Autora: N3k00-Ch4N.
Género: Romance & drama.
Pareja: zukaang (zuko x aang) y leve Sokka/Yue
Spoilers: "The Waterbender" (Ep. XVIII, Libro I) & "The Seige Of The North [pt. I & II]" (Ep. XIX, Ep. XX, Libro I, Agua)
Nota: Básicamente esa canción de Coldplay fue lo que llevó a escribir este one-shot, eso y también un par de episodios del Libro I de "Avatar: The Last Airbender" y también quiero avisarles que esto vendría a ser como una segunda parte del one-shot "Ao no Seishin" , además de que es este one-shot se extiende un poco más de lo usual debido a que tuve que recopilar tres episodios en una historia, por lo tanto vendría a ser un two-shot antes que un one-shot.
En fin, "Avatar: The Last Airbender" no me pertenece sino a Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko. Pero este two-shot es de MI propiedad.
Advertencia: Contenido yaoi hardcore.
"My song is love
Love to the lovers shone
And it goes up
You don't have to be alone
Your heavy heart
Is made of stone
And it's so hard to see you, clearly
You don't have to be on your own
You don't have to be on your own
And I'm not gonna take it back
And I'm not gonna say I don't mean that
You're the target that I'm aiming at
And I'll get that message home"
Parte I.
Días pasaron desde lo sucedido en el claro y un mes entero desde que Aang le había confesado sus sentimientos a Zuko y éste le había correspondido. Durante ese tiempo, Zuko no podía hacer otra cosa que pensar en el Avatar, ese niño ocupaba cada uno de sus pensamientos y sueños, claro que, su meta seguía siendo la misma pero ahora la razón por la que quería capturar al Avatar era completamente diferente, en lugar de llevarlo con él a la Nación del Fuego, roto y encadenado como lo había planeado por tres largos años, ahora lo que tenía en mente era capturarlo y llevárselo lejos, haría desaparecer sus huellas, huirían a un lugar donde nadie pudiera encontrarlos y crearían su propio mundo en el que solo estarían ellos dos.
No más títulos.
No más etiquetas.
No más obstáculos en el camino.
Y, lo más importante, no más guerra, solo serían ellos dos en su pequeño paraíso, ocultos de las miradas indiscretas y acusadoras.
Pensó varias veces en cómo llevaría a cabo su plan, había soñado con el escenario perfecto para su nuevo plan luego de una pequeña sesión de autosatisfacción pensando en cierto niño de ojos grises con tatuajes de flechas en su cuerpo antes de dormir y finalmente supo lo que debía hacer: buscaría al Avatar y lo llevaría a su barco, luego, una noche iría a verlo y le explicaría su plan, obviamente Aang estaría de acuerdo con el plan y se besarían apasionadamente en la oscuridad de la celda donde lo mantenía prisionero. Después de eso, Zuko liberaría al Avatar y se escaparían en un bote, desapareciendo en la noche, aún no tenía idea de a dónde irían pero estaba seguro de que Aang tenía algunas opciones y juntos podrían encontrar un nuevo hogar donde vivirían el resto de sus vidas en paz.
Pero, claro, nadie podía enterarse de ese plan, ni siquiera su tío. Esto debía permanecer en secreto por mucho que a Zuko le doliera, él sabía que lo estaba haciendo por su propio bien.
Un día extrañamente aburrido, Zuko había dibujado con sus limitadas habilidades una imagen de su sueño reciente, se dibujo a sí mismo y a Aang tomados de la mano frente a una especie de casa cuadrada con algunas flores y árboles alrededor, cuando terminó dobló el dibujo y lo guardó cerca de su corazón para que no olvidara su nuevo objetivo.
Por otro lado, Aang, Katara y Sokka estaban volando sobre Appa en camino al Polo Norte con el propósito de encontrar un maestro agua-control que pudiera entrenar a Katara y quizás enseñarle alguna técnica al Avatar, al menos hasta que Katara estuviera lista para enseñarle ella misma. El viaje fue tranquilo por un rato, hasta que Sokka comenzó a aburrirse y habló para romper ese ambiente tan silencioso.
-No quisiera quejarme, pero ¿no puede Appa volar más alto?-preguntó Sokka.
-Tengo una idea ¿por qué mejor no nos subimos todos a tu espalda y nos llevas volando al Polo Norte?-preguntó Aang mientras se volteaba para ver al chico de la Tribu Agua del Sur un poco molesto.
-Me encantaría-respondió Sokka con sarcasmo mientras señalaba su espalda-súbanse todos, Sokka está listo para despegar-el único que salto sobre su espalda fue Momo.
-Miren, sé que todos estamos un poco cansados y de mal humor-les dijo Katara tratando de calmar la situación-pero es porque hemos estado volando dos días seguidos-
-¿Y todo para qué? ni siquiera pudimos encontrar la Tribu Agua del Norte-insistió Sokka-no hay nada aquí-
De pronto, algunas púas de hielo aparecieron frente a ellos. Aang intentó hacer que Appa las esquivara pero una de las púas hizo que el bisonte volador tropezara y cayera al agua, luego aparecieron algunos botes acorralándolos.
-Son maestros agua-dijo Katara viendo a los hombres de pie en esos botes-encontramos la Tribu Agua-
Desafortunadamente, el equipo Avatar traería consigo malas compañías al llegar a la Tribu Agua del Norte. Un campamento del ejército de la Nación del Fuego se había instalado en los alrededores del Reino Tierra, ese campamento pertenecía nada más y nada menos que al almirante Zhao, quien había instalado ese campamento con la firme intención de preparar una estrategia para detener al Avatar.
-Se dirige hacia el norte, la Tribu Agua del Norte está allí-dijo Zhao a sus hombres-el Avatar necesita dominar el agua-control, está buscando un maestro-
-Entonces ¿qué estamos esperando? vamos a buscarlo-sugirió el Capitán Li apretando su puño con determinación.
-Paciencia, Capitán Li-le dijo el almirante-esta no es una pequeña aldea del Reino Tierra a la que podemos acceder fácilmente. La Tribu Agua del Norte es una gran nación, hay una razón por la que han sobrevivido cien años de guerra, la helada tundra es traicionera, el paisaje en sí es una fortaleza de hielo. Necesitaremos una invasión masiva-
Mientras tanto, los maestros agua-control (quienes iban en sus botes) conducen a Appa, Aang, Katara y Sokka al interior de la tribu.
-¡Ahí está!-exclamó Aang señalando una ciudad protegida por imponentes muros de hielo.
-La Tribu del Agua del Norte-dijo Katara observando con asombro los muros externos de la tribu.
-Por fin estamos aquí-dijo Sokka que también estaba asombrado.
Al llegar a la muralla principal, los maestros agua tuvieron que derretir una parte del muro que daba al océano para permitirles entrar para luego reformarlo, y cerrarlo tras ellos.
-No puedo creer la cantidad de maestros agua que viven aquí-comentó Katara.
-Encontraremos un maestro que nos enseñe, no hay problema-le aseguró el joven maestro aire a su amiga.
Mientras se transportaban por los canales de Agna Qel'a, la gente que deambulaba por las heladas calles de la ciudad, los tejados de los edificios y los puentes los saludaban. Aang también los saluda; sin embargo, la atención de Sokka fue captada por el paso de una joven de pelo blanco en una barca, y llega a saltar a la cola de Appa para volver a verla. Por alguna razón, había algo en ella que invitaba a Sokka a acercarse.
-Este lugar es hermoso-comentó Katara.
-Si... lo es...-murmuró Sokka completamente ajeno a lo que su hermana decía o a lo que se estaba refiriendo.
Esa misma noche, la Tribu Agua del Norte recibió al equipo Avatar con una cálida bienvenida. Organizaron una cena afuera del palacio de hielo y también le dieron a Appa algunas algas para comer, la bienvenida transcurrió su curso normal, hasta que Arnook (el líder de la tribu) se levantó de su asiento para hablar con todos los presentes.
-Esta noche, celebramos la llegada de nuestro hermano y hermana de la Tribu Agua del Sur y también han traído con ellos a alguien muy especial, alguien que muchos de nosotros creíamos desaparecido del mundo hasta ahora... el Avatar-dijo Arnook, todos se alegraron con la noticia-también celebramos el cumpleaños número dieciséis de mi hija, la princesa Yue, quien ahora está en edad de casarse-
Sokka miró por un costado del hombro de su hermana y vio a la misma chica de cabellos blancos que estaba en un bote ese mismo día, pero ahora ella iba a acompañada de dos mujeres.
-Gracias, padre-le agradeció la princesa-que los espíritus de la luna y el océano nos cuiden durante estos tiempos difíciles-
-Ahora ¡el Maestro Pakku y sus estudiantes ejecutaran una actuación de agua-control!-anunció el jefe de la tribu señalando con su mano a un anciano junto a dos jóvenes que al parecer eran sus estudiantes, éstos comenzaron a realizar una demostración de sus habilidades de agua-control asombrando a los presentes, quienes comenzaron a aplaudir emocionados. Aang y Katara también se mostraron impresionados por la actuación y ambos les aplaudieron con entusiasmo, Sokka, por otro lado, estaba muy concentrado comiendo como para prestarle atención a la demostración que realizaban Pakku y sus estudiantes, pero se detuvo apenas vio a la princesa Yue tomar asiento junto a él, por lo que decidió hablar un poco con ella.
-Hey, hola. Soy Sokka, de la Tribu Agua del Sur-se presentó el chico.
-Mucho gusto-respondió Yue.
-Entonces, eh... eres una princesa ¿eh?-preguntó Sokka, la chica de cabello blanco asintió como respuesta-ya sabes, en mi tribu soy como una especie de príncipe-
-Pff... ¡Jajaja! ¡¿príncipe de qué?!-preguntó Katara en un tono sarcástico.
-¡De muchas cosas! ¿te importa?-le respondió Sokka a su hermana-estoy tratando de tener una conversación aquí-
-Está bien, mis disculpas, Príncipe Sokka-le dijo Katara con tono burlón, Sokka le restó importancia a su pequeña broma y volvió su mirada hacia Yue.
-Entonces, parece que voy a estar en la ciudad por un tiempo-le dijo Sokka a la chica de cabellos blancos-tal vez podríamos... ¿hacer una actividad juntos?-
-¡¿Una actividad?!-preguntó Yue sin entender la pregunta del chico de la Tribu Agua del Sur, Sokka se siente un poco incómodo, así que empieza a comer de nuevo.
-Wow, eso fue bastante suave-comentó Katara con un tono burlón.
El jefe de la tribu llevó a Aang con Pakku para presentarlo como su nuevo estudiante, el maestro agua aceptó al Avatar para enseñarle todo lo que sabía, pero no le iba a dar un entrenamiento suave, iba a ser estricto con él como con el resto de sus estudiantes.
-Mi amiga y yo no podemos esperar para comenzar a entrenar contigo-le dijo Aang al maestro agua de una manera respetuosa-después de que nos relajemos por un par de días-
-Si quieren relajarse, les sugiero que visiten una isla tropical-dijo Pakku-si no, los veré a ambos al amanecer. Buenas noches-
Con esas últimas palabras, Pakku se retiró dejando solo al joven maestro aire y Arnook, el niño lo miró esperando que dijera una frase o una palabra, pero el hombre solo se encogió de hombros, si Pakku quería entrenarlo a él y a Katara al amanecer, entonces no había nada que pudiera hacer, después de todo, el anciano tenía sus propios métodos.
Zuko se había escondido en una habitación del barco donde viajaban hacia el Polo Norte mientras escuchaba a su tío hablar de la invitación de Zhao para unirse a su ejército como su general personal, lo primero que el príncipe de la Nación del Fuego pensó hacer fue lanzar un puño contra la pared. No podía creer que su tío lo dejara para ir a servir a Zhao, pero luego se le ocurrió otra idea y consideró que iba podía infiltrarse en el barco de Zhao porque el almirante iba a llevar a cabo una invasión masiva en la Tribu Agua del Norte y también porque sabía que el Avatar iba a estar allí y además quería asegurarse de que Zhao pagaría por torturar y tocar al Avatar de… esa forma mientras estuvo prisionero en su fortaleza. Oh, sí, no había olvidado eso. Sacó el papel doblado con el dibujo que hizo hace unos días y lo miró fijamente recordándose a sí mismo que ahora tenía un propósito diferente y ese propósito era el de encontrar al Avatar y escapar con él, pero, de repente, la puerta de metal se abrió e Iroh entró en la habitación, por lo que rápidamente ocultó el dibujo lejos de la mirada del anciano.
-Por última vez, no voy a tocar el cuerno Tsungi-le dijo Zuko fingiendo que no había escuchado nada sobre lo que su tío estuvo hablando con el mensajero de Zhao.
-No. Se trata de nuestros planes-dijo Iroh mientras entraba en la habitación-hay un pequeño problema-
De pronto, alguien más entró en la habitación y esa persona era Zhao ¿qué rayos estaba haciendo él ahí?
-Me llevaré a tu tripulación-dijo Zhao apenas entro en esa habitación.
-¡¿Qué?!-dijo Zuko incrédulo ¿qué le hacía pensar que tenía el derecho de hacer eso?
-Los recluté para una pequeña expedición-respondió el almirante con el ceño fruncido, Zuko ya lo sabía, pero quería fingir demencia y que no sabía nada al respecto.
-Tío. ¿Eso es cierto?-preguntó Zuko mirando al anciano detrás de Zhao.
-Me temo que sí. Se está llevando a todos...-respondió Iroh mientras comenzaba a llorar escondiendo su rostro en la manga de su túnica-incluso al cocinero-
-Lo siento, pero tú no estarás allí para verme capturar al Avatar-le dijo el almirante-no puedo dejar que te interpongas en mi camino otra vez-
Ese bastardo... Zuko apretó los puños y corrió para atacar al almirante, pero Iroh lo detuvo a tiempo, en eso la dorada mirada de Zhao se encontró con dos sables colocados en una de las paredes de la habitación, un recuerdo le vino a la mente cuando tomó uno de los sables.
*Flashback*
-¡Detengan el fuego!-les ordenó el almirante Zhao mientras caminaba hacia el joven Avatar y ese sujeto enmascarado-el Avatar debe ser capturado vivo-
Zuko tal vez podía estar usando una máscara para ocultar su verdadero rostro, pero sabía claramente cuáles eran las verdaderas intenciones de Zhao, como señal de amenaza (y de advertencia) colocó sus sables cruzados cerca del cuello del niño.
*Fin flashback*
-No sabía que era experto en el manejo de los sables, Príncipe Zuko-comentó Zhao mientras blandeaba uno de los sables que había tomado de aquel muro.
-No lo soy. Además, son antigüedades-respondió el adolescente-simplemente decoración-
-¿Ha oído hablar del Espíritu Azul, General Iroh?-le preguntó el almirante al anciano junto a Zuko, sus ojos no apartaron la vista del sable que sostenía.
-Solo rumores. No creo que sea real-respondió Iroh.
-Es real ¿de acuerdo? es un criminal y un enemigo de la Nación del Fuego-dijo Zhao mientras le devolvía la espada a Iroh, quien la tomaba sin dudarlo-pero tengo la sensación de que la justicia lo alcanzará pronto-salió de la habitación pero antes de irse volvió a mirar a Iroh-General Iroh, la oferta de unirse a mi misión sigue en pie... si cambió de opinión-
Con esas últimas palabras, Zhao se retiró de la habitación y cerró la puerta de metal detrás de sí. Zuko no podía creer lo que estaba escuchando ¿acaso eso significaba que su tío no aceptó la invitación de Zhao de unirse a su expedición para capturar al Avatar? ¿aún le era leal? no estaba seguro, todavía había una pequeña posibilidad de que aceptara la invitación y se uniera al ejército de Zhao.
Al amanecer, Aang y Katara fueron al palacio de hielo de Agna Qel'a para comenzar a aprender agua-control con Pakku. Ambos estaban nerviosos y ansiosos por comenzar a aprender, pero Katara estaba más ansiosa que el joven maestro aire.
-He esperado este día toda mi vida-dijo Katara con emoción mientras caminaba hacia el palacio de hielo con Aang-¡finalmente podré aprender de un verdadero maestro agua!-
Continuaron caminando hasta que encontraron a Pakku practicando sus habilidades de agua-control. Aang no tuvo mejor idea que saludarlo interrumpiendo así su entrenamiento.
-¡Buenos días, Maestro Pakku!-lo saludó Aang alegremente desde la distancia.
-¡No, por favor! ¡adelante! no me estoy concentrando ni nada-les dijo el anciano.
-Uh... esta es mi amiga... Katara... de la que le hablé-dijo Aang presentando a la chica de la Tribu Agua del Sur a Pakku. El maestro agua la miró con una ceja arqueada y ladeó la cabeza ligeramente, no esperaba encontrar a una chica que quisiera aprender agua-control con él.
-Lo siento, creo que ha habido un malentendido-dijo Pakku mientras hacía un bloque de hielo y se sentaba en él-no me dijiste que tu amiga era una niña, en nuestra tribu, está prohibido que las mujeres aprendan agua-control-
Katara no podía creer lo que estaba escuchando ¿qué era esa regla de que las mujeres no podían aprender agua-control? ella había viajado hasta allí para aprender esa habilidad con Aang, no pensaba dar un paso atrás solo porque se lo ordenaba un anciano que tenía experiencia con el agua-control.
-¡¿Qué quiere decir con que no me va a enseñar?!-preguntó la chica de la Tribu Agua del Sur un poco molesta-no viajé por el mundo para decirme que no-
-No.
-Pero debe haber otras maestras agua en la tribu.
-Aquí, las mujeres aprenden de Yagoda a usar su agua-control para sanar. Estoy seguro de que ella estaría feliz de tomarte como su estudiante... a pesar de tu mala actitud.
-¡Pero no quiero aprender a sanar! quiero pelear-le dijo Katara.
-Puedo ver eso-respondió Pakku-pero nuestra tribu tiene costumbres, reglas-
-Bueno, sus reglas apestan-respondió la chica de la Tribu Agua del Sur.
-Sí, apestan-la apoyó Aang-si no quieres enseñarle a Katara entonces...-
-Entonces ¡¿qué?!
-Entonces no aprenderé de ti-respondió el joven maestro aire al tiempo que volvía sobre sus pasos y se alejaba de allí.
-Bueno, diviértete aprendiendo por ti mismo-dijo Pakku con sarcasmo-estoy seguro de que harás un gran trabajo-
-¡Espera! Aang no quiso decir eso-le dijo Katara, corrió hacia el maestro aire y lo tomó del hombro-no puedes arriesgar tu entrenamiento por mí, tienes que aprender del Maestro Pakku-volvió la mirada hacia el viejo hombre a pocos metros de ellos-incluso si es un gran imbécil-
Aang solo asintió y Katara se sintió un poco feliz de ayudar a su amigo y hacerlo cambiar de opinión. La chica de la Tribu Agua del Sur se fue de allí y Pakku comenzó su entrenamiento atacando al joven maestro aire con una fuerte ola que lo hizo retroceder un par de metros.
Katara, por otro lado, se dirigió a una casa construida con hielo donde Yagoda les estaba enseñando a las niñas de la tribu cómo usar su agua-control para curar heridas.
-Um, hola ¿eres Yagoda?-le preguntó Katara a la anciana.
-¿Estás aquí para la lección de curación?-respondió Yagoda viendo a la chica con una sonrisa, Katara la miró, luego miró a las niñas que estaban allí y bajó la mirada un poco decepcionada.
-Supongo que sí-respondió ella, caminó unos pasos y se sentó en el círculo donde estaban ubicadas las otras niñas para que pudiera ver la lección de curación más de cerca. Después de un rato, la lección de curación terminó y las niñas se llevaron el maniquí de madera hasta que comenzara la próxima lección, Katara por otra parte se quedó un poco más para poder hablar con Yagoda-muchas gracias por la lección-
-Entonces ¿quién es el chico afortunado?-preguntó Yagoda, Katara la miró un poco confundida ¿de qué estaba hablando?-estás usando un collar de compromiso. Te vas a casar pronto ¿verdad?-
La chica de la Tribu Agua del Sur acercó sus manos al collar de compromiso de su madre, luego miró a Yagoda y se rió suavemente.
-No. No te preocupes, no creo que esté lista para eso. Al menos no por ahora-respondió Katara-mi abuela le dio a mi madre este collar, y mi madre me lo dio a mí-
-¡Reconozco este tallado!-dijo Yagoda mientras miraba el medallón azul claro en el collar-no sé por qué no me di cuenta antes, eres la viva imagen de Kanna-
-¡Espera! ¿cómo sabes el nombre de mi abuela?-preguntó la chica sin entender que estaba sucediendo.
-Cuando tenía más o menos tu edad, era amiga de Kanna-le dijo la anciana-ella nació aquí, en la Tribu del Norte-
-Ella nunca me dijo eso...
-Tu abuela tuvo un matrimonio arreglado con un joven maestro agua. Él le talló ese collar.
-Si Gran-Gran estaba comprometida, entonces ¿por qué se fue?-le preguntó Katara a Yagoda.
-No sé, eso siempre fue un misterio para mí. Se marchó sin decir adiós.
Más tarde, esa misma noche, Iroh estaba en la cubierta del barco despidiéndose de la tripulación quienes habían accedido a participar en la misión que Zhao tenía planeada. El hombre regresó sobre sus pasos y se dirigió a la habitación donde se encontraba Zuko, éste último estaba recostado en la cama mirando hacia un punto fijo en el techo, aún le costaba asimilar el hecho de que su tripulación lo abandonara para ir a una misión encabezada por Zhao, no importara lo que hiciera, ese bastardo siempre estaba un paso delante de él. En eso, la puerta se abrió y la furia que el príncipe de la Nación del Fuego tenía se disipó solo un poco al ver a su tío asomarse por la puerta.
-La tripulación quería que te deseara un buen viaje-dijo Iroh con la mitad de su cuerpo asomado por la puerta de metal.
-Bien, adiós a esos traidores-dijo Zuko con indiferencia.
-Escucha, Zuko. Es una noche encantadora para pasear ¿por qué no vienes?-preguntó Iroh mientras terminaba de entrar en la habitación-eso te despejaría la mente-Zuko no le respondió, solo cerró los ojos y fingió que lo ignoraba-o simplemente quédate en tu habitación y siéntate en la oscuridad, haz lo que te haga feliz-
Iroh salió de la habitación y cerró la puerta de metal dejando a su sobrino solo, se bajó del barco tarareando una canción, pero lo que no sabía es que una especie de pájaro mono llegó volando al barco y luego de que él se fue, un grupo de piratas entró en el barco cargando barriles que contenían gelatina explosiva. De pronto, Zuko despertó al escuchar una de las puertas del barco abrirse.
-Tío. Tío, ¿eres tú?-preguntó el príncipe de la Nación del Fuego mirando a ambos lados del corredor, salió de la habitación y miró a su alrededor, pero no había nadie allí, algo que lo hizo sospechar y decidió ir a comprobar qué estaba pasando.
Afuera, en la cubierta, uno de los piratas encendió una mecha y escapó con sus compañeros, la chispa siguió el rastro en el piso hasta que llegó a los barriles con gelatina explosiva y para cuando Zuko notó al extraño pájaro los barriles estallaron y el fuego se extendió dentro y fuera de la nave, incluida la torre, Iroh se dio cuenta de esto y regresó corriendo solo para descubrir que ya estaba destruida y en llamas. El anciano se sintió un poco herido ante la idea de perder a su sobrino, pero una parte de él mantuvo vivas las esperanzas y le decía que probablemente pudo escapar y que estaba a salvo en alguna parte.
Pero afortunadamente, Zuko no fue el único que tuvo un mal día, el equipo Avatar también tuvo su mal día, Aang tuvo un entrenamiento difícil de agua-control, Katara sentía que no iría a ninguna parte con solo aprender a curar a alguien usando sus habilidades de agua-control y también descubrió un misterio sobre su abuela que nunca conoció y Sokka... bueno, él estaba molesto porque su encuentro con la princesa Yue no resultó como esperaba.
-Así que… ¿cómo va el entrenamiento de agua-control?-le preguntó Sokka a su hermana y al joven maestro aire.
-El maestro cabeza de popo no quiere enseñarle a Katara porque es una chica-respondió Aang un poco molesto.
-¿Por qué mejor no le enseñas tú, Aang?-le preguntó el chico de la Tribu Agua del Sur a su amigo.
-¡¿Por qué no pensé en eso?!-exclamó Katara como si una idea fugaz hubiera cruzado su mente en ese preciso instante-por la noche, puedes enseñarme cualquier movimiento que aprendas del Maestro Pakku. De esa forma, tienes a alguien con quien practicar y yo puedo aprender agua-control ¡así todos estaremos felices!-
-No estoy feliz-argumentó Sokka.
-No me sorprende, nunca eres feliz. Vamos, Aang-le dijo Katara al joven maestro aire, ambos salieron de la habitación donde se hospedaban y se dirigieron al canal para que pudieran comenzar a practicar su agua-control. Pero, desafortunadamente, Pakku los descubrió, molesto porque el joven Avatar estaba tratando de enseñarle a su amiga agua-control, tanto ellos como Sokka fueron llevados al palacio de hielo a ver al líder de la tribu. Una vez que llegaron al pasillo donde el líder los estaba esperando, Katara le explicó lo que había sucedido.
-¿Y qué es lo que quieres que haga?-le preguntó Arnook-¿obligar al Maestro Pakku a aceptar a Aang de nuevo como su estudiante?-
-Sí, por favor-le pidió Katara.
-Sospecho que podría cambiar de opinión, si te tragas tu orgullo y le pides disculpas.
Katara lo miró, volvió la mirada hacia Aang y luego volvió a mirar al líder.
-De acuerdo-respondió la chica de la Tribu Agua del Sur.
-Estoy esperando, pequeña-dijo el Maestro Pakku expectante.
-¡No! ¡De ninguna manera me disculparé con un anciano agrio como tú!-exclamó Katara enojada, eso hizo que el piso de hielo se agrietara y las jarras de agua en el salón se rompieran en pedazos.
-Uh, Katara...-le dijo Aang.
-Estaré afuera si eres lo suficientemente hombre como para pelear conmigo-le dijo Katara a Pakku, sorprendiendo a Yue y su padre, giró sobre sus pasos y salió de la sala.
-Estoy seguro de que ella no quiso decir eso-dijo Aang intentando disculparse con el maestro agua.
-Ah, sí, creo que lo hizo-dijo Sokka encogiéndose de hombros. Ambos salieron rápidamente del palacio de hielo y corrieron escaleras abajo para alcanzar a la chica que ya estaba bajando las escaleras con el ceño fruncido-¿estás loca, Katara? no vas a poder ganar esta pelea-
-Lo sé y no me importa-respondió mientras se sacaba su abrigo de invierno para poder luchar más cómodamente usando el vestido azul que usaba debajo del abrigo.
-Escucha, no tienes que hacer esto por mí-dijo Aang tratando de calmar a su amiga-puedo encontrar otro maestro agua-
-No voy a hacer esto por ti-respondió Katara sin abandonar la ira que recorría su cuerpo-alguien necesita hacer entrar en razón a ese sujeto-
-Así que ¿decidiste aparecer?-preguntó Pakku mientras bajaba las escaleras, pasó junto a Katara, Sokka (quien sostenía el abrigo de su hermana) y Aang.
-Oye, ¿no vas a pelear?-dijo Katara aún enojada con él.
-Vuelve a las cabañas curativas-le pidió el anciano mientras se alejaba-con las otras mujeres, a donde perteneces-Katara se enojó por el comentario del maestro agua, por lo que tomó un látigo de agua usando sus escasas habilidades de agua control y golpeó a Pakku en su nuca con él-bien, si tanto quieres aprender a pelear, será mejor que aprendas de cerca-de repente, recogió un poco de agua de las fuentes de hielo fuera del palacio y la arrojó contra Katara justo cuando ella estaba corriendo lista para pelear contra él. Luego creó un remolino de agua alrededor de ellos y los atrapó a ambos dentro-no te preocupes. No voy a lastimarte-
Comenzó a cerrar el remolino cada vez más, arrinconando a Katara, pero ella rompió el remolino de agua rápidamente y envío la corriente de agua contra Sokka que terminó siendo golpeado, sacó otro látigo de agua y corrió hacia Pakku quien creó una pared de hielo para protegerse. La chica de la Tribu Agua del Sur corrió hacia la pared de hielo y se resbaló, pero afortunadamente aterrizó sobre el riel de las escaleras, apenas desvío la mirada y vio a Pakku lanzando un ataque de agua-control contra ella, Katara trató de escapar pero el maestro agua le congeló los pies en el riel de hielo para que no pudiera escapar; sin embargo, logró esquivar la ola usando su agua-control.
-¡No puedes derrotarme!-exclamó Katara desafiante, todos los que estaban viendo la pelea comenzaron a animar a la chica, incluso Aang comenzó a animar a su amiga. Pakku y Katara retomaron su pelea, el maestro agua hizo otra ola y arrojó a la chica a una de las fuentes de hielo, ella contraatacó haciendo un bloque de hielo, cortándolo en discos y arrojándolos hacia el anciano quien esquivó los discos de hielo ligeramente asombrado, Katara salió de la fuente y dirigió una ola hacia Pakku quien logró evadirla sin esfuerzo y contraatacó a Katara empujándola a unos pocos metros de él. La respiración de la chica de la Tribu Agua del Sur se volvió irregular, pero ella no tenía intenciones de rendirse, recuperó sus fuerzas y arrojó columnas de nieve contra Pakku que rápidamente evaporó la nieve antes de ésta cayera sobre él.
-Bueno, estoy impresionado-dijo el maestro agua-sin dudas, eres una excelente maestra agua-
-Pero aún no me enseñarás ¿verdad?-preguntó Katara.
-No-respondió Pakku, dejando a la chica sin otra opción más que atacarlo nuevamente usando una ola que ella convirtió en hielo y de repente se formó un bloque de hielo bajo los pies del maestro agua, él derritió el bloque de hielo y comenzó a moverse con el agua congelada. Katara lanzó otro ataque que Pakku congeló convirtiéndolo en una rampa de hielo por la cual se deslizó y empujó a la chica alejándola, haciendo que con este movimiento su collar cayera sobre la nieve, sacó más agua de la fuente convirtiéndola en picos de hielo que cayeron sobre Katara inmovilizándola-esta pelea ha terminado-
-Vuelve aquí. Todavía no he terminado contigo-exclamó Katara viendo a Pakku alejarse.
-Sí, lo hiciste-dijo el maestro agua pero se detuvo al ver el collar de Katara en la nieve-este es mi collar-
-No ¡no lo es! ¡Es mío, devuélvemelo!
-Este collar lo hice hace sesenta años... para el amor de mi vida, para Kanna.
-¿Se suponía que mi Gran-Gran se casaría contigo?-le preguntó Katara una vez que fue liberada de su prisión de hielo.
Zuko apretó los puños odiando el uniforme de la marina de la Nación del Fuego, especialmente el casco y la máscara que se vio obligado a usar para ocultar su identidad y su rostro herido después de lo que sucedió en la explosión en su barco. Miró por encima de su hombro mientras un soldado pasaba caminando cerca de él, Zuko estaba de pie en una alcoba por el pasillo, en lo profundo de aquella nave de mando, esperando que su tío viniera y le diera noticias de Zhao. El príncipe de la Nación del Fuego no tenía prisa por ejecutar su plan ahora, todo lo que sabía es que tenía que encontrar al Avatar para poner sus manos sobre él y convencerlo de escapar con él, el Polo Norte no era precisamente el lugar donde tenía teniendo en cuenta dónde vivirían, pero valdría la pena hasta que encontraran un lugar más cálido y agradable, como el lugar que él dibujó. Zuko sonrió a través de la máscara y bajó la mirada hacia el lugar donde escondía su dibujo, justo cerca de su corazón, dándose el valor de que su nuevo objetivo estaba cada vez más cerca de convertirse en realidad, de pronto, reaccionó cuando al escuchar unos pasos caminando hacia él y pudo ver a su tío caminando a su lado.
-¿Qué tienes que decirme?-preguntó Zuko con miedo de que Zhao sospechara que uno de sus soldados era en realidad un intruso.
-No te preocupes, Zhao no sospecha nada-respondió Iroh a su sobrino mientras lo calmaba-él piensa que moriste en la explosión-
-No tenías que hacer esto-dijo Zuko mientras se sacaba la máscara que cubría su rostro herido.
-Tenía que hacerlo. Ningún sobrino mío se va a resguardar en un barco sin ningún tipo de respaldo.
-Gracias, tío-le agradeció Zuko sin mirarlo, en eso la puerta se abrió llamando la atención de Iroh.
-Alguien viene-le dijo Iroh mientras Zuko volvía a colocarse la máscara-quédate escondido aquí y cuando lleguemos al Polo Norte, el Avatar será tuyo. Buena suerte-
Con esas últimas palabras, ambos se separaron y tomaron caminos opuestos.
