Academia St. Michael's de Magia y Hechicería
Capítulo 6 – Sentimientos a la Luz
Parte 3
Castillo de Saint Michael's – Día del Baile de Navidad
Los días siguen pasando y sin darnos cuenta siquiera, el día del gran baile finalmente esta aquí.
En este día, que por cierto, por motivos del baile de navidad, no hay clases, las chicas se levantan alegres y tras desayunar, pasan todo el día en sus salas comunes, arreglándose y poniéndose listas, emocionadas por el gran baile que se dará en el gran comedor esta noche.
Mientras las chicas se arreglan en sus cuartos, las profesoras del colegio, lideradas por la directora Houraisen Rena-sensei y las profesoras Takako y Runa, preparan todo el gran comedor guardando las grandes mesas de cada casa para hacer espacio, limpiando el lugar, poniendo mesas circulares alrededor para las invitadas y por supuesto, decorando el lugar con una temática de blanca navidad, con un gran árbol de navidad adornado hasta el fondo y luces blancas colgando del cielo, así como la simulación de un cielo nevado a lo alto.
Mientras arreglan, la directora Rena comenta.
– ¡Muy buen trabajo, chicas! Todo esta quedando exactamente como lo deseaba, mis queridas gatitas.
– Me alegra ver lo emocionada que estás por esta noche, senpai – le dice Takako a Rena.
– Pero por supuesto, mi querida Takako, después de todo, estamos organizando este evento para nuestras queridas alumnas. No puedo esperar a ver cuantas dulces y lindas parejas de jóvenes enamoradas habrá esta noche. Además, no puedo esperar a ver si viene alguna chica soltera de tercer año que tenga ganas de obtener puntos adicionales para su casa, si sabes a lo que refiero.
– ¡Nee-sama! – le reclama, Runa.
– Tranquila Runa, que sabes que no es cierto. Obvio no regalaría puntos así por nomas a cambio de un poco de sexo. Para ello, tendría que conseguir llevarme al orgasmo.
– ¡Nee-sama! No enfrente de las alumnas.
Dice refiriéndose a algunas alumnas que se encuentran ayudando a dejar todo listo para el baile.
– Ay vamos Runa, no seas tan mala. Después de todo, tú y Takako se tienen la una a la otra para coger como conejas toda la noche y ¿Qué hay de mí? ¿No quieres que tu hermana también se divierta con una chica unos años más joven que ella?
– Ya te dije que Takako y yo tenemos la misma edad.
– A menos que… ¿Será que tú y Takako quieran invitarme a su diversión esta noche?
– Ni en tus sueños, pervertida.
– Bueno, había que intentarlo. Pero ¿Quién sabe? La noche es muy joven para hacerlas cambiar de opinión.
– Nee-sama…
Dicho eso, los preparativos en el gran comedor continúan mientras las chicas continúan arreglándose y poniéndose hermosas para cuando llegue el momento de reunirse con su respectiva pareja para el baile.
En la sala común de Gryffindor, el grupo de amigas conformado por Rikka, Nanami, Aoi, Misaki y Rin se encuentran arreglándose y vistiéndose todas juntas encerradas en su habitación, emocionadas y mostrándose los vestidos que usarían esa noche para impresionar a su respectiva pareja.
Sara, Sayuki y Risa hacen lo mismo en su habitación de la sala común de Hufflepuff, mientras que Kaede, Yuuna y Shizuku también hacen lo suyo dentro de la sala común de Ravenclaw.
Todas se están preparando para el gran baile de esta noche y por supuesto, Slytherin no sería la excepción.
Sala Común de Slytherin
Reo POV
Conforme la hora del baile se acerca, las chicas Slytherin comienzan a salir de la sala común ya arregladas en sus hermosos vestidos y listas para encontrarse con sus parejas en caso de que fueran de otra casa.
A unos pasos de mi habitación, Miya y Eris se encuentran terminando de arreglarse, dando los últimos detalles a su vestido.
– ¡Listo! Ya con eso quedaste perfecta. Te ves tan linda, Miya-chan. Con ese vestido, seguro que Risa caerá rendida ante ti.
– Muchas gracias, Eris-senpai. También ese vestido te queda muy bien a ti.
– Muchas gracias, quería un vestido que mostrará gran parte de mi delantera para presumir a mi hermosa Shizuku.
Dice Eris orgullosa de su vestido de enorme escote que muestra completamente la gran línea entre sus enormes pechos.
– Seguro que le gustará – le responde Miya con una sonrisa.
Sin embargo, antes de salir, Eris nota cierta incomodidad en Miya, por lo que le pregunta.
– ¿Hay algo que te preocupa, Miya?
– Muchas cosas, pero ahora es solo que… yo tuve mucha suerte de poder invitar a Risa ya que pude salir, pero Reo…
Ambas voltean a verme en mi habitación acostada, ya con la pijama puesta y sin ninguna intención de arreglarme.
A diferencia de las demás chicas de la casa, sabía que al estar castigada, yo había sido la única Slytherin que no había conseguido una pareja para el baile. Diablos, quizás la única chica sin pareja en todo el castillo, por lo cual, mientras todas las demás chicas pasarían esta noche bailando y cantando alegres con su pareja, yo la pasaría aquí encerrada, a solas y sin nadie que me hiciera compañía.
– ¿Estás segura de que no podemos hacer nada más por ella, Eris-senpai? Con lo diminuta que es, estoy segura que con un hechizo desvanecedor, podríamos llevarla al baile con nosotras, aunque sea sólo por un rato y luego…
– ¿Y arriesgarnos a meterla aún en más en problemas de los que ya está? Tú lo que quieres es que le consigamos la expulsión ¿No es así, Miya?
– ¡Claro que no! Es solo que…
Miya vuelve a estar triste.
A pesar de que no somos tan amigas realmente, después de los días que habíamos pasado las dos juntas, nos habíamos vuelto algo cercanas, por lo que ahora, aunque no lo quisiera admitir, le dolía un poco tener que dejarme a solas mientras ella salía a divertirse.
Además, aunque no quería admitirlo, ya estaba a prueba con Risa, no quería arriesgarse a meter más en problemas su relación.
Al ver el conflicto en su corazón, Eris le sonríe y le dice.
– Tranquila Miya, no te preocupes por ella, que Reo va a estar muy bien sin nosotras.
– ¿De verdad?
– Así es, tú sólo disfruta de tu increíble noche con Risa y deja que la hermana mayor Eris sea quien se encargue de esto ¿Okay?
– Eris-senpai… de acuerdo. Confiaré en ti.
– ¡Muy bien! Entonces salgamos a divertirnos que la noche es joven ¡WUJU!
Dicho esto, Eris y Miya salen de la sala común, siendo ellas las últimas en salir.
Por lo cual cuando salen, soy la última chica que queda en la sala común.
Quizás la única chica sola en todo el castillo.
– Idiotas ¿Quién las necesita? Ni que quisiera ir a un estúpido baile para chicas bobas. Estoy mejor sola.
Me digo mientras me hago bolita y hago un puchero acostada sobre la cama en mi habitación. Y aunque al principio me digo que estaré bien aquí sola, no tardo nada en soltarme a llorar.
– Idiotas. Todas son unas idiotas, no necesito de nadie… Sólo necesito a Mai. Mai.
Digo su nombre mientras me pongo a llorar echa bolita, pensando en todo lo que pasó entre nosotras.
– En verdad lo eché todo a perder, no debí haber hecho eso con ella. Creí que… Mai.
Mientras continúo llorando, pienso en quedarme ahí acostada un rato más hasta que el dolor de mi corazón pase y luego quizás levantarme a recorrer la sala común yo sola. Quizás vaya a tomar un baño caliente para después volver a mi casa y acostarme a llorar un poco más antes de quedarme dormida,
– Suena a un gran plan para una perdedora como yo.
Digo mientras me abrazo a mi misma y continúo llorando allí sola en mi habitación.
O es lo que pienso, hasta que alguien toca a la puerta de mi cuarto y me llama.
– Reo ¿Estás aquí?
– ¡¿Mai?!
Al escucharla, de inmediato volteo emocionada, bastante alegre pensando que de alguna manera, Mai había venido a verme.
Sin embargo cuando volteo, para mi decepción me encuentro de vuelta a Eris, quien está parada en la entrada de mi habitación, mirándome con una mirada mucho más triste de lo habitual que jamás había visto en ella.
– Reo-chan.
– Eris ¿Qué haces aquí? – le pregunto limpiando rápidamente las lágrimas de mis ojos para que no me vea – ¿No debías estar ya con Shizuku en el baile?
– Ah, sí, ella… le pedí que me esperara un momento para venir a hablar contigo. No podía dejarte aquí sola así como estás.
– ¿En serio?
Al principio conmovida por su actitud mucho más maternal que de costumbre. Pero entonces vuelvo a mi actitud tsundere y respondo.
– Bueno, pues yo no tengo nada que hablar contigo, así que mejor lárgate de una vez y pierde tu noche bailando con todas esas bobas. Yo estoy bien por mi cuenta.
– Reo.
Me volteo de vuelta en la cama dándole en la espalda, mientras Eris se acerca conmigo sentándose en la cama donde me encuentro, donde sin decir nada más, acerca su mano y comienza a acariciarme en la espalda y los brazos, de cierta manera haciéndome sentir mejor conmigo misma.
Aun llorando, le digo.
– Baka, no es necesario que estés aquí si no quieres.
– No estoy aquí porque deba, estoy aquí porque quiero estar contigo, Reo. No quiero dejarte sola. Tú… eres muy importante para mí. Mucho más de lo que puedes imaginar.
– Eris…
Nos quedamos en silencio un rato más, con Eris acariciándome y sin separarse un momento de mi lado, hasta que me calmo un poco.
– ¿Quieres hablar al respecto?
– ¿De qué?
– Ya lo sabes ¿Cómo te sientes, Reo?
– ¿Acaso no es obvio?
Al ver que lo pregunta en serio, me calmo y siento sobre la cama.
– No es nada, en verdad. Es solo que… no me gusta estar sola. Lo odio tanto. Odio cuando las personas me alejan de ellas, especialmente las que más quiero. Me duele mucho quedarme a solas, pero lo que más me duele, no es ni siquiera que no pueda ir al baile con ustedes. Lo que más me duele, es que ninguna me invitó.
– Reo.
Puede ver el dolor en mis palabras cuando lo digo.
– Aunque si no me equivoco, si hubo una chica que te invitó ¿no es cierto? La chica por la que inició todo esto.
Lo recuerdo muy bien, la chica a la que la tarada de Mai envió para que me invitara por lástima.
Asumiendo que se de quién hablo, Eris continua.
– ¿No será que en realidad estas molesta, no porque nadie te invitara, sino porque la chica a la que querías invitar, no la invitaste?
– Eso no importa ya – le respondo cortante – seguro que ella ya nunca más querrá hablarme, no después de lo que pasó entre nosotras.
– ¿Cómo lo sabes? ¿Acaso no sabes que ella ha venido a buscarte todos los días desde que te suspendieron? Que se la ha pasado tomando apuntes de las clases todos los días con la intención de que los leas y no te atrases con tus clases ¿Sabes lo mucho que se ha preocupado por ti?
No le respondo nada, a pesar de todo, sigo muy molesta con Mai. Por lo que Eris continua.
– ¿Te has puesto pensar que si tan sólo la escucharas, ella te diría que lo siente mucho? Y es que ella en verdad… lo lamenta mucho.
– ¿Eris?
– Ella lamenta mucho todo lo que hizo, lamenta mucho no haberse dado cuenta de tus sentimientos antes y más importante aún, lamenta mucho no haberse dado cuenta antes de lo que ella también siente por ti. Lamenta mucho que por su idiotez, te haya causado todo esto.
– Eris…
Eris se cubre el rostro con las manos para que no la vea llorar. Se limpia las lagrimas de las mejillas y continua.
– Pero lo entiende, ella entiende que hizo mal y… entiende si de verdad, ya no quieres darle una oportunidad ni hablar con ella. Pero… aún si ya no quieres saber más de ella ¿Crees que podrías darles una leída a sus apuntes? Ella… se ha esforzado mucho para escribirlos especialmente para ti, para que los entiendas y puedas…
– No es necesario que me lo pidas.
– ¿Uh?
Tomo mis cuadernos y pergaminos de mi escritorio y se los muestro a Eris.
– Aunque no quería confesarlo, he estado haciendo la tarea y tomando apuntes de cada cosa que me ha mandado Mai.
– Reo…
Eris ve impresionada todos los apuntes y tareas que he hecho con los apuntes que me compartió Mai y nuevamente parece que va a volver a llorar, pero otra vez se aguanta y me pregunta.
– ¿Por qué? Creí que odiabas a Mai y ya no querías saber nada de ella.
– Por supuesto que no la odio. Yo… jamás podrías odiarla, aunque quisiera. Aunque me duela admitirlo, Mai no tuvo la culpa de nada. Después de todo, fui yo la que salió corriendo y empezó a lanzar hechizos por el pasillo y eventualmente petrificó a la profesora. Yo me busqué el castigo que me pusieron.
– Reo, tú no…
– La verdadera razón de que ya no quiera ver más a Mai es que… no sabría que decir si la viera. Es cierto que quizás si la escuchara, ella se disculparía, me pediría perdón por todo lo que pasó entre nosotras e incluso, me preguntaría si podemos volver a ser amigas y estudiar juntas. Pero yo no quiero nada de eso, yo… no quiero ser sólo una amiga ni una carga para ella. Yo… la amo. En verdad la amo mucho, la amo como jamás he amado a nadie. Todo en lo que he podido pensar estos días es en lo mucho que deseo verla, en lo mucho que quiero estar con ella, que me escuche, que me ayude con mis tareas y me siga cuidando como lo ha hecho desde que nos conocimos, pero… pero sé que querer eso de ella es algo egoísta y… que alguien tan increíble y popular como ella, jamás se enamorará de alguien que no tiene nada que aportar como yo. No estoy a la altura.
– Reo, eso no es verdad.
– ¿Eris?
Con cierta furia en los ojos, Eris me toma de los hombros y me mira directo a los ojos con mucha determinación.
– Escúchame bien y que te quede claro, eso que dices sobre ti NO ES VERDAD. Tú eres mucho más increíble de lo que te imaginas. Eres perseverante, justa, honesta con lo que sientes y haces que cada día a tu lado sea más divertido. Mai… ella te ama y te ama muchísimo. Lamenta muchísimo no haberse dado cuenta antes y… lamenta mucho que hayas tenido que lidiar con estos sentimientos tu sola, porque yo… ¡Te amo, Reo!
– ¿Eh? ¡¿UH?!
Antes de que pueda reaccionar, Eris me acerca con ella y me da un profundo y humectante beso en los labios, entregando toda su pasión y cariño en aquel beso.
El beso me toma tan por sorpresa que ni siquiera tengo tiempo de reaccionar y dejo que Eris inserte toda su lengua y recorra cada parte de mi boca, incluso bebiendo mi saliva.
Al separarnos, una fina línea de saliva aún une nuestros labios, mientras yo me quedó ahí sentada sobre mi cama, tan petrificada como la maestra Takako cuando la ataque, sin poderme creer aún lo que acaba de pasar.
– ¿Te gustó eso, Reo?
– Tú… acaso… ¿Acabas de besarme?
– Así es. Yo… yo siempre te he amado, Reo, lamento mucho haberme tardado tanto en darme cuenta de ello.
– ¡Basta! ¡Ya basta! ¡Ya no digas nada más! ¿Te das cuenta de lo que acabas de hacer? ¿Qué es lo que piensas que va a decir Shizuku cuando le digas que nosotras…?
– Estoy segura que ella estará bien con esto, después de todo, ahora mismo se esta divirtiendo mucho en el baile con su novia.
– ¿Eh? Pero ¿Qué estás…?
Antes de que pueda continuar, noto que el cabello de Eris se va volviendo más oscuro, hasta el punto de volverse negro y más corto a la altura de sus hombros. Sus característicos bellos y penetrantes ojos azul cielo se vuelven color tinto, su altura se vuelve un tanto más pequeña y sobre todo, el tamaño de sus enormes pechos se ve reducido al punto en que el escote del vestido ahora le queda colgando, por lo que debe sostenérselo para que sus tetas de menor tamaño (aunque no tanto) no queden al aire.
Finalmente se termina de transformar y veo que de quien realmente se trata es de.
– ¿¡M-M-M-MAI?!
– Hola, Reo.
– Tú… ¡¿Qué estás haciendo aquí?! ¡¿No sabes que esta estrictamente prohibido que las alumnas entren a las salas comunes de otras casas?! Creí haberte dicho que no quería saber nada más de ti – eso último lo digo con lágrimas en los ojos.
– Lo sé, sé que lo que hice fue arriesgado y podrían volver a suspenderme por esto, pero no me importa. No podía dejarte sola, no otra vez. En verdad quería venir a verte, Reo.
– Mai…
Sin poder aguantarme más, voy corriendo con ella quien me recibe con los brazos abiertos y abraza.
– Creí que no te volvería a ver – le digo llorando.
– Ya, tranquila, todo está bien. Lamento mucho no haberte venido a ver antes.
Nos quedamos en ese abrazo por un rato hasta que nos calmamos y vamos a sentarnos de vuelta sobre mi cama.
Al estar solas en la sala común, no tenemos ninguna prisa porque Mai salga de aquí. Que por cierto.
– ¿Cómo le hiciste para tomar el cuerpo de Eris y entrar aquí? Acaso ¿La poseíste?
– Por supuesto que no. Hace unas semanas fui con la profesora Takako para disculparme por lo sucedido y… pedirle su ayuda para preparar una poción multijugos.
– ¿Poción multijugos?
– Así es. Es una poción muy poderosa y complicada de hacer la cual, te permite transformarte en la persona que quieras por una hora.
– ¿En serio?
– Así es. Sólo necesitas los cabellos de la persona en la que te quieres transformar para ello.
– Ya veo. Entonces Eris…
– Sí, ella estuvo al tanto de todo esto y me entregó un par de sus cabellos en la mañana para que la poción funcionara. De hecho, me encontré con ella cuando salió de la sala común ya cuando me había transformado. Miya casi se infarta al ver a 2 Eris frente a ella. Me imaginó que ya le explicó todo cuando se fueron al baile.
– Ya veo – después de un silencio, me dice.
– Reo… lamento mucho todo lo que pasó entre nosotras. Lamento mucho no haberme dado cuenta de tus sentimientos antes y… sobretodo, lamento no haberme dado cuenta también de mis propios sentimientos mucho antes. Si te parece bien, yo quisiera…
– Basta, Mai no tienes que seguir más.
– ¿Uh?
– Se que tú estas por mucho fuera de mi liga. Eres una chica increíblemente hermosa, atlética, popular y con mucho ligue con las demás chicas. Se que ahora, sólo estás diciéndome todo esto porque te doy lastima, porque te sientes mal porque por mi culpa, terminé castigada y sin posibilidad de ir al baile de navidad, así que no tienes que seguir. Acepto tus disculpas, pero… no quiero estar con alguien que sólo esta conmigo porque se siente mal por mí.
– Reo… esa no es la manera en la que yo te veo.
– ¿Uh?
– Te lo dije antes ¿no es cierto? He estado enamorada de ti desde mucho antes de que sucediera todo esto entre nosotras. Cuando mandé a esa chica contigo para que te invitara al baile, yo de inmediato me sentí mal por ello. Tan pronto como la vi yendo contigo quise detenerla, quise ir tras ella y decirle que nadie más que yo iría al baile contigo porque te amo.
– Mai – bastante conmovida, aunque aún sin poder creérselo – Si de verdad lo dices en serio, dime ¿Qué es lo ves en mí que te hace sentir enamorada? No tengo nada bueno que destacar, ni en lo físico ni en lo sentimental. Soy chaparra, estoy bastante desproporcionada donde más cuenta y bien sabes que no se lidiar bien con los sentimientos ¿Qué hay en mí que quieras estar conmigo?
– Reo… para empezar, amo lo honesta que eres cuando estás conmigo, amo que estes tan ciega que no puedas ver la gran belleza que posees, amo que haces mucho más divertidos mis días en la escuela, amo que me necesitas, que deseas estar conmigo tanto como yo deseo estar contigo, tanto como yo te necesito a mi lado. Amo que seas tan diferente a cualquier otra chica que haya conocido. Amo que luches y no tengas miedo en decir ni ir por lo que quieres. Hay tantas cosas que amo de ti, Reo, que para cuando acabe de decirlas, el baile e incluso el año escolar ya habrán acabado.
– Mai… todo eso ¿Lo estás diciendo en serio?
– Por supuesto que sí, tontita. No hay nadie más en este mundo, con quiera compartir mi vida, más que contigo.
– Mai.
Cuando acaba de decir eso, Mai se levanta para inclinarse en una rodilla frente a la cama donde estoy sentada y me dice.
– Así que Reo, si te parece bien, además de ir al baile conmigo ¿Quisieras ser mi novia?
– Mai… Idiota, tardaste mucho en pedírmelo.
Dicho eso nos abrazamos y sellamos nuestro amor con dulce beso en los labios.
Al separarnos, nos miramos contentas a los ojos y Mai se levanta con una sonrisa para decirme.
– Muy bien, en ese caso no hay tiempo que perder, será mejor que nos arreglemos si queremos llegar a tiempo al baile.
– ¡¿EH?! ¿De verdad quieres ir al baile?
– Por supuesto ¿Tú no?
– Bueno… sí, pero ¿Ya olvidaste que estoy castigada y no puedo salir?
– Si, sobre eso, cierta amiga pechugona tuya de Slytherin, me contó que te dejó cierta capa de invisibilidad con ella ¿no es cierto?
– ¿Uh? – lo recuerdo – bueno sí, es cierto que la boba me dejó su capa de invisibilidad, pero…
– Y para la fiesta, todavía me queda un poco de poción multijugos. ¿Qué dices, Reo? ¿Lista para ir a divertirte?
– ¡Seguro! ¡Vayamos, Mai!
Me levanto corriendo, lista para salir de la sala común, cuando Mai me detiene y dice.
– Alto ahí, señorita. Antes de salir ¿no crees que estás olvidando algo?
– ¿Uh?
– No piensas salir al baile con la pijama puesta ¿o sí? Además, todavía hay que tomar la poción multijugos y yo por mi parte, también debo cambiarme por otro vestido ya que el de Eris, bueno, digamos que es un tanto más grande que mi talla.
Menciona observando como el vestido le queda colgando en la delantera.
– Así que adelante, vamos a cambiarnos por nuestros vestidos antes de ir al baile.
– ¡¿EH?! ¿T-Te refieres aquí con las dos juntas?
– Pero claro, ahora somos pareja después de todo ¿no es así? Asumo que nos estaremos viendo en nuestra ropa interior y desnudas mucho más seguido de ahora en adelante.
– ¡¿Qué?! E-Eso…
No lo quiero admitir, pero seguro que por la sonrojes de mi rostro, puede adivinar que estoy emocionada por ello.
Mai solo sonríe para que no pase más vergüenza y me dice.
– Pero tranquila, si todavía no estás lista para ello, podemos voltearnos para no ver a la otra mientras nos cambiamos ¿Te parece bien?
– S-Sí, seguro, Mai.
De esta manera, ambas sacamos nuestros vestidos y nos quitamos la ropa que traemos puesta para cambiarnos.
Sólo que mientras me cambio, no me doy cuenta que Mai no logra aguantarse las ganas y voltea a verme mientras estoy en mi ropa interior.
"Kawaii" piensa mientras me ve emocionada y entonces, se me acerca por detrás y me abraza acariciando mi panza desnuda.
– ¡Hey, tarada! ¿Qué crees que estás haciendo? ¿no dijiste que no voltearíamos a vernos?
– Lo sé, pero es que no pude controlarme. Esta es la primera vez que veo a mi querida Reo de una manera tan erótica como esta. Además tu ropa interior es bastante sexy.
– Baka, solo es una ropa interior ordinaria.
– Nada en ti es ordinario, Reo. Mi Reo.
– Mai ¡Kyaaaa!
No se puede aguantar más y me carga a la cama donde me tira con ella y usa su peso acostándose también en su ropa interior sobre mi para que no escape.
– Mai… Mai…
– Reo…
Cuando nos separamos mientras nos besamos, doy un vistazo rápido a la ropa interior que trae puesta Mai y veo que es una bastante erótica. Me hace pensar que ella planeo todo esto desde un principio, pero no me importa.
Ahora todo lo que deseo es perderme en los labios y el calor que Mai me esta dando.
Al separarnos, nos miramos excitadas a los ojos y recorriendo mi cuerpo con sus dedos, Mai me dice.
– ¿Sabes? El baile esta a punto de comenzar. Seguro que a esta hora, ya todas las chicas en el colegio se encuentran en el gran comedor ahora ¿no crees? Lo que significa… que nadie vendrá a molestarnos en un rato.
– Mai…
Nos miramos sonrojadas, avergonzadas. Mai posa su mano sobre mi muslo izquierdo, muy cerca de mi entrepierna y me pregunta con una cálida sonrisa.
– Te parece si nosotras… ¿Podemos?
– Sí, Mai. Yo… quiero ser la primera para ti. Sí seré tu primera ¿Verdad?
– Claro que sí. Cielos ¿Por quién me estás tomando?
Me pregunta algo molesta por mi pregunta, pero no por ello deja de acariciarme.
Se toma su tiempo acariciándome con sus dedos, arriba abajo recorriendo mis muslos y finalmente pone su mano sobre mi entrepierna la cual ya se encuentra húmeda, incluso por encima de mis panties.
Mai se prepara al mismo tiempo que yo me preparo mentalmente para recibir los dedos de mi amada en mi interior y me dice con una sonrisa.
– Te amo, Reo.
– Yo también te amo, Mai.
Dicho eso nos besamos y al poco tiempo nuestra ropa interior, así como nuestros vestidos para el baile y accesorios, quedan tirados a un lado de la cama donde nos besamos y comenzamos a hacer todo tipo de cosas eróticas en ella.
Después de todo no hay ninguna prisa por salir, podemos tomarnos todo el tiempo que queramos para hacerlo, ya que ahora el baile, así como el resto de nuestras vidas, estarán siempre esperando por delante de nosotras, juntas.
FIN
En el siguiente capítulo ¡El Gran Baile de Navidad Comienza! :D
