Descargo de responsabilidad: ya saben ustedes que PUCCA y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a su creador Boo Kyoung Kim. Yo sólo usé sus personajes, para crear esta historia loca, pero según yo entretenida.
Descargo de responsabilidad 2: así como el libro de Harry pottery sus personajes no me pertenecen, pues le pertenecen a la autora JKRollin. yo sólo utilicé a Harry potter para juntarlo con Pucca, así que no plagien, adapten o copien por favor que eso no está bien.
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"Aunque el día parezca oscuro y sombrío, nunca olvides que siempre hay luz al final del túnel, lista para iluminar el camino hacia mejores momentos."_(Pucca Walburga Black Dooda)
El último mes de Harry con los Dursley no fue divertido. Era cierto que Pucca y su hermano Garu se quedaron con él y también era cierto que Dudley le tenía miedo y no se quedaba con él en la misma habitación. De hecho, como Pucca se quedó con ellos, ella tuvo que dormir en la habitación de Dudley y su primo tuvo que ir a dormir con sus tíos.
Obvio a los Dursley no les había gustado la idea, pero no pudieron evitarlo cuando Destiny les amenazó con convertirse en dragón y convertirlos a ellos en cenizas sí no acataban su orden. Una semana después, él tuvo que irse porque según tenía deberes, pero antes de eso volvió a amenazar a los Dursley.
–Más les vale no correr a Garu y a Pucca, porque me volveré en un fuerte dragón y los quemaré, ¿Quedó claro? Sí lo hacen lo sabré, o Pucca no tardará en comunicármelo de alguna manera.
Los Dursley asintieron y así Destiny se fue, dejándolos solos con ellos y así todo siguió casi a la normalidad. Tía Petunia y tío Vernon no lo encerraban en la alacena ni lo obligaban a hacer nada ni le gritaban, era lo mismo que pasaba con Pucca y Garu.
En realidad, ni siquiera le dirigían la palabra ninguno de los Dursley. Mitad aterrorizados, mitad furiosos, se comportaban como si las sillas que Garu, Pucca y Harry ocupaban estuvieran vacías.
Aunque aquello significaba una mejora en muchos aspectos, después de un tiempo resultaba un poco deprimente. Su único consuelo es que Pucca sé quedaba con él a jugar un rato, aunque no pudiera hablarle por su voto de silencio que hizo con Garu y que aún no sabía porque era.
Sin embargo, era mejor que ver a Garu meditar o entrenar con una espada que nunca soltaba ni le prestaba. Cuando Pucca no iba a verlos, Harry se quedaba en su habitación, con su nueva lechuza por compañía y siempre mirando a Garu entrenar.
Decidió llamar a su lechuza Hedwig, un nombre que encontró en Una historia de la magia. Los libros del colegio eran muy interesantes, pudo darse cuenta cuando abrió uno por primera vez.
Por la noche leía en la cama hasta tarde, mientras Hedwig entraba y salía a su antojo por la ventana abierta. Garu siempre se quedaba dormido temprano, siempre con sus espadas colgadas en la pared junto unos viejos juguetes de Dursley.
Era una suerte que tía Petunia ya no entrara en la habitación, porque Hedwig llevaba ratones muertos a dentro. Pensó que Garu sé quejaría, pero cuando llegaba a verlo, solo negaba con la cabeza, rodaba los ojos y se volvía a dormir.
Cada noche, antes de dormir, Harry marcaba otro día en la hoja de papel que tenía en la pared, hasta el uno de septiembre. En ocasiones Garu lo ayudaba, aparentemente llevándose mejor con él con cada día que pasaba.
El último día de agosto pensó que era mejor hablar con sus tíos para poder ir con Pucca y Garu a la estación de King's Cross, al día siguiente. Así que bajó al salón junto a Garu y Pucca, donde estaban viendo la televisión todos los Dursley.
Se aclaró la garganta, para que supieran que estaba allí, y Dudley gritó y salió corriendo. Pucca fue más rápida, tomándolo en brazos y solo riendo al verlo patalear como un cerdito para el matadero.
–Zumbido... ¿Tío Vernon?
Tío Vernon gruñó, para demostrar que lo escuchaba. Quería hacer algo por su hijo Dudley, pero sabía que contra esa niña de aspecto frágil era difícil porque era más fuerte de lo que aparentaba.
–Zumbido... necesitamos estar mañana en King's Cross para... para ir a Hogwarts.
Tío Vernon gruñó otra vez.
–¿Podría ser que nos lleves hasta allí?
Otro gruñido dio, mirando a Pucca de reojo. Harry interpretó que quería decir sí, así que hizo un gesto a Pucca y ella soltó a Dudley.
–Muchas gracias.
Estaba a punto de volver a subir la escalera junto a Pucca y Garu, cuando tío Vernon finalmente habló.
–Qué forma curiosa de ir a una escuela de magos, en tren. ¿Las alfombras mágicas estarán todas pinchadas?
Harry no contestó nada, estaba aprendiendo a ser igual de silencioso que su hermano y la que ahora sospechaba que era su novia, pero que por algún motivo ninguno de los dos lo confirmaba.
–¿Y dónde queda ese colegio, de todos modos?
–No lo sé.
Dijo serio Harry, dándose cuenta de eso por primera vez. Sacó del bolsillo el billete que Hagrid le había dado, viendo de reojo como su hermano y Pucca hacían lo mismo.
–Tenemos que coger el tren que sale del andén nueve y tres cuartos, a las once de la mañana.
Leyó con seriedad, Pucca y Garu guardaron sus boletos y miraron a los Dursley. los tíos de Harry y Garu los miraron asombrados, casi sin poder creer lo que habían oído de la boca de Harry.
–¿Andén qué?
–Nueve y tres cuartos.
Repitió serio Harry.
–No digas estupideces.
Dijo serio tío Vernon.
–No hay ningún andén nueve y tres cuartos.
–Eso dice mi billete.
Sé defendió seguro Harry.
–Equivocados.
Dijo firme tío Vernon.
–Totalmente locos, todos ellos. Ya lo verán, se los juro. Ustedes esperen, será cuestión de tiempo.
Habló más seguro tío Vernon, agregando con seriedad.
–Muy bien, los llevaremos a King's Cross. De todos modos, tenemos que ir a Londres mañana. Si no, no me molestaría.
–¿Por qué vais a Londres?
Preguntó curioso Harry, tratando de mantener el tono amistoso.
–Llevamos a Dudley al hospital.
Gruñó molesto tío Vernon.
–Para que le quiten esa maldita cola antes de que vaya a Smeltings.
Pucca, Garu y Harry entendieron, así que se giraron y subieron a sus habitaciones, antes de que se echaran a reír por lo que tenía Dudley. Jugaron un rato con Pucca, luego Garu sé puso a entrenar con su espada de siempre y al final los tres se fueron a dormir temprano.
A la mañana siguiente, Harry se despertó a las cinco, la misma hora a la que Garu siempre se levantaba para hacer sus flexiones. Harry estaba tan emocionado e ilusionado que no pudo volver a dormir, así que por primera vez se unió a su hermano en sus ejercicios de siempre.
Cuando dieron las 6:00 de la mañana, Garu y él se levantaron, poniéndose Garu su ropa habitual de ninja y Harry se puso los tejanos: No querían andar por la estación con su túnica de mago, ya se cambiarían en el tren.
Miraron otra vez su lista de Hogwarts para estar seguros de que tenían todo lo necesario, se ocuparon de meter a Hedwig en su jaula y luego se pasearon por la habitación, esperando que los Dursley se levantaran. Luego fueron a ver a Pucca como estaba, ayudando a Pucca a meter todas las cosas en su baúl de color fuego y con diamantitos de rubís.
Dos horas más tarde, el pesado baúl de Harry, el de Pucca y el de Garu estaban cargados en el coche de los Dursley y tía Petunia había hecho que Dudley se sentara con Harry, para poder marchar. Mientras que Pucca y va en moto con Garu detrás de ella, luego de que hace unos tres días atrás Destiny sé la trajera, así solo seguirían el carro de los Dursley a su paso.
