Toda mi vida estuve rodeado de Pokémon, esas hermosas criaturas que pueden llegar a convertirse en tu mejor compañía y con quiénes puedes vivir increíbles aventuras.
Pero desafortunadamente, no siempre es así...
A veces hay Pokémon muy agresivos y difíciles de entrenar.
"disciplina y corrección, es todo lo que se necesita para formar al mejor Pokémon"
Si, esa es mi frase.
Hola, soy Zam. Un chico que vive en la región de Paldea y que por mucho tiempo tuvo el sueño de convertirse en un entrenador Pokémon.
Pero he encontrado mi verdadera vocación, ahora soy el mejor adiestrador de la región UwU
¿Tienes problemas con el comportamiento de tu Pokémon? Llámame!!
¿Tu Pokémon te ignora o simplemente no te obedece? Llámame!!
¿Tu Pokémon es demasiado agresivo? Creo que no necesito decírtelo otra vez ¿No? Llámame!! UwU
Yo puedo ayudarte a mejorar la relación con tu Pokémon, y ayudarte a entender lo que tú Pokémon realmente necesita.
Así que ya lo sabes, no sufras más, estoy a una llamada de distancia.
Y recuerda: No hay Pokémon, al cual no pueda adiestrar.
[Fin del comercial]
Eh... Si, ese era solo un comercial de bajo presupuesto.
Todo estaba listo. el comercial grabado, mi computadora lista y con la conexión a internet requerida para subir mi video comercial a la red.
Incluso había seleccionado la pista musical perfecta para festejar cuando diera a conocer a cada habitante de la región de Paldea que yo era el nuevo adiestrador profesional y debidamente certificado.
De echo el certificado lo imprimí de una plantilla que encontré en internet XD
En fin, me puse cómodo en mi silla de oficina, de esas que tienen rueditas y respaldo acolchonado y busque en los archivos de mi computadora el vídeo comercial y lo seleccioné para abrirlo en la pestaña de "subir" en aquella página de comerciales, cuando de pronto...
¡TOC! ¡TOC! ¡TOC!
alguien tocó la puerta de mi habitación.
—¿Quién es?
Pregunté pero no obtuve respuesta.
¡CRIICK! ¡CRIICK! ¡CRIICK!
Igual como en una película de terror, la perilla de la puerta se giraba con desesperación. alguien quería entrar a mi habitación.
—la puerta está cerrada con seguro, ¿Quién es?
Volví a preguntar con un poco de miedo pues de momento me encontraba solo en la casa.
—meows... meowsca...
Respondió una voz muy familiar del otro lado de la puerta.
—¿Meowscarada? Oye no, te dije que ya no podías entrar a mi habitación.
Suena egoísta, lo sé, pero todo tiene una explicación. Verán... Meowscarada y yo tuvimos un pequeño "incidente" el día de ayer, uno del cual no quiero hablar más, y por eso tuve que echarla de mi habitación... Y de la casa si se pudiese.
¡CRIICK! ¡CRIICK! ¡CRIICK!
La Pokémon insistió en abrir la puerta.
—ya te dije que la puerta tiene seguro, no vas a poder abrirla.
La perilla dejo de moverse y luego se escuchó que arañaba la puerta con sus garras.
—meows...
—ya te dije que no.
Respondí.
—meows... meowsca...
Insistió.
—Meowscarada no voy a dejarte entrar... No después de lo que pasó el día de ayer.
Los arañazos cesaron luego de escucharme.
—da...
Dijo en voz baja.
—no, ya dije.
Recalqué manteniendo mi decisión de no dejarla pasar.
—¿da...?
—no.
Meowscarada comenzó a sollozar tímidamente, en un tono triste y discreto para que yo no la escuchara, pero estaba del otro lado de la puerta nmms, obvio si la escuché.
—¿Meowscarada? Ó_Ò
Pregunté con extrañeza pues nunca la había visto triste.
No voy a negar que sentí lastima por ella y hasta llegué a cuestionarme un poco de si lo que estaba haciendo era lo correcto, en castigarla de esa manera. Pero conozco a Meowskarada, una desobediente, malcriada, enojona, agresiva, celosa, engreída, impulsiva, egoísta, oportunista, aprovechada, engañosa, grocera y con todas las "cualidades" negativas que puedas encontrar en el diccionario; pero jamás imaginé verla triste por algo ni mucho menos que estuviera arrepentida, sin duda era algo que tenía que ver con mis propios ojos.
—Meowskarada... ¿estás bien?
Pregunté tomando la perilla de la puerta y la gire un poco para quitar el seguro de la puerta.
Escuché un ligero sollozo acompañado de un profundo suspiro quebrantado.
—da...
Respondió la Pokémon con tristeza.
Me sentí más culpable y mi frágil corazón de pollo me hizo querer abrirle la puerta.
—bueno... Supongo que no debí echarte de la habitación así sin más...
La empatía me hizo considerar las cosas.
—después de todo... yo también tuve la culpa de lo que pasó entre los dos.
¡CLICK!
Quité el seguro y gire la puerta para abrirla dejar entrar a Meowscarada.
—solo prométeme que nos llevaremos hablaremos, y nos llevaremos mejor de ahora en adelan...!!
¡¡¡TRAAAZ!!!
Tan pronto abrí la puerta la Pokémon se me echo encima, y a empujones me llevó al fondo de mi habitación.
Su sonrisa traviesa y burlona, me decía que todo había Sido un engaño para convencerme de dejarla entrar a mi habitación.
—¡Meowscarada!! ¡¿Que crees que estás haciendo?!!!
¡TRAAAZ!
La Pokémon cerró la puerta de golpe.
—¡Meowscarada!! e...espera!! O_O
—¡meows... meowsca...~!! ÙwÚ
La verdad no entendí lo que dijo pero sonó como a: "ya valiste vrga carnal"
La Pokémon y yo forcejeamos un poco, tirando todo a nuestro alrededor, ella me tomaba de los brazos para mantenerme fijo pero yo intentaba liberarme, obviamente no resultó pues ella era un poco más fuerte que yo.
¡TRAAAZ!
Cayó la lámpara de mesa al suelo y se hizo pedazos.
¡TRAZZ!
Me empujó al escritorio y tiramos la silla oficina.
Esto ya se estaba poniendo turbio, y más cuando de ponerse agresiva comenzó a comportarse de forma "cariñosa"
—¡Ouch! ¡Oye no Meowscarada, suficiente, sal de mi habitación!
Le ordené cuando ví que se estaba portando perturbadoramente cariñosa conmigo.
—da...~
Respondió la Pokémon negando con la cabeza y luego sonrió de forma mañosa.
Meowscarada saco las garras y me arremetió a zarpazos, sus garras estaban tan afiladas, cómo cuchillas, que sin duda podían cortar lo que sea. Afortunadamente no las utilizó para herirme, sino para desgarrar la ropa que llevaba puesta.
—¡cuidado, no vayas a hacerme daño con esas cosas! Meowscarada... D...Detente...
De pronto la Pokémon se fue encima mío y me atrapó entre sus brazos, después, comenzó a cantar una hermosa melodía que comenzó a endulzar mis oídos.
Meowscarada estaba usando voz cautivadora conmigo.
A veces me preguntó, ¿En qué rayos estaba pensando cuando le enseñe ese movimiento?
Solo sé que a medida que ella cantaba, yo la iba encontrando más y más atractiva. Incluso hasta comencé a comportarme cariñoso con ella.
—¿Por qué había dicho que te había echado de mi habitación? No me acuerdo~
Le dije contento mientras llevaba mis manos a sus glúteos y les daba un atrevido apretón.
—meowsca...~ U/w/U
Respondió la Pokémon cortando mi pantalón, el cual cayó al suelo junto a cada prenda que cubría mi cuerpo.
Meowscarada me tumbó en la cama y luego salto encima de mí de una manera salvaje y comenzó a montarme.
—¿no crees que deberíamos ponerle seguro a la puert...? ¡Aaah...!~
La Pokémon se dió un sentón brusco encima de mi, haciéndome pe netrarla de golpe.
Ambos exclamamos un fuerte gemido ante el movimiento brusco de su cuerpo el cual fue callado por el sonido húmedo de los sentones que repetía la Pokémon una y otra vez, encima de mi.
El interior húmedo y caliente de Meowscarada apretó mi virilidad envolviendola en el íntimo manto de sus espasmos. Sus jadeos agitados iban al compás de sus movimientos, y su aliento chocaba con mi barbilla en forma de vapor pues ambos teníamos casi la misma altura, así que muchas cosas de lo que hicimos esa ocasión eran anatómicamente posibles.
Los embates de Meowscarada eran cada vez más bruscos y los roces de nuestros cuerpos cada vez más intensos. No paramos hasta que nuestras partes íntimas comenzaron a llenarse de espasmos, mismos, que erizaban nuestra piel cada vez que pulsaban.
Envuelto en el placer del momento, besé a Meowscarada, dándome la oportunidad de recorrer cada rincón de su boca. La Pokémon no sabía que hacer al principio, pero de a poco se fue acostumbrando y luego imitaba mis movimientos.
También le di ideas de como moverse, tomé su cadera y la pasé suavemente en círculos, deslizando con calma mi miembro sobre su dilatada cavidad, haciendo que sus espasmos se hicieran más intensos.
—m-meowsca... meows... meows...~
Los gestos de Meowscarada se vieron distorsionados por el placer y el sonrojo de sus mejillas se tornaba más intenso, sus ojos entrecerrados se posaron en mi mirada y conectamos nuestras miradas por un prolongado momento mientras nuestros cuerpos se mantenían unidos eróticamente, embriagado por la magia de su voz cautivadora la cual mantenía vivo mi deseo a causa de su efecto.
Sus calientes caderas se movían frenéticamente, y apretaba el cuerpo, haciendo más estrecha la íntima brecha a sus entrañas.
De pronto, sus movimientos bruscos se detuvieron de golpe, se mantuvo quieta y dejo que su cuerpo reaccionará a los fuertes espasmos que sacudieron sus entrañas. La Pokémon exclamó un sofocante alarido de éxtasis y fue entonces cuando me dí cuenta que había llegado al climax.
—m...meows...~ /w/
Luego de terminar, la Pokémon se acostó en mi regazo, descansando su cabeza en mi pecho mientras los espasmos se apaciguaban en su interior.
Meowscarada había terminado, había saciado su libido instinto sobre mi cuerpo, pero yo aún estaba exitado, y con muchas ganas de consumar mi deseo yo también.
Mis manos soltaron su delineada cintura y tomaron sus torneados glúteos, apreté suavemente hundiendo mis dedos en aquella suave piel aterciopelada y embestí su débil y tembloroso cuerpo.
La tenía encima de mí, pero eso no me detuvo para tomar el control de la situación y empuje mi cadera hacia su entrepierna una y otra vez sin pausa. Mi miembro se mantenía firme a medida que se deslizaba dentro y fuera de su cuerpo sometiendo su estrujada zona íntima.
Mis embates castigaban su trasero, los gemidos aunque exhaustos exclamaban todo el gozo de su sentir, mientras Meowscarada trataba de resistir cada insaciable estocada que mantenía unidos a nuestros cuerpos.
La lujuria me llevó al límite, sentía demasiado placer el poseer su cuerpo en secreto, la idea me exitaba, y alentaba la idea de consumar mis ganas en sus entrañas así que terminé.
—¡Aaahh...!!~
Los espasmos en mi cuerpo me llevaron al climax y expulse mi semilla en sus entrañas.
No me contuve a la hora de correrme, simplemente deje que mi cuerpo liberará toda esa lujuria que ambos habíamos cosechado, hasta que ambos terminamos exaustos y complacidos.
Luego de un rato, el efecto de la voz cautivadora de Meowscarada terminó, haciéndome reaccionar.
—¿Eh? ¿Q...Que rayos fue lo que hicimos? Ó_Ò'
Meowscarada bajo de mi cuerpo y se acostó a mi lado, no sin antes mirarme victoriosa pues se había salido con la suya... nuevamente.
—no me mires así...
—da...
—¡No te burles! Oh, cielos... esto no está bien... es, es un error.
—¿meowsca...? UwU
—¡claro que está mal!!
—meows...~
—¡eso no es cierto! tú no lo haces por amor, lo haces solo para sentirte ser la "dominante" ¡por tu culpa mis amigas ya no me hablan!!
Meowscarada soltó una traviesa risilla al escucharme todo awitado.
—¡no te rías!
De pronto, mi madre regresó a casa junto a Gardevoir, mi otra compañera Pokémon.
—hijo, ya estoy aquí ¿Dónde estás?
Preguntó al entrar por la puerta principal y luego se dirigió a la cocina.
—eh... en mi habitación, mamá.
Respondí nervioso.
—que bien, ¿estás tú solo?
—eh... n-no... está...
Mire a Meowscarada y ella solo me pidió, de manera burlona, guardar silencio.
—estoy... eh... con Meowscarada.
—¿Con Meowscarada?
Preguntó extrañada pues bien sabía lo pésimo que ambos nos llevamos.
—s-si... con Meowscarada.
—¿quién lo diría? me alegra saber que ya se llevan mejor.
Agregó mientras se escuchaba que acomodaba algunas cosas en la alacena.
—ahora bajen para cenar ¿quieren?
—si, mamá...
Respondí mientras buscaba algo de ropa, una que no estuviera echa trizas.
La Pokémon estiró el cuerpo con pereza y luego se levantó de la cama para salir de la habitación, no sin antes darme una nalgada.
¡TRAAAZ!
Sonó la palma de su mano dando una fuerte palmada en mi glúteo derecho, dejándome su mano marcada.
—¡Órale! ¡oye no vuelvas a hacer eso!
Exclamé muy enojado.
—meowsca... meowsca... UwU
No sé que fue lo que me dijo, pero por su tono irónico creo que dijo que yo era su pu...Tita o algo así.
Luego de eso abrió la puerta y salió de mi habitación.
—¡hey! ¡cierra la puerta!
Meowscarada me ignoró dejando la puerta abierta y bajó a la cocina para cenar.
Parecía que Meowscarada se empeñaba en volver mi vida un completo infierno.
Primero echó a perder mis sueños en convertirme en campeón de la liga de Paldea (luego les contaré, de momento no quiero hablar de eso) y ahora quería arruinar mi carrera de adiestrador de Pokémons comportándose tosca y malcriada conmigo frente a la gente.
Y de echo, fue por ella que decidí convertirme en adiestrador.
Si, lo hice para encontrar el problema y el porque de su tosco comportamiento, aún se sigue resistiendo, pero estoy dispuesto a ayudarla.
Sé que muchos de ustedes no saben de qué rayos estoy hablando, otros están aquí solo por el lemon poke...fí...lico
así que pónganse cómodos por qué habrá suficiente para todos.
Ahora, pasaré a ponerlos al día, y comenzaré por contarles sobre el día que conocí a Meowscarada cuando era apenas un Sprigatito.
Continuará...
