Entonces...
El Cyclone y el Sky Patrol atravesaban las nubes cual flechas, volando una alrededor de la otra en una danza desesperada intentando cortar distancia con la gigantesca nave. Iban a una velocidad de vértigo, mientras Sonic se mantenía impasible agachado en el ala derecha, Knuckles y Amy se sostenían lo mejor que podían en la cola y el ala izquierda de la aeronave respectivamente. Cuando estuvieron a la par de la mega nave, Sonic dio una seña a Tails para que se acercase más, luego puso su mano derecha en su oído y pulso un pequeño aparato que tenía dentro.
"¿Pueden oírme?", gritó el erizo.
"¡Ahhg! ¡No hace falta que grites! Los micro-comunicadores cancelan todo el ruido por muy alto que sea, te escucho fuerte y claro", respondió Nicole del otro lado del comunicador.
"Excelente trabajo de ingeniería", alabó Tails, quién se había conectado al canal.
"Gracias, fue un trabajo en equipo", participó Rotor.
"Ya hablaremos al respecto cuando terminemos aquí. Debemos encontrar un punto débil por el cual entrar a esa cosa", intervino Knuckles en la conversación.
"El equidna tiene razón, debemos actuar ya", dijo Sally al conectarse al canal. "Debemos buscar algo similar a una entrada de suministros, ese seria el lugar adecuado".
"Creo ver algo, Sígueme Tails", Agregó Rotor.
El Sky Patrol tomó la delantera mientras el Cyclone le seguía de cerca. Se fueron aproximando a lo que parecía una compuerta sellada.
"Se ve prometedor, pero debe de estar bien blindada, no la podremos atravesar", Concluyó Sally.
"Entonces habrá que cortar", Intervino Antoine con su marcado acento del Norte de Spagonia.
"Ese es el espíritu, Cariño. Sally, vamos saliendo", intervino Bonnie.
"Muy bien", permitió Sally. "Sonic, tu y los tuyos estén preparados.
"Siempre lo estamos ¿Verdad?"
"¡Claro!", respondieron Amy, Tails y Knuckles al unísono.
EL Sky Patrol se acercó aún más a la gigantesca nave y por una de sus compuertas dos figuras, una llevando a la otra, salieron volando. Bunnie utilizaba sus piernas robóticas para volar mientras que con su brazo robot disparaba con un rayo de energía a las uniones de la compuerta. Entonces le dio un impulso a Antoine, quien tras desenvainar su espada, salió disparado como un remolino, atacando los mismos lugar que atacó su pareja, para luego colgarse a un lado clavando el arma.
"Ya debe estar, pero necesitamos un poco de fuerza bruta", comunicó Antoine por el canal.
"Yo me encargo", respondió Knuckles mientras se preparaba para saltar.
El Equidna saltó hacia la compuerta, rotando como un tornado, hasta que impactó de lleno contra ella, desencajandola de su marco para que saliera volando. Bonnie actuó rápido y pudo salvar a Knuckles de caer al vacío, pero tuvo que esquivar una decena de Badniks que salieron volando de la abertura, el Cyclone y el Sky Patrol hicieron lo mismo hasta que ya no salieron más robots. Antoine, Bonnie y Knuckles entraron primero, luego Sonic saltó junto con Amy, la última en entrar fue Sally, quien llegó utilizando su Xtreme-Gear.
"Muy bien, ya conocen el plan: Nosotros el equipo Freedom destrozamos la nave por dentro mientras Tails, Rotor y Nicole en el equipo Fighters lo hacen por fuera", ordenó Sally.
"¡Si!", respondían Tails, Rotor y Nicole por el canal de comunicación, luego el Cyclone y el Sky Patrol se alejaron de la abertura.
"Perfecto, ahora es que empieza lo divertido", Dijo Sonic.
"Así es", respondió Sally. "¡En Marcha!".
Y así todos ellos se adentraron a las entrañas de la gran bestia de metal.
Ahora...
El dolor de cabeza era insoportable, la luz que le pegaba directamente en los párpados no ayudaba. A duras penas Cream abrió lentamente los ojos, todo lo que podía ver eran borrones celestes y blancos. Junto a ella, sin embargo, pudo distinguir un gran borrón verde. Sus neuronas aún aletargadas comenzaron a hacer sinapsis y con torpeza intentó hablar:
"¿Vector...?", la coneja podía oír la voz de su cabeza, pero su verdadera voz se escuchaba como bajo el agua. Tampoco pudo distinguir bien lo que parecía decir el borrón verde.
El dolor de cabeza la estaba matando, por mucho que intentaba captar su alrededor el dolor se lo impedía, aquel golpe fue muy efectivo... Aunque ni podía recordar quién se lo había dado. Entonces la coneja simplemente se rindió, recostó nuevamente su cabeza sobre lo que se sentía como una almohada y prefirió seguir durmiendo.
Cuando volvió a despertar se sintió mucho mejor. El dolor, aunque aún presente, era más leve, permitiéndole recobrar el sentido de mejor manera. Ya no había tanta luz, más bien todo estaba envuelto en tinieblas, cuando pudo enfocar mejor su vista se percató de que era de noche. A su izquierda estaba una ventana con las persianas abiertas, dejando ver la noche estrellada. Otra cosa que notó a su izquierda, una figura familiar: su madre Vanilla, recostada sobre la camilla, durmiendo profundamente.
El verla, tras varias semanas sin poder encontrarse debido al trabajo, hizo que Cream se alegrarse como no lo hacia en mucho tiempo. Pero en el momento en que la inspeccionó mejor su alegría se esfumó. Se le notaba visiblemente cansada, con los ojos ojeroso y lo que parecían ser señas de lágrimas. Cream sintió una presión en su pecho al pensar lo que había pasado su madre en su ausencia y convalecencia, la culpa empezó a consumirla desde adentro. A su derecha pudo notar a Vector, sobre el diván de la habitación, también se le notaba agotado, aún vistiendo el delantal rosa; y sobre su regazo estaban los dos Chaos Cheese y Chocola durmiendo. Toda su familia estaba presente, todos cansados, todos preocupados, por su culpa. Había soñado con un momento de reunión similar por mucho tiempo, pero no de esta manera...
De pronto empezó a notar un extraño picor en la palma de su mano derecha. Sus guantes aún los tenía puestos, así que procedió a quitarse el guante derecho. Tras sacudirlo un poco de él salió un pedazo de papel doblado, húmedo por el sudor. Cream intentó desdoblarlo con delicadeza para que no se rompiera. El intento fue fútil pues este se rompió a la mitad, sin embargo fue capaz de juntar ambas piezas para poder discernir lo que llevaba escrito. La humedad había hecho difícil el identificar la letra y discernir bien lo que decía, pero tras un rato, lo averiguó:
La mejor forma de mentir es diciendo la verdad.
Eso era todo, sin firma ni dedicatoria, solo una frase la cual no pudo entender cuál era su sentido en un principio. Cream decidió simplemente deshacerse del papel y tratar de olvidar todo lo que había pasado. Posó su mano sobre la de su madre, con cuidado de no despertarla, y se quedó viéndola por un largo rato, tratando de disfrutar aunque sea un poco de su compañía, hasta que volvió a quedar dormida.
Cuando la luz del sol volvió a pegarle de lleno en los párpados fue que Cream despertó. Tanteo con su mano para ver si su madre aún seguía junto a ella, pero no encontró nada. Se medio incorporó y lentamente abrió los ojos, estaba completamente sola. Pudo oír murmullos provenientes de fuera de la habitación, gente caminando, camillas yendo y viniendo. A su diestra pudo ver una mesa de noche sobre la que estaba un reloj que daba las diez de la mañana. Vio que aún vestía parte del uniforme de La Academia, sin contar la chaqueta, y aun no se había vuelto a poner el guante derecho. Mientras se lo ponía pudo oír acercándose la voz de Vector y de Cheese juntos a otra voz conocida pero que llevaba tiempo sin oir .
"No lo voy a volver a repetir, el pastel de zanahoria no va a hacer que Cream mágicamente recobre el conocimiento. Es Cheese el que quiere comérselo", discutía Vector.
"[Los altos contenidos de Betacaroteno y Vitamina A son buenos para un cuerpo en crecimiento, a su vez que evitan la degeneración muscular. Abogó por suministrar a la Señorita Cream de dichos nutrientes para una recuperación más rápida]", intervino la otra voz robótica.
"Por mucho que repitas eso no me vas a convencer, hojalata ¡A ella ni siquiera le gustan tanto las zanahorias!", decía el cocodrilo mientras abría la puerta de la habitación. "Ella- ¡Enana, despertaste!", gritó cuando notó a la joven mirándole.
De inmediato Cheese se fue volando hasta los brazos de la coneja y se puso a llorar. Cream le abrazó con todas sus fuerzas mientras intentaba consolarlo. Cuando levantó la vista un momento pudo identificar al robot que acompañaba a Vector.
"¡Gemerl!", Cream quiso levantarse de la camilla, pero el robot la detuvo inmediatamente.
"[Aun no estas en condiciones de optimas, por favor espera a que concluya tu proceso de recuperación]".
"¿Podrías al menos acercarte un poco más para que pueda abrazarte?", respondió Cream mientras jalaba a Gemerl cerca suyo y los rodeaba con sus brazos.
"Me alegra ver que despertaste de buen humor", decía Vector mientras se sentaba en el diván.
"¿Mamá también está acá?".
"[La Ministra Vanilla tuvo que retirarse para una reunión de emergencia con el consejo. Pero estuvo aquí contigo desde que llegaste]".
"Si, lo sé..."
"Tu Secuestro causo mucho revuelo", continuó Vector.
"¿Cómo me encontraron?".
Vector se mostró bastante incomodo antes de confesar:
"Primero que nada quiero que quede claro que esto fue idea de Vanilla, no mía, pero... hay un rastreador en tu celular".
"¡Un rastrea-!"
"¡No mates al mensajero! A mi tampoco me gustó la idea, pero Vanilla insistió en que yo insistiese que tu lo usaras, y al final si tuvo razón. En el momento en que el aparato abandonó el borde exterior envió una señal de SOS a mi teléfono y al de Vanilla, y ella de inmediato contactó con Shadow para movilizar a los Freedom Fighters".
"¿Tanto solo por mi?".
"[Tu secuestro corroboró las sospechas de que hay puntos ciegos en la seguridad del reino. Que el enemigo sea capaz de entrar y sustraer ciudadanos, incluso familiares de altos mandos, es inaceptable. Así que se actuó en consecuencia]".
"Eso si, a un bajo perfil. No quieren que haya pánico en la población, pero internamente estamos en alerta máxima".
Cream volvió a sentir ese pesar en el pecho, y luego nauseas, algo que Gemerl y Vector pudieron notar al verle el rostro.
"[¡Advertencia! -Desbalance Anímico Detectado- -Suministrar Nutrientes de forma Inmediata-]".
"¡Creo recordar haber visto una Maquina Expendedora con Chaos-Cola! ¡Voy a buscarla!", decía vector mientras saltaba del diván y corría en dirección a la salida.
Cuando el gran cocodrilo abrió la puerta de golpe, se detuvo en seco y por un segundo quedó paralizado. Luego dio un paso hacia atrás y se inclinó haciendo una reverencia.
"¡S-su Majestad! ¡Un Honor estar en su presencia!".
"Por Gaia, Vector", respondió la voz femenina fuera de la habitación, "No es necesaria tanta formalidad".
Mientras Vector se hacia a un lado para permitir el paso, una mujer entraba en la habitación. La ardilla pelirroja estaba ataviada de un uniforme militar similar al del Comandante Shadow, pero menos ostentoso y carente de condecoraciones. Quizá lo que más resaltaba era la pequeña capa roja en su hombro derecho y el collar de la Familia Real de Acorn que colgaba de su cuello.
"Reina Sally...", alcanzó a musitar Cream.
"¿Por qué esa cara? Parece que hubieras visto un fantasma", dijo la reina antes de dar un pequeña risa. "Quizá esto te haga sentir mejor", agregó mientras le entregaba a la coneja una lata de Chaos-Cola.
"E-esto... ¿A que se debe su visita, Majestad? ¿N-no había una reunión del consejo?", preguntaba Vector que aun mantenía la cabeza agachada.
"Vector, por favor, relajate. Y si, el consejo está en reunión, pero les dije que adelantaran mientras veía como estaba Cream. Cuando supe que había sido secuestrada me preocupé bastante, pero me alegra ver que estas bien".
"Si, estoy mucho mejor, su majestad. Gracias por preocuparse... y por la bebida", decía Cream intentando mantener la naturalidad.
"Genial, entonces me gustaría hablar contigo a solas", dijo la reina con una sonrisa.
Cream se quedó mirando a Vector y este miró a la reina, la cual le miró devuelta y asintió ligeramente. Vector hizo un ademan con el cual llamó tanto a Gemerl como a Chesee, el cual por un momento se sintió reacio a obedecer hasta que Cream le indicó que lo hiciera.
"Nos retiramos, su majestad", avisó Vector mientras se dirigía a la salida.
"Cierren la puerta al salir, por favor. No tomará más de unos segundos".
Entonces...
El caos estaba servido dentro de la mega nave. Los Badniks que se encontraban dentro, aun siendo mayoria, no podían hacerle frente a los ataques rápidos y contundentes de los invasores, quienes avanzaban de forma decidida hacia su objetivo.
"Se esta volviendo más difícil el respirar", advirtió Antoine.
"No tenemos más tiempo", concluyó Sonic. "¿Alguna idea de a donde puede estar el punto débil de la nave?", preguntó a por el micro-comunicador.
"Mi análisis previo indicó que en la base, cerca de los propulsores, está la fuente de poder principal. Pero en la cima, cerca del morro, está una fuente secundaria que se activará inmediatamente si la otra falla", respondió Nicole al otro lado del canal.
"¡Estamos cerca de la segunda! ¡Pero a este paso estaremos fuera de orbita para cuando lleguemos a la primera!", exclamó Knuckles.
"Ustedes tal vez, pero yo no", respondió Sonic.
"Cierto", Afirmo Sally. "Tu ve a la fuente principal mientras nosotros nos encargamos de la secundaria, acabaremos con ambas a la vez. Será mejor que lleves algo más de fuerza por si acaso".
"¡Yo iré con él!", se postuló Amy.
"¡Muy bien, a la carga", ordeno Sally.
"Sostente con fuerza y aguanta la respiración, iré a máxima velocidad", indicaba Sonic mientras recogía a Amy en sus brazos. Los dos erizos desparecieron de la vista de los demás incluso antes de que el boom sónico sonase.
Todo a su alrededor no eran más que borrones multicolor, cualquier robot que intentaba cortarles el paso era irremediablemente destrozado junto a los que se encontraba a su alrededor. El borrón azul atravesaba la laberíntica infraestructura casi como un haz de luz en un panel de circuitos. Solo se detuvo cuando sintió que Amy tocaba su hombro de forma insistente.
"¿Estas bien? ¿Te falta el aire?", preguntó el erizo preocupado.
"Estoy...", Amy se detuvo un momento para recuperar el aliento. "Estoy bien, estoy bien. Nicole me dijo que ya llegamos al sitio", indicó mientras apuntaba al techo de la sala en la que estaban.
Una semiesfera gigante que emitía un brillo anaranjado estaba incrustado en el techo, a ambos lados de la misma dos enormes pistones trabajaban a toda maquina.
"¿Por qué siempre hacen este tipo de cosas tan obvias? Bueno...", bromeó el erizo para proceder a tomar una posición de carrera."En marcha".
"¿Estas Seguro? ¿Y si explota y te pasa algo?", cuestiono la eriza.
"Hace faltas más que un aterrador motor posiblemente radioactivo para dañarme. Además, no queda de otra. Vamos Ames, los demás cuentan con nosotros".
Aun dudosa, la joven eriza se posicionó y preparó su martillo Piko mientras el erizo cargaba su Spin Dash.
"Estamos listo", comunico Amy por el micro-comunicador.
"Nosotros también", respondió Sally. "A la cuenta de 3. 1, 2... ¡Ahora!".
"¡Ya!", gritó Amy.
Como una bala, Sonic se dirigió hacia Amy, quien lo desvió con su martillo, dirigiéndolo hacia el centro de la fuente de poder. El Erizo impactó contra la capa exterior y con su rotación fue penetrando hasta que pudo atravesarla por completo, colisionando con el núcleo y destrozándolo. El brillo de la explosión resultante fue cegador y estruendoso.
Amy podía sentir un fuerte viento golpeando su rostro. Se sentía ingrávida, sin un sentido de arriba o abajo. Los ojos aun cerrados le dolían y un agudo pitido le ensordecía. Hizo el intento de abrir los ojos, pero el fuerte viento le hacia difícil la tarea. El pitido de apoco amainaba, dejando paso al aullido violento del viento y, ligeramente a lo lejos, una voz de la que no podía identificar lo que decía. Puso más empeño en abrir los ojos hasta que empezó a ser doloroso, luego resolvió en colocar su cara en dirección opuesta a de donde soplaba el viento, fue entonces que pudo al fin ver y se encontró con una gigantesca masa amorfa de metal a medio destruir que amenazaba con aplastarla.
Intentó a duras penas mantener la compostura para no voltearse, inspeccionando a su alrededor pudo entender que algo había salido terriblemente mal y que estaba en caída libre. Cuando pudo entender su situación no pudo evitar hacerse la pregunta:
"¿Donde esta Sonic? ¿Donde están todos?".
Intentaba mirar a su alrededor buscando rastros de los demás, pero solo veía escombros y trozos de badniks en llamas. Quiso gritar para llamarlos pero la explosión la había dejado temporalmente afónica. El pitido en sus oídos ya se había desvanecido, pero ahora solo escuchaba al viento pasando violentamente a su alrededor. Solo un débil sonido era distinguible entre el bullicio. Ella se aferró a ese sonido e intentó averiguar su procedencia.
"Era de más arriba, por fuera de los cúmulo de escombros... quizá. ¿A la derecha? no, a la izquierda. ¿Cual es la izquierda? ya está por anochecer, me pregunto si a los muchachos les gustaría cenar pizzas ¿Podre llegar a cenar hoy siquiera? ¡No! digo ¡Si, claro que si! ¡Pizzas caseras! ¡Saldré de esta y haré las mejores pizzas que haya hecho en toda mi vida! Esta anocheciendo, el sol se oculta por el oeste, y el sonido viene del sentido contrario, entonces esta por...". Cuando pudo orientarse mejor pudo discernir lo que era el Sonido:
"¡Amy!", decía la voz de Sonic montado sobre el Cyclone.
Al Este, el Cyclone volaba en picado, con Sonic y Knuckles sobre las alas. Tails hacia todo lo que podía por acercarse a Amy, pero los escombros se lo impedían. Amy a su vez intentó mover su cuerpo de alguna forma que le permitiese estar más cerca de los muchachos.
"¡Más Cerca, Tails! ¡Más Cerca!", le pudo oír gritar al erizo.
"¡Hay demasiados escombros y estamos perdiendo visibilidad", respondía el zorro desesperado.
"¡Knuckles, lánzame!".
Por medio segundo el equidna dudó, pero de inmediato tomó al Erizo hecho bola entre sus manos y lo lanzó con toda su fuerza en dirección a Amy. En el trayecto, Sonic atravesó varios escombros y perdió impulso. Intentó recuperarlo utilizando su Homing Attack, pero cuando estuvo a solo unos metros de la eriza se quedó sin escombros a los cuales saltar. Sonic se encontraba tan cerca que las yemas de sus dedos rosaban las de Amy, solo necesitaba un un ligero empujón más para poder alcanzarla...
Ahora...
Cuando Cream terminó de beber la gaseosa, la reina Sally tomó la lata y la mantuvo entre sus manos.
"¿Mejor?", preguntó con genuina preocupación mientras acercaba una silla para sentarse.
"Si, muchas gracias, su majest-"
"Por favor, odio que me llamen así", interrumpió Sally mientras levantaba la mano y desviaba la mirada con ligera incomodidad. "No estamos en un evento publico ni nada. Llamame Sally, como entonces".
"Muy bien, Señorita Sally".
La reina esbozo una cálida sonrisa, Cream tuvo la impresión de que no era una sonrisa para tranquilizarla a ella, sino una autentica de alguien que parecía hacerlo por primera vez en mucho tiempo.
"Debió ser duro ¿Eh?", continuo hablando la reina.
"¿Qué cosa?"
"¡Puff! ¡El secuestro! ¿Qué más?", mientras Sally reia, Cream se puso tensa. "Tengo entendido que eres la mejor recluta de tu promoción en La Academia, así que imagino que quien te secuestró debió de ser alguien muy duro".
"eh.. Si, si lo fue. Fue difícil hacerle frente", respondió Cream dubitativa.
"¿Pudiste identificarlo?".
"¿Eh?"
"A tu secuestrador", el tono de la reina cambio de pronto a uno más apagado. "¿Pudiste verle el rostro con claridad?".
Un nudo se formó en la garganta de la coneja. Trató de mantener la vista fija en los ojos de la reina, intentando no parecer sospechosa. En los ojos de su interlocutora ya no pudo encontrar esa calidez de hace apenas unos segundo, solo podía ver una decisión gélida. Cream se sostenía con fuerza las manos para no temblar, cuando de pronto notó que su guante derecho estaba medio puesto, entonces un flash pasó de inmediato por su mente.
"No", respondió al fin la coneja de forma categórica. "Todo estaba demasiado oscuro, no pude verle bien".
Ambas se quedaron en silencio por un segundo. Sally sostenía con fuerza la lata entre sus manos.
"¿Estaba sola... la persona que te secuestró?", continuó la reina.
"Si".
"¿En todo momento?".
"No, me llevó junto a los suyos".
"¿Pudiste ver a donde te llevaron?".
"No, estuve todo el tiempo vendada".
Sally se mantuvo acariciando la lata con el pulgar por un par de segundos. Cream veía de reojo el reloj sobre la mesita de noche, el tiempo parecía correr con dolorosa lentitud.
"Los Freedom Fighters tienen indicios de que las personas que te secuestraron son las mismas que están atacando nuestros camiones de suministros", continuo la reina. "¿Crees que sea verdad?".
"Quizá", respondió Cream con cierta duda.
"¿Qué te hace pensarlo?".
"Pude oírles hablar al respecto".
"¿Qué oíste?".
"No mucho".
"Dime", de forma involuntaria, la reina aplastó ligeramente la lata entre sus manos.
"Oí...", la coneja hizo un repaso completo de sus recuerdos en solo un segundo. "Oí que mencionaban al reino, pero hablaban en un idioma que no entendía, de Apotos quizá. Solo pude reconocer cuando mencionaron al reino y a los Freedom Fighters, eso es todo".
Otro gélido silencio. tras unos segundos Sally dejó la lata medio magullada sobre la mesa de noche, luego empezó a levantarse.
"Si, había gente de Apotos entre los secuestradores, Shadow me lo corroboró. También me informó de que los perpetradores lograron huir, pero que sus crímenes no quedaran sin castigo".
Entonces la reina se inclinó y rodeó a Cream con un fuerte abrazo, un abrazo extraño que se sentía más como una prisión que un hogar.
"Habrá justicia, te lo aseguro Cream".
"Gracias, Señorita Sally".
"Me alegro mucho de que estés bien"
"Yo también, Señorita Sally".
Entonces...
Por el rabillo del ojo, Amy pudo notar como un par de bloques metálicos colisionaban y uno de ellos rebotaba en dirección a Sonic. En menos de un segundo ella reaccionó, invocó su martillo Piko y con él golpeó al erizo, lanzándolo lejos de la trayectoria del trozo de metal mortal.
"¡Amy! ¡¿Qué estas haciendo?!", fue lo ultimó que oyó decir el erizo antes de que se perdiese su voz entre el bullicio de los escombros colisionando.
Al eriza miró encima suyo como la gigantesca masa de metal se acercaba más y más, era un hecho que la aplastaría.
"Supongo que ya no podré hacer las pizzas", quiso bromear. "Y sin embargo, me siento satisfecha...", Cerró los ojos mientras esperaba a que todo terminase.
"¿Me invitaras a tus pizzas a mi también?", oyó una voz emergiendo de su micro-comunicador.
En ese exacto momento una figura salido de la nada y la atrapó, rebotando entre los escombros hasta que pudo encontrar el punto adecuado en donde entrar ilesa a la gigantesca masa de metal.
"¿Sally?", pudo identificar la eriza mientras tomaba posición sobre el Xtreme-Gear en el que iban.
"Ya me debes al menos un par de Pizzas", decía la intrépida ardilla intentando mantener la calma, aunque se le veía claramente alterada.
"¡Te haré todas las pizzas que quieras de por vida!", decía Amy mientras abrazaba a la ardilla.
"Pues ya tenemos un buen incentivo para salir vivas de esto... más allá de no morir, claro".
"¡Sally! ¡Sally! ¡¿Estas allí?!", se oía a Bunnie hablar por el canal.
"¡Amy! ¿Puedes oirme? ¡Amy!", también decía Tails.
"Estamos bien, estamos vivas", respondía Sally a ambos.
"¡¿Estas demente?! ¡¿Cómo se te ocurre lanzarte así?!", gritaba histérica Nicole.
"¡Amy! ¡¿Que rayos fue eso?! ¡Estaba a punto de atraparte!", reclamaba Sonic.
"Hablaremos después de que salgamos de esta. Nos esperan un Pizzas en casa", exclamó la eriza.
El canal de comunicación se llenó de gritos y reclamos a lo que las dos chicas respondieron apagando sus micro-comunicadores.
"Si salimos vivas de esta, nos matan", bromeó Amy.
"Mejor ellos a esta cosa".
"Creo que tengo una idea..."
"¿Amy? ¡Amy! ¡Maldita sea! ¡Tails! ¿Hay alguna forma de llegar a ellas?", preguntó el erizo desesperado.
"¡Entraron a lo que quedó de la nave, es imposible!"
"¿No puedes abrir un agujero con el rayo del Cyclone?"
"¡Nos quedaríamos sin energía para seguir volando!".
"¡Intentalo!"
"¡De nada vale rescatarlas si nosotros morimos en el intentó", interrumpió Knuckles tratando de hacer entrar en razón al erizo.
"¡¿Entonces, qué?! ¡¿Las dejamos morir en ese ataúd gigante?!".
"¡Queda un minuto para llegar a tierra! ¡Tenemos que alejarnos o seremos afectados por el impacto!", avisó Tails.
"¡No podemos dejarlas allí, Tails!", protestó Sonic.
"Lo siento..."
"¡No! ¡Tails!"
Y antes de que el erizo pudiera hacer nada, Tails realizó una maniobra para colocar al Cyclone paralelo al horizonte y alejarse lo más que pudo de donde la enorme nave estaba por impactar. El estruendo resultante del golpe fue ensordecedor, como una explosión, pero sin fuego, lo que le siguió fue el llanto de los metales chirriantes que colisionaban entre si, y luego... silencio.
En el momento en que el Cyclone y el Sky Patrol aterrizaron todos empezaron a rebuscar entre los escombros. Las estrellas empezaban a aparecer tímidamente en el firmamento, la luna era llena y brillaba con intensidad, aunque su brillo no era suficiente para poder ver en la oscuridad de la noche. Tails y Rotor activaron los focos de sus respectivas naves para alumbrar mientras que repartieron linternas a los otros para extender un poco más la búsqueda. Los llamados eran incesantes, gritaban los nombres de las chicas para luego quedarse un segundo en silencio oír si captaban alguna respuesta, pero todo permanecía en silencio.
"¡Maldición!", exclamaba Sonic, victima de la frustración tras otra búsqueda infructuosa. "Estaba tan cerca, Amy... ¿Por qué demonios hiciste eso? ¿Por qué me alejaste...?".
Un fuerte golpe metálico lo sacó de sus pensamientos. Tras de si pudo ver en la cima de un gran montículo de metal un movimiento inusual.
"¡Tails, Rotor, apunten las luces a ese lugar", ordenó el erizo, y de inmediato estos obedecieron.
Golpe tras golpe el montículo se movía más y más hasta que en último golpe una gigantesca lámina de metal salió disparada por los aires, y del agujero que quedó emergió el gigantesco martillo Piko. Todos enmudecieron mientras observaban como lentamente las dos chicas se levantaban como si despertaran de un sueño.
"¿Estamos vivas?", preguntó Amy confundida.
"Estamos vivas...", respondía Sally estando en la misma situación mental que la eriza.
"Si... Estamos vivas", reiteraba Amy mientras se tocaba la cara y luego la cara de Sally.
"¡Por Gaia, estamos vivas! ¡Tenias razón!", gritó eufórica Sally mientras abrazaba con fuerza Amy.
"¡Estamos vivas! ¡Estamos vivas!", repetía una y otra vez la eriza mientras abrazaba a Sally devuelta.
Ambas chicas empezaron a reír de forma histérica, pero esas risa pasaron a llantos desconsolados en un abrir y cerrar de ojos.
"¡Oh por Gaia, eso fue horroroso!", exclamaba entre gimoteos la eriza.
"¡Toda mi vida pasó ante mis ojos!", decía Sally mientras se limpiaba los fluidos nasales. "¡Gracias Amy, me salvaste la vida!".
"¡Callate! ¡Por mi culpa nos metimos en esta cosa! ¡Tu me salvaste la vida!"
"¡Tu callate! ¡De no ser por ti no hubiéramos sobrevivido al impacto!"
Mientras las chicas discutían entre sollozos quien había salvado a quien, todos sus amigos fueron de inmediato a reunirse con ellas.
"¡Lo sabia, sabia que saldrías de esta en una pieza, Rose!", exclamaba el equidna con orgullo.
"¡Ni se te ocurra volver a hacer una cosa así o le diré a tu hermano!", regañaba Nicole.
"¡Ya entiendo! Fueron al lugar más opuesto del punto de impacto para que cuando toda la fuerza sintética se distribuyera por la estructura fuese mínima para cuando llegase a donde estaban", dedujo Tails.
"Y se mantuvieron acostadas boca arriba para que el impacto afectase equitativamente sus cuerpos, como lo harían si cayeran dentro de un elevador. Muy ingenioso", agregó Rotor.
"¡Gracias Tails! ¡Tus charlas interminables sobre física me nos salvaron!", exclamaba la eriza entre sollozos.
Todos reían y celebraban junto a las sobrevivientes, el único que aun se mantenía un poco al margen era Sonic, quien por un tiempo se limitó a ver fijamente a las dos chicas. Cuando estas terminaron de llorar y de reír, Amy volteó a ver la erizo y le sonrió, a lo que este le sonrió de vuelta.
"No sabes como me alegra que estés bien", dijo al final Sonic.
"Igualmente", respondió risueña Amy.
"Cualquier persona que sea capaz de arriesgar su vida por uno de mis amigos así como tu lo hiciste tiene toda mi gratitud", decía el erizo mientras extendía su mano a Sally.
"Ni lo menciones, tu hubieras hecho lo mismo. Siempre lo haces, Eres Sonic The Hedgehog al fin y al cabo"
"Ah, entonces si has oído de mí".
"¿Quien no? Solo no quería sumar más a tu ya gigantesco Ego".
El erizo junto con todos los demás empezaron a reír.
"¡Los Invito a todos a comer Pizzas caseras a mi casa!", exclamó la eriza al final, a lo que todos celebraron.
Y así fue como se selló la amistad entre Sonic, sus amigos y los Freedom Fighters... Amistad cuya trágica conclusión se daría exactamente 2 año después, en el Día de La Unión.
