Hola y gracias por su paciencia. Se que han pasado casi 4 meses desde que hice la última revisión ya que estuve haciendo corrección de capítulos y aún no he terminado por lo que me he cansado de esta pausa indefinida y por fin me he puesto las pilas para publicar un nuevo capítulo. Pronto subiré otros.
Capítulo 28: Ichigo vs Ryūnosuke parte 1
15/04/2024
Tomando impulso y dando un fuerte salto en el aire, Uryū Ishida evitó que uno de los tentáculos de uno de esos demonios de agua lo alcanzara, y aprovechó estando en el aire para apuntar su Ginrei Kojaku hacia otro demonio que se abalanzaba desde arriba y disparó una andada de Heilig Pfeile que dieron justo en el objetivo perforando su cuerpo y dejando lo que quedaba de su cuerpo en un montón de carne desgarrada y hecho pedazos.
El Quincy con anteojos aterrizó encima de una plataforma y se dobló un poco sobre sus rodillas un poco exhausto, aunque se negó a bajar la guardia. Irguiéndose un poco del todo, gracias a la altura de la plataforma en la que se encontraba, el joven pudo ver que frente a él y por ambos flancos que estaba rodeado por una horda de esos malditos monstruos infernales que desde su punto de vista son más feos que cualquier hollow que haya visto hasta ahora.
'Esto me va a tomar demasiado tiempo.' Pensó Uryū con frustración sabiendo que esto no terminaría hasta que destruyera al resto de esas criaturas o que Caster (este donde este) se retirara de una vez.
Casi fue una suerte de que el pequeño equipo formado por Kurosaki, Saber y él hayan encontrado la nueva guarida del Master de Caster después de una intensa búsqueda en el distrito comercial de Shinto, pero lo malo fue que al hacerlo se toparon con sus medidas de seguridad en forma de Caster y sus familiares quienes aparecieron de la nada para interceptarlos. Bueno, en realidad Caster no estaba a la vista como la primera vez en aquel parque y simplemente se mantuvo al margen en algún lugar cerca para observar.
Con eso, se había confirmado que el renegado Servant de la Hechicería había recuperado parte de su poder perdido tras destruir su Grimorio de Prelati que era la fuente de su aparente vasto pozo de maná que utilizaba para invocar a todo un ejército de demonios sin importar a cuanto mataba. El Quincy no supo cómo lo logró, pero tenía sus propias sospechas respecto al enorme número de desaparecidos que estuvo ocurriendo últimamente seguramente para recolectar sus od como fuente de energía, y seguramente haya servido para restaurar su poder, aunque no sabía hasta qué punto.
Bueno, de todas formas, habían caído en su trampa y ya era bastante malo verse rodeados por esa maldita horda de monstruos, y aún más cuando Kurosaki todavía no estaba preparado para lidiar con ellos. También fue malo que Caster no estuviera a la vista, aunque era de esperar, ya que ahora sabían cuál era el talón de Aquiles de su poder, y obviamente no quiso correr el riesgo de que destruyeran nuevamente su libro por lo que se mantuvo al margen de todo. Así fue como Uryū y Saber decidieron lidiar con las criaturas ellos solos acabando con un buen número en menos de unos instantes, pero como era de esperar, aparecieron más para ocupar su lugar y esto se alargaría quien sabe cuánto tiempo. De vez en cuanto escucharon las constantes burlas del loco francés alardeando lo inferiores que son y que jamás podrán atravesar su nido de demonios.
Por supuesto, aquello parecía provocar peligrosamente que Saber se dejara llevar por las constantes burlas del maniaco francés y estuviera a punto de hacer algo imprudente como cargar cegada por la ira contra la horda en un desesperado intento de encontrar a Caster y hundir su espada sobre él. Ishida se vio obligado a pensar en una estrategia para poder salir de este estancamiento, pero sus opciones eran muy escasas. Simplemente escapar no era una opción acertada, y tampoco lo fue tratar de buscar a Caster sin ni siquiera saber dónde se encontraba incluyendo su Master.
Lo único que sabía era que dicho Master todavía no se había presentado y estaría escondido en algún lugar cercano. Esto era preocupante, pero lo que más le preocupaba fue la seguridad de Kurosaki ya que podría ser atacado por uno de esos monstruos en cualquier momento, aunque le preocupaba más que hiciera alguna locura. Ciertamente no estaban en la mejor posición para seguir luchando aquí con un indefenso Kurosaki en medio.
Tan cerca como estaban para acabar con todo esto y ahora estaban estancados en medio de estos molestos obstáculos y la seguridad del octavo Master dependiendo de un hilo, Ishida solo se le ocurrió una idea de acabar con este problema, aunque solo dependía de que Kurosaki y Saber lo consiguieran.
Con ese plan trazado, el Quincy junto al Servant de la Espada abrieron un camino hacia adelante masacrando una docena de esos demonios acuáticos y luego instó a Kurosaki y Saber que avanzaran para encontrar al Master de Caster mientras él se quedaba aquí para retener a las hordas. Ichigo se mostró al principio muy vacilante al dejar solo a su amigo/rival para lidiar contra esos monstruos sin respaldo y sin posibilidades de salir con vida, pero al final Saber logró forzarle a seguir el plan argumentando que, si lograran dar con el Master de ese demente y matarlo de inmediato, Caster estará igualmente jodido y toda esta pesadilla terminará de una vez para siempre.
Incluso después de haber comprendido del todo el objetivo del plan, Ichigo se había mostrado aún receloso, pero no tuvo más remedio que seguirlo y confiar en que su amigo/rival se cuidara él solo contra esa horda de monstruos infernales mientras él y su Servant se adentraron por el camino despejado, en dirección hacia la supuesta guarida donde se encontraba el Master de Caster. Por supuesto, al descubrir lo que tramaban, Caster no quiso dejárselo tan fácilmente y envió a algunos de sus familiares para interceptarlos, solo para ser eliminados fácilmente por Saber, y así ambos se alejaron del campo de batalla para gran frustración de Caster.
Fue así como Uryū fue el único que quedó para hacer frente a esa manada de demonios acuáticos él solo e iba a ser un dolor de cabeza. Es cierto que eliminar esas cosas fue tan fácil como eliminar a un hollow ordinario, pero el principal problema fue que cada vez que eliminaba a más de esos monstruos, otros aparecían para ocupar su lugar y aquello fue bastante problemático.
Ahora habían pasado varios minutos desde que el joven Quincy había decidido confrontar él solo a las hordas de monstruo y a pesar de verse superado en número, el Quincy veterano de la Guerra de Invierno se las había arreglado para masacrar a una gran docena considerable de esos bichos repugnantes hasta el punto en que el patio se estaba convirtiendo en un pantano de demonios muertos. Sin embargo, a pesar de estos logros, el esfuerzo empezó a pasarle factura.
Una vez más tuvo que agradecerle al Rei hassei-ki que le regaló Urahara para la fabricación de reishi mediante el consumo de su reiryoku en un ambiente donde no hay reishi. Sin embargo, el precio fue como se dijo antes, al absorber el Reiryoku del usuario, agotaría sus reservas de energía para seguir luchando y mantenerse consciente como si le estuvieran chupando la vida. Él ya había comprendido este inconveniente como un arma de doble filo en las batallas que tendría que librar y puede que pagará el precio con su propia vida, pero aún seguía confiando en su vasta reserva de reiryoku ya que incluso si no había previsto que sería enviado a un mundo sin reishi, el Quincy no perdió el tiempo en estos 2 años desde la derrota de Aizen en seguir entrenando y fortaleciendo sus habilidades que serían de gran ayuda en una guerra como esta.
Con ese pensamiento poco alentador, el Quincy miró a la horda con renovada determinación en su rostro ignorando el agotamiento que estaba haciendo mellas en su cuerpo a la espera de que algunos de ellos ataque primero. No tardaron mucho en hacerlo cuando uno de ellos se abalanzó sobre él, pero Uryū logró evitarlo dando otro salto y mientras estuvo en el aire almacenó una cantidad de reishi sobre sus pies para mantenerse flotando en el aire, y luego y disparó varias andadas de sus flechas hacia el mismo monstruo que trató de abalanzarse nuevamente desde abajo, recibiendo el golpe mortal en la cabeza.
"Oh vaya. Así que también puedes mantenerte en el aire, ¿eh?" La voz impresionada de Caster sonó en el aire desde algún lugar. "No tenía ni idea de que los magos también podíais hacer eso."
Uryū se burló mentalmente de lo desinformado que estaba el loco francés sobre los Quincies, aunque no podía culparlo. Puede que los Quincies y los magos tengan varias cosas en común, pero parecía ser obvio que estos últimos no podían utilizar el maná para mantenerse flotando en el aire de la misma forma que los Quincies y Shimigamis usaban el reishi. El joven Quincy miró hacia abajo desde su posición en el aire y vio a la horda de monstruos apiñados como una jauría de perros rabiosos gruñendo y alzando sus garras en un intento de atraparlo, pero obviamente no podían.
Quedo claro para el Quincy que esas bestias no podían elevarse en el aire o desarrollar alas para volar lo cual no tardó en verlo como una ventaja ya que no podrán alcanzarlo estando a varios metros en el aire y él aprovecharía su posición para atacar a las criaturas sin que estos hicieran algo para contraatacar.
Con eso, Uryū volvió a atacar con su Ginrei Kojaku y lanzó varias andanadas de Klaviers hacia sus objetivos, golpeándolos casi a todos. Al cabo de unos minutos, monstruo tras monstruo cayeron tras el aluvión luminoso de Heilig Pfeile, pero como era de esperar, otros aparecieron para ocupar su lugar y las cosas se complicaron aún más con el agotamiento excesivo de su reiryoku para fabricar reishi para sus armas por lo que se vio obligado a reducir la intensidad de disparos de sus flechas. Casi podía sentir que la mano con la que sujetaba el Ginrei Kojaku había empezado a sangrar como aquella vez durante su competición con Kurosaki de ver quien acababa con más hollows cuando el Quincy había invocado a una gran horda de ellos en Karakura utilizando un cebo.
Un acto que no fue pasado por desapercibido por Caster si lo que dijo a continuación era una indicación de ello.
"Je. Parece que estás llegando a tu limite, jeune homme." Declaró con burla en el aire. "Por el contrario, yo tengo suficiente energía para toda la noche, y esta vez no podrás hacer nada para estropear mi diversión como lo hiciste la última noche. Espero que hayas tenido tiempo para realizar tus oraciones."
Uryū gruñó con desdén mientras trataba de ignorar el parloteo del demente francés y concentrarse en la horda de demonios que tenía delante. Desde su posición más alta, podía decir que podrían haber más de 50 de ellos. Aquellos números no significaban nada ya que podría acabar con todos ellos en un solo instante como lo hizo con una manada de hollows en el pasado, pero el problema era, como él sabía, tenía que contenerse y no gastar mucha energía imprudentemente. No podía ni realizar un Licht Regen, la técnica más poderosa de Uryū que tenía hasta ahora ya que para ello tenía que acumular una gran cantidad de reishi y no quiso arriesgarse a no ser que fuera extremadamente necesario. Con tal, se conformó con usar el Klavier.
Más y más monstruos cayeron ante el aluvión de flechas del Quincy sin que los monstruos hicieran algo al respecto para defenderse o esquivarlos y simplemente se quedaron en su lugar recibiendo los mortíferos ataques como unos estúpidos sin sentidos. Para cualquier espectador que presenciara esto, verían este desarrollo como una ventaja para el Quincy, pero para este último no lo vio tan optimista. Estaba claro para el astuto Quincy que ese demente inteligente planeaba agotar sus reservas de energía con cada ráfaga Heilig Pfeile que lanzara hasta que finalmente cayera y se convierta en una presa fácil para esos bichos repugnantes. Él sabía que su idea estaba funcionando muy bien ya que no importaba a cuantos de sus familiares aniquilaba, otros más aparecerían en su lugar. Al darse cuenta de esto, Ishida trató de pensar desesperadamente en cambiar de estrategia para equilibrar la balanza a su favor:
A, podría intentar buscar a Caster estando en el aire sin que sus monstruos pudieran alcanzarlo y luchar directamente contra él o volver a destruir su libro, o B, esperar estando en el aire para recuperar fuerzas.
La primera opción no supo decir si era viable. Puede que el Servant de la Hechicería fuera un demente total, pero el Quincy supo que tampoco era ningún estúpido. Antes de convertirse en un maniático asesino, él era un comandante que lideró ejércitos contra los invasores ingleses durante la Guerra de los 100 años, y aunque no logró aprender muy bien de sus hazañas, tenía que ser un comandante capaz. Se preguntó si a pesar de su estado de locura, aún conservaba parte de su conocimiento táctico militar o si tenía alguna destreza en el arte de las armas como una espada. Si eso fuera así, podría haber sido un Saber o algo, pero no en este caso.
Sin embargo, lo que más le preocupaba es que si de alguna forma lograra dar con él, es posible que estuviese preparando alguna estrategia para evitar que este destruyera el libro como aquella vez y seguramente esto involucraría a sus familiares.
'No tengo más remedio que aceptar el riesgo. Ya me he enfrentado a adversarios mucho más peligrosos que este.' Pensó Uryū con resolución ganando algo de confianza en intentar buscar a Caster.
A pesar del límite de sus fuerzas en un entorno sin reishi para su uso, el Quincy veterano no se rendiría tan fácilmente ante cualquier dificultad que se le presentara ya que como dijo antes, había vivido momentos muchos más adversos que este. No había manera que esto lo disuadiera a abandonar y seguiría luchando ya sea contra Caster e incluso con su horda de familiares respaldando a este último.
Con eso en mente, el Quincy empezó a desplazarse en el aire sin preocuparse de que los demonios acuáticos lo persiguieran ya que solo se centró en el entorno a su alrededor y trató de buscar cualquier firma de od que emanara de Caster. Debería ser fácil poder localizarlo ya que el Servant no estaba restringiendo toda su fuerza. Sin embargo, mientras seguía caminando, lo hizo con mucho cuidado para no captar la atención de Caster.
Todavía no sabía dónde se ocultaba, pero sabía que lo estuvo observando seguramente en algún lugar cercano, y tuvo que asegurarse de que no se percatara que era lo que el Quincy tramaba para que este no tomara medidas al respecto. Lo único que el astuto Quincy hacía fue tratar de esquivar los tentáculos y las horripilantes fauces de los monstruos disimulando que aún estaba luchando contra ellos mientras sus sentidos escaneaban el lugar, y una vez que logrará localizar el escondite del demente francés, lo sorprenderá por la espalda mediante un Hirenkyaku y lo atacará con una flecha. Hasta este punto, esto fue todo lo que pudo planear y esperó poder implementarlo bien.
Por otro lado, también estaba el hecho de que Kurosaki y su Saber habían ido directamente hacia el Master del loco y si lograran dar con él y matarlo, mejor aún. Así acabará toda esta pesadilla. Solo tenía que seguir entreteniendo a Caster y sus familiares para que no llegaran hasta el Master pelinaranja y respaldara al suyo para así acabar con este último.
Con eso en mente, se preparó para seguir luchando.
El ambiente dentro del bar abandonado era tan tenso como las miradas que intercambiaban cada Master entre sí para evaluarse unos a otros. Habían pasado unos minutos desde que el Master del segundo Saber hiciera su entrada repentinamente irrumpiendo lo que el renegado Master de Caster estuviera haciendo antes, pero ya no importaba. Ichigo miraba a este último con una mirada acerada y su típico ceño fruncido y su Saber siempre a su lado, también lo miraba de igual manera. En cuanto al propio Ryūnosuke, lejos de verse intimidado o sorprendido por la brusca entrada del adolescente y su Servant, simplemente les dio una pequeña sonrisa desquiciada en la cara hacia los recién llegados.
Entretanto, un poco lejos, pero lo suficientemente cerca para observar el encuentro a una distancia segura, Kon y Rin solo pudieron observar incómodamente en silencio a los 2 Masters mirándose a distancias sin decir una palabra en una mezcla de confusión y preocupación. Por una parte, fue un alivio para Kon que ese idiota de Ichigo y su Saber hubieran llegado al menos en el último momento antes de que ese maniático secuestrador pudiera ponerles las manos encima y hacerles quien sabe el que, pero era mejor no pensar en ello. Ahora estaban a salvo.
¿Verdad?
Al mismo tiempo, la pequeña Rin se tomó su tiempo para observar al recién llegado que, según el extraño familiar parlante, es un Master como su padre y vino a salvarlos. Enfocando más su mirada mejor, parecía ser un adolescente no tan mayor como el secuestrador, pero parecía ser igual de alto, tenía el pelo más anaranjado, pero despeinado en puntas, más o menos igual que un punk. ¿Es este el tipo que mencionó Kon?
El silencio entre los 2 oponentes no duró mucho cuando Ichigo fue el primero en romperlo.
"¿Eres tú el Master de Caster?"
Dicho Master ensanchó un poco su sonrisa antes de responder. "¿Y qué si lo soy? ¿Algún problema?"
Los ojos de Ichigo se entrecerraron peligrosamente, pero no hizo nada. En cuanto a Saber, ella apretó la empuñadura de Clarent lista para cargar contra el bastardo y bisecarlo en el acto, pero se contuvo hasta que escuchara la orden de su Master.
"Tu debes de ser el compañero de esa tía al que tanto le obsesiona Barba azul, ¿verdad?" Dijo Ryūnosuke mientras ahora se fijaba en el Servant al lado del otro chico pelinaranja y no pudo evitar estar un poco fascinado como ella lucía.
Tal como esperó ver en ella, la Saber al que Barba azul se refería como 'su Jeanne' estaba vestida de los pies hasta la cabeza por una gruesa armadura plateada de estilo occidental o algo, pero la característica que más destacaba era su yelmo con forma irregular como si tuviera aspecto de demonio.
"Guau, ahora entiendo por qué Barba azul estaba tan obsesionado contigo. Luces tan terrorífico como un demonio."
Sorprendentemente para cualquiera, el Caballero de la Rebelión en lugar de ofenderse o gruñir asesinamente como lo haría con cualquiera, especialmente con Caster, simplemente soltó un pequeño resoplido sarcástico bajo su casco.
"Hmph, preferiría que me vieras más como un feroz dragón que un simple demonio."
"Un dragón, ¿eh? Eso también suena bastante guay." Comentó el Master de Caster risueñamente antes de volverse hacia el otro Master cuya expresión no había cambiado desde su entrada.
"Bueno, ¿puedo preguntar cuáles son tus negocios aquí? Lo digo porque has interrumpido bruscamente mi fiesta y eso no mola nada. Así que dime, ¿Qué quieres?"
En lugar de responder, Ichigo movió sus ojos de derecha a izquierda para escanear el lugar a su alrededor. Le fue muy difícil hacerlo por la falta de iluminación y la oscuridad de la noche tiñendo el interior del bar abandonado, pero aun así pudo distinguir varias figuras en varios flancos. A su izquierda pudo notar a Kon junto a 2 niñas con él; una tenía coletas y la otra tenía el cabello corto sin mostrar ningún signo de emoción en su rostro. Kon y la niña con coletas observaron con preocupación la escena.
A su derecha pudo ver varias figuras pequeñas inmóviles, pero distinguiblemente humanas. Seguramente serían los niños secuestrados.
Una vez terminado de escanear el lugar, Ichigo se volvió hacia el secuestrador aun luciendo con esa estúpida sonrisa desquiciada en la cara esperando su respuesta.
"Deja marchar a todos esos niños de inmediato."
La sonrisa del secuestrador vaciló al escuchar la aparente demanda del recién llegado. "¿Qué? No hablaras en serio, tío." Respondió con incredulidad. "¿Sabes lo que me costó llevarme a esos críos por todo el camino desde sus casas hasta aquí? ¿Por qué debería hacerlo?"
Ichigo hizo una mueca al oír eso, pero antes de que pudiera responder, su Saber se le adelantó dando un paso adelante.
"¡No estás en posición de hacer preguntas, criminal!" Amenazó el caballero-dragón mientras levantaba su espada en señal de amenaza. "Tú y tu vil engendro pagareis por todas las fechorías que habéis cometido en esta ciudad. ¡Prepárate para recibir tu sentencia!"
Sin embargo, lejos de verse intimidado por la amenaza, el asesino simplemente soltó una pequeña risa.
"Vaya, que miedo. No quisiera vérmelas contigo, pero tampoco puedo permitir que estropees mi ritual."
Puede que el asesino estuviera fanfarroneando para ocultar su miedo, pero no era estúpido. Sabía muy bien de parte de Barba azul que no era una buena idea enfrentarse a un Espíritu Heroico como ella, y más aún cuando vio a través de su bola de cristal lo que era capaz de hacer. Necesitaba ganar algo de tiempo para que su compañero dejara lo que estuviese haciendo en estos momentos para ir en su ayuda ahora que estaba indefenso.
No tenía ningún plan en mente, ni siquiera un arma, bueno, un cuchillo sí, pero de eso poco servía contra ella. Aunque puede que contra su Master sí. Con todo esto, empezó a formular una idea, lo cual podría ser arriesgado, pero tenía que intentarlo.
Pasando un breve momento sin decir nada o hacer un movimiento teniendo toda la atención de sus huéspedes a la espera de algo, Ryūnosuke hizo finalmente su movimiento y corrió repentinamente hacia la derecha cogiendo a Ichigo y Saber por sorpresa.
"¡No escaparas!" Gritó esta última como empezó a perseguirlo inmediatamente y preparando a Clarent para bifurcarlo en el acto.
Sin embargo, no tuvo la oportunidad de dar a su objetivo deseado ya que detuvo abruptamente el balanceo de su espada a centímetros de la cara de uno de los niños hipnotizados.
Ichigo y Saber se quedaron mirando sorprendidos a lo que hizo el bastardo. Fue tras los niños hipnotizados que había secuestrado para coger uno o dos como rehenes y así impedir que la loca guerrera lo descuartizara como se merecía. Esto enfureció aún más al pelinaranja.
"Bastardo, ¿¡qué crees que estás haciendo!?" Gritó mientras daba unos pasos hacia él y mirando al asesino con más odio y ira.
Él solo se rio en respuesta. "Bueno, es tal como podrás ver. Como dije antes, tu y tu loca amiga habéis interrumpido mi fiesta con vuestra interpretación de ser los héroes guays de la historia, y eso no mola. Así que he decidido aguarles la fiesta. ¿Qué se siente?"
Ahora Ichigo y Saber estaban más enfurecidos que nunca y a pesar de querer cargar contra el bastardo y golpearlo/descuartizarlo hasta convertirlo en una pulpa, no quisieron arriesgarse a dañar a los 2 niños que mantenía como rehenes ahora que no podían hacer nada para liberarse.
Ahora que parecía que estaba a salvo por el momento, el asesino decidió echar mano de su segunda parte del plan.
"Eh tú, amigo." Llamó mientras se fijaba en Ichigo. Este último lo miró, pero sin dejar la ira y el desprecio que sentía. "¿Quieres que suelte a estos mocosos?"
Aquella pregunta cogió por sorpresa a tanto Ichigo como Saber sin saber que esperar.
"Si quieres que liberes a todos estos críos, tendrás que ganártelos."
A pesar de lo que dijo, Ichigo miró con total recelo al asesino. "¿Qué estás tramando?"
El asesino sólo amplió un poco su sonrisa antes de contestar. "Muy simple. Solo tienes que luchar contra mí, y si me ganas, te lo puedes llevar."
Ante eso, Ichigo arqueó las cejas visiblemente sorprendido. ¿Había escuchado bien? ¿Ese bastardo desquiciado le estaba proponiendo una pelea para determinar quién se quedará con los niños secuestrados así de simple? Por mucho que estuviera casi tentado en aceptar la oferta u oportunidad de machacar al bastardo, una parte de él le advirtió que aquí había algo extraño.
Saber también vio esto sospechoso. Fue bastante raro que una mísera alimaña que no se atrevería a coger una espada para enfrentarse incluso a alguien de su propio tamaño y que huiría a la más mínima oportunidad con el rabo entre las piernas como en el caso de su Servant decidiera desafiar a su Master a un duelo. A no ser que estuviera en sus términos, claro. Si fuera así, entonces no se equivocaba en que este presunto duelo estuviera amañado para el asesino y llevará a Ichigo a una trampa.
"¿Luchar contigo? ¿Qué te hace pensar que haría algo así?" Preguntó Ichigo mirando con recelo al asesino.
La única respuesta inicial del maniático fue una misteriosa sonrisa antes de sacar de su bolsillo un cuchillo y luego señaló la punta en el cuello del niño que tuvo como rehén alertando inmediatamente a Ichigo.
"¡Para!" Gritó Ichigo repentinamente al ver como el loco estaba a centímetros de rajar el cuello de niño sin que este último montara resistencia. Ryūnosuke detuvo el avance del puñal y miró al otro pelinaranja con una sonrisa enfermiza plasmada en su cara por su reacción.
Tanto Ichigo como Saber gruñeron mientras miraban con más resentimiento hacia el monstruo que mantenía al pobre niño como rehén, pero no pudieron hacer nada al respecto salvo quedarse quietos a una distancia segura y mirar impotentes.
"¿Y bien? ¿Vas a aceptar mi oferta y tener una pelea tú y yo?"
Realmente este bastardo enfermizo los tenía a ambos bajo sus términos y no estaba dispuesto a renunciar tan fácilmente forzando a Ichigo a aceptar su extraña oferta de una pelea quería o no quería.
Estando harta de este chantaje sin sentido, Saber decidió terminar con esa estúpida farsa y se dispuso a decapitar ella misma la cabeza del bastardo de una vez.
"De acuerdo."
El Caballero de la Rebelión se congeló al instante de cargar contra el asesino cuando escuchó la voz de su Master hablar en un tono bajo, pero resuelto. Ella lo miró desconcertada.
"¿Quieres un combate mano a mano conmigo? ¡Pues lo tendrás ahora mismo!" Exclamó Ichigo ansioso por aceptar el duelo, aunque solo sea para tener la oportunidad de convertir al bastardo en una pulpa.
Saber todavía no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Ichigo se estaba dejando chantajear por las pésimas propuestas de este bastardo desalmado? ¿Cómo puede ser tan ingenuo?
"¿Te has vuelto loco? ¿Cómo puedes hacerle caso a un canalla?" Ichigo no la escuchó mientras seguía mirando a su enemigo. "¿No te das cuenta de que esta sucia rata rastrera no tiene ni el más sentido del honor y que podría estar ideando un plan perverso para-
"Lo se muy bien, Saber." Declaró Ichigo interrumpiéndola con un tono tranquilo y frío en su voz. "No soy estúpido. Yo también sospecho que ese cabrón debe de estar tramando algo y ni me importa."
La mirada acerada de resolución deslumbraba incluso en la oscuridad dirigida hacia su desquiciado enemigo. "Juro que patearé a este bastardo y pondré fin a todo esto de una vez."
El interior del bar volvió a quedar en silencio mientras todos los presentes absorbían estas palabras. A pesar de saber de que se enfrentaba a un enemigo prácticamente peligroso, al pelinaranja le importó un comino ese hecho y decidió hacerle frente sin dudarlo. Esto no resultaría nada raro solo para aquellos que conocieran muy bien al veterano de la Guerra de Invierno y presenciaran la mayoría de sus hazañas de primera mano.
El ex Sustituto ya se había enfrentado a monstruos que podían arrasar ciudades enteras en un solo ataque. No había forma de que un maniático asesino de pacotilla (e incluso psicópata) lo intimidara.
Incluso si Mordred nunca presenció con sus propios ojos las hazañas que su Master hizo en aquella guerra que la contaron, tenía cierta confianza en que él era un buen luchador tal como se lo mostró en su pelea de exhibición, además del hecho de haber desbloqueado sus circuitos mágicos y haber dominado Refuerzo en tan poco tiempo. Estaba claro incluso para ella que no había manera de que una simple sabandija, sin importar lo sanguinario que fuera, pudiera vencerlo. Sin embargo, aquello no era el problema…
"Oye. ¿Hay algún lugar donde podemos luchar lejos de aquí?" Preguntó Ichigo mirando al asesino quien este último parpadeó un poco por la pregunta. "Si vamos a luchar ahora, preferiría que lo hiciéramos lejos de los niños."
Ryūnosuke esbozó una sonrisa burlona en su cara al descubrir lo que pretendía el otro pelinaranja.
"Oh no te preocupes por lo que estos mocosos vayan a presenciar." Respondió despreocupadamente antes de fijarse en los muchos niños que había a su derecha inmóviles como estatuas. "Todos están bajo un hechizo de hipnosis por lo que están en trance y no están registrando nada de lo que está ocurriendo y mucho menos de la sangre que se derramará hoy. Pero vale. En la parte trasera del bar ahí una sala de billar al que podríamos utilizar para matarnos allí, si te interesa." Señaló con el dedo hacia atrás donde Ichigo apenas pudo distinguir una puerta cerrada en la pared trasera del bar que conducía a dicha habitación.
Una vez confirmado eso, el joven pelinaranja asintió en señal de aceptación y luego se volvió hacia Saber.
"Escucha, ahora mismo él y yo vamos a luchar allí adentro. Tu quédate aquí y saca a los niños a un lugar seguro."
Saber miró a su Master con dudas al respecto de lo que estaba tramando su Master en este momento sobre invitar a su enemigo a luchar en una habitación cerrada, un poco lejos de ella, mientras ella perdiera el tiempo en sacar a todos estos niños hipnotizados de aquí, por no hablar de que era probable que el asesino pudiera aprovechar su ausencia para invocar a Caster y así todo terminaría para él.
"¿Estás seguro? ¿No crees que sería mejor si mataras a esa escoria antes de sacar a estos niños de aquí?"
"¡No! No puedo arriesgarme." Respondió Ichigo rotundamente a su Servant. "Después de eso quiero que ayudes a Ishida a luchar contra esos monstruos. No puedo evitar estar preocupado por él."
Ahora Saber no pudo evitar pensar que ahora su Master había perdido la cabeza cuando registró aquellas palabras en su cabeza. ¿Ahora la estaba ordenando a que fuera a socorrer al arquero con anteojos que estaba un poco más lejos dejando a su Master más expuesto al peligro que nunca? Al final solo conseguiría poniéndoselo en bandeja. ¿Cómo puede ser tan ingenuo?
"¿¡Te has vuelto loco!? ¿Cómo puedes ordenarme tal cosa que me aleje de ti no solo para sacar a estos críos, sino que también quieres que ayude a tu amigo, eh?" Estalló ella con indignación. "¿No ves que estás jugando en su terreno? Puede que tengas la oportunidad de matar a esa escoria, ¿pero que pasaría si invoca a Caster y estás totalmente jodido?"
"Saber…" Habló Ichigo sonando imperturbable ante el escándalo de su Servant. "Se muy bien lo que quieres decir, y lo entiendo. Yo también he pensado en la posibilidad de que ese bastardo llame a Caster en caso de verse en peligro, pero no puedo evitar estar preocupado por Ishida quien aún seguirá luchando solo contra esas cosas. Si ese bastardo llegará a invocarlo, supongo que eso facilitaría mejor las cosas para Ishida ya que probablemente no tendrá que lidiar con esas cosa por más tiempo."
La mente de Saber se burló de incredulidad de nuevo. ¿Ese era su plan? ¿Aliviar la situación de su amigo arquero mientras él se arriesgaba a una muerte segura?
"No te preocupes…" Ahora Saber se fijó en que su Master ahora lucía con una sonrisa confiada en el rostro mientras este último seguía mirando hacia el frente. "Te prometo que, si ese bastardo llamara a Caster, yo te llamaré también con mis sellos." Dijo mientras señalaba sus 3 Sellos de Comando aún impregnados sobre su mano derecha desde el día en que aparecieron hace algún tiempo.
"Si ese bastardo está tan dispuesto a malgastar uno de sus sellos, supongo que yo también."
Incluso a pesar de esas palabras tan alentadoras provenientes de su Master, Saber todavía albergaba dudas de esto. Le preocupaba por lo que podría pasar durante el fragor de la batalla, aunque no quiso admitirlo. Todavía seguía pensando que su Master era un imprudente a pesar de ser un buen luchador y era probable que cometiera errores. Errores tan grandes que podría enviarlo a la tumba. Sin embargo, una parte de ella quiso confiar en él y dejar que cargara contra ese bastardo hasta que este último llamara a su perro faldero y ella estaría allí para hacerle frente. No veía el plan demasiado realista, pero no tuvo más remedio que confiar.
"Muy bien. Dejaré que luches contra él en sus términos." Cedió Saber ante la petición de su Master antes de darle la espalda y fijarse en los numerosos niños que había a su derecha. "Me aseguraré de sacar a estos críos de aquí y luego ayudaré a tu amigo. Pero recuerda…" Dijo mientras miraba de reojo hacia Ichigo. "Más te valdría no permitir que este gusano te maté y me llames cuando él llame a Caster, porque de lo contrario, juro que haré que desees que ese bastardo te haya matado, ¿entendido?"
A pesar del nivel de amenaza enfatizado por el infame Caballero de la Rebelión, Ichigo no se inmutó en lo más mínimo mientras lucía con su sonrisa presumida.
"Descuida. No dejare que un imbécil me mate." Luego volteó la cabeza hacia la izquierda. "Kon."
El alma modificada (quien aún seguía en el mismo lugar junto a las 2 niñas) se sobresaltó cuando escuchó al pelinaranja llamándole.
"Bien hecho por proteger a esas dos niñas. Ahora sácalas de aquí."
"¿Eh? Claro, ahora voy." Contestó Kon antes de voltear su cabeza a la niña consciente (Rin). "Vamos, aprovechemos para salir de este horrible lugar por la salida que hicieron esos dos." Instó señalando el gran boquete hecho por el ataque de Saber como la única salida viable.
A pesar de escuchar eso, la pequeña maga aún estaba insegura de escapar por fin con su amiga Kotone ahora que podían. Todavía estaban sus demás compañeros de clase quienes al igual que Kotone, están bajo el influjo del hechizo hipnótico del secuestrador y una parte de ella no quiso abandonarlos a su suerte a pesar de haber determinado de que Kotone era la única persona que podría salvar.
Luego se fijó en el adolescente recién llegado, ese llamado Ichigo Kurosaki con un extraño sentimiento de alivio y seguridad. Sin duda alguna vino a rescatar a los niños secuestrados y enfrentarse a su secuestrador tal como se lo dijo el familiar parlante. No cambia duda para ella que él estaba más que decidido en salvar a los niños y detener al maniático secuestrador como si fuera una especie de 'héroe de la justicia' o algo por el estilo. Se preguntaba quién podría ser exactamente y que tipo de relación tendrá con su padre ya que él también es un mago y está metido en esta Guerra del Santo Grial.
Sea como fuera, no tuvo más remedio que confiar en él para salvarlos a todos mientras ella aprovecharía la oportunidad de sacar a Kotone de aquí y llevarla a un lugar seguro. Con eso decidido, cogió la mano de su amiga en trance y salió corriendo del lugar junto a Kon detrás.
Una vez que los 3 salieron del bar por el boquete que había detrás, Ichigo centró su completa atención en el asesino quien aún seguía sosteniendo a un niño como rehén.
"Suelta a ese niño ahora." Habló amenazadoramente al asesino estrechando los ojos.
El secuestrador apenas vaciló, pero hizo lo que le dijo y soltó al niño sin problemas.
"Sabes, eres un tipo muy raro. ¿Cómo te llamas, chico?" Preguntó Ryūnosuke con aparente curiosidad al ver la actitud tan despreocupada y confiada del otro pelinaranja en una situación de vida y muerte como está y eso era algo que no se veía en la vida real, a no ser que sea una especie de otaku de estilo shonen.
Ichigo simplemente lo miró receloso de querer responder su nombre a un maniático bastardo mata niños.
"No voy a decirte mi nombre a un psicópata mata niños." Respondió Ichigo rotundamente al asesino dejando en claro que no estaba interesado en un intercambio de nombres como normalmente lo hizo con sus enemigos en el pasado. De todos ellos, este es uno de los que más detestaba detrás del hollow que encerró el alma de un niño humano en un periquito, y especialmente el Grand Fisher.
Al oír el rechazo, la sonrisa de Ryūnosuke vaciló un poco en decepción.
"Oh vamos, no seas aguafiestas, hombre. Para empezar, ¿de donde sales tu y esa actitud de querer ser el salvador 'guay' de la historia. ¿Eres algo así como un héroe de la justicia o algo?"
Ichigo no pudo evitar arquear una ceja al escuchar como le nombró el asesino. ¿Un héroe de la justicia? Qué estupidez. Puede que el ex Sustituto sea conocido por ser alguien que desprecia a aquellos que abusan o se aprovechan de los débiles y casi siempre se involucra en peleas callejeras con matones y delincuentes con los que se encuentra maltratando a inocentes o robándoles cosas, pero eso no significaba que aspiraba a ser algo la ley de su barrio/ciudad o como el asesino lo etiquetó como 'héroe de la justicia'. Él solo busca una vida pacífica y normal, a no ser que el destino tuviera otras ideas. En cualquier caso, el término 'héroe de la justicia' no estaba en su vocabulario.
"Lo que yo sea no es de tu incumbencia. Estoy aquí para salvar a estos niños y patearte el culo de una vez." Respondió nuevamente con dureza mirando con desprecio al asesino.
Ryūnosuke soltó un "Je. Eso es algo que diría todo un héroe empeñado en salvar a los inocentes y detener al villano, ¿no es así? No sé qué tipos de animes has visto últimamente, pero creo que te han lavado el cerebro para hacerte una especie de 'héroe súper GUAY', ¿no?"
Ichigo no pudo evitar fruncir más el ceño con irritación por las palabras del maniático psicópata. ¿Piensa que es algún tipo de otaku aficionado o algo?
"Como ya he dicho, lo que yo sea no es de tu incumbencia. Deja de decir estupideces y empecemos de una vez."
Ryūnosuke simplemente sonrió ante el arrebato del otro pelinaranja, pero no insistió más en provocarlo más, y empezar con su 'duelo'.
"De acuerdo, entonces vayamos a la sala de billar para que nadie nos moleste." Indicó a la puerta trasera mencionada. El asesino fue el primero en dar media vuelta para dirigirse allí tranquilamente y luego fue seguido no mucho después por Ichigo quien aún mantenía la guardia en alto vigilando los movimientos de su enemigo.
A pesar de que se le instruyó a Saber mantenerse al margen de la pelea y salvaguardar a los niños, la rubia aún seguía mirando recelosamente como su Master se alejaba de ella y acompañaba a ese maniático sanguinario sin problemas. Aunque no lo admitiera, aún estaba preocupada por la seguridad de su Master a pesar de las palabras de seguridad que le dio antes. Estaba claro tanto para Ichigo como a ella lo que esa escoria tramaba una vez que el primero se quedara a solas con él y no le gustó. Casi estaba tentada en desobedecer la solicitud de Ichigo y salvaguardar al idiota antes de que el otro pelinaranja llamara a Caster y así terminar con su fachada de 'hombre de honor' y terminar con el duelo de la forma más rastrera posible.
Por otro lado, una parte de ella quiso confiar en su Master, dejar que este último se ocupara de su oponente hasta que este invocara a Caster y así poder intervenir. Sabía que su Master no era ningún alfeñique y podría enfrentarse a cualquier oponente fuerte siempre que sean humanos, claro. Sin embargo, tendría que esperar mientras tratará de sacar a todos estos malditos niños hipnotizados, y lo más exasperado es que una vez que terminara de sacarlos a todos de aquí, también tendría que ayudar al Quincy a librarse de esas repugnantes criaturas, alejándose cada vez más de su Master y aún más con el riesgo de que Caster aprovechara su ausencia para socorrer a su Master lo que comprometería aún más aún las cosas.
Solo el único consuelo que disipaba sus dudas y temores fue que lo último que dijo Ichigo fue que usaría sus Sellos de Comando para llamarla si el asesino usará los suyos una vez que se viera en peligro, y aquello la reconfortó hasta cierto punto creyendo que él cumpliría con su promesa.
No pudo pensar más mientras veía como su Master fue el último en entrar a la habitación trasera y cerró la puerta tras de sí, dejándola sola con un trabajo que hacer.
La sala trasera del bar era bastante espaciosa que podría contener unas 10 personas o más. Como su nombre indicaba había una mesa de billar a un lado con pinta de estar un poco polvorienta y sus patas oxidada debido al tiempo que había pasado sin que nadie se molestara en limpiarlo y lavarlo. De hecho, al igual que la sala principal del bar, la sala de billar estaba igualmente desordenada y algo polvorienta, pero Ichigo no prestó atención a eso.
El octavo Master solo se enfocó en el maniático asesino quien estaba alejado de él a una distancia poco considerable mirándolo con esa sonrisa confiada en la cara. Ichigo se mantuvo cauteloso en todo momento. Algo le decía que probablemente estuviera tramando algo.
No pasó mucho tiempo cuando el asesino habló.
"Bien, ya estamos a solas. Antes de empezar dime que puedes hacer como luchador."
Ichigo no vio ningún problema en responderle sobre lo que podía hacer. Quizás logre hacer que el asesino lo tomara en serio y se diera cuenta que no era un oponente fácil de lidiar.
"Desde pequeño hago prácticas de karate, jūjutsu, boxeo a menudo y antes solía practicar kendo. ¿Tú qué haces?"
"Bueno, suelo practicar judo para someter a mis víctimas y también soy muy bueno con el cuchillo a la hora de desgarrar cuellos con él." Respondió el asesino la última frase mostrando con una sonrisa orgullosa su característico cuchillo para que el Master más joven lo viera en todo su esplendor.
Ichigo entrecerró los ojos con desagrado al ver el puñal con el que el asesino supuestamente había desgarrado las vidas de innumerables inocentes. Es hora de terminar con su reinado de terror y tirar su preciado cuchillo a la basura donde nadie lo usaría para matar inocentes.
"Bueno, ¿Qué tal si empezamos ahora?" Declaró Ryūnosuke mientras ponía posición de lucha y el cuchillo en alto listo para rebanar. "Puedes coger uno de los tacos de billar si quieres."
Ichigo consideró su oferta mientras reflexionaba con anticipación que ya se había esperado que el desquiciado bastardo había planeado una cosa así; tener algo de ventaja a su favor con un arma como el cuchillo que iba a utilizar contra él. Normalmente al ex Sustituto le desagradaba un truco tan mezquino, pero eso no supondría una dificultad para él. Ya había sido entrenado en técnicas de autodefensa y desarme que le sirvió muy bien contra oponentes armados con un cuchillo.
"No, gracias. Prefiero darte una paliza con mis puños." Respondió Ichigo antes de quitarse la chaqueta negra y arrojarla a un sitio, dejando solo su camiseta roja. Luego tomó una pose de lucha con los puños en alto.
La sonrisa del asesino se ensanchó un poco con algo de incredulidad al ver como su joven retador iba a luchar con las manos desnudas sin ningún tipo de arma y se preguntó si de verdad creyó que podría vencerlo así. Solo había una manera de averiguarlo.
"Oye, ¿por qué no empiezas tú primero?" Propuso el asesino a Ichigo quien arqueó una ceja en respuesta. "Quiero ver de lo que eres capaz."
El Master más joven no sabía que tramaba esta vez el asesino, pero decidió aceptar en hacer el primer movimiento, y lo hizo cuando cargó hacia su oponente a una velocidad que sorprendió al asesino. En menos de unos segundos, Ichigo ya estaba a unas pulgadas de Ryūnosuke listo para arremeter su puño con su cara. El asesino tuvo tiempo para apartar su cabeza a un lado en el último segundo antes de que el fugaz puñetazo del octavo Master pudiera rozar su cara. Sin perder ningún segundo aprovechando de que su oponente había dejado una abertura para atacar, Ryūnosuke dirigió su cuchillo hacia el cuello de Ichigo, pero sorprendentemente este último lo atrapó en el último momento con la otra mano sorprendiendo al asesino.
Ahora le tocó a Ichigo aprovechar la apertura cuando dobló su brazo libre con el puño listo y luego lo dirigió a toda velocidad golpeando de lleno la mejilla del otro pelinaranja haciendo que este último se tambaleara sobre el suelo aturdido. Ichigo miró a su oponente caído y esperó a que se levantara. Un simple puñetazo no bastará para dejarlo k.o.
El asesino no tardó demasiado en volver a incorporarse de pie algo mareado por el golpe, pero bien y miró a Ichigo. En lugar de hacer una mueca de dolor o ira, el asesino solo esbozó otra sonrisa desquiciada en la cara.
"No esta mal. Eres fuerte."
Ichigo no dijo nada mientras retomaba su pose de lucha listo para el segundo round. El Master más joven notó que su oponente no lo imitó en adoptar su propia pose de pelea, y en lugar de ello, simplemente se quedó mirándolo detenidamente por alguna razón. Fue entonces que vio como el asesino hizo su movimiento y fue arrojar su cuchillo al suelo para su sorpresa y confusión. Sin embargo, aquella distracción le costó un poco cuando el maniatico asesino cargó a toda prisa hacia él reduciendo la distancia en segundos.
Cuando estuvo en el rango, el asesino comenzó con una secuencia de puñetazos rápidos hacia la cara. Ichigo se las arregló para bloquear y desviar rápidamente los puñetazos de su oponente al mismo tiempo que trató de apartarse de su línea de trayectoria retrocediendo hacia atrás, pero el otro pelinaranja no quiso dejarlo ir cuando le siguió el ritmo.
Ichigo tuvo que darle algo de crédito al bastardo desquiciado. Este tipo sabía usar sus puños de manera efectiva como si no hubiera perdido el tiempo practicando boxeo todos los días. Tal vez sea capaz de dar algunos problemas con algunos matones locales de Karakura si se tratase de una pelea a puñetazo limpio, pero aun así el Master más joven contaba con una gran variedad de experiencia en el combate cuerpo a cuerpo y buenos reflejos perfeccionados debido a los constantes ataques de los matones y su padre. El hecho de que estaba bloqueando los constantes ataques del maniático con poca o sin ninguna dificultad, demostraba que este último estaba demasiado lejos para considerarse un rival digno. Es hora de acabar con esta farsa.
Repitiendo el mismo movimiento, Ichigo atrapó una de las manos del asesino y lanzó otro puñetazo a la cabeza de su oponente, solo para que el desquiciado Master hiciera algo inesperado cuando bajó la cabeza agachando su cuerpo en el último momento antes de que el puñetazo pudiera siquiera rozarlo por lo que sólo golpeó el aire.
Ichigo solo abrió los ojos en shock por este inesperado movimiento de evasión, pero no tuvo tiempo de hacer otra cosa cuando rápidamente su oponente le agarró de la muñeca fuertemente sorprendiéndolo de nuevo. Luego el asesino levantó un pie dejando el otro como único soporte en el suelo y procedió a golpear con el primero la rodilla desprotegida de Ichigo (aprovechando que las piernas de este último aún están en posición dejándolas expuestas). Ichigo gimió de dolor, pero se negó a ceder.
Ryūnosuke solo sonrió viciosamente antes de continuar con una secuencia de patadas directa a la rodilla de Ichigo provocándole un intenso dolor y empezara a desequilibrarse poco a poco, pero aun así siguió resistiendo obstinadamente. El Master más joven no pudo hacer nada para defenderse ya que tenía su mano izquierdo reteniendo el puño detenido de su oponente, el otro lo tenía extendido en el aire tras su fallido intento de golpear al asesino y que ahora está sujetado fuertemente de la muñeca por la mano libre de su oponente sin posibilidad de soltarse, por lo que prácticamente estaba indefenso.
Fue en un momento de inspiración en el que la mano que sostenía el puño del asesino empezó a aflojarse, y este último aprovechó la ocasión para librarse finalmente y hacer su movimiento.
No queriendo ver lo que iba hacer, Ichigo decidió poner fin a este estancamiento y contraatacar ahora que estaba parcialmente libre, pero no fue lo suficientemente rápido cuando el Master mayor uso su mano libre para agarrar el extremo superior de la camisa de Ichigo y luego giró su cuerpo, casi dándole la espalda a Ichigo. Con una increíble fuerza, el Master mayor jaló con todas sus fuerzas cada extremo que sujetaba sus manos respectivamente mientras se inclinaba hacia adelante, haciendo que Ichigo se elevara pesadamente del suelo pasando por encima de su espalda. Cuando las piernas del Master más joven fueron los últimos en pasar sobre la espalda de Ryūnosuke, este último soltó sus manos permitiendo que Ichigo cayera a unos metros de distancia y se estrellara de espalda sobre el suelo.
Ichigo quedó un poco aturdido por la caída y trató de recuperarse poniéndose primero sobre sus 4 patas, pero no tuvo tiempo para incorporarse sobre sus 2 piernas cuando recibió una fuerte patada en alto en el pecho que lo obligó a estrellarse sobre una pared.
El asesino soltó unas risas viendo a su presa aturdida sobre la pared y puede que sin posibilidad de seguir luchando. Había ganado el duelo. Es hora de acabar definitivamente con él y llevarse sus ojos como trofeos. Caminó hacia su oponente y cuando lo tuvo bajo su mirada, levantó un pie para pisotear su cabeza. Sin embargo, el pelinaranja más joven se recuperó de su conmoción y reaccionó rápidamente a la amenaza inminente por lo que tuvo tiempo para rodar a un lado antes de que el pie de su oponente golpeara su cabeza.
Ryūnosuke solo pudo reaccionar sorprendido al ver lo rápido que se había recuperado su oponente de aquellos golpes y haya tenido tiempo de esquivarlo. Por su parte, Ichigo logró incorporarse del todo y no perdió el tiempo en cargar hacia él con ímpetu y lanzó una secuencia de golpes sobre su cara. El Master mayor trató de defenderse lo mejor que pudo bloqueando con sus antebrazos, pero la descarga era más fuerte de lo que había imaginado que fuera por lo que se vio rápidamente abrumado. Fue en un momento dado en que Ichigo finalmente acertó un gran golpe en el pecho del asesino que le hizo jadear, e hizo que se tambaleara sobre otra pared casi sin aliento.
Ichigo no se movió de su lugar y simplemente se quedó quieto y mantuvo su postura de combate. En cambio, el asesino trató de incorporarse con una mano sobre el lugar donde llegó el último golpe de su oponente que le hizo estremecer sus costillas, aunque afortunadamente resistió gran parte de la embestida por lo que no tuvo problemas en volver a ponerse en pie, aunque un poco dolorido. Sin embargo, lo que más desconcertó a cualquiera que estuvieran aquí para presenciar este combate fue la expresión que estaba dando el pelinaranja mayor.
Como antes, no hizo una mueca de dolor o ira, simplemente una pequeña sonrisa plasmada en la cara como si le hubiera divertido esta demostración de fuerza de su oponente.
Ichigo solo lo miró con una expresión acerada que enmascaraba su confusión y desconcierto.
Hora del tercer round.
Espero que halláis disfrutado de esta entrega. Y para rematar, seguiré subiendo más capítulos hasta llegar a la derrota de Caster (que en el canon anime marcó el fin de la primera temporada).
¡Ja ne!
