Descargo de responsabilidad: Los personajes son propiedad de Stephenie Meyer y la historia es de la increíble autora CaraNo, yo la traduzco con su permiso. ¡Gracias, Cara!
Disclaimer: The characters are owned by Stephenie Meyer and the story is by the amazing author CaraNo, I translate with her permission. Thank you, Cara!
Este y todos sus fanfics puedes encontrarlos en su blog, el link está en mi perfil.
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9.
~Tengo tantas ganas de besarte. Le preguntaré a Emmett al respecto~
—Mi hermano compra café aquí todos los días —dice, casi susurrando... como si fuera un secreto—. Me dijo que eres una buena chica.
Vaya.
Siento que mis mejillas se calientan. —¿Quién es tu hermano? —pregunto, también casi susurrando. No lo sé, pero esta cosa silenciosa funciona para mí. Me gusta.
—Emmett —responde con naturalidad, pero aún así... en voz baja—. Emmett Cullen. Dice que te gusta charlar.
Y no puedo evitar reírme.
Emmett, ese gran tonto. Sí, viene todos los días. Charlar es probablemente una palabra precisa. Nos basamos en el nombre de pila. Charla trivial sobre el clima, el café, los Marineros (1), los eventos actuales... mientras le hago un capuchino con espuma extra y canela.
—¿Es tu hermano? —pregunto, sonriendo mientras termino nuestras bebidas.
Edward me sonríe. —Sí, es mi hermano mayor. Vivo con él a dos cuadras de aquí.
Interesante.
—Es muy simpático —me río—. Vamos, sentémonos. —Asiente y me sigue hasta nuestra mesa, nuestra mesa. Me gusta cómo suena eso. —Aquí está tu té—, le digo, deslizándolo sobre la mesa de café.
Mis labios tocan el borde de mi taza, pero no bebo. En cambio, observo a Edward mientras toma su primer sorbo. Tentativamente.
Entonces sus ojos se iluminan. —Sabe como, como, como... —Es como si no pudiera encontrar la palabra, y parece que lo frustra—. ¡Pan de jengibre!
Vuelvo a reírme. —¿Te gusta?
—Sí —dice solemnemente—. Y cuando me lamo los labios, saben a Navidad.
Y mis ojos buscan sus labios.
Trato de quitarme el rubor, pero es difícil.
—¿Edward? —Me muerdo el labio—. ¿Cuántos años tienes?
—Veinticuatro, y mi hermano me dijo que tienes veintiuno; te encontró en Facebook —responde, inclinando hacia atrás su taza. Le gusta mucho mi té chai. Y al parecer, Emmett es un chismoso... y un acosador. Después de un gran sorbo, se limpia la boca—. Todavía no conozco tus favoritos. Sólo la bebida. No la canción, ni el pasatiempo, ni el color.
Correcto. Exhalo un suspiro.
Me doy cuenta de que es un poco difícil seguir el ritmo de Edward. Por lo general, se queda callado tan pronto como pasamos del saludo.
—Um, mi pasatiempo favorito... —Pienso en eso por un momento antes de responder—. Creo que... leer y escuchar música. Mundano, lo sé. —Sonrío irónicamente.
Edward niega con la cabeza. —Nada en ti es mundano, Café Bella.
Caf... Me río en voz baja. —¿Café Bella?
—Lo cambié —dice simplemente—. Pero cumpliré mi promesa. Si hacemos el amor, serás únicamente Bella. —Toso y farfullo—. Oh, déjame traerte una servilleta.
¡Dios mío!
(1) Se refiere al equipo de béisbol, los Seattle Mariners, en español Marineros de Seattle.
