(Uh, Fanfiction no me deja poner correctamente los signos de "%$!#"en el título)
Hola, después de tanto. Aquí mi primer fic de Digital Circus (no es que esté planeando hacer más jajaj)
Sí, es un Gangle x Jax, Ribbun es el nombre del ship ¿verdad?
Cielos. Vieran lo que batallé, estuve escribiendo esto desde noviembre y nada más no terminaba. Nunca había tiempo, nunca había inspiración. ¡Descuidé mi fanfic de Avatar por tratar de terminar éste! Pero justo ya estoy de vacaciones y aproveché para finalmente acabarlo.
Hace unas semanas ya iba por la mitad cuando me di cuenta que no estaba yendo como quería, y tuve que revisarlo y reescribir y reestructurar varios detalles hasta que tomó el rumbo que esperaba. Había momentos en los que olvidaba cuál era el punto del fic xD
Also
Este fic no es explicito para nada, aun así, menores de 15 NO lo lean, o sino un monstruo horrible les jalará las patas y tendrán pesadillas con gusanos y arañas.
Y, comentario obligatorio: No Patricio, las relaciones tóxicas no funcionan en la vida real. Sólo son lindas en ficción.
En fin. Espero les guste la historia, es sencilla pero le metí ganas jaja
Tratando de tener %$!#
Era aventura tras aventura, últimamente cada vez más frecuentes. ¿Cuál era siquiera el punto de hacerlo?
Si el odio crecía con el pasar de los años, si el resentimiento era evidente, el hastío insoportable. Ellos lo odiaban, cada uno de ellos, odiaban a Jax y él lo sabía. Se deleitaba en su odio, alimentaba sus rencores por placer. Odio, odio. Como dar así una muestra de poder.
Cuando Caine propuso una nueva aventura hogareña para levantar los ánimos decaídos de los personajes, la mayoría se resignó a participar. Zooble no, él sólo tomó distancia para ver de lejos.
Era un juego. Tetris, le decía Caine. Jax creía que lo recordaba. Cuando el grupo fue trasladado a una plataforma y cubos gigantes comenzaron a caer desde el techo de la carpa, sólo demostró que esta actividad iba a ser de nuevo un gran dolor en el culo.
—¡Tenemos que rellenar las líneas horizontales con los tetrominós que están descendiendo! —exclamó Ragatha, parada a varios pasos de distancia del campo de juego.
—¡Ya sé cómo se juega Tetris! —respondió Pomni, exasperada, en medio de todo el caos, rodeada de masivas figuras cubicas que comenzaron a caer—. Lo que no entiendo es cómo...
Si un solo cubo era masivo, las piezas clásicas del Tetris formadas por cuatro cubos eran de un tamaño titánico comparadas con el pequeño cuerpo de la bufona. Kinger había oprimido el botón de acelerar y Pomni casi fue aplastada por una pieza con forma de una gran "L", de todas las figuras.
Ella golpeó de cara contra el suelo después de ser rozada por la gran pieza que hizo al suelo vibrar al impactar.
—¡Esto es una completa locura! —chilló, alzando su rostro golpeado—. ¡Ni siquiera sabemos cómo controlar las piezas! ¡Ni girarlas! ¡¿Y cómo movemos eso?! —Señaló a la gigantesca figura que iba descendiendo, ahora una "z".
—¡Ya encontré el botón para acelerar! —gritó Kinger, extasiado. Se encontraba sobre una torre de bloques donde convenientemente estaba oculto un monitor. Sin motivo ni duda volvió a aplastar el botón de antes con mucha más fuerza.
Y con mucha más fuerza la figura cayó al suelo e hizo temblar el circo. El impacto le dio a Pomni el impulso para dar un salto y salir huyendo de ahí.
—¡Deja de hacer eso! —le gritó Ragatha a Kinger, meneando los brazos para llamar su atención, pues él estaba muy lejos—. ¡Busca un botón de pausa!
No tardó mucho para que Kinger pausara el juego; la siguiente figura quedó estática en el aire.
—Bien, tiempo fuera. —Ragatha caminó hacia Pomni, fingiendo tranquilidad—. Sólo necesitamos conseguir unos pocos puntos, el Tetris es un juego muy fácil.
—¡¿Por qué Caine nos arrojó dentro del juego?! —chilló Ponmi.
—Sé que suena muy malo, pero estoy segura de que Caine nunca nos pondría en...
—¡Casi me mata!
Con los brazos cruzados, Jax las observaba discutir. Esto no ayudaba para animarlo ni un poco. Volteó y entonces su mirada se cruzó con la de Zooble, él de pie en una zona segura; Zooble le dirigió una expresión de desprecio antes de menear la cabeza y ver hacia otro lado. Encogiéndose de hombros, Jax vio a Kinger, quien al parecer había encontrado un gran plano de instructivos. Esta ridiculez iría para largo si no la detenía.
Caminó hacia sus compañeras.
—Este juego puede seguir infinitamente, sólo perdamos y demos por terminado el día.
—Me parece bien —se apresuró a decir Pomni.
Ragatha se encogió de hombros.
—Ah, de acuerdo. Pero sólo... hagámonos para atrás un poco, este Tetris mostró ser un tanto riesgoso. —Giró hacia Kinger y alzó la voz para que la escuchara—: ¡Ya puedes oprimir acelerar, Kinger!
Como maniaco Kinger oprimió el botón y las piezas cayeron una tras otra, empezándose a formar una torre cada vez más alta y asimétrica. Pero como la vida estaba empeñada en joderlos...
—¡Váyanse a la %$!# —gritó Zooble desde donde estaba—. ¡Esa %$!# se va a caer!
Y la torre comenzó a desplomarse sobre ellos.
Ragatha se paralizó unos segundos, titubeando en pánico, hasta que Ponmi la empujó.
—¡Vámonos! ¡¿Qué esperas?! —decía la bufona, logrando hacer que su compañera reaccionara para salir corriendo las dos.
Los cubos comenzaron a caer y rebotar sin sentido por todo el tablero, algunos impactaban con la fuerza de 10 toneladas mientras que otros se glitcheaban a medio camino y quedaban atravesados en el suelo como juego bugeado.
Las chicas comenzaron a escalar una pila de aros de colores para llegar al segundo piso donde Zooble las esperaba, entonces Ragatha se sobresaltó de repente.
—Espera... ¡Espera! ¡Gangle! ¡¿Dónde está Gangle?! —Volteó hacia todas direcciones—. ¡¿Alguien la ha visto?!
—... ¡¿Cómo?! ¡¿Ella vino aquí?!
Tan invisible como era, nadie la había visto durante toda la aventura.
Por una vez su máscara de comedia no había estado rota; tan inmersa estaba en su inusual jovial parte de sí que no reparó en qué tan peligrosa era el área en donde se encontraba hasta que la torre de Tetris cayó en pedazos. El impacto del caer de los bloques había sido suficiente para que su máscara de comedia saliera volando lejos.
En lágrimas se encontró atrapada en medio de la catástrofe. Alcanzó a ver cómo uno de los cubos había aplastado su adorada máscara de comedia, haciéndola trizas; esto la hizo llorar todavía más. Se sentía asustada, desorientada. Sentía que si se levantaba y corría sería la siguiente en ser aplastada. Sin poder hacer más, sólo se hizo bolita en su lugar; se abrazó su máscara de tragedia con sus cintas y esperó a que el caos pasara, que los cubos sólo cayeran al lado de ella y nada la tocara.
—De verdad que eres una %$!#.
Antes de saber qué estaba pasando, Gangle reconoció la voz de Jax. Alzó la mirada y ahí estaba él a un paso de ella.
Bruscamente la jaló, salvándola de un masivo cubo que apenas la rozó. Gangle chilló con fuerza y Jax la tiró de nuevo al suelo.
—Tranquilízate, llorona, ya todo terminó.
Todo entró en calma de repente, el tablero quedó lleno de cubos coloridos regados por todas partes. Desde el segundo piso, Ragatha gritó:
—Dios mío, ¡¿están bien?!
Jax resopló y alzó el pulgar para que la muñeca de trapo lo viera. Miró a Gangle, temblorosa a sus pies, y sólo susurró:
—Perfectamente.
Gangle apenas podía recobrarse; vio hacia el bloque que estuvo a punto de aplastarla, después volvió a bajar la mirada.
—Me salvaste... Gracias —dijo en su vocecita apenas audible.
Jax le sonrió enormemente y se inclinó hacia ella.
—Sabes que debes devolverme el favor, ¿no es así?
Por supuesto.
¿Por qué más volvería para rescatarla?
Ella asintió en silencio.
..
Caine reparó todo el desastre en el circo provocado por la reciente, y fracasada, aventura; les dio a los jugadores un premio de consolación que consistía en una tarjeta coleccionable y con eso dieron fin a otro de sus días sin sentido.
Los personajes se dirigieron a sus habitaciones, pasaron al lado de unas señales de "piso mojado" que Bubble había colocado porque esa mañana Ragatha traspasó el suelo y casi se hundió y cayó al primer piso. Caine quedó en arreglar ese glitch, pero al parecer se le olvidó; en consecuencia ahora fue Kinger quien tropezó, éste sí se hundió, al igual que uno se hundiría al pisar una nube.
Ragatha pronto se asomó por el balcón, se relajó al comprobar que Kinger aterrizó a salvo en el primer piso y no se quedó atascado entre los muros.
—Caine podría hacerle un mejor mantenimiento al lugar —decía Zooble—. ¿Recuerdas cuando nos hizo recolectar monedas y había una inalcanzable fuera del mapa? Y no me hagas hablar de las fresas hiperrealistas que eran sólo textura 2D.
Los cinco caminaron sin prisa por el pasillo de las habitaciones, Kinger probablemente apenas estaría volviendo a subir las escaleras, si es que no vuelve a tropezar.
—Estoy segura de que mañana será un mejor día con mejores recompensas. Mira, ésta no es tan mala. —Ragatha sacó de un bolsillo imaginario la tarjeta que le había dado Caine, la cual era tan grande como su cabeza y el dibujo eran sólo unos pixeles sin forma.
Jax iba hasta atrás, inusualmente callado, viendo sin mucho interés a las chicas al frente suyo. Pero fijó su atención en Gangle, en su ridícula forma de andar. Ella estaba consciente de que él la miraba, no podía hacer nada al respecto. Ambos sabían lo que vendría después.
El conejo miró hacia los cuadros en las paredes: imágenes de juguetes, colores y ojos.
Muchos ojos.
A todos se les dijo al llegar: Caine tiene cientos de ojos que todo lo ven. Una afirmación que ponían en duda, porque siempre que había problemas él no aparecía.
Sin embargo en ese momento la sensación de ser observados estaba presente en Jax. Una asfixiante sensación de ser acechado, estar acorralado.
Ragatha llegó a su puerta.
—Que tengan una buena noche todos, nos vemos mañana —dijo ella con una sonrisa para después cerrar su puerta con delicadeza.
Bien, ahora mamá gallina no estaba.
—Gangle, acércate, quiero hablar contigo un momento —le dijo Jax, recargado en su puerta, con una gran sonrisa burlona en su rostro.
Gangle emitió un sollozo antes de obedecer. A su vez, Zooble detuvo su andar y volteó para ver a los dos.
—¿Es en serio, Jax? —dijo, con los brazos cruzados.
—Metete en tus propios asuntos, Zooble. La pequeña doble cara ya me aceptó —respondió Jax en tono irritado, apegando posesivamente a Gangle a su cuerpo. Tras un pensamiento, Jax hizo una sonrisa maliciosa—. ¿O acaso te molesta que ya no respetamos tu turno?
—Zooble —intervino Gangle rápidamente—. Todo está bien, sólo vamos a conversar un poco.
—Ya la oíste. —Jax miró a Gangle con complicidad, ella sólo bajó la mirada con vergüenza—. Nada sospechoso ocurre aquí.
La puerta de Pomni estaba justo frente a la puerta de Jax. Pomni miró a sus tres compañeros con extrañeza unos segundos, torció su expresión a un mohín de asco y confusión antes de abrir su puerta y largarse, sin el mínimo interés de intervenir.
—Ugh, lo que sea. Sólo me aseguro de que no te estés aprovechando. —Zooble giró los ojos y llevó una de sus manos a su cintura. Miró hacia Gangle y en tono desinteresado le dijo:— Sí sabes que puedes negarte, ¿verdad?
Gangle vaciló unos momentos antes de contestar:
—Descuida, Zooble... Estoy bien.
—Y ahora que todo está resuelto... —Jax abrió su puerta y empujó a Gangle dentro—. Desaparece.
Se cerró la puerta con fuerza, dejando a Zooble solo en el pasillo.
—¡Agh! Como quieran, par de enfermos.
Zooble dio media vuelta para irse a su habitación, con enfado. Le molestaba un tanto, a decir verdad. Pero, más que nada, le parecía extraño. Sabía de los encuentros entre Jax y Gangle; todos lo sabían, era tan obvio. Pero no podía explicarse el porqué, si se suponía que esos dos no se llevaban bien. ¿Cómo podrían culparle por estar preocupado?
¿Y qué demonios ganaba Jax al acostarse con ella? Si en el Circo Digital no se podía tener sexo.
..
Jax sabía muy bien que no podían hacerlo, por mucho que trataran.
—A la cama, ahora —ordenó a su compañera.
Y aun así, adoraba verla tan indefensa.
Con una sonrisilla maliciosa vio a Gangle enredarse en una de las almohadas, abrazándose fuerte mientras sollozaba.
Dulce, delicada y pura Gangle. ¡Tonterías!, él pensó. Ella no era más que una puta sedienta de la lástima de los demás.
Siempre había sido insensible al ver sus lágrimas. Aunque le pareciera molesto al principio, con los años se había acostumbrado a su llanto.
Jax fue hacia ella y se sentó a su lado en la cama.
—Ven aquí —demandó.
—Jax, sabes que se me dificulta sin mi máscara de comedia, sin mi máscara de comedia no creo poder.
—Cállate, me vas a hacer sentir mal.
A la fuerza la sujetó de su cara, la acercó a él y comenzó a besarla.
Para Jax, éste era un sentimiento extraño. No había atracción, no había deseo, ni mucho menos tenía la capacidad de tener sexo. Maldición, ni siquiera podía decir la palabra en voz alta sin ser censurado.
De todas formas, él quería esto. Lo anhelaba tanto.
Recordaba lo que era una mujer de verdad, incluso si no podía rememorar la cara de ninguna en especifico, recordaba lo que era desear a una verdadera mujer de carne y hueso. Podía jurar que sabía lo que era sentir atracción y acostarse con alguien. Pero ahora, en su nuevo cuerpo, eso no existía.
Pero podían fingir. Podían sentir las caricias, las suaves cosquillas, los dolorosos rasguños. Pero nunca quedarían satisfechos. Sólo terminaban con un amable recordatorio de que dejaron de ser humanos.
Una vez más, sintió en las cercanías la presencia de Caine. No podía saber a ciencia cierta si de verdad estaba ahí o si sólo su mente le jugaba trucos, pero la sola idea le hacía sentir repugnancia. Siempre lo presentía, esos ojos rodeándolos, observándolos a la lejanía y desaprobando cada acción.
Nada importaba. Aquella cosa jamás intervenía de todos modos.
Gangle soltó un grito ahogado al sentir cuando él comenzó a lamer y mordisquear las puntas de sus cintas. Para él, el sabor del cuerpo digital de su compañera en su lengua era como probar una pizca de electricidad.
—Jax, eso duele —murmuró ella para después dar un suspiro triste.
—Te dije que te callaras. —No tenía intención de detenerse, la sensación de probarla le divertía, así que no quería parar—. Vamos, sé que puedes hacerlo mejor que esto.
Avergonzaba como estaba, Gangle envolvió el cuerpo del conejo en sus largos listones rojos. Él sonrió y volvió a besarla. Oh, Jax adoraba sus apretados abrazos colmados de falso afecto.
Pero la llorona no lo engañaba ni por un segundo, bien sabía que ella lo detestaba al igual que todos los demás.
Por un momento, su amargura aumentó. Él sabía que ella no sentía nada, así como él no sentía nada tampoco; pero también sabía que, entre sus intentos fracasados por sentirse vivos, ella disfrutaba más con Zooble. Por algo ella siempre estaba tan atenta a él. Gangle podría entregarse a cualquiera que se lo pidiera, pero sólo con Zooble lo gozaba. Claro, Gangle quiere a Zooble porque está tan desagradablemente deforme como ella.
No quisiera admitirlo, pero esos pensamientos lo hacían rabiar por ser un golpe fuerte a su ego.
Aún así... no es que le importara demasiado pero, si su odio era mutuo y ella claramente disfrutaba tanto con otro tipo, a veces se preguntaba por qué ella no lo rechazaba. Jax estaba seguro que ella no aceptaba por gusto a él, ¿entonces qué era?
Fuera como fuese, en ese preciso instante, ella le pertenecía.
—¡Jax! —gritó ella en pánico mientras él estrujaba su máscara de tragedia entre sus manos—. ¡Basta!
—Me pregunto qué pasaría si rompo tu horrible cara, ¿volverá a crecer una nueva? —En su rostro sólo había una mueca cruel—. Seguro Caine podrá hacerte otra.
—¿Por qué haces esto? —lloriqueó.
—Sólo estaba pensando, no sé, en Zooble. En cómo quiso defenderte hace rato. Sé que le quieres más.
—¿De qué estás hablando? Eso... Umm.
Jax apretó los dientes con rabia, y maldijo a ambos, a Gangle y a Zooble. Y apretó la cara de Gangle con más fuerza.
—¡Jax!
Para ser honesto, esto era lo mejor.
—Bien, grita mi nombre. Grita mi nombre o voy a quebrarte tanto hasta que termines siendo sólo un manojo de listones.
—¡Estás todo loco!
Gangle llevó sus brazos de cinta a la cara de Jax para tratar de empujarlo; en burla Jax mordió sus cintas como estaba acostumbrado, pero esta vez por una fracción de segundo ambos sintieron un fugaz glitch que dolió tanto como un choque eléctrico.
Jax la soltó, estupefacto. La miró y ella estaba temblando con la respiración agitada y su cara cubierta en lágrimas.
—Uy, creo que me propasé esta vez —murmuró con los ojos muy abiertos.
Ella, tan espantada como había quedado, todavía llevó sus cintas hacia Jax y abrazó su cuello, invitándolo a continuar. Sin dudar ni un momento, Jax le sonrió lascivamente y volvió a acercarse para besar su boca.
Si tuviera que adivinar por qué Gangle siempre lo aceptaba, diría que ella debía tener un gran fetiche por ser dominada, ya quedaba más que claro.
Se preguntó si ella era lo mismo que él entonces. Pese a lo frágil que se veía, ella también debía adorar esta intensidad. También, como él, debía estar buscando ese sentimiento de estar malditamente vivo.
—Obedece, llorona, di mi nombre —le murmuró entre sus besos.
—Jax —le respondió en un susurro débil y tierno.
—%$!#.
Siguió besándola intensamente, complacido cuando ella comenzó a corresponder sus besos con el mismo nivel de pasión.
Y en el fondo de su mente, al igual que en otras ocasiones, Jax se terminó preguntando a sí mismo ahora ¿por qué entre todas la quería a ella, teniendo a las demás chicas con apariencia mediamente más humana a su disposición?
Raghata era hermosa y curvilínea; y la nueva idiota, Pomni, había algo en ella que le decía que era justo igual a él. Aún no intentaba con Pomni; pero con Raghata había dejado de tratar cuando, hace mucho, ella dejó de verle sentido a intentar algo que ellos ya no podrían nunca con el cuerpo que ahora tenían; no podía culparla. Con Zooble era un tema aparte; no se toleraban y ninguno se dejaría subyugar por el otro, eso es todo.
Gangle continuó aceptando sus besos, rodeándolo con su cuerpo digital, atándolo fuerte de su cintura y de sus brazos. En momentos como ese, a él le frustraba tanto ser incapaz de terminar.
Mientras ella daba besitos tiernos a sus orejas de conejo, él se relajó perdiendo el tiempo jugueteando con las cintas entre sus dedos, delineando esos listones enredados del cuerpo de su compañera.
Le parecía tan frágil para romper cuando estaba así de llorona; y cuando tenía su otra máscara, aquella más buena, tolerable y falsa, era tan impredecible. En cualquiera de sus formas, era glorioso someterla. Apenas podía entender por qué le parecía un manjar poseerla así.
No podría explicarlo, sólo sabía que estar con ella era sentir una familiaridad que no podía reconocer.
De esa forma la deseaba, aunque la odiaba al igual que odiaba a todos los del circo, la deseaba tanto. Y no podía obtenerla porque ellos no eran humanos ya. Quería conocer su verdadero cuerpo, ver su verdadero rostro, y hacerle lo que le está haciendo ahora y mucho más. Mataría por poder tener esa oportunidad.
Ahora,
Este fic se me ocurrió mientras leía I Have No Mouth, and I Must Scream; ya saben, Gooseworx se basó un tanto en eso para hacer Digital Circus, todos lo saben. Así que claramente debía ir a leerlo.
Cuando lo leí no pude evitar relacionar algunos personajes con los de Digital Circus
Está esta chica, Ellen, quien es dulce y llora todo el tiempo. Justo como Gangle.
Y luego está el prota, Ted, quien realmente trata mal a Ellen y piensa terrible de ella. Es odioso y el más joven del grupo, como Jax jaja
En una de las escenas del libro, Ellen tiene relaciones con Ted como agradecimiento. Y me dije, waaaa, creo que tengo una buena idea para un fic de Jax y Gangle xD
Así que para este fic les metí algunas características de Ted y Ellen a Jax y Gangle, y alguno que otro párrafo está inspirado en pasajes del libro.
Hmm, estuve dudando si subir este fic también a Wattpad, ¿saben el desastre que es Wattpad ahora? Por eso FanfictionNet es superior jaja
Lo subiré allá, a ver qué pasa, no es que el fic sea explicito ni nada pero ya saben cómo son
Espero les haya gustado y nos leemos después
Que debo irme de una vez a finalizar mi fic de Avatar, caramba!
Y, ey, ya falta poco para que salga el segundo capítulo de Digital Circus! :D
