Capítulo 15: Después de la batalla
Soledad
Aislamiento
Eso era lo que ella sentía mientras observaba el mundo al otro lado de la ventana de su habitación. Frente a sus ojos, el mundo exterior se expandía por donde la vista alcanzaba desde el campus de la ciudadela donde vivía, los extensos bosques cubiertos de nieve del invierno que se extendían como un mar blanco hasta las altas montañas en el horizonte. Así era la vista panorámica del mundo que veía desde la torre donde se encontraba su habitación y era el mejor mirador que había.
A cada hora del día, cuando ella no tenía nada que hacer, se dedicaba a observar y disfrutar de estas vistas que la naturaleza había regalado al mundo. Se sentía de alguna manera reconfortante y en paz y siempre recurría ir a este lugar de vez en cuando para matar el aburrimiento.
Lástima que su madre no la dejaba salir para disfrutar del ambiente y respirar su aire desde afuera. Por más que le suplicaba a que la dejara salir, aunque solo fuera un rato, su madre le había prohibido estrictamente a que no saliera al exterior ya que era muy peligroso. Ella le contó que el bosque por donde vivía estaba plagado de lobos, osos e incluso bandas de bandidos, gente muy mala que le gustan raptar niños y hacerles cosas muy malas. Aquello la había desilusionado terriblemente al pensar que ella estaría destinada a vivir en esta ciudadela donde había nacido desde el resto de su vida, pero su madre la animaba que la dejaría salir a explorar el mundo exterior cuando tuviera la edad suficiente y sea lo suficiente fuerte. Aun así, aquello no parecía animarla y al final se conformó en esperar.
Desde que tenía memoria, la niña confinada en la fortaleza que era su hogar, su madre fue quien la educó y la había enseñado muchas cosas como que ella era una hechicera bastante fuerte, y madre soltera.
Madre soltera.
Una mujer que cuida sola de su hijo/a en la ausencia de un padre.
Padre.
A la joven niña la habían enseñado todo sobre el árbol familiar y sus componentes, y esto la hacía ganar más curiosidad sobre sus raíces, su linaje y quién era su padre y porque no estaba con ellas. Desgraciadamente su madre no quiso hablarle sobre el asunto ya que todavía no había llegado la hora. No sólo fue eso, a medida que ella aprendía más cosas, más curiosidad y dudas le entraban en la cabeza sobre ella y porque había sido confinada aquí.
Ella quería respuestas, pero sabía que no llegaría hasta que viniera el momento. Lo cual resultó ser un incordio.
"¡Mordreeed! Ya he llegado."
La expresión de Mordred se iluminó al escuchar la voz de su madre quien acababa de volver de algún tipo de recado del que no sabía nada.
Ella salió de su cuarto y corrió por los pasillos de la fortaleza abandonada al que llamaba hogar y bajó por las escaleras para recibir a su madre en la entrada. Al ver nacido y criado en esta fortaleza, ella tenía un amplio conocimiento sobre estos lugares, y sabía cómo guiarse y orientarse con tanta facilidad.
De hecho, era un don natural que ella haya nacido con demasiado talento para aprender mejor las cosas que le enseñaba su madre y fue por eso que esta última estaba muy orgullosa de ello, y la niña también estaba orgullosa por el elogio.
Y, sin embargo, todavía se preguntaba porque su madre era soltera, porque tenían que vivir solas y aisladas de la civilización en un frondoso bosque.
¿Dónde estaba su padre en todo esto y por qué no estaba con ellas?
Todo era muy raro…
"¡Madre!" Gritó la niña al ver a su madre recién llegada. Su madre era una mujer alta, pálida y delgada. Su cabello es largo y de color rubio apagado. Vestía con una túnica negra y un velo en su cara.
Ella le dio una extraña sonrisa antes de inclinarse ligeramente y extender sus brazos para abrazarla.
"Oh cariño…"
Madre e hija se abrazaron mutuamente durante un pequeño rato antes de separarse.
"¿Te has portado bien?"
"Si."
"Bien, entonces vayamos a dentro que nos congelaremos."
Con eso, la madre de la niña se elevó a su altura y empezó a caminar hacia adentro. La niña en cambio se quedó quieta en su lugar, viendo cómo su madre esquiva se iba. Ella frunció un poco el ceño.
Cada vez que iba a preguntarle a su madre, ella siempre le daba una respuesta esquiva como 'Ya hablaremos más tarde.' y se iba, así como así, dejando a la niña ausente.
No lo podía entender.
¿Por qué siempre la ignora de esta manera?
¿Por qué se comporta como si la estuviera ocultando algo?
¿Por qué tienen que vivir una vida tan sola y aisladas al otro lado de las fronteras del reino?
¿Dónde estaba su padre en todo esto?
"Mordred…"
La niña apenas se sobresaltó al escuchar la voz de su madre y puso atención. Su madre se giró para mirarlo con seriedad, algo que nunca había mostrado antes.
"Ven, necesito contarte algo muy importante de ti…"
Mordred casi sentía como su corazón dejara de latir y se llenó de entusiasmo y curiosidad tras escuchar esas palabras. Por fin…
Por fin su madre iba a finalmente hablarle y contarle lo que quería saber.
Con eso, ella va hacia su madre para escucharla mejor…
Y con un gemido, Ichigo abrió repentinamente los ojos y se levanta repentinamente de su cama. Le tomó unos momentos para darse cuenta de que ahora estaba en la habitación del hotel donde se habían establecido temporalmente, pero no recordaba demasiado de lo que había ocurrido. Sin embargo, su mente estaba ausente sobre lo que había visto en su sueño.
Era diferente a lo que había visto anteriormente y de alguna manera parecía significativo para él debido a que parecía haberlo vivido antes, pero no recordaba absolutamente nada de eso.
'¿Qué era todo eso…?' Se preguntó Ichigo mientras trataba de recordar el significado de aquel sueño.
Unos momentos después de reflexión, el silencio fue interrumpido por una nueva voz.
"Vaya, ya era hora de que despertarás."
Ichigo giró su cabeza hacia un lado, a la derecha y vio a Kon subido sobre las sábanas con una sonrisa.
"Yo, espero que hayas tenido buenos sueños."
"Kon, omae…"
"¡No me vengas con esas!" Gritó Kon claramente molesto, ahora que su humor se había ido. "No veas el susto que no has dado. Primero tratastes de imitar al héroe para luego ser lanzado por los aires como una pelota de béisbol y caíste muerto al suelo. Tuviste suerte de que Orihime-san estuviera con nosotros ya que de lo contrario estarías en el Otro Barrio, y habríamos perdido esta maldita guerra y también-
En ese instante, Ichigo recordó finalmente lo que había ocurrido a noche.
"¿¡CÓMO ESTÁ!?" Exclamó repentinamente Ichigo totalmente preocupado mientras agarraba el cuerpo de peluche de Kon antes de que este último terminará la frase.
"Dime cómo está Mordred. ¿Está bien ella? Contesta." Gritó el adolescente histéricamente.
Lo único que pudo hacer Kon fue agitar su cuerpo violentamente ante el agarre del adolescente mientras esté último lo miraba frenéticamente.
"¡Oye, idiota, suéltame!" Gritó el alma modificada tratando de escapar del agarre de su captor. "¡Si me sueltas, te lo contaré todo!"
Antes de que Ichigo vaya a acceder a la petición del peluche parlante, de repente la puerta de su habitación se abrió, captando la atención del primero, y enseguida vio a un par de caras familiares.
"Ishida. Inoue." Exclamó sorprendido
Orihime no pudo evitar sonreír con gran alegría al ver a Ichigo despierto y bien.
"¡Kurosaki-kun!"
Una vez que el octavo Master hubiera recobrado la conciencia y haberse asegurado de que estuviera en buena forma, Uryū y Orihime procedieron a contarle lo que ocurrió después de que este hubiera quedado 'muerto' hasta que se terminó la batalla con el abandono de Lancer y Berserker. Ichigo escuchó atentamente y absorbió cada detalle de lo ocurrido en su ausencia, y se alegró de que Mordred estuviera a salvo y que no hubiera víctimas mortales. Bueno, excepto él.
"Ya veo, así que eso era lo que ha pasado."
"Sí." Respondió Ishida antes de fruncir el ceño al recordar que tenía que declararle algo cuando despertará. "Kurosaki, ¿eres consciente de lo que acabas de hacer?"
Ichigo levantó la vista para ver la expresión fruncida del Quincy. "A noche nos diste un susto de muerte cuando vimos que ibas corriendo como un loco hacia Berserker, y te aporreó. ¿En qué pensabas para hacer semejante estupidez?"
Ichigo solo frunció el ceño irritado por el tono en que le hablaba el Quincy. Él no iba a dejar que esto quede así.
"Oye, ¿a quién-
"¡Ya era hora de que despertarás!" Los 3 adolescentes casi se estremecieron al escuchar la familiar voz femenina que sonaba como molesta, muy molesta.
Pronto vieron cómo se acercaba hacia ellos el Caballero de la Rebelión, y no parecía nada contenta en absoluto. Sus deslumbrantes y afilados ojos esmeraldas solo se centraban en su Master y lo miraba como un depredador hacia su presa.
Captando esto, Uryū y Orihime se hicieron a un lado, y Kon se bajó de la cama para unirse a la chica. Ichigo solo se quedó en la cama mientras seguía mirando a la rubia salvaje acercarse con una mirada dura pero enojada al mismo tiempo.
Ichigo tuvo el presentimiento de que esto no iba a ser una conversación pacífica.
"A VER, ¿¡SE PUEDE SABER EN QUÉ COÑO PENSABAS!?" Bramó Mordred mientras se detenía frente al lado de la cama y mirando a su Master. "¿Cómo has podido hacer una semejante tontería como esa? Podrías haber muerto."
"Oh cállate, no sé si te hubieras dado cuenta, pero ese cabrón te hubiera hecho papilla. No podía quedarme de brazos cruzados mientras eso pasaba delante de mis ojos."
"Tampoco te pedí que me ayudarás, idiota." Espetó Mordred. "¿De qué me sirve si tú mueres y ya no tengo a nadie para que me suministre energía, ¿eh? Se suponía que deberías haberte mantenido al margen ya que tú no pintas nada en el combate. Debiste haberte quedado en el carro de Rider como te pedí."
Ichigo casi dejó que la ira lo consumiera y enseguida se levantó de la cama para ponerse de pie y mirar desafiante a la cara de su Servant.
"¿No se suponía que los Masters deberían respaldar a sus Servants en casos de necesidad?"
"Si, pero no deberían hacer cosas estúpidas como enfrentarse directamente a un Servant ya que sería un completo suicidio tal como lo hiciste. Además, ¿qué podías hacer tú aparte de suministrarme energía? Recuerda que tú no eres como los demás Masters ya que no eres un mago. Un humano normal como tú jamás podría vencer a un Espíritu Heroico ni en un millón de años."
La declaración enfureció más a Ichigo, pero no dijo nada. De hecho, no era la primera vez de que alguien le hubiera dicho de que no podía derrotar a alguien, ni siquiera un 'simple' humano. Byakuya, Grimmjow, Ulquiorra e incluso Aizen dijeron cosas parecidas a él de que no podía vencer.
Y pues mira, al final logró que se tragaran sus palabras y los venció a todos gracias a sus poderes de Shinigami. Sin embargo, ahora todo esto era al revés, y una vez más quedó frustrado por no tenerlos ahora.
"Por favor, Mordred-san, Kurosaki-kun solo quería-
"¡No te metas en esto!" Bramó Mordred a la otra chica, no estando de humor con ella, pero decidió aclararles algo.
"Os recuerdo que vosotros 2 también tenéis la culpa de lo que a pasado." Contestó con un tono acusador mirando con dagas a tanto Orihime y Uryū. "Vosotros dijisteis que también tomaríais parte en esto y haríais lo posible para defender a este idiota en mi lugar, ¿no? ¿por qué no habéis impedido a este tarado de que hiciera una locura así? ¿Por qué habéis permitido que casi lo mataran así como así?"
Orihime no pudo evitar estremecerse por el tono acusador del caballero rojo y apenas pudo encontrar las palabras necesarias para responder a eso.
"P-pero nosotros-
"¡Oye, no metas a Inoue en esto!" Grito Ichigo en defensa de su amiga, y la Saber rojo se volvió hacia su Master para mirarlo con más hostilidad.
Justo cuando esté volcán iba a entrar en erupción, Ishida decidió intervenir.
"¡Ya basta, Kurosaki!" Gritó el Quincy tan fuerte que hizo romper la tensión entre Ichigo y su Saber, y estos 2 últimos fijaron su mirada en el primero.
"Lo que dice Saber es cierto. Yo y Inoue-san también tenemos parte de la culpa en esto." Habló Ishida en un tono de convicción. "Se suponía que nosotros también deberíamos tomar parte en esto para defenderte del ataque de los otros Masters mientras Saber y Rider luchaban contra los otros Servants, pero al final subestimamos la situación, y casi mueres." Ishida se ajustó un poco las lentes antes de seguir mientras suavizaba un poco su expresión. "Se que estabas preocupado por Saber y querías salvarla, pero tal como dijo ella no te hubiera servido de nada si al final ella desaparecería si tú mueres."
Ichigo escuchó las palabras del Quincy y apenas demostró llevarle razón.
"Que sepas, que yo estaba a punto de intervenir desatando mi lluvia de flechas sobre Berserker para persuadirlo y hacer que ella ganará tiempo para escapar, pero no tuve tiempo para hacerlo cuando de repente te vimos corriendo hacia Berserker como un loco que busca la muerte. No veas los problemas que tuviste que hacer cuando Saber e Inoue-san trataron de llevar tu cuerpo a un lugar seguro mientras yo distraía a ese oni que parecía más peligroso que cualquier hollow, y tuvimos suerte de que ninguno de nosotros hayamos-
"¡Eso no es cierto!" Protestó Inoue de repente. "Kurosaki-kun no tuvo la culpa de esto. Fuimos nosotros quienes no podíamos haber hecho algo para ayudar a Saber-san, y por eso Kurosaki-kun se vio obligado hacer algo y-
No pudo decir nada más cuando las imágenes de Kurosaki tendido en el suelo sin vida llenaron su mente haciéndola estremecerse más y recordar que fue culpa suya por no haberlo ayudado cuanto más lo necesitaba y por ello acababa casi muerto.
No podía evitar culparse así misma con el pensamiento de que algo le ocurriera a Kurosaki por su culpa.
"Perdónanos, Kurosaki-kun…"
"No tienes por que disculparte, Inoue." Dijo de repente Ichigo, captando la atención de los 3. El adolescente peli naranja ya no lucía con su expresión de ira de antes, y en vez de eso, se suavizó.
"Supongo que Ishida tiene razón y es culpa mía de que todos os habéis preocupado por mí. Lo siento."
Los 2 amigos del ex Shinigami vieron que las palabras del último denotaba sinceridad y comprensión.
"Será mejor que te disculpes primero con Saber." Respondió Uryū.
Ichigo lo miró un poco confuso antes de darse cuenta de que sus amigos no eran los únicos que se habían preocupado por él. Volteando su mirada hacia su Servant quien aún permanecía con una expresión rígida como la piedra, aunque con un ceño fruncido en la cara, Ichigo tuvo que reprimir su descontento con la rubia y ser honesto.
"Lo siento mucho deberás." Su tono era suave, ya no albergando malicia sino total sinceridad. "Perdóname por lo que hice."
La rubia lo miró con la misma expresión, pero enseguida comprendió que estaba siendo honesto.
"De acuerdo, te perdono, pero no vuelvas hacer algo sin mi permiso, ¿está claro?"
"Oye, ¿ahora te crees la líder o qué?" Preguntó Ichigo ahora con un ceño fruncido molesto por lo último que dijo ella.
"Pues claro. Se ve que no sabes cómo manejar las cosas y dejas que otros tomen las decisiones por tí como cuando seguiste el consejo de tu amigo para aliarnos con Rider sin problemas y al final resultó que nosotros sólo nos unimos a él como sus subordinados, ¿recuerdas?"
Ichigo se tomó un momento para recordar lo que pasa anoche, y la discusión que tuvieron Saber y ella tras oír la verdad de la alianza con el Rey de los Conquistadores.
"Pues eso. Así que a partir de ahora seré el único que tome las decisiones que nos beneficie y las seguirás, ¿entendido?"
Ichigo solo frunció más el ceño claramente molesto, pero decidió no discutirlo. Tampoco sería la primera vez que alguien le mandarán a tomar las decisiones por él, ya que Rukia fue igual en eso en algunas ocasiones. Lo cierto es que existía un cierto paralelismo entre la Shinigami bajita y la Servant marimacho, aunque de las 2, la rubia parecía ser un poco más irritante.
Cuando los 2 parecían no querer hablar más, Uryū decidió añadir algo para aliviar la tensión de entre los 2.
"Neh, escucha, Saber, la próxima vez que empiece una batalla, nosotros estaremos allí para evitar que este idiota haga algo."
"Oye, ¿a quién llamas idiota?" Preguntó Ichigo ahora mirando molesto al Quincy.
Saber aún se mantenía escéptica, pero no dijo nada al respecto.
"Vaya, parece que he llegado en el mejor momento." Los 4 se encogieron ante la nueva voz y se giraron para ver de qué se trata de Kisuke a pocos metros de distancia con su típica sonrisa.
Una vez que todo se hubiera arreglado, Kisuke procedió a invitar a los adolescentes hablar mejor del asunto en el comedor, y así lo hicieron. Los 7 se sentaron (Kon encima al lado de Ichigo) alrededor de la mesa circular. Sobre sus respectivos sitios frente a ellos estaba el desayuno; tostadas recién hechas.
"Bien, ahora que estamos aquí reunidos, procederemos lo que hemos aprendido hoy." Comenzó Kisuke mirando a los adolescentes, quienes prestaron atención en silencio.
"Parece que esta guerra va a ser más difícil y peligrosa de lo que habíamos anticipado, y no lo digo por los Servants, también por sus Masters."
"¿Uh, los Masters? ¿Por qué?" Preguntó Ichigo sin entender aún por qué los Masters son considerados como una amenaza.
Todavía no había visto muchos de ellos y de lo que eran capaces de hacer. El Máster con el que se había aliado era tan solo un novato e inexperto por lo que parecía, y en cuanto a su profesor de mierda y a la vez el Master de Lancer tampoco vio de lo que era capaz.
Urahara dio una mirada confusa. "¿Ishida-san no te lo había contado antes?" Preguntó haciendo que Ichigo lo mirará más confuso.
"Es verdad, casi se me había olvidado." Dijo Uryū antes de mirar a Ichigo. "Antes de que Urahara-san y yo llegáramos hacia los contenedores para observar la batalla, había 2 personas; un hombre y una mujer. No sé si eran magos o Masters ya que iban armados con rifles francotiradores, y uno de ellos estaban apuntando al carro de Rider."
Ichigo se quedó visiblemente sorprendido por esto.
"¿Me estaban apuntando con un arma?"
"Si, vi que aquel hombre te tenía en la mira, y no había duda en que no tendría ningún remordimiento en apretar el gatillo y esparcir el suelo con tus sesos. Pero tuve suerte de llegar justo a tiempo e inmovilice al hombre con el Kikanshinki."
Castillo Einzbern
Kiritsugu Emiya no estaba nada contento en lo absoluto.
Su frustración no podía ser igual de confusa cuando él y Maiya habían despertado hace unas horas. Todo lo que podía recordar fue que estaban observando a escondidas la batalla entre Saber y Lancer hasta que vinieron un nuevo oponente que irrumpió la batalla siendo Rider, cuyo nombre si mal no recordaba era Iskandar, más conocido como Alejandro Magno, el Rey macedónico que en el pasado casi conquistaba el mundo conocido. Aparte de eso, también estaba acompañado por otra pareja de Master y Servant, presumidamente una alianza, pero lo que más le había llamado más la atención fue que el Servant que lo acompañaba era sorprendentemente similar a Saber, pero con aspecto salvaje y vestía con armadura completa.
Aquello último le llamo un poco la atención pensando que podría ser un tipo de caballero además de la gran espada que llevaba. Incluso en el modo en que luchaba contra Saber era lo más parecido a un Saber también, aunque lo dudaba bastante. De cualquier manera, aquel nuevo oponente resultó ser bastante problemático y tenía que neutralizar a su Master para acabar con esto. Viendo a través del visor de su rifle, localizo al Master del doppelgänger de Saber siendo un adolescente un poco joven de apenas unos 20 años con el pelo anaranjado. Él había tomado la decisión de apretar el gatillo y volarle la cabeza del adolescente por joven que pareciera y-
Hasta ahí era lo único que podía recordar el Asesino de Magos ya que cuando quiso darse cuenta, se había despertado en el mismo lugar donde había permanecido antes. Su asistente Maiya también estaba con él tratando de despertarlo, y cuando lo hizo vio que el escenario donde estaba teniendo lugar la batalla de Servants estaba completamente vacío con varios signos de destrucción. Maiya solo le había informado que la batalla había terminado hace unas horas para gran confusión del asesino.
Kiritsugu trató de pedir respuesta, pero ella afirmaba que no lo sabía ya que había sido noqueada por alguien y él también, además de que también les había robado las armas que tenían. Todo esto era muy extraño para el Asesino de Magos ya que no recordaba nada de eso. No recordaba ser noqueado en ningún momento, pero tampoco había otra explicación para que estuviera en el suelo y sus armas hubieran desaparecido así de repente.
Fue extraño, pero sentía como si le hubieran lavado el cerebro de alguna manera o lo hubieran drogado para que no recordara nada de lo sucedido. Esto sonaba bastante ridículo ya que no podía creer que el infame Asesino de Magos hubiera bajado la guardia y se dejará noquear por alguien sin que se diera cuenta y además no sentía ningún dolor en ningún lugar por donde se suponía que le habían golpeado.
Además, no sabía bien quienes eran sus atacantes, pero si se trataban del enemigo, era muy extraño que los hayan dejado vivo, así como así. Le sonaba estúpido que su atacante no se haya aprovechado de que él estuviera fuera de combate y lo haya acabado de una vez, y simplemente le haya dejado vivir por alguna razón, y solo le hayan quitado las armas. Le sonaba surrealista esto, pero no tenía otra explicación.
Dejando eso a un lado, Kiritsugu y Maiya regresaron al castillo donde se habían refugiado y serviría como cuartel, y se alegró de ver a su esposa Irisviel, además de Saber bien. Después de un reencuentro amoroso con abrazo y besos, la albina procedió a contarle a su marido lo que había ocurrido durante el combate. Kiritsugu había escuchado atentamente lo que ocurrió en su ausencia y recopilado la información hasta el abandono de Berserker y Lancer.
Después de escuchar lo que ocurrió, por una parte, Kiritsugu se alegró de que tanto su esposa y como su Servant hayan salido ilesos de esto a pesar de lo ocurrido, y rápidamente empezó a analizar la situación.
Así que aquel Servant que se parecía tanto a Saber era nada menos que el Caballero de la Traición Mordred, aquel que 'supuestamente' mató a Artoria y puso fin a su reinado de una vez. Dejando a un lado su identidad, se había quedado desconcertado al escuchar que ella también había sido clasificada en esta guerra como un Saber, lo cual era imposible, puesto que solo debería haber un Saber y no 2 en una misma guerra. Su Saber le había confirmado que su 'hijo' había sido convocado como un Saber, aunque su destreza en la batalla era muy similar a la de un Berserker, lo cual le extrañó bastante al mercenario.
Dejando eso a un lado, los otros Servants que aparecieron poco después; Archer y Berserker fueron amenazas potenciales por lo que le había contado Irisviel y Saber sobre ellos, y tendrían que tener cuidado en el futuro. La parte que más le conmocionó fue cuando Berserker estuvo a punto de eliminar a esa otra Saber, de repente su Master, aquel adolescente peli naranja, se entrometió y recibió el golpe mortal del Servant de la locura, acabando con su vida y la de uno de los participantes de la guerra.
Kiritsugu no podía creer lo que había escuchado. ¿Un Master sacrificando inútilmente su vida para salvar a su Servant? Se suponía que era el Servant quien debería luchar y sacrificar sus vidas, y no al revés. Un acto noble pero inútil ya que ningún mago orgulloso haría algo tan colosalmente estúpido.
Ahora con su presunta muerte, se ha eliminado uno de los competidores de la guerra, y esto podría ser una ligera ventaja por el momento. Sin embargo, todavía le seguía costando que hubieran 2 Sabers al mismo tiempo ya que se suponía que el Grial solo podía convocar una clase de Servant. Definitivamente aquí había algo que no estaba funcionando bien, pero eso no se comparaba en absoluto con lo ocurrido con él y Maiya durante el fragor de la batalla, y todavía se seguía preguntando qué había pasado y porque no pudo recordar nada de lo que sucedió.
¡Esto es ridículo!
"¿Quieres un poco de té?" La suave voz de su esposa le despertó de sus pensamientos y se fijó en la albina trayéndole una taza de té caliente.
"Gracias." Contestó Kiritsugu de buenas ganas estando sentado en el comedor del castillo, mientras Irisviel dejaba la taza en la mesa frente a él. Él tomó un sorbo antes de mirar a su esposa.
"¿Qué tal está Saber?"
Ella lo miró un momento. "Todavía ella está reposándose de sus heridas, pero bien."
El Asesino de Magos asintió al oír eso. Honestamente le había sorprendido de las capacidades de combate de su Servant cuando peleó contra Lancer y no hacía falta decir que sus habilidades ya sea en el esgrima y arte marcial eran superiores a la de cualquier espadachín que haya visto, debido a que eran seres que trascendieron a la humanidad tal como se lo había contado el viejo Acht cuando le habló de los Espíritus Heroicos. Pero aun así no significa que sean invencibles ya que también son vulnerables ante los ataques de otros Servants y por tanto pueden volver a morir.
Kiritsugu debería tener eso en cuenta antes de volver a actuar con Saber.
"Por cierto, ¿es verdad eso que Assassin está vivo?" Preguntó Irisviel con curiosidad recordando lo que le había contado su marido, aunque no sabía muchos detalles.
La expresión de Kiritsugu se oscureció al recordar aquel momento en medio de la batalla. A pesar de no recordar lo que sucedió a continuación, recordó claramente haber vivido a través del visor de su rifle la figura oscura de Assassin posado en uno de los edificios no muy lejos del lugar, observando la batalla.
Estaba muy confuso sobre porque aquel Servant estaba vivo si según su asistente Maiya, Assassin fue eliminado al colarse en la residencia de los Toshaka.
Toshaka.
Si mal no recordaba, el Master de Assassin era Kirei Kotomine, el único en esta guerra hombre que le preocupaba, y según sus informes este individuo fue alumno de Tokiomi Toshaka durante 3 años.
Todavía no estaba seguro al 100%, pero si era cierto que si de alguna manera Assassin logro sobrevivir al ataque de Archer ya sea por pura casualidad o a propósito, entonces podría ser que… ¿de alguna manera Tokiomi y Kirei estaban compinchados?
Era una posibilidad, pero muy remota.
Tendría que tener más vigilado a esos 2 hombres la próxima vez.
"Todavía no estoy seguro, Iri." Respondió tras un momento de reflexión. "No sé lo que está pasando en estos momentos, pero la próxima vez tendré más cuidado."
La albina no pudo evitar sonreír con alivio y seguridad al oír esas palabras.
"Estoy segura de que Saber y tú lo haréis mejor."
Kiritsugu también dio una pequeña sonrisa en su cara, lo cual fue un poco raro, pero lo hizo de todos modos al ver la sonrisa de su esposa. Él tomó otro sorbo de su té y mientras lo hacía, pensó en lo que dijo su esposa, y también quiso confiar en ello.
Golden Koi
De vuelta con nuestros protagonistas.
"Ahora dejando eso a un lado, hablemos sobre los Servants." Cambio de tema Urahara para hablar ahora sobre sus enemigos.
"Tal como presenciamos anoche, esos Servants sí que son auténticos guerreros formidables y me atrevería a decir que sus destrezas de batalla van desde un Shinigami Sub-capitán experimentado hasta un poderoso capitán."
Ichigo y los demás tuvieron que estar de acuerdo en eso, puesto que también fueron testigos de sus increíbles habilidades de lucha, y no sería fácil lidiar con ellos.
"Dejando a un lado a Lancer y la otra Saber, la mayor amenaza es de sin duda Archer y Berserker, aunque yo me preocuparía más por este último."
De nuevo asintieron al estar de acuerdo de que ese demonio era de sin duda el más peligroso.
"Estoy de acuerdo en ello." Argumentó Uryū. "Pero hay algo que no entiendo. ¿No se suponía que la clase Berserker solo atacaba a lo loco sin ningún tipo de estrategia o estilo de pelea parecido al Saber? ¿Por qué este atacaba como si lo tenía todo calculado?"
"Buena pregunta." Añadió Kisuke. "Tal como dices, los de la clase Berserker no tienen sentido del yo y siempre están a la ofensiva en vez de la defensiva. Esto sí que es bastante peculiar."
"Bueno, ¿y qué podemos hacer al respecto para poder lidiar con eso?" Preguntó Ichigo no contento de ver tanto pesimismo.
Urahara solo se ajustó el sombrero antes de hablar. "De momento solo tendremos que ir con cuidado y pensar bien nuestras opciones antes de enfrentarnos a él."
"Bah, no creo que sea necesario." Ahora todas las miradas estaban fijas en el caballero rubio sentada al lado de Ichigo, y a diferencia del resto, no parecía estar demasiada preocupada.
"Debo admitir que ese maldito bastardo loco logró darme una paliza de muerte, pero solo porque me cogió desprevenido y no pude reaccionar. Pero eso no volverá a pasar ya que me he aprendido todos sus trucos. Esta vez le aplastaré." Dijo ella con convicción mientras chocaba su puño con la mano y luego crujió los nudillos.
"¿De verdad podrás hacerlo?" Preguntó Ichigo sonando algo esceptico.
"¿Qué pasa? ¿Me ves incapaz de hacerlo?" Preguntó sintiéndose ofendida.
"No es eso." Exclamó Ichigo. "Solo pienso que deberías luchar junto a Rider para que podáis-
"¡No necesito a ese gigantón para que me ayude!" Replicó Saber en desacuerdo. "Yo soy un poderoso guerrero, y el Servant que se necesita para ganar esta maldita guerra. ¿Es que no me vistes luchar contra mi padre?"
"Pues-
De repente sus cejas se arquearon con sorpresa y confusión al recopilar la última frase en su cerebro, y de repente recordó algo importante.
"Espera un momento, ¿tu padre?" Preguntó Ichigo con incredulidad cuando las imágenes de la otra Saber se iluminaron en su mente y lo que se reveló de ella.
"Todavía hay algo que no entiendo, ¿quién era exactamente esa Saber que se parece bastante a ti?"
Mordred no dijo nada mientras el pensamiento de aquello se metió en las cabezas de tanto Uryū como Orihime.
"Es verdad, ahora que recuerdo, vi de cerca a esa Saber, y me sorprendí de que se pareciera tanto a Mordred." Dijo Uryū.
"Yo también." Añadió Orihime.
"Espera, ¿qué?" Preguntó Kisuke con confusión. "¿La Saber enemiga se parece a la nuestra?"
"Si, yo estuve allí y lo presencié." Kon, quien no había dicho nada hasta ahora, respondió de repente. "Debo admitir se veía muy linda y eso, pero me sorprendí cuando mencionó que ella es el Rey de Gran Bretaña."
Esto sorprendió a casi todos los presentes en el comedor al escuchar la identidad del supuesto segundo Saber.
"Espera, ¿el Rey de Gran Bretaña? ¿Quieres decir que…?
"Si, hasta ese chico Waver mencionó que ella era el Rey Arthur." Añadió Kon.
"Es verdad, recuerdo que escuché como ella le llamó a la otra Saber cómo Arthur." Dijo Uryū recordando esa escena.
Tal era la confusión de Ichigo sobre la identidad de aquella Saber que parecía más a una hermana gemela de su Saber, y le costaba mucho creer de que se tratase de la misma persona que todos afirman ser, y mucho menos el padre del marimacho.
"Oye, Saber, ¿me puedes decir quién era ella exactamente?"
Mordred frunció el ceño ante la pregunta. "¿Es que no te lo acaban de decir o qué?"
"Sí, pero me cuesta mucho creer que esa chica sea rey o tu padre. ¿Qué pasa aquí?"
"Es verdad, ¿esa chica es realmente tu padre?" Preguntó Kon también curioso. El resto también fijaron su atención en ella para saber la respuesta.
Sin embargo, vez de responder, el infame Caballero de la Rebelión solo les dio una mirada de muerte que indicaba que no estaba de humor para hablarles del asunto.
"Escuchad bien, esto no es de vuestra incumbencia. Vosotros no necesitáis saber nada del asunto, ¿entendido?"
Todos captaron la mirada asesina y malhumorada de la rubia, y coincidieron en no hacer mas preguntas por su propio bien.
"Bien, ¿qué tal si cambiamos de tema ahora?" Urahara fue el primero en expresar su temor. "Al menos sabemos el nombre de uno de nuestros enemigos, y podríamos aprovecharlo para nuestra ventaja."
Algunos asintieron estando de acuerdo, pero entonces, Uryū decidió añadir algo más.
"Todavía hay algo que falta." Ahora todos miraron al Quincy. "De los Servants que hemos visto hasta ahora, creo que falta uno."
"Es cierto, el Servant que nos falta por ver es Caster, el Servant de la magia y hechicería, que por lo que parece, no apareció anoche." Añadió Kisuke.
"No me extraña." Dijo de repente Saber. "De todos los Servants, Caster es el más débil porque no sabe ni usar una espada o lanza, y por eso no quiso enfrentarse a nosotros porque sabe que no puede vencer ni siquiera a mí."
"Todavía no lo sabemos a ciencia cierta, ya que es probable que esté organizando una estrategia para atacar la próxima noche."
Alcantarillas de Fuyuki
"¡Esto es cool, tío! Así que esto es la Guerra del Santo Grial."
En lo más profundo y oscuro de las cloacas de la ciudad se pudo escuchar un mar de risas enloquecidas que se hizo eco por los alrededores. Aquellas risas pertenecían a la de un joven un poco mayor de unos 20 años con el pelo anaranjado, portaba 2 piercings, vestía con una camiseta blanca, chaqueta púrpura y el pantalón a juego. Este joven se trataba de Ryūnosuke Uryū, un asesino en serie que le gustaba secuestrar niños y asesinarlos.
Él asesino estaba bailando y gritando como un niño emocionado al ver lo que sucedió durante la batalla en el puerto. Había sido testigo de la acción y de las habilidades de cada Servant que vio, y en vez de conmocionarse o preocuparse, estaba sorprendido y emocionado al mismo tiempo.
"Oye, barba azul… todo ha sido real, ¿verdad? Era todo de verdad y no efectos especiales peliculeros, ¿verdad?" El asesino hizo una danza mientras decía eso y luego bailó alrededor del lugar de donde se encontraba.
"Flipante… va a ser muy interesante participar en esa guerra, ¿verdad?"
Sin embargo, su compañero, el Servant de la clase Caster no respondió y permaneció ajeno a la alegría de su Master mientras observaba mediante una bola de cristal mágica por donde había presenciado el combate.
"¿S-señor?" Preguntó Ryūnosuke un poco confuso por el silencio de Barba azul.
"Mi deseo se ha hecho realidad…" Habló Caster en un acento francés con un tono triste y emocionado.
"¿Realidad…? etto…" Dijo Ryūnosuke con una sonrisa incomoda.
Fue así que Caster se giró para mirar a su Master con una sonrisa en el rostro y lágrimas emergiendo de sus grandes ojos.
"¡Mírala! ¡Ella es la respuesta a mis plegarías!" Exclamó histéricamente. "Su adorable rostro, su esbelta figura…"
Luego señala con un dedo cuya uña estaba crecida y afilada a la esfera. "¡No es otra que la musa de mis sueños!"
Ryūnosuke se acercó a la esfera mientras Caster parecía llorar de alegría, y cuando tuvo una buena visión de lo que estaba mirando su Servant, se volvió hacia él.
"¿La conoces de algo?" Preguntó secamente.
"¡Pues claro!" Exclamó de alegría. "Fue abandonada por Dios, muriendo entre pena y sufrimiento, y ahora… finalmente, ¡ha vuelto a la vida! Esto… ¡Esto es un milagro!"
Luego volvió a caminar hacia la esfera y puso sus manos en ella para visualizar de nuevo y observarla una vez más.
"Oh, mi doncella virgen, mi virgen santa, pronto iré a por ti."
Sus ojos estaban tan apegados en la imagen que salía de la esfera que en cualquier momento podría haber salido de su órbita.
Sí. La imagen de su doncella a la que tanto anhelaba era nada más y nada menos que Mordred mostrando su característica sonrisa salvaje.
Esto es todo por hoy. Nos veremos en otro día.
¡Ja ne!
