Capítulo 11: Ten cuidado si intentas fastidiar al Jefe de Slytherin…

Al día siguiente, Severus se despertó con el calor del cuerpo de Nimue aún pegado al suyo, acarició su pelo, la abrazó y la besó en la coronilla, quería quedarse allí abrazado a ella para siempre…pero su cuerpo era un traidor y necesitaba ir al lavabo. Cuando salió se puso unos calzoncillos y la miró enredada en su ropa de cama, abrazando la almohada donde hace un momento él apoyaba su cabeza y pensó que jamás la había visto tan bonita. Besó su frente y pensó en ir a buscar algo para desayunar. En la casa había café, pero no había nada de comer. Escribió una nota por si se despertaba, y se vistió rápido, cogió la cartera y fue a la tienda de la esquina donde compró leche, unos bollos y unos cereales, se llevó también media docena de huevos, mantequilla, mermelada y pan para hacer tostadas, no sabía lo que le apetecería.

Cuando regresó seguía dormida y la nota en el mismo sitio que la dejó, de nuevo dejó allí la nota y bajó a la cocina. Preparó un enorme desayuno para los dos, con café, tostadas, bollos y huevos revueltos, guardó los cereales en la despensa por si volvían otro día, para no tener que salir a comprar. Puso todo en una bandeja, con un pequeño jarrón con una rosa roja. Subió a la habitación y escuchó el ruido de la ducha, vio que ella no estaba y la nota estaba sobre la cama. Dejó la bandeja en una mesa auxiliar que tenía allí y le puso un hechizo para que no se enfriara. Entró en el baño, la vio en la ducha, de espaldas a la puerta y se desnudó con un rápido hechizo. Se metió en la ducha detrás de ella y rodeó su cintura, ella se sobresaltó.

-¡Me has asustado! ¡No te esperaba!

-Antes de nada…buenos días, perdona por asustarte…¿Cómo es eso de que no me esperabas? ¿A quién esperabas?

Nimue se reía mientras se daba la vuelta.

-Te esperaba a ti…y sólo a ti, lo que no me esperaba es que aparecerías dentro de la ducha…desnudo y dispuesto.

Entonces se besaron y abrazaron, él le dijo:

-El desayuno nos espera en el dormitorio, le he puesto un hechizo para que no se enfríe, podemos ducharnos juntos antes de desayunar…para ahorrar agua.

-Claro, para ahorrar agua.

Se besaron y él la cogió en sus brazos y apoyó su espalda contra los azulejos de la ducha, hicieron el amor apasionadamente bajo el agua templada de la ducha. Cuando terminaron Severus salió de la ducha y después la cogió en brazos para sacarla de allí, la bajó y la envolvió en una toalla grande y esponjosa, la secó mientras la besaba, cuando pararon, ella le dijo que se secara también y fueran a desayunar, que tenía hambre. Severus se secó rápidamente y salieron del baño, aún desnudos. Severus se puso los calzoncillos y Nimue sus braguitas, tras un hechizo rápido de limpieza, y una camiseta de Severus.

-Estás preciosa, te queda muy bien mi camiseta de los Rolling. – Ella se rió.

Él le dijo que se fuera a la cama que él llevaba la bandeja. Se sentaron juntos dispuestos a desayunar.

-Hoy desayunamos en la cama, mi Dama del Lago.

-Vaya, conoces el origen de mi nombre.

-De pequeño uno de mis libros favoritos era uno sobre leyendas artúricas.

-A mi padre también le encantan esas leyendas e insistió en que yo debía llamarme Nimue, mi madre finalmente transigió, ya que él la dejó elegir el nombre de mi hermana, era lo justo.

-Me encanta tu nombre, te confieso que no hay nada de ti que no me guste. – Se besaron y Severus le dijo: - ¿Qué te parece el desayuno? ¿Está bien? ¿Te apetece otra cosa?

-No, es perfecto.

Besó a Severus y dieron buena cuenta del desayuno, estaban hambrientos. Se dieron cuenta de que eran cerca de las 10 de la mañana, tenían que darse prisa para coger el tren del domingo a Hogsmeade. Cuando terminaron de desayunar, Severus recogió un poco el dormitorio, ella se vistió y hechizó la rosa para que no se marchitara. Recogieron sus cosas y después fueron a la cocina, lo dejaron todo recogido y se prepararon para irse, el tren salía de Kings Cross a las 11 y media. Severus protegió su casa e incluyó a Nimue en sus protecciones antes de salir. Se aseguró de que la moto estaba bien aparcada y la cubrió con una lona, como siempre hacían Remus y él cuando se iban de allí. Llamaron a un taxi urgente para ir a la estación.

Cuando llegaron a la estación, Severus entró en uno de los baños y se puso su levita y su pantalón y botas habituales, no quería volver a Hogwarts y que lo miraran como si hubiera perdido la cabeza. Nimue se dejó la misma ropa de la noche anterior, ella no llamaría tanto la atención. Subieron al tren, cogidos de la mano y Severus decidió que no se escondería y que dejaría la discreción para cuando hubiera alumnos delante.

Llegaron a Hogsmeade, se pasearon por el pueblo de la mano, llamando la atención de muchos de los habitantes del pueblo, cuando llegaron al punto de aparición cerca de Las Tres Escobas, Madame Rosmerta salió al verlos pasar por su ventana, se alegró de verlo contento con una chica. Prefirió dejarlos tranquilos, otro día los invitaría a una copa.

Cuando llegaron a Hogwarts, Severus no soltó la mano de Nimue. Ella lo miró extrañada.

-No pienso esconder esto, sólo caminamos cogidos de la mano, no vamos a besarnos en público…

Ella sonrió y besó su mejilla.

Entraron a los terrenos y al pasar junto a la cabaña de Hagrid, el semigigante los saludó con la mano, le devolvieron el saludo y el bondadoso hombre los miró entrar al castillo con una sonrisa. Entraron al castillo, usaron la puerta principal, no tenían nada de lo que avergonzarse. Dejaron sus cosas en sus habitaciones y fueron almorzar, se organizó un poco de revuelo entre los alumnos y el personal al verlos entrar cogidos de la mano, que paró cuando Dumbledore dijo:

-Buenas tardes, queridos, no sabéis lo mucho que me alegro de que por fin os hayáis dejado de tonterías.

Minerva se levantó y los abrazó y les dijo que estaba muy contenta de verlos tan felices.

Después de unos días de conmoción inicial, los habitantes de Hogwarts se acostumbraron a ver a Severus de la mano de Nimue, charlando y sonriéndole…siguió siendo igual de estricto en sus clases, así que los chicos que esperaban que se ablandara se llevaron una enorme decepción.

No tardó mucho en que su noviazgo fuera de dominio público en Hogsmeade, aunque Dumbledore consiguió que no salieran en El Profeta, las ventajas de ser el celebérrimo Albus Dumbledore.

Pasaron las noches juntos, a veces en la habitación de Nimue, pero casi siempre en la de Severus, como Jefe de Casa debía estar localizable durante la noche por si había alguna emergencia… aún era pronto para compartir habitaciones, pero prácticamente estaban viviendo juntos. Durante el día trabajaban, Severus en sus clases y su investigación, Nimue en su aprendizaje y su propia investigación, estaba avanzando mucho. Mientras trabajaban se mantenían completamente concentrados en el trabajo, nadie del personal podía decir que había ido al despacho, al laboratorio o al aula y los pilló haciendo nada inapropiado.

Pero cuando tenían tiempo libre, leían juntos, charlaban, tomaban algo con Remus… o pasaban el rato disfrutando del sexo… principalmente por la noche, aunque después de un día especialmente agotador solían acostarse lo más temprano posible y levantarse para hacer deporte juntos un poco antes de lo habitual y pasaban un buen rato en la sala de los menesteres…porque el otoño había llegado bastante frío ese año. Aunque también sacaban tiempo para hacer vida social y pasaron algún fin de semana en Londres como en su primera cita, pero no del todo a solas, porque iban de paseo en moto con Remus y Francesca, se divertían bastante, cenaban en buenos restaurantes y luego tomaban algo en algún pub, después se iban a sus respectivas casas y terminaban la noche disfrutando en pareja.

Casi sin darse cuenta, llegó el día del evento que el Ministerio de Magia dedicaba a homenajear a La Orden del Fénix el 31 de octubre, aniversario de la caída de Voldemort. Asistía la Orden al completo y prácticamente todos los altos cargos del ministerio y la gente más rica e influyente del mundo mágico. A Severus nunca le apetecía asistir a ese evento, que consistía en una cena, un par de discursos de homenaje a los caídos por parte de Dumbledore y el ministro de magia, y un baile de gala. Normalmente iba acompañado de alguna mujer que nunca volvía a ver porque solían ser oportunistas que sólo buscaban cazarlo para tener fama, este año sería diferente, porque iría acompañado de Nimue, ella estaba muy ilusionada y él en cierta forma también, pero le hubiera gustado poder librarse de ir ese año, y no tener que soportar a la prensa mágica y, como cada año, las tonterías de Sirius. Eso era lo que más temía, que el chucho se burlara de él, como solía ser su costumbre, sólo que delante de Nimue…o peor, que intentara ligar con ella, lo cual podría ser más que probable. Por eso, le había advertido sobre él, Regulus y James, sabía que no eran de fiar. Ella le dijo que no se preocupara por eso, que su tía ya le advirtió sobre Sirius, le contó sobre los intentos de Sirius de ligar con ella en última reunión informal de la orden. Ella le dijo que no se preocupara porque no pensaba despegarse de su lado…no quería que ninguna otra mujer se acercara a él.

Así que, aunque por un lado no le apetecía mucho ir, por otro este año por lo menos podría disfrutar de la noche con Nimue…y sabía que podría convencerla de escaquearse temprano. La mañana del sexto aniversario de la caída de Voldemort se levantaron temprano como cada sábado, pero en lugar de salir a correr, aunque hacía buena mañana, fueron a la sala de los menesteres para relajarse, en lugar de la piscina apareció un enorme jacuzzi, una sauna y una cama balinesa. Se quedaron allí disfrutando de su mañana hasta después del desayuno, Severus le pidió comida a la sala y les dio un estupendo desayuno completo. Comieron, charlaron sobre las últimas novedades que Nimue tenía sobre su investigación, Francesca le mandó información muy útil para ello y estaba muy ilusionada, esa noche las dos estaban deseando verse para hablar de ello en persona. Severus estaba muy contento porque ambas se hicieron buenas amigas, no sólo porque Francesca era una amiga a la que tenía mucho aprecio, también estaba con Remus, no quería dejar de verlo a menudo porque sus parejas no se tragaran.

Salieron de allí antes del almuerzo, fueron a sus habitaciones para ultimar los preparativos de esa noche, Nimue le dijo que no vería su vestido hasta esa noche…Severus ya tenía ganas de verla con él y de quitárselo…

Durante el almuerzo Minerva les dijo que los asistentes quedarían en la puerta de Hogwarts a las 5 para ir a Hogsmeade, que el ministerio les mandaría un tren que los llevaría desde allí directamente al edificio central del ministerio donde se celebraría la gala. Minerva, Poppy, Nimue, Pomona y Charity eran las mujeres del personal que asistirían, Charity no era miembro activo de la orden, pero su familia era bastante influyente y sus padres no estaban en el país, habían viajado a Austria a ver a su hermana que acababa de tener su segundo hijo, así que ella tuvo que ir en representación de su familia. Dumbledore, Severus, Remus y Alastor eran los hombres que asistirían al evento, Hagrid, Filius y el resto de personal se quedarían en Hogwarts para vigilar a los alumnos. Para mantener a los niños controlados Dumbledore les prometió que si no había castigos esa noche, al día siguiente cada casa recibiría 100 puntos, en caso contrario, la casa del castigado no recibiría nada. Esos niños eran tan competitivos con el tema de la copa de la casa que todo el personal sabía que funcionaría.

Las mujeres tras el almuerzo se reunieron en la sala de estar de Minerva para arreglarse todas juntas. Se divirtieron mucho, bromeando sobre que ese año Severus se pasaría la noche entera bailando sólo para no dejar a Nimue sola. Antes de las 5 ya estaban todas preparadas, Minerva se puso un vestido verde oscuro, largo, con mangas largas y un corpiño ajustado y falda amplia, con un escote un poco pronunciado, no estaba convencida con eso cuando lo compró con Nimue y pensó en subirlo con un hechizo, pero su sobrina y sus amigas le dijeron que le sentaba muy bien, se puso una gargantilla de seda del mismo color que el vestido con un colgante con un camafeo herencia de su abuela, llevaba zapatos negros de tacón medio y un bolso negro con pedrería verde. Se recogió el pelo en un elegante semirecogido, a sugerencia de Nimue, y se maquilló con sencillez. Poppy se puso un elegante vestido azul marino, con mangas largas y escote discreto, de corte parecido al de Minerva, tenía brillos plateados y ella llevaba zapatos y bolso de tono plateado, se recogió el pelo en un elegante moño y se puso horquillas plateadas y un collar de plata regalo de su madre cuando se graduó como medibruja. Pomona se puso un vestido verde hierba, también muy elegante, era de corte parecido a los de sus compañeras con mangas por el codo y escote redondo, se puso zapatos de tacón bajo y bolso blancos y se hizo un moño elegante que adornó, como no podía ser de otra forma, con pequeñas flores. Tanto Pomona como Poppy siguieron el ejemplo de Minerva y se maquillaron con sencillez, no acostumbraban a usar mucho maquillaje y no querían ir muy disfrazadas. Charity era algo más joven y se vistió un poco más llamativa, se puso un vestido dorado con un cuello barco y un escote corazón, era ajustado, con la falda estrecha hasta el suelo y una abertura en el medio que mostraba sus piernas hasta algo más arriba de sus rodillas mostrando parte de sus muslos, se puso unas medias con brillos dorados y zapatos negros con la puntera dorada, llevaba un bolso a juego, se recogió el pelo en un bonito peinado dejando sueltos algunos rizos, lo adornó con unas hebillas doradas a juego con su collar y pendientes dorados sencillos, se maquilló discretamente, pero usó una sombra de ojos dorada. Todas la alabaron porque, a pesar de ir siempre muy bien arreglada, estaba especialmente guapa esa noche. Nimue se puso un vestido de color verde Slytherin, tenía escote halter y adornos en negro y plata, le dijeron que volvería loco a Severus, era largo y de corte parecido al de Charity, con una abertura que dejaba a la vista sus piernas enfundadas en unas medias negras con reflejos plateados. Se puso una gargantilla de seda con un colgante de plata con forma de corazón el regalo de 18 cumpleaños de su padre y se recogió el pelo en una elegante y gruesa trenza lateral adornada con hebillas de plata, se maquilló con una sombra de ojos plateada y los labios rojos. Se puso unos zapatos negros con adornos plateados y un bolso negro con brillo plateado.

Cuando estaban todas listas se pusieron sus capas de viaje elegantes, no querían que nadie viera sus vestidos hasta llegar al ministerio. Remus se adelantó para esperar a Francesca en Las Tres Escobas, Tim O'Brian, su jefe, le ofreció ir con algunos compañeros que asistirían también, pero ella prefería llegar con Remus y todos lo comprendían, los veían muy enamorados cuando él la visitaba en el campus y era normal que quisieran pasar juntos el mayor tiempo posible.

Los hombres iban todos muy elegantes con sus túnicas de gala, Severus incluso se compró una nueva con unos elegantes y discretos bordados en azabache. Dumbledore era el que más destacaba con una túnica bastante brillante en rojo y dorado y un sombrero a juego. Minerva al verlo de lejos provocó la risa de su sobrina al decirle:

-Aún no sé en qué momento Albus decidió que era buena ideas cambiar los elegantes trajes de tweed que usaba cuando yo era estudiante por esas túnicas tan llamativas… Si la gente no lo conociera creo que pensaría que es muggle haciendo una interpretación un poco chapucera del mago Merlín.

Nimue se tuvo que aguantar la risa toda la noche cada vez que veía a Albus. Cuando llegaron al vestíbulo Albus dijo:

-Señoras, están todas ustedes encantadoras. – Le ofreció el brazo a Minerva, con la que tendría que abrir el baile, y caminaron todos al punto de aparición. Como había llovido y para que nadie tuviera que limpiar su ropa en el tren de camino al ministerio, Albus encantó el camino al punto de aparición para que nadie se ensuciara.

Se aparecieron cerca de Las Tres Escobas, como habían quedado, Remus y Francesca los estaban esperando en la puerta del bar charlando con Madame Rosmerta, que estaba encantada de verlos tan elegantes y les dijo que se pasaran por allí al terminar la fiesta y le contaran qué tal les fue tomándose la última, que era sábado y cerraba tarde. Minerva, Charity y Pomona le dijeron que si estaban cansadas esa noche, al día siguiente podrían ir allí a almorzar, Rosmerta se mostró encantada, sobretodo cuando le presentaron oficialmente a Nimue, le encantaba ver a Severus feliz, sobretodo porque recordaba lo mal que lo trataron de estudiante. Se despidieron de la mujer y fueron a la estación, donde los esperaba el tren que envió el ministro para ellos.

El trayecto se hizo bastante corto, no en vano era un tren mágico y no hacía paradas, llegó a la calle adyacente al edificio. Entraron en el vestíbulo, Dumbledore con Minerva del brazo, Severus con Nimue y Remus con Francesca, Poppy iba del brazo de Alastor, poca gente conocía la auténtica naturaleza de su relación, para el resto del mundo eran buenos amigos. Pomona y Charity entraron juntas charlando alegremente, Pomona decía que su misión esa noche sería buscarle un buen hombre a Charity o por lo menos alguien que le diera una alegría. Cuando llegaron a la sala donde se celebraba el evento antes de entrar, las mujeres se quitaron las capas de viaje y las encogieron y guardaron en sus bolsos, los cuales también encogieron y guardaron en un bolsillo oculto en sus vestidos junto con sus varitas, ventajas de la magia, no es necesario dejar nada en un guardarropa.

Los hombres las piropearon sinceramente, Severus fue el menos hablador, pero estaba pasmado mirando a Nimue, cuando reaccionó simplemente le dijo:

-Estás preciosa. Estoy deseando que estemos a solas para ver qué llevas debajo…

Ella se reía y lo abrazó y le dijo:

-Ya lo verás luego, sólo te diré que es pequeñito y hace juego con los colores de mi vestido.

Alastor ofreció su brazo a Poppy y Pomona. Que entraron junto al hombre bromeando y encantadas. Albus hizo lo propio con Minerva y Charity, detrás de ellos entraron Severus y Nimue seguidos de Remus y Francesca. Como era de esperar la prensa se lanzó a preguntar sobre las misteriosas acompañantes de Remus y Severus, el último les lanzó una mirada asesina y no se volvieron a dirigir a ellos directamente, pero intentaron sacarles información a los otros miembros del personal de Hogwarts, pero tampoco consiguieron nada, eso sí les hicieron muchas fotos.

Llegó el momento de la cena, ya habían llegado todos los invitados, desde lejos, Severus vio a los Potter hablando con Regulus y Sirius Black mirándolos a Nimue y a él con demasiado descaro. Los hicieron sentarse en el salón preparado para la cena, había varias grandes mesas y Severus y Nimue tuvieron la suerte de que tenían de un lado a Remus y Francesca y al otro lado tenían a Frank y Alice Longbottom, el resto de compañeros de mesa eran desconocidos, en la mesa de al lado estaban Charity, Pomona, Poppy y Alastor, no muy lejos de ellos estaban Sirius y Regulus, Albus estaba en la mesa principal con Minerva y los Potter junto al ministro y su esposa.

Remus saludó afectuosamente a Frank y Alice y les presentó a Francesca, estuvieron encantados de conocerla, les preguntó si Severus les había presentado a Nimue y Alice le contó el encuentro que tuvieron en la puerta del cine hacía algunas semanas, Remus miró a su amigo el cual "olvidó" contárselo cuando le dijo que se había divertido como nunca con Nimue, supuso que lo hubiera hecho si los Potter no hubieran estado allí. Charlaron durante toda la cena agradablemente. Nimue preguntó por los pequeños Neville y Leah, Alice les dijo que estaban muy bien, que esa noche estaban en casa de su abuela, pero que la pequeña se quedó llorando porque quería ir con sus padres y vestirse de princesa como mamá, Alice llevaba un elegante vestido largo azul turquesa y su hija decía que era de princesa. Nimue dijo:

-Es una niña adorable, me encantaría volver a verla.

Frank dijo:

-A ella también le gustaría volver a verte, a los dos en realidad.

Alice dijo:

-Os ha dibujado a los dos, se le da muy bien el dibujo y os ha hecho un retrato a los dos con tu moto al lado, seguro que cuando os vea en el periódico os hará otro vestidos de "príncipes" como ella dice.

Severus sonrió tímidamente y Nimue, Francesca y Remus reían y les dijeron a Frank y Alice que en su próxima visita a Hogwarts se lleven a los niños y los dibujos de Leah, les dijeron que seguro que a los demás profesores les encantará verlos y que a Pomona le encantará llevar al pequeño Neville a ver sus invernaderos. Siguieron charlando durante toda la cena. Cuando terminó el ministro y Albus pronunciaron sus discursos, Dumbledore intentó ser breve, pero el ministro pasó casi media hora hablando… Severus estaba desesperado, quería que terminara lo más pronto posible, que diera comienzo el baile, dejarse ver por allí con Nimue el tiempo preciso para que Albus y Minerva no lo regañaran por ser un ermitaño, y largarse en cuanto tuviera ocasión con ella. Nimue estaba pensando lo mismo…en realidad Francesca y Remus y Frank y Alice estaban igual que ellos, Remus y Francesca porque él estaba deseando arrancarle el vestido de noche rojo y ajustado que llevaba su novia y Frank y Alice porque la pequeña Leah estaba acatarrada, nada grave, pero sabían que cuando tenía catarro por la noche sólo quería estar con mamá.

Cuando por fin terminó el discurso del ministro, pareció que todos los invitados suspiraron aliviados. Se dio comienzo al baile en la sala contigua, estaba decorada con cintas naranjas y negras, y calabazas de Halloween. Nimue se agarró con fuerza al brazo de Severus y le susurró al oído:

-Ya queda menos, en cuanto podamos nos largamos de aquí.

Severus sonrió levemente y le dio un beso en la sien. Estaban todos en el salón cuando el ministro y su esposa y Albus y Minerva abrieron el baile. Fueron saliendo parejas a la pista, los Potter fueron los siguientes, Lily llevaba un bonito vestido largo burdeos sin tirantes con una torera de manga corta abierta en encaje transparente de color beige con brillos dorados y el pelo recogido en un moño elegante con algunos rizos sueltos, llevaba los ojos maquillados de un tenue tono dorado y los labios en burdeos oscuro, James llevaba una túnica de gala negra muy elegante.

Nimue y Severus salieron a bailar cuando empezó a llenarse la pista de baile, Nimue no pudo evitar observar a Lily y James, Severus lo notó cuando llevaban bailando un par de canciones.

-¿Qué te pasa?

-Nada.

-Dímelo, sabes que no me puedes engañar.

Nimue lo miró y rozó la solapa de su túnica y puso la mano sobre su hombro.

-No puedo evitar sentirme insegura, sé que ya no sientes nada por ella, pero la veo tan atractiva y yo no puedo competir con ella, está espectacular.

Severus levantó su barbilla para que lo mirara.

-No tienes que competir con ella, no hay nada por lo que competir, tú eres incomparable. Nadie podría hacerte sombra.

Nimue sonrió.

-¿De verdad?

-Por supuesto, puede que llame la atención de otros, la mía ya está puesta en otra bruja y tengo la suerte de estar bailando con ella… y si ella quiere no me apartaré de su lado en toda la noche.

Se dieron un breve beso y cuando se apartaron notaron flashes de cámaras de fotos, pasaron por su lado bailando Francesca y Remus, el cual les dijo:

-Amigo, creo que les habéis dado a éstos una buena foto de portada.

Nimue y Francesca se rieron y Severus simplemente resopló.

Pararon un rato los cuatro para tomar una copa, se encontraron con Pomona y Charity en la barra de bebidas, se les unió Minerva. Estaban charlando animadamente, Minerva le dijo a Nimue que si llega a saberlo no le hubiera hecho caso y se hubiera subido el escote del vestido.

-Pero, ¿Por qué? Si estás preciosa.

Charity dijo:

-Nimue tiene razón, Minerva, nunca te había visto más guapa.

Minerva sonrió apretando el hombro de Charity y dijo:

-Que por qué… porque he estado hablando con un par de conocidos que no me han mirado a la cara. – En ese momento notó que Severus y Remus le empezaron a mirar descaradamente el escote… y sabiendo que estaban de broma les dijo: - ¡Dejad de hacer el payaso, vosotros dos! – y los dos empezaron a reír. – Por no hablar de que me he visto en un compromiso y he bailado con Sirius, el cual me ha agarrado el culo bastante descaradamente y le he tenido que dar un pisotón para poder venir aquí… y no os he contado nada de que Horace Slugorn ha insinuado que quizás podríamos "rememorar viejos tiempos".

Nimue casi se atragantó con su bebida. Le habían presentado a Horace antes del comienzo del baile y no se imaginaba que su tía y él pudieran haber tenido algo.

-¿Con Slugorn?

-Sí, una noche tonta hace años… yo bebí demasiado en una fiesta de fin de curso y terminamos en la cama… casi no me acuerdo, por lo visto él sí, no es la primera vez que lo insinúa desde que sucedió.

-Y yo que creía que en los colegios de magia los profesores no tenían vida sexual…

Severus le dijo al oído:

-Ya te contaré cuando estemos a solas.

Nimue se reía.

Siguieron charlando, Charity les estaba contando que salió a bailar con un hombre y que le había pisado y tuvo que ir al baño a curarse las uñas porque le hizo bastante daño y que había ido allí con ellos para despistarlo porque le dijo que la buscaría para volver a bailar con ella o charlar…y no sólo era torpe era un plasta.

Estaban brindando porque la noche pasara lo más rápido posible, cuando llegaron los Longbottom a saludar a Minerva y Pomona, le presentaron a Charity y estuvieron pasando un buen rato, después se unieron a ellos Poppy y Alastor, que habían estado hablando con el ministro. Frank y Alice tenían mucho cariño a Alastor y Poppy y no los veían desde junio. La charla era distendida, Severus y Nimue estaban cogidos de la mano, pasándolo sorprendentemente bien. Hasta que al animado grupo se acercaron los Potter, Severus y Nimue se mostraron incómodos, todos lo notaron pero tuvieron que saludarlos y hablar con ellos normalmente. Severus y Nimue se fueron a bailar en cuanto tuvieron oportunidad.

Estaban bailando cuando se les acercó mientras bailaba Sirius Black con una bruja rubia y pechugona con un llamativo vestido rosa fucsia escotado.

-Vaya, Snivelus, no te había podido saludar hasta ahora, te veo bastante bien acompañado.

Severus lo miró con fastidio.

-Parece que no hay manera de que me llames por mi nombre, Black. Ya eres mayorcito para seguir comportándote como un niñato.

Sirius siguió:

-¡Oh, vamos, Severus! Estoy de broma. Por cierto no me has presentado a tu encantadora acompañante de esta noche.

Miró a Nimue de arriba abajo y ella sintió una instintiva repulsión…Severus en cambio sintió una enorme rabia, ¡estaba comiéndose con los ojos a su bruja!

-Yo creía que tu gran amigo James te había contado que me vio hace algunas semanas con mi novia, Nimue.

-¡Ah, sí! Lo olvidé, es que estuve con mi hermano en Australia deteniendo uno de los últimos mortífagos fugitivos que están en busca y captura. – Esto lo dijo con intención de impresionar a la rubia que estaba bailando con él. – Pensé que James estaba de broma o que ella no duraría mucho contigo.

Nimue lo miró con rabia.

-¿Qué insinúas? Te puede parecer increíble pero algunas mujeres aún tenemos buen gusto.

-Vaya, la gatita saca las uñas… Eso debe ser porque no has tenido oportunidad de conocer a alguien como yo, seguro que entonces no perderías tu tiempo con Snape.

-He conocido hombres como tú y no me gustan, me aburren soberanamente… y soy alérgica a los perros, sé cómo eres, no sólo Severus me ha hablado de ti, tengo referencias tuyas de mi tía.

-¿Y se puede saber quién es tu tía? Seguramente puedo hacerla cambiar de opinión en un segundo.

-Lo dudo, mi tía es Minerva McGonagall.

Sirius palideció y Severus tenía media sonrisa en la cara.

-Imposible.

Severus asintió y dijo:

-Es cierto… y no creo que puedas hacer que cambie su opinión sobre ti. Ahora si nos disculpas, vamos a saludar a un amigo que está por allí.

Severus cogió la cintura de Nimue y la llevó donde estaba Tim O'Brian, el jefe de Francesca y su esposa, los saludaron y estuvieron un rato charlando mientras Sirius no los perdía de vista. Después fue a hablar con Lily y James que estaban hablando con Regulus comentando la gran sensación de la noche: Severus Snape tenía novia y nadie sabía bien de dónde había salido. Sólo sabían que era francesa y que su nombre era Nimue, sólo un puñado de invitados sabían que era su aprendiz y la sobrina de Minerva McGonagall. James les escribió una carta a sus amigos al día siguiente de su encuentro con la pareja, pero olvidó decirles que era sobrina de Minerva. Estaban comentando ese punto cuando Sirius dijo:

-Si llego a saber que Minerva tiene una sobrina así de atractiva le hubiera pedido que me la presentara…

No se dio cuenta de que Minerva estaba pasando en ese momento por detrás de él y le dijo:

-Ni loca te hubiera presentado a mi Nimue para que te aprovecharas de ella. Sirius, que te conozco como si te hubiera parido, sólo te advierto déjalos en paz o me haré una brocheta de pescado con tus pelotas y sabes que no dudaré en hacerlo, ¿Está lo suficientemente claro?

Sirius sabía que no debía arriesgarse si Minerva McGonagall lo amenazaba, era capaz de cumplirlo. Tragó saliva y dijo:

-Claro que no Minerva.

-Esto va por todos ustedes, hicisteis miserable la vida de Severus cuando erais unos críos, ahora que habéis crecido, madurad de una vez por todas y dejadlo en paz.

Sirius, James y Lily miraron al suelo avergonzados y Regulus asentía de acuerdo con Minerva, él no fue cruel con Severus pero tampoco lo ayudó mucho, algo de lo que se arrepentía y esa culpabilidad le impedía tener con él una amistad profunda.

Minerva se alejó al ver que se acercaba Horace y fue a bailar con un antiguo amigo de promoción de Hogwarts, un alto funcionario del ministerio, eran muy buenos amigos, él era homosexual y muy divertido, cuando la vio agobiada mirando a Horace y buscando la manera de rehuirle la sacó a bailar, lo cual agradeció y prometió invitarlo a cenar a él y a su novio como compensación.

Severus observó la escena y no le gustó nada la expresión de Minerva riñendo a James, Lily y Sirius. Supo que tendría que estar alerta.

Fueron con Francesca y Remus a buscar algo de beber, en ese momento Francesca le dijo a Nimue si podía ir con ella al baño. Las dos fueron al lavabo, entraron cada una en un cubículo cuando escucharon voces afuera.

-Oye, Lily, lo que me estabas contando antes, cuando nos interrumpió McGonagall, ¿De verdad te acostaste con Snape?

-Por qué me lo iba a inventar, sabes que mi marido y yo somos liberales y disfrutamos de ello. Fue a finales del pasado agosto.

Nimue iba a salir, pero se quedó helada dentro. Francesca tuvo la misma reacción cuando reconoció la voz de Lily Potter.

-¿Y qué tal fue? – preguntó la otra mujer.

-Estupendo, está muy bien dotado, tiene un cuerpazo y sabe usar muy bien las joyas de su familia. Cuando yo quiera le mando otra lechuza y lo tengo donde yo quiera con los calzoncillos por los tobillos, cuando yo quiera dejará a esa sosa y vendrá a buscarme como un perrito faldero.

Se escucharon risas de las dos mujeres. Nimue estaba furiosa.

-Bueno, yo ya estoy, ¿Nos vamos, Patty?

-Sí, yo ya estoy.

Cuando escucharon cerrarse la puerta, Nimue y Francesca salieron de los cubículos. Francesca le dijo al verla con los ojos llorosos:

-Nimue, cara, ¿estás bien?

-No.

Entonces se echó a llorar y Francesca la abrazó. Estuvieron allí durante unos cinco minutos, hasta que escucharon abrirse la puerta, entró Minerva y vio a su sobrina y dijo enfadada.

-¿Qué te ha pasado, cariño? ¿Ha sido Severus? Si te ha hecho algo malo lo dejaré impotente.

-No, yo…es que tengo que hablar con él.

Minerva le dijo que iba a buscarlo y al salir de topó con Lily que estaba hablando con Patty, la pareja de Sirius, Lily tenía una sonrisa de suficiencia en su cara.

-No sé lo que le has dicho a mi sobrina, pero cuando lo averigüe me vas a dar una buena explicación, no eres mi alumna pero aún puedo castigarte y hacer que te arrepientas.

Lily primero palideció y luego se ruborizó, cuando intentó responder, la profesora ya había desaparecido entre la multitud buscando a Severus.

Lo encontró rápidamente, comentando con Remus que estaban tardando mucho, que debía estar muy ocupado el baño de mujeres. Cuando vieron a Minerva caminar hacia ellos enfadada supieron que pasaba algo.

Minerva sin perder tiempo les dijo que fueran con ella al baño. Severus casi corría para ir a buscar a Nimue. Cuando entró la vio aún llorosa con Francesca abrazándola y diciéndole suaves palabras de consuelo en italiano. Cuando lo vio entrar, Francesca asintió en dirección a Minerva, ambas salieron para no dejar entrar a nadie allí.

-¿Qué te pasa, Nimue?

-¿Cuándo pensabas contármelo?

-¿El qué?

-Te acostaste con ella y no me lo dijiste.

-¿Con quién?

-Como que "con quién": Con Lily Potter.

Severus se quedó asombrado.

-¿Quién te lo ha dicho?

-No lo niegas… he entrado aquí y pocos segundos después entró Lily con otra mujer, ella le estaba contando que tiene un "estilo de vida liberal" con su marido y que se acostó contigo a finales de agosto, sé que aún no nos conocíamos pero ¿por qué no me lo dijiste?

-Nimue, yo siento no habértelo dicho, pero es que no significó nada para mí, ella me lo propuso el día que hicimos aquí la reunión informal de la orden, le di muchas vueltas todo el verano y decidí hacerlo para cerrar el capítulo de Lily… y era lo que necesitaba para darme cuenta de que ella no era lo que yo pensaba, que era como cualquier otra y que no quería volver a verla ni a acostarme con ella… y unos días después te conocí a ti y no volví a acordarme de ella hasta el día de nuestra cita en el cine. Cuando terminamos de follar le dije que no se repetiría… nunca volveré a tocarla.

-Entonces ¿por qué le estaba diciendo a la otra que te podía tener cuando quisiera en cuanto te mandara una lechuza? Textualmente dijo: "Cuando yo quiera le mando otra lechuza y lo tengo donde yo quiera con los calzoncillos por los tobillos, cuando yo quiera dejará a esa sosa y vendrá a buscarme como un perrito faldero."

-¿Que dijo qué?

Severus estaba furioso. Nimue nunca lo había visto así, ni siquiera cuando estalló el caldero.

Severus cogió su mano.

-Ven.

La sacó de allí, Nimue ya no lloraba, estaba muerta de curiosidad a ver lo que pretendía Severus.

Pasaron corriendo entre Francesca, Minerva y Remus. Se dirigieron a donde estaba Lily hablando con su marido y los Longbottom. Cuando Lily vio a Severus y Nimue los miró maliciosamente.

-Señora Potter, ¿se puede saber por qué ha mentido con la intención de herir a mi pareja?

-¿Qué dices, Severus?

-No me puedes mentir, Lily, sé que entraste a propósito en el baño donde estaba Nimue y dijiste que nos acostamos hace unos meses y que cuando quieras me tienes disponible para cumplir tus deseos…lo cual es sólo una sucia mentira y lo sabes, sé el tipo de relación que tienes con tu marido y allá tú con lo que haces, pero yo no quiero volver a follar contigo, porque me arrepentí en el mismo momento que terminamos de hacerlo. Nunca volvería a tocarte ni con la punta de mi varita, dejé de ser tu "perrito faldero" hace años, así que déjame en paz, si necesitas adulación, mira cuantos hay por aquí, si la haces sufrir a ella otra vez lo pagarás caro, dices que eres diferente pero eres igual de mezquina que tu hermana Petunia y acabas de demostrarlo sin lugar a dudas. Sabes, ahora me estoy dando cuenta de que nunca te quise de verdad, lo que sentía por ti no es comparable a lo que siento por Nimue. Porque lo que sentí por ti fue un capricho, lo que siento por Nimue es amor.

Todos a su alrededor estaban sin habla, Minerva, sonriendo, rodeó los hombros de su sobrina y la abrazó. Nimue estaba emocionada, Frank y Alice los miraba sorprendidos por escuchar a Severus Snape hablar de sus sentimientos. Francesca y Remus sonreían felices por su amigo. El resto de gente alrededor empezó a recuperar el habla y a cuchichear, el intachable matrimonio Potter no era tan conservador como creían y Lily Potter era una vanidosa que sólo quería ser el centro de atención. Severus se dio la vuelta y miró a Nimue.

-Lo siento, Nimue, siento mucho que la primera vez que he dicho que te quiero no ha sido en privado, sino delante de demasiada gente y porque me he enfadado por lo que te ha dicho una mujer por la que no vale la pena que derrames ni una lágrima. Vámonos de aquí.

Cogió su mano y salieron de allí, Nimue no dijo nada, seguía impactada, lo siguió afuera. Severus le dijo que se irían a su casa, salieron del edificio del ministerio, fueron a un punto de aparición y Severus los apareció en su sala de estar, no quería perder el tiempo. En su prisa por irse se perdieron las miradas duras de Albus y Minerva hacia Lily y su consiguiente y merecida bronca.