Tom bajo las escaleras tan rápido como pudo. Cuando llegó abajo, Raine lo veía desde la sala, la chica negó con la cabeza. Entro a la cocina, y vio a Dalia abrazada de Liam. Jack, Emma y Liam vieron a Tom, los tres negaron con la cabeza, aún que Liam le dedico una mirada más tranquilizadora, y le hizo una seña, no era el momento de hablar con Dalia.
-qué pasa? – dijo jazmín apenas Tom entro a la habitación
-nada, nada – suspiro, cerró la puerta y se sentó al lado de la chica
-no te ves muy bien – dijo jazmín apenada – paso algo con tu amiga?
-supongo – Tom se tallo un poco la cara con las manos
-bueno, no te preocupes – jazmín sonrió y abrazo a Tom cariñosamente – todo estará bien – Tom se quedó quieto, abrazando a jazmín
-Dalia, tranquila – le decía Liam, en la cocina
-no, no, no – sollozaba, sin soltar a Liam – confíe en él!
-es que… bueno… – Liam no sabía que decir exactamente
-es que acaso no soy lo suficiente? – dijo la chica
-claro que lo eres! – dijo Emma – eres una chica grandiosa
-no, no – Dalia negó con la cabeza
-sí lo eres – Liam acaricio un poco la cabeza de Dalia – mira, ya habrá otros chicos por ahí
-otros chicos? – Dalia miro a Liam
-yo no – dijo Liam – pero… que tal el hermano de Potter?
-Albus? – Dalia negó con la cabeza – para nada, aún que Scorpius es lindo, supongo…
-bueno, quién sea – dijo Jack – el caso es que hay más peces en el mar
-pero yo quiero a Tom – suspiro Dalia
-mira, Dalia, ya se – Liam sonrió – ya que salimos bien en los TIMOS, ¿por qué no salimos a algún lado?
-salir? – Dalia pensó un poco – no quiero salir
-vamos, podemos ir por un helado y eso – sugirió el chico – o vamos a ver una película
-que es una película?
-es… bueno ya lo verás – suspiro Liam
-uy, esa idea me agrada! – dijo Emma emocionada – el cine es muy divertido! ¡En especial las películas románticas, los muggles son muy creativos!
-no creo que ver una película romántica sea una buena idea – Liam río un poco – bueno, ya veremos qué hay
-bueno – Jack suspiro – tal vez haya chicas lindas ahí
-no empieces – dijo Emma
-bueno, vamos, es un lindo día, y estamos de fiesta – sonrió Liam
-tienes el cabello muy largo – dijo Dalia moviendo un poco el cabello de Liam
-supongo – río Liam – bueno, vamos, vamos
-VAMOS! – dijo Emma emocionada – esto va a ser genial
-bueno, pero me llevas de la mano? – pregunto Dalia
-no – contesto Liam
-cargando?
-no eres un bebé
-pero a Julie si la cargas!
-porque es una bebé – río Liam
El mundo exterior era mucho más divertido, era una idea compartida por todos. Dalia se distrajo de sus problemas al descubrir el mundo muggle, muy moderno, lleno de anuncios y publicidad llamativa. Liam le compró un helado a Dalia, aún que Emma se puso celosa, así que tuvo que comprarle otro a Emma, pero estaba bien, a fin de cuentas, compartiría con Emma, o eso pensaba, hasta que la chica se terminó el helado antes que Liam pudiera pedirle un poco. Jack y Dalia intentaban pagar con galeones, la moneda mágica, pero los vendedores los veían confusos, hasta que Liam llegaba a pagar por ellos. Afortunadamente su presupuesto no se terminó antes de llegar al cine, así que pudo comprar las entradas y un buen combo de alimentos. La película que escogieron trataba sobre un hombre que encontraba un cachorro, se hacían buenos amigos y cuando el perro creció, iba siempre a ver al hombre a su trabajo. Aún que el final fue algo triste, Liam y Dalia terminaron llorando, mientras Emma consolaba al chico, y Jack a su hermana.
-ahora quiero un perro – sollozaba Dalia – podemos tener un perro?
-no creo que a mamá le guste – suspiraba Jack
-tengan un perro – sollozaba Liam – es buena idea
-sí, sí, lo es – Dalia se limpiaba las lágrimas
-oye, nosotros podemos tener un perro – dijo Emma – cuando tengamos una casa, verdad Liam?
-por supuesto! – dijo Liam – tendremos un enorme jardín y un bonito perro… ah, pero no creo que Aura se lleve bien con él, es muy territorial, la otra vez mamá vino y aura le…
-aja! – Emma río un poco – lo sé, aura te quiere mucho
-tienen una competencia? – río Jack – ahora compites con una gata?
-claro que si – sonrió Emma – Amanda es una enorme gata, mejor dicho, una zorra
-Emma! – suspiro Liam
-que? Es la verdad – dijo Emma despreocupadamente – todos los días lleva un chico a su cama ¡de verdad!
-eso es mentira – dijo Liam – como sea, que se la está pasando bien, eso es seguro
-sí, me enteré de que sus padres se separaron – río Emma – es lo mejor, yo tampoco quisiera tener ese padre
-él se lo busco – Liam cruzó los brazos
-a veces los hombres no saben lo que quieren – dijo Dalia molesta
-así es – sonrió Liam – por eso Julie…
-no va a tener novio – dijeron Jack y Emma al unísono
-ya ven? – Liam dio un aplauso de emoción – así hasta Julie lo va a aprender!
-hmmm, oigan, y si vemos otra película? – dijo Dalia
-pues… – Liam vio su reloj, eran la una y veinte de la tarde – tenemos tiempo
-que otra podemos ver? – pregunto Emma
-oh, ya se! – dijo Liam contento – veamos una de animación, hay un reestreno, trata sobre… bueno ya no recuerdo, pero es interesante
-me convenciste a la primera – Emma sonrió – oye, no me vas a tomar de la mano?
-no – Liam alzó la mano izquierda, y Emma la tomo al instante, como un oso muerde un pez en medio de un lago – me encanta cuando haces eso
-y a mí me encanta hacerlo – dijo Emma con una enorme sonrisa
-p-pero – Dalia empezó a llorar de nuevo
Fueron a la siguiente función, resulto que la película era sobre una chica y un chico se conocían leyendo libros, una película bastante romántica. Terminaron saliendo de la sala, con Dalia llorando a cántaros.
Mientras tanto, en la casa de los Baker. El señor y señora Baker llegaban de una extensa comida romántica. Cuando entraron a casa, vieron a Raine hablando por teléfono, y ah Annelie intentando descubrir cómo se utilizaba el control de la televisión.
-y los niños? – pregunto la señora Baker
-salieron – respondió Anne – pero Tom estaba allá arriba con esa muggle, bah
-entiendo – la señora Baker vio a la mesa del comedor, en donde tres sobres descansaban – oh, vaya! ¡Los TIMOS! – se acercó a la mesa, y tomo el sobre de Liam, el señor Baker se acercó igualmente, también Anne se acercó
-cómo le fue? – pregunto la mujer
-vaya! ¡Dos extraordinarios! – dijo la señora Baker sorprendida – estoy muy orgullosa
-y está "D"? – dijo el señor Baker
-desastroso – río la señora Baker – pero está bien, a nadie le gusta historia de la magia
-jaja, recuerdo esos años – sonrió Anne – yo tuve una "A" en historia de la magia, Jacob me ayudó a estudiar jaja… el… ja, recuerdo sus resultados, vino a verme por la mañana, "Anne, Anne, ¡mira lo que saque!" me decía, ja… nueve extraordinarios y un supera las expectativas, él… era increíble
-nueve extraordinarios? – dijo la señora Baker sorprendida
-sí jaja, lo sé, yo pensé lo mismo – Anne miro nostálgica la hoja de resultados de Liam – lo recuerdo, la hoja perfectamente llena de "E", menos en defensa contra las artes oscuras jaja, siempre fue malo en eso, yo era la que… lo ayudaba, y con razón, vaya profesores
-hay uno fijo – la señora Baker sonrió
-lo sé – Anne suspiro – él me dijo "Anne, vamos a estudiar juntos!" y yo estaba muy orgullosa de él, ja, él quería viajar, pero decidió trabajar conmigo en otro departamento… era un hombre maravilloso – dijo, y se secó una lágrima
-lo era – la señora Baker le puso la mano en el hombro
-no saben lo que daría por volver – Anne sollozo un poco – sé que fui una idiota, quiero decir, era estupendo, teníamos una casa, una hija, un trabajo estable… pero lo arruine todo. Si tan solo pudiera volver, decirle cuánto lo amo, yo…
-está bien – la señora Baker consoló a Anne – él también te amaba
-tal vez demasiado – Anne río un poco, y se limpió otra lágrima – era un tonto, no sé por qué siempre estaba conmigo, en… el fondo tenía miedo a que me dejara
-pero no lo hizo – dijo la señora Baker, mientras sonreía – Raine también ama a esa chica, aún que sea muggle
-lo sé – Anne se frotó un poco la cara – es curioso, ¿no? Su padre se enamoró de una Annelie, y su hija sigue sus pasos, jaja
-sí que lo es – río la señora Baker – perdón por quitarte a tu hija
-no, está bien – Anne sonrió – es mi culpa, además eres mejor madre que yo, has visto a tu hijo? Cielos, ese extraordinario en defensa contra las artes oscuras sí que refleja la realidad
-es bastante pacifico en realidad – río el señor Baker
-menos conmigo – río Anne – pero me lo gane, bueno, en fin
-te lo juro! – dijo una chica bajando las escaleras
-lo sé, pero no había nada – río Tom
-ay, lo viste, no digas que no – dijo jazmín, muy contenta, los dos se dejaron ver en la cocina
-oh, mamá, llegaste – Tom miro al grupo – voy a dejar a jazmín a casa, ahora vuelvo
-claro – la señora Baker suspiro, entonces los dos salieron
-hoy vino su novia – le susurro Anne a la señora Baker – se armó un buen lío
-y bien que se lo merece – dijo la señora Baker – ya aprenderá que no se juega con las chicas, a la mala, pero lo aprenderá
Tom y jazmín fueron hacia la casa de al lado, como el día anterior. Hablaron otro rato más, no podían evitarlo. Las farolas de la calle se prendieron, pues la tarde había llegado a su fin. Eso no les importo mucho, así que siguieron hablando. Pero, a la distancia, se acercaban Liam, Emma, Jack y Dalia, riendo contentos.
-jaja, ya! – decía jazmín, riendo animadamente – tengo que entrar a mi casa
-no te puedes quedar más? – río Tom
-ojalá jaja – jazmín se acomodó el cabello detrás de la oreja y se sonrojo – mañana te veo de nuevo, me la pasé muy bien
-yo… también – sonrió
-eres un novio increíble – jazmín sonrió de vuelta – te amo
-yo también
-jaja, bueno, hasta mañana – Jazmín se acercó a Tom y le dio un beso en la mejilla, después entro a su casa
Tom suspiro un momento, apartó la vista de la casa, y a la distancia vio al grupo. Se dio la vuelta, asustado, y empezó a caminar rápidamente hacia su casa. Liam y los demás estaban muy cerca, evidentemente lo vieron, en especial Dalia. Tom abrió con desesperación la puerta de la casa, cerró y camino hacia las escaleras.
-ah, hijo, ven un segundo – lo interrumpió su padre
-estoy algo ocupado – dijo Tom nervioso
-vamos, no tardará tanto – sonrió el señor Baker
-papá, yo…
-ven!
-papá…
-hazle caso a tu padre – dijo la señora Baker
-BASTA! – grito Tom – estoy…
-TOM – Dalia abrió la puerta, y camino agresivamente hacia el chico
-D-dalia, yo…
-ERES UN INVECIL! – dijo Dalia, y acto siguiente le atravesó la cara de una cachetada
-y-yo…
-cállate, cállate ya! – Dalia lo apartó – no quiero que me vuelvas a hablar, olvídate de mi
-pero Dalia…
-QUE TE CAYES! – Dalia saco la varita – otra palabra y te mando a volar
-Dalia, ya, tranquila – dijo Liam rápidamente, y bajo el brazo de la chica
-ah! – Dalia guardo la varita
-sube a tu habitación – le dijo Liam a Tom
-pero...
-sube a tu habitación! – recalcó Liam
-bien – Tom se aproximó a las escaleras
-vaya – dijo Emma despreocupadamente – pagaría por ver una película de Dalia molesta
-basta – suspiro Liam
-ejem, hijo – la señora Baker levantó la hoja de resultados – estoy muy decepcionada
-por qué? – Liam se acercó a su madre, junto a sus amigos
-porque sacaste buenas notas – río la señora Baker – es una broma, felicidades hijo!
-jaja, gracias – sonrió Liam
-yo también saque buenas notas! – dijo Emma rápidamente – eso significa que puedo salir con Liam, ¿verdad?
-sí, supongo – dijo la señora Baker – es bueno saber que uno de mis hijos no hace llorar a las jovencitas
-y es mejor que así siga, verdad, cariño? – Emma vio a Liam, expectante
-claro – Liam asintió un poco nervioso, eran de esas miradas que matan
-Liam, puedes prepárame algo? – dijo Dalia tímidamente
-claro, y será mejor que todos se sienten, que les parece un rico pay para cenar? – sonrió Liam
-excelente – dijo Jack
-me tienes – río Emma
-bien, a trabajar – Liam entro a la cocina
-uy, yo te ayudo – dijo Anne rápidamente – a ver si me haces un pay de crema…
-aléjate de él, idiota – dijo Emma y entro con Liam a la cocina
-es algo que yo diría – Anne suspiro nostálgica
Algo que Liam amaba con toda su alma, aparte de Emma, era cocinar. Llevaba haciéndolo bastante tiempo, y planeaba hacerlo a futuro. Abrir una cafetería era su plan ideal, y tenía incluido a sus amigos en ese plan.
Ni Emma, ni Jack, ni Dalia querían irse, así que después de cenar, Raine subió a la habitación de Liam y duplicó el colchón de Liam. Fue una pijamada bastante divertida, aún que ni Raine ni Tom estuvieron, pues Anne quería hablar con Raine, y era evidente que Tom no se la pasaría bien ahí.
Liam no sabía por qué Anne todavía no se había ido, pero lo dejo pasar. Antes de que terminara de preparar el desayuno, todo el mundo estaba abajo, excepto Tom. Incluso Annelie ayudo a poner la mesa, pues las delicias de Liam ya estaban listas para servirse.
-entonces, hay todo un tema con los calderos falsos – contaba Annelie – resulta que hay algunos listillos que hicieron un negocio de trasladores con calderos
-y cómo los venden? – pregunto Raine
-los piden para pociones contra mareos – dijo Emma – papá también está investigando eso, todo un tema
-y con razón – suspiro Liam – vaya que odio los trasladores
-aparecerse es mejor – dijo Raine contenta – al principio deja una sensación medio extraña, pero luego te acostumbras
-lo sé – río Anne – cuando Jacob y yo aprendimos a aparecernos, no nos esforzábamos en caminar a la cocina jaja, pero después de comer las albóndigas de mamá, digamos que no te daban ganas de aparecerte
-iba mucho a tu casa? – le pregunto Raine
-por supuesto – sonrió – la mitad de las vacaciones las pasamos en mi casa
-hablando de eso, hace mucho que no vas a mi casa, Liam – dijo Emma haciendo círculos con el dedo en la mesa
-ya iremos – Liam sonrío, muy contento
-me voy! – dijo Tom bajando de un salto
-no desayunas? – pregunto Liam, mientras Dalia se escondía detrás de su hermano
-no, gracias – Tom se subió la capucha de la chamarra
-espera, a dónde vas, jovencito? – dijo la señora Baker
-por ahí – respondió
-alto – Liam se acomodó el cabello – no irás a… – Tom se quedó en silencio – Tom, de verdad?!
-no te metas – gruño Tom y camino hacia la entrada de la casa
-espera! – Liam se puso de pie de un salto y fue a dónde su hermano – vas a seguir así?
-no te importa lo que haga con mi vida – le dijo el chico
-uy, sí, claro, como si no me conocieras de toda la vida – dijo Liam molesto – ahora, vas a terminar con eso
-y tu quien te crees para decidir por mí? – Tom empujó a Liam – no eres papá
-soy tu hermano, y solo trato de ayudar – dijo Liam sin inmutarse
-pues deja de hacerlo! – dijo Tom molesto – si de todos modos ya no tengo nada con ella, ¿qué más da que salga con alguien más?
-cómo puedes hablar así?! – Liam dio un pequeño pisotón
-que te dejes de meter en mi vida! – Tom saco la varita, y apunto directamente a Liam
-TOM BAKER, ¡BAJA ESO AHORA MISMO! – grito la señora Baker
-Tom, enserio – Liam miro fijamente a su hermano – te recuerdo, otra vez, que yo también tengo una de esas, y no la quiero usar contigo
-entonces cállate! – Tom bajo la varita y la guardo
-a ver, Tom, tú crees que Dalia no se siente mal? – Liam se puso la mano en hombro – tú crees que eres el único que siente, el único que piensa?
-no
-entonces? No sé por qué te comportas así ¿qué te paso? – suspiro Liam
-mira, déjame en paz, no quiero hablar aquí – Tom cruzó los brazos
-Tom, sabes lo que estás haciendo? – dijo Liam despacio – que jueguen contigo no es bonito
-y tú qué sabes? – dijo Tom – no creo que Amanda te haya dejado por alguien más, o sí?
-no estamos hablando de mí, estamos hablando de ti – Liam agravó un poco su voz
-claro, ni siquiera sabes que se siente
-tú lo sabes, Tom? – Liam miro a los ojos a Tom
-ya me voy
-responde mi pregunta
-adiós
-QUE RESPONDAS! – grito Liam
-no, y ya, déjame en paz – Tom se dio la vuelta
-bien, te lo enseñaré – Liam apartó a Tom del camino y abrió la puerta, justo para cerrarla con fuerza
-uy, conozco esa mirada – dijo Annelie con una sonrisa
-debería de preocuparme? – Emma miro a todos lados
-no, está bien – sonrió Raine
-si así aprende Tom… – la señora Baker tomo de su café
-pueden callarse? – gruño Tom
Liam iba decidido, así que camino directamente hacia la casa de al lado. Tocó la puerta, y espero pacientemente.
-HOL…a? – jazmín vio a Liam confundido
-hola, jazmín – Liam sonrió
-hum, que haces aquí? – la chica se acomodó un poco la falda
-bueno, hace un buen día, y me preguntaba si quisieras ir a una cita conmigo – Liam se acomodó las gafas
-ah, uy! ¿Una cita? – jazmín se sonrojo un poco – bueno, no sé si Tom ya te lo contó, pero…
-vamos! Salgamos, no pasará nada – Liam sonrió
-eh… pues… tengo que pedir permiso y…
-te espero – dijo Liam tranquilamente
-ok, entonces… vuelvo en un segundo – jazmín sonrió y entro a su casa. Liam espero, se arregló un poco el cabello, aún que ya se lo había cepillado en la mañana, y se acomodó la camisa – bien, listo, estoy… bueno, dicen que llegue temprano
-claro – Liam le ofreció la mano a jazmín – vamos, entonces
-jaja, está… bien – jazmín le dio la mano a Liam
Liam tenía su billetera en el pantalón, pues el día anterior la había dejado ahí. El chico llevo a jazmín a una plaza, y los dos se divirtieron bastante, yendo de un lado a otro. Liam se encargó de endulzarle el oído a jazmín, y la chica respondió positivamente. Tenía que reconocer que le estaba pareciendo bastante sencillo, aún que nunca había intentado conquistar a alguien, o no lo suficiente, pues su anterior pareja y el habían congeniado al instante. Incluso con Emma, pues la chica era su mejor amiga desde los once años, y cuando el momento de descubrir sus sentimientos llegó, resulto que Emma ya lo había hecho primero. Cómo fuera, Liam tenía una idea de lo que a las chicas les gustaba hacer, pues Amanda Hill, su anterior pareja, se había encargado de enumerar las cosas que le hubiera gustado hacer con él. Ver películas románticas siempre le gustaba, aún que verlas sin su acompañante sentimental no era tan fácil, aún que jazmín se lo estaba pasando muy bien, y sin otra opción, Liam puso el brazo sobre el hombro de la chica y lo acercó a él, jazmín no opuso resistencia, y hasta se acomodó en el hombro de Liam. No es que no le pareciera bonita, simplemente su corazón le pertenecía a Emma Brown, pero Tom tendría que aprender tarde o temprano, y Liam preferiría que fuera gracias a él, en una situación controlable y que Tom no terminará aprendiendo demasiado.
-y aquí estamos! – dijo Liam, abriendo la puerta de su casa, para que jazmín entrara contenta
-muchas gracias – jazmín sonrió
-Liam? – Emma fue rápidamente a ver al chico, aún que Liam hizo un gesto para que Emma de detuviera – oh, ejem, ya están en casa
-hola – dijo jazmín, contenta
-jazmín – Tom se puso de pie de un salto, Dalia, que seguía ahí, aún que Jack ya se había ido, miro expectante a Liam – ¿en dónde estuviste?
-oh, Tom, jaja, bueno, es curioso – jazmín río un poco
-estuvo conmigo – Liam sonrió altaneramente, de una forma para nada natural en el – todo el día
-así es – jazmín sonrió
-y, si nos disculpan – Liam tomo a jazmín de la cintura, y la acercó a él, mientras Emma se mordía las uñas de irá – tenemos algo que hablar, en mi habitación
-ay, Liam! – jazmín se sonrojo, pero no hizo nada para soltarse
-vamos – Liam camino con confianza a la escalera, y jazmín lo siguió contenta
-idiota – murmuró Dalia – tonta niña
-claro – Emma se sentó al lado de Dalia
-no te preocupes – le susurro Raine, aún que no lo necesitaba, pues Tom estaba bastante molesto, y no estaba muy al pendiente de su entorno
-bien, aquí estamos – Liam cerró la puerta de su habitación
-vaya, que vacía – jazmín se sentó en la cama de Liam
-sí, es que me iba a mudar – dijo Liam, presumiendo
-oh, de verdad? – jazmín miro sorprendida a Liam
-aja, ya sabes, independizar – Liam se sentó al lado de jazmín
-vaya, eres muy maduro – jazmín se sonrojo
-lo sé – Liam sonrió – oye, Jaz, puedo decirte así, ¿verdad?
-como gustes – jazmín sonrió apenada
-bien, Jaz, quería decirte esto desde hace tiempo, escucha, eres muy bonita, y…
-sí! ¡Si quiero! – jazmín asintió con la cabeza – tú también me gustas
-jaja, wow – río Liam – espera un poco, tu y Tom…
-romperé con el – dijo la chica de inmediato, y Liam se asustó con lo fácil que le había resultado – no quiero lastimarlo, pero mantener una relación con la que no se está a gusto está mal
-exacto – sonrió Liam – bueno, solo tienes que decírselo, yo te espero
-claro – jazmín se puso de pie – se lo diré ahora mismo
-te acompaño abajo – Liam se puso igualmente de pie, le abrió la puerta a jazmín y ella salió contenta
-Tom, vamos afuera – dijo jazmín apenas vio al chico, Tom la siguió, y Liam espero pacientemente en el sillón
-y? – Emma fulmino a Liam con la mirada
-fue muy fácil – dijo Liam culpable – extremadamente fácil, que miedo
-pero lo disfrutaste, estúpido – gruño Emma, y le dio un puñetazo a Liam en el hombro
-auch! Oye, eso no es cierto – dijo Liam apenado – ni siquiera hubo besos, ni nada
-ja, claro, como si no te conociera – Emma miro severamente a Liam
-Emma, no hubo besos – Liam sonrió, la chica lo vio a los ojos, suspiro y se sentó a su lado
-está bien, te creo – dijo – espero que esto no pase a mayores
-claro que no – Liam abrazo a Emma, y recostó la cabeza en su hombro – sabes que te quiero
-y yo también te quiero – Emma sostuvo bien a Liam
