Dimitri Belikov -un ex guardián BM7 y ahora un poderoso strigoi- esperaba la llegada de Rose, la joven novicia de la academia St. Vladimir de Montana que una vez entrenó y que se volvió en una promisoria guardiana.
Como strigoi, era todo sobre el poder y la posesión y ella le había arrebatado ambas cosas de las manos en su paso por Rusia.
Y era la hora de su venganza más oscura... y mejor planeada.
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"Esta noche la verá morir, princesa, y no habrá vuelta desde las sombras para ella".
Y Lissa -la princesa Dragomir-, comenzó a llorar.
"Yo la habría hecho mi reina, pero ahora la quiero muerta".
Rose entró de pronto -siendo la viva imagen de una llamarada de energía y de poder- y atacó directo a Dimitri.
Él siempre le dijo que exterminara al más débil primero, o agotaría su energía intentando acabar con el más fuerte.
Pero lo desoyó completamente -se volvió strigoi, gruñía cuándo se lo recordaban-, y usó toda la impronta energética de la que pudo echar mano, para exterminarlo de una buena vez.
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Lissa nunca había visto realmente luchar a Rose. O a un guardián, realmente.
Pero parecía en una completa sincronía con Dimitri. Eran movimientos espejo entre ambos.
Rose era pequeña y liviana, y Dimitri era alto y mucho más pesado, pero tenía una habilidad inhumana.
Así que Rose lo contrarrestó con su propia velocidad.
Pero Lissa no podía distraerse o todo se perdería.
"Christian", susurró, inaudiblemente; "¡ahora!", lo urgió.
De pronto, un anillo de fuego separó a Rose y a Dimitri, formándose en torno a él.
Lissa tomó la estaca que ocultaba en su ropa -una con diseños geométricos en el mango, la que él le enviara a Rose, desde Rusia- y corrió hacia Dimitri.
Y lo apuñaló una, dos -y hasta tres veces-, hasta lograr atravesar su caja torácica y tocar su corazón con su magia.
Dimitri cayó al suelo gritando, como fulminado por un rayo.
Y de su corazón manó una sustancia viscosa, oscura y sibilante; que se evaporó al contacto con el aire.
La herida se cerró, dejando una cicatriz roja y palpitante; y Dimitri abrió los ojos al mundo de los vivos y gritó de dolor.
Sus ojos goteaban sangre y fueron perdiendo su color vampírico y de la boca cayeron los dos colmillos afilados, empujados por la encía adolorida; sin que hubiera un repuesto a ellos.
Los humanos no reponemos los dientes, en todo caso.
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Todo esto frente al Capitán Croft y al contingente de guardianes que iba con él; para a rescatar a la Princesa Vasilissa Dragomir y a Máster Christian Ozera.
Un operativo guiado por Rose en realidad, a través de su vínculo con la princesa -extraño, pero muy útil- al parecer.
Dimitri miró alrededor, pestañeando.
Vio a Rose, inconsciente contra un muro; la que fuera arrojada por la fuerza del estallido de la vuelta de su alma a su cuerpo y la expulsión de la magia necromante de su corazón.
Cristian Ozera estaba arrodillado junto a una sollozante Lissa y junto a ellos, un pasmado Capitán Croft.
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Pero el dolor no dejaba respirar a Dimitri y se tomó la cabeza con sus manos, ovillándose en el suelo.
"Duele!", gritó, "¡me duele mucho!", berreaba como un bebé recién nacido.
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Lissa se arrastró hacia él -sin que nadie atinara a detenerla- y lo rodeó con sus delgados brazos, meciéndolo y cantándole como si fuera un bebé -su bebé, en todo menos la sangre y el que fuera nacido de su vientre- porque asì de fuerte era el vínculo del espíritu con el renacido.
Más aún que con su SK, a quién este nuevo vínculo había empujado fuera de su aura.
Dimitri se aferró a ella, llorando y gimiendo sin control; meciéndose en sus brazos.
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"Mi vida le pertenece, princesa. Mi muerte le pertenece también. Sólo debe ordenarme", le susurraba, una y otra vez.
"Todo ha acabado ya, has vuelto a nosotros al fin...Ahora serás feliz, tú y Rose serán felices al fin", le susurró, al oído.
"No. No debe preocuparse nunca más por mí, princesa. Y respecto a... a Rose Hathaway... ella es joven y es fuerte y se repondrá a todo esto".
"¡Pero ella te ama!", lo miró a los ojos y obvió a los otros atónitos guardianes que apenas parpadeaban. "¡Pero ella te ama!, ¡todo esto es por ella!, ¡ella dio con la forma!, ¡y recorrió el mundo por tí!. ¡Dimitri, lo perdió todo por tí!".
"Ella es una mujer fuerte, princesa. Se repondrá al fin. Es joven", repitió Dimitri, su voz desprovista de toda emoción; "apenas dejó de ser una niña. Pasó toda su vida encerrada en una Academia, y no en realidad sabe lo que es el amor, o la diferencia con un conjuro que sigue enganchado a su corazón... y además, El amor se desvanece... el mío ya lo hizo... mucho tiempo atrás".
Un grito desgarrador se oyó desde el otro extremo.
Rose -recién reaccionando de la onda de choque mágico que la arrojó contra el muro, como a muchos- y lo primero que oyó es que ya no era amada.
"Pero... yo te amo!", gimió, levantándose.
"Fue un espejismo, Rose. O supongo que ya es hora de llamarte Guardiana Rose Hathaway", y miró a Croft, que asistió; atónito. "Yo... era una fantasía a la que te aferraste para no sentir tanto dolor por la pérdida que te golpeaba una y otra vez. Tu madre, que te abandonó en tu infancia. La muerte de los Dragomirs, que te trataban como si fueras de la familia. La pérdida de la libertad que apenas tocaste en el mundo de los humanos. Mason Ashford. La Masacre en St. Vladimir. Ahora que eres adulta, puedes encontrar a alguien real que amar... una vez que aprendas a distinguir entre un espejismo y el verdadero amor".
Rose cayó al suelo, llorando.
¿Acaso ya no tenía sentimientos?, ¿o emociones?, ¿o lo que quedaba de él era sólo una carcasa vacía?, acaso... ¿acaso seguía siendo un strigoi dentro de su carcasa dhampir?.
Puso su cabeza sobre sus rodillas y el pelo cayó sobre el suelo, formando una cortina protectora.
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"Vamos Rose, levántate", la animó Cristian, "debemos irnos. El resto del convoy ya llegó. Mira, el capitán Croft mismo ya está aquí, tenemos que irnos".
Y Cristian miró a su alrededor, desesperado; cómo pidiendo ayuda.
No la dejarían ahí, ¿verdad?.
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Pero Rose no se movía de su posición catatónica.
Un guardián se acercó, ante las órdenes de Croft; y la levantó en brazos.
Rose no se resistió.
Estaba en shock. Su corazón estaba roto y nada lo repararía ya.
Ni siquiera la muerte.
Hubo una gran conmoción en la corte, que despertó ante las noticias del rescate.
La llegada del convoy con la princesa rescatada y con el guardián restaurado, entre esposas y guardianes.
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Alertados del extraordinario rescate, La Reina y su Consejo se reunieron de inmediato para recibir a Lissa, a Christian; y así analizar qué pasó con Dimitri.
Era un hecho sin precedentes.
Croft había ordenado que recopilaran -y de inmediato- las pruebas; que habían sido cuidadosamente levantadas por un piquete de guardias especialistas en casos CSI -incluída la estaca de plata que usara Lissa- y la extraña sustancia que salió de Dimitri.
Serían llevadas a velocidad de la luz a los laboratorios, para evitar su degradación.
Lissa fue llevada ante la audiencia privada.
Dimitri -con un contingente de seguridad máximo- fue llevado al área médica; en dónde todos los médicos reales y de la corte esperaban -entre ansiosos y aterrados- el poder examinar a Dimitri, una rareza; una excepción a la única regla conocida: no vuelves de la muerte strigoi.
Así que- ante la venia real que suponía su presencia allí- se avalanzaron sobre él y comenzaron a examinarlo.
Tenía pulso, y latidos y la sangre -fresca y dhampir- corría por las venas.
Se tomaron las muestras de ADN de distintas partes de su cuerpo -porque habían marcas y sombras extrañas en algunas partes, y posteriormente se analizarían aspectos más... internos de su cuerpo.
Sip, probablemente lo ordeñarían hasta por los lagrimales.
Ya en la audiencia -en la que sólo estaban los 11 principados, además La Reina y el Capitán Croft- Lissa comenzó a ser interrogada.
"Princesa Vasilissa Dragomir", comenzó La Reina. "Dinos exactamente que has hecho para provocar tan extraordinario evento", ¡Ah!, la Reina Tatiana. Tan directo al grano, como siempre.
"Yo... sólo... bueno, encanté una estaca de plata con mi magia, después que logré aprender cómo estacar a un strigoi".
"¿De dónde lo aprendiste?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿quién te lo dijo?, ¿ya había pasado antes?", saltó la Princesa Szelsky.
"Yo... no sabía nada. Rose me lo dijo. Ella lo oyó en Rusia, de otra moroi, que era otra usuario como yo... Pero ellos lo oyeron de otro usuario, que dijo haberlo hecho antes... Rose lo buscó. Al usuario que lo hizo antes... Un tal... ¿Darú?... bueno, igual fue con un poco de mi ayuda... y él nos dijo que hacer. ¡Sonaba tan sencillo y tan lógico!, Solo podíamos creer... o no creer".
"Capitán Croft, que traigan a... esa muchacha aquí. Es una adulta ya, ¿verdad?", y Lissa asintió. "Hum, ya está graduada, cierto", y suspiró audiblemente.
Todos sabemos de quien era hija esa muchacha...
"Esa Guardiana...que venga. Hathaway -la hija, Rose- obvio... y traigan acá a mi doctor, quiero oír su veredicto... Y Ariana, si tu hermano está en la corte, dile que nos envíe a la madre también. Puede que necesitemos... un guardaespaldas de protección contra la guardiana Hathaway JR.".
Y Ariana salió a hacer unas llamadas.
Momentos después, ambas Guardianas Hathaway y el cirujano en jefe real fueron ingresados.
"¿Doctor?, ¿veredicto?, ¿verdad o mentira?"
"Su Majestad", habló el cirujano real en jefe. "Hemos probado todo lo que está a nuestro alcance médico. Dimitri Belikov tiene pulso y tiene latidos. Su presión es normal, incluso su azúcar, aunque está baja, lógicamente; por lo anteriormente ocurrido, suponemos. Las pupilas se dilatan y se contraen a la luz directa. La luz UV no le causa molestias de ningún tipo, ni la plata encantada. Sangra y su coagulación es rápida, más que un dhampir; pero no a rangos anormales. Si no respira, se asfixia... puede comer y beber con normalidad. Le dimos cápsulas de seguimiento intestinal y está siendo monitoreado en vivo...".
Bajó la vista al tablet que mostraba los análisis y volvió a mirar a la reina.
"Se tomó una biopsia de la cicatriz y de, -bueno-; la mucosa en torno a los colmillos y se envió a patología... Se le tomaron varias muestras de ADN, porque presenta un extraordinario caso de quimerismo triple. Pero el análisis preliminar de su ADN muestra una variante, como una mutación; pero no es una anormalidad... Uno de los patólogos tenía una sospecha y nos hizo tomar una muestra de la Guardiana Hathaway -la hija de la otra Guardiana Hathaway", y las señaló, para no confundirse "y tienen algo muy similar, pero mucho más leve. A eso lo llamó la marca Espíritu. A primera evaluación, Dimitri Belikov es dhampir".
"¿Quimerismo?", dudó Lissa, recordando algo. "A Rose le detectaron quimerismo tras... el accidente, ¿cierto?", y ambas Hathaway asintieron. "Y no lo tenía antes... Y Dimitri tiene quimerismo triple. Quiere decir... ¿tres tipos de ADN?". Y miró al cirujano.
"Sí, Su Alteza, algo así. Pero esos ADN foráneos sólo están en esas zonas".
"Rose... ¿en dónde lo tienes tú?", y la miró.
"El cuello. Ahí impusiste tu magia".
"Entonces, ¿en dónde las tiene Dimitri?. Déjenme adivinar... ¿corazón y cuello?. La mordida y la estaca con magia".
"Que coincidencia", dijo la Reina. "Sabía que... la guardiana Rose Hathaway tenía algo raro en ella. Pero ahora lo comprendo un poco más. Es una quimera. Lleva ADN foráneo en ella".
"Que Rose tiene algo raro?", saltó Lissa, en su defensa; "Rose murió, ¡eso pasó con ella!, y yo la hice mi SK .Ella me oye, me siente, ve a los espectros y percibe a los strigois. Decapitó a dos en Spokane -en caso de que no lo supieran-, salvó a la academia y a los capturados. Si, ella fue; ¡porque habló con un fantasma, que le dijo en dónde estaban!. Y liberó a muchos otros en Rusia, y trajo a nosotros un secreto de tiempos de St. Vladimir -La regeneración de las Almas- o eso creemos. Tiene mi magia dentro de ella, desde los 15 años. Y ahora la tiene Dimitri. ¿Eso es lo raro?".
Hizo un alto en su apasionada defensa.
Porque también había llegado Dimitri -fuertemente escoltado- para cotejar sus historias.
Rose se veía más serena -la habían sedado a la fuerza, al parecer-, pero pálida y demacrada.
Dos guardianes la sostenían.
"Guardiana RoseMary Hathaway, como llegó al secreto de la regeneración de las almas, o como quieran llamarle", comenzó La Reina.
"Rose, usted no es mi madre, que me sacó de sus partes de niñita", gruñó Rose, bajo los efectos del sedante.
Sin filtro, aparentemente. Así que tomó aire, para quitar las telarañas de su mente.
"En Baia -una pequeña comunidad en Siberia- hay una usuaria de Espíritu, Oksana. Ella me sanó y me habló de... de haber oído eso de otro, como ella".
"¿A título de qué te hablo de eso?, ¿ya buscabas esa información?, ¿habías oído hablar de eso antes de tu viaje a Rusia?", presionó el Príncipe Tarus.
"No... cuando yo llegué a Baia por primera vez, Oksana me habló de... su magia. De cómo se evita que el Usuario y el SK caigan en... depresión... me encantó un anillo de plata y yo lo usaba siempre... en mi encuentro con... con... Dimitri, algo era diferente. Él era más... humano al contacto con el anillo. Al ver a Oksana nuevamente; se lo dije y ellos me dijeron eso de la restauración".
"¿Ellos?, ¿la otra Usuario y el que lo hizo antes?", dudó la princesa Ariana.
"Eh, no. Oksana y su SK y guardián, Mark. Eh. Marko Zaror se llama. Sí. eso. Ellos lo oyeron del otro".
"¿Y le creíste, así de simple?, ¡que ingenua!", se burló el príncipe Nathan Ivashkov.
"No tenia más opciones si quería... quería...", susurró Rose, mirando a Dimitri, que evitó su mirada.
"Restaurar a... tu mentor, verdad, ¿Rose?", insistió La Reina. "¿Por qué eso era tan importante para ti?, porque si no lo sabías al ir a Rusia, sí lo supiste al regreso y hoy... eso se logró, ¿por qué?".
"Porque.. yo lo amo, Su Majestad", susurró Rose; cabizbaja.
Silencio. Murmullos.
Miradas de complicidad, de pena, de molestia.
También de mucha angustia.
"Acércate, Dimitri Belikov. Eso vamos a hablarlo más adelante, tú y yo. Y niña, sécate las lágrimas. Las guardianas no lloran por amor. Y si no lo sabes, que tu madre te lo explique", ordenó La Reina.
"Las guardianas no deberían siquiera enamorarse tener hijos", masculló el príncipe Ronald Ozera a su par Lazar, Efraim.
La Princesa Ariana se volvió a ellos, con el ceño fruncido.
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"Janine -su madre-, es la guardiana de mi hermano Anthony y ser madre jamás ha interferido en su trabajo", intentó razonar con ellos.
"Evidente, Ariana, mira el desastre de hija que tiene. Rebelde, irrespetuosa, enamorándose de su mentor, puesto allí para entrenarla. Es evidente que no tuvo una... madre que la guiara", indicó la Princesa Marcella Badica, sin malicia. "Y todos sabemos que Hathaway -la madre, claro-", y la señaló con una mano, "es mejor guardiana que madre... y aún es probable que esta niña logre ser mejor guardiana... si, hubiera tenido a un mejor guía... ¿no es lo que Dashkov quiso que viéramos?. Pero volviendo al tema; si su madre no quiso abortarla, debió dejarla en un orfanato; allí al menos habría crecido con otros niños previo su ingreso a la academia... se nota su falta de contacto con la realidad".
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Rose levantó la vista, sin sorpresa.
Lo llevaba oyendo desde que tenía memoria -y también de su madre- en momentos de ira.
"Rose", Lissa se le acercó y le apretó una mano, confortándola.
Ella tambieén lo habia oído multitud de veces.
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La Reina hizo un gesto de silencio, que las puso en alerta.
Y Lissa le soltó la mano, más preocupada por Dimitri que por Rose.
"Dimitri Belikov, ¿qué edad tenía en la academia?", le preguntó directamente La Reina.
"23 años, Su Majestad".
"Rose, ¿y tú?, en la academia, digo. Cuando él las encontró".
"17 años, Su Majestad".
"Y dices que lo... amabas y por eso lo... buscaste ver si era verdad lo de esta restauración, ¿cierto?", preguntó directamente la Princesa Badica.
"¡Eso es ilegal!", bramó el Capitán Croft.
"Yo lo amaba, si. Pero... nunca hubo nada, aunque yo lo creyera...".
"¿Belikov?", insistió el Príncipe Lazar.
"Rose... me dijo que me amaba, es verdad. Y en algún momento, creí corresponder. Luego fui transformado y eso no existió más. Los strigois poseen, desean, pero no sienten. Yo no lo hice. Ahora... la Princesa Vasilissa Dragomir me trajo a la vida. Mis emociones están allí, pero no ella; Rose no está entre ellos. Así que no. No debí amarla nunca... Deben comprenderla. Abandonada en una academia a los 4 años, para huir de ella a los 15 años no por sí misma sino en protección de su... moroi o como ella la viera; entonces. Dos años después, llego yo... ella no tiene más experiencia en la vida que está. Y llego yo...".
"Joven, guapo y disponible", susurró la Princesa Ariana a la Princesa Marcella, entre risitas.
"Ariana tiene razón en eso. Un guardián joven, guapo y disponible llega y una niñita -dijo la reina, despectivamente- con tanta... tantas ganas de vivir... se encandila contigo... bueno. No hagamos mas grande esta herida en Rose... Si... es lo mejor. Capitán, asìgnela a mi sobrino. Después de todo, es su... ahh, novia oficial, ¿verdad?".
"¡Protesto!", reclamó el Príncipe Nathan, pero la reina lo silenció con un gesto.
"Ella le ha hecho algo de bien. ¡Felicitaciones, Guardiana Rose Hathaway!, ya tienes un cargo, y partirás hoy con él. Ahora, volvamos a Dimitri Belikov... ¿así que sientes de nuevo?".
"Emociones que ya estaban antes, Su Majestad...".
"Específica, por favor".
"A mi madre, a mis hermanas, a mi abuela. Mi pueblo y mis amigos de infancia, en Baia... el dolor por la muerte de mi primer cargo, Máster Iván Zeklos", e hizo una inclinación a Ekaterina; que la respondió.
"Bueno,. Capitán, ordene pruebas completas, tanto médicas, como psiquiátricas y físicas. Póngale uno... no, dos guardianes como sus custodios y hospédenlo donde haya mucha luz y sol. Reasìgnele algo de dinero para comida y esas cosas, no lo vamos a matar de hambre, ¿verdad?. Pueden retirarse. Y si sus cosas de St. Vladimir aún están disponibles, que se las traigan en la próxima encomienda... no puede andar desnudo por la corte, ¿verdad, princesas?". Y las miró son severidad.
Seguramente, las picaronas querían... Pruebas privadas.
Caminando entre sombras. Una historia antigua muy darkfic, que también quería reflotar un poco.
