentros con mujeres con ese tono de pelo. Mi madre adoptiva y mi hermana, así como Oriha Nashida, el último y más joven integrante de Black Label. Y esa niña hace tantos años que estaba acompañada de un niño a punto de ser mordidos por un perro. Mi proceso de pensamientos se detuvo, y fue ahora luego de mucho tiempo que comienzo a colocar las piezas en el rompecabezas, ayudado por mi memoria selectiva, la cual no me había señalado en mis recuerdos que, Triage X y Highschool of the Dead tuvieron a alguien en común trabajando en las bases. Shouji Sato, creador de Triage X, también fue ilustrador de Highschool of the Dead y si se mira a la primera serie, se verán villanos que hablan de cómo el mundo seria para gente como ellos, de cómo la sociedad cambiaria, estupideces de cliché, hasta qué vez a Kohta aparecer en la clase del protagonista de esa serie. Capítulo 10, minuto 13:30, gracias cerebro, eso es muy útil ahora.

Ella se detuvo delante de mí y luego de lo que solo podría llamar, admirar mi rostro por un minuto, ella se forzó a desviar la mirada.

—Quiero saber, porque lo dejaste en esa condición—

—¿uh?—

—¡YA SABES A LO QUE ME REFIERO!— Grito indignada. Fruncí el ceño confundido.

—No puedo creer que también eres un idiota— susurró, pero pude escucharla.

—¡Bien, lo diré claramente!— Puso sus manos en sus caderas y me miro con seriedad. —Quiero saber, ¿Por qué le diste una paliza a Takashi Komuro? Es tu compañero de curso, así que no finjas que no lo conoces.

Eh… espera ¿qué?

Nota del autor.

Y eso es todo por el momento. Esta es la primera vez que publico una historia aquí, y aunque me considero más un lector que escritor, espero te entretuviera lo suficiente, a pesar de mi bajo nivel. Esta historia se basa en el último concurso de escritura En mi Deviant, solo tuve curiosidad y lance los dados para ver el resultado aleatorio, y este fue.

Anteriormente había hecho la conexión entre Triage X y HSOD, así que aproveche para presentar esta teoría, porque por supuesto, no es oficial.

Estoy abierto a cualquier crítica, pero por favor, que sean constructivas.

Si a alguien le gusta, es posible que continúe subiendo más capítulos.

Dicho esto, ¡tengan un lindo día!