Descargo de Responsabilidades: este fanfiction no tiene la intención de obtener una remuneración económica.
I. Observación
Parece mentira, pero echo de menos los tiempos en el Instituto Furinkan; entonces todo parecía más simple. Ya no tengo 15 años, ni tampoco 18. Así es, me han salido pelos en los huevos; en teoría ya soy un hombre hecho y derecho. Ahora tengo la friolera de 20 años, y siento que me estoy consumiendo por dentro.
Estoy aquí, apostado contra el muro en el jardín de la casa de los Tendo, la que ya considero prácticamente como mi casa también. Es un sábado de mayo como otro cualquiera, con la diferencia de que Akane ha invitado a sus amigos de la universidad para echar la tarde. Mis viejos y Soun se han ido fuera el fin de semana. No sé cómo convencieron a la momia de Happosai para ir también, pero nos hicieron un verdadero favor. A Nabiki la perdimos de vista en cuanto ingresó en la universidad. Y respecto a Kasumi, hace un par de años que vive con el doctor. La echo bastante de menos, su forma de cocinar, su amabilidad, cómo mantenía la casa en orden… Tofu no sabe la suerte que tiene. Total, que ayer Akane y yo nos quedamos solos en casa, o bueno, mejor dicho, me quedé sólo en casa. ¡Qué triste, como en la película de Macaulay Culkin! Sólo espero no acabar como él. Río con sorna para mí mismo, levantando con un movimiento del pie una pequeña piedra que hay en el césped para cazarla al vuelo con la mano. No me vendría mal entrenar para quitarme de encima este sarcasmo oscuro que me acompaña desde hace meses. No me lo puedo permitir. Tengo que estar aquí de vigilante para comprobar que nadie se sale del tiesto. Más bien, que ningún tipejo lo haga.
Akane salió ayer por la tarde con sus amigas, que hoy vuelven a estar aquí. ¿No se cansan de verse constantemente? Tuve la tentación de seguirla para ver qué hacían el resto de la noche, pero me dio pereza, y me quedé mirando las musarañas como un idiota, oyendo la televisión de fondo. Siendo honestos, más que pereza, creo que simplemente prefiero no saber si Akane está haciendo algo que en el fondo sé que me haría daño. La duda me carcome por dentro. Hoy, sin embargo, viendo que el enemigo ha venido a casa, no puedo estar más que atento y avizor y, si es necesario, dejar claro cómo funcionan las cosas en mi territorio.
Conozco de pasada al grupo de amistades de Akane, al menos a los más cercanos. Varias chicas y también a un par de tíos que ya he constatado que no son una amenaza. Pero la quedada organizada hoy en casa es bien distinta. Ha venido bastante más gente, entre ellos unos perroflautas que no me gustan ni un pelo. Tengo fichados a dos que no dejan de hacer el idiota delante de las chicas, queriendo captar su atención. Lo peor de todo es que Akane a veces les ríe las gracias. ¿De verdad le parecen graciosos o lo hace para sentirse parte del grupo?
Se me acerca una chavala a la que no conozco de nada y que intenta entablar una conversación. Lo tienes crudo, bonita, tengo cero ganas de hablar. Por el rabillo del ojo noto como Akane mira en nuestra dirección, así que alzó la cara y encuentro sus preciosos ojos color canela. Al segundo, ella desvía la mirada. Llevo tiempo sintiendo que me esquiva, o que me ignora, no sé bien cómo expresarlo, pero me tiene preocupado y cabreado a partes iguales.
Mi relación con Akane podría decirse que es "cordial". En alguna ocasión he sentido que nos hemos acercado más, pero nada realmente significativo. Tampoco es que yo haya puesto mucho de mi parte, ni ella tampoco. Desde que va a la universidad tiene la cabeza centrada en otras cosas. Al mismo tiempo, nuestros padres cada vez dan menos la brasa con el compromiso, no sé si por cansancio o dejadez. Quizás estén esperando a que Akane se gradúe, vete a saber.
—¿Entonces tú eres el chico que vive de gratis aquí con los Tendo? —escucho decir a la petarda que tengo delante, atrapando por primera vez mi interés.
—¿Perdona? —le contesto ofendido, mirándola de arriba abajo como si fuera un insecto. ¿De gratis? ¿Eso es lo que va contando Akane por ahí?
La chica comienza con una nueva verborrea, pero pierdo el hilo cuando veo en la distancia como uno de los perroflautas empieza a coquetear con Akane delante de mis narices. Están medio dándome la espalda, ignorantes de que les estoy observando. Odio con todo mi ser la forma en que la miran, como si fuera comida, en cómo hacen el ridículo, mariposeando y soltando bromas, para que Akane les haga caso. Me empieza a hervir la sangre cuando veo como el idiota de turno extiende el brazo y coge a Akane por la cintura. Estoy a punto de pasar a la acción cuando veo como Akane le retira el brazo educadamente. De haber estado en el instituto le habría enviado bien lejos de una patada. Primer aviso, imbécil. Como te vea ponerle las manos encima de nuevo se te va a caer algo más que el pelo.
Kanakosmiles: ¡Hola a todos! Os comparto una historia que ha nacido a raíz de escuchar la canción "Supernova" de Saiko. Espero que la disfrutéis.
